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34. Concepto de forma: El profesor Fausto Rico, nos menciona que la forma “...es la manera de
manifestar la voluntad”.
Por otra parte, el CC vigente para el DF, en los artículos, del 1832 al 1834 lo siguiente con respecto
a la forma:
“Artículo 1832. En los contratos civiles cada uno se obliga en la manera y términos que
aparezca que quiso obligarse, sin que para la validez del contrato se requieran formalidades
determinadas, fuera de los casos expresamente designados por la ley.
Artículo 1833. Cuando la ley exija determinada forma para un contrato, mientras que éste
no revista esa forma no será válido, salvo disposición en contrario; pero si la voluntad de las
partes para celebrarlo consta de manera fehaciente, cualquiera de ellas puede exigir que se
dé al contrato la forma legal.
Artículo 1834. Cuando se exija la forma escrita para el contrato, los documentos relativos
deben ser firmados por todas las personas a las cuales se imponga esa obligación.
i. Forma escrita: en la Teoría de las obligaciones se prevé que siempre que se exija
la forma escrita, deberá observarse lo dispuesto en articulo 1834 ya referido.
La Firma:
La forma escrita posee una amplia gama de modalidades. De menor a mayor rigor
pueden citarse las siguientes: escrito privado otorgado ante testigos y ratificado
ente notario público y escrito público otorgado ante testigos. Su diferencia esencial,
reside en que el primer es redactado por los interesados o por sus abogados; la
segunda es elaborada y autorizada por el Notario con sujeción a la Ley de la materia.
36. Distingue entre forma, formalidad y solemnidad: Formalidad es el requisito de forma que la Ley
establece para la validez de un acto jurídico. Solemnidad es el requisito de forma que la Ley
establece para que haya un acto jurídico: solemnidad es la forma elevada a elemento de esencia. La
falta de cumplimiento d una formalidad acarrea la anulabilidad del contrato, el incumplimiento de
la solemnidad, ocasiona que no haya contrato. La única diferencia entre formalidad y solemnidad,
es la consecuencia que el ordenamiento jurídico atribuye a su inobservancia: nulidad relativa en el
primer caso, inexistencia en el segundo. Es importante aclarar que, si bien todos los contratos
revisten una forma, pero no todos deben de satisfacer una formalidad o una solemnidad, sólo
cuando la Ley así lo exija.
37. Explica la clasificación de los contratos según su forma: para esta clasificación de contratos, se
utiliza como criterio de distinción, la necesidad de que un contrato deba o no satisfacer requisitos
de forma para ser eficaz. Este criterio permite distinguir cuatro tipos de contratos: los consensuales,
los formales, los reales y los solemnes.
El artículo 1796 nos refiere que, los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento,
excepto aquellos que deben revestir una forma establecida por la Ley.
b. Contratos formales: aquellos que deben de satisfacer requisitos de forma para ser
válidos. El CC lo conceptualiza en su artículo 1795:
Resulta erróneo presuponer que la formalidad implique que el contrato deba de celebrarse
necesariamente por escrito, la Ley será la que dé la pauta para su perfeccionamiento. Como
lo refiere el siguiente numeral del CC:
“Artículo 2858. Para que se tenga por constituida la prenda, deberá ser entregada
al acreedor, real o jurídicamente.”
Es de la esencia de los contratos reales que la falta de la entrega del bien ocasione la falta
de contrato.
d. Contratos solemnes: aquellos que deben de satisfacer requisitos de forma para tener
esencia.
El primero, que, en los supuestos de novación o hipoteca tácita, la falta de contrato de debe
a la falta de consentimiento.
El segundo, que, en los supuestos de novación o hipoteca tácita, la falta de contrato se debe
a la falta de cumplimiento de un requisito de forma establecido en la Ley (forma expresa).
De seguir este criterio, necesariamente de verá de concluirse que la novación y la hipoteca
con contratos solemnes.
38. Señala qué forma deben revestir los actos jurídicos que modifiquen o extingan contratos
formales. La ley del Notariado para el Distrito Federal (LNDF), resuelve de manera parcial esta
cuestión, ya que dispone que los actos jurídicos que se hubieren celebrado en escritura pública sólo
pueden modificarse o darse por terminados observando la misma formalidad:
“Artículo 120.- Cuando se revoque, rescinda o modifique un acto contenido en una escritura,
se deberá extender una nueva escritura y se realizará la anotación o la comunicación que
procedan en los términos previstos en el artículo anterior, para que se haga la anotación
correspondiente.”
Tocante a los contratos formales que no deban celebrarse en escritura pública, cuando la Ley no
exija una forma específica para la modificación o extinción de un contrato formal, podrá observarse
cualquier forma. Esto fundado en la interpretación de los artículos 1796 y 1832 anteriormente
transcritos, que establecen el principio de consensualidad. Cualquier excepción a este principio
debe constar expresamente en la Ley.
39. Acción PRO FORMA
a. ¿Qué significa la acción pro forma? Perite a uno de los contratantes demandar a otro la
formalización del contrato para el caso de que hayan incumplido un requisito de forma. Se
encuentra regulada en dos artículos del CC vigente:
“Artículo 1833. Cuando la ley exija determinada forma para un contrato, mientras
que éste no revista esa forma no será válido, salvo disposición en contrario; pero si
la voluntad de las partes para celebrarlo consta de manera fehaciente, cualquiera
de ellas puede exigir que se dé al contrato la forma legal.”
“Artículo 2232. Cuando la falta de forma produzca nulidad del acto, si la voluntad de
las partes ha quedado constante de una manera indubitable y no se trata de un acto
revocable, cualquiera de los interesados puede exigir que el acto se otorgue en la
forma prescrita por la ley.”
b. Señala los requisitos para que prospere esta acción. En canto a los requisitos legales,
conforme a los artículos 1833 y 1232 ya citados, el ejercicio de la acción pro forma está
supeditado al cumplimiento de dos requisitos: que la voluntad conste de manera fehaciente
o indubitable y que el contrato cuya formalización se demande no se revocable.
Desde el punto de vita coloquial ambos términos son utilizados como sinónimos y
designan aquello respecto de lo cual “no hay lugar a duda”.
Desde el punto de vista estrictamente semántico, fehaciente significa “que hace fe,
fidedigno” e indubitable significa “que no puede dudarse”.
En la opinión del autor, debe de optarse por el sentido coloquial de las palabras
indicadas, ya que de seguir el semántico, el radio de acción y la utilidad de la actio
pro forma se verá drásticamente reducidos.
Son absolutamente revocables los actos que una parte puede darlos por terminado
total o parcialmente en cualquier momento y sin necesidad de que se actualicen
hipótesis legales que lo autoricen.
Son relativamente revocables los actos que una parte puede darlos por terminados
sólo si se actualiza una hipótesis legal que lo autorice.
Tratándose de actos que pueden ser revocados por cualquiera de los contratantes
la actio pro forma será improcedente en todos los casos.
Tratándose de los actos que sólo puedan ser revocados por unos de los contratantes
la actio pro forma será procedente si es ejercida por el contratante que tiene el
derecho de revocación.
Novena Época
Registro: 190897
Instancia: Primera Sala
Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XII, Noviembre de 2000
Materia(s): Civil
Tesis: la./J. 14/2000
Página 11
“ACCIÓN PRO FORMA. LA EXHIBICIÓN DEL PRECIO ADEUDADO ES UN
REQUISITO DE PROCEDENCIA DE ÉSTA.
Este criterio de la Corte es objetable, son embargo, debe tenerse presente cuando
se promueva la actio pro forma respecto de contratos bilaterales.
vi. Consecuencias jurídicas de la acción pro forma. El ejercicio de la actio pro forma,
puede dar lugar a que se condene al demandado a cumplir las formalidades
omitidas. Conforme al Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal
(CPCDF), si el condenado se niega a otorgar un instrumento, en su rebeldía podrá
otorgarlo el Juez:
40. ¿Qué es la forma convencional? Es el requisito acordado por las partes para la
celebración de un contrato, superior al exigido por la Ley.