Universidad de las Américas

Escuela de psicología
Facultad de ciencias sociales

Fenomenología y psicoterapia humanista - existencial

Nombre: Mariana Castillo

Docente: Susana Pérez
Asignatura: psicología humanista
 Universidad de las Américas
Escuela de psicología
Facultad de ciencias sociales

Para comenzar es importante destacar el planteamiento de que los psicoterapeutas

humanistas existenciales no conocen en su mayoría los verdaderos lineamientos filosóficos
que rondan en relación a la fenomenología, a pesar de que se dice que es su fundamento
epistemológico.
Ahora bien, para hablar de fenomenología se debe tener en cuenta que no existe una sola
realidad estática ya que dentro de esta corriente, tal como lo plantea Edmund Husserl,
existen procesos psíquicos que son intencionados por el ambiente que nos rodea. Por lo
cual existe una dicotomía entre sujeto y objeto; a partir de lo cual, el sujeto crea su propia
interpretación del mundo externo, configurando así su mundo psíquico interno, por lo tanto
las experiencias que las personas vivencian siempre estarán influenciadas por el mundo
exterior circundante a la vida de la persona, no es algo separable de sus pensamientos o
incluso de sus abstracciones pues todo se encuentra relacionado o mediado por el entorno
social. Experiencia y fenómeno se influencian constantemente, implicando una forma de
desarrollarse según la vivenciado previamente causada por ciertos fenómenos; respecto a
eso, es imprescindible destacar que todas las personas poseen mecanismos diversos de
afrontar las cosas o de entender la vida de acuerdo a sus propias configuraciones de
experiencia – fenómeno. Respecto a este punto el psicoterapeuta humanista existencial debe
comprender esta concepción de la diversidad humana y trabajar bajo ese constructo de
persona, sin anteponer juicios valóricos ni éticos en su relación con el cliente y ante lo que
este exprese ya que comprende que todos poseen distintas configuraciones de experiencia
ante la vida, incluso debe asumir que él como terapeuta también posee sus propias
limitaciones. Se habla así, en fenomenología de la “epoche” lo cual le exige al terapeuta
agudizar su capacidad de conciencia para que no interfiera en su relación con el cliente su
conocimiento previo, ya sea metodológico, teórico o vivencial debido a que sesgaría el
acercamiento con este. Por consiguiente el énfasis en este modelo esta dado en entender y
aceptar la diversidad de cada individuo y trabajar sobre el potencial que posee cada uno
para afrontar sus problemáticas y/o conflictos.
En relación a otro punto importante, vale decir que el modelo humanista existencial no deja
de lado el pasado y el futuro de la persona para centrarse solo en el presente como lo hacen
otras orientaciones con visión humanista del cliente. Por el contrario, este modelo acepta
que el pasado y futuro es parte de las configuraciones fenoménicas que realiza cada
persona, por lo cual es parte también de su objeto de estudio y de trabajo sin renegar de
este.
Respecto a mi postura como estudiante de psicología frente a lo planteado en el texto,
concuerdo con la idea de que todas las personas poseemos distintas formas de interpretar el
medio que nos rodea y las cosas que nos suceden, además de tener diversas formas de
enfrentar problemáticas y desenvolvernos en el mundo social. También me hace sentido de
que esta forma de actuar se relacione con la experiencia, sin embargo no comparto la idea
de que toda acción se encuentre mediada por esto, incluso el futuro, ya que se plantea en
otras áreas de la psicología, como por ejemplo en las fases de niñez temprana de psicología
del desarrollo, que toda las personas traen consigo un temperamento que es una cierta
característica en la forma de ser innata, y que con la influencia de la experiencia luego se va
 Universidad de las Américas
Escuela de psicología
Facultad de ciencias sociales

configurando el carácter. Además de poseer una herencia genética de donde puede venir
dado el temperamento que se plantea que viene con nosotros de forma preconcebida.
No concuerdo con la creencia de que somos tabulas razas y nuestros estilos de pensamiento
o formas de interactuar o enfrentar el medio se configuren solo a través de la experiencia
exterior, ya que si así fuese ¿no sería esta una sociedad más uniforme? Tal vez no existirían
muchas divergencias sociales y hasta trastornos relacionados con la conducta y el mundo
psíquico, pues todos nos comportaríamos acorde a la norma social establecida y no se
realizarían muchos juicios o críticas respecto a muchas temáticas.