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INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR GUAYAQUIL.

Nombre: Christian Sangucho

Curso: 6 “B”

Fecha: 23/01/2018

Docente: Ing. Vladimir Miranda

Tema: Aditivos para los lubricantes.

ADITIVOS

Las bases por sí solas no cubren todas las necesidades que se exigen en la actualidad a los
aceites para motor; por lo cual son formuladas con químicos, conocidos como "aditivos". Estas
sustancias químicas deben presentar las siguientes propiedades:

- Solubles en hidrocarburos, manteniendo la solubilidad en el rango de temperatura al


cual trabaja el lubricante. La solubilidad debe ser total y rápida.

- Insolubles y no reactivos en soluciones acuosas.

- Coloración clara.

- Baja volatilidad.

- Inodoros.

- Estables durante la mezcla, almacenamiento y uso del lubricante. No deben hidrolizarse


ni descomponerse a elevadas temperaturas.

- Compatibles entre sí, sin mostrar cambio de color o formación de compuestos


insolubles.

- Flexibles, lo cual implica que los aditivos puedan formar parte de un paquete sin perder
sus propiedades.

- Activos a la temperatura requerida por el sistema.

La acción de los aditivos para lubricantes se puede resumir en:

- Proteger al lubricante de cambios químicos, tal como la oxidación del aceite.


- Proteger la maquinaria del ataque de los productos de la combustión y/o de las posibles
fallas del combustible o lubricante.

- Mejorar o añadir más propiedades físicas al lubricante, tal como mejorar la fluidez del
aceite.

Aditivo Antiespumante:

La función de este aditivo como su nombre lo indica es evitar la formación de espuma. La


misma es un cúmulo de burbujas, el aditivo impide la generación de estas burbujas y por ende
la consecuente espuma. Es bueno detenernos a reflexionar un momento en las siguientes
cuestiones:

¿Qué hay dentro de la burbuja?

Dependiendo del tipo de mecanismo y las temperaturas del sistema, dentro de las burbujas
podemos encontrarnos con dos cosas:

>Si se tratara de un mecanismo hidráulico o similar donde el aceite fuera “batido” se


incorporaría aire al mismo y al quedar atrapado formar las burbujas. En un circuito hidráulico
(por ejemplo, el de la pala de una maquinaria de movimientos de suelo) esto se traduciría en
un comportamiento errático de los mecanismos debido a la presencia de estas burbujas.

>En el caso de un motor o una transmisión (que trabajan además a altas temperaturas) dentro
de las burbujas que se generan en el seno del lubricante en contacto con las partes más calientes,
lo que encontraremos es “vapor de aceite”. El lubricante cambia su estado de agregación,
pasando de líquido a vapor, este vapor de aceite forma burbujas y la acumulación de dichas
burbujas genera espuma.

¿Qué hay de malo en que se formen las burbujas?

Como se menciona anteriormente, en el caso de un circuito hidráulico la primera consecuencia


evidente será la pérdida de rendimiento del mecanismo, ineficacia en la transmisión de potencia
hidráulica.

Ahora es momento de volver a reflexionar un poco acerca de las burbujas y la espuma.

Si tomamos el caso de un motor de combustión interna y suponiendo que en la película


lubricantes que se halla entre el cilindro y el pistón se generaran burbujas, ¿qué sucedería?
Dentro de la burbuja existe vapor de aceite. El lubricante al pasar de líquido a vapor se expande
alrededor de 1200 veces (aumenta su volumen) como consecuencia en el espacio que ocupa la
burbuja hay 1200 veces menos aceite del que debiera. Al destruirse la burbuja, las partes
metálicas entrarían en contacto, produciéndose fricción, aumento de la temperatura y
eventualmente desgaste.

Reserva Alcalina:

La reserva alcalina es la encargada de contrarrestar la presencia de los contaminantes generados


en la combustión.

Cabe recordar que en la combustión se forman compuestos ácidos que deben ser neutralizados
para no causar daños (corrosión) a las piezas del motor. Las partículas que se forman al
reaccionar la reserva alcalina con los ácidos producidos en la combustión son mantenidas en
suspensión por el aditivo dispersante, para no generar inconvenientes posteriormente.

Dispersante:

El aditivo dispersante cumple la función de evitar que los contaminantes presentes en el aceite
(por ejemplo, los ácidos neutralizados por la reserva alcalina, partículas de carbón, etc.) se
aglutinen formando partículas de mayor tamaño. Si las partículas de contaminante no fueran
dispersadas podrían obstruir el filtro de aceite, depositarse en el cárter e incluso ocluir las
galerías de lubricación.

¿Cómo funciona el aditivo?

Las partículas poseen carga eléctrica, como pequeños imanes, una parte cargada positivamente
y la otra negativamente, las partículas pequeñas se atraen de esta manera formando núcleos
cada vez de mayor tamaño. El dispersante hace que las partículas se comporten de manera tal
que la carga sea la misma, todas positivas, por ejemplo, de esta manera al igual que los imanes
las partículas se repelen entre si impidiendo la creación de partículas contaminantes de mayor
tamaño.

Detergente:

Los detergentes mantienen cierto tipo de contaminantes (por ej. los denominados barnices)
solubilizados en el aceite impidiendo además a la adhesión de éstos a las partes del motor. En
ciertos casos estos aditivos solubilizan (limpian) depósitos de contaminantes en motores que
con anterioridad hubieran utilizado un lubricante que causara los mismos.

Antioxidante:

La oxidación es una forma de deterioro químico de los productos derivados del petróleo que
comprende la adición de átomos de oxígeno y es acelerada a temperaturas sobre los 70 ºC. Por
cada 10 ªC que se eleve la temperatura la velocidad de la reacción de oxidación se duplica.
Tengamos en cuenta que la temperatura media del lubricante en el motor ronda los 100ºC,
registrándose en ciertos sectores temperaturas que alcanzan inclusive los 200ºC. La oxidación
también es promovida y catalizada por metales como cobre y otros. Los radicales peroxil que
son los productos iniciales de la oxidación son, por sí mismo, agentes oxidantes.

Desactivadores Metálicos:

La velocidad de reacción para la oxidación de la base lubricante es acelerada por metales.


Muchos de estos elementos provienen de los aditivos del lubricante y otros provienen de la
corrosión y contaminación del lubricante. Los desactivadores de metales tienen la función de
reducir esta velocidad de reacción, mediante la formación de una capa inactiva en la superficie
del metal. Los desactivadores de metales son aditivos orgánicos polares que contienen
nitrógeno, azufre, aminas y fosfitos como átomos o grupos de átomos donadores para enlazarse
al metal y formar la especie compleja inactiva.

Antifricción:

La fricción entre superficies metálicas provoca el decapado o la remoción de las capas


metálicas superficiales de un motor. Los aditivos antifricción son muy polares y se utilizan para
mantener una capa protectora entre las partes movibles de un motor, sometido a condiciones
de alta temperatura y stress, reduciendo la fricción entre estas partes (el contacto metal-metal).

Modificadores De Fricción:

Los aditivos modificadores de fricción alteran el coeficiente de fricción del aceite de


lubricación. Estos aditivos son utilizados para optimizar el consumo de combustible.

Anticorrosivos:

Los inhibidores de corrosión son sustancias especiales que se les añaden a la base lubricante
para suministrarle mejores propiedades de adhesión. Hacen que el lubricante mejore sus
propiedades para adherirse a la superficie metálica interna de un motor (evitando la corrosión
de los metales) ya que forman una barrera que evita el contacto de la superficie metálica con
el agua y otros ácidos extremadamente corrosivos (que se forman en el aceite de lubricación).

Elevador de índice de viscosidad:

El índice de viscosidad es un valor adimensional (no posee unidad de medida) y es el resultado


de una fórmula que se basa en la relación de la variación de la viscosidad en función de la
variación de la temperatura del lubricante.

La variación de la temperatura es inversamente proporcional a la variación de la viscosidad,


vale decir, al aumentar la temperatura del lubricante disminuye su viscosidad. Los elevadores
de índice de viscosidad “amortiguan” dicha variación haciendo que al registrarse un aumento
de la temperatura no disminuya tan marcadamente la viscosidad.

El elevador de índice imparte en el aceite mejor fluidez de este a temperatura ambiente, de esta
manera el lubricante puede llegar más rápidamente a los lugares de mecanismo donde se
requiere su presencia. Por tal motivo es que un aceite multigrado de alto índice de viscosidad
sea más fluido (parezca más liviano) que uno normal o monogrado. En el caso de un motor
esto favorece el arranque en frío. A elevadas temperaturas la viscosidad no disminuye tan
drásticamente a medida que la ésta aumenta, mejorando la protección de la película de
lubricante.

El aditivo, que es un polímero de alto peso molecular, se dilata aumentando su tamaño a medida
que la temperatura aumenta reduciendo la velocidad de movimiento de las moléculas en el seno
del aceite.

Depresor del punto de escurrimiento:

Los aceites minerales poseen compuestos parafínicos, que a bajas temperaturas desmejoran la
libertad de fluir del lubricante.

Como el nombre lo indica, estos aditivos rebajan el punto de congelación y el punto de


escurrimiento del lubricante y aseguran el flujo de este a bajas temperaturas. Cuanto menor sea
el pour point, mejor es el lubricante para trabajar en invierno ya que presenta mejor fluidez a
bajas temperaturas.
Bibliografía:

Aditivos para lubricantes. <http://www.wander.com.ar/wp-


content/uploads/2011/02/revista_4.pdf >. Recuperado el 22 de enero de 2018.

Aditivos para lubricantes para motores a gasolina.


<http://www.firp.ula.ve/archivos/cuadernos/S831B.pdf >. Recuperado el 22 de enero de 2018.

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