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Lic. Diego M. Herrera (MN: 63.

686)
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Coordinador Gral. De E.I.C.C.® (Equipo interdisciplinario cognitivo Comportamental).
Ex docente (UBA). Psicólogo clínico. Especialización en psicología clínica y terapia
cognitiva. Especialización en evaluación Neurocognitiva.
Dpto. Neurociencia Cognitiva E.I.C.C.®

¿Cómo se puede diferenciar lo que es importante de lo que es urgente?


Lo importante de lo urgente es fácilmente probable que cueste diferenciarse, sobre todo a la
hora de la toma de decisiones. Desde el punto de vista del procesamiento cognitivo, y en la
evaluación de las funciones cognitivas (atención, memoria, percepción, velocidad de
procesamiento, entre otras), la TOMA DE DECISIONES no es menos importante a la hora de
evaluarla en el ámbito clínico, de hecho es una de las funciones ejecutivas imprescindible de
evaluar, y la más afectada en diferentes tipos de patologías, como en los trastornos por
consumo de sustancias, trastorno obsesivo compulsivo, depresiones, demencias, entre muchas
otras. Si bien convivimos en una sociedad donde compartimos algunos valores, aquello a lo
cual uno le otorga importancia es totalmente idiosincrático y depende de cada persona, es
decir, la importancia hace referencia a la cualidad de otorgar valor (mas allá de lo culturalmente
compartido, ejemplo; la importancia del cepillado de dientes, consultas periódicas al médico,
etc.), la importancia como tal hace referencia a la cualidad de otorgar un VALOR, una
cualidad, y esto mismo es diferente entre las distintas personas.

La urgencia hace referencia, a algo que apremia, que urge, que requiere atención inmediata, a
una situación o aspecto que debe RESOLVERSE de manera pronta, y como tal implica las
conductas de afrontamiento de cada persona, que se tengan a disposición para la resolución
de problemas. Por conductas de afrontamiento entendemos desde la psicoterapia y psicología
cognitiva como el repertorio de conductas, cogniciones (pensamientos), emociones, es decir, la
ESTRATEGIA que utiliza la persona ante el surgimiento de la URGENCIA y su modo de
resolución. Cada persona dispondrá de una serie de estrategias aprendidas de acuerdo a sus
aprendizajes en las distintas situaciones de la vida y las empleará de acuerdo a una toma de
decisiones.

Volviendo a la pregunta, algo puede ser importante y no urgente, también algo puede ser NO
importante y tornarse urgente de acuerdo a alguna situación, pero la urgencia, sea la que sea,
implica por su apremio y necesidad pronta de resolución, una importancia ineludible que
debe atenderse, para poder ser mas adaptativos y responder adecuadamente a la
situación.
Veamos algunos ejemplos teniendo en cuenta el contexto de esta entrevista, es importante
contar con determinados productos, pero quizá no urgente, productos que implican la
necesidad de cubrir necesidades básicas, la higiene, alimentación, etc., quizá no urgente
porque la persona puede emplear estrategias alternativas que compensen su falta. Pero
también puede suceder que de manera imperiosa surge la necesidad de adquirir o comprar
determinado producto, ejemplo alcohol, curitas, gasas, ante un accidente o corte. Sin ir tan al
extremo, una familia, con varios hijos chicos con baja tolerancia a la espera, y cercana la hora
de la cena no dispone de ningún producto para cocinar o comer, adquirir esto y solucionar esta
necesidad, pasa a ser en importante y urgente.

¿Qué se debe atender primero?

Como mencione anteriormente, la importancia de la urgencia hace que uno deba atender
siempre la urgencia, y para no hacer filosofía de cuestiones que son vitales, la urgencia es
siempre importante por definición, tomar buenas decisiones en estos aspectos es crucial en el
día a día, porque es el modo en que se manifiesta nuestra forma de organizarnos. Si tomamos
el ejemplo de las compras, la urgencia apremia, y no permite realizar una planificación con el
tiempo suficiente teniendo en cuenta muchas variables o aspectos, y debe tomarse la decisión
de resolverla rápidamente adquiriendo lo que se necesita. Lo importante, en cuanto a la
compra por ejemplo pero no urgente, implica que podamos planificar, organizar, jerarquizar, y
realizar compras efectivas a bajo costo y mayor beneficio, siempre que la estrategia sea la
adecuada. Ejemplo, tener en cuenta las ofertas, los cambios en los productos, cantidades,
paquetes promocionales, descuentos, y una serie de combinación que mientras más
conozcamos estas variables, más efectivo será el resultado de nuestro afrontamiento ante lo
importante, ante nuestra necesidad de adquirir lo importante.

El no poder priorizar las actividades, ¿deriva en consecuencias para la


salud y los vínculos?
Exacto, justamente como dije anteriormente, la toma de decisiones implica PRIORIZAR,
atender a algunos aspectos y dejar otros, decidir implica eso, ejecutar un plan de acción
siguiendo una valoración (de importancia o de urgencia) y llevar a cabo el plan de acción para
resolver el problema o atender la urgencia en un caso, o la importancia de obtener algún
producto en otro.

¿Cuáles?
No poder diferenciar estos aspectos implica el riesgo no solo en la salud, ya que, si es
imperioso una buena alimentación, o básicamente alimentarse como necesidad vital, y
priorizamos la compra de artículos de belleza por decirlo de algún modo, y estos ejemplos de
manera sistemática, estamos poniendo en riesgo nuestra salud por no atender una necesidad
básica, importante, que puede volverse urgente. El déficit o deterioro en la toma de decisiones
trae muchos problemas en la vida cotidiana, no solo en la salud como el ejemplo básico que di,
sino a nivel interpersonal. Por ejemplo en una familia, no solo es necesario, dando el ejemplo
de una pareja, no solo es necesario que compartan algún sentido de lo que para ellos es
importante y urgente, un acuerdo, sino que lo realicen, ya que eso puede traer inconvenientes
en el vínculo. Si el cupo de una tarjeta, para el integrante de la pareja es importante, prioritario
y urgente usarlo en tecnología, teniendo faltantes en productos de necesidad básica, mientras
que para el otro es importante atender las necesidades básicas que ante este panorama se
vuelven urgentes, este desajuste, o desacuerdo, trae inconvenientes o discusiones en los
vínculos, claro está. Estoy haciendo mención y dando ejemplos teniendo en cuenta el contexto
en el cual esta nota será leída, pero es claro que el déficit o el inconveniente en la
jerarquización de temas a atender trae problemas no solo en la salud, sino alterando el estilo
de vida, volviéndonos desadaptativos para los requerimientos ambientales y personales, y
tomando decisiones altamente disfuncionales sin un planeamiento adecuado.

¿Qué consejos le darías a una persona para que priorice sus actividades
y organice mejor su tiempo?
Lo observo mucho en la clínica, en mis pacientes, el modo disfuncional en priorizar sus
actividades los llevan a estilos de vida contrarios a sus valores, provocándoles en muchos
casos aislamiento, depresión, insatisfacción, frustraciones. Tanto la organización del tiempo,
como crear hábitos sanos y funcionales guiados por valores, construyendo un estilo de vida
acorde a ello, es sumamente importante para “armarse” una vida que valga la pena ser vivida.
Podría sugerir algunos aspectos a la hora de organizar el tiempo, y las actividades, en principio
atender y reconocer cuáles son sus valores (ejemplo; trabajo, vida social, pareja, interés
comunitario, dieta, ejercicio, etc.) y luego las actividades que se realizan que sean
CONSISTENTES o NO a esos valores, prestando atención al TIEMPO que se le dedica a cada
actividad. Muchos pacientes consultan por presuntos trastornos mentales, y a veces el
problema está en la organización de sus actividades en el día a día (por supuesto que no es la
mayoría de los casos), pero se pueden emplear varios apoyos o ayudas, ejemplo: La
implementación de una agenda o anotaciones (hay varios programas para celulares incluso),
para anotar y jerarquizar las actividades en la semana. Listar primero las variables o
actividades a realizar, y luego teniendo enfrente la semana en papel escrito, distribuirlas de
acuerdo al tiempo disponible que queda, es un modo panorámico de observar la distribución de
actividades, el tiempo consumido, y la prioridad otorgada. Realizar ajustes y modificaciones
diarias, ir tildando lo concretado.

Haciendo referencia a la compra, la jerarquización y anotación de lo urgente, necesario e


importante para adquirir y previamente a eso, tener en cuenta el dinero disponible para esa
compra especifica, luego ubicar los distintos productos MINIMOS a adquirir teniendo en cuenta
el monto y la jerarquización, y con el margen que queda, atender a aspectos o productos de
índole más personal o que tienen que ver más con el placer o satisfacción. Pero como dije
anteriormente, todo depende el VALOR que cada cual otorgue a las necesidades, será la
jerarquización que utilice a la hora de comprar. Obviamente ningún modo está bien ni mal, solo
que hay modos más funcionales y adaptativos que otros, creando distintos estilos de vida.

¿Las madres plantean conflictos particulares respecto a su organización?

Son habituales las consultas en ámbitos clínicos por estrés agudo, crónico, ansiedad y
depresión. El cambio de vida, en cuanto a las actividades, prioridades, que implica ser madre,
(también depende de la edad de el o los hijos), el apoyo o no de la pareja o familia, en muchos
casos trae aparejado muchos cambios que requieren una alta flexibilidad por parte de la
persona para adaptarse a esos cambios. Y para una mejor adaptación, se requiere ser flexible,
planificación, estrategias funcionales, resolución de problemas, pensar los problemas o
situaciones de distintos modos, acudir a soluciones prácticas y realistas y jerarquizar las
necesidades o situaciones a resolver. El conflicto en la organización es algo que no
manifiestamente plantean muchos pacientes, en este caso hablando de la población de
madres, pero si se evidencia como base en muchas de sus problemáticas, es decir, a veces se
traen al consultorio conflictos que son resultado de una organización disfuncional, sin planificar,
guiada por impulsos, y pensamientos distorsionados, y conductas desadaptativas. La buena
organización es la base de todo modelamiento o creación de un estilo de vida sano y funcional,
en muchas ocasiones la tarea de nosotros los psicólogos que trabajamos con terapias basadas
en evidencia, es decir que han probado ser eficaces y efectivas en el ámbito clínico a bajo
costo y mayor beneficio para el paciente, nos encontramos trabajando con pacientes como en
etapas, y la organización del calendario, el tiempo y las actividades es crucial, ya que es la
vida, el día a día de la persona. Los conflictos que muchas veces observo en la clínica es la
dificultad de realizar actividades anheladas o deseadas ya sea por una mala organización del
tiempo, una inconsistencia en las actividades en cuanto a lo que la persona considera
importante o no, sus valores, y muy frecuentemente las dificultades interpersonales, las fallas
en la cognición social o empatía, que traen consecuencias como la falta de apoyo social por
ejemplo para organizarse y llevar a cabo las metas propuestas.

Para ir finalizando, es importante destacar y atender a cuestiones cruciales para crear estilos
de vida saludables: Buena planificación, organización del tiempo, jerarquización de problemas
a resolver, listado de recursos con los que se cuentan (personales, familiares, económicos),
toma de decisiones realista y a tiempo enfocada en las situaciones propias (no usando
formulas ajenas) y contar con apoyo social, familiar, interpersonal para lograr una mayor
sensación de bienestar.

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