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UNIVERSIDAD DEL CARIBE

Asignatura
DERECHO COMERCIAL I

Tema
ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS DEL LOS TRIBUNALES DEL
COMERCIO EN LA REPUBLICA DOMINICANA

Sustentante
JOSE RAMON MARTINEZ
Matricula
2015-4490

Profesor
DR. CESAR MECEDES

23 de Enero del 2018


Sto.Dgo. Rep.Dom
1
INDICE

INTRODUCCION ....................................................................................................................................... 3
ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS DEL LOS TRIBUNALES DEL COMERCIO EN LA REPUBLICA
DOMINICANA............................................................................................................................................. 4
Justicia civil y comercial en República Dominicana .................................................................. 4
Historia de los tribunales de Comercio.......................................................................................... 4
Actualidad de la Justicia Civil y Comercial de la Republica Dominicana............................. 7
Organización judicial .......................................................................................................................... 7
Primera Sala o Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia............................... 7
Cámaras civiles y comerciales de los juzgados de primera instancia. ................................. 8
Juzgados de paz ordinarios. ............................................................................................................. 8
¿Por qué observar la justicia civil y comercial? .......................................................................... 8
¿Qué observa el OJD de la justicia civil y comercial? ............................................................... 9
Procedimientos Tribunales de Comercio ........................................................................................ 10
DE LA FORMA DE PROCEDER POR ANTE LOS TRIBUNALES DE COMERCIO ............... 10
JURISPRUDENCIA ............................................................................................................................. 10
ATRIBUCIONES COMERCIALES O CIVILES............................................................................... 10
Incompetencia. ................................................................................................................................... 10
Nulidad invocada. .............................................................................................................................. 11
Oposición en Materia comercial. ................................................................................................... 11
CONCLUSION.......................................................................................................................................... 13
BIBLIOGRAFIA........................................................................................................................................ 14
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INTRODUCCION

Cualquiera de los órganos judiciales, más o menos puros, por la frecuencia con que parte
de sus miembros son comerciantes y no jueces de carrera, ni siquiera abogados, a los
que compete la jurisdicción mercantil, allí donde se mantiene su independencia frente a
la ordinaria en lo civil; y donde la especialidad que puede ilustrar los fallos se paga cara
con la dualidad de órganos y la lentitud de las posibles cuestiones de competencia,
fáciles en el lindero, tantas veces tenue, entre lo civil y lo- mercantil.

Es la potestad que tiene el Estado a través de los órganos para la administración de


justicia para los cuales son competentes.

La Jurisdicción comercial es la potestad de conocer en los negocios judiciales,


contenciosos o voluntarios derivados de actos y contratos mercantiles.

Es la facultad que tiene el Estado de administrar justicia a través de los órganos


competentes, que son los tribunales mercantiles. Es la Potestad que tiene de conocer en
los negocios judiciales contenciosos o voluntarios derivados de actos y contratos
mercantiles.

Dentro de sus Características se encuentra que es plena, es decir, que los tribunales de
comercio tienen autoridad suficiente para conocer de los asuntos que las leyes les
atribuyen y para ejecutar las decisiones que pronuncien. Es autónoma, los tribunales
mercantiles por imperios de la ley, según los artículos del Código de Comercio, están
investidos de suficiente poder para resolver sobre todas las incidencias que ocurran en
un procedimiento mercantil, aunque sea de carácter civil como sucede en los juicios de
quiebra y es pública, que quiere decir, que no se reconoce en nuestro derecho la justicia
privada. Por eso las sentencias se pronuncian en nombre de la Republica, Articulo 1082.
C.Com: La jurisdicción comercial es plena en los asuntos que la Ley somete a su
competencia. Conoce de todas las incidencias que pueden ocurrir en el curso de una
causa. Ejecuta y hace ejecutar sus determinaciones.
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ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS DEL LOS TRIBUNALES DEL COMERCIO
EN LA REPUBLICA DOMINICANA
Justicia civil y comercial en República Dominicana
Historia de los tribunales de Comercio
Para observar la justicia civil y comercial en República Dominicana es necesario realizar
una retrospección a diversos momentos de la historia nacional. Ello conduce a tomar
como referencia inmediata la ocupación haitiana del 9 de febrero de 1822, encabezada
por Jean-Pierre Boyer. Como consecuencia de la ocupación, durante los 22 años de este
período el sistema judicial se fundamentó en la Constitución haitiana, pero la
consecuencia más notable fue la adopción de los códigos napoleónicos como
instrumentos legislativos de derecho común en Santo Domingo.

Durante esta ocupación la isla estuvo dividida en seis departamentos judiciales, divididos
a su vez, en distritos y estos en 70 comunes. La organización de los tribunales estuvo
compuesta por los juzgados de paz (uno para cada común), los tribunales civiles y el
Tribunal de Casación. No había cortes de apelación.

Entre 1825 y 1826 fueron derogados los códigos napoleónicos y promulgados los
códigos haitianos con aplicación en toda la isla. Dichos códigos mantuvieron la esencia
francesa y mostraron pocos cambios que permitieran distinguirlos significativamente de
los franceses. En torno a la organización de la justicia civil, la Ley de Organización
Judicial promulgada por Boyer el 9 de febrero de 1826, eliminó la competencia a los
tribunales civiles y dio competencia exclusiva a los tribunales de comercio para conocer
los casos de esta materia.

En 1844 se proclamó la Independencia Nacional, hecho que influyó para que el legislador
dominicano iniciara el proceso de traducción oficial de los códigos franceses. El 4 de julio
de 1845, luego de promulgada la Constitución de San Cristóbal el 6 de noviembre de
1844, fueron adoptados los “Códigos Franceses de la Restauración”, que abarcaron las
materias civil, comercial y lo relativo al procedimiento civil.

En 1859 se inició el proceso de traducción al castellano de los códigos franceses. Este


proceso originó el primer intento de promulgar un código civil con traducciones
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dominicanas, las cuales no resultaron con la calidad esperada. Historiadores como
Wenceslao Vega (2003) definen este proceso como insatisfactorio.

En este período de la Primera República (1844-1861), la democracia dominicana fue


frágil y las luchas internas durante el gobierno de Pedro Santana ocasionaron un
ambiente de inestabilidad política y económica que concluyó en la anexión a España en
1861, la cual se extendería hasta 1865.

El 8 de junio de 1862 se tradujo el Código Civil francés y se promulgó el ”Código Civil


de la provincia española de Santo Domingo”. En materia comercial y de procedimiento
civil, la legislación española (Código de Comercio de 1830 y Ley de Enjuiciamiento Civil)
se puso en vigor mediante el Real Decreto del 7 de octubre de 1861.

Al finalizar la anexión se promulgó el decreto del 6 de agosto de 1865 que restableció los
“Códigos Franceses de la Restauración y sus modificaciones” y derogó las legislaciones
españolas vigentes.

Estos códigos se tradujeron y fueron aprobados en 1867, pero entraron en vigor en


septiembre de 1874, establecidos como el primer código civil dominicano. Sin embargo,
su vigencia fue muy corta, pues fue derogado el 23 de mayo de 1876, cuando se puso
en vigor, nueva vez, el Código Civil francés de la Restauración y sus modificaciones.

El 4 de julio de 1882 el Congreso dominicano decretó como obra de necesidad nacional,


la traducción, localización y adecuación de los códigos Civil, de Comercio y de
Procedimiento Civil. Esto conllevó a que los códigos vigentes fueran traducidos,
aprobados y promulgados en 1884. Desde entonces se mantienen vigentes.

Durante la Segunda República (1865-1916) se dictó la Ley 4845 de 1908 sobre


Organización de los Tribunales y de Procedimiento de Casación, la cual creó las cortes
de apelación. Posteriormente, en 1927, se dictó la Ley 821 sobre Organización Judicial,
con el objetivo de regular el funcionamiento y las atribuciones de los órganos del Poder
Judicial y sus auxiliares, así como tutelar su intervención para resolver conflictos entre
particulares y entre los particulares y las instituciones públicas.
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Durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina (16 de agosto de 1930-30 de
mayo de 1961, 31 años) el derecho privado no experimentó grandes cambios, pues el
Gobierno no le dio mucha importancia a la necesidad de actualizar los códigos.

Puede considerarse que la ausencia de un sistema democrático de gobierno fue una de


las razones que impidió que se suscitaran presiones sociales en ese sentido. Los
cambios que en Francia se hacían a los códigos llegaron con lentitud ‒o no llegaron‒a
República Dominicana.

Sin embargo, en el país surgieron legislaciones que influyeron directa o indirectamente


en la administración de la justicia civil. Entre ellas se pueden citar:

La Ley 390, del 14 de diciembre de 1940. Modificó los artículos 213, 214, 215 y 216 del
Código Civil dominicano, referente a los esposos y a la capacidad civil de la mujer
casada: podía hacer las veces de testigo, ejercer oficio sin la autorización de su marido,
administrar y disponer de los bienes que obtenga de su trabajo personal.

La Ley No. 585, del 24 de octubre de 1941. Hizo una reducción en el plazo de la
prescripción la cual se conserva en la actualidaddisminuyendo de 30 a 20 años el plazo
máximo de la prescripción extintiva y estableciendo otros para la prescripción adquisitiva.

La Ley 1683, de 1948. Modificó el artículo 16 del Código Civil, lo que otorgó a la mujer
casada la facultad de decidir si adopta o no la nacionalidad del esposo cuando fuera
extranjero. La medida fue muy importante para los derechos y facultades que poco a
poco adquiría la mujer casada.

La Ley 2125, del 27 de septiembre de 1949. Modificó los artículos 1536, 1537, 1538 y
1539 del Código Civil, permitiéndole a la mujer manejar con mayor libertad su propio
patrimonio.

La Ley No. 5152, de 1959. Otorgó derechos sucesorios a los hijos adoptivos, permitió la
regulación de los mecanismos de adopción y permitió la adopción privilegiada a favor de
menores de 5 años de edad abandonados.

A pesar de que se promulgaron leyes que representaron cambios en el derecho civil y


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en la administración de justicia en esta materia, las mismas no repercutieron en la


organización judicial. En la actualidad la organización judicial que impera en República
Dominicana es la concebida por la Ley 821 de 1927.

Actualidad de la Justicia Civil y Comercial de la Republica Dominicana


Actualmente cursan en el Congreso los anteproyectos de los códigos Civil y de
Procedimiento Civil.

El proyecto del Código Civil toca aspectos relativos a las personas, los bienes y los
diferentes modos de adquirir la propiedad y se incluyó el divorcio. En cuanto al proyecto
del Código de Procedimiento Civil, la reforma toca el procedimiento para la interposición
de recursos, elimina procesos que retardan su conocimiento, así como el efecto
suspensivo del recurso de casación en materia civil ordinaria, entre otros aspectos
relevantes.

De aprobarse estos proyectos se producirían algunos cambios en la administración de


justicia civil y comercial. La propuesta procura facilitar y hacer más expeditos los
procesos adecuándolos a la Constitución del 26 de enero de 2010.

Organización judicial
De conformidad con lo dispuesto por los artículos 32 y siguientes de la Ley 821 del 1927,
sobre Organización Judicial, y atendiendo a la condición jerárquica de la Sala Civil y
Comercial de la Suprema Corte de Justicia, aunque esta no constituye un grado de
jurisdicción, es posible establecer que en el ámbito civil y comercial la justicia se
encuentra organizada de la manera siguiente:

Primera Sala o Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia.


Es la encargada de conocer en última instancia de los recursos cuyo conocimiento sea
en única instancia de la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación, y que tengan
carácter decisorio o de sentencias con autoridad de la cosa juzgada. Asimismo, es
competente para conocer y fallar recursos de casación en esta materia, sometidos por
primera vez ante este tribunal.

Cámaras civiles y comerciales de las cortes de apelación. Tienen por objeto conocer y
fallar en segundo grado los asuntos en materia civil y comercial, de conformidad con la
ley.
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Cámaras civiles y comerciales de los juzgados de primera instancia.
Los juzgados de primera instancia son tribunales de derecho común con plenitud de
jurisdicción, divididos en cámaras según lo exija el desenvolvimiento de las labores
judiciales a su cargo. La cámara de lo civil y comercial de dichos juzgados es competente
para conocer en primer grado de los asuntos civiles y comerciales que les atribuye de
manera expresa la ley y que no les son atribuidos a otro tribunal.

Juzgados de paz ordinarios.


Son tribunales unipersonales y en la estructura judicial son los órganos jurisdiccionales
de menor jerarquía. Conocen todas las acciones puramente personales o mobiliarias,
tanto en materia civil como comercial, en primera instancia y a cargo de apelación hasta
la concurrencia de las sumas establecidas en el Código de Procedimiento Civil.

¿Por qué observar la justicia civil y comercial?


La justicia civil y comercial es administrada por los tribunales de la República; sus
órganos son competentes para dirimir los conflictos que surgen en el marco de las
relaciones jurídicas entre los particulares, ya sean personas físicas o morales, de
derecho público o privado.

Estos conflictos se caracterizan por una interacción entre los usuarios del sistema y el
Estado. Dichos usuarios esperan ser satisfechos en el espíritu de las pretensiones que
hacen valer ante los tribunales y a la vez reclaman una justicia accesible, eficiente y
oportuna que debe ser garantizada por el Estado, por cuanto el cumplimiento de la
función judicial comporta la protección efectiva de los derechos de la persona, su función
esencial de acuerdo con el artículo 8 de la Constitución.

En la actualidad, República Dominicana está inmersa en un proceso de reforma de la


justicia civil y comercial. Uno de los temas constantemente discutidos es que dicha
jurisdicción es objeto de críticas centradas en las aparentes deficiencias atribuidas al
sistema, tales como las dilaciones injustificadas en los procesos y la respuesta
jurisdiccional retardada, la sobrecarga y la mora judicial, la calidad y el acceso a los
servicios, etc., por lo que se persiguen reformas acordes a los requerimientos de una
sociedad moderna que busca conducir procesos más adecuados, expeditos y, por sobre
todas las cosas, conformes a la Constitución.
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Cuando se observa el amplio universo de la justicia civil y comercial se realiza un ejercicio
de control propio y habitual de las sociedades democráticas; la actividad judicial queda
en el centro de toda una dinámica social que puede contribuir a mayor acercamiento
entre los poderes públicos y la ciudadanía, por el hecho de que ese ejercicio de
observación permite dar una mirada a los comportamientos sociales desde una
perspectiva judicial y apreciar los comportamientos judiciales desde un punto de vista
eminentemente social, con la concurrencia de conflictos jurídicos que deben ser
resueltos a través de las decisiones del Poder Judicial.

¿Qué observa el OJD de la justicia civil y comercial?


Observa el funcionamiento y el comportamiento de los órganos jurisdiccionales, los
fenómenos que se originan en la materialización de la función judicial, así como las
relaciones entre la actividad jurisdiccional y la actividad administrativa de dichos órganos.
También la interacción con los órganos no jurisdiccionales del sistema de justicia y las
repercusiones de sus decisiones, entendidas en el contexto social y judicial.

Las investigaciones del OJD están orientadas al análisis de los fenómenos observados
en esta área de justicia, basándose en información y datos provenientes del Poder
Judicial o generados por el mismo observatorio, que permitan ofrecer a la sociedad
dominicana estudios sobre aspectos relevantes como:

· Acceso a la justicia civil y comercial

· Calidad del servicio

· Democratización de la justicia

· Duración y dilación de los procesos

· Litigiosidad y carga de trabajo de los órganos jurisdiccionales y administrativos

· Producción y productividad

· Eficiencia y costos

· Transparencia

· Tendencias jurisprudenciales
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PROCEDIMIENTOS TRIBUNALES DE COMERCIO

DE LA FORMA DE PROCEDER POR ANTE LOS TRIBUNALES DE COMERCIO

Art. 642.- La forma del procedimiento por ante los tribunales de comercio, se arreglará a
lo dispuesto en el título XXV del Libro II, primera parte del Código de Procedimiento Civil.

JURISPRUDENCIA

ATRIBUCIONES COMERCIALES O CIVILES.

Juez de los referimientos es competente en materia comercial. En la organización judicial


dominicana, los jueces administran la justicia civil como la comercial, no existiendo más
diferencia que en su apoderamiento en una y otra materia. Por eso son competentes en
materia comercial los jueces de referimiento. Agosto 1974 BJ.765.Pag.2135;;

Incompetencia.

Excepción de incompetencia, rechazada. No existen en la Organización Judicial


Tribunales de Comercio. En la especie no se probó ningún perjuicio contra el
demandado. Considerando que en el desarrollo del primer medio, sostiene en síntesis el
recurrente que, siendo tanto él como la demandante, actual recurrida, comerciantes, la
demanda en cobro de pesos, de que se trata, debió ser llevada ante el Tribunal de
Comercio y no ante el Tribunal Civil como lo fue; que en consecuencia, la Corte a-qua al
no acoger la incompetencia por él propuesta, violó la ley, y la sentencia impugnada debe
ser casada; pero, Considerando, que la sentencia impugnada revela, que la Corte a-qua
para rechazar la excepción de incompetencia que le fue propuesta, fundó su fallo, entre
otros motivos, en que al no existir en nuestra organización judicial Tribunales especiales
de Comercio, el conocimiento y fallo de los asuntos de esa naturaleza han sido confiados
a las Cámaras Civiles y Comerciales y donde no las haya a los Juzgados de Primera
Instancia; y que si bien es verdad, que el demandado, luego de haber establecido la
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naturaleza comercial de su obligación, hubiese tenido derecho, aún ante la jurisdicción


civil, a ser beneficiado del procedimiento comercial, este no probó en ningún momento
que el procedimiento seguido contra él le irrogara ningún perjuicio; que como esa
motivación es correcta procede desestimar por infundado el medio de casación que se
examina. B.J. 734, B.J. 734, págs. 79-80).

Nulidad invocada.
Procedimiento civil y no comercial. No hay lesión al derecho defensa por esa causa. En
la especie, la corte a-qua para rechazar el pedimento del demandado M.B.M., ahora
recurrente, en el sentido de que se declarara la nulidad del procedimiento empleado, o
sea el civil, y de consiguiente del fallo impugnado, se fundó esencialmente en que en el
caso de acción de un procedimiento civil en lugar del comercial la nulidad no puede ser
pronunciada, sino cuando le haya causado un perjuicio a quien lo invoca; que el motivo
anteriormente transcrito justifica suficientemente lo decidido por la Corte a-qua en el
punto que se examina, ya que del empleo del procedimiento civil por parte del
demandante, no resulta que el demandado sufriera perjuicio alguno, ni mucho menos
que fuera afectado su der. de defensa, sino más bien protegido, dadas las amplias
garantías que extiende a los litigantes el mencionado procedimiento. 22 de octubre de
1976. B.J.791, Pág. 1771.

Art. 643.- (Modificado Art. 9, Ley 845 del 15 de julio de 1978). Sin embargo, el Art. 156,
del mismo Código, relativo a las sentencias en defecto dictadas por los tribunales
inferiores, será aplicable a las sentencias en defecto dictadas por los tribunales de
comercio.

Oposición en Materia comercial.

Sentencias en defecto dictadas por las cortes de apelación. Reglas. Las sentencias en
defecto por falta de concluir dictadas por las cortes de apelación en materia comercial,
ante las cuales el ministerio de abogado es obligatorio, deben ser impugnadas en
oposición en el plazo de la octava de la notificación al abogado, conforme el art.157 del
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Código de Procedimiento Civil, y en la forma prescrita por los artículos 160 y 161 del
mismo Código; la oposición no realizada en la forma prescrita por estos artículos, o que
es interpuesta fuera del plazo legal, no suspende la ejecución de la sentencia, si bien
dicha ejecución se hace a los riesgos y peligros del persiguiente. 1960.BJ 603.PAG.2109

Art. 644.- Las apelaciones de las sentencias de los tribunales de comercio se llevarán
por ante la Corte de Apelación.

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CONCLUSION

Al finalizar el presente trabajo acerca de Análisis y Perspectivas de los Tribunales de


Comercio en la Republica Dominicana, de lo cual luego de realizar tan importante
estudio, se puede constatar la importancia de este tema en particular y en vista que se
lograron los objetivos planteados del presente análisis, hemos llegado a las siguientes
conclusiones:

 En el ordenamiento jurídico de República Dominicana rige la competencia


territorial. Está dividido en doce Departamentos Judiciales. En cada uno existe
una Corte de Apelación ordinaria que puede tener plenitud de jurisdicción o estar
dividida en Cámaras o Salas Civiles y/o Comerciales y Penales.

 La Ley ha extendido el número de los tribunales y ha creado jurisdicciones


especializadas, por esto hay departamentos judiciales que tienen Cortes de
Trabajo y Cortes de Apelación de Niños, Niñas y Adolescentes y Tribunales
Superiores de Tierras.

 Los Juzgados Letrados de Primera Instancia en lo Civil entienden: En primera


instancia de los asuntos de jurisdicción contenciosa, civil, comercial y de hacienda,
cuyo conocimiento no corresponda a otros jueces. En segunda y última instancia,
de las apelaciones que se deduzcan contra las sentencias de los Jueces de Paz
Departamentales de la Capital.
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BIBLIOGRAFIA

 CÓDIGO DE COMERCIO DE LA REPUBLICA DOMINICANA, de 19 de Julio de


2002
 https://www.drleyes.com/page/codigos/documento/14/47/384/Codigo-de-
Comercio/Jurisdiccion-Comercial/Procedimientos-Tribunales-de-Comercio/
 http://ojd.org.do/index.php/civil-y-comercial
 http://www.monografias.com/trabajos-pdf5/codigo-comercio-republica-
dominicana/codigo-comercio-republica-dominicana2.shtml

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