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Archivos de la Categoría ‘Lecciones para Prosperar’

Usted es lo que piensa, y será lo que desea ser.

Esta es una gran fórmula y clave para el éxito empresarial. Científicamente está
comprobado por sicólogos de todo el mundo que: “Cada uno es el resultado
directo de sus pensamientos”.

Por su parte, en la Biblia Dios establece la siguiente premisa: “Ser renovados


en la actitud de su mente” Efesios 4:23.
En conclusión, una persona es lo que piensa, y puede llegar a ser lo que desea.

Algunas investigaciones han demostrado que el ser humano únicamente utiliza


el 25% o 30% de su cerebro, es decir que utilizamos una tercera parte de
nuestra capacidad cerebral. De esta manera, de los trece millones de neuronas
que tenemos en el cerebro, casi diez mil millones no son utilizadas.

Tenemos miles de millones de colaboradoras cerebrales listas para ayudarnos,


pero a causa de los malos habitos mentales, pesimismo y falta renovación
dificultan alcanzar grandes metas.

La vida tiene inicio y fin. Con la ayuda de Dios podra aprovecharla y triunfar.
El éxito está en sus manos, el progreso de su familia, empresa y carrera está a
su disposición y hoy es el tiempo de tomar la decisión de dejar a un lado los
pensamientos y acciones de derrota.
Usted cuenta con un numero interesantes de neuronas propias y listas para ser
utilizadas, no pierda esta oportunidad, recuerde que no las tiene que comprar
ni solicitar ¡son suyas!.

La familia y la Productividad.

Está comprobado que la estabilidad en el hogar es causa de productividad.


Como también los problemas en la familia afectan el desempeño laboral.

Nancy Van Pelt, afirma en uno su libro publicado en el año 2001, que el 50%
matrimonios fracasan. Además, si la pareja tiene menos de 21 años de edad, la
probabilidad de fracaso aumenta a un 80%.

Me pregunto si dichos porcentajes son más altos en la actualidad; un hogar


con propósito, es altamente efectivo, puesto que cuenta con el favor de Dios,
así como el pasaje bíblico lo dice “Si Dios no construye la casa, de nada sirve
que se esfuercen los constructores. Si Dios no vigila la ciudad, de nada sirve
que se desvelen los vigilantes” Salmo 127:1

Considero que la primera empresa que debe contar con el respaldo de Dios es
nuestra familia. El hogar requiere de sabiduría, gracia, éxito para administrarlo
y conducirlo hacia objetivos claros.
Sin embargo: ¿Cómo lograr que sea Dios quien construya la familia?

La respuesta se encuentra en las Escrituras en el 2° libro de Samuel 6:11:

“Fue así como el arca del Señor permaneció tres meses en la casa de Obed
Edom de Gat, y el Señor lo bendijo a él y a toda su familia.”

El arca del Señor representa la presencia de Dios. Lo que significa que cuando
Dios habita en medio de tu familia, las finanzas fluyen.

En segundo lugar, debes comprender que la bendición de tu familia inicia por


ti. Debes ser un bendecido para bendecir. Los padres deben ser llenos de
amor, para dar amor, si quieres conquistar un mercado, un proyecto, negocio o
empresa, debes lograr conquistar primero un hogar prospero bajo las
siguientes premisas:

A: La bendición de tu familia llega por ti.

B: Construye tu hogar de la mano de Dios

C Causa la presencia de Dios en tu hogar

.De esta manera lograras tener una vida Integral y Productiva.

Inversiones que dan Ganancias.

En primer lugar, se debe comprender que los negocios deben generar


ganancias. Sin embargo, las estadísticas en Colombia afirman que antes de
tres años de funcionamiento, el 49% de las empresas quiebran. En pocas
palabras, algunos negocios generan ganancias otros no. En algunos países el
porcentaje llega a ser aún más alto.

Bíblicamente lo que asegura las ganancias en una empresa es la


“consagración”. Esto implica santificar, separar o dedicar el negocio a Dios, tal
y como queda registrado en Isaías 23:18, “Pero sus negocios y ganancias
serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán, porque sus
ganancias serán para los que estuvieren delante de Jehová, para que coman
hasta saciarse, y vistan espléndidamente”.

Muchas personas le piden a Dios que bendiga sus negocios y empresas. En el


pasaje escrito en el libro de Isaías, se identifican los principios para tener
inversiones Bendecidas por Dios.

La consagración a Dios se hace para personas y para cosas. Un Gerente


consagrado a Dios es aquel que acepta a Jesucristo como el Señor de su vida.
Una empresa dedicada o consagrada a Dios es aquella donde se reconoce la
posición de Dios como accionista de la organización.

Cuando se administra una empresa consagrada, se dedica tiempo para estar


delante de Dios, como también tiempo para estar al frente del negocio. Es algo
así, como que la prioridad es reunirse con el Socio mayoritario, para recibir
instrucciones y sabiduría para tomar las decisiones claves de la organización.

Posteriormente, la ejecución de las actividades diarias de la organización


cuenta con las bondades del favor de Dios. Los clientes llegan
milagrosamente, el clima laboral es agradable y productivo, las finanzas se
multiplican.

En concreto, ¿Cuáles son los beneficios de la consagración de un negocio a


Dios?

El versículo afirma que ésta actitud genera ganancias, alimento y abrigo para
todos los integrantes de la organización, o sea, estabilidad financiera y laboral

Si su empresa, negocio o profesión no son productivos, le invitamos a poner en práctica esta lección, la cual
nos ha dado resultados asombrosos.

Cuente con la presencia y bendición de Dios.

Un conquistador sabio es aquel que aprende a pedir la PRESENCIA Y


BENDICIÓN DE DIOS en su vida y negocios. Al recibir el favor de Dios, las
riquezas se obtienen por añadidura, su bendición es su favor, respaldo y
presencia permanente sobre una persona, sus ideas y proyectos.

Aunque muchas personas han conquistado cosas o situaciones en sus propias


fuerzas, es decir sin la bendición de Dios; el beneficio de recibir el favor de
nuestro Creador es la gracia para disfrutar de la sobreabundancia. Ha
escuchado de personas con muchas riquezas, pero que no las pueden
disfrutar por causa de dificultades en la salud, familia, pleitos jurídicos, entre
otros.

Esa es la diferencia entre ser rico y ser prospero. Una persona prospera debe
esforzarse y ser tan diligente como la rica, pero adicionalmente trabaja bajo la
dirección de Dios.

Lo que significa que todos los negocios, inversiones, proyectos son


presentados a Dios en tres momentos claves:

• Antes de aceptar: Para tomar decisiones acertadas


• Durante su ejecución: Para superar obstáculos y multiplicar
• Y cuando se obtienen resultados: Para sostener la Iglesia Local por
gratitud a Dios

El respaldo de Dios es para todas las áreas de la vida. Por ejemplo, es evidente
la diferencia entre un hogar con la presencia de Dios y uno que no la ha
pedido. Un hogar no es perfecto, pero puede invitar al Perfecto para que habite
permanentemente allí.

De igual manera, con la presencia de Dios las empresas y negocios son


altamente productivos, y aunque son administrados por personas con
fortalezas y debilidades, antes de abrir al público, sus gerentes y
colaboradores abren su corazón a Dios para pedir su bendición y poner en
práctica los principios de éxito registrados en su Palabra.

La bendición de Dios abre puertas, brinda sabiduría y protección en todo lo


que se emprende. Se vuelve tangible en una idea innovadora o en un contacto
estratégico para aumentar sus ventas, Dios espera que le pidamos su
bendición. El desea darla para que conquistemos.

¿Le gustaría contar con la bendición de Dios para conquistar?

Los siguientes son acciones que puede comenzar hoy mismo a practicar:

1. En oración presente a Dios su vida, su corazón, su familia, profesión y


proyectos, antes de aceptar, durante la ejecución y cuando reciba ganancias.

2. Alabe y adore a Dios todos los días.

3. Estudie su Palabra. En ella están los principios para triunfar.

4. Tome la determinación de honrar a Dios aportando al sostenimiento de


su iglesia.

John C. Maxwell dice en su Libro Actitud De Vencedor “El hombre de oración


sabe que las bendiciones de Dios no son opcionales. Son una necesidad”. Por
ello es preciso escuchar atentamente a Dios y actuar. Eso es fe. Dios bendice a
las personas que demuestran creerle.

Si ha pensado que conquistar y ser próspero es imposible, tenga en cuenta


que para la persona que cree en Dios, vive y aplica su palabra: ¡todo le es
posible!

Maxwell en su publicación: El Lado Positivo del Fracaso afirma lo siguiente:


“No tengo dudas de que hay muchas formas de ser un ganador, pero en
realidad hay solo una forma de ser un perdedor, y esta es fracasar y no ver
más allá del fracaso”.

Se ha preguntado alguna vez: ¿Por qué algunas personas conquistan sus


metas y otras no?. John Maxwell afirma que la diferencia radica en la forma en
que se afrontan los desaciertos en la vida.

En una conferencia aprendí que es imposible que una persona no tenga


tropiezos en la vida, sin embargo, la clave es tomar la decisión de continuar
avanzando.

Conquistar es sinónimo de triunfar y vencer, lo que implícitamente requiere del


esfuerzo y determinación de cada conquistador. Aunque se presentan
obstáculos en el camino, solamente aquel que los supera toma posesión de lo
que desea.
El Salmo 65:10 es una inspiración para seguir adelante a pesar de los tropiezos
personales, familiares, profesionales o empresariales que se pudieran
presentar.

“Haces que se empapen sus surcos, haces descender sus canales; la ablandas
con lluvias, bendices sus renuevos.”
Salmos 65:10

En algún momento de la vida, es posible que solo queden los “surcos” de la


familia que algún dia fue plantada, pero ya no florece más. O tal vez sean las
“canales”, los recuerdos de la empresa prospera del ayer.

Apreciado lector, por medio de este mensaje le invito a cobrar ánimo para
seguir adelante y proyectarse a la conquista. Levante sus ojos al cielo y tenga
la seguridad que existe un Dios Poderoso para hacer llover bendiciones sobres
los “surcos” y las “canales”, haciendo posible el milagro de la restauración
familiar y la restitución empresarial.

Los “surcos” son las multiples opciones de ingreso que puede tener. Por
ejemplo: un empleo es un surco, tener un negocio es otro, una empresa que
existe o fracaso tambien lo es.

Olvide el mal pasado y tenga la convicción que al aferrarse de Dios y sus


promesas Él “bendice sus renuevos”, de tal manera que lo que fue, con la
bendición de Dios es y será mucho mejor.

Nunca te des por vencido, la conquista esta cerca solo debes persistir en creer
en la fidelidad de Dios y en trabajar con excelencia.

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