acerca de la educación: La educación es un acto de amor, es dar vida. Y el amor es exigente, pide emplear mejor los recursos, apaciguar las pasiones e iniciar un camino de paciencia junto a los jóvenes. El educador en las escuelas católicas debe primero ser muy competente y calificado, y al mismo tiempo, lleno de humanidad, capaz de estar entre los jóvenes con estilo pedagógico para promover su crecimiento humano y espiritual. Los jóvenes necesitan educación de calidad y de igual modo valores, no solo enunciados, sino atestiguados. La coherencia es un factor indispensable en la educación de los jóvenes. ¡Coherencia! No se puede hacer crecer, no se puede educar sin coherencia: coherencia, testimonio”. La educación es un gran patio abierto, en el que la Iglesia siempre ha estado presente con sus propias instituciones y proyectos. Hoy tenemos que fomentar este compromiso a todos los niveles para renovar la tarea de todos aquellos que están comprometidos en la perspectiva de la nueva evangelización”. En su homilia en la Casa de Santa Marta dijo: No se puede pensar en un cristiano inmóvil: un cristiano que se detiene está enfermo, sufre alguna enfermedad en su identidad cristiana, tiene alguna enfermedad en aquella identidad. El cristiano es discípulo para caminar, para avanzar. Al final lo hemos escuchado en el Salmo, la despedida del Señor: ‘Vayan por todo el mundo y proclamen el Evangelio’. Vayan. Caminen. Esto: una primera actitud de la identidad cristiana es caminar, y caminar también si hay dificultades, ir más allá de las dificultades”. El cristiano, por lo tanto, “camina” y “si hay dificultades, va más allá, para anunciar que el Reino de Dios está cerca”. El cristiano debe permanecer siempre cordero”. El cristiano, “es un cordero, y debe conservar esta identidad”. El Señor nos envía “como corderos en medio de los lobos”. Como corderos… No volverse lobos… Porque, a veces, la tentación nos hace pensar: ‘Esto es difícil, estos lobos son astutos y yo seré más astuto que ellos, ¿eh?’. Cordero. No tonto, sino cordero. Cordero. Con la astucia cristiana, pero cordero siempre. Porque si tú eres cordero, Él te defiende. Pero si tú te sientes fuerte como el lobo, Él no te defiende, te deja solo, y los lobos te comerán inmediatamente. Como cordero”. El “estilo del cristiano” es “la alegría”. Los cristianos, “son personas que exultan porque conocen al Señor y llevan consigo al Señor”. “No se puede caminar como cristiano sin alegría, no se puede caminar como cordero sin gozo" “En los problemas, también en las dificultades, también en los propios errores y pecados, está la alegría de Jesús que perdona y ayuda siempre”. El Evangelio entonces “debe ir adelante, llevado por estos corderos enviados por el Señor que camina, con alegría”. Aquellos cristianos que tienen un tiempo de adagio- lamentoso, que viven siempre así, quejándose de todo, tristes, no le hacen un favor ni al Señor ni a la Iglesia… Éste no es el estilo del discípulo. San Agustín dice a los cristianos: ‘¡Anda, va adelante, canta y camina!’. Con alegría: y ese es el estilo del cristiano. Anunciar el Evangelio con alegría. Y el Señor lo hace todo”. “la excesiva tristeza, también la amargura nos lleva a vivir un, por así decirlo, cristianismo sin Cristo: la Cruz vacía a los cristianos que están ante el Sepulcro llorando, como la Magdalena, pero sin la alegría de haber encontrado al Resucitado”. Que Dios te llene de bendiciones. Y que permanezcamos unidos en el amor a Jesús.