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La CUBIERTA o PORTADA en la que deben indicarse claramente los apellidos y

nombre del autor, la denominación del Grado, así como el título del trabajo, el nombre y
apellido del director y el mes y año.
LA INTRODUCCIÓN es un apartado muy importante del trabajo que presenta cierta
complejidad y que resulta conveniente redactarla de modo definitivo una vez acabado el
propio trabajo, puesto que es el apartado dedicado a desarrollar, entre otras posibles, las
siguientes cuestiones: el objeto de estudio, justificación de la importancia del tema,
objetivos de la investigación, la metodología utilizada y anticipación de las conclusiones.

1. Introducción (REVISO Y TERMINO DE REDACTARLA CUANDO TERMINE


POR COMPLETO EL TRABAJO)

La contratación pública supone el procedimiento a través del cual un ente del sector
publico selecciona a una persona física o jurídica mediante la evaluación, desde las
necesidades, hasta la concesión del contrato oneroso y la ejecución del mismo, con la
finalidad de realizar una obra, prestar un servicio o suministrar un bien para la satisfacción
de la finalidad pública1. En los últimos años esta concepción ha evolucionado de manera
importante dando lugar a una visualización de la misma como un instrumento jurídico a
disposición de los poderes públicos con el objetivo de cumplir sus propios fines
institucionales o políticas públicas. Esto significa que la contratación pública puede ser
un medio a través del cual se permita conseguir objetivos con carácter más prospectivo,
de tal manera que los contratos públicos no sirvan como un medio meramente burocrático
para suministrar materias primas o servicios en las condiciones económicamente más
ventajosas para el Estado, si no que a través de los mismos, el Estado realice una política
capaz de inducir a los agentes económicos intervinientes en el mercado a realizar
determinados comportamientos que sean beneficiosos para el interés general, creando un
espacio público más abierto y dinámico capaz de responder a nuevos retos de carácter
medioambiental y social 2.

El logro de una contratación pública socialmente responsable, constituye uno de los retos
de la “Estrategia Europa 2020” siendo esta, una estrategia orientada al crecimiento de la
Unión Europea teniendo como prioridad el alcance de una economía inteligente,
sostenible e integradora sobre la base de un aumento del nivel de empleo, productividad
y cohesión social, siendo los contratos públicos un instrumento clave para la consecución
de dichos objetivos, ya que supone alrededor del 16% del PIB de la Unión Europea 3.

1
SÁNCHEZ MORÓN, M. “Derecho Administrativo: Parte General”, Tecnos, Madrid, 2016.
2
GIMENO FELIÚ, J. M. “Compra pública estratégica”, en Contratación Pública Estratégica, Aranzadi,
Navarra, 2013, pp. 45-47.
3
OBSERVATORIO DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL Y LOS PROCESOS DE INCLUSIÓN (eism). “Hacia una
contratación Responsable. Propuestas para la incorporación de Criterios Sociales en la Contratación
Pública en el ámbito de la Comunidad de Madrid”, Madrid, 2010, pp. 9-12.
Este tipo de contratación es lo que se conoce como “contratación estratégica” que permite,
mediante la inclusión de determinadas condiciones en la denominación y ejecución de los
contratos públicos, impulsar políticas públicas como el apoyo a las PYMES, fomento de
un empleo estable y de calidad, un comercio justo, la compra responsable en la
Administración a través de la protección ambiental, atención a la discapacidad, la
inserción sociolaboral de los grupos más desfavorecidos o lo que interesa en este estudio,
la promoción de igualdad de género4.

¿ESTÁS TENIENDO EN CUENTA QUE CUANDO CITAS LITERALMENTE HAS


DE INDICAR EL TEXTO COPIADO ENTRE COMILLAS? SI ERES TÚ MISMA LA
QUE LO RESUMES O INDICAS CON TUS PALABRAS QUÉ DICE UN
DETERMINADO AUTOR, BASTA CON LA REFERENCIA A PIE DE PÁGINA.

A pesar de las dificultades que tiene la introducción de estas condiciones y que no pueden
imponerse con carácter obligatorio en todos los contratos, sino que simplemente se
limitan a premiar a las empresas que sí que realizan dichas acciones, constituyendo una
herramienta útil y rentable, puesto que no conlleva coste económico alguno para la
Administración resultando consecuentemente atractiva en época de crisis y de recortes
sociales 5.

TENDRÁS QUE DECIR QUE CON LA CONTRATACIÓN ESTRATÉGICA SE


CONSIGUEN MUCHOS FINES SOCIALES (Y PONES EJEMPLOS), PERO QUE TÚ
TE HAS CENTRADO EN EL ESTÍMULO A LA IGUALDAD DE GÉNERO.

Y AHORA VENDRÍA EL OBJETIVO DE TU TRABAJO

2. Integración de aspectos de género en la contratación pública


(HE INTENTADO CORREGIR A PARTIR DE AQUÍ)

La introducción de aspectos de género en la contratación pública se lleva a cabo, a través


de cláusulas en el proceso de contratación pública, esto es, mediante la integración, de

4
OBSERVATORIO DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL Y LOS PROCESOS DE INCLUSIÓN, op. Cit., pp. 9-12.
5
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. “Promoción de la igualdad de género a través de la contratación
pública” en Contratación Pública Estratégica, Aranzadi, Navarra, 2013, pp. 329-332.
determinadas condiciones que tienen como estímulo, paliar la situación de desventaja,
riesgo o exclusión social en la que se pueden ver inmersos numerosos grupos sociales,
entre los que se encuentra, evidentemente, el género femenino.

Según el Foro de Economía Mundial, existe una relación de carácter positivo entre la
igualdad de género y la competitividad de un país, ya que supone un incremento del PIB,
lo que significa que el estímulo de la igualdad se pueda considerar como “economía
inteligente”6.

Ahora bien, al tratarse de contratos sujetos a legislación específica serán de aplicación las
siguientes normas: la Directiva 2014/24/UE del Parlamento Europeo yd el Consejo, de
26 de febrero de 2014, sobre contratación pública, que se encuentra aún pendiente de
transposición en España, para cuya interpretación será necesaria la utilización de doctrina
del TJUE. Por esta Directiva se deroga la Directiva 2004/18/CE del Parlamento Europeo
y del Consejo de 31 de marzo de 2004. También será de aplicación la Ley 30/2007, de 30
de octubre, de Contratos del Sector Público y la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo,
para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Por lo tanto, para que la integración de este tipo de cláusulas sea lícita es necesario que
se respeten los principios informadores de la contratación pública.

Así, deberán regirse por los principios de igualdad y no discriminación, es decir deberá
mediar la libertad de acceso de las empresas a las licitaciones, en condiciones de igualdad
y sin que medie discriminación de ningún tipo, a través de procedimientos de
concurrencia, cuya resolución deberá ser objetiva y razonable en relación y proporción al
objeto del contrato y sin que restrinja artificiosamente la competencia 7, tal y como
establece el art 18.1 de la nueva Directiva 2014/24 UE.

También deberá mediar la transparencia en todas las fases del procedimiento8 y los
poderes adjudicadores deberán actuar de manera proporcionada (art 18 Directiva 2014/24
UE), lo que se encuentra vinculado a su vez con la libertad de circulación de mercaderías.

6
CENTRO DE COMERCIO INTERNACIONAL (ITC), “El empoderamiento de la mujer a través de la
contratación pública”, Suiza, 2014, p. 13.
7
Se entiende que restringe la competencia de forma artificiosa, cuando la contratación se haya llevado a
cabo con el fin de favorecer o perjudicar indebidamente a determinados sectores económicos.
8
Art 139 del Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Contratos del Sector Público.
De la misma manera, al igual que todo trámite administrativo, las cláusulas que
establezcan medidas de igualdad entre mujeres y hombres, deberán respetar el principio
de necesidad e idoneidad, lo que significa que el objeto del contrato deberá ser el
adecuado para la satisfacción de las necesidades de interés general que se pretendan cubrir
con el mismo, debiéndose determinar con precisión, tal y como establece el art 22 del
Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, por el que se aprueba el texto
refundido de la Ley de Contratos del Sector Público ( en adelante TRLCSP), de manera
que aunque rija el principio de libertad de pactos del poder adjudicatario establecido en
el art 25 TRLCSP, este no resulte incompatible con las especificaciones del contrato y sin
que esta libertad deba confundirse con autonomía de la voluntad o arbitrariedad, no
pudiéndose establecer por tanto, unas condiciones diferentes de aquellas que se
encuentren establecidas en los pliegos y en el anuncio de licitación 9. De la misma manera
deberán respetar otros principios como los celeridad y economía.

3. Ventajas e inconvenientes de la contratación pública como herramienta impulsora


de políticas públicas de igualdad de género.

Las cláusulas sociales, y por tanto de género, introducen una serie de objetivos de carácter
social de manera transversal10, en políticas que no tienen una naturaleza estrictamente
prospectiva. El establecimiento de este tipo de aspectos sociales en materia de igualdad
entre mujeres y hombres en la contratación pública, proporciona numerosos beneficios,
ya que suponen una innovación social que ayuda a fomentar, una sociedad más justa e
igualitaria, pero, además, supone una mejora de calidad en todos los procesos de la
empresa vinculada a una mejora continua y a la productividad.

9
SÁNCHEZ MORÓN, M. “Derecho Administrativo: Parte General”, Tecnos, Madrid, 2016.
10
Según el Consejo de Europa podría definirse el término transversalidad o mainstreaming como “la
mejora, el desarrollo y la evaluación de los procesos políticos, de modo que una perspectiva de igualdad
de género se incorpore en todas las políticas, a todos los niveles y en todas las etapas, por los actores
normalmente involucrados en la adopción de medidas políticas”. Esta metodología de inclusión del
objetivo de igualdad de género en todas y cada una de las políticas que tienen incidencia directa o
indirecta sobre la ciudadanía, surge como la única forma eficaz de hacer frente a la desigualdad entre
mujeres y hombres para garantizar la equidad sobre la base de la diferencia entre dos sexos no
enfrentados. CONSEJO DE EUROPA, Mainstreaming de género. Marco conceptual, metodología y
presentación de “buenas prácticas”. Informe final de las actividades del Grupo de especialistas en
mainstreaming (EG-S-MS), (versión español e inglés), Instituto de la Mujer, Ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales, Serie documentos, número 28, Madrid, 1999, p. 26.
Las cláusulas sociales y en particular las de igualdad de género, en el ámbito empresarial
11
a nivel externo, fomentan una mejor competitividad en el mercado, mayor notoriedad
y difusión de la marca, mayor fidelidad de los clientes, así como mayor reputación y
prestigio. También es una forma de atraer a nuevos inversores, un mayor acceso a los
medios de comunicación, lo que refuerza la publicidad de la empresa y la posibilidad de
beneficiarse de incentivos, como la obtención de subvenciones públicas y la participación
en los contratos públicos.

A nivel interno, una plantilla inclusiva incrementa y mejora la productividad, ya que, al


introducir medidas favorables para la mujer, la plantilla de trabajo aumenta su nivel de
cualificación y por tanto, fomenta la mayor formación de la mujer reduciendo el
denominado efecto “techo de cristal” y la consiguiente marcha de grandes intelectos, lo
que se refleja en la cuenta de resultados de la empresa, puesto que los equipos de trabajo
mixtos tienden a ser más eficientes por la diversidad de habilidades y puntos de opinión,
lo que genera a su vez un mejor ambiente de trabajo en la empresa y una mayor
comunicación tanto entre los propios trabajadores y trabajadoras, así como entre dicha
plantilla de trabajo y los empresarios. Otra de las ventajas es “el disfrute de ayudas,
bonificaciones, desgravaciones fiscales y en la Seguridad Social por la contratación de
mujeres” 12.

Además, con la inclusión de aspectos de género en la contratación pública se fomenta la


actividad emprendedora femenina, puesto que estas encuentran mayores dificultades que
los empresarios del género opuesto, tales como menor experiencia, limitaciones en el
acceso a recursos financieros y productivos y mayor dificultad en la conciliación de la
vida familiar y laboral, puesto que, a pesar de numerosos avances, las mayores cargas
familiares siguen pesando sobre la mujer13.

Por su parte, entre las ventajas que obtiene la Administración Pública14, destacan algunas
como que: las cláusulas de igualdad de género contribuyen a garantizar principios

11
LESMES ZABALEGUI, S. “Clausulas para la igualdad de mujeres y hombres en contratos, subvenciones y
contratos públicos”, Emakunde, Navarra, 2013, p. 20. OBSERVATORIO DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL Y LOS
PROCESOS DE INCLUSIÓN, op. Cit., p. 15.
12
LESMES ZABALEGUI, S. “Clausulas para la igualdad de mujeres y hombres en contratos, subvenciones
y contratos públicos”, Emakunde, Navarra, 2013, p. 20.
13
CENTRO DE COMERCIO INTERNACIONAL (ITC), “El empoderamiento de la mujer a través de la
contratación pública”, Suiza, 2014.
14
OBSERVATORIO DE LA EXCLUSIÓN SOCIAL Y LOS PROCESOS DE INCLUSIÓN, op. Cit., pp. 14-15.
esenciales del Estado de Bienestar como la cohesión, la integración social, el pleno
empleo, así como los derechos de los ciudadanos. También permiten hacer llegar a los
poderes públicos las necesidades de ambos sexos y facilitan la participación de las
mujeres en la elaboración de las políticas públicas abordando el problema de la
desigualdad indirecta. Además, producen una reducción del gasto público mediante la
disminución de incentivos económicos destinados a este sector como subsidios, debido a
la mayor actividad laboral que se genera y a que la introducción de este tipo de cláusulas
tampoco supone ningún gasto para las arcas de la Administración Pública pues, dicho
coste quedaría a cargo del propio licitador. Este último beneficio consiste a su vez en un
aumento de ingresos para la Administración, mediante el pago de impuestos derivado de
las remuneraciones salariales que obtienen las mujeres como fruto de su trabajo. Esto
hace que sean muy llamativas en época de crisis con aplicación preferente a otro tipo de
medidas alternativas que, aunque también necesarias supondrían un mayor coste para la
Administración.

Finalmente, otra de las ventajas que produce la inclusión de cláusulas de igualdad de


género en el seno de la Administración Pública es que facilitan la cooperación horizontal
y refuerzan la transparencia a través de la identificación de la población beneficiaria, los
objetivos que se pretenden conseguir y la evaluación de los resultados.

En el ámbito económico15, la igualdad aunque no supone un gran obstáculo para la


economía sí que los países que tienen mayores tasas de empleo femenino, son los que
alcanzan mayores tasas de igualdad y mayor renta per cápita ( en términos de calidad de
vida ya que Qatar supera a Noruega en renta per cápita pero en ningún caso se acerca en
cuanto a desarrollo humano, bienestar y mucho menos equidad de género) no siendo al
contrario que porque tengan una mayor renta per cápita inviertan más en políticas de
igualdad de género.

Respecto a los beneficios que generan para el destinatario de las mismas, es decir, las
mujeres suponen evidentemente un aumento de su presencia así como de su
empoderamiento en las distintas organizaciones, ya sean económicas, políticas,
formativas, etc., estimula una libertad más completa de la mujer, ya que esta se considera
completamente libre cuando tiene total independencia económica lo que a su vez hace

15
LESMES ZABALEGUI, S. “Clausulas para la igualdad de mujeres y hombres en contratos, subvenciones y
contratos públicos”, Emakunde, Navarra, 2013, p. 23.
que disminuya la tasa de pobreza del género femenino, incorpora las necesidades de la
mujer como objeto de toma de decisiones en política, fomentan una visión de una cultura
diferente en la sociedad en general y en el ámbito del trabajo en particular, alejada de
roles que se le han atribuido a la mujer históricamente16.

Entre los obstáculos más frecuentes con los que se encuentra la integración de cláusulas
de género en los contratos del sector público son entre otros la falta de información, es
decir de conocimiento sobre la adaptación de las mismas en los procesos de contratación,
la actuación precavida de la Administración ante un aumento del coste de adjudicación
que pueda tener como consecuencia un vacío de licitaciones y la pasividad por meras
dudas debido a la regulación estricta con la que cuentan los contratos públicos, la ausencia
de un verdadero impulso de las cláusulas sociales y de recepción de propuestas de
personas especializadas en la materia, que suelen quedar en un segundo plano respecto al
contenido estrictamente jurídico cuya causa principal sea posiblemente la
subrepresentacion de la mujer 17.

4. Cláusulas de igualdad de género en las diferentes fases del procedimiento de


contratación pública.
4.1. Promoción de la igualdad de género en la fase de preparación del contrato.
4.1.1. Determinación del objeto del contrato

El primer momento en el que la Administración contratante puede tomar en consideración


la incorporación de cláusulas con perspectiva de género, es en el momento de la
determinación del objeto del contrato, una vez que se ha llevado a cabo la evaluación de
las necesidades que se desea satisfacer.

El TRLCSP (YA CITÉ LA LEY COMPLETA ANTERIORMENTE NOSE SI TENGO


QUE CITARLA DE NUEVO O YA BASTA CON PONER EL ART Y EL
ACRÓNIMO) establece en su art 86.1 que “el objeto ha de ser determinado” y el art 25.1
adiciona que “en los contratos del sector público podrán incluirse cualesquiera pactos,
cláusulas y condiciones, siempre que no sean contrarios al interés público, al
ordenamiento jurídico y a los principios de buena administración”. Así el objeto del

16
LESMES ZABALEGUI, S. “Clausulas para la igualdad de mujeres y hombres en contratos, subvenciones y
contratos públicos”, Emakunde, Navarra, 2013, p. 23.
17
LESMES ZABALEGUI, S., op. Cit., pp. 26-29.
contrato alude al tipo de producto, servicio o suministro que la administración desea
obtener y también a la forma en que desea obtenerlo.

Ahora bien, el alcance de la inclusión de este tipo de cláusulas en la determinación del


objeto tendrá un alcance más allá de la adquisición de bienes y servicios sociales, ya que
incidirá también en la viabilidad de incorporación de cláusulas de igualdad de género en
la fase de la adjudicación del contrato, puesto que, tal y como se puede deducir del art
134.1 LCSP, solamente podrán utilizarse como criterios de adjudicación aquellos que se
encuentren vinculados al objeto del contrato 18.

En esta misma dirección, el art 15 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la


igualdad efectiva de mujeres y hombres (en adelante LOI), alude a que “el principio de
igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres informará, con carácter
transversal, la actuación de todos los poderes públicos. Las Administraciones públicas lo
integrarán de forma activa, en la adopción y ejecución de sus disposiciones normativas,
en la definición y presupuestación de políticas públicas en todos los ámbitos y en el
desarrollo del conjunto de todas sus actividades”19, lo que induce a que sí que se podrían
introducir cláusulas de igualdad de género en un contrato que celebre un órgano del sector
público para cumplir sus fines institucionales.

Así, si se hiciera esto se estaría cumplimentando, por un lado, la satisfacción de un interés


público, ya que es de interés público la integración de los sectores más desfavorecidos
incluyendo entre ellos el género femenino y por otro lado, se estarían ejecutando las
competencias específicas que tiene atribuidas un órgano del sector público, puesto que
nada impide a que el objetivo de un contrato sea múltiple20. El tipo de contratos a los que
nos referimos y que tienen más acuciada esta controversia, son aquellos que no tienen
estrictamente como objetivo una cuestión relacionada con el género, es decir aquellos en
los que pueden o no aparecer estas cuestiones21, siendo por tanto necesario en estos, para
la inclusión de cláusulas de igualdad entre mujeres y hombres, el cumplimiento
esencialmente de dos requisitos que son, por un lado que la perspectiva de género de la
que se quiere dotar al contrato, sea publicada en el anuncio de la licitación para que las

18
LESMES ZABALEGUI, S., op. Cit., pp. 43-45.
19
Art 15 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
20
LESMES ZABALENGUI, S. 2012, “Incorporación de cláusulas de igualdad y de la perspectiva de género
en los contratos públicos”, IVAP (Instituto Vasco de Administración Pública), p. 21.
21
LESMES ZABALEGUI, S., op. Cit., p. 43.
empresas que decidan participar en el concurso sean capaces de reconocer las cláusulas
con claridad y de manera anticipada, de tal manera que no dé lugar a equívocos en cuanto
a la naturaleza social y alcance transversal del contrato público que se quiera satisfacer y
por otro lado la justificación implícita del contrato, indicando la correspondiente
idoneidad de la incorporación de la cláusula de género en concreto 22.

A PARTIR DE AQUÍ ES LO QUE HE HECHO NUEVO DURANTE ESTA


ÚLTIMA SEMANA.

4.1.2. El género en el marco de los requisitos o condiciones para contratar

Tradicionalmente se ha distinguido entre los criterios de selección cualitativa y los


criterios de selección de adjudicación, así mientras que los primeros se refieren a las
aptitudes de las entidades contratantes, las segundas van dirigidas a la calidad de
satisfacción de las necesidades del órgano contratante.

Según el art 54.3 TRLCSP, solamente podrán contratar con el sector público las personas
que cumplan los siguientes presupuestos: a) personas naturales o jurídicas, b) ya sean
españolas o extranjeras, c) que tengan plena capacidad de obrar, d) no estén incursas en
una prohibición de contratar, y e) acrediten su solvencia económica, financiera y técnica
o profesional o, d) en los casos en que así lo exija esta Ley, se encuentren debidamente
clasificadas23.

Existen dos ámbitos a tener en cuenta en relación a las condiciones para poder formular
contratos con el Sector Público que son: un ámbito positivo referido a los requisitos de
solvencia técnica y profesional y un ámbito negativo referido a las prohibiciones que se
pueden dar para contratar24.

En primer lugar, respecto al primer círculo referido a la introducción de aspectos de


género en la exigencia de solvencia técnica o profesional se encuentra muy vinculada a
lo establecido como objeto del contrato. Es decir, esta exigencia no se predica de todo
tipo de contratos, si no solo de aquellos en los que tengan como objetivo hacer frente a

22
MEDINA JURADO, P. 2010, “Las Cláusulas sociales en la contratación pública, retos y perspectivas”,
Cemci, núm. 7, p.24.
23
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. “Promoción de la igualdad de género a través de la contratación
pública” en Contratación Pública Estratégica, Aranzadi, Navarra, 2013, p. 336.
24
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. “Promoción de la igualdad de género a través de la contratación
pública” en Contratación Pública Estratégica, Aranzadi, Navarra, 2013, p. 336.
situaciones de desigualdad entre mujeres y hombres y en proporción a su contenido, en
cuyo caso quedará justificado que los licitadores deban acreditar cierta solvencia y
experiencia profesional en materia de igualdad de género.

Esta exigencia en aquellos contratos que no tengan como objeto principal la paridad
parece discutible, ya que podría vulnerar los principios de igualdad, no discriminación,
así como el de libre concurrencia de los licitadores.

De esta manera podría exigirse acreditación de la experiencia profesional en materia de


género en aquellos contratos cuyo objeto sea , por ejemplo: la “contratación para impartir
formación en materia de igualdad de género”, la “contratación de gestión de un centro de
atención a mujeres víctimas de violencia de género”, la “contratación de la consultoría
para el diseño de acciones de sensibilización sobre igualdad de mujeres y hombres”, la “
contratación para la realización de un diagnóstico de políticas para la conciliación entre
empresas”, etc.25

Lejos de la posibilidad de la acreditación de tales presupuestos por los diferentes medios


26
establecidos en la Directiva 2004/18/CE , en la nueva Directiva 2014/24/ UE se
establece como único medio de prueba lo que se ha denominado “documento único
europeo de contratación” 27, como declaración del interesado de que cumple los requisitos
necesarios para la selección y concretamente los de solvencia técnica y en nuestro caso
de experiencia en materia de igualdad de género.

Los requisitos de solvencia habrán de concretarse en los pliegos de las cláusulas y en el


anuncio de la licitación de manera respetuosa con los principios propios de la contratación
pública.

Por otra parte, se limita la capacidad de obrar, eliminando el derecho a la libre


participación de aquellas personas físicas o jurídicas en quienes se de alguna de las

25
LESMES ZABALENGUI, S. 2012, “Incorporación de cláusulas de igualdad y de la perspectiva de género
en los contratos públicos”, IVAP (Instituto Vasco de Administración Pública), p. 38-39.
26
En el art. 48.2 de la Directiva 2004/18/CE se establecían diferentes medios de acreditación de solvencia
técnica y/o profesional, como son a través de la relación de los principales servicios o trabajos
equivalentes al objeto del contrato realizados en los últimos años junto con los datos de la fecha, importe
y el cliente, también se podrá acreditar a través de la indicación de personal que llevará a cabo la ejecución
del contrato y a través de un certificado expedido por organismo público o equivalente.
27
Art. 59.1.b) de la Directiva 2014/24/UE.
prohibiciones establecidas en el art 60 TRCSP con la finalidad de proteger “el interés
público”28.

Estas prohibiciones no tienen carácter sancionador, sin embargo, se interpretan de manera


restringida considerándose como tales aquellas calificadas como infracciones muy graves
y que sean de las integradas de forma expresa en la ley, no pudiendo establecerse otras
diferentes en los pliegos de las cláusulas29.

Este requisito negativo de no estar incurso en alguna de estas prohibiciones, para que
despliegue efectos de validez es necesario que concurran en el momento en el que se
presenten las licitaciones y que persistan durante el resto de fases de adjudicación y
formalización del contrato. En este sentido si una Administración Pública adjudica un
contrato a una persona incursa en alguna de las prohibiciones se reputará nulo de pleno
derecho conforme al art 32.b) TRLCSP, desde el momento en el que se tiene
conocimiento de la concurrencia de dicha prohibición, no sucede lo mismo si la
prohibición es sobrevenida a la perfección del contrato, en cuyo caso, el contrato
conservará su validez en todas sus fases, salvo pacto en contrario en el pliego de las
cláusulas administrativas30.

En relación con las prohibiciones a las que nos referimos, nos encontramos con un listado
tasado en estrecha relación con la igualdad de género, que pueden tener naturaleza penal
o bien naturaleza administrativa.

En cuanto a las de naturaleza penal, son aquellas en las que se produce la vulneración de
los derechos de los trabajadores, acoso y discriminación laboral, concretamente podemos
encontrar las establecidas en el art 60. 1.a) según el cual, no podrán contratar con el sector
publico aquellas personas que “ hubiesen sido condenadas mediante sentencia firme por
delitos…contra los derechos de los trabajadores…” y en la letra b) en la que se establece
que tampoco podrán contratar las personas que “ hubiesen sido sancionadas con carácter
firme por infracción grave en materia profesional, de falseamiento de la competencia, de
integración laboral y de igualdad de oportunidades y no discriminación de las personas
con discapacidad, o de extranjería, de conformidad con lo establecido en la normativa
vigente; por infracción muy grave en materia medioambiental, de acuerdo con lo

28
STS 2 de octubre de 2000 (rec. Núm. 9762/2004).
29
STS de 30 de enero de 2007 (rec. Núm. 2871/2004).
30
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p. 342.
establecido en la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental; en la Ley
22/1988, de 28 de julio, de Costas; en la Ley 4/1989, de 27 de marzo, de Conservación
de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres; en la Ley 11/1997, de 24 de
abril, de Envases y Residuos de Envases; en la Ley 10/1998, de 21 de abril, de Residuos;
en el Texto Refundido de la Ley de Aguas, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2001,
de 20 de julio, y en la Ley 16/2002, de 1 de julio, de Prevención y Control Integrados de
la Contaminación; o por infracción muy grave en materia laboral o social, de acuerdo con
lo dispuesto en el Texto Refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden
Social, aprobado por el Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, así como por la
infracción grave prevista en el artículo 22.2 del citado texto”.

Respecto a las prohibiciones de naturaleza administrativa relacionadas con el principio


de igualdad de género por influencia de la LOI, se hace alusión en virtud del art 17.3 al
incumplimiento de obligaciones en materia de planes de igualdad establecidas en el
Estatuto de los Trabajadores o en el Convenio Colectivo correspondiente. En la misma
dirección el renovado art 8.12 establece como prohibición para contratar “ Las decisiones
unilaterales de la empresa que impliquen discriminaciones directas o indirectas
desfavorables por razón de edad o discapacidad o favorables o adversas en materia de
retribuciones, jornadas, formación, promoción y demás condiciones de trabajo, por
circunstancias de sexo…, así como las decisiones del empresario que supongan un trato
desfavorable de los trabajadores como reacción ante una reclamación efectuada en la
empresa o ante una acción administrativa o judicial destinada a exigir el cumplimiento
del principio de igualdad de trato y no discriminación”, por su parte el apartado 13 bis del
mismo artículo añade“ El acoso por razón de sexo, cuando se produzcan dentro del ámbito
a que alcanzan las facultades de dirección empresarial, cualquiera que sea el sujeto activo
del mismo, siempre que conocido por el empresario, este no hubiera adoptado las medidas
necesarias para impedirlo” y finalmente el apartado 18 que establece como conducta
prohibitiva la abstención en la aplicación del plan de igualdad o su realización irregular.

Finalmente, el art 60.2 TRLCSP añade otro tipo de conducta como es el incumplimiento
de las condiciones de ejecución del contrato determinadas en el pliego de las cláusulas
administrativas con la calificación de muy graves cuando concurra dolo, culpa o
negligencia en la figura del empresario.
En cuanto a la apreciación de estas causas prohibitivas no podrá realizarse de forma
inmediata, sino que es necesaria la existencia de una sentencia judicial firme cuya
naturaleza exigida parece no concretarse, por ser discutible si debe ser de naturaleza penal
o administrativa, por lo que habrá de suscitarse un procedimiento con el fin de concretar
la existencia o no de las causas prohibitivas por la vía de los apartados 2 y 3 del art 61
TRLCSP. Además, siempre y cuando no se trate de una sentencia penal debe inscribirse
en el Registro Oficial de licitaciones y empresas del art 4131.

Esto hace que se distorsione la utilidad práctica de las prohibiciones en materia de


igualdad de género por el desconocimiento de sentencias firmes a partir de las que iniciar
el procedimiento para la obtención de una declaración de tipo administrativo.

Resulta novedosa la indicación expresa por la Directiva 2014/24/ UE del incumplimiento


de las obligaciones en materia social ya que la Directiva de 2004 en su art 45.2
simplemente establecía que podría ser “excluido todo operador económico que hubiera
sido condenado por sentencia con autoridad de cosa juzgada según las disposiciones del
país y en la que se aprecie un delito que afecte a su moralidad profesional; que haya
cometido una falta grave en materia profesional…” pero sin hacer alusión expresamente
al incumplimiento de tales condiciones.

4.2. Promoción de la igualdad de género en la fase de adjudicación del contrato.


4.2.1. Integración de aspectos de género en los criterios de adjudicación de contratos.

Una vez seleccionadas las empresas que pueden participar como licitadores en el
concurso se procederá a la valoración de las ofertas, para seleccionar aquella que resulte
más adecuada para la prestación objeto del contrato atendiendo a sus necesidades y al
interés público. Para ello, los entes de la Administración Pública podrán tomar en
consideración la determinación de la oferta que resulte más económica, las variantes o
mejoras en el contrato o bien la igualdad de género como forma de dirimir empates entre
dos o más empresas concurrentes.

En relación con la primera circunstancia, esto es, los criterios de valoración de las
proposiciones y determinación de la oferta que resulte más ventajosa en términos
económicos, se analizará la viabilidad de la integración de aspectos relacionados con la

31
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p.
igualdad de género en “el baremo aplicable para determinar la oferta económicamente
más ventajosa”32.

La referencia a la “oferta económicamente más ventajosa” ha suscitado dudas en cuanto


a su interpretación, debido a que tras la trasposición a nuestro ordenamiento de la
Directiva 2004/18/CE, una gran parte del sector consideraba la imposibilidad de la
integración de otros aspectos diferentes a los que hicieran exclusivamente referencia al
precio por considerarse inviables alegando la existencia de otros mecanismos alternativos
para ello. Lo que negaba, por tanto, la posibilidad de incluir la perspectiva de género en
esta fase del procedimiento de contratación33.

Sin embargo, con el paso del tiempo las diferentes instituciones han asumido la
posibilidad de valorar otros aspectos que los que generan una ventaja directamente
económica. Así, se establece la posibilidad de valorar otros criterios como la igualdad
entre mujeres y hombres en las diferentes ofertas para la adjudicación de un contrato, de
manera que, aunque producen una ventaja económica de manera indirecta, al mismo
tiempo producen un beneficio directamente vinculado con los fines públicos que persigue
el órgano de la Administración contratante. No obstante, la admisibilidad de la valoración
de criterios de género en la adjudicación de contratos no puede entenderse de forma
generalizada si no que han de observarse ciertos requisitos para que tal valoración se
considere lícita.

El art 53.1. a) de la Directiva 2004/18/CE afirma que el objeto del contrato deberá estar
vinculado al criterio de adjudicación con perspectiva de género, esto significa, que habrá
de valorarse cada supuesto separadamente en relación con la naturaleza y el contenido de
la prestación que se vaya a realizar. Para lo cual es necesario que dichos criterios de
igualdad de mujeres y hombres se especifiquen con la mayor precisión posible en los
pliegos de las cláusulas administrativas como objeto del contrato y como “parte esencial
del mismo”34, así como en el propio título, como por ejemplo: “Contrato para el diseño e
impartición ocupacional con perspectiva de género”35.

32
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p.346.
33
MEDINA ARNAIZ, TERESA. “El Papel de la ley de contratos del Sector Publico en el cumplimiento de la
normativa sobre igualdad de género”, Contratación Administrativa Práctica, núm. 85,2009, p. 7.
34
LESMES ZABALEGUI, S., op. Cit., p. 66.
35
LESMES ZABALEGUI, S., op. Cit., p. 66.
También será necesaria una vinculación de criterios con la satisfacción de necesidades de
sectores de la población más desfavorecidos entre los que encontramos a la mujer, tal y
como se puede deducir de diversa legislación tanto comunitaria como nacional. Así la
LOI “dirige a todos los poderes públicos un mandato de remoción de situaciones de
constatable desigualdad fáctica, no corregibles por la sola formulación del principio de
igualdad jurídica o formal”.

Estos criterios necesitarán de la publicación correspondiente tanto en el anuncio de la


licitación como en los pliegos administrativos de forma inequívoca y en otros documentos
contractuales relacionados con el objeto del contrato y proporcionales al mismo.

Por su parte en el Considerando 1 de la misma Directiva se tiene como exigencia la no


atribución a la entidad adjudicadora de una libertad ilimitada e incondicional de elección,
de manera que la puntuación deberá llevarse a cabo conforme a lo dispuesto en el objeto
del contrato, así como de acuerdo a la naturaleza y el fin del mismo36.

Otra forma de tener en cuenta la igualdad de la mujer como criterios de adjudicación de


contratos públicos es relacionar las condiciones de adjudicación con las condiciones de
ejecución de los contratos. Así, por ejemplo se puede exigir a una empresa que el 50% de
la plantilla que se encargue de la ejecución del contrato sean mujeres, una cuestión distinta
sería obligar a una empresa a que en el momento de presentar su propuesta técnica de la
empresa la plantilla este formada por un número determinado de mujeres, ya que limitaría
el acceso de futuras empresas licitadoras violando la libertad de acceso y los principios
de igualdad y no discriminación, es decir únicamente se permiten exigencias de futuro y
adaptadas material y funcionalmente al objeto del contrato37. Lo que explica que en la
adjudicación de los contratos se deberán respetar los correspondientes principios
informadores de la contratación pública siendo de particular importancia los de igualdad
y no discriminación, de transparencia y de evaluación de las ofertas en condiciones no
restrictivas de la libre concurrencia tal y como se establece en el Considerando 46 de la
Directiva 2004/18/CE.

Esta posibilidad de la inclusión de aspectos sociales y por tanto de igualdad de género en


la fase de adjudicación tiene mayor relevancia en la nueva Directiva 2014/24/UE aún

36
Considerando Primero de la Directiva 2014/24/UE.
37
LESMES ZABALEGUI, S., op. Cit., p. 67.
pendiente de transposición, ya que a diferencia de la anterior recoge de forma expresa la
posibilidad de considerar los aspectos sociales entendiéndose como una variante de
dichos aspectos los de igualdad de género, a la hora de adjudicar un contrato, así en el
art 67.2 establece que “la oferta económicamente más ventajosa desde el punto de vista
del poder adjudicador se determinará sobre la base del precio o coste, utilizando un
planteamiento que atienda a la relación coste-eficacia, como el cálculo del coste del ciclo
de vida con arreglo al artículo 68, y podrá incluir la mejor relación calidad-precio, que se
evaluará en función de criterios que incluyan aspectos cualitativos, medioambientales y/o
sociales vinculados al objeto del contrato público de que se trate”. También añade como
novedad la denominación explícita de lo que se debe entender por “vinculación al objeto
del contrato” considerándose como tal “cuando se refieran a las obras, suministros o
servicios que deban facilitarse en virtud de dicho contrato, en cualquiera de sus aspectos
y en cualquier etapa de su ciclo de vida, incluidos los factores que intervienen por un lado
en el proceso específico de producción, prestación o comercialización de las obras,
suministros o servicios, o en un proceso específico de otra etapa de su ciclo de vida,
incluso cuando dichos factores no formen parte de su sustancia material” 38.

En la legislación española resulta importante en este ámbito el art 150 TRLCSP que
determina que para la evaluación de la oferta económicamente más ventajosa deberá tener
en consideración entre diferentes criterios, las características medioambientales y las
vinculadas con la satisfacción de exigencias sociales que respondan a necesidades de
sectores desfavorecidos, incluyendo por tanto en tales sectores a la mujer. Ahora bien, la
posibilidad de análisis del conjunto de estos aspectos es meramente ejemplificativo, lo
que hace que a pesar de que en ocasiones pueda dar lugar a interpretaciones equivocadas
y restringidas, nada impide a que el propio órgano de contratación pueda introducir
criterios de carácter social, con perspectiva de género en el pliego de las cláusulas con el
debido respeto al marco jurídico comunitario sobre la materia 39.

Lo que sí recuerda el art 150 TRLCSP son los limites en los que se tienen que fijar tales
aspectos como su publicación en el anuncio de la licitación, pliegos de las cláusulas y
siempre y la vinculación al objeto del contrato.

38
Art 67.3 de la Directiva 2014/24/UE.
39
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p.348-349.
En definitiva, de lo anteriormente expuesto se puede afirmar que actualmente es
incuestionable la posibilidad de la introducción de cláusulas igualdad de género como
criterios de adjudicación, pero siempre como estímulos de futuro como se ha mencionado
anteriormente, ya que, si se valoran aspectos referidos al pasado y experiencia de la
empresa, podrían vulnerar los principios de igualdad y no discriminación en la libre
concurrencia, vetando el acceso de las ofertas de futuros licitadores. En cuanto al
principio de proporcionalidad en este ámbito establece que la puntuación deberá llevarse
forma razonable en relación al fin que se pretende conseguir 40.

Algunos ejemplos de clausulado de igualdad de género en la adjudicación podrían ser los


siguientes 41:

a) “La presentación de un informe de impacto de género con indicadores y datos


desglosados por sexo de las personas beneficiarias o usuarias del contrato, y de la
plantilla que ejecutará el mismo, detallando el contenido de las medidas de
igualdad aplicadas”.
b) “La utilización de un lenguaje no sexista en la documentación y materiales, y el
fomento de una imagen con valores de igualdad, diversidad, pluralidad de roles y
corresponsabilidad entre mujeres y hombres”.
c) “La realización de acciones de sensibilización y formación con la plantilla que
ejecutará el contrato acerca de los derechos en materia de igualdad, y de
conciliación recogidos en la normativa vigente y el convenio de empresa o
convenio colectivo del sector correspondiente”.

En sentido contrario, conforme a lo explicado con anterioridad no se admitirían como


criterios de adjudicación por ejemplo las siguientes medidas 42:

a) “La exigencia de que las empresas, en el momento de presentar su propuesta


técnica, tengan aprobado y apliquen un Plan de igualdad”.
b) “Que las empresas disfruten de un título oficial documentado de excelencia en
materia de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”.

40
MENENDEZ SEBASTIÁN, E. M., “Posibles medidas de fomento de la Administración: la preferencia en la
contratación, las subvenciones y el distintivo de igualdad como ejemplos”, AA.VV. en la Administración
promotora de igualdad de género, Tiranch Lo Blanch, Valencia, 2012, p. 284.
41
LESMES ZABALEGUI, S., op. Cit., p. 68-69.
42
LESMES ZABALEGUI, S., op. Cit., p. 62.
c) “En el momento de presentar la oferta la empresa este compuesta por un
determinado porcentaje de mujeres”.

Tampoco serían aptos dichos criterios cuando difieran del objeto del contrato incluso
aunque siendo proposiciones de futuro los aspectos excedan de aquel, de manera que la
valoración de una empresa que tenga como compromiso formar su plantilla con un 50%
de mujeres de nada serviría si dicho porcentaje de mujeres no quedara conformado como
responsable de la ejecución del contrato43.

Otra forma de contribuir a la igualdad de género en la contratación pública a través de


criterios de adjudicación, es a través de la inclusión de aspectos especialmente vinculados
a mujeres que forman parte de sectores de la población que se encuentren en riesgo de
exclusión social, ya que evidentemente de estos sectores la mayoría son mujeres (buscar
datos) respetando siempre el principio de confidencialidad de la identidad de las mujeres
afectadas.

Este sería el supuesto de “una empresa adjudicataria que se comprometa a contratar


personas incluidas en programas de erradicación de la prostitución y personas que hayan
sido víctimas de violencia machista”44.

4.2.2. Admisibilidad de mejoras relacionadas con aspectos de género (este apartado lo


tengo que escribir aún)
4.2.3. Medidas de acción positiva de igualdad de género como criterio de preferencia en
la adjudicación de contratos públicos en supuestos de empate.

Otro tipo de cláusulas para fomentar las políticas de igualdad de género, son las que
pueden utilizarse como criterio de preferencia en favor de aquella empresa que fomente
medidas de igualdad entre mujeres y hombres, cuando dos o más empresas obteniendo la
puntuación más ventajosa en la valoración de sus ofertas en concurso, tengan como
resultado una situación de empate.

Ahora bien, esto no significa que estas cláusulas sean utilizadas como nuevos criterios de
valoración, si no que se utilizan de manera residual cuando una vez que hayan sido

43
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p.351.
44
LESMES ZABALEGUI, S., op. Cit., p. 62.
valoradas las “propuestas técnicas y económicas” 45, varias empresas obtengan la misma
puntuación. Esta situación difícilmente se produce, puesto que el sistema de valoración
utilizado por la Administración Pública es tan preciso que calcula incluso décimas y
centésimas lo que hace prácticamente improbable que no imposible dicha situación. No
obstante, con esta medida más que una exigencia directa y obligatoria, lo que se persigue
es una sensibilización de la sociedad en materia de género 46.

Con todo, este criterio mediador de empates aparece en numerosa legislación nacional,
aunque articulada de diferente forma en cada norma.

Haciendo referencia en primer lugar, a la Ley de contratos del Sector Público en la


Disposición Adicional 4º se infieren cinco apartados en los que se alude a los aspectos
sociales siendo extrapolables a la igualdad de género. Los cinco apartados establecen
como criterio de preferencia a aquellas empresas que cumplan la cuota del 2% de
contratación de personas con discapacidad según lo establecido en la Ley 13/1982, de 7
de abril de integración social de los minusválidos. También se le otorgará preferencia a
la empresa que supere el 2% de miembros de la plantilla de trabajo con discapacidad, a
las empresas que se dediquen de forma exclusiva a la inserción laboral de personas que
se encuentren en situación de riesgo de exclusión social, que no tengan fines lucrativos
en caso de que se trate de prestaciones sociales y de asistencia y aquellas entidades cuyo
objeto de contrato prevea como de Comercio Justo47.

De las evidencias anteriores resulta novedoso en este ámbito legislativo el Anteproyecto


de Ley de Contratos del Sector Público 2015, en el cual pasa a regularse el criterio de
preferencia en caso de empate en la fase de adjudicación de contratos del sector público
de la Disposición Adicional al propio articulado de la ley, concretamente en el art 145.9
donde además de apuntar el mismo de tipo de entidades que la actual norma regula una
posible solución para los supuestos en los que en los que existiendo empate no tengan
especificado un orden de prelación de los diferentes criterios de preferencia en el pliego
de las cláusulas. Así de aprobarse definitivamente dicho anteproyecto la adjudicación de

45
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p. 352. SÁNCHEZ MORÓN, M., “Discriminación positiva
por razón de género y adjudicación de contratos públicos”, Justicia Administrativa: Revista de Derecho
Administrativo, nº 58, 2012, p. 10.
46
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p. 353.
47
LESMES ZABALEGUI, S. “Clausulas para la igualdad de mujeres y hombres en contratos, subvenciones y
contratos públicos”, Emakunde, Navarra, 2013, p. 74.
contratos se llevaría a cabo en defecto de especificación en los pliegos, teniendo en cuenta
en primer lugar, el mayor número de trabajadores discapacitados en la plantilla, en
segundo lugar, el mayor volumen de contratos temporales en la plantilla y finalmente el
mayor número de iniciativas puestas en el ámbito de la responsabilidad social corporativa
48
,pudiendo beneficiar al género femenino en aquellos contratos en los que se encuentren
vinculados al objeto del contrato. A pesar de ello, esta propuesta seguiría siendo de
ineficaz aplicación directa siendo un mero criterio para dirimir puntuaciones análogas.

Dentro de la legislación estatal también se menciona en la LO 3/2007, de 22 de marzo


para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, en el art 34.2 que la preferencia de las
proposiciones de medida de fomento de la igualdad de género, como sea mencionado
anteriormente en alguna ocasión, establecidas en los pliegos de las cláusulas.

En cuanto a la legislación autonómica, en la mayoría de las Comunidades este criterio de


carácter preferente para dirimir empates en la adjudicación de contratos del sector público
en virtud de aspectos de fomento de la igualdad de género aparece regulado solamente en
las propias normas sectoriales de cada una de ellas en materia de igualdad entre mujeres
y hombres, excepto en las Comunidades de Navarra y Aragón, donde además se hace
alusión al mismo en la propia normativa sobre contratación pública de las Comunidades.
Nos parece que esta última regulación sea quizá la más perfecta y eficaz puesto que
permite una regulación mucho más exacta y una mayor integración y coordinación en la
aplicación de los criterios de género con carácter preferente en los supuestos de empate49

Atendiendo a estas consideraciones se procede al análisis de la influencia de los aspectos


de género como criterio de preferencia en la normativa de algunas de las diferentes
Comunidades Autónomas:

En Castilla- La Mancha en el art 38.2 de la Ley 12/2010, de 18 de noviembre, de igualdad


entre mujeres y hombres de Castilla- La Mancha se establece la posibilidad de determinar
en los pliegos de las cláusulas administrativas del contrato “la preferencia en la
adjudicación, de los contratos de las proposiciones presentadas por aquellas empresas,
que, en el momento de acreditar su solvencia técnica o profesional, hayan adoptado
medidas dirigidas a evitar cualquier tipo de discriminación laboral, a lograr la igualdad

48
Art 145.9 de Anteproyecto de Ley de Contratos del Sector Público de 17 de abril de 2015.
49
entre mujeres y hombres… siempre que estas proposiciones igualen en sus términos a las
más ventajosas desde el punto de vista de los criterios objetivos que sirvan de base en la
adjudicación y respetando, en todo caso, lo establecido en la legislación de contratos del
sector público”50. Observamos que a pesar de establecer la preferencia este artículo no
alude expresamente a que la empresa tenga un “Distintivo de Excelencia en Materia de
Igualdad”51 tal y como sí se hace en el art 44 de la misma Ley52.

Por su parte en el art 46.1 de la Ley 9/2003, de 2 de abril, de la Generalitat, para la


igualdad entre mujeres y hombres se afirma que “en caso de empate en la puntuación
obtenida por dos o más empresas a las que les hubiera correspondido la máxima
puntuación, tendrán preferencia en la adjudicación de los contratos administrativos de la
Generalitat, las proposiciones de los licitadores que con la solvencia técnica de la empresa
presenten un plan de igualdad previamente aprobado por cualquier administración pública
u órgano competente, siempre que las mismas igualen en sus términos a las más
ventajosas desde el punto de vista de los criterios objetivos que sirven de base para la
adjudicación” y en la Ley 11/2016, de 28 de julio, de igualdad de mujeres y hombres de
las Islas Baleares se hace también referencia a este criterio en el art 24.2 según el cual
“Los órganos de contratación de las administraciones públicas de las Illes Balears
establecerán en los pliegos de cláusulas administrativas particulares la preferencia de la
adjudicación de los contratos para las proposiciones que presenten las empresas que
dispongan del visado previsto en el artículo 40.5 de esta ley o del distintivo empresarial,
o bien la acreditación equivalente en materia de igualdad, expedido por el órgano
competente estatal o autonómico. Dicha preferencia en la adjudicación se aplicará
siempre que estas proposiciones igualen en sus términos a las más ventajosas desde el
punto de vista de los criterios que sirven de base a la adjudicación”.

50
Art 38.2 de la Ley 12/2010, de 18 de noviembre, de igualdad entre mujeres y hombres de Castilla-La
Mancha.
51
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p. 355. Art 44 de la Ley 12/2010, de 18 de noviembre, de
igualdad entre mujeres y hombres de Castilla-La Mancha.
52
“Las empresas, públicas o privadas, que acuerden con los sindicatos o representantes del personal
planes de igualdad, conciliación y responsabilidad social empresarial podrán ser reconocidas por la Junta
de Comunidades con el «Distintivo de Excelencia» el cual será valorado a los efectos de contratos
administrativos, concursos públicos, ayudas y subvenciones. La concesión del distintivo la realizará la
Presidencia de la Junta de Comunidades a propuesta del Instituto de la Mujer. Las condiciones y requisitos
para su concesión, así como el procedimiento de otorgamiento y revocación se regularán
reglamentariamente”. Lo que puede dar lugar a discriminaciones en la libre concurrencia de otras
empresas al otorgar el “Distintivo de Excelencia” exclusivamente a propuesta del Instituto de la Mujer.
En esta última, la legislación de las Islas Baleares, resulta novedosa la modificación que
se realiza en esta Ley en comparación con la anterior Ley 12/2006, de 20 de septiembre
la cual hacía referencia al criterio de preferencia en la adjudicación en relación a la
elaboración de Planes de igualdad de género en el art 65.1 pero sometido a la condición
sine qua non de la aprobación por el Instituto de la Mujer de forma exclusiva, lo que
53
suponía una discriminación respecto al resto de empresas participantes que teniendo
los mismo méritos y diversos planes no se tenían en cuenta en la valoración al no ser
otorgados exclusivamente por el mencionado Instituto, mientras que ahora en la nueva
ley deducimos que aunque añade la necesidad de los visados establecidos en el art 40.5
en el cual se vuelve hacer referencia al Instituto de la Mujer 54 añade los términos “ o del
distintivo empresarial o bien la acreditación equivalente en materia de igualdad” 55 con lo
que se logra neutralizar la discriminación que anteriormente se producía.

Andalucía, en el art 12.2 de la Ley 12/2007, de 26 de noviembre, para la promoción de


igualdad de género en Andalucía establece que “los órganos de contratación de la
Administración de la Junta de Andalucía señalarán, en los pliegos de cláusulas
administrativas particulares, la preferencia de la adjudicación de los contratos para las
proposiciones presentadas por aquellas empresas que, en el momento de acreditar su
solvencia técnica, tengan la marca de excelencia o desarrollen medidas destinadas a lograr
la igualdad de oportunidades, y las medidas de igualdad aplicadas permanezcan en el
tiempo y mantengan la efectividad, de acuerdo con las condiciones que
reglamentariamente se establezcan”.

En cuanto a Galicia se ha de hacer referencia a dos normas en las que se tiene en cuenta
el criterio de preferencia que se está desarrollando. Estas leyes son por un lado la Ley
7/2004, de 16 de julio, gallega para la igualdad de mujeres y hombres, que en el art 23
apartado 2 afirma que “----- Iba a comentar lo que sucede en esa norma y en la 2/2007
con la presentaciones de los Planes de igualdad, pero he descubierto que están derogadas
creo por el Decreto Legislativo 2/2015, de 12 de febrero, por el que se aprueba el texto
refundido de las disposiciones legales de la Comunidad Autónoma de Galicia en materia

53
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p. 356.
54
Art 40.5 de la Ley 11/2016, de 28 de julio, de igualdad de mujeres y hombres de las Islas Baleares
55
Art 24.2 de la Ley 11/2016, de 28 de julio, de igualdad de mujeres y hombres de las Islas Baleares
de igualdad, lo que pasa que no encuentro en esta nueva norma donde hace referencia al
criterio de preferencia en caso de empate y entonces no lo puedo comentar.

Finalmente la Ley Foral de Navarra 3/2013, de 25 de febrero, de contratos públicos (creo


que la nueva es esta, pero me pasa lo mismo que con la de Galicia no encuentro por ningún
lado donde aparezca esto y en la anterior a esta nueva norma sí que aparece y no sé si es
que por esta nueva ley se han modificado algunos artículos de la anterior y justo lo del
criterio de preferencia se mantiene en la otra o si esta nueva la ha derogado entera y no
sé qué ha pasado con esto.) y la Ley de Aragón 3/2011, de 24 de febrero, de medidas en
materia de Contratos del Sector Público, se considerarían las normas más perfectas en
esta materia porque establecen un orden de preferencia en los pliegos de las cláusulas,
algo que es bastante eficaz teniendo en cuenta la vinculación que deben tener estos
criterios con el objeto del contrato y con las cláusulas, siendo aplicable en defecto de la
determinación del orden de prelación de criterios de preferencia en las mismas la propia
ley autonómica.

Así en el art 12 de la Ley Aragonesa como adición a lo establecido en la Ley 5/2009, de


30 de junio de Servicios Sociales de Aragón, se establece que: “Cuando por la aplicación
de los criterios de adjudicación se produjera un empate en la puntuación entre dos o más
licitadores y no se hayan previsto criterios de desempate, o cuando previstos y aplicados
el empate persistiera, este se dirimirá a favor de la empresa que tenga un mayor porcentaje
de trabajadores con discapacidad, siempre que este no sea inferior al 2 por 100; en su
defecto o persistiendo el empate, a favor de la empresa con un menor porcentaje de
trabajadores temporales, siempre que este no sea superior al 10 por 100, y persistiendo
empate, a favor de la empresa que acredite la realización de buenas prácticas en materia
de igualdad de género, o, en última instancia, a través de un sorteo

A tal efecto, la Mesa de contratación o la unidad gestora del contrato requerirán la


documentación pertinente a las empresas afectadas, otorgándoles un plazo mínimo de
cinco días naturales para su aportación”. De esta manera se determinan criterios basados
en aspectos sociales como medidas positivas en materia de igualdad de género de una
forma directa sin que sea necesario su establecimiento en las cláusulas del contrato
público de que se trate “56

56
VALCÁRCEL FERNÁNDEZ, PATRICIA. op. Cit., p.359.
TENDRÍA QUE REVISAR Y TERMINAR ESTE PUNTO Y YA VENDRÍA EL DE
LOS ASPECTOS DE GÉNERO EN LA FASE DE EJECUCIÓN DEL CONTRATO, NO
SÉ SI TENDRÍA QUE AÑADIR ALGÚN OTRO PUNTO O ACABAR CON ESTE E
IRME A LA CONCLUSIÓN.

4.3. Cláusulas de igualdad de género en la fase de ejecución o cumplimiento del contrato.

Recordando lo anterior, cuando una empresa presenta su oferta en la convocatoria de la


licitación, se compromete a cumplir aquellos aspectos57 del contrato que hayan sido
publicados en el anuncio de la licitación y que se hayan establecido en los pliegos del
contrato58, por lo que una vez que el órgano contratante adjudica el contrato a la empresa
ganadora del concurso de que se trate, se procederá a la ejecución del mismo.

Atendiendo a dichos aspectos relacionados con el género, una de las mejores opciones
para su inclusión en la contratación pública es a través de la instauración de condiciones
especiales del contrato.

Para ello, es importante destacar que dentro del marco de libertades con las que cuentan
los poderes adjudicadores se reconoce de forma expresa y contundente la posibilidad de
incluir, a través de la contratación pública, cláusulas a través de las cuales se pueden
establecer, con carácter obligatorio, condiciones de tipo especial que la empresa ha de
cumplir en la ejecución del contrato con objeto social, tanto en la normativa comunitaria
como en el marco jurídico nacional.

Así, la Directiva 2004/18/ CE establece en el art 26 que entre las condiciones especiales
de ejecución del contrato que los poderes adjudicadores pueden exigir a los licitadores se
encuentran las “consideraciones de tipo social y medioambiental”59 , lo que se extiende a
consideraciones de igualdad entre mujeres y hombres, siempre que “sean compatibles con
el Derecho comunitario, y se indiquen en el anuncio de licitación o en el pliego de las
condiciones”60. Situación que se mantiene en la nueva Directiva 2014/24/UE en el art

57
Refiriéndonos en este análisis concretamente a aspectos de género.
58
Una vez que los licitadores se han comprometido al cumplimiento de las exigencias de igualdad de
género no podrán restringir su alcance, ya que de lo contrario las ofertas no se ajustarían a los pliegos, lo
que conllevaría a su rechazo. PATRICIA
59
DIRECTIVA 2004/18/CE ART 26 PONER BIEN
60
DIRECTIVA 2004/18/CE ART 26 PONER BIEN
7061 y en el Considerando 33 donde (Buscar las condiciones de género). Sin embargo,
esta nueva directiva introduce como modificación la no alusión expresa a la
compatibilidad de los aspectos de ejecución con el derecho comunitario.

Esta posibilidad es a su vez ratificada en la legislación nacional en el art 118 del TRLCSP
que hace referencia expresa a la posibilidad de que las condiciones especiales de
ejecución que pudieran establecerse, se refieran a la eliminación de “las desigualdades
entre el hombre y la mujer en el mercado laboral”62, así como en la LO 3/2007, 22 marzo
para la igualdad efectiva de mujeres y hombres en el art 33 según el cual “Las
Administraciones públicas, en el ámbito de sus respectivas competencias, a través de sus
órganos de contratación y, en relación con la ejecución de los contratos que celebren,
podrán establecer condiciones especiales con el fin de promover la igualdad entre mujeres
y hombres en el mercado de trabajo, de acuerdo con lo establecido en la legislación de
contratos del sector público”63.

Para la incorporación de los criterios especiales de género se deben dar ciertos requisitos
como que se establezcan en el pliego de las cláusulas administrativas o en las
prescripciones técnicas y que tengan relación con el momento ejecutivo del contrato así
como que sean acordes a la naturaleza y a las características del mismo, de manera que
no resultaría congruente introducir una condición especial de género de ejecución de
contrato si se tratará por ejemplo de un servicio relacionado con el suministro de plástico.
Sin embargo, los más adecuados serían los de obras y servicios en los que se habría de
valorar si se trata de un cierto sector “feminizado o masculinizado”64.

Ahora bien, este tipo de criterios especiales que se pueden establecer en la fase de
ejecución se diferencias de los criterios de adjudicación examinados anteriormente en el
apartado de la influencia de las cláusulas de igualdad entre mujeres y hombres en la fase
de adjudicación del contrato, principalmente en que en los criterios a los que nos
referimos en esta fase de ejecución “las condiciones de ejecución de un contrato son

61
“Los poderes adjudicadores podrán establecer condiciones especiales relativas a la ejecución del
contrato, siempre que estén vinculadas al objeto del contrato, en el sentido del artículo 67, apartado 3, y
se indiquen en la convocatoria de licitación o en los pliegos de la contratación. Dichas condiciones podrán
incluir consideraciones económicas o relacionadas con la innovación, consideraciones de tipo
medioambiental, social, o relativas al empleo”
62
el art 118 del TRLCSP
63
LO 3/2007, 22 marzo para la igualdad efectiva de mujeres y hombres en el art 33
64
CITAR SANTIAGO EL LIBRO ROSA pág. 77
requisitos fijos que los pliegos incorporan por igual a cualquier posible adjudicatario”65,
mientras que los segundos se utilizan para la valoración de la calidad de las diferentes
ofertas concurrentes. Además las cláusulas que constituyen condiciones especiales de
ejecución hacen referencia a que la empresa objeto de adjudicación del contrato tiene que
cumplir determinadas circunstancias de forma obligatoria con una visión a futuro
mientras que las cláusulas que determinan el orden de preferencia para la adjudicación de
un contrato público se refieren a condiciones que los licitadores cumplían en el pasado
como es el ejemplo de “la preferencia en la adjudicación del contrato a empresas que
hubiesen implantado medidas de igualdad de género en sus modos de organización
empresarial”66.

ESTAS SE LLAMAN TAL POR MIGUEL PORQUE SE REFIEREN A TAL Y


POR TANTO TAL-- SENTENCIA DE MIGUEL SANCHEZ MORON Y
BERNAL BLAY

De esta manera y teniendo en cuenta la rígida regulación con la que cuenta el


procedimiento de contratación pública y en comparación con las limitaciones con las que
se encuentran en el resto de fases del procedimiento de contratación pública, parece
evidente que la introducción de cláusulas de igualdad de género en la fase de ejecución
es la más adecuada67, pues únicamente tiene como limite el debido respeto a los principios
que inspiran el procedimiento de contratación y además el cumplimiento de exigencias
de género deja de ser una mera medida de fomento para convertirse en una auténtica
condición de cumplimiento obligatoria y no potestativa de la empresa adjudicataria, cuyo
incumplimiento es causa de resolución del contrato conforme a lo establecido en el art
223.f) y h) del TRLCSP y subsidiariamente de la imposición de las sanciones
correspondientes que hubieren sido establecidas en el pliego de las condiciones tal y como
establece el art 212.2 TRLCSP, pudiéndose considerar el incumplimiento de estas últimas
como un incumplimiento grave llegando a conformar en su caso una de las causas
prohibitivas para contratar con el sector público del art 60 del TRLCSP68.

65
CITAR PATRICIA
66
CITAR A PATRICIA PAG 360
67
COM (2001) 566 final. Recomendación 1/2001, de 5 de abril de 2001, de la Junta Consultiva de
Contratación Administrativa de la Generalitat de Catalunya (Vid. Conclusión núm. 2) NO SE COMO SE CITA
ESTO.
68
Según el cual en su apartado 2 letra e) contempla como causa prohibitiva el incumplimiento de “las
condiciones especiales de ejecución del contrato establecidas de acuerdo con lo señalado en el artículo
EJEMPLOS DE CLÁUSULAS

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MENCION A CASTILLA LA MANCHA

118, cuando dicho incumplimiento hubiese sido definido en los pliegos o en el contrato como infracción
grave de conformidad con las disposiciones de desarrollo de esta Ley, y concurra dolo, culpa o negligencia
en el empresario”. ESTO NO SE SI PONERLO AQUÍ COMO NOTA O DIRECTAMENTE SEGUIDO EN EL TEXTO

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