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En la aviación general la mayoría de los equipos de radio utilizados son de muy alta frecuencia
o VHF (very high frecuency). Es decir, son equipos de radio que operan en un entorno
determinado de la banda de frecuencia muy alta (VHF), cuya capacidad de emisión y recepción
les permite el intercambio vocal de información. Al entorno de frecuencias utilizado para las
comunicaciones se le conoce como VHF-COM, correspondiendo al entorno de frecuencias
utilizadas para la radionavegación el apelativo VHF-NAV. Con objeto de facilitar el estudio de la
radiocomunicación y como introducción a la radiotelefonía y comunicaciones, a continuación
se incluyen algunos principios básicos relacionados con las ondas de radio y específicamente
las correspondientes al espectro de frecuencias conocido como de VHF. Asimismo, de manera
genérica, se incluye el manejo de los equipos de radio utilizados en las comunicaciones
aeronáuticas (VHF-COM).
Resumiendo, una vibración que se propaga por el medio de que se trate recibe el nombre de
movimiento ondulatorio, Siendo la onda la posición que adopta en cada instante, en este
medio, la citada vibración.
Por ejemplo, las vibraciones mecánicas de un foco sonoro en el medio gaseoso aire producen
un conjunto de movimientos regulares que se propagan a una determinada velocidad y
permiten que el sonido llegue a nuestros oídos a través de este medio. Estas ondas
(longitudinales o de presión) provocan un conjunto de variaciones de presión en la membrana
del oído induciendo en el tímpano vibraciones de igual frecuencia que las originales que, por
medio de terminaciones nerviosas, producen en el cerebro lo que se conoce como sonido.
(Fig. 1.1.)
(Fig. 1.2.)
La perturbación o desplazamiento que sufre cualquier elemento del medio depende tanto de
la distancia al centro de la perturbación como del tiempo, correspondiendo la frecuencia al
número de ondas completas (ciclos) que se repiten por segundo (frecuencia de Oscilación). Por
ejemplo, si se tiene en cuenta que, por definición, una Onda completa por segundo equivale a
1 hertzio (1 Hz), una frecuencia de 6 hertzios correspondería a la repetición de 6 ciclos.
(Fig. 1.3.)
Por ejemplo, la frecuencia aeronáutica de emergencia de VHF es de 121,5 MHz. frecuencia que
equivaldría a 121,5 millones de ondas de radio viajando cada segundo.
La fórmula que liga la velocidad de las ondas de radio, la longitud de onda y la frecuencia,
teniendo en cuenta que la velocidad de propagación de las ondas de radio es la de la luz, es la
siguiente:
Además del campo de fuerza gravitatorio, en la naturaleza existen los campos de fuerza
eléctrico y magnético. Fenómenos magnéticos variables se producen a causa de cambios en el
campo eléctrico o a las fuerzas generadas por cargas eléctricas en movimiento. Por Su parte,
fenómenos eléctricos o corrientes inducidas tienen lugar a causa de cambios en los campos
magnéticos.
No obstante, aunque las ondas de radio se basan en el proceso anteriormente apuntado, hasta
que la frecuencia de la corriente alterna en el conductor no alcanza determinado valor, los
campos magnéticos creados son muy débiles, apareciendo y extinguiéndose en cada periodo.
A partir de aproximadamente 104 Hz o ciclos por segundo, el proceso comienza a cambiar. En
efecto, los campos magnéticos no se extinguen completamente en cada ciclo sino que, tras las
sucesivas ondas, el conductor (antena) comienza a radiarlos.
Por tanto, para que las ondas puedan ser radiadas la corriente alterna debe ser como mínimo
de 104 Hz. Los primeros equipos de radio, debido a las dificultades técnicas, solamente
operaban en las frecuencias baja (LF) y media (MF). Con el aumento de la potencia de los
generadores, paulatinamente, se logró que la antena pudiera radiar en frecuencias altas (HF) y
posteriormente, durante la 2ª Guerra Mundial, en las de muy alta frecuencia (VHF) y en las de
ultra alta frecuencia.
(Fig. 1.4)
Antes de continuar con las características de las diferentes bandas de frecuencia, en especial la
de uso común en la radiotelefonía o de VHF, es preciso estudiar los diferentes tipos de ondas
de radio.
Ondas de tierra.
Ondas celestes, ionosféricas, aéreas, indirectas o reflejadas. A las ondas no refractadas
por la ionosfera se las considera “ondas espaciales”.
Las ondas de tierra se refieren a aquellos tipos de propagación en los que no se encuentran
incluidas las ondas refractadas por la ionosfera. Incluyen la propagación hasta la antena
receptora de tres tipos de ondas: de superficie, directas y reflejadas (Fig.1.5).
Las ondas de superficie, debido a la difracción, suelen seguir la curvatura de la tierra. Además,
cuando encuentran obstáculo en su camino y la longitud de onda supera las dimensiones del
obstáculo las ondas tienden a adaptarse a su curvatura, bordearlo o rodearlo. Por tanto, las
ondas de la banda de HF con larga longitud de onda pueden transmitirse del modo apuntado,
no así las de VHF en la que sus ondas suelen ser absorbidas por el obstáculo.
(Fig. 1.5)
Las ondas al pasar sobre la tierra inducen una corriente eléctrica, voltaje que atenúa su
propagación. Por este motivo, el alcance de las ondas de tierra depende de la conductividad de
la zona que recorren. Por ejemplo, un terreno con baja conductividad (seco, arenoso, rocoso)
atenúa más las ondas de radio que el agua (menor atenuación sobre agua salada) u otro
terreno llano o con conductividad superior (calcáreo, arcilloso). En estas circunstancias, las
frecuencias bajas permiten establecer mejor comunicación que las altas.
Las ondas directas son aquellas componentes de las ondas de tierra susceptibles de
propagarse de manera directa desde la antena emisora a la receptora. El alcance de este tipo
de ondas se encuentra limitado por la línea óptica o de visión, y continúan propagándose hasta
que encuentran un obstáculo o recorren una apreciable distancia desde su emisión. No
obstante, su alcance suele encontrarse ligeramente incrementado por la difracción y
refracción de la onda sobre la superficie terrestre.
En cuanto a las ondas reflejadas por la tierra, corresponden a aquellas ondas que llegan a la
antena receptora después de haber sido reflejadas por la superficie de la tierra. Si estas ondas
reflejadas llegan en fase con la onda directa la señal se incrementa (efecto de trayectoria
múltiple), atenuándose cuando la señal directa y la reflejada se encuentran desfasadas.
Las ondas celestes, ionosféricas, aéreas, indirectas o refractadas, son aquellas ondas que
después de emitidas al espacio, a causa de fenómenos atmosféricos, son refractadas o
dirigidas nuevamente hacia la tierra. Este proceso tiene lugar en la ionosfera, donde los rayos
ultravioletas procedentes del sol ionizan las moléculas de aire (Fig. 1.6).
(Fig. 1.6)
La transmisión de las ondas celestes es más frecuente cuando se utilizan las frecuencias de la
banda de alta frecuencia o HF (entre 3 MHz y 30 MHz). Por encima de los 30 MHz las ondas no
suelen “rebotar”, perdiéndose en el espacio. Cuando una onda celeste es refractada hacia la
tierra una parte de su energía es absorbida por esta, el resto vuelve a ser reflejado de nuevo
por la tierra hacia la ionosfera. Este proceso continuo de refracciones ionosféricas y reflexiones
terrestres permite que las ondas de radio puedan ser recibidas a gran distancia del emisor.
Entre la zona de recepción de las ondas de tierra y aquella en la que las ondas celestes
comienzan a alcanzar la tierra existe una zona en la que las señales procedentes de un emisor
no pueden ser recibidas. Esta zona recibe el nombre de zona de silencio (radio).
Por su parte, a la distancia en la que no son utilizables las ondas celestes se la denomina
distancia de salto o de mala recepción, abarca desde la antena emisora hasta el final de la zona
de silencio (Fig. 1.7). Esta distancia depende de la frecuencia de operación, grado de ionización
y ángulo de incidencia de las ondas en la ionosfera.
(Fig. 1.7)
Estas trayectorias cuando llegan en fase refuerzan la señal. No obstante, como han seguido
caminos diferentes desde su inicio, es frecuente que estorben entre sí y lleguen desfasadas a la
antena receptora, provocando desvanecimientos en la señal.
Durante el recorrido hacia la tierra, cuando la onda de radio entra en la capa cálida Situada
debajo de la fría o topa con la tierra, es refractada o reflejada hacia arriba. Vuelve a comenzar
un proceso, de refracciones o reflejos, susceptible de provocar que las emisiones en las bandas
de VHF y UHF puedan propagarse mucho más allá de sus límites habituales de “línea de
visión”.
ELF. Esta banda se extiende desde los 3 a los 30 Hz. Se propaga a través de la tierra. Necesita
mucha potencia de emisión y “campos” de antenas. Su alcance es del orden de 10.000 Km. Se
utiliza para comunicaciones con submarinos.
SLF. Esta banda se extiende desde los 30 a los 300 Hz. Se utiliza en la comunicación submarina.
ULF. Esta banda se extiende desde los 300 a los 3.000 Hz. Se utiliza para señales de audio en
telefonía.
VLF. Esta banda se extiende desde los 3 a los 30 kHz. Se utiliza para navegación (sistema
Omega) y para comunicaciones submarinas. Su alcance es del orden de 10.000 Km.
LF. Esta banda se extiende desde los 30 a los 300 kHz. Se utiliza para navegación y para
comunicaciones de media distancia, aproximadamente entre 2.000 y 10.000 km.
MF. Esta banda se extiende desde los 300 a los 3.000 kHz. Puede propagarse como onda de
tierra, onda directa y espacial. Se utiliza en radionavegación, comunicaciones de media
distancia y emisoras comerciales (530 a 1.600 kHz). Como onda de tierra su alcance
aproximado puede oscilar entre 150 y 1.500 km y como celeste alcanzar distancias del orden
de 5.000 km.
HF. Esta banda se extiende desde los 3 a los 30 MHz. Puede propagarse como onda de tierra y
espacial. Se utiliza para radiotelefonía de larga distancia, emisoras de onda corta,
radioaficionados, etc.
Como onda de tierra su alcance aproximado puede oscilar entre 50 y 600 km y como celeste,
dependiendo de la frecuencia utilizada y de las adecuadas condiciones rneteorológicas e
ionosféricas, puede llegar a alcanzar todo el globo terrestre. Su uso aeronáutico está
decayendo gradualmente a causa de la comunicación por satélite.
VHF. Esta banda se extiende desde los 30 a los 300 MHz. Su propagación se limita,
principalmente, a la línea óptica o de visión. Se utiliza para radiotelefonía de corta distancia,
radar, televisión, radionavegación, etc. Su alcance se encuentra limitado por la curvatura de la
superficie de la tierra, obstáculos y montañas.
Para la adecuada recepción de una señal VHF debe existir una línea de visión entre las antenas
de las estaciones emisora y receptora. Por ejemplo, entre una estación en tierra y una estación
de aeronave, entre dos estaciones de aeronave, etc.
Además, la existencia de la línea óptica o de visión entre las antenas del emisor y receptor no
garantiza que la señal de VHF pueda llegar al receptor; será necesario un emisor
suficientemente potente para compensar la atenuación de la señal con la distancia.
Como se ha indicado, las ondas de radio cuando son capaces de atravesar la ionosfera reciben
el nombre de “ondas espaciales”. Estas ondas son utilizadas por sistemas de navegación antes
de que lleguen a la ionosfera.
Por ejemplo, el sistema VOR utiliza frecuencias de VHF entre 108 y 118 MHz, en el ILS el
localizador utiliza frecuencias de VHF y la senda de planeo de UHF, el DME utiliza frecuencias
de UHF etc.
En el caso del sistema de posicionamiento global (GPS), los errores debidos al paso de las
ondas por la ionosfera son compensados por el sistema.
En la figura 1.8 se aprecia que para que pueda existir comunicación entre dos estaciones debe
existir una línea de visión entre las antenas de las estaciones emisora y receptora. Obsérvese
cómo se incrementa la capacidad de comunicación con la altura.
(Fig. 1.8)
UHF. Esta banda se extiende desde los 300 a los 3.000 MHz. Puede propagarse siguiendo la
lihea óptica, por satélite, dispersión troposférica, etc. Dependiendo de su propagación, su
alcance varía sensiblemente. Se utiliza para comunicaciones, televisión, navegación, radar
(SSR), telefonía, hornos microondas, etc.
SHF. Esta banda se extiende desde los 3 a los 30 GHz. Su alcance puede variar desde la línea
óptica (microondas terrestres) a miles de kilómetros con la utilización de satélites. Se utiliza
para radar, comunicaciones por satélite, sistema de aterrizaje por microondas (MLS), etc.
EHF. Esta banda se extiende desde los 30 a los 300 GHz. Se utiliza para radar, sistemas
avanzados de comunicaciones por satélite, teledetección, etc.
El proceso por el cual características, propiedades o parámetros de una señal (onda original)
Sufren una variación proporcional con respecto a otra segunda señal, recibe el nombre de
modulación. La modulación es, en realidad, una combinación de señales.
En la figura 1.9 se indica la modulación de la onda portadora por un monosonido recogido por
un micrófono. En efecto, la señal sinusoidal de audio frecuencia modula la onda portadora y
determina tanto en la parte positiva (+) como en la negativa (-), en consonancia con la
sinusoide moduladora, las sucesivas crestas de amplitud de la onda modulada.
(Fig. 1.10)
En la FM la frecuencia de la onda modulada cambia para reproducir una señal de audio. Con
este tipo de modulación no suelen existir problemas de interferencia ya que los ruidos
parásitos no modifican la frecuencia de la portadora. Por su parte en la AM sí se producen
fenómenos de interferencia, a causa de la variación que ocasionan, en la amplitud de la onda
modulada, las ondas electromagnéticas. Esta variación puede proceder de aparatos eléctricos,
motores, tormentas, etc. Se manifiesta por la adición a la onda modulada de series aleatorias
de chasquidos.
Otra característica de la onda portadora que puede ser variada, además de la amplitud y la
frecuencia (FM), es el ángulo de fase de la onda portadora en proporción a los valores de la
onda moduladora. Esta variación caracteriza a la denominada modulación de fase. En cuanto a
la modulación por impulsos indicar que, en este caso, la onda moduladora actúa sobre la onda
portadora como una sucesión o tren de impulsos.
Para solucionar el problema se recurre a convertir, sin pérdida de información, las bajas
frecuencias del habla en frecuencias más elevadas (del orden de megahertzios). Para ello, se
mezclan las frecuencias del habla (por ejemplo las procedentes de un micrófono) con una
señal portadora de alta frecuencia. De este modo, se obtiene una señal suficientemente
potente susceptible de ser radiada desde una antena.
(Fig. 1.11)
1.11. Transmisores/Receptores VHF de comunicaciones
Las aeronaves suelen estar equipadas con, al menos, un transmisor/receptor que funciona en
la banda VHF de comunicaciones. La antena de la aeronave recibe todas las radiofrecuencias
VHF No obstante, el equipo de radio, por medio del correspondiente dispositivo de selección
de frecuencias, activa solamente la frecuencia que se desea utilizar. Las señales de la
frecuencia elegida que se reciben son demoduladas para poder aislar de la onda portadora la
información sonora. Información que, una vez amplificada y convertida en ondas sonoras,
podrá ser escuchada por medio del correspondiente altavoz o auriculares.
En los equipos de radio la selección de frecuencias se puede realizar, dependiendo del equipo
de que se trate, por medio de coronas concéntricas rotatorias, teclas, botones digitales, etc.
(Fig. 1.12)
En la figura 1.12 se puede apreciar un equipo VHF-COM de uso común en muchas aeronaves
modernas. El funcionamiento de este moderno equipo receptor/transmisor VHF de
comunicaciones, muy utilizado en aeronaves de la aviación general, es el siguiente:
Encendido. Al girar el botón ON / OFF/ Volumen en el sentido de las agujas del reloj se escucha
un “click” y se enciende el equipo. Aparecen en pantalla las frecuencias “en uso” y
“alternativa” seleccionadas cuando se apagó. Es importante que el equipo sea encendido
solamente después de la puesta en marcha del motor, de otro modo existe la posibilidad de
dañar algún circuito.
Transmisión. Durante la transmisión, para indicar la utilización del micrófono, aparece una “T”
entre la frecuencia en uso y la alternativa.
Ajuste de frecuencia. La frecuencia alternativa (STB) puede Ser cambiada usando la corona
selectora de frecuencias. La corona exterior controla los cambios en incrementos de 1 MHz. La
interior, dependiendo del modelo de equipo de radio, controla los cambios en incrementos de
50 kHz cuando se pulsa y en incrementos de 25 kHz cuando se tira de ella (información de dos
decimales en pantalla). En otros modelos los incrementos correspondientes son de 25 kHz y de
8,33 kHz (información de tres decimales en pantalla). El modelo de la figura es del tipo 50 kHz /
25 kHz de dos decimales en pantalla.
Un sistema de reiniciación cíclica permite que, por debajo del límite inferior de la banda VHF
de frecuencias, 118 MHz, se acceda al límite superior de 136 MHz. Y por encima del límite
superior, al de 118 MHz.
Los auriculares más antiguos suelen utilizar un sistema pasivo de reducción de ruidos basado
en la barrera física creada por las almohadillas del auricular de gel/silicona/espuma que,
normalmente, no suele filtrar las bajas frecuencias.
Con el sistema pasivo, si el piloto usa gafas, el filtrado de ruido será menor ya que las patillas
disminuirán la presión entre cara y almohadillado. En la actualidad, los auriculares suelen
disponer de la tecnología ANR (Active Noise Reduction) o ANC (Active Noise Cancelling). Esta
tecnología por medio de la electrónica determina las frecuencias comprendidas entre 20 Hz y
600 Hz (bajas frecuencias) que recibe el audífono, la mayoría procedentes de la hélice y del
motor, generando en el circuito impreso Situado en el audífono una señal desfasada o
contraria a la que Se recibe (anti ruido). El resultado es la mutua eliminación o atenuación de
las señales.
(Fig. 1.13)
Al estar diseñado para filtrar las frecuencias bajas, el ANR no afecta al “ambiente sonoro” de
cabina: mensajes radiotelefónicos, cambios de ruido en el motor o en la hélice, incidencia del
viento sobre la célula, etc.
Estos dispositivos, de dos audífonos y un micrófono retractable (Fig. 1.13), se enchufan por
medio de una clavija en el correspondiente conector del equipo de radio.
Micrófono. El micrófono, por medio de un diafragma que vibra de acuerdo con las ondas
sonoras procedentes del habla que recibe, convierte estas vibraciones en una señal eléctrica. A
continuación, en el equipo de radio se mezclan las frecuencias del habla con una señal
portadora de alta frecuencia y la onda modulada en amplitud resultante se transmite por
medio de la antena. En los micrófonos manuales hay que mantener pulsado un botón para
transmitir un mensaje. Su inconveniente radica en el hecho de tener una mano ocupada que,
en ocasiones, podría ser necesaria para el manejo de la aeronave.
En los micrófonos integrados con los auriculares o cascos, una vez colocados los auriculares en
la cabeza, el sistema retractable del micrófono permite ajustar el micrófono justo delante de
los labios. El interruptor de transmisión suele encontrarse situado en la palanca de control,
donde puede pulsarse para transmitir un mensaje sin necesidad de soltar la palanca de mando.
(Fig. 1.14)
La figura 1.14 incluye, como ejemplo, un modelo de panel de audio utilizado en diferentes
aeronaves de la aviación general.
1.14. Operación del sistema de comunicaciones
Además de lo hasta ahora indicado, hay que tener en Cuenta que en la operación de un
sistema de comunicaciones existen una serie de pautas que hay que seguir. Entre estas pautas
de actuación Se encuentran las siguientes: