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Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

CAPÍTULO IV

RESISTENCIA DE LAS ROCAS


1. GENERALIDADES

Por resistencia de las rocas se comprende a la capacidad que estas


presentan a la destrucción frágil o a la deformación plástica bajo una carga
exterior, estática o dinámica. La ruptura y deformación plástica llevan a la
destrucción de la estructura inicial de la roca y a la destrucción de las
ligazones interiores de la misma.

Las rocas oponen una resistencia máxima a la compresión; comúnmente, la


resistencia a la tracción no pasa de un 10 a un 15% de la resistencia a la
compresión. Eso se debe a la fragilidad de las rocas, a la gran cantidad de
defectos locales e irregularidades que presentan y a la pequeña cohesión entre
las partículas constituyentes.

La resistencia de las rocas depende fundamentalmente de su composición


mineralógica. Entre los minerales integrantes de las rocas, el cuarzo es el más
sólido, su resistencia supera los 500 MPa, mientras que la de silicatos
ferromagnésicos y los alumino-silicatos varían de 200 a 500 MPa, y la de la
calcita de 10 a 20 MPa, por eso, conforme es mayor el contenido de cuarzo,
por lo general, la resistencia aumenta.

La resistencia de los minerales depende del tamaño de los cristales y


disminuye con el aumento de éstos. Esta influencia es significativa cuando el
tamaño de los cristales es inferior a 0,5 mm.

En las rocas, la influencia del factor tamaño en la resistencia es menor, debido


a que también intervienen las fuerzas de cohesión intercristalinas. Por ejemplo,
la resistencia a la compresión de una arenisca arcosa de grano fino es casi el
doble que la de granos gruesos; la de mármol constituido por granos de 1 mm

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es igual a 100 MPa, mientras que una caliza de granos finos de -3 a 4 µm. tiene
una resistencia de 200 a 250 MPa.

Entre las rocas sedimentarias, las más resistentes son las que tienen cemento
silíceo. En presencia de cemento arcilloso la resistencia de las rocas disminuye
de manera brusca.

Conforme aumenta la porosidad en rocas con una misma litología disminuye la


resistencia, puesto que simultáneamente disminuye el número de contactos de
las partículas minerales y las fuerzas de acción recíproca entre ellas.

En la resistencia de las rocas influye la profundidad a la que se formaron y el


grado de metamorfismo. Así, la resistencia de las arcillas yacentes cerca de la
superficie terrestre puede ser de 2 a10 MPa., mientras que las rocas arcillosas
que fueron sometidas a un cierto metamorfismo pueden alcanzar los 50 – 100
MPa.

Por otro lado, la resistencia de las rocas anisotrópicas depende del sentido de
acción de la fuerza. La resistencia a compresión de las rocas en el sentido
perpendicular a la estratificación o esquistosidad es mayor que en un sentido
paralelo a estas. El cociente que suele obtenerse entre ambos valores de
resistencia varía entre 0,3 y 0,8, y sólo para rocas isotrópicas es igual a 1.

Comportamiento frágil y comportamiento dúctil


Una roca presenta comportamiento frágil cuando su capacidad para resistir
cargas disminuye al aumentar la deformación.

La ruptura frágil se asocia con una deformación permanente muy pequeña o


casi nula de la roca antes de la ruptura, que según las condiciones de ensayo,
puede producirse repentinamente. El fenómeno de ruptura explosiva frágil se
pone de manifiesto especialmente en minas profundas excavadas en rocas
resistentes.

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El comportamiento dúctil aparece cuando la roca conserva su resistencia a


pesar de estar sujeta a deformaciones permanentes.

La mayoría de las rocas presentan un comportamiento frágil, más que dúctil, en


las condiciones de presión y temperatura que normalmente aparece en
minería. La ductilidad puede ser mayor en rocas meteorizadas, macizos
rocosos diaclasados y rocas poco persistentes.

Al ir aumentando, la presión de confinamiento, se pasa de un comportamiento


frágil de la probeta a un comportamiento dúctil.

La ruptura frágil que se produce en rocas sometidas a tensiones en ensayos de


laboratorio o en mina, es de naturaleza violenta e incontrolada cuando la
rigidez de la prensa es menor que la de la probeta, caso normal, o cuando los
estratos que cargan sobre los pilares son menos deformables que éstos; la
ruptura frágil se produce al alcanzar la resistencia máxima. En otras
situaciones, se puede controlar la ruptura de los pilares de tal forma que sigan
trabajando aún después de haber alcanzado su resistencia máxima (Ver figura
2).

Figura 2

Al alcanzar la resistencia máxima se presentan dos comportamientos distintos


del pilar según el tipo de techo (Ver Figura 3).

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Figura 3

Las rectas AE y AG representan la rigidez del techo o muro para un


determinado pilar.
En la Figura 3a, al aumentar la deformación desde el punto C, correspondiente
a la resistencia máxima del pilar, al punto D, la mina libera una energía dada
por el área ACDH y el pilar sólo puede absorber la energía equivalente al área
ACDJ. Por consiguiente queda un exceso de energía equivalente al área AJH.
Esta energía provocará una rotura explosiva del pilar.

En la Figura 3 b el techo libera menos energía de la que puede absorber el pilar


y la situación es estable. De esta forma la resistencia del pilar va disminuyendo,
pero controladamente, produciéndose, en todo caso, algunos desprendimientos
en los paramentos.

En los ensayos a compresión simple y en los triaxiales con presiones de


confinamiento, σ3, pequeñas, se podrá observar una caída muy rápida de la
resistencia de la roca en el momento de sobrepasar la resistencia máxima, si la
prensa es suficientemente rígida.

En los ensayos efectuados en laboratorio, se ha encontrado que la fragilidad


disminuye al aumentar la presión de confinamiento σ3.

Por otra parte, la fragilidad disminuye al aumentar la temperatura

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Sobre la resistencia de la roca tienen influencia el estado inicial de la


misma, la forma y magnitud de las fuerzas de deformación, velocidad de carga,
velocidad de deformación y temperatura. En los ensayos de laboratorio sobre la
resistencia de las rocas tienen influencia la forma y dimensiones de la probeta.

Velocidad de carga

La resistencia de las rocas es una propiedad que depende del tiempo. En


general, al ser más rápida la aplicación de la carga, la muestra de roca
ensayada será más resistente. Normalmente las velocidades de aplicación
de las cargas que aparecen en minas subterráneas no alcanzan el límite a
partir del cual habría que tener en cuenta los efectos producidos por dichas
velocidades.

El hecho de que se produzca una disminución de la resistencia de la roca al


disminuir la velocidad de aplicación de la carga, se explica según MANRIQUE
(1982) mediante la teoría de la microfisuración de McCLINTOCK y WALSH
(1982).

Al disminuir la velocidad de aplicación de la carga, también disminuye la


velocidad de deslizamiento de las superficies de las microfisuras ya
cerradas, con lo cual aumenta su resistencia a la fricción y como consecuencia
de ello, aumenta la concentración de tensiones en los extremos de las
microfisuras. De este modo la propagación de las microfisuras es más rápida,
haciendo, que la resistencia de la roca sea menor.

También puede observarse que la variación de la resistencia a la fricción se


hace más acusada cuando aumentan las tensiones normales o laterales.

Influencia del tamaño y la forma s obre la resistencia. E fe cto de


escala.

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La predicción de la resistencia de los pilares de una mina se viene realizando a


partir de los ensayos llevados a cabo en laboratorio sobre probetas extraídas
de muestras de roca de los pilares.

Actualmente, a pesar del esfuerzo realizado por los investigadores, no se


dispone de una formulación general única que permita la extrapolación de
un ensayo a las condiciones reales de la mina.

No obstante, estas investigaciones han llegado a algunas conclusiones


importantes, tales como el hecho de que la resistencia a compresión del pilar
varía en función del tamaño y de la forma (relación altura/anchura) del
mismo. Se ha observado que la resistencia disminuye a medida que el
tamaño de probeta aumenta, debido a que al incrementarse el tamaño, es
más probable que aparezca algún defecto estructural que desarrolle la
rotura de la roca. Asimismo, la resistencia aumenta cuando disminuye la
relación altura/anchura, y es mayor cuando aumenta el confinamiento del
pilar.

El concepto resistencia también se refiere al esfuerzo máximo que puede


soportar una roca sin romperse, y se mide por la carga de ruptura.

FIG. 60: Formas principales de ruptura de las rocas:


a. cuarteamiento longitudinal bajo compresión uniaxial; b. cizallamiento aislado
en el caso de destrucción frágil, bajo estado tensional complejo; c.
cizallamiento escalonado en el caso de destrucción plástica, bajo estado
tensional complejo; d. ruptura; e. ruptura (por la línea 1 al dibujo) por
compresión de la barra entre dos cuchillas alineadas; f. ruptura de una
superficie curvilínea, bajo carga de compresión lineal.

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Las velocidades de deformación relativa en los experimentos de


laboratorio, generalmente se toman desde 0,1 hasta 0,001 milésimas de
segundos lo cual corresponde a la variación de tensión dentro de los limites de
70 - 0,7 Kg./cm2 por segundo. En casos especiales las velocidades de
deformación relativa se toman de 10 -4 hasta 10 -7 milésimas de segundos.

En los experimentos comunes de laboratorio se pueden tomar las


propiedades de la roca como independientes de la velocidad relativa de
deformación, aunque en principio se nota una disminución de la solidez y un
aumento de la plasticidad de la roca, cuando la velocidad de deformación
relativa es pequeña (aproximadamente en dos veces, cuando la variación de
velocidad de deformación relativa es de 10 veces)

FIG. 61: Ensayos de probetas de roca sometidas a estado tensional


complejo:
a. con control de la presión del vapor; b-c. en cámaras simples; d. en cámaras
de volumen constante; e. en cámaras para probeta en figura.

Hasta los actuales momentos no se ha creado una teoría general sobre


la resistencia de las rocas. Las condiciones de destrucción de las rocas se

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determinan experimentalmente. Para ciertos casos especiales existen algunas


teorías sobre la resistencia, pero incluso ellas incluyen constantes
experimentales, obtenidas de los estados tensiónales simples de las rocas.

Para finalidades prácticas, la valoración de la resistencia de las rocas se


efectúa en base a los datos obtenidos en los ensayos de estas rocas, con
probetas de dimensiones establecidas, sometidas a compresión, tracción y
cizallamiento (corte).
En estos últimos tiempos, en los laboratorios se lleva a cabo un gran
trabajo de investigación sobre la resistencia de las rocas en estado tensional
complejo (Fig. 61).

Como índica la práctica, la gran mayoría de las rocas tienen alta


resistencia a la compresión y muy baja a la tracción. La resistencia al
cizallamiento ocupa una posición intermedia.

El valor límite de resistencia (resistencia temporal) para algunas rocas


bajo estado tensional simple se índica en la tabla 13.

TABLA 13

El valor de los límites de resistencia de las rocas, incluso bajo estado


tensional simple varía ampliamente, puesto que depende de las propiedades
físico - mecánicas, grosura de los granos, estratificación, fisuramiento,
humedad y otros factores. Por lo mismo la determinación exacta de los valores
límites de resistencia de las rocas es sumamente compleja y laboriosa. Aún,

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mucho más difícil es la tarea de determinar los límites de resistencia de las


rocas bajo estado tensional biaxial y triaxial.

En condiciones reales, cuando se explotan los yacimientos minerales,


las rocas, comúnmente trabajan en condiciones de estado tensional complejo.
Así las rocas en las paredes de la galería se encuentran en estado de tensión
biaxial por la parte superior y por los costados; en el macizo la roca se
encuentra en estado triaxial.

Como demuestran las investigaciones el límite de resistencia de las


rocas a la compresión bajo estado de tensión biaxial, aproximadamente es dos
veces mayor que bajo el estado de tensión uniaxial. Bajo compresión múltiple,
el límite de resistencia de la roca, aumenta mucho más; además, la plasticidad
de la roca, también aumenta. En los laboratorios, generalmente en probetas se
determina los límites de resistencia de la roca a la compresión, tracción y
cizallamiento bajo estado de tensión uniaxial.

2. RESISTENCIA A LA COMPRESION UNIAXIAL

Es probablemente el parámetro geotécnico más importante y más citado para


caracterizar el comportamiento mecánico de la roca, lo que puede ser erróneo,
ya que la resistencia de ésta depende de otros factores. Contrariamente a lo
que se manifiesta comúnmente, la resistencia a la compresión uniaxial no es
una propiedad intrínseca del material. Las propiedades intrínsecas del material
no dependen de la geometría de la muestra o de las condiciones del ensayo,
la prueba de compresión uniaxial sí.

El límite de resistencia de las rocas a la compresión uniaxial se


determina en las mismas probetas que se utilizan para determinar el módulo
de elasticidad y el coeficiente de Poísson; se emplea, además la misma
aparatura. La carga sobre la probeta se eleva hasta la destrucción de la misma
(Pcop). El límite de resistencia se determina por la fórmula:

Pcop
Rcop  , kg / cm2
F

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Donde:
Rcop.- límite de resistencia;
Pcop.- carga para la destrucción de la probeta;
F.- superficie de la sección de la probeta.

El número indispensable de experimentos se establece en dependencia


de la magnitud característica para cada tipo dado de roca, del coeficiente de
variación, desviación admisible y error admisible. En todo caso el número de
probetas de roca no debe ser menor a tres.

Típicamente, el ensayo se realiza en probetas de roca cuya relación


largo/ancho es de 2 a 2,5. La resistencia compresiva del material es
dependiente de las dimensiones; cuando ésta es pequeña de altura en
comparación con el diámetro, una gran influencia ocasiona el contacto con las
planchas de la prensa, la rigidez de las planchas detiene el ensanchamiento
lateral de los extremos de la probeta y también pueden eliminar planos
preferentes de rotura. Las muestras largas se pueden romper por inestabilidad
elástica
El ensayo de compresión simple ha sido normalizado en muchos países.
Las normas existentes básicas son las siguientes:
- Deben utilizarse probetas cilíndricas de diámetro superior a 50 mm.,
y por lo menos 10 veces mayor que el tamaño del grano o cristal
más grande existente en la roca diámetro.
- Su altura debe ser por lo menos 2.5 veces el diámetro
aproximadamente.
- La probeta no debe tener discontinuidades geológicas que la
atraviesen.
- Las superficies del cilindro de roca que est{an en contacto con las
placas de la prensa con la que se realiza el ensayo deben ser planas,
con una precisión de 0.02 mm.,y no deben separarse de la
perpendicularidad al eje de la muestra en m{as de 0.001 radianes, o
sea, 0.05 mm., en 50 mm.
- La carga se debe aplicar a una velocidad constante de 0.5 - MPa/s.

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La clasificación de las rocas resistencia a la compresión según la


resistencia a la compresión uniaxial, propuesta por la Sociedad
Internacional de Mecánica de Rocas (Brown, 1985), es la siguiente:

Resistencia (MPa) Clasificación


>250 Extremadamente alta
100 - 250 Muy alta
50 - 100 Alta
25 - 50 Media
5 - 25 Baja
1-5 Muy baja
0.25 - 1 Extremadamente baja

La influencia de contención que ejercen las planchas de la prensa,


ocasionan la concentración de las tensiones y la destrucción de la probeta
desde la periferia, que se encuentra en contacto con las planchas de la prensa
(Fig. 62 a)

FIG 62: Compresión uniaxial de la probeta de roca:

a) entre planchas planas; b) entre planchas cónicas; c) probeta en figura;


d) con forros cilíndricos

Para evitar esta influencia se propuso preparar probetas con


ahondamiento cónico en los extremos; en este caso, el ángulo del cono debe
corresponder con el ángulo de rozamiento de la roca sobre la plancha de la
prensa (Fig. 62 b). La preparación de este tipo de probetas es sumamente

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compleja. También se introdujo la proposición de preparar probetas con forma


de figuras (Fig. 62 c), en la que la parte media cilíndrica se encuentra en estado
de tensión uniaxial. La forma de transición de la probeta, se elige en base a la
investigación sobre su estado de tensión por el método foto plástico
(asegurando un estado de tensión uniforme).

Lo más práctico se considera la compresión de una probeta cilíndrica a


través de un forro (Fig. 62 d), con la misma sección y el mismo coeficiente de
ensanchamiento lateral, o sea, con la misma relación μ/E, que la probeta (μ.-
coeficiente de Poisson, E.- módulo de elasticidad). Para la mayoría de las
rocas existen los correspondientes metales para forros.

En el caso, cuando la preparación de las probetas con las dimensiones


necesarias es difícil, el límite de resistencia se puede determinar por el método
coaxial de Poisson (Fig. 63). Para estos experimentos las probetas se preparan
en forma de discos 1 con diámetro de 30 a 120 mm. y grosor de 11 mm. Para
rocas comunes y de 8 mm. para rocas altamente resistentes. La destrucción de
los discos se efectúa en la prensa colocándolos entre dos matrices 2, de
Poisson (Fig. 63a). El diámetro de los poissones es 11,27 mm. (área 1 cm2),
para la experimentación de rocas comunes y 7,98 mm. (área 0,50cm2) para la
experimentación de rocas altamente resistentes. Por la magnitud de la fuerza
destructiva Pcop y el área calculada de la sección Fsp, determinada en el
gráfico de la figura 63 b, se calcula el límite de resistencia a la compresión con
la fórmula:

P cop
R cop 
F sp
Donde:
R cop.- límite de resistencia a la compresión;
P cop.- magnitud de la fuerza para la destrucción del disco;
F sp.- área calculada de la sección de la muestra de roca, determinada
en el gráfico de la Fig. 63b.

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FIG. 63: Ensayos de las rocas por el método coaxial de Poisson:

a. esquema de ensayo de la probeta de roca a la compresión; b. gráfico


para la determinación del área calculada de la sección en el ensayo a la
compresión; c. esquema de ensayo de la probeta de roca a la tracción;
d. gráfico para la determinación del área calculada de la sección en el
ensayo a la tracción.

DETERMINACION DEL INDICE DE CARGA PUNTUAL

1. OBJETO Y CAMPO DE APLICACIÓN

La resistencia de la roca es estimada ya sea en el campo mediante el uso de


martillo, o en laboratorio con aparatos sofisticados. El primer método es el mejor
de los casos cualitativos, mientras que el segundo exige la cuidadosa
preparación de la muestra. El método propuesto responde a una necesidad
obvia para ensayar en el campo de manera rápida y segura, núcleos no
preparados

1.1. El objeto de este ensayo es medir la resistencia de probetas de roca al


someterlas a cargas puntuales aplicadas mediante un par de piezas cónicas.
Las probetas pueden ser cilíndricas (para los ensayos de carga concentrada
diametral» y «axial» o trozos de forma irregular (para el ensayo de «trozo
irregular»). De los resultados del ensayo puede derivarse un índice de
resistencia a la carga puntual o concentrada Is (50) que sirve para clasificar
las rocas por su resistencia. Aunque este ensayo se puede hacer en el
laboratorio, está pensado principalmente para obtener resultados en muestras
de roca en el campo.

Los parámetros en el ensayo son: la distancia "D" entre las pun tas de
contacto, que se lee en un escala graduada, incorporada al bastidor de
carga y la fuerza "P" necesaria para romper la muestra cuyo valor se
lee en un manómetro calibrado del circuito hi dráulico. El índice de
resistencia a la carga puntual es la relación P/D 2. Este tipo de ensayo

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no es nuevo, porque ya se lo ha usado mucho en los Estados Unidos,


Rusia y varios países europeos, pero más como herramienta de los
laboratorios de investigación, que como técnica adecuada para
determinar el índice en el campo. La consideración teórica del ensayo
de carga puntual ha demostrado que da una medida de la resistencia
a la tracción como hace, por supuesto el martillo geológico. Sin
embargo, los resultados están suficientemente relacionados con otras
medidas como la resistencia a la compresión no confinada, para
permitir que este ensayo de un índice de resistencia en sentido general.

La carga puntual tiene varias ventajas importantes:

1. La probeta se rompe con cargas mucho menores que en


compresión, por lo que la capacidad de carga de máquina, que
se requiere es menor de 1/10 que la que hace falta para el
ensayo a compresión;

1. El testigo se puede ensayar tomándolo directamente de la caja de


testigos, sin tener que mecanizarlo previamente (pudiendo
ensayarse así incluso roca débil o rota); y

2. Al iniciarse la fractura en el interior de la probeta, las condiciones de


contacto de las puntas tienen poca importancia.

2. APARATOS Y MATERIAL NECESARIO

2.1. El aparato portátil para ensayos de carga puntual se desarrolló en el


Imperial College de Londres, como una ayuda para la investigación de núcleos.

El aparato consiste en una pequeña bomba hidráulica y un ariete, con un


bastidor de carga de máxima rigidez, para ensayar testigos de diferente
tamaño. El testigo es comprimido entre dos puntas cónicas de dimensiones

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standard.

La presión es aplicada mediante una bomba manual situada en la base del


gato hidráulico, que transmite el movimiento a la punta cónica inferior, la
puntas superior es fija a la cruceta. El bastidor es capaz de recibir muestras
de hasta 101.6 mm. (4 ínch.) de diámetro. Existe una escala fija a una de las
columnas para señalar la distancia entre las puntas de contacto ("D"). La
presión aplicada es medida en dos manómetros de 150 mm. de diámetro. El
rango de medición es de 0-5.5 KN con divisiones de 0.l KN para el primer
manómetro y 0-55 KN con divisiones de 1 KN para el segundo. El medidor de
alto rango posee incorporado una unidad de seguridad para desconectar el
manómetro en caso de altas presiones.

El aparato está resguardado por una caja de madera cuya base puede
transformarse en plataforma de trabajo.

Se suministra dos pares de gafas protectoras para prevenir accidentes debido


a los pedazos que pueden saltar al momento de la fractura, particularmente
cuando los testigos son de roca dura.

2.1.1. El sistema de carga deberá ser ajustable para poder ensayar


probetas de tamaño variable, por ejemplo, entre los límites de 15 y 100 mm.
para los que se requiere normalmente una capacidad de carga de hasta 50
kN. Un émbolo de retracción rápida que ayude a ahorrar tiempo entre
ensayos. La fricción del émbolo ha de ser baja, para que no perjudique a la
precisión de las mediciones de la carga.

2.1.2. Las bases que se utilizan para transmitir la carga a la probeta son
trococónicas con la punta redondeada (Figura 1). El cono de 60° y la punta
redondeada con un radio de 5 mm., a de coincidir tangencialmente y las piezas
han de estar endurecidas de modo que no se dañen en los ensayos. Estarán
alineadas exactamente de modo que sean recíprocamente coaxiales y la
máquina tendrá la rigidez necesaria para que las bases permanezcan alineadas

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durante los ensayos. No se permite que el sistema de carga tenga un asiento


esférico u otra parte no rígida.

FIGURA 1. Forma y dimensiones de las bases de aplicación de carga.

2.1.3. El sistema de medición de la carga debe indicar la carga de rotura P


con una aproximación de ± 5 por 100 sea cual sea la resistencia de la probe-
ta ensayada. Debe incorporar un dispositivo de máxima que conserve la lectura
y se pueda registrar después de la rotura de la probeta. Debe ser asimismo
resistente a las sacudidas y vibraciones hidráulicas de modo que se mantenga
la precisión durante la ejecución del ensayo.

2.1.4. El sistema de medición de distancia D debe indicar la que media entre


los puntos de contacto de las piezas troncocónicas con una
aproximación de ± 2 por 100 D y ha de estar construido de modo que

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pueda verificar a cero y ajustar, además de tener la robustez precisa


para que no pierda exactitud durante la ejecución del ensayo.

Broch y Franklin (1972) encontraron una correlación entre el IS(50) y la


resistencia a compresión simple de la roca. Esta relación es la
siguiente:
σc = 24 IS(50)
No obstante, en algunas rocas el coeficiente multiplicador difiere
mucho del anteriormente indicado.
Broch (1993) también ha propuesto una relación entre la resistencia a
la tracción To y el índice de carga puntual:
TO = 1.5 IS(50)

3. RESISTENCIA A LA TRACCIÓN UNIAXIAL

El límite de resistencia de la roca a la tracción, se determina en el


laboratorio con ayuda de la máquina de tracción con agarradores de anillo que
sirven para sujetar la probeta. La probeta que se va a utilizar en el ensayo se
serrucha y labora en forma de “ocho”, la cabeza de ésta debe corresponder a
las dimensiones de los agarradores de la maquina. El grosor del “ocho”,
generalmente es de 2 - 3 cm., el ancho en el sitio más delgado y donde se
produce la ruptura, también es igual a 2 - 3 cm. Si no es posible preparar el
“ocho” serruchando, debido a la pequeña resistencia de la roca, entonces en
casos especiales, sobre la probeta a ensayar de forma sencilla (en forma de
cubo, cilindro, prisma), se puede colar con goma resistente (carbinolín, Bcp-2),
agarradores metálicos. El “ocho” preparado se coloca en los agarradores de la
máquina de ruptura y se lo somete a tracción hasta su destrucción. El límite de
resistencia a la tracción se determina por la fórmula:

P
Rtr 
F
Donde: -
Rtr.- límite de resistencia a la tracción;

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P.- fuerza de ruptura;


F.- área de la sección de la probeta en el sitió de ruptura.

Los ensayos a la tracción se efectúan por lo menos en tres probetas.


Como resultado final se toma la media aritmética de los valores obtenidos.
En vista de las dificultades ligadas a la preparación de los “ocho”
frecuentemente las probetas de roca para los ensayos a la tracción se prepara
en forma de discos 3 (Fig. 63c). En el centro de los discos se taladra un orificio
con diámetro equivalente a los poissones (11,27 mm. o 7,98 mm.), el cual se
rellenan con masa plástica 4, obtenida de la mezcla de 75% de colofonia y 25%
de parafina. La destrucción de las probetas por tracción se produce por efecto
de la presión de los poissones con fuerza Ptp, sobre la masa plástica en el
centro del disco. La masa se deforma y trasmite la presión a las paredes del
anillo de la roca en ensayo, donde aparecen tensiones de tracción. Por la
magnitud de la fuerza destructiva Ptp y el área calculada de la sección Fsp,
determinada en el gráfico de la fig. 63d, se calcula al limite de resistencia de la
roca a la tracción.
Ptp
R tr 
Fsp
Donde:
Rtr.- limite de resistencia de la roca a la tracción;
Ptp.- magnitud de la fuerza para la destrucción del disco;
Fsp.- área calculada de la sección de la probeta de roca, determinada
en el gráfico de la figura 63d.

El ensayo de las probetas de roca a la tracción puede efectuarse,


también por el método del Brasil (Fig. 64). La probeta de roca se prepara en
forma de disco y se coloca entre las planchas de la prensa en posición vertical.
Por efecto de la compresión de la probeta por la línea AB, surgen tensiones
traccionales iguales para todos los valores de y. El disco se somete a carga
hasta su destrucción. Las condiciones teóricas de destrucción se expresa por la
fórmula:
2p
Rtr 
 .D.t

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Donde:
Rtr.- resistencia de la roca a la tracción;
P.- magnitud de la fuerza compresora; -
D.- diámetro del disco de roca;
t.- grosor del disco de roca

Un método nuevo y veloz de ensayo de las rocas a la tracción es el


siguiente: de la roca se preparan algunas placas con grosor de 20 a 50 mm. y
caras paralelas. Las placas (con formas irregulares) se fragmentan con cuñas
coaxiales dispuestas en la prensa de ensayo de laboratorio. La cuchilla de la
cuña es recta y de 80 mm. de longitud con radio de redondez de 3 mm. La
fragmentación de cada probeta se efectúa repetidas veces. La placa de roca
preparada para el ensayo se fragmenta al inicio en barritas con ancho
equivalente al grosor de la placa. Después cada barrita de nuevo se fragmenta
en pedazos de forma cúbica.
La resistencia a la tracción se determina por la fórmula:

2P
Rtr 
 .S .
Donde:
Rtr.- resistencia de la roca a la tracción, Kg /cm2
P.- fuerza de fracturamiento, Kg
S.- área del plano de ruptura, cm2

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FIGURA 64: Esquema de ensayo de la roca a la tracción por el método del


Brasil:
1. empaquetaduras; 2. planchas de la prensa; 3. muestra de roca

4. RESISTENCIA AL CIZALLAMIENTO

En los ensayos de la roca al cizallamiento (corte) se determina la


magnitud de cohesión y el ángulo de fricción interna.

El trabajo se efectúa con ayuda del Instrumento del Instituto de Minas


A.A. Skochinskiy (URSS). Este instrumento (Fig. 65) consta de tres pares de
cuñas de forma distinta 1, tres planchas pulimentadas 2, dos placas de acero
pulimentadas 3 y un juego de rodillos cilíndricos 4. Cada par de cuñas se
diferencian por el ángulo de inclinación de sus superficies α, magnitud que es
igual α’ = 45°; α’’ = 60°; y α’’’ = 70°, correspondientemente para cada par. La
probeta 5 se coloca en la entalladura entre las cuñas 1. El instrumento
ensamblado se coloca en la prensa y se lo somete a compresión. A fin de
disminuir al máximo la fricción de los rodillos cilíndricos 4, se los engrasa a
éstos abundantemente.
Las probetas 5 se preparan con las mismas dimensiones que para los
ensayos a la compresión. Mucha atención hay que poner en las probetas a fin
de que éstas adquieran ángulos rectos entre sus lados EC, CD, DG, EG.
Cuando se ensaya probetas cilíndricas, en sus dos extremos opuestos se

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efectúa rebajes de igual profundidad (5 - 10 mm.) y se los dispone a éstos en


el sentido de los planos CD, EG.
Cuando el instrumento se carga, se anota la carga bajo la cual se
produjo la destrucción de la probeta. Después se efectúa el cálculo de las
tensiones normales y tangenciales por las fámulas:
P'
n  cos  ', kg / cm2
F'
P'
  sen ', kg / cm2
F'
Donde
P’.- carga destructiva, Kg.
F’.- área en la sección de corte de la probeta dada, cm2
α’.- ángulo de corte del par de cuñas empleadas, grad.

FIG. 65: Ensayo de la probeta de roca al corte:

a. esquena del instrumento; b. gráfica para la determinación de la


cohesión y ángulo de rozamiento interno de la roca.

Ensayos análogos se efectúan con los restantes ángulos de corte. Luego


se calcula los valores en σn’’, σn’’’, τ’’, τ’’’, para los ángulos de corte α’’ y α’’’.

Cada conjunto de ensayos se efectúa no menos de tres veces en


diferentes probetas, obtenidas de una misma muestra de roca. Por

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consiguiente para el ensayo de una muestra de roca se deben preparar no


menos de nueve probetas.

En estos ensayos se toma como incógnitas las medias aritméticas de las


tensiones normales y tangenciales que se determinan en cada caso para un
ángulo de corte α dado.

Con los valores medios obtenidos de σn y τ para los diferentes ángulos


de cortes se construye el gráfico (Fig. 65 b), donde en el eje de las abscisas se
coloca los valores de las tensiones normales y en el eje de las ordenadas el
valor de las tensiones tangenciales. Los tres puntos obtenidos se unen por la
línea recta MN. El segmento OM, en el eje de las ordenadas, representa el
valor de cohesión “C” y el ángulo de inclinación de la recta MN, con respecto al
eje de las abscisas, corresponde al valor del ángulo φ de rozamiento interno de
la roca dada.

5. RESISTENCIA A LA FLEXION

Con la parte inferior del cuerpo de prueba, apoyada en dos puntos cercanos a
los extremos y la parte superior de la muestra de roca, cargada desde el tercio
medio del largo de la muestra cilíndrica, la resistencia a la flexión o módulo de
ruptura se expresa por:

16 Pmáx L
TMR = --------------
3Лd3

Donde:

TMR : resistencia a la flexión (módulo de ruptura);


P máx : carga máxima en la ruptura,
L : largo de la muestra,
D : diámetro de la muestra.

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Se ha encontrado que la resistencia a la flexión es dos o tres veces mayor que


la resistencia a la tracción.

Ensayo de resistencia a la flexión

6. RESISTENCIA BAJO ESTADO TENSIONAL COMPLEJO

Se refiere a la aplicación en simultáneo tanto de una tensión axial compresiva


como de una presión axisimétrica de confinamiento (p) en una muestra
cilíndrica de roca. El ensayo es realizado en muestras cilíndricas de roca
intacta y proporciona los datos para la determinación de la resistencia de la
roca en condiciones tanto saturadas como no saturadas.

A partir de la información obtenida es posible determinar el módulo de


deformación (E), el ángulo de fricción interna (φ) y la resistencia cohesiva (c)

En la carga de pico, las tensiones σ1 = P/A y σ3 = p, donde P es la máxima


carga soportable por el espécimen en la dirección del eje y p es la presión
media de confinamiento.

El efecto de confinamiento (fortalecimiento de la roca debido a la aplicación de


la presión confinante p) es realizado únicamente si la muestra se encuentra
sellada por una cubierta de plástico. El procedimiento usual para conducir el
ensayo de compresión triaxial es primero aplicar la presión confinante

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 23


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alrededor de todo el cilindro (σ1 = σ3 = p) y entonces aplicar la carga σ1 – p


cuando la presión confinante permanece constante.

Ensayo triaxial en roca

Las condiciones de destrucción de la roca bajo estado tensional


complejo, de acuerdo a los datos experimentales obtenidos en los ensayos de
las rocas bajo estado tensional simple, se determinan en base a la teoría de la
resistencia.
Un empleo exacto de la teoría de la resistencia es posible solamente en
cuerpos isotrópicos y homogéneos. Las rocas no son cuerpos isotrópicos ni
homogéneos: por esta razón se puede hablar solamente para casos
especiales, de un empleo aproximado de la teoría de la resistencia.

Las teorías sobre la resistencia de las rocas que mayor difusión han
conseguido son las siguientes: de las tensiones tangenciales máximas de O.
Mohr y Griffits.

De acuerdo a la teoría de las tensiones tangenciales máximas la


destrucción de las rocas se produce por efecto de las tensiones de
cizallamiento, si éstas sobrepasan la resistencia correspondiente de la roca. La
condición para la destrucción de la roca tiene la siguiente fórmula:

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 24


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1   3
 m áx  K
2
Donde:

 máx.- tensión tangencial máxima;


 1 .- tensión normal máxima;
 3 .- tensión normal mínima;
K.- resistencia de la roca al cizallamiento.

La teoría más simple y difundida para la valoración de las rocas es la


teoría de O. Mohr, la cual como demuestra la experiencia, da resultados
satisfactorios. Por esto en el estudio de esta teoría nos detendremos en forma
más detallada.

La teoría de O. Mohr ha sido creada en base a la suposición de que la


destrucción de la resistencia depende, solamente de las tensiones principales
máxima σ1 y mínima σ3 (Fig. 66). Esta suposición no es totalmente exacta,
puesto que bajo tensión múltiple, la tensión principal media (tensión entre la
máxima y la mínima), también influye en la resistencia de la roca, sin embargo
la influencia, generalmente no es mayor (no más de 10 - 15%)

De acuerdo con la teoría de Mohr, en el cizallamiento las tensiones


normales σ y tangenciales τ, en cierta superficie AB (Fig. 67) se hallan ligadas
por la dependencia funcional:

FIGURA 66: Diagrama de Mohr

APB.- límite de resistencia de la roca característica para cada material

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FIGURA 67: Esquema de destrucción de la probeta de roca.

  f  
Esta dependencia puede ser representada gráficamente por la línea MN
en el sistema de coordenadas cuadrangulares σ y τ (Fig. 68 a). En estas
coordenadas se puede representar cualquier estado de tensión con la ayuda
del diagrama de la curva de Mohr (Fig. 68 b). Si la circunferencia 1 (Fig. 68 c)
se encuentra totalmente dentro de la curva MN, entonces ninguna de las
tensiones que caracterizan a la circunferencia alcanzan magnitud peligrosa
alguna; pero si cualquier parte de la circunferencia 2 sale de los límites de la
curva MN, entonces la roca no puede resistir la tensión y se destruye. El caso
de la circunferencia 3 es el estado límite y tiene el centro en el punto C y es
tangente a la curva MN en el punto P.

Las circunferencias, tangentes a la curva MN y que corresponden a


todas las condiciones posibles bajo las cuales se produce la destrucción
pueden ser muchas (Fig. 68 d) y la curva MN que es envolvente de esas
circunferencias se denomina envolvente de Mohr.

En base a la experimentación se puede obtener tres circunferencias con


centro C1, O y C2 (Fig. 68 e), las cuales son tangentes a la envolvente y
corresponden a la compresión simple Rcop, cizallamiento puro Rciz y tracción
uniaxial Rtp. Por las circunferencias construidas se traza la envolvente y se
obtiene la curva MN.

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FIGURA 68: Diagrama de tensión de las rocas

El carácter exacto de la envolvente de Mohr, hasta el momento es


desconocido. En dependencia de las tareas planteadas y de los errores
permisibles la envolvente se la considera en forma de parábola, cicloide,
combinación de cicloide con recta e hipérbole. La envolvente de Mohr, en su
forma más simple y lo suficientemente exacta para la resolución de los
problemas prácticos, se la puede considerar en forma de recta (Fig. 69), cuya
ecuación es:
  c   .tg
Donde:
c.- cohesión de la roca, igual a la tensión tangencial OA, que absorbe la
roca, bajo tensión normal igual a cero.
φ.- ángulo de rozamiento interno de la roca.

En el campo de las tensiones traccionales (a la izquierda del eje τ ) la


ecuación de la recta para las rocas no es aceptable, por esto la envolvente
recta de la figura 69 en dicho campo se la indica con línea punteada. En la
resolución de los problemas sobre rocas, ligados con la posibilidad de
aparecimiento de tensiones traccionales en el macizo, la ecuación debe ser
sustituida por una más compleja.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 27


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La ecuación de la envolvente de Mohr sirve para la descripción


cuantitativa y la determinación de las condiciones de destrucción de las rocas
resistentes y por esto ella se denomina pasaporte de resistencia de la roca.

FIGURA 69: Pasaporte de resistencia de la roca

Puesto que el límite de resistencia de las rocas estratiformes no es igual


para fuerzas dispuestas paralelas o perpendiculares a su estratificación,
entonces el pasaporte de resistencia para estas rocas debe construirse para
las diferentes orientaciones que toman los ejes de las tensiones principales.

El contenido físico de la ecuación de resistencia consiste en que la


destrucción de la roca bajo la acción de las tensiones de compresión (Fig. 67)
se produce por efecto del cizallamiento sobre la superficie AB, inclinada con
ángulo α con respecto al eje de tensión principal mínima. La tensión de
cizallamiento τ, que actúa sobre el plano de la superficie es contrarestada por
la fuerza de cohesión C y la fuerza de rozamiento sobre la superficie AB, que
es igual a la tensión normal σ, multiplicada por el coeficiente de rozamiento
interno μ. De esta manera en el momento de equilibrio límite, debe existir la
igualdad.
  C  
Puesto que el coeficiente de rozamiento interno μ es igual a la tangente
del ángulo de fricción interna φ, entonces
  c   .tg

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 28


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Por consiguiente, la ecuación de resistencia caracteriza el estado límite


de la ro ca en la destrucción de la misma.

La teoría de la resistencia de Mohr permite, también encontrar la


dirección de la destrucción de la roca. En la figura 69 la línea PE forma con el
eje σ el ángulo α el cual corresponde al ángulo entre la línea de acción de la
tensión normal σ (Fig. 67) y la línea de la tensión principal máxima σ1, o lo que
es lo mismo, el ángulo entre la superficie AB, sobre la cual se produce el
cizallamiento en el proceso de destrucción de la roca y la línea de acción de la
tensión principal mínima σ3.

El ángulo PCD es igual a 2α; entonces el ángulo PBA es igual a 180°-2α.


En el triángulo rectángulo ABP, el ángulo PBA, a su vez, es igual a 90° grados
– φ, por eso.

180  2  90  

De donde

  45 
2

El coeficiente de cohesión y el ángulo de fricción interna son las


características mecánicas principales de las rocas resistentes. Para las rocas
plásticas, por ejemplo, para la arcilla sumamente suave φ = 0, por eso la
ecuación de resistencia se expresa por una línea recta, paralela al eje.

 c
O sea, que la resistencia de este tipo de arcilla se determina solamente
por la magnitud de su cohesión (Fig. 70).

El estado de tensión de cualquier punto en una roca pulverulenta


sometida a carga, como también en las rocas consolidadas, se representa por
el círculo de Mohr (Fig. 71). El círculo de Mohr se construye con los resultados

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de la determinación experimental de la resistencia máxima de la roca al


cizallamiento en función de la presión normal que actúa sobre ella. Cuando la
cohesión no existe, la recta OM, que une los puntos encontrados
experimentalmente y que corresponde la resistencia límite de la roca al
cizallamiento, se inicia en el punto de origen de las coordenadas.

El ángulo de inclinación φ de la recta OM con respecto al eje de la


abscisa es igual al ángulo de rozamiento interno de las rocas.

FIGURA 70: Pasaporte de resistencia para la arcilla:


1. Círculo de tensiones en la tracción; 2. Círculo de tensiones en la compresión
simple; 3. Círculo de tensiones en la compresión volumétrica; 4. Envolvente de
los círculos de tensiones; 5. Plano de cizallamiento

La ecuación de la recta tiene la siguiente forma:

   .tg
Donde:
 .- resistencia máxima de la roca al cizallamiento;
σ.- presión normal;
φ.- ángulo de rozamiento interno.

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FIGURA 71: Círculo de Mohr para las rocas pulverulentas

Como puede verse de la figura 71.


CM  1   3
sen  
OC  1   3
La magnitud de cohesión y el ángulo de rozamiento interno de algunas
rocas se indican en la tabla 14

TABLA 14

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CRITERIO DE ROTURA DE HOEK Y BROWN


Es un criterio de rotura válido para macizos rocosos isótropos, y tiene en
cuenta los factores que determinan la rotura de un medio rocoso a gran escala
como son:

1. La no linealidad con el nivel de tensiones


2. La influencia del tipo de roca y del estado del macizo
3. La relación entre la resistencia a la compresión y a la tracción
4. La disminución del ángulo de rozamiento con el aumento de la tensión
de confinamiento, etc.

El criterio fue desarrollado inicialmente para su aplicación a macizos rocosos


fracturados sin alterar con matriz rocosa resistente, asumiendo que los bloques
de roca están en contacto unos con otros y que la resistencia del macizo está
controlada por la resistencia de las discontinuidades. La resistencia del macizo
queda definida por la expresión (Hoek y Brown, 1980):

Con la finalidad de suministrar un sentido práctico y real al criterio de rotura del


macizo rocoso diaclasado, Hoek y Brown (1988) actualizaron el criterio
originalmente propuesto por ellos y vincularon la determinación de las
constantes m y s a medidas u observaciones en campo, a través de sistemas
de clasificación geomecánica de macizos rocosos, como los propuestos por
Bieniawski (RMR, 1976) y Barton (1976).

El criterio propuesto por Hoek y Brown (1988), va dirigido a estimar la


resistencia triaxial de los macizos rocosos, para el diseño de excavaciones
subterráneas. Es un criterio experimental que está definido por la siguiente
expresión:

Donde:

σ1 es la tensión principal máxima en la rotura


σ3 es la tensión principal mínima en la rotura
σci es la resistencia a la compresión simple de la matriz rocosa
m y s son las constantes adimensionales que dependen de las propiedades
del macizo rocoso, del tipo de roca y de la frecuencia y características de las
discontinuidades.

El valor de σci, debe obtenerse en ensayos de compresión simple de


laboratorio o, en su defecto, puede estimarse a partir del ensayo PLT o de
índices de campo (Cuadro 1). Los valores de m y s pueden obtenerse a partir
del índice RMR:

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Cuadro 1 Estimación aproximada y clasificación de la resistencia a


compresión simple de suelos y rocas a partir de índices de campo

- Para macizos rocosos sin alterar y no afectados por voladuras (undisturbed):

-- Para macizos rocosos alterados o afectados por las voladuras (disturbeb)

-- Para macizos rocosos sin alterar y no afectados por voladuras (undisturbed):

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Donde mi es el valor correspondiente a la matriz rocosa, que se obtiene en


ensayos de compresión triaxial (sus valores máximos para diferentes tipos de
rocas se incluyen en el cuadro 2. Si el medio rocoso está completamente sano
(RMR = 100) m = mi y s = 1.

Cuadro 2
Valores de las constantes mi para la roca intacta, para cada grupo de roca.
Nótese que los valores entre paréntesis son estimados (Hoek, 2000)

Estos valores son para especímenes de roca intacta, ensayados de forma


normal a la foliación o estratificación. Los valores de mi serán
significativamente diferentes si la fractura ocurre a lo largo de los planos de
debilidad

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 34


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El cuadro 4 incluye los valores para las constantes m y s en función del tipo de
roca y calidad del macizo rocoso. Se incluyen los valores para macizos rocosos
sanos y alterados.

Cuadro 4 Relaciones aproximadas entre la calidad del macizo rocoso y las


constantes del material m y s.

Hoek y Brown, 1998

Habitualmente se recomienda emplear los valores correspondientes de macizo


rocoso alterado (disturbed).

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 35


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No obstante, existe una cierta confusión a la hora de seleccionar los valores de


m y s ya que en la clasificación el término disturbed se refiere tanto al macizo
rocoso perturbado por obras de excavación o voladura como al macizo rocoso
alterado. Es recomendable, por tanto, emplear los diferentes métodos
disponibles para ajustar lo mejor posible estos parámetros.

Tanto el criterio como las expresiones para el cálculo de m y s no proporcionan


valores representativos para macizos rocosos alterados y de mala calidad. Por
ello, los autores han desarrollado una nueva expresión, válida también para
macizos rocosos fracturados de mala calidad, con materiales blandos y
alterados (Hoek, 1994):

constituyendo esta fórmula la expresión del criterio generalizado, donde m, s y


α dependen de las propiedades y características del macizo rocoso.

La envolvente de Mohr correspondiente a este criterio se expresa (Figura 1):

Figura 1 Criterio de rotura generalizado de Hoek y Brown

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 36


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donde A y B son constantes del material, σn es el esfuerzo normal en el punto


de interés y σtm es la resistencia a tracción del macizo, que viene dada por:

OBTENCION DE LAS CONSTANTES m, s y α

Con el fin de ampliar el rango de aplicación del criterio generalizado, sobre todo
a macizos rocosos de mala calidad, y emplear parámetros más geológicos para
la evaluación de su resistencia, Hoek (1994) y Hoek et al, (1995) han propuesto
un índice geológico de resistencia, GSI (geological strength index), que
evalúa la calidad del macizo en función del grado y las características del
fracturamiento, estructura geológica, tamaño de los bloques y alteración de las
discontinuidades (Figuras 2).

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 37


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Figura 2 Caracterización de macizos rocosos en base a su grado de


fracturamiento y estado de las juntas (Hoek y Brown, 1997).

Figura 3 Estimación del índice GSI en base a descripciones geológicas (Hoek


y Brown, 1997)

Los valores de m, s y α se obtienen mediante las expresiones:

- Para macizos con GSI > 25 (buena-media calidad):

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 38


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- Para macizos con GSI < 2-5 (mala-muy mala calidad):

El valor de GSI = 25 es arbitrario. Para GSI > 15 (macizos de media a muy


buena calidad) este índice puede obtenerse a partir del RMR , mediante la
correlación siguiente, en cuyo caso debe asignarse un valor de 15 para las
condiciones de agua del macizo y un valor de 0 al parámetro de ajuste para la
orientación de las discontinuidades:

En la aplicación del criterio de Hoek y Brown y en la interpretación de los


valores de resistencia obtenidos debe tenerse en cuenta:

1. El criterio es válido únicamente para macizos rocosos con


comportamiento isótropo.
2. El índice GSI se basa en estimaciones cualitativas, y en modelos
simples que rara vez coinciden con las condiciones reales.
3. Los resultados deben ser cotejados con otros métodos y, siempre que
sea posible con datos de campo y análisis a posteriori (back análisis).

OBTENCIÓN DE LOS PARÁMETROS RESISTENTES DEL MACIZO


ROCOSO c y φ

La determinación de los valores de cohesión v fricción del macizo rocoso a


partir de las expresiones del criterio de Hoek y Brown no es inmediata; la
principal dificultad estriba en que, al ser un criterio no lineal, los valores de
ambos parámetros no son constantes, sino que son función del valor del
esfuerzo σn.

Los autores proponen un método para la evaluación de c y φ mediante la


aplicación de las ecuaciones del criterio y la simulación de pares de valores
σ1 – σ3, a partir de los que se pueden construir las curvas a partir de los que se
pueden construir las curvas σ1 – σ3 y σn - τ de la Figura 1 3.93. La ecuación
lineal del criterio de Mohr-Coulomb es entonces ajustada a la curva de Hoek y
Brown, para un valor determinado σn, lo que permite calcular los valores de c y
φ correspondientes a ese nivel de σn. El procedimiento en detalle se describe
en Hoek y Brown (1997).

Posteriormente se presenta un método alternativo de estimar el valor de la


cohesión y fricción del macizo rocoso.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 39


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Criterio de Mohr-Coulomb

La ventaja del criterio de Mohr-Coulomb es su simplicidad. Sin embargo


presenta los inconvenientes ya descritos para el caso de la matriz rocosa
(Apartado 3.4), sobre todo los relacionados con el comportamiento tensión-
deformación no lineal de los macizos rocosos, por lo que no es un criterio
adecuado para la estimación de su resistencia. No obstante, en determinados
casos el criterio puede ser empleado para macizos rocosos resistentes en los
que la rotura se produzca a favor de superficies de discontinuidad, teniendo en
cuenta que deben adoptarse valores para la cohesión y para el ángulo de
rozamiento, representativos del macizo rocoso. Beniawski (1979) propone
unos valores orientadores para ambos parámetros, en función de la calidad del
macizo rocoso dada por el índice RMR (que se define en al Apartado 3.8)
(Cuadro 5).

Cuadro 5 Valores aproximados para c y φ del macizo rocoso según su


calidad

Cálculo de los parámetros resistentes del macizo rocoso c y a partir


del criterio de Hoek y Brown según Serrano y Olalla.

El criterio de Hoek y Brown se puede expresar en función de la tensión


tangencial, τ, y normal, σn, en forma paramétrica, de la manera siguiente
(Serrano y Olalla, 1994):

En donde

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 40


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

y el parámetro (φ) representa el ángulo de rozamiento instantáneo, que


equivale al ángulo de rozamiento interno en función del nivel de tensión.

Estas expresiones que parecen complicadas pueden ser incorporadas en una


hoja de cálculo de manera sencilla. Permiten dibujar el criterio de rotura con
unos ejes de coordenadas tensión tangencial (τ) y tensión normal (σn). Su
utilidad se puede observar en el siguiente ejemplo.

Ejemplo

En un macizo rocoso fracturado de arenisca (RMR = GSI = 40), cuya matriz


rocosa tiene una resistencia a compresión simple de σn = 10 MPa, se quiere
conocer, para una profundidad de 25 m, el valor de la cohesión y del ángulo de
rozamiento para la rotura. El peso específico de la arenisca es γ = 20 kN / m3.

Solución:

- Tensión normal a la profundidad indicada:

σn = γ. Z = 500 kP = 0,5 MPa

- mi para la arenisca = 19.

- Las expresiones que permiten obtener los datos requeridos son:

En el gráfico adjunto, elaborado mediante una hoja de cálculo dando valores a


φ, se deduce, aproximadamente, que para σn = 0,5 MPa se obtiene: c = 0,25
MPa y φ = 45o, valores que se pueden aplicar sólo en el rango de tensiones
normales próximo a 0,5 MPa.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 41


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Gráfico para la obtención del valor aproximado de la cohesión y del ángulo de


rozamiento equivalente del macizo rocoso a partir del criterio de Hoek y Brown.

La resistencia de muchas rocas puede ser aproximadamente expresada


por el criterio de destrucción de Navie - Kulon, el cual es un caso particular del
criterio de Mohr y con el que se demuestra la dependencia de la resistencia, del
estado tensional. Esta dependencia puede ser expresada en forma de
diagrama de tensiones (Fig. 72). La resistencia a la compresión uniaxial puede
ser tomada como constante para cada roca dada. Entonces en el estado
tensional complejo, como puede deducirse de la Fig. 72, la tensión máxima
destructora es:
 1  Ro  . 3

Donde:
σ1.- tensión principal máxima;

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 42


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Ro.- resistencia a la compresión uniaxial;


 .- coeficiente de rozamiento interno de la roca;
σ3.- tensión principal mínima.

La resistencia de la roca destruida se expresa de la misma manera, pero


Ro es cercana a cero y μ tiene el mismo valor que para la roca monolítica (línea
de puntos en la figura 72).
En 1921 Griffits expresó la hipótesis de que la destrucción de la roca es
el resultado de la concentración de las tensiones en los vértices de las
microfísuras, las cuales se hallan dividiendo la roca. Las fisuras más
peligrosas, tienen determinada orientación en relación con la tensión aplicada.

Bajo la magnitud de las tensiones principales σ1 y σ3 el criterio de


resistencia para las rocas tiene la siguiente forma (Fig. 73)

 1   3   8 To  1   3  ,  1   3  0
2

 3  To, si  1  3 3  0

Donde:
To.- resistencia de la roca a la tracción uniaxial;

La ecuación de la línea ABC es:


 3  To, cuando  To   1  3To

La línea CDE es paralela:


Bajo compresión uniaxial (σ3 = 0) obtenemos:
 1  8 To
Partiendo del estado de tensión volumétrica, Murell expresa la siguiente
relación.
 1  12 To
Lo cual coincide mucho mejor con los datos obtenidos en la práctica.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 43


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

FIGURA 72: Resistencia De la roca en dependencia de su estado tensional: 1.


rocas consistentes; 2. rocas pulverulentas o consistentes pedaceadas

FIGURA 73: Criterio de resistencia de Griffits

La teoría de Griffits está modificada por Max - Klintokom y Jolsh que


toman en cuenta el cerramiento de las fisuras en la compresión, después de lo
cual sus superficies pueden experimentar tensiones compresoras y
tangenciales debidos al rozamiento.

Cuando las fisuras se hallan completamente cerradas la teoría de


Griffits es análoga a la teoría de Mohr con envolvente rectilínea.
La ecuación de resistencia de la roca se la puede representar en forma
de:
 c
 
 


Si designamos por f, entonces obtenemos:

c
f  

El profesor M.M. Protodiakonov denominó a la magnitud f como
coeficiente de rozamiento aparente o acrecentado y más tarde coeficiente de
resistencia.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 44


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

El ángulo  , que corresponde a la condición:

tg   f

más tarde fue denominada ángulo de resistencia interna de la roca.


El coeficiente de resistencia a grosos - modo corresponde al 0,01 de la
resistencia de la roca sometida a compresión simple.

Rcp
f 
100

Donde:
Rcp.- resistencia de la roca a la compresión, Kg /cm2

L. J. Barón para la determinación del coeficiente de resistencia, en base


a los resultados obtenidos de los ensayos a la compresión de probetas
cilíndricas. (Testigos) con altura y diámetro igual a 22 y 32 mm.
respectivamente, propuso la siguiente fórmula:

Rcp Rcp
f  
300 30

Donde: -
Rcp.- límite de resistencia de la probeta de roca dada, sometida a
compresión uniaxial.

El coeficiente de resistencia en forma más exacta se lo determina por el


método de chancado (Fig. 74). Se toma pedacitos de roca con grosor de 30 -
50 mm. y se lo coloca en un vaso metálico; sobre la roca se suelta desde 0,6
m de altura una pesa de 2,4 Kg., la cual tritura los pedacitos de roca. Se
efectúan 5 — 15 golpes, luego la roca triturada se pasa por tamiz de 0,5 mm.;
el producto obtenido se introduce en el cilindro marcado. Por la altura del
pilarcillo de polvo de roca en el cilindro se determina, el coeficiente de
resistencia de la roca.

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El cálculo se efectúa por la fórmula:

20n
f 
h
Donde:
n.- número de golpes con la pesa;
h.- altura del pilarcillo de polvo en el cilindro; mm.

Últimamente el coeficiente de resistencia de la roca se determina


mediante el aplastamiento o fragmentación de las probetas de roca de forma
irregular.
Para el cálculo del coeficiente de resistencia de acuerdo con los
resultados de este tipo de ensayo, se recomienda la fórmula:
'
f 
19
Donde:

σ’.- Resistencia convencional de la roca en el aplastamiento de las


probetas de forma irregular, la cual a su vez se calcula par la fórmula:
P
 '
2 / 3*V
P.- carga destructora, Kg.
V.- Volumen de la probeta, cm3, determinado con una parte de la
división de su peso para el peso volumétrico de la roca dada.

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FIGURA 74: Instrumento para la determinación del coeficiente de resistencia


de la roca por el método del chancado: a) vista general del instrumento; b)
cilindro de medición
INSTRUMENTO: 1. Cilindro metálico; 2. vaso metálico; 3. pesa para
chancado.
CILINDRO DE MEDICIÓN: 4. Cilindro metálico; 5. barra metálica con
divisiones a escala.

La clasificación de las rocas por M. M. Protodiakonov se indica en la tabla 15.

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CAPITULO V

PRESION DE LAS ROCAS

1. CONCEPTOS BASICOS

En el macizo rocoso el estado tensional volumétrico de las rocas,


ocasionado por la fuerza de gravedad de equilibrio (Fig. 76). Cuando el macizo
de rocas yace suavemente la tensión vertical es:
z  H

Las tensiones horizontales se las toma generalmente iguales.


x y  . H
1 
De esta manera, en condiciones normales.

z x  y

En las zonas tectónicas puede suceder.

x z
y z

Las investigaciones efectuadas en los últimos tiempos han mostrado que


la relación entre las tensiones verticales y horizontales en la superficie terrestre
es diferente para las diferentes zonas del globo terráqueo. Así, de acuerdo a
los datos de Everlíng (1964), en las rocas calizas de Europa Central estas
tensiones son casi iguales, lo cual coincide con la hipótesis de Heim. Yast
(1958) encontró tensiones horizontales relativamente altas en los yacimientos
de hierro de Suecia. En la mina de cobre de White Pine (estado de Michigan
E.U.A) a la profundidad de 150 m con respecto a la superficie la tensión vertical

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 49


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calculada de las rocas fue de 42 Kg./cm2 y. las tensiones horizontales medidas


en el techo de las cámaras alcanzaron 140 Kg./cm2 y en los sitios cercanos a
las fallas geológicas las tensiones aumentaron hasta 315 Kg./cm2. Cuando se
construía la electroestancia Poatina de Tasmania a la profundidad de 150 m, la
tensión vertical era de 87 kg./cm2 y las tensiones horizontales de 168 y 196
Kg/cm2 respectivamente. El numero dé ejemplos se puede aumentar. Para lo
posterior como básico optaremos la distribución de las tensiones de acuerdo a
la formula más arriba indicada.

El franqueo de una galería destruye el estado tensional inicial del


macizo en cierta zona alrededor de la galería: en el cielo de una galería
horizontal de sección rectangular aparecen tensiones traccionales y en las
paredes laterales aumentan las tensiones compresoras. Se forma un nuevo
campo de tensiones. El carácter de este depende de la profundidad a la que se
encuentra la galería, la forma y relación de las dimensiones de la sección
transversal, disposición de la galería con respecto al horizonte y características
de las rocas que rodean a la galería.

FIGURA 76: Esquema del estado tensional de la roca en el macizo.

Las denudaciones de roca en la galería comienzan a deformarse. Si


estas deformaciones se encuentran dentro de los limites de elasticidad de las
rocas, el denudamiento será estable, pero, si sale del límite de elasticidad de la
roca, el denudamiento será inestable. El esquema de destrucción paulatina de
la roca en el techo de la galería se indica en la figura 77.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 50


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Si las rocas son débiles se produce la destrucción no solo del techo, sino
también de las paredes laterales de la galería (Fig. 78).

La deformación de los denudamientos dé roca se pude considerar como


resultado de la acción sobre ellas, de ciertas fuerzas que aparecen después del
franqueo de las galerías. Una representación esquemática del diagrama de
fuerzas cerca de la galería se muestra en la figura 79. Las rocas que se hallan
de inmediato rodeando a la galería, se encuentran sin carga, más allá, hacia el
interior del macizo se forma una zona de concentración de tensiones.

La fuerza volumétrica, que ocasiona la deformación del denudamiento


de roca, se denomina presión de las rocas.

A fin de evitar la destrucción de la galería, cuando la denudación es


inestable, en ella se colocan fortificaciones. Con respecto a las fortificaciones,
la presión de las rocas, se la considera como carga exterior. Sin embargo en
ciertos casos es indispensable considerar conjuntamente el trabajo de las
rocas y las fortificaciones.

La presión de las rocas aparece tanto en los yacimientos minerales


explotados por métodos subterráneos como a cielo abierto. En los trabajos a
cielo abierto se produce el deslizamiento de los bordes de la Cantera o de los
bancos, en ciertos casos se produce el hinchamiento del piso del banco. En los
trabajos subterráneos la presión de las rocas ocasiona la destrucción del techo
y paredes laterales de las cámaras, el aplastamiento de los pilares entre
cámaras y la ruptura de las fortificaciones colocadas en las galerías.

El incremento de la presión de las rocas, generalmente es paulatina y


depende de las propiedades de la roca. En la figura 80 se indica la curva
característica del desarrollo de la presión con relación al tiempo para las rocas
consolidadas. Al comienzo la magnitud de la presión de las rocas crece
rápidamente (segmento a), después el crecimiento de la presión es lento
(segmento b). El segmento “a” corresponde al momento de asentamiento de la
roca sin destrucción de su compactibilidad, el segmento “b” al proceso de

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 51


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fisuramiento. En dependencia de las características de las fortificaciones la


presión de las rocas puede alcanzar un valor constante (segmento “c”) o
disminuir algo y luego alcanzar un valor constante (segmento c1). El primer
caso tiene lugar, cuando las fortificaciones son lo suficientemente rígidas para
detener el fisuramiento posterior; el segundo caso, cuando el fisuramiento de la
roca se detiene por sí mismo como resultado de la formación de la bóveda de
equilibrio natural.

La curva de presión de las rocas para las rocas pulverulentas se indica


en la figura 81. La formación de la bóveda de equilibrio natural es rápida y la
presión de las rocas disminuye bruscamente hasta la magnitud C1.

La presión de las rocas en los segmentos “a” y “b” que se desarrolla a lo


largo del tiempo T1, se denomina presión no estacionaria o presión primaria de
las rocas. La presión de las rocas en el segmento “c” (o C1) se denomina
presión estacionaria o presión secundaria de las rocas.

FIGURA 77: Esquema de destrucción del techo de la galería:

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a. la presión en lo fundamental es vertical, el techo se comba y aparecen


las primeras fisuras; b. el techo en el centro de la galería se destruye y
comienza a formarse cuñas de roca, se eleva la presión lateral; c. desde
el techo de la galería caen las cuñas, comienza la formación de la
bóveda, la presión lateral predomina; d. en el techo de la galería se
forma la bóveda de equilibrio natural, la presión se trasmite a las
paredes laterales de la galería.

En las rocas resistentes a grandes profundidades, la presión de las


rocas puede manifestarse en forma de destrucción repentina del macizo rocoso
o de irrupciones de rocas a la galería (disparos de roca y golpes rocosos)

La presión de las rocas no siempre es dañina, en algunos casos a ella


se la emplea pera el desmenuzamiento previo del carbón en la frente
(prensado del carbón), arranque del mineral (autohundimiento controlado), así
como también para el desplazamiento de fortificaciones mineras especiales.

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CAPITULO VI
ESTUDIO DE TALUDES

1. INTRODUCCION

Los fenómenos de inestabilidad de taludes constituyen un tipo de problemas


bastante habitual que se tienen en cuenta entre los profesionales relacionados
con el mundo de la Geología, Geotecnia y Minería.

Desde la visión económica, los daños que se producen por deslizamiento de


taludes son importantes y altamente costosos. Efectuar una valoración global
del conjunto resulta evidentemente muy complejo.

Sin entrar en valoraciones de tipo cuantitativo por falta de datos basta pensar
en el número de viviendas dañadas por estar cimentadas en laderas inestables,
en los gastos de mantenimiento que se producen para mantener en explotación
algunas grandes presas, en los costos de mantenimiento o de cambios de
trazado posteriores al comienzo de las obras en autovías, carreteras
nacionales o vías férreas, etc., esto por lo que se refiere a Ingeniería Civil.

En Minería es conocido el dato de una gran explotación de carbón a cielo


abierto en Galicia, para la cual una variación de 1 grado en la definición
geométrica de sus taludes de explotación supone la cantidad de 80 millones de
dólares en 1986.

A nivel mundial, en cuanto a daños se refiere, la mayor profusión de


información proviene de fenómenos individualizados, conocidos por la elevada
magnitud de sus consecuencias.

Así por ejemplo, en el límite superior de los efectos producirlos por


movimientos indeseados del terreno, el deslizamiento más desastroso
acontecido en la historia europea es el producido en el embalse de Vaiont, en
1963, que provocó una ola de agua. Esta ola sobrepasó la presa, y destruyó

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aguas abajo cinco poblaciones, provocando la muerte de entre 2.000 y 3.000


personas.

En Perú, en los taludes del monte Huascarán, en los Andes, se produjo una
avalancha de tierras como consecuencia de un terremoto, en 1970, que inundó
un valle en una gran extensión y mató a más de 18.000 personas.

En 1987, en la zona del Reventador, al Oriente de Quito, por efecto de un


terremoto, los taludes se deslizaron en masa; como consecuencia de aquello
se interrumpió la vía, por más de 6 meses se interrumpió el transporte de
petróleo por el oleoducto, se perdieron bienes materiales y principalmente vidas
humanas.

Sorprendentemente, puesto que es espectacular hablar de records en estos


temas, el libro Guiness de Records cita como tal un deslizamiento ocurrido en
China, en la provincia de Kansu, con un costo en vidas de 200.000 personas.

En el área de la Ingeniería, en general, las magnitudes de los deslizamientos


son obviamente más limitadas, de menores dimensiones y consecuencias.

Desde el punto de vista económico, su importancia global es realmente grande.


Se ha citado la cifra relativa a la importancia económica de la definición de
taludes en minería, dato que conduce ineludiblemente a diseñar estrictamente
sin excesivos conservadorismos este tipo de obras.

Cuando se efectúa un diseño excesivamente valiente de un talud y como


consecuencia se origina un deslizamiento, los trastornos que se producen en la
explotación de los minerales son evidentes. Hay riesgos de pérdidas de vidas
humanas o de maquinaria y una reducción de la producción, con los costos que
ello conlleva.

2. TIPOLOGIA Y DESARROLLO DE LOS MOVIMIENTOS

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 57


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2.1 Introducción

En cualquier parte de la superficie terrestre la gravedad empuja continuamente


los materiales hacia niveles inferiores. Los problemas que presenta la
estabilidad de taludes, tanto naturales como excavados, han sido objeto de
análisis en varios dominios de la actividad humana y con especial atención en
los incluidos en la ingeniería civil.

El término más comúnmente usado para designar los movimientos producidos


en los taludes es el de deslizamiento. Dicho término, de acepción muy
extendida, implica movimientos de taludes formados por diferentes clases de
materiales, roca, suelo, rellenos artificiales o combinaciones de los mismos a
través de una superficie de ruptura determinada.

Por la diversidad de inestabilidades que se producen, parece más adecuado


utilizar el término movimientos de taludes, para englobar todos los tipos de
rupturas que puedan sufrir éstos.

El objeto de este capítulo es reunir una completa descripción de los factores


que condicionan los distintos tipos de movimientos, su influencia en el
desarrollo de los mismos y los rasgos morfológicos más peculiares que ayuden
a la identificación de las inestabilidades, pasos previos para un detallado
análisis y solución y/o corrección de las mismas.

2.2. Influencia del tipo de material

La naturaleza intrínseca del material mantiene una estrecha relación con el tipo
de inestabilidad que puede producirse, condicionando y pudiendo estimarse de
antemano la susceptibilidad de cada material, a que se desarrolle un
movimiento determinado.

Los materiales en los que se producen los movimientos, pueden dividirse en


tres grupos:

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- Macizos rocosos.
- Suelos.
- Materiales de relleno.

El primer grupo se identifica con los medios rocosos, en los que existen una
serie de discontinuidades naturales antes de iniciarse un movimiento. Los
suelos constituyen un agregado de partículas sólidas con diferente grado de
consolidación, que pueden desarrollarse “in situ” formando una cobertura de los
macizos rocosos o bien pueden haber sufrido un cierto transporte.

Como materiales de relleno se consideran los depósitos acumulados debido a


la realización de determinadas obras o actividades, generalmente compuestos
de materiales heterogéneos.

2.2.1 Medios rocosos

La diversidad de rocas que forman los macizos rocosos implica una


problemática determinada en su comportamiento ante la estabilidad de los
taludes.

Un macizo rocoso constituye un medio discontinuo que esencialmente se


compone de bloques sólidos separados por discontinuidades. A partir de esta
definición se puede deducir que las propiedades tenso – deformacionales de
los macizos rocosos son de naturaleza anisotrópica.

El comportamiento del macizo rocoso, generalmente depende de las


características de las discontinuidades (estratificación, diaclasas, fallas,
esquistosidad, líneas de debilidad, etc.) que presenta, así como de la litología
de la roca matriz y su historia evolutiva.

En las discontinuidades debe considerarse el tipo y origen, distribución


espacial, tamaño y continuidad, espaciado, rugosidad, orientación, naturaleza
del relleno y presencia de agua.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 59


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De la roca matriz ha de conocerse su naturaleza, características resistentes,


meteorización, alteración, etc.

Los diferentes tipos de ruptura que se producen en los medios rocosos


generalmente siguen superficies preexistentes, aunque cuando los macizos
están fuertemente fracturados pueden desarrollarse nuevas superficies de
corte, similares a las producidas en suelos.

El conocimiento del conjunto de características mencionadas, constituye el


paso previo en el análisis de estabilidad de taludes naturales y diseño de
taludes artificiales a excavar en medios rocosos.

2 .2 .2 Suelos

Las diferencias de comportamiento que presentan estos materiales frente a los


rocosos, se deduce de su definición como: conjunto de partículas sólidas,
sueltas o poco cementadas, más o menos consolidadas, de naturaleza mineral,
fragmentos de roca, materia orgánica, etc., con fluido intersticial rellenando
huecos y que han podido sufrir transporte o desarrollarse in situ.

El comportamiento de las masas de suelo se asemeja a las de un medio


continuo y homogéneo. Las superficies de ruptura se desarrollan en su interior,
sin seguir una dirección preexistente.

Suelen diferenciarse estos materiales atendiendo a su génesis:


- Transportados: coluviones, aluviales, glaciares, etc.
- Desarrollados in situ: eluviales

Existen definiciones de tipo gradacional desde el punto de vista de la ingeniería


civil, así:

Por las dimensiones de las partículas:

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- Derrubios: generalmente superficiales con alto contenido de material grueso.


- Depósitos de barro: compuesto por materiales con pocos gruesos y cuya
fracción más fina puede oscilar entre arenas no plásticas y arcillas de alta
plasticidad.

El movimiento de estos materiales depende de las propiedades y


características de sus agregados, para los cuales se debe considerar:

- Tamaño, .forma y grado de redondez de las partículas más gruesas.


- Proporción del contenido en arenas y/o arcillas.
- Contenido en agua del suelo y ubicación del
nivel freático, etc.

Toda esta serie de características confieren a los suelos una resistencia


intrínseca que constituye el factor dominante de su estabilidad.

Cuando se desarrollan superficies de ruptura en el contacto suelo – roca, las


características de la estrecha franja de contacto difieren de las generales del
suelo.

2.2.3 Rellenos

Se agrupan bajo esta denominación todos aquellos depósitos artificiales,


realizados por la demanda de ciertas actividades, como construcción de obra
civil (terraplenes, presas de tierra, etc.) o bien como cúmulo de materiales de
deshecho, sobrantes, estériles, etc.(vertederos y escombreras).

El comportamiento de estos rellenos tiene una gran semejanza con el de los


materiales tipo suelo. Los movimientos que se producen siguen la pauta de los
que tienen lugar en los suelos, desarrollándose a través del material, según
una superficie no determinada previamente.

Dicho comportamiento puede modificarse en determinados casos, cuando las


características de los materiales en contacto difieren considerablemente. Tal es

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Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

el caso de los terraplenes a media ladera, en los que pueden producirse en el


contacto de los materiales que constituyen el núcleo y cimiento del terraplén
respectivamente. También pueden existir movimientos condicionados por
materiales de distintas características, en el caso de presas de tierra con
núcleos inclinados, vertederos no controlados, etc.

3. TIPOS DE MOVIMIENTOS

La inestabilidad de taludes se compone de una serie de movimientos que


pueden ser clasificados en base a distintos criterios. Esta clasificación recoge
los tipos de movimientos que se originan con mayor frecuencia, de acuerdo con
los mecanismos que se producen en los diferentes materiales y los intervalos
de tiempo en que tienen lugar.

3.1. Desprendimientos

Se define como desprendimiento, a la caída prácticamente libre, tanto de


masas rocosas como de suelos, separadas de un talud, las que usualmente no
son precedidas por ningún movimiento lento.

Con frecuencia estas inestabilidades afectan principalmente a bloques aislados


y rocas descompuestas que fallan según los planos más débiles, muchas
veces resultando catastróficas.

Estos fenómenos suelen producirse en zonas constituidas geológicamente por


alternancias sedimentarias de capas resistentes y débiles.

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Fig. 1.1 Desprendimientos

Los mecanismos que pueden conducir a estas inestabilidades, generalmente


sucesivos y complementarios, son: meteorización o extrusión de capas
blandas, concentración de presiones en el borde y ruptura por
flexotracción.

Las posibilidades de que se produzcan las inestabilidades por socavación o


descalce vienen condicionadas por una serie de factores como: fracturamiento,
buzamiento de la serie estratigráfica, inclinación del terreno y disposición
respecto al buzamiento, resistencia comparativa de los estratos más rígidos,
potencia relativa de los estratos resistentes respecto a los menos competentes.

Existe una gran variedad de formas resultantes de los mecanismos que


originan la inestabilidad: basculamiento de bloques, ruptura por su base,
deslizamiento de un estrato, etc. (fig. 1.2)

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Figura 1.2. Algunas inestabilidades de bloques por descalce (AYALA, 1984)

A continuación se describe el mecanismo de ruptura previa con tracción,


conforme a la figura 1.3

1) En una serie alternante de rocas débiles y competentes se empieza a


descalzar la capa competente suprayacente por acción de una meteorización
diferencial.

2) Cuando progresa el descalce, se produce una concentración de presiones


en el borde de la roca débil subyacente. Si la roca que constituye la capa es
poco resistente, puede aparecer una ruptura de la misma por flexotracción, con
basculamiento de bloque.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 64


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3) Si la capa es competente y está individualizada en bloques por fracturación,


también se produce un basculamiento debido a la excentricidad del peso.

4) La concentración de presiones en el borde de la capa débil subyacente


produce un asentamiento diferencial, pudiendo originar la ruptura en cuña de la
misma y originándose la caída del bloque por ruptura del pie.

Figura 1.3 Ruptura previa por tracción

1. Serie alternante
2. diferente grado de meteorización y erosión
3. Basculamiento de la capa superior
4. Ruptura en el pie del bloque

Los fragmentos originados por los desprendimientos presentan recorridos


varios, pudiendo el material caer libremente, saltar o rodar en dependencia de
la inclinación del talud (Figura 1.6)

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Figura 1.6 Trayectorias del material por desprendimientos

3.2. Vuelcos (toppling)

Son movimientos que implican una rotación de unidades con forma de columna
o bloque sobre una base, bajo la acción de la gravedad y fuerzas ejercidas por
unidades adyacentes o por inclusión de agua en las discontinuidades

Estos tipos de movimientos pueden culminar en otros tipos como


desprendimientos, deslizamientos, etc. dependiendo de los aspectos
geométricos del material involucrados de acuerdo a la posición de las
discontinuidades

Los vuelcos se pueden considerar exclusivos de medios rocosos, en


dependencia de la disposición estructural de los estratos hacia el interior del
talud y un sistema de discontinuidades bien desarrollado. Se puede clasificar
en:

a) Vuelco por Flexión.- Se desarrolla bajo un mecanismo compuesto por


flexiones seudocontinuas del material, individualizado en columnas, debido a
una serie de movimientos acumulados a lo largo de las discontinuidades

Cuando se desencadena el movimiento, por transmisión de la carga en el pie


del talud, el mecanismo progresa hacia el interior del macizo rocoso, originando
grietas de tracción con profundidad y anchura variante (figura 1.7)

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Figura 1.7 Vuelco por flexión

b) Vuelcos de Bloques.- característicos por macizos rocosos que contienen


sistemas de discontinuidades ortogonales, dando lugar a una geometría de
columnas divididas en bloque. El empuje sobre los bloque inferiores origina su
desplazamiento y una vez producido, el movimiento progresa hacia la parte
superior del talud. Cuando las columnas menos esbeltas son desplazadas
hacia afuera del talud, por la carga que efectúa las ya giradas, se reinicia el
proceso (figura 1.8)

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Figura 1.8 Vuelco por bloques

c) Vuelco Mixto.- es una combinación de los dos anteriormente descritos. Se


produce cuando los bloques son alargados, debido a flexiones en el pie del
talud e intermovimientos relativos de las distintas uniones (figura 1.9)

Figura 1.9.- Vuelco Mixto

3.3. Deslizamientos

Los deslizamientos consisten en un descenso masivo y relativamente rápido, a


veces de carácter catastrófico, de materiales, a lo largo de una pendiente,
cuando el esfuerzo de corte excede al esfuerzo de resistencia del material. El
material se mueve como una masa única, no como varios elementos que se
mueven a la vez. El deslizamiento se efectúa a lo largo de una superficie de
deslizamiento, o plano de cizalla, que facilita la acción de la gravedad.

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Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Esta superficie se crea por la absorción de agua a una profundidad


determinada, lo que implica un cambio de densidad de la capa subyacente que
es lo que provoca la existencia de un plano de deslizamiento. Afecta tanto a
tierras poco compactas como a rocas.

La superficie de deslizamiento aparece sobre un basamento arcilloso saturado


de agua. Esta superficie de deslizamiento se crea a lo largo de períodos
dilatados de tiempo, el suficiente como para que una determinada capa
arcillosa absorba el agua necesaria para permitir el deslizamiento del material
superior. Son capas arcillosas las que, generalmente, funcionan como
superficies de deslizamiento, por su capacidad para retener el agua.

Por la velocidad con que se desarrolla estos movimientos existen dos tipos de
deslizamientos o derrumbes que dependen del tipo de material

Deslizamientos lentos.- Son aquellos donde la velocidad del movimiento es tan


lento que no se percibe. Este tipo de deslizamiento genera unos pocos
centímetros de material al año. Se identifican por medio de una serie de
características marcadas en el terreno.

Deslizamientos rápidos.- Son aquellos donde la velocidad del movimiento es tal


que la caída de todo el material puede darse en pocos minutos o segundos.
Son frecuentes durante las épocas de lluvias o actividades sísmicas intensas.
Como son difíciles de identificar, ocasionan importantes pérdidas materiales y
personales.

3.3.1 Deslizamientos rotacionales

Tiene lugar a lo largo de una superficie aproximadamente circular y cóncava de


naturaleza más o menos rotacional, alrededor de un eje dispuesto
paralelamente al talud, cuya sección transversal se asemeja a un arco de
círculo (figura 1.10)

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Figura 1.10. Ruptura circular (HOEK y BRAY. 1977)

Este tipo de deslizamiento se suele producir en terrenos homogéneos ya sea


suelos o rocas altamente fracturadas sin direcciones predominantes de
fracturamiento.

El estudio de estabilidad de un talud mediante formas de ruptura circulares ha


sido y es altamente utilizado, pues se acerca razonablemente a la realidad en
una gran parte de casos.

Las superficies circulares sobre las que se producen los deslizamientos pueden
originarse en tres partes diferentes del talud, dependiendo de la resistencia del
material, altura e inclinación del talud (figura 1.11)

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 70


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Figura 1.11. Diferencia superficies circulares de rupturas

Si la superficie de ruptura o deslizamiento corta al talud por encima de su pie,


se denomina superficie de deslizamiento de talud (figura 1.11a)

Si la curva de deslizamiento pasa por la arista inferior del talud, recibe el


nombre de superficie de deslizamiento de pie de talud (figura. 1.11b).

Si la curva de deslizamiento pasa por debajo del pie del talud, se denomina
superficie de deslizamiento de base de talud (figura 1.11 c)

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 71


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

La velocidad de estos movimientos varía de lenta a moderada, dependiendo de


la inclinación La superficie de deslizamiento, fundamentalmente en la arista
inferior del talud (figura 1.12)

Figura 1.12. Deslizamiento rotacional en macizo rocoso muy fracturado

3.3.2 Deslizamientos Traslacionales

En este tipo de deslizamiento la masa del material se desplaza hacia afuera y


abajo, a lo largo de una superficie más o menos plana o suavemente ondulada,
con pequeñ os movimientos de rotación los deslizamientos traslacionales están
controlados por discontinuidades como estratificaciones, esquistosidad,
diaclasas, fallas, etc., las cuales influyen en la variación de la resistencia al
corte entre estratos de diferente naturaleza diferente grado de meteorización,
distintos tipos de relleno en las discontinuidades, etc. en general se desarrollan
en macizos rocosos, con discontinuidades bien marcadas (figura 1.13)

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Figura 1.13. Deslizamiento traslacional en macizo rocoso

El desarrollo de estos deslizamientos tiende a ser indefinido, siempre que la


inclinación de la superficie de deslizamiento sea lo suficiente grande y la
resistencia al corte inferior a la fuerza deslizante.

Existen deslizamientos traslacionales formados por la intersección de dos


discontinuidades o superficies de debilidad. Si ambas superficies de inclinan en
sentidos diferentes, se denominan cuñas directas (figura 1.14a) Cuando la
inclinación es hacia el mismo sentido reciben el nombre de cuñas inversas
(figura 1.14b)

Figura 1.14. Cuña directa con grietas de tracción

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Figura 1.14 a.- Cuñas Directas

Figura 1.14b. Cuña inversa

Cuando coinciden una serie de condiciones estructurales y geométricas


determinadas, en un macizo rocoso, pueden aparecer deslizamientos
peculiares denominados Pandeos (buckling) (figura 1.15) Estos tipos de
deslizamiento aparecen cuando la estratificación es subvertical y existe gran
diferencia, entre al menos dos de las tres dimensiones que definen
geométricamente la estructura. Si existe una serie de diaclasas
seudoortogonales a la estratificación, pueden producirse pandeos por flexión

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 74


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de placas fracturadas (figura 1.16 y 1.17). Generalmente en los movimientos de


tipo traslacional el movimiento se produce de forma rápida

Figura 1.15 Pandeo por flexión de placas lisas

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Figura 1.16 Pandeo por flexión de placas fracturadas

Figura 1.17 Pandeo por flexión de placas curvas y fracturadas

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3.3.3. Extensiones Laterales


Son movimientos poco frecuentes, que aparecen cuando concurren
determinadas características geológicas complejas. El movimiento consiste en
una extensión lateral controlada por superficies de corte y/o fracturas de
tensión. Pueden aparecer sobre macizos rocosos, en los cuales estos
movimientos se desarrollan con lentitud (figura 1.18)

Figura 1.18 Extensión lateral en roca

3.4 Coladas
Movimientos que se pueden presentar en macizos rocosos estratificados con
una disposición a desarrollar fenómenos de pandeo y que han sufrido un
intenso plegamiento. Son poco frecuentes y propios de macizos rocosos no
muy competentes, con una estratificación definida y afectados por
plegamientos u otras manifestaciones de comportamiento plástico. Incluyen
deformaciones que se distribuyen entre fracturas grandes o pequeñas sin
aparentemente conexiones entre ellas. Estos movimientos son muy lentos y
más o menos estables, afectando a zonas superficiales o de cierta profundidad
(figura 1.19)

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 77


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Figura 1.19 Colada de Rocas

3.4. Partes de un deslizamiento


En la Figura 1.20 se muestran las partes principales de un típico deslizamiento
rotacional y a continuación la descripción de las mismas

Figura 1. 20 esquemas de un deslizamiento rotacional


• Escarpe principal.- superficie que se forma sobre el material no
deslizado en la periferia del deslizamiento. Se forma a causa del
movimiento del material deslizado hacia abajo

• Escarpe Secundario.- Superficie escarpada que se forma dentro del


material desplazado debido a movimientos deferenciales del mismo

• Cabeza.- Parte superior del material desplazado

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 78


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• Coronación, Puntos más altos del contacto entre el material desplazado


y el escarpe principal

• Pie de superficie de ruptura.- intersección de la parte inferior de la


superficie de ruptura y la superficie original del terreno

• Borde del material desplazado.- Limite del material desplazado más


alejado del escarpe principal

• Punta.- extremo del borde más distante de la coronación

• pie.- cantidad de material desplazado que se apoya sobre el terreno


original a partir del pie de la superficie de ruptura

• Cuerpo Principal.- cantidad de material desplazado , apoyado sobre la


superficie de ruptura entre su pie y el escarpe principal

• Flancos.- laterales del deslizamiento, derecho e izquierdo

• Cabecera.- material prácticamente “in situ”, adyacente a la parte superior


del escarpe principal

• Superficie Original del Terreno.- talud existente antes de ocurrir el


movimiento. Puede considerarse como tal la superficie de una antiguo
deslizamiento estabilizado

• Superficie de deslizamiento o de Ruptura.- Superficie a través de la cual


tiene lugar el movimiento.

• Superficie de Separación.- Superficie que limita el material desplazado


del terreno original

• material desplazado.- Masa de material movida hacia afuera del talud,


desde su posición original

• Zona de Deflación.- Área dentro de la cual , el material desplazado se


encuentra por debajo de la superficie original del terreno

• Zona de Acumulación.- Área en la que el material desplazado se dispone


por encima de la superficie original del terreno

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 79


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• P. – profundidad máxima del deslizamiento medida perpendicularmente


al plano del talud

• L.- Longitud máxima del deslizamiento medida en el plano del talud

• HD. Altura del deslizamiento medida entre la cabecera y el pie, en una


misma sección

• LD.- Distancia Horizontal desde el pie de la cabecera, medida en una


sección longitudinal del deslizamiento.

3.5. Factores Condicionantes Y Desencadenantes

En los deslizamientos es de gran importancia el reconocimiento de los factores


que condicionan la estabilidad de los taludes y aquellos otros que actúan como
desencadenantes de los movimientos. El conocimiento de ambos factores
permite una evaluación del peligro existente y por tanto las medidas necesarias
para evitar o corregir los posibles movimientos.

La posibilidad de que se produzcan movimientos en los taludes está


condicionada por la estructura geológica, la litología, las condiciones
hidrogeológicas y la morfología propia del área determinada

La variación de una de las condicionantes mencionadas, producida por causas


naturales o debidas a la actividad humana, puede traducirse en un incremento
o disminución del esfuerzo de corte cuyo efecto inmediato desencadena la
inestabilidad de una masa de material. Se describen a continuación de algunos
de los factores más importantes que influyen en la estabilidad de los taludes

3.5.1. Factores Naturales

Fundamentalmente constituyen factores condicionantes cuando se trata de agentes


que integran la meteorización, siendo los agentes erosivos los que tienen una
mayor incidencia como factores desencadenantes, así como los fenómenos de

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 80


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

carácter tectónico que influyen en la corteza terrestre.

Existe una distribución geográfica en donde se da un predominio de unos u


otros factores, que facilitan o producen determinadas inestabilidades.

La orientación de los taludes hacia el N favorece que se produzcan determinados


factores condicionantes de la estabilidad.

Las áreas con tina determinada climatología o ciertas condiciones de


sismicidad y vulcanismo, constituyen entornos más proclives a que se
desarrollen factores condicionantes v desencadenantes de los movimientos,
respectivamente.

3.5.1.1 El Agua
Es el agente natural de mayor coincidencia como factor condicionante y
desencadenantes en la aparición de las inestabilidades.
Dadas las diferentes formas con que representa en la naturaleza, se describen
los efectos que produce según su procedencia.

a) RIOS Y OLEAJE
Las corrientes de agua con su poder erosivo y de transporte constituyen un
gran factor desencadenante, tendiendo a conseguir el perfil de equilibrio de las
laderas de los valles por los que discurren.

Pueden actuar de forma continua con desigual importancia, según la


intensidad de la corriente, produciendo socavaciones en el pie de los taludes,
que disminuyen o eliminan su soporte en la base e incrementan el esfuerzo de
corte en los materiales.

La acción de los ríos se incrementa notablemente cuando se modifican las


condiciones normales de caudal y geometría. Así, durante las máximas
avenidas aumenta su poder abrasivo y de socavación debido al carácter
esporádico y tumultuoso.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 81


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El oleaje también contribuye al modelado (le los acantilados costeros,


actuando corno un factor desestabilizador de los mismos.

Durante los períodos de tormenta, el oleaje produce una socavación en el pie de


los acantilados. El violento choque de las olas lanza fragmentos de piedras
contra la costa, produciendo una degradación de la estabilidad de la misma,
dependiendo de la competencia de los materiales.

También se producen vibraciones que pueden suponer un factor condicionante


de la estabilidad a través de discontinuidades.

Debido a la refracción de las olas por cambio de dirección de sus frentes, los
salientes de las costas son los que más intensamente sufren sus efectos.

El retroceso generalizado de los acantilados por efecto de las olas, hace que
éstas constituyan un factor condicionarte de la acción de los ríos que
desembocan en la costa. Cuando el acantilado se erosiona rápidamente, el
valle fluvial queda colgado, bajando el nivel de erosión del río.

b) AGUAS SUBTERRÁNEAS

Se consideran como tales, las con y niveles subterráneos y el agua


distribuida en el interior de la red de fracturación un macizo rocoso o de forma
intersticial en los suelos, que condicionan la estabilidad los mismos.

Ejercen una serie de disoluciones y cambios físico-químicos en el terreno


disminuyen las características resisten mismo.

En regiones kársticas, su progreso producir el hundimiento de cavernas


afectando a los taludes más próximos.

La absorción del agua de infiltración produce una continua expansión y


contracción de los suelos, en períodos alternantes de lluvia y sequía, que varía
las características resistentes de los mismos.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 82


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Cuando el agua se halla confinada puede producir subpresiones en los


materiales suprayacentes. Puede originar la licuación de suelos arenosos por
un aumento de presión intersticial, debido a bruscos c en el nivel freático.

Cuando discurre entre las discontinuidades, aumenta la presión entre las


mismas actúa como lubricante según el corte minerales arcillosos.

c) LLUVIA

Constituye un factor desencadenante de inestabilidades, contribuyendo a aun


acción de diversos factores condicionantes: meteorización, acción de las aguas
reas, etc.

El impacto de las gotas de lluvia sobre los suelos produce salpicaduras que
levantan y dejan caer las partículas, tendiendo a transportarlas hacia niveles
inferiores de la vertiente. Consecuentemente, se origina una removilización
superficial de los suelos, que puede disminuir la capacidad de infiltración del
mismo, al taponar las partículas movidas las aberturas naturales del suelo.

Cuando el régimen de lluvia es torrencial, el agua caída se canaliza en zonas


deprimidas causando acciones similares a las corrientes de agua.

Cuando se trata de materiales cohesivos, se puede dar una absorción de


aguador los minerales arcillosos y producirse un hinchamiento de los mismos,
incrementándose las presiones efectivas del terreno.

3.5.2 Actividad Humana


La actividad humana dirigida a procurar recursos naturales constituye una de
las causas de mayor incidencia en el movimiento de taludes.

3.5.2.1 Excavaciones
Representa uno de los factores desencadenantes más extendidos, debido a la
necesidad de ellas en obras civiles como carreteras, túneles, etc. Necesitan de

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 83


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

un detallado estudio que garanticen la estabilidad de taludes creados. Las


excavaciones producen una variación del estado de equilibrio, que se traducen
en descalces de potenciales superficies de deslizamiento, desequilibrio de
masas, etc.

3.5.2.2 Voladuras
Estas pueden actuar como desencadenantes de los movimientos disminuyendo
la estabilidad de los macizos rocosos. Las ondas de compresión originan la
apertura de grietas radiales alrededor de la carga y la de tracción fragmenta el
material. Las vibraciones producidas actúan como pequeños sismos los cuales
amplían la red de fracturamiento preexistente en las rocas, y creando nuevas
superficies potenciales de deslizamiento.

3.5.2.3 Actividad Minera


Esta actividad incluye la explotación de canteras, minería a cielo abierto y
minería subterránea. La explotación subterránea de los recursos naturales ha
sido causa de movimientos importantes en la superficie. La degradación que
sufren las cámaras y galerías de explotaciones abandonadas puede conducir a
hundimientos, que se reflejan en el hundimiento en la superficie del terreno
también.

3.6. Técnicas de investigación

La base de estas técnicas es el uso de mapas, fotografías aéreas y terrestres,


pudiéndose también utilizar las técnicas relacionadas con sensores
remotos. Todas ellas presentan porciones de la superficie terrestre y
muestran detalles sobre las características geológicas, magnitud y
relaciones espaciales de las formas del terreno.

3.6.1 Mapas

Dentro de este apartado se comentarán algunos aspectos referentes a


particularidades, métodos de trabajo y métodos (le detección de

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 84


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movimientos, en general, para los tipos de mapas que pueden ser usados
en reconocimientos generales de deslizamientos y roturas en taludes.

Se hará referencia a la utilización de mapas topográficos, geológicos,


geotécnicos y específicos, cuyo estudio constituye uno de los primeros
pasos a seguir en investigaciones de deslizamientos.

Los mapas ofrecen una representación bidimensional del terreno y de los


aspectos con él relacionados. La naturaleza y calidad de la información
sobre deslizamientos existentes, o áreas susceptibles al deslizamiento, que
se puede obtener a partir de ellos depende del tipo de mapa, escala,
detalle, etc.

La ventaja principal de la utilización de mapas es su fácil manejo y el


contar con una escala de trabajo uniforme para realizar estudios
regionales o incluso nacionales, mientras que su mayor inconveniente es
que, a menos que sean puestos al día periódicamente o que no ocurra
ningún cambio en los aspectos recogidos por los mapas, éstos quedan
anticuados en poco tiempo, al no recoger los cambios operados tras su
publicación.

a) Mapas topográficos

Los mapas topográficos son un elemento esencial e imprescindible en


cualquier tipo de estudios geológicos, ya que presentan en detalle (según
la escala) la configuración (tamaño, forma y rasgos) de la superficie de la
tierra permitiendo medidas de distancias horizontales y elevaciones
verticales a partir de las curvas de nivel. En las escalas más comúnmente
usadas de 1:25.000, 1:50.000 v 1:200.000, las curvas de nivel se presentan
cada 10 m, 20 m y 100 m, respectivamente.

b) Mapas Geológicos

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 85


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Los mapas geológicos aportan datos referentes a descripción de suelos y


rocas, depósitos superficiales, alteración y meteorización, contactos y límites
geológicos, zonas de fractura y cizalla, juntas y todo tipo de discon-
tinuidades estructurales, así como la historia geológica de la zona.

Los mapas hidrogeológicos aportan datos acerca de las condiciones


hidrogeológicas generales prevalecientes en un área (como acuíferos,
pozos artesianos, movimiento subterráneo del agua, caudales, datos de
análisis químicos del agua, permeabilidades, límites de aguas potables y
salinas, etc.), sobre las propiedades hidrogeológicas de los materia les y
sobre la existencia de manantiales y filtraciones.

c) Mapas Geotécnicos

Los mapas geotécnicos aportan información sobre las propiedades


geotécnicas de las formaciones geológicas, es decir datos acerca de
parámetros geomecánicos y de las propiedades resistentes de los
materiales, aparte de los datos geológicos necesarios para caracterizar las
diferentes unidades establecidas.

d) Mapas Específicos

Se tendrán mapas específicos o zonas susceptibles de deslizamientos a


diferentes escalas en función del área de estudio.

3.6.2. Fotografía Aérea

Su uso es gran utilidad porque permiten la interpretación de rasgos y


estructuras geológicas gracias al detalle que muestran de la superficie
terrestre.
El uso de la fotografía aérea ha demostrado ser una de las mejores técnicas
para el reconocimiento de deslizamientos.

3.6.3. Sensores Remotos

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Como sensores remotos se consideran las imágenes de satélites y las


imágenes infrarrojas.

3.7. Causas generales de los deslizamientos

Toda inestabilidad es consecuencia de la ruptura de las condiciones de


equilibrio límite en un talud. Las causas de que se supere este equilibrio
pueden ser intrínsecas al material (propiedades resistentes bajas, existencia de
discontinuidades desfavorablemente orientadas o meteorización en un macizo
rocoso, presencia de capas de material blando e incompetente, etc.) o
extrínsecas, es decir, toda fuerza externa que se ejerza sobre el material
aumentando las fuerzas desestabilizadoras que tiendan a la ruptura.

La mayor parte de los deslizamientos son provocados por un factor


desencadenante extrínseco (cambio en la geometría, variación de las
condiciones hidrogeológicas, aplicación de cargas estáticas o dinámicas, etc.)
en materiales que, en cierto modo, estaban predispuestas a la ruptura, es decir,
que presentaban propiedades resistentes bajas.

Sin embargo, hay que pensar que todo material, por resistente que sea,
siempre se puede romper si le son aplicadas fuerzas externas
desestabilizadoras suficientes como para vencer sus propiedades resistentes,
o si su geometría es variada de tal forma que no soporte su peso propio (por
ejemplo, la erosión a que se ven sometidos los pies de los acantilados
marinos).

La acción de un fenómeno determinado que provoca el deslizamiento es,


generalmente, la gota de agua que colma el vaso y, aunque se achaque a éste
la causa definitiva de la rotura, ésta no habría ocurrido a no ser por las
condiciones previas del material (o por otros factores extrínsecos que ya lo
estaban afectando).

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Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Entre las propiedades inherentes a los materiales, y que determinan su


estabilidad, se encuentran la cohesión, la fricción y la densidad (consecuencias
de la litología e historia geológica sufrida), pudiendo provocar la variación de
alguna de estas propiedades el desequilibrio en la masa. La saturación de
material, por ejemplo, induce cambios en sus propiedades, modificando las
características resistentes, y las componentes estabilizadoras del talud. La
propiedad que queda más afectada por la presencia de agua es la resistencia
al corte, que se puede ver reducida considerablemente en cierto tipo de
materiales.

La presencia de agua ha quedado, pues establecida como una causa


desencadenante de la ruptura en una gran parte de los deslizamientos. Tras un
período de fuertes lluvia a una tormenta fuerte (que causa la saturación del
material), pueden producirse deslizamientos en materiales poco permeables o
permeables que queden saturados.

El cambio en la geometría de los taludes induce, de igual forma, la


redistribución de la dirección y magnitud de las fuerzas, pudiendo provocarse la
rotura por acción de la componente desestabilizadora del peso propio material.
Entre otras causas menos frecuentes que provocan el movimiento se
pueden citar:

- Movimientos sísmicos o voladuras que dan lugar a la aplicación de cargas


dinámicas sobre el talud.
- Aplicación de cargas estáticas sobre talud (por ejemplo, escombreras o
construcciones situadas en su cabecera.
- Cambio en las condiciones hidrogeológicas por variación del estado de
presiones intersticiales (caso de desembalse rápido).

-- Presencia de anisotropías de algún tipo de material (excavaciones de


galerías, pozos, zanjas, etc.).
-- Grietas en construcciones, hundimientos o abombamientos en
carreteras.

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Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

3.8. Investigación e identificación del tipo de movimiento

Tras la localización del fenómeno en el campo, la investigación general de


deslizamientos “in situ” debe conseguir la identificación o valoración de las
siguientes características:

• Condiciones geométricas y geomorfológicas, tanto del talud o zona


donde ha ocurrido el deslizamiento como de la zona deslizada:

-- Angulos, pendientes, alturas, longitudes y volumen aproximado.


-- Rasgos del pie y cabecera del talud, existencia de grietas de tracción y'
límites del deslizamiento.
-- Profundidad y forma de la superficie de ruptura, generalmente difíciles
de identificar en los reconocimientos generales a no ser que la superficie de
ruptura haya quedado al descubierto.

• Características geológicas y geotécnicas. Para el establecimiento


aproximad o de las propiedades resistentes del material y su clasificación se
deberá establecer si el deslizamiento ha tenido lugar a favor de un estrato blando
incompetente o a través de material homogéneo, a favor de discontinuidades
o atravesando la matriz rocosa, etc.

• Características hidrogeológicas, como la posición del nivel freático,


existencia de surgencias, filtraciones, etc.

• Causas externas que hayan podido contribuir o provocar el deslizamiento,


ya que pueden ayudar a identificar el tipo y las causas de la rotura
(excavaciones, construcción de obras civiles, arranque de tierra, erosión,
inundaciones, etc.).

4. APARECIMIENTO DE LA PRESION DE LAS ROCAS EN LOS TRABAJOS


A CIELO ABIERTO

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 89


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

4.1. ESTABILIDAD DE LOS TALUDES

El problema de asegurar la estabilidad de los taludes consiste en la


determinación (bajo condiciones dadas de forma y posición de la superficie de
desplome), de la profundidad hasta la cual sin peligro puede efectuar el
arranque, bajo un valor dado del ángulo de talud y en particular en la
determinación de la profundidad de arranque hasta la que el talud se puede
mantener vertical (altura crítica).

El estudio de deslizamientos de macizos de suelos homogéneos,


muestran que las huellas dejadas por la superficie de deslizamiento del talud
sobre la superficie vertical, por su configuración se acerca a una línea
circularcilíndrica. Este tipo de forma de superficie de deslizamiento del talud, se
obtiene también en rocas cohesionadas y homogéneas. La forma
circularcilíndrica de la superficie de deslizamiento del talud, frecuentemente se
emplea en mecánica de suelos.

El esquema de acción de las fuerzas para el cálculo de la estabilidad del


macizo rocoso, cuando la superficie de deslizamiento es una curva cilíndrica se
muestra en la figura 82.

En cada cuña elemental actúan:

1) La fuerza Q, dispuesta en el centro de gravedad del elemento y que es -


igual al peso de dicho elemento.

2) La reacción de la parte quedada de roca sobre la superficie de desliza—


miento, es igual a la suma de la fuerza de rozamiento, proporcional a la presión
normal y la fuerza de cohesión.

3) La presión de las rocas sobre los extremos Laterales verticales del elemento.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 90


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Estas últimas fuerzas se denominan interiores en relación con todo el


macizo que se desliza y a ellas se las puede no tomar en cuenta para la
determinación de las condiciones de equilibrio del macizo deslizante en su
totalidad.

Si suponemos que el centro de la superficie de deslizamiento se


encuentra en el punto O, entonces las condiciones de equilibrio de la cada a, b,
c, se determina igualando a cero la suma de los momentos de las fuerzas con
respecto a dicho centro.

n n

 TR 
1
 N tg.R  CLR  0
1

Donde:

T fuerzas tangenciales componentes de Q;


R - radio del arco de deslizamiento;
N - fuerzas normales componentes de Q;
Y- ángulo de fricción interna de las rocas;
C - cohesión de las rocas;
L - longitud de deslizamiento ac.

Simplificando en R, obtenemos

n n

T 
1
 N tg  CL  0
1

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 91


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

FIGURA 82: Esquema de acción de las fuerzas, para el cálculo gráfico de la


estabilidad del macizo rocoso.

El coeficiente de estabilidad del macizo en el deslizamiento, o sea la


relación del momento de las fuerzas de sostenimiento para el momento de las
fuerzas deslizantes, se expresa en la siguiente forma:

 n 
  Ni tg   CL  . R
  1 n

 Ti. R.
1

Donde

 -coeficiente de estabilidad del macizo;


Ni- Q cos θ
Ti -Q sen θ

Y después de simplificar:

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 92


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

n n

 Ni tg   CL  Ni f  CL
 1
n
 1
n

 Ti
1
Ti
1

Donde:

f = tg φ.- coeficiente de rozamiento interno de las rocas.

En los cálculos indicados, generalmente el coeficiente de estabilidad se


toma:

 = 1,1  1,5

De esta manera, el cálculo de la estabilidad del macizo rocoso,


conociendo el centro de la superficie de deslizamiento se reduce al simple
cálculo del valor del coeficiente de estabilidad. Sin embargo lo complejo del
problema constituye la búsqueda de la configuración más peligrosa de la
superficie de deslizamiento, o lo que es lo mismo, la posición del centro O. Este
problema puede ser resuelto, solamente por el método de aproximación, lo
cual exige mucho tiempo.

M. N. Goldshtein en base a la construcción gráfica y cálculos de -


ensayo propuso una fórmula para el cálculo del coeficiente de estabilidad de
los taludes en suelos, la cual tiene la siguiente forma:

c
  f. A . B,
h
Donde:

A y B.-coeficientes que dependen de las dimensiones geométricas de


la cuña que se desliza (estos valores se dan en la tabla 17 y la figura 83)

f = tg φ.- coeficiente de rozamiento interno de las rocas;

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 93


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

C.- cohesión de las rocas;


γ.- peso volumétrico de las rocas;
h - altura del talud;

Entonces:

C.B
h
   f . A .

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 94


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 95


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Empleando los datos de La tabla 17, de acuerdo con la fórmula mis arriba
indicada, se puede determinar tanto el valor aproximado del coeficiente de
estabilidad del talud de configuración dada, como la altura máxima del talud por
el ángulo dado de talud y el valor optado como coeficiente de estabilidad del
macizo. En vista del carácter aproximado que tienen el cálculo, la magnitud del
coeficiente de estabilidad, en este caso, se toma η= 1,5 - 2.

Las posiciones de los arcos peligrosos de deslizamiento se muestren en


la figura 83.

FIGURA 83: Posiciones de arcos peligrosos de deslizamiento: a. la curva de


deslizamiento pasa por la arista inferior del talud; b. la curva de deslizamiento
sale del límite del talud: 1. rocas débiles; 2. rocas resistentes

Ejemplo: Determinar la altura máxima del talud con inclinación 1: 2, bajo


coeficiente de estabilidad η = 2, si el talud está constituido de rocas
homogéneas, para las cuales φ = 22°, C = 1,2 T/m2 y γ = 1, 8 T/m3

Solución: Ce la tabla 17
A= 3.23
B= 6.70

Por consiguiente

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 96


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

CB 1.2*6.70
h   6, 4m
   f . A 1,8  2  tg 22 *3, 23

Las condiciones de estabilidad y forma de desplome de un talud real se


determinan por la composición del macizo rocoso y el régimen de aguas
subterráneas. Como muestra la práctica, el desplazamiento de las rocas
(desplome del talud) se produce, generalmente por los planos de clivaje y
resbalamiento.

La superficie de desplome tomada como circularcilíndrica en los


cálculos analíticos para las rocas reales lleva a la obtención de fórmulas
complejas que prácticamente excluyen la posibilidad de su empleo. Por esto
para la simplificación de las deducciones la superficie de desplome
frecuentemente se toma como plana y los resultados obtenidos se consideran
como aproximados.

La construcción aproximada de la superficie de desplome del talud se


muestra en la figura 84.

FIGURA 84: Construcción aproximada de la superficie de desplome del


talud.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 97


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

En el banco vertical, D es mayor que la altura crítica, teóricamente el


rompimiento del macizo de rocas debe producirse por la superficie cilíndrica
ABD. Bajo la presencia de un momento de flexión parte de las rocas BCD no
puede mantenerse. Se produce el rompimiento de las rocas por el plano BC
como plano de menor resistencia. Si, luego la mitad de la altura vertical del
talud nuevamente sobrepasa su altura crítica vertical, entonces se producirá el
desplome del talud BC con formación de la superficie circularcilíndrica BEC y el
plano vertical EF, etc.

El proceso de desplomo termina, cuando la parte vertical de la superficie


de desplome alcanza una altura menor que la altura vertical crítica del talud
para el tipo de roca dada.

La determinación de la altura, se expone más abajo. La dependencia


entre los elementos geométricos del talud estudiaremos para el caso simple de
desplome de las rocas por el plano con inclinación θ con respecto a la
horizontal. El ángulo límite de talud, al cual responde el ángulo θ designamos
por α (Fig. 85).

FIGURA 85: Esquema para la determinación de la altura del talud en rocas


homogéneas.

Para el momento de equilibrio límite del prisma de deslizamiento ABC,


tenemos:
Q sen θ = C . AC + Q cos θ . tg φ

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 98


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Donde:
φ = ángulo de fricción interna;
c - cohesión
De donde:

( Q sen θ - Q cos θ tg φ Q sen (θ – φ)


C = -------------------------------- = -------------------------
AC AC cos φ

El peso del prisma ABC

γ AB AC
Q = ------------------ sen (α – θ )
2
H
AB = -------------
Sen α

Por lo tanto:

γ AB . AC sen (α – θ ) sen ( θ – φ ) γ H sen (α – θ ) sen ( θ – φ )


C = ------------------------------------------------- = ----------------------------------------
2 AC cos φ 2 sen α . cos φ

C H sen (α – θ ) sen ( θ – φ )
---- = -----------------------------------------
γ 2 sen α . cos φ

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 99


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Designemos    ,
De donde
    .

Entonces
C H sen       Sen      
K  
 2 Sen  . Cos  .
H Sen  . Sen      
2 Sen  . Cos  .

C
La magnitud k= se denomina coeficiente de cohesión.

Por el plano de desplome el valor de la fuerza de cohesión es el mayor.


Encontremos las condiciones del valor máximo:
K  f  

Tomemos la primera derivada.

H
K  Cos . Sen        Sen  .cos       
2 Sen  . Cos  . 

De la condición K’= O encontramos.


Cos . Sen        Sen .Cos        0

Sen           0

 

2
Y por consiguiente: -
     
H .Sen Sen 2     
K max 
2  2 
2 Sen  . Cos  .

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 100


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

   
H .Sen 2  
K max   2 
2Sen  . Cos .

De donde
2 K max . sen  .cos 
H
   
Sen 2  
 2 

Cuando α = 90 grados, obtenemos la altura vertical del talud o la altura crítica


vertical del talud.

2. K máx. cos φ
HO = ----------------------------
90O - φ
2
Sen ( -------------- )
2

Estudiemos un macizo constituido por capas horizontales (figura 86)

FIGURA 86. Esquema para la determinación de la altura del talud en rocas


heterogéneas

Teóricamente cada una de las capas debe tener su ángulo límite de posición
en correspondencia con la altura.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 101


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Para la capa superior el valor aproximado del ángulo del talud fue
determinado más arriba.

La segunda capa consideramos como carga uniformemente distribuida


sobre la primera capa, o sea, que imaginariamente optamos por el talud BD’ en
lugar de BD. Esto es equivalente a elevar el peso del prisma de desplome ABC
de la capa inferior en

2 ho  h2
veces,
h2

1
donde ho  h1.  altura de car g a
2

El peso del prisma ABC, es

γ2 AC . BM
Q2 = -------------------
2
Pero.

h2 h2
AC  
Sen 2 Sen  2  2 

h2
BM  AB.Sen 2  .Sen  2 .
Sen 2

Por lo tanto

h22 Sen 2
Q2   2
2Sen  2   2  Sen 2

El peso de este prisma, tomando en cuenta la carga superior será.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 102


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

 1 
2 2 . h1  h2  .h2 Sen 2 .
Q21   2 
2 Sen  2   2  .Sen  2

Considerando el momento del equilibrio límite del prisma ABC con el peso
agregado y actuando análogamente como el caso estudiado anteriormente,
obtenemos.

2 K 2  max  Sen  2 .Cos 2 


h2   2 1 h1.
   2  2
Sen 2  2 
 2 

Para n número de capas, obtenemos

2 Kn.  max  .Sen  n . Cos n    


hn   2  1 h1  2 h2  ..........  n 1 hn 1 
   n  n n n 
Sen 2  n 
 2 

En la comprobación de la estabilidad de los taludes para condiciones reales,


en los cálculos se introduce el coeficiente de seguridad de estabilidad del talud
m, de tal manera que

K max C
K 
m m


  arctg
m

La magnitud del coeficiente de seguridad de estabilidad del talud en


dependencia de las condiciones se toma
m  1,5  3, 0

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 103


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Lo valores medios de las características físicas de algunas rocas se


indican en la tabla 18.

TABLA 18

Si la roca esta saturada, entonces el peso volumétrico de ella será:

γ = γo + Kpor . Δo

Donde  0 .- peso volumétrico de la roca seca;

Δo.- peso volumétrico del agua;


Kpor.- coeficiente de porosidad de la roca.

Ejemplo. La parte superior de un manto abrupto potente se explota por el


método a cielo abierto hasta la profundidad H = 50m (fig. 87).

 Características de las rocas del costado pendiente:

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 104


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

 1  2T / m3 ; C1  8T / m2 ; 1  45 grados

 Características de las rocas del costado yaciente:

 2  2.5 T / m3 ; C2  60 T / m 2 ; 2  45 grados
Encontrar el número de bancos en el costado pendiente con ángulo de
α1 = 80° y el número de bancos en el costado yacente con ángulo α2 = 70°. El
coeficiente de seguridad para la estabilidad se toma m = 2.

FIG. 87: Esquema para el cálculo de los bancos

Resolución: Establecemos los valores de las magnitudes.

tg 45o
    arc tg
'
1
'
2  27o
2
C1 8
K1   2
m *1 2*2
C2 60
K2    12
m * 2 2 * 2.5

La altura vertical del banco en el costado pendiente será:

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 105


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

2 K1sen1 cos 1' 2 * 2 * sen80 cos 27


h1    17.5m
    '
 2  80  27 | 
sen 2  1 1
 sen  
 2   2 

Optamos por tres bancos, en el costado pendiente, con alturas de 16, 17 y


17m.

La altura vertical límite del banco en el costado yacente será:

2 K 2 sen 2 cos 2' 2 *12 * sen70 cos 27


h2    150m
   2 
'
 70  27 | 
sen 2  2  sen 2  
 2   2 

Por consiguiente el costado yacente no hay necesidad de dividirlo en bancos.

4.2. PRESION DE LAS ROCAS SOBRE MUROS DE CONTENCION

Supongamos que el plano vertical AB de la figura 88a constituye un


muro de contención; determinemos la presión que ejerce sobre él las rocas
pulverulentas debido al deslizamiento del prisma ABC.

Introduzcamos designaciones:
G.- peso del prisma de deslizamiento
D.- reacción del muro de contención
R.- reacción (al prisma ABC), de la parte de roca quedada en estado tranquilo;
θ.- ángulo de inclinación del plano de deslizamiento, con respecto al horizonte;
φ.- ángulo de fricción interna de las rocas.

Por cuanto la presencia de la fuerza de rozamiento en el plano inclinado


BC, actúa hacia arriba, la fuerza R es desviada de la normal de dicho plano
hacia arriba, en un ángulo de resistencia interna φ.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 106


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Descompongamos la fuerza R en las componentes N y T. El ángulo


entre las fuerzas N y R es igual a φ; y, el ángulo entre las fuerzas R y G es
igual a (θ-φ). En la figura 88 se indica la construcción del triángulo de fuerzas
para las fuerzas G, D y R.

Del triángulo de fuerzas tenemos:


D  G.tg (   )

El peso del prisma es:


1
G H . AC.
2
1
G   .H 2 .tg (90   )
2

Por consiguiente
 .H 2
D tg (90   ).tg (   )
2

El valor máximo de D encontramos de la expresión:


dD
0
d

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 107


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

FIGURA 88: Presión activa y empuje de las rocas pulverulentas:


a) esquema para la determinación de la presión activa; b) triángulo de fuerzas;
c) diagrama de presión activa; d) esquema para la determinación de la
magnitud de empuje de las rocas.

Expresemos D en la siguiente forma:


 .H 2
D .tg (90   ).tg (   )
2

Igualemos a cero la primera derivada:


dD  .H 2  1 1 
d
   cos 2 (90   ) .tg (   )  cos 2 (   ) .tg (90   )   0
2  
De donde:
1 1
.tg (   )  tg (90   ). 2
cos (90   )
2
cos (   )
Y por consiguiente:
1 sen(   ) sen(90   ) 1
.  . 2
cos (90   ) cos(   ) cos(90   ) cos (   )
2

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 108


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

sen2(   )  sen(90   )
2(   )  2(90   )
90  

2
De esta manera:
H2 90  
D max  .tg 2
2 2

La variación de la presión sobre el muro de contención en altura (Fig.


88), determinamos de la expresión.
dD  90   
  .H .tg 2  
dH  2 
 90   
ó; Pg  PB .tg 2  
 2 
Donde:
Pg.- tensión horizontal a la profundidad H;
PB.- tensión vertical a la profundidad H.

La presión de algunas capas de roca sobre el muro de contención se


muestra en la figura 89a. La presión que ejerce la capa superior se determina
con la fórmula:
 1.h12  90  1 
D1  .tg 2  
2  2 
La presión que ejerce la capa inferior (cargada) de roca se determina con la
fórmula:
 2 .h2   1   90  2 
D2  .  2 h1  h2  tg 2  
2  2   2 

La presión total sobre el muro de contención es:


D  D1  D2

El diagrama de presión sobre el muro de contención en profundidad se muestra


en la figura 89 b.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 109


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Aquí:
 90  1 
bc   1.h1.tg 2  
 2 
 90  2 
bd   1.h1.tg 2  
 2 
   90  2 
ef   2  1 .h1  h2  .tg 2  
 2   2 

De acuerdo con P.M. Tsimbareivich las fórmulas obtenidas se pueden


emplear, también para las rocas cohesionadas, si en lugar del ángulo de
fricción interna φ se toma el ángulo de resistencia interna.

  arc tg f

Donde:
f .- coeficiente de resistencia de las rocas de acuerdo a M.M.
Protodiakonov.

FIGURA 89: Presión de algunas capas de rocas sobre el muro de contención:


a) esquema para el cálculo; b) diagrama de presión

La magnitud:
 90   
A  tg 2  
 2 
P. M. Tsimbareivich la denomina coeficiente de empuje horizontal.

Por consiguiente:

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 110


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Pg  PB . A

El valor de A para ciertas rocas se indica en la tabla 19.

Cuando existen varias capas de roca (Fig. 89 b), obtenemos:


bc   1.h1. A1
bd   1.h1. A2
 
ef   2  1 .h1  h2  . A2
 2 
La presión estudiada de las rocas sobre el muro de contención, se
denomina activa. Si sobre la pared de roca se dispone una presión que ejerza
empuje en las rocas sobre el plano B1C1 (Fig. 88d), entonces la presión, que es
igual al empuje, se denomina pasiva.

TABLA 19

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 111


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

No es difícil demostrar que la magnitud de la presión pasiva se expresa con la


fórmula:
 .H 2  90   
Dpas  .tg 2  
2  2 
Es evidente que:
Pact < Ppas

5. LA PRESIÓN DE LAS ROCAS EN LAS GALERÍAS SUBTERRÁNEAS


HORIZONTALES E INCLINADAS

5.1. ESTABILIDAD DE LAS GALERÍAS

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 112


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Por estabilidad de las galerías se comprende la capacidad que tienen


ellas d e soportar la acción de la presión de las rocas, sin destruirse.

La estabilidad de las galerías sin entibado se determina por la


estabilidad del denudamiento de las rocas en dicha galería. Pero incluso bajo la
presencia de denudamientos inestables de roca, la galería puede ser estable
en virtud de la instalación en ella de fortificaciones.

El franqueo de galerías en el macizo inalterado, destruye el equilibrio


estable de las rocas y lleva a una redistribución de las tensiones.
Como muestran las observaciones; alrededor de la galería se produce
un crecimiento de las tensiones, que se caracteriza con el coeficiente de
concentración K, el cual corresponde a la relación de la magnitud de la tensión,
en un punto dado, después del franqueo de la galería, para la magnitud de la
tensión en el mismo punto, antes del franqueo de la galería. La magnitud
máxima del coeficiente de las tensiones alcanza 4- 6.

En el techo plano y el piso de una galería aparecen tensiones de tracción.


u
 trac  K1 . .H
1-u
Donde
 trac .- magnitud de la tensión de tracción;
K1 .- coeficiente de concentración de las tensiones;

u .- coeficiente de Poisson;
 .- peso volumétrico de las rocas;
H .- profundidad a la que se encuentra la galería con respecto a la
superficie.

A medida que se aleja del techo (piso) de la galería hacia el interior del
macizo rocoso, las tensiones de tracción disminuyen hasta cero y luego se
transforman en tensiones de compresión y alcanzan la magnitud.
u
x y  . .H
1 u

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 113


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

En las paredes de las galerías aparecen tensiones de compresión:


 cp  K 2 . .H
Donde:
 cp .- magnitud de la tensión de compresión;

K 2 .- coeficiente de concentración de las tensiones;

 .- peso volumétrico medio de las rocas;


H .-profundidad a la que se encuentra la galería con respecto a la
superficie.

A medida que se aleja de las paredes de la galería hacia el interior del


macizo rocoso, las tensiones de compresión disminuyen su magnitud hasta.
 z   .H

El esquema de distribución de las tensiones alrededor de la galería de


sección trapezoidal se muestra en la figura 92.

Como resultado de la concentración de las tensiones las rocas alrededor


de la galería se deforman. En las galerías no entibadas estas deformaciones no
deben sobrepasar los límites de elasticidad de las rocas. Si los denudamientos
rocosos en las galerías presentan deformaciones plásticas, entonces las
tensiones en ellas sufren una redistribución: en las rocas que se encuentran
inmediatamente alrededor de la galería se forma una zona de bajas tensiones y
lejos de la galería una zona de altas tensiones o de presión de apoyo. Fuera de
la zona de influencia de la galería, que se extiende hasta una distancia de (3-5)
Rmáx. desde su contorno, las rocas se mantienen en su estado tensional
inicial; en este caso Rmáx es la dimensión mayor de la galería.

En estos casos, para impedir la destrucción de la galería minera es


indispensable colocar fortificaciones. El esquema de distribución de las zonas
de tensiones cerca de una galería, cuando el denudamiento de las rocas es
inestable, se muestra en la figura 93.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 114


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

En el presente curso nosotros estudiaremos solamente las condiciones


de estabilidad de las galerías no entibadas y los métodos para el cálculo de la
magnitud de presión de las rocas. Los métodos de entibado de las galerías y el
cálculo de resistencia de las fortificaciones serán estudiados en el curso de
‘Franqueo y Entibado de las galerías Mineras’.

El denudamiento en el techo (piso) de la galería, franqueada a la


profundidad H con respecto a la superficie, será estable si la magnitud de la
tensión de tracción alcanza un valor igual o menor que la resistencia límite de
las rocas del techo (piso) a la tracción, bajo condiciones de estado tensional
biaxial, o sea sí:
u
K1. . .H  Rtra
1 u

FIG. 92: Esquema teórico de distribución de las tensiones cerca de una galería
de preparación:
1. diagrama de las tensiones de tracción en el techo;
2. diagrama de las tensiones de tracción en el piso;
3. diagrama de las tensiones de compresión en las paredes.

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 115


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

FIG. 93: Esquema real de distribución de las tensiones cerca de una galería
minera, cuando las rocas son inestables.

El denudamiento indicado será inestable, sí:


k1 . . .H  Rtra
1 

Los denudamientos laterales de la galería serán estables, si las


tensiones de comprensión, sobre ellos, son iguales o menores que la
resistencia de las rocas a la comprensión en condiciones de estado de tensión
biaxial o sea, sí.

k2 . .H  Rcp

Las investigaciones sobre la distribución de las tensiones alrededor de


las galerías horizontales por los métodos analítico y de polarización óptica
muestran, que la concentración de las tensiones depende de la forma y
correlación de las dimensiones de la galería. Una mayor concentración se
observa en los ángulos de la galería; ella es tanto mayor cuanto más agudo
son los ángulos. Cuando aumenta el ancho de la galería en comparación con la
altura, la magnitud de las tensiones de tracción en el techo (piso) crece. Las
tensiones de tracción en el techo de una galería de forma cuadrangular son
máximas; cuando la forma es trapezoidal ellas disminuyen en un 30%, y

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 116


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

cuando la forma es abovedada las tensiones de tracción en el contorno de la


galería pueden ser igual a cero.

En las galerías de sección circular y elíptica la concentración de las


tensiones en el contorno es significativamente menor, que en las galerías de
forma trapezoidal y las tensiones de tracción en general pueden no existir. Por
esto la estabilidad de estas galerías es mayor que las cuadrangulares y
trapezoidales.

5.2. TEORIA SOBRE LA PRESION DE LAS ROCAS DE M.M


PROTODIAKONOV

De acuerdo con esta teoría sobre la galería se forma una bóveda de


equilibrio natural de tipo parabólico, la cuál absorbe la presión de las rocas
suprayacentes. Sobre las fortificaciones de la galería empujan con su peso,
solamente las rocas que se encuentran en el interior de la bóveda. De esta
manera se supone que la presión de las rocas no depende de la profundidad
de disposición de la galería, sino que se determina por las dimensiones de la
galería y las propiedades de las rocas.

La teoría esta propuesta en base a los siguientes experimentos. Se tomó


un cajón y se lo llenó de arena húmeda. En el fondo del cajón existía un orificio
cerrado con una placa. Cuando se habría la placa del cajón se desprendía un
volumen de arena en forma de bóveda. La arena quedada en el cajón se
sostenía sobre el orificio por su propia cuenta, apoyándose sobre la bóveda.
Esta bóveda M. M. Protodiakonov la denominó bóveda de equilibrio natural y
demostró que ella tiene forma parabólica.

Las bases fundamentales de la teoría se exponen de la siguiente


manera (Fig. 96).

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 117


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

FIGURA 96: Esquema para la teoría de M. M. Protodiakonov

Supongamos que AOB es la bóveda de equilibrio natural formada sobre


la galería de ancho 2a, franqueada en rocas pulverulentas. La altura de la
bóveda designemos por la letra b. La bóveda absorbe la carga P (Kg/cm 2),
uniformemente distribuida y correspondiente al peso de las rocas
suprayacentes.
P   .H
Donde:
 .- peso volumétrico de las rocas
H.- profundidad a la que se encuentra la galería.

Estudiemos el elemento OM de la bóveda. La acción de la parte derecha


de la bóveda, sobre este elemento, reemplacemos por la fuerza T. El origen de
las coordenadas dispongamos en el vértice O de la bóveda. Las coordenadas
del punto M, designemos por X, Y.
Sobre la parte separada OM de la bóveda actúan:
a) El empuje horizontal T, dispuesto en el vértice de la bóveda (O);
b) La correspondiente a la resultante de la presión Px;
c) La reacción tangencial W, correspondiente a la parte inferior de la mitad
de la bóveda AM.
Parte de la bóveda OM se encuentra en equilibrio, o sea:
( M ) M  0

o
Px. x/2 – T.y = 0

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 118


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

De donde:
P 2
y .x
2T
El punto M esta tomado libremente en el contorno de la bóveda, por
consiguiente la bóveda de equilibrio natural tiene forma parabólica.
Para el punto de apoyo A de la bóveda la ecuación adquiere la forma:
Pa 2
 T .b
2
La reacción R del apoyo de la bóveda en el punto A, descomponemos
en dos componentes: vertical N y horizontal Q. La fuerza N aplasta a las
partículas de roca contra el apoyo y ocasiona la fuerza de rozamiento, la
fuerza Q trata de desplazar al apoyo de su sitio.
Escribamos las condiciones de equilibrio de la mitad izquierda de la
bóveda OMA.
Q T  0
N  Pa  0
De donde
Q T
y
N  Pa
Por consiguiente, la fuerza de rozamiento, que aparece en el apoyo A, será:
N . fo  P.a. fo
Donde:
fo.- coeficiente de rozamiento.
Para que la bóveda no se desplace y no se destruya, la fuerza
desplazante Q no debe ser mayor que la fuerza de rozamiento Pa.fo, o sea;
Q  Pa. fo
Cuando
Q  Pa. fo
La bóveda de equilibrio natural será inestable. Para asegurar su estabilidad
es indispensable cierta reserva de resistencia al cizallamiento. M. M.
Protodiakonov optó por tomar a ella en forma de supuestas fuerzas
deslizantes horizontales  Kg./cm2.
Entonces las condiciones de equilibrio estable se expresará en forma de:

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 119


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

Q   .b  Pa. fo
De donde
Q  Pa. fo   .b
Puesto que
Q T
Entonces la ecuación de la curva de la bóveda en el punto A se puede
escribir en forma de:
Pa 2
 Q.b
2
Colocando aquí el valor de Q, obtenemos:
Pa 2
 ( PaFo   .b)b
2
De donde
2 fo.b  a
  Pa
2b 2
Determinemos la altura de la bóveda b partiendo de las condiciones de
reserva máxima de estabilidad para la fuerza , o sea, de las condiciones:
d
0
db
La primera derivada de  en función de b es:

d 2 fo.2b 2  (2 fo.b  a).4b


 Pa
db 4b 4
d a  b. fo
 Pa
db b3

Igualando a cero, obtenemos:


Pa 2  Pab. fo  0
De donde:
a
b
fo
La presión sobre la fortificación producirá exclusivamente las rocas que
se encuentran en el interior de la bóveda de equilibrio natural. La magnitud
de la presión de las rocas sobre 1m de la galería será:

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 120


Mecánica de Rocas II Escuela de Minas

2 2 a
F P 2ab.  2a. .
3 3 fo
ó
4 a2
P  . .
3 fo
Este método de cálculo de la presión de las rocas M. M. Protodiakonov
lo difundió a las rocas consolidadas, cambiando el coeficiente de
rozamiento interno fo por el coeficiente de resistencia f.

Cuando las rocas de los costados son inestables las paredes de la


galería se resquebrajan y el ancho de la bóveda de desplome adquiere un
ancho mayor que el de la galería (FIG. 97). Por esto a más de la presión
vertical, sobre las fortificaciones actuará la presión desde las paredes de la
galería.

La magnitud de la presión lateral P. M. Tsimbareivich propuso calcularla


como presión activa, sobre un muro de contención, por parte del prisma de
deslizamiento m, sobrecargado en la parte superior con el peso de las rocas
que ocupan el volumen de las bóvedas parabólicas n.

La altura del prisma m es igual a la altura h de la galería y el ángulo de


deslizamiento
90º 

2
ó
90º  

2

Ayudantía de Cátedra 2007-2008. CLE 121

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