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Factores de riesgo social y delito en perspectiva

comparada en América Latina


Este miércoles se presentaron los principales hallazgos de una encuesta que da
cuenta del perfil social de los delincuentes en el Perú (personas sentenciadas con
pena privativa de libertad) y los compara con los de otros países de América Latina.

La encuesta fue posible gracias a un esfuerzo encabezado por el Programa de las


Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Ciudad Nuestra, del que participaron
activa y entusiastamente la Defensoría del Pueblo, el Instituto Nacional Penitenciario
(INPE) y el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), y que contó con el
financiamiento del PNUD y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La encuesta fue llevada a cabo por el PNUD, en asociación con otras contrapartes
nacionales, en otros cinco países de América Latina, a saber, Argentina, Brasil,
Chile, El Salvador y México.

Los principales hallazgos fueron los siguientes.

• Primero, los delincuentes en el Perú provienen de hogares muy violentos,


en los que el padre los golpeaba con frecuencia (44.0%), al igual que a su madre
(39.2%). Este es el principal factor que explica que el 36.9% de los delincuentes
huyeran de sus hogares alguna vez ante de los quince años. Estos niveles de
violencia son más altos que los de otros países de la región, pero muy parecidos a
los de la población peruana en general.

• Segundo, el nivel de deserción escolar de los delincuentes en el Perú es


más de cuatro veces más alto que el de la población en general. En efecto, mientras
que entre esta última la deserción alcanza el 13.9%, entre los delincuentes llega al
59.8%. La escuela en el Perú, con todas sus limitaciones, es, pues, un factor de
protección frente a la posibilidad de desarrollar una carrera criminal. Es interesante
notar que la mitad de los que desertaron la escuela lo hicieron para trabajar.

• Tercero, los delincuentes en el Perú provienen de barrios con alta presencia


de pandillas y bandas criminales (41.3%) y con alta incidencia de frecuentes riñas
(29.2%). Un porcentaje relativamente alto de los delincuentes tuvieron amistades
tempranas que estuvieron involucradas en actividades delictivas (40.0%).

• Cuarto, la gran mayoría de delincuentes en el Perú (87.3%) trabajaban al


momento de su detención. Sin embargo, más de la mitad de ellos (58.3%) contaban
con un ingreso mensual menor de 800 nuevos soles, es decir, se encontraban
subempleados o precariamente empleados. Quizá ello explique que la mitad de los
delincuentes sentenciados se mostraron insatisfechos con su situación económica al
momento de ser detenidos. En comparación con otros delincuentes
latinoamericanos, los peruanos eran más trabajadores, pero se encontraban más
insatisfechos económicamente.
• Quinto, el Perú tiene el porcentaje más alto de delincuentes que pasaron
por sus Fuerzas Armadas antes de delinquir (21.1%). La cifra en México llega a la
mitad y en el resto de países constituye menos de la tercera parte de la cifra peruana.
Dado el promedio de edad de los delincuentes peruanos (37 años), la mayoría habría
pasado por el antiguo servicio militar obligatorio, que estuvo vigente hasta el año
2000, y solo una minoría por el actual, de carácter voluntario.

• Sexto, en el Perú solo una tercera parte de los delitos (32.1%) se cometen
luego de haber consumido alcohol o drogas ilegales. Esta es una cifra baja en
términos regionales, pues en Chile la mitad de los delincuentes consumen antes de
delinquir y en Brasil lo hacen casi el 40.0%. La principal sustancia en el Perú es el
alcohol, que es consumida por el 90.0% de aquellos que consumieron antes de
delinquir. Esto coincide con indicadores en población general, que dan cuenta que
el consumo de drogas legales e ilegales en el Perú es inferior al de otros países en
la región. No obstante, los niveles de consumo en las cárceles peruanas sí son
elevados en términos comparativos, pues aparecemos con el tercer consumo más
elevado (16.4%), no muy lejos de Chile (20.5%), que ocupa el primer lugar. En todo
caso, la prevalencia de consumo de vida entre los delincuentes es, por lo menos,
cuatro veces mayor a la de la población en general.

• Sétimo, el uso de armas para cometer un delito en el Perú es aún


relativamente bajo. En efecto, solo el 28.0% de los delitos se cometen con arma, que
constituye uno de los valores más bajos de la región. Perú también cuenta con el
valor más bajo de delincuentes que alguna vez tuvieron un arma en sus manos
(39.7%).

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