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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior.

IUPSM

Ética Deontología

SAIA

Ingeniería Civil.

Análisis Interpretativo

Vicente Mendoza

24.759.262
Los seres humanos tenemos un sistema de conductas que nos ayuda a
desenvolvernos en la sociedad, estas, a su vez se rigen por lo que nos inculcan desde
pequeños nuestros padres, pasando por lo que aprendemos en las diferentes etapas de
estudios y así sucesivamente hasta que toda esta información se queda en nuestra
conciencia y defina dicho comportamiento.

Este sistema de creencias nos permite diferenciar entre lo bueno y lo malo que, según
la sociedad en donde nos desenvolvemos, pueda aportar mejoras a nuestra vida diaria. Se
considera que a través de los valores que podamos obtener mientras vamos evolucionando
y creciendo se definen tales creencias.

Es así como nuestra forma de actuar ante cualquier situación que se nos presente
incorporemos todos estos medios que nuestra conducta nos ofrezca, bien sea actuando a
través de la moral, la ética, los valores, entre otras facultades adquiridas que logren
auxiliarnos para sacar el mejor provecho de todo lo que se haga.

Como sabemos la ética juega un papel silencioso, pero muy importante en nuestras
vidas, pues está asociada con cada acción que realizamos, como jugar o trabajar, e incluso
como interactuamos con los demás, muchos de nosotros no somos conscientes de la
importancia de la ética en nuestra vida diaria y profesional.

La ética profesional en conjunto con valores y normas a lo largo del tiempo ha tenido
gran importancia en la Ingeniería civil, debido a que esto se vuelve un factor de mayor peso
puesto que en el día a día de las licitaciones, concursos y toma de decisiones, el profesional
se enfrenta y se encuentra a su vez con la posibilidad de dejarla de lado con fines
económicos (generalmente), pero solo los profesionales íntegros son capaces de actuar
con firmeza ante estos eventos anteriormente mencionados.

Este principio de la ética no proviene de la teoría, sino de la educación, no solo la


impartida en la universidad, sino la educación impartida desde los hogares con fuertes
valores. Por lo que teniendo en cuenta que las obras de ingeniería son vitales para el
desarrollo social de nuestro país, como venezolanos y profesionales, la ética debería ser
un ítem principal en el oficio.
El ingeniero civil participa en la sociedad, creando espacios y servicios para mejorar
su comodidad y calidad de vida, facilitándole sus funciones particulares en la salud creando
obras que protegen esta misma o construcciones que permitan a otras disciplinas trabajar
la salud humana.

Para la ejecución de una construcción los aspectos técnicos deben enfocarse desde
dos grandes aspectos; uno general que vincula el ejercicio profesional con la comunidad en
aspectos de las relaciones del ingeniero con el bien común y, otro, que vincula la labor del
ingeniero con las responsabilidades técnicas que impone el ejercicio profesional.

Todos los profesionales con una formación académica o profesionales en formación,


necesitamos entender que no solo por nuestros conocimientos técnicos se debe
caracterizar un profesional, es necesaria la formación integral en la moral, la ética y la
deontología especifica de su campo laboral.

En función de esta necesidad de los futuros ingenieros, los programas de ingeniería


deben introducir a los estudiantes a las preocupaciones por las disposiciones de carácter
legal y de sanción que son imputables al desempeño de la ingeniería, para que piensen en
las consecuencias antes que las cosas puedan ir mal. En esencia, se debe realizar un
enfoque que permita evitar una situación no deseada.

En la Venezuela actual cualquier profesional podría ser capaz de perder su ética o


moral por los recientes acontecimientos que abordan a la nación, por esto es indispensable
que se distribuya desde el comienzo de cualquier carrera universitaria, las series de normas
y leyes que ayudan a regir todas las profesiones del país para ser tomadas en cuenta desde
el primer momento en que se forme a un individuo.

En el caso de la ingeniería en el país se podría contar con la Responsabilidad Decenal,


que permite a todo profesional en el área saber que cuenta con esta serie de normativas y
compromisos a su cargo. Así a través de ella se restringe, se limita y se hace poner en
práctica la ética que se tiene tanto como profesional como individuo responsable y
destinado a la mejora cada día.

También a través de esta responsabilidad se pueden medir los parámetros que se


establecen en el país para ejercer en optimas condiciones la profesión de ingeniería civil,
puesto que es de suma importancia para la construcción y ejecución de cualquier proyecto
que se pueda llevar a cabo en Venezuela, la idea es cumplirla sin dejar a un lado el sistema
de creencias de cada profesional, así se aplica la deontología.

No obstante, la responsabilidad de todo ciudadano que habita en un país, bien sea


profesional o no, debería tener siempre presente los valores inculcados, las normas puestas
por el estado, la ética moral que proviene de nuestra capacidad de conciencia para así,
sacar un país adelante.

El profesionalismo viene de la experiencia, y es de suma ayuda para todos los seres


humanos tener en cuenta lo bueno y lo malo de todas las acciones que se hagan en el
ámbito laboral, puesto que, si se comenten errores, aprender de ellos para poder
corregirlos.

Es por esto que todos los estudiantes en ingeniería civil debemos adquirir primero
experiencias para ser profesionales capaces el día de mañana, si se quiere tener un futuro
próspero, así como actuar correctamente ante los retos que se propongan en el ámbito
laboral en un país como lo es Venezuela.

En la realidad de nuestro país es indispensable conservar y aprender a manejar dichos


términos para poder surgir de manera honesta y puntual, pues si bien cuando algunas
personas se aprovechan de ciertas situaciones para lucrarse, no se está midiendo el nivel
de deontología y por ende no valdría la moral ni la palabra de ciudadanos de este estilo.

En el terreno laboral se valora y se aprecia la honestidad y la ética de cada persona,


no se debe perder estos conceptos por nada, se debe aprender a vivir con ellos y utilizarlos
siempre, así se puede volver a reconstruir una Venezuela prospera, si todos aportaran un
grano de arena en la sociedad y se mantuviera en fija práctica.

A fin de cuentas, nuestra conciencia nos guiará en lo correcto, si es que eso es lo que
nos inculcaron por todas las etapas que pasamos y nos mantendrá firmes en cuanto a
rechazar propuestas que nos hagan perder nuestra ética profesional y nuestra moral, con
el fin de no perjudicar ningún trabajo y mucho menos un país al que vale la pena rescatar.

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