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La película muestra las diversas personalidades que pueden existir dentro de un grupo de

personas o un aula de clases, y muestra la importancia que el profesor debe ver a sus alumnos
más allá de lo que ellos demuestran, saber identificar el porqué de sus actitudes, que problemas
tienen, en que ambienten viven, para identificar el porqué de su comportamiento o la falta de
interés en clases, muestra que el profesor debe aparte de proveer conocimientos también debe
interesarse por el la parte emocional de sus alumnos, brindarle a ellos la confianza para que se
acerquen y puedan contar su sentir, pues como mencionan en la película todos tenemos
conocimientos en nuestra personas pero la falta de seguridad y las consecuencias que se
obtienen(apatía, tristeza, miedo, enojo, frustración, etc.) Hace que las personas se limiten.
También el profesor debe ser esa persona capaz de mostrarle los diferentes caminos que ellos
pueden seguir para alcanzar sus objetivos, aunque ellos se nieguen ver esas posibilidades a tener
esa apertura con los demás y consigo mismo.
La patria

Willebaldo Herrera. (1992)


Victoria Dorenlas, una mujer indígena que encarna a la patria en la portada en los libros de texto
gratuito de Historia de México, nuevamente no existe para los historiadores y redactores de la
SEP, como tampoco existío en 1959 en el gobierno de Adolfo López Mateos, que fue el encargado
de ponerlos gratuitamente -16 millones en aquel entonces- en circulación nacional.

Hasta ahora ninguno de los comentaristas críticos de los nuevos textos de Historia de México han
reparado en este detalle histórico o pedagógico. Los libros que recuperan en la portada la imagen
de Victoria Dorenlas, omiten todo dato biográfico acerca de ella.

En el decreto expedido el 12 de febrero de 1959 por López Mateos, en la página 7 se da crédito


únicamente al autor de la cubierta, el pintor muralista Jorge González Camarena y una breve
explicación: “Es la reproducción de un cuadro que representa a la nación mexicana avanzando al
impulso de su historia y con el triple empuje cultural-agrícola-industrial que le da el pueblo”.

Victoria Dorenlas -según el investigador de la UNAM, Antonio Luna Arroyo, autor del libro Jorge
González Camarena en la plástica mexicana, 1981- siendo todavía adolescente, originaria de
Tlaxco, Tlaxcala, se casó con un pistolero al servicio de “un notable político del estado de Hidalgo.
A pesar de ser casada, el pintor la cortejó insistentemente sin que la mujer, de indescriptible
belleza, respondiera a sus requerimientos estéticos y sentimentales.

El esposo de Victoria Dorenlas murió en una refriega y ella quedó viuda a los 19 años. Después de
respetar el luto de la hermosa indígena por 40 días, González Camarena volvió a la carga. De aquí
en adelante se convierte en la modelo privilegiada y en la amante de González Camarena, cuya
imagen se internacionaliza en el mural “Integración latinoamericana”, que el artista pintó, por
encargo del gobierno de Díaz Ordaz e inspirado en el poema Canto General de Pablo Neruda, en
los interiores de la Universidad de Concepción, en Chile.

La belleza sensual y el tipo indígena de Dorenlas, se convirtieron en una obsesión del artista
jaliscience. La pintó y dibujó frenéticamente en óleos, tintas, estudios, bocetos, retratos, murales,
proyectos, carteles -de hecho el de la portada del texto gratuito es uno de ellos- que se
convirtieron en temas del muralismo oficial y la propaganda gubernamental durante los sexenios
de López Mateos y Díaz Ordaz.

Su imagen se retiró de los libros de texto gratuitos en 1972 y reaparece en los libros de Historia de
México en 1992 y nuevamente se omite toda referencia a este personaje, emparentado con la
bohemia artística de México al lado de mujeres como Nahui Ollin, Frida Khalo, Tina Modotti y
otras compañeras de pintores como el doctor Atl, Diego Rivera y Xavier Guerrero. Victoria
Dorenlas ahora sólo aparece en un recuadro central.

Si las referencias concretas a personajes femeninos en los libros de primaria son exiguas en los
casos de Sor Juana Inés de la Cruz, Josefa Ortíz de Domínguez y Frida Khalo, aparece, eso sí, Blanca
Estela Pavón, la “chorreada”, al lado de Pedro Infante, y en el caso de Victoria Dorenlas son
inexistentes inclusive entre las ocho mujeres que participaron en su redacción.

Actualmente se desconoce el paradero de Victoria Dorenlas. En versiones no confirmadas por este


reportero, se dice que fue compañera de otro artísta, Cutberto Escalante, escultor, pintor y poeta,
en la vecina población de tlaxcalteca de San Martín Xaltocan, a la que volvió después de algunas
correrías parisinas, para morir víctima del alcoholismo.

En su tierra natal, San Agustín Tlaxco, ninguna persona pudo aportar datos sobre su destino.
Prácticamente desapareció sin dejar rastro. Ni siquiera la abultada y lujosa obra de 16 volúmenes
de la Historia de Tlaxcala, patrocinada por la exgobernadora Beatriz Paredes Rangel, actual
secretaria general del PRI, aporta datos sobre este personaje femenino.

Sin embargo, su figura seguirá siendo utilizada por el gobierno federal: el próximo 12 de octubre,
cuando se conmemore el Quinto Centenario del encuentro de dos mundos, el presidente Carlos
Salinas de Gortari, en acto solemne, cancelará una serie postal en la que Victoria Dórenlas aparece
en uno de los timbres que forma la serie intitulada “La cultura humana”. Se trata de “Las razas y la
cultura”, mural que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la ciudad de
México.

Victoria aparece centralmente, al lado de otras mujeres pertenecientes a las distintas razas
indígenas en el mundo, completamente desnuda, con un tocado en la cabeza. El timbre tendrá un
costo de 7,000 pesos y ya se vende a coleccionistas. Tampoco en el sello se aporta ningún dato
sobre su origen, nombre y vida.

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