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NOTA BIOGRAFICA Rail Leiva, autor de esta Imagen de la poesia mexicana contempo- réiea, wacid en ta ciudad de Guatemala el 24 de septiembre de 1916, En 191 conquisté el Primer premio de poesia centroamericana, Fue swimador de la revista literatia Acento. En México ha vivido en dis » en 1942-43. En ese entonces se lig’ con los Principales grupos literarios de nuestro pais. Colabord en Jetras de Mézrico e hizo amistad con algunos de los integrantes de Ticrra Nueva. Vor esas fechas publicé su primer libra de poesia, Anaustia (exicinnes Fetras de México). En 1945, en unién de Lis Cardoza y Aragon, fundé la Revista de Guatemala (16 volimenes), de la que fue secretario hasta 1954, cuando la intervencién extranjera destruyé el régimen de- Tmocritico de su pais. Fn esa publicacién, como se recordard, colabo- won los mis prestigiosos escritores de lengua espafiola, principalmente thexicanos. (En 1947 estuvo nuevamente en México durante alganos meses y publieé otro yolumen EL deseo.) Ms tarde, en 1952, visit Buenos Aires y trat6 a los escritores argentinos de distintas teudlencias: Jorge Luis Borges, Rati Gonzalez Tufién, Leonidas Bar letia, José Gonzalez Carvallo, Alfredo Varela, José Portogalo, ete Desde 1954 (septiembre), Rail Leiva esté radicado en nuestro, pais. Us colaborado en tas siguientes publicaciones: Cuadernos Americanos, Revista U id de México, Metéfora, Estaciones, Ideas de México, 4a Vatabra y el Hombre (Srgano literario de la Universidad Veracru, cama), yen Tos suplementos literarios de Novedade Nacional Fintas Epocas. Prin poem BIBLIOG Angustia, Fediciones Letras de México, México, 1942, En of pecail, Isdiciones Acento, Guatemala, 1943, Sonetos de amor y muerte Batres Montiifar ¥ la posi Ediciones Acento, Guatemala, 1944 Padiciones Acento, Guatemala, 194. Norah, 0 el dngel, Viiciones Acento, Guatemala, 1946, El deseo, Weliciones Letras de México, Méxieo, 1947. Mundo indigena, Valiciones Saker-Ti, Guatemala, 1949, Sueio de ta mucrte, Val im del autor, Guatemala, 1950. Oda @ Guatemala, Tipogratia Nacional, Guatemala, 1953, Danza para Cuaubtémoc, Los Presentes, Mf Ta tierra de Cain (en colabor: racién con Tnrique Gonzalez Rojo y Eduardo Livalde), Ideas de México, México, 1956, Numca el olvido (sometos), Ideas de México, México, 1957. Hoss /nerte % poesia, Sobretiro de Revista de Guatemala, Guatemala, os, os sentidos y ef mundo (textos de critica ti Editorial del Ministerio de Educacién Pablica, Guatemala, 1952 Intofogia de Federica Garcia Lorea, Proto Dy seleceién de Rail ‘iva, Biblioteca de Cultura Popular 20° de octubre, susths, 195 Junugen de ta poesia mexicana contemporinea, Imprenta Universi- tavia, México, 1959, Guate- IMAGEN DE LA POESIA MEXICANA CONTEMPORANEA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO CENTRO DE ESTUDIOS LITERARIOS RAUL LEIVA IMAGEN DE La POESIA MEXICANA CONTEMPORANEA IMPRENTA UNIVERSITARIA Mitxico, 1959 Derechos reservados © porla ‘Usrvensroap NACIONAL Auroxoma De Méxtco Ciudad Universitaria Primera ediciéa: 1959 fe ? ge ° & = UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO DIRECCION GENERAL DE PUBLICACIONES Printed and made in Mexico, Tnnpreso y hecho en México por la Imprenta Universitaria, Rolivia 17 México, D. F. A lo escritores mexicanas Aurowso Reves Aut Cuuacgceso Heweigue GowzAtez Casanova 188267 A poem ist cexernal tr very image of life expressed in its Sumey Giorifier fe exlte des images (ma grande, mon ulate, na primitive passion), Journanr dfimer Bauprsatae Poet like the. a INTRODUCCION Creemos que Mésico es uno de los paises de lengua espafiola don- de ta poesia ha aleansado un desarrollo més organico y coherente. Otras naciones pueden poscer valores individuales més altos, 0 pare- os (Espaiia a un Garcia Lorca, un Cernuda, a um Aleixandre; Chile a un Neruda; Perit aun Vallejo; Argentina a un Borges; Cuba 2 un Guillén; Guatemala a un Asturias, a un Cardoza y Aragon) Pero acaso ninguna de ellas cuenta con un conjunto de voces en donde 2 Ia exigencia técnica se iguale una jerarquia expresiva, un hondo valor humano, tal como sucede en México. Aqui podemos decir que aicia poética, reconociéndole al término concioncia toda sw importancia. Y esto que decimos no es por ozar: agu, on sta tierra prodigiosa, poetas de todos los rumbas det idioma hemos venido a convivir con los mexicanos, coiitribuyendo al desarrollo de st lirismo. Bastenos recqrdar alguno nombres: Rubén Dario, que pasé répidamente por México, pero que ya habia influido en los poetas anteriores a los que aqui se estudian, Porfirio Borba-lacob, Fosé San- os Chocano, Emilio Prados, Pablo Neruda, Leén Pelipe, Juan Larrea, Andrés Eloy Blasco, Juan Rejono, etc, El exilio nos reunié a la mayoria y ha permitido que en la realidad mexicana se hayan expre- sado distintos y valiocos motices, tonto de la peninsula como de la América hispénica, enriqueciondo la materia postica: et lenguaje. Si Madrid, durante la Repiiblica, podriamos decir que fue la capital det idioma, este centro se ha desplasedo desde hace veinte aiios a dos idades nuestras: Buenos Aires ¥, sobre todo, México. De los veinsinueve poetas que se incluyen en esta Imagen de la a mexicana contemporinea (correspondiente a medio siglo: 1910- 1958), ocho han fallecido ya: Lépee Velarde, Gonzélez Martines, 9 Ortiz de Montellano, Cuesta, Villaurrutio, Owen, Concha Urquisa y Quintero Alvares, En todos estos poetas (posmodernistas, estridentistas, coniempo- rincos, miembros de las revistas Taller, Tierra Nueva y de la gene~ vacién ‘iltima) existe una cantidad de correspondencias, de sutile gradaciones y denominadores comunes, asi como también de diferencias, las cuales contribuyen —a través de sus matices, de sus atmésferas— @ conformar una generacién: la de esta primera mitad del siglo xx. Si bien es cierto que estos poctas heredaron las adquisiciones ti nicas del modernism, también lo es que supieron trascenderlas, ot tando las sonoridades superficiales de ese movimiento . orientanda su Kirismo hacia ta revelacién de Ia vide interior. Por eso son im= portantes Gonciler Martinez ¥ Lépex Velarde: porque de ellas arranca ma teva manera de comprender y expresar ef fonémeno putico. Queremos hacer resaltar, tanibién, que todos estos poctas (acaso la sola exccpcién de Pellicer) mwesiran su pocsia hondamente influida por ef tema do la muerte. Y no por un asar: ya sabemos imo en este tema insondable y cterno se muire lo mds vivo, srdgico ¥ eterno de México Com respecto a lo que entendemos por contemporineo, hacemos + muestra la definicién dada por José Luis Martins: “Entiendo por contemporinco lo vigente en nuestro tiempo, es decir, lo que mani- fiesta wna vitalidad y lo que, en cierta forma, constituye el eriterio ‘ie los grupos titerarios en eccién. Esto en cuanto at concepto, en suanto a los limites, consideraremos to contemporéneo en Mésico a bortir del aio de 1910 hasta nuestros dias.” * De acuerdo con la onterior definicién, este libro arranca cow el erumen de ta obra de Enrique Gonséles Martines (1871-1952), quien alli por et afto de 1910 levaba ires libros publicados, los cuales (por sw gravedad, por huir de las orquestaciones verbales y coloristas det nor_preferir la sobria poesia interna en vex de haloga- doras siiperficies) sefialaban el nacimiento de la poeste contempordnea * Todo esto siguificuba apartarse de lo escuela de Rubén modernism, Sr 1 “ls mesa mexicana contempordnca”, Revise de Guatemala, Mio, nim ear fereracnse, 1946, p88 an cin Dmiaso, Alonso) que todos estos _poctas ‘do desnutiando. de, las sonoridades exteriores Sis ey sear mises malice, eas S610 incae, Vitoria Gredos. Madrid, 1982, 46, ster he tee a : inte" Poctae espaol soma 1 Dario, pocia a quien sus detractores Ie reprochaban “su preciosismo, sti amor excesivo por ef mundo externa —n lo que se asemeja a Géingora—, y le hallan fatto de una rica intimidad como ta de fray Luis de Leén 0 Queveda”.® Gonzéles Martines abre el surco; Lépes Velarde fo nutre, y cimena asi a nueva poesia mexicana. Castro Leal ha dicho de este poeta que encendié el color de las palabras; Villaurrutie hablé de ta “acomodacién buscada 3 caleulada de su verso”; Octavio Paz afirma que “cra 1s hombre Kento y en didlogo consigo mismo. Su imagina- cién no le servia para arder en fuegos de artificio, sino para akondar en si mismo y expresar con mayor fidelidad lo que tente que decir: “yo anhelo expulsar de mi cualquier silaba que no nazca de la cou- bustin de mis huesos’. Lépea Velarde era un poeta con destino” « Aljonso Reyes es ol pocta de la alerta vigilia, Durante mas de medio siglo ha vivide cultivando Ia poesie, Al tado de su ansplia y diverss obra en prosa, el vigor y la intensidad de sw lirica nos apa sionan, No es cierto que Reyes (como lo expresé Castro Leal on su antologia) “no quiso dar a la poesia més que une parte de su corasin y desu tiempo".* En muchas horas de su vida ef autor de Lfigenia eruel Jha mastenido su covarin y ex mente conmorides, alerlas y sediontos para vivir la permanente aventura de la poesia. El entreacto que hay entre los poctas posmwdernistas y el grupo de los Contemporineos lo constituyé el estridentismo, enya figure prin- cipal jue Manuel Maptes Arce. Este grapo tuvo wna intencién revo- lucinaria que, por falta de madures, no legis a consolidarse en una obra perdurable, Los desahogos verbales del “futurismo” europea de Marinetti injluyeron en estos jévenes que pugnaban por” crear wn “arte auevo”, sin contar con que lo intentabasr em us dmbito distinto V que con sus actitudes séto escandalisaban ef ambicntc todavia pro- vineiaxo del México de los aiios veinte, No fueron precisumente los estridentistas, sino la generacién de Comtemporneos, surgide pocos' altos después (1927), le qié Togrd, en borte, la renovaciin poética de México. * De los primeros no quedaron 5 Hunelousz Usesa, Polo. Lat corrionte lterarias en la América Hispd= ice, Wilioteca Americana, Feoio de Cattuea ‘Heonémiien, México, 1934, pu 113 4 Tas Porae del ofimo, Imprenta Universitaria, México, 1957. § Lat fucsie mexioaa modems, Leas Mexicans, Fondo de Cultura Veunicas Mexico, 1988- tatroduecteny p. XU n estos meas fx ueesfa alza'el yuelo y, de su ralz mexicana, ascende te iiversatitvh,eoraqnociy $1 ve eh Tes aided vel sina de Teton tome obras de relieve; en cambio, de los tltimos permanccen més de veinte creaciones de interés que comprueban (a exigencia y seriedad com que se enfrentaron a desentraitar, desde distintos rumbos y aimésferas, el mundo de la poesia. Lo que los distingue (como a la generacién espa- fiola de 1925: Gorcia Lorca, Cernuda, Solinas, Aleivandre, Diego, Al- Derti) es el cultien reiterado de la metéforax También ef que no existen preocupaciones de orden social en. st poesta, salvo el caso de Pellicer 'y una porcién de la obra de Novo." La generacién de Contemporineos s¢ dio a conocer, inicialmente, desde las revistas Kterarias Ulises (1927-1928) y Contemporineos (1928-1931), y se caracterizd por et dominio de ta forma y sw bis queda de esencias humanas, universales. Si en un principio alguno de los poctas de este “grupo sin grupo” puto estar influido por atrasadas corrientes de escuclas curopeas (la mas decisiva fue fa surrea- Fista), esta situacién fue pronto superada, Los liricos de Contem- porineos que aqui esludiomos han continuado ta tarea iniciada bri- Hantemente en et siglo xvi por Sor Juana Inés de la Crivz, 9 en sonchada después por espiritus como el de Manuel Gutiérres Néjera ana de las avanzadas del modernismo en América— durante ef wile fimo cuarto det sigio xxx, y por Enrique Gonsiles Martincs y Remin Lépes Velarde en las primeras décadas del xx: la de lograr expresar a mds profunda esencia de México desde los planos de ta verdadera Poesia, ese que tiene por meta ir avanzando en los terrenos de lo inefabie transforméndolo en materia de comunién, en lenguaje preciso del hombre. Porque et poeta moderno se enfrenta a un nuevo tiempo, a wna realidod mucho més amplia, honda y envolvente que no pudieron co- rnocer tos liricos del pasado. Interesante nos parece lo dicho a este respecto por el espaiiol Corlos Bousoito: “Et hombre actual tiene la coyuntura de vivir, al parecer, et pértico de una nueva ert, y no sélo un nuevo siglo: una era que, como hemos dicho 40, s¢ halla en colisién no con un siglo, sino con todo aquel grupo de siglos que et racionalismo ha encousado. Ello significa que ta mirada det poeta (y en general, la mirada del artista contemporéneo) contempla onte si tuna extension més eirginal, donde lo huclls més snarcada o visible fs la suya, la que su pie imprime en fo renovada superficie det arte 7. Sowiatwerte bos Contempordveas parecen no habe tenivitn eu hu ane, Ne press gie eran 90 Pinetree’ isiferenies ci sim hes: paca reoeupado por st tation en Atle Ex cambio, los escritores det siglo xvms, por ejemplo, se movian en un territorio visitada ya por otros hombres, ¥ el hueco que ésios dejaban libre para ta invencién personal era relativamente escaso.” * Se estudia toda ta generacién de Contemporineos en este libro Bernardo Ortis de Monteliano, Carlos Pellicer, José Gorostisa, Jaime Torres Bodet, Elias Nandino, Forge Cuesto, Xevier Villaurrutio, Sal- valor Novo y. Gilberto Owen. Algunos piensan que Pellicer y Nan- dino no estuvieron dentro del wisimo grupo. Sin embargo, wna rasén de contemporancidad nos induce a incluirlos en el snismo, En todos estos poetos de Contempordneos existe una sobriedad expresiva que viene en linea directa de Antonio Machado y de Juan Ronién Fiménez, herederos de la tradicién becqueriana de justeza y transparencia. Ya se han superado completamente las fanfarrias su- perficiales det modernismo. Otro de los grandes poctas que influyd Aerisivimente en ellos fue Charles Baudelaire, reconocido ya por ta mejor critica como uno de Ios padres de fa povsta moderna Otra generacién postica mexicana es aguella que irrumpe en el mundo de ta literatura desde Ia revista Taller (1938-1941), y. que se alimenta, en mucho, de las directrices lricas de la generaciin an- terior, la de Contemporancos. Fstos poctas también se caracterizan por su afén de entrar en contacto con otvas realidades culturales distintas aia mexicana (la francesa y la inglesa, principalmente); también por la seriedad y rigor con que se dan a cultivar sus respectivas vocacio- nec. La injluencia que domina los émbitos de esta nueva gencractén, es, indudablemente, en México, la de Xavier Villaurrutia, Para estos poctas Ia poesia ya no es slo entusiasmo, embriaguez, inspivacién: a esas virtudes comenzaron @ aponer la reflexion, la disci- Plina, el rigor; 9a ta poesia no fue més un producto “para los afici nados at delirio” (seg Ia filosa frase de Baudelaire}, sino et resul- tado consciente y hicido de un wabajo on el que han de intervenir las fuersas més furas y profundas de Ia inteligencia ereadora del + hombre, 3 Feorta de la extresién pottica, Ptorial Gredos. Madi, 1955, 9 Estos poetan contndan cavando Ia mina de los Conlenpordacor: de lmagen y ta meetora sdghiern sus frtcs sds hades’ de poste, Aden fare cll tn oeain ya noes fuegoy sion la parte mie eceacal de fe wie ire trae ten ovis més rbides de Mesto: Octavio Vary Ehtatn Hocme SnPCati Steaming anon: Titra eee, tw ste cic nicer aje ger China y ia URSGs Par tanbiee Wy" Aia sn econ el grupo siesta de 13 De ta revista Taller surgen las voces de Octavio Paz, Efrain Huerta, Alberto Quintero Alearcs y Neftali Beltrén, poctas que des- fués tomaron rumbos distintos. El primero, eultiea un encendido rismo donde 1a imaginacién y la sensualidad son tas notas. predomi- nantes, asi como la cercania con los poctas ewropeos que ain rinden culto @ las formas surrealistas; ef segundo, Huerta, después de su etapa amorosa, construye hoy una poesia que se acerca a los temas inmediatos y candentes de la realidad, al tomar partido en ta batalla ideolégica de nuestro tiempo al lado de las izquierdas, es decir, hace de su arte un arma de lucha; ef tercero, Quintero Alvares —muerto prematuramente en 1944—, se caracterizé por cantar en su poesia los temas del campo con una voz ilena de frescura y outéntica ori- ginolidad; el sitinso Beltrin, es un sonetista que en su libro Soledad enemiga nos ka dejada algunas de las mejores muestras escritas en esta forma postica En su ensayo Poesia mexicana moderna, Octavio Paz ha acla- rado algunos puntos sobre la generacién de ‘Taller. Diee, por ejem- no, que la idea de Rafacl Solana —furdedor de ta revista de ese nombre— era crear a Taller “como fraternal y bre comunidad de artistas". ¥ atade: “Cierto, tos problemas tkenicos —quiero decir al lenguajo— constituyeron saa de nuesiras preocupaciones centraes Pero jamds vimos la palabra como ‘medion de expresién’. Y esto —nwestra repugnoncia por to literario y nuestra biisqueda de la palabra ‘original, por opasicién a Ia palabra “personel— distingue a si gene racién de la de ‘Contemporéneas’. La poesta era actividad vital més que ejercicio de expresién.* No queriamos tanto decir algo personal como, personal unos em algo que sos trascendiese, Para Jos postas de ‘Contemporéncas’ et pocma era um objeto que podia desprendorse de su creador; pore nosotros, wn acto. O sea: ta poesia era wn “ejercicio espiritual’. De ahi el interés de (quien compartié algunas de nuestras preocupaci ticos espaitoles, y el de Quintero, Vege Albela y ef que esto escribe ‘por poctas como Novalis, Blak la poesia como experiencia, es decir, como algo que tenia que ser ido, Voiamos en ella @ wna de tas formas més allas de la comin No es extraio, ast, que amor y poesia nos pareciesen las dos coras te, reali 0 Rimbaud, A’ todos nos interesaba To Op, city 9. 22 Hiv esto, nos parece, eoincdian con ta estética de Goethe. Végse ta ohra lw Willwiat Dilley, Vida y poesta, Fondo de Cultura Hconsmiea, México, 1043 4 ‘ de sma misma realidad. O como la pocsia, era sna anterior @ ta escision y a la is exactamente: las dos alas. El amor, fativa por recobrar al hombre adénico, sgarradura.” Para ellos, pues, para la generacién de ‘aller, ta poesia eva ‘una experiencia capaz de transformar at hombre, si, pero tambicw al mundo, ¥, més concretamente, a la sociedad. El pocma era un acto, por su naturalesa misma, revolucionario”. Y aiiade Pac wis tarde ‘No, para nosotros la actividad poética y la revolucionaria se con- fundian y eran fo mismo, Cambiar at hombre exigia el previo cambio de la sociedad. ¥ a la inverse. Ast pucs, mo so trataba de un “impe- rotivo social —pare emplear el Lenguaje de Castro Leal— sino de la imperiosa necesidad, postica y moral, de dest Durguesa para que et hombre total, el hombre pi de si misino, apareciese. Esta posiciin —que nos Hl con un viejo y amado pocta espaiiol: Leén Felipe— pue asiz para la mayoria det grupo, amor, poesia y revolucién s ardientes.” 2 al fin «@ fraternizar a tres De un grupo posterior (reunido en torno a la rev Nueva) nacicron a fas letras Ali Chumacero, Jorge Gonsétee Durise ¥ Munuet Calvitlo (aclarans que nos estarnos refiriendo solamente a tos poctas, pues defo contrariy no podriamos « Martines, juieioso y responsable critico; ni a Leopoldo Zea, quien es hoy ia autoridad on su campo: ta filosofia). Unicamente por ragones eronolégicas incluimos on esta scccién al poeta Fosé Cérdenas Peka (nacido en 1918). Estos poctas heredaron ta linea esteticonte de Contempordineos y wo han mosirado en su obra ninguna posicién Trente a ta sociedad, lar a José Lavis iso el ands liberal de ellos sea Chumacero, vio de uno cultura sds ampli, 12 Més que revolucionaria, tn posiciin de los miembros de Taller no parece ron Gino. poetas ellos Inunen.realizaron tn nnelon de. aapor tinea social. eran revniveionaties en hufracto. En periedo revolacionaris ‘Mision, fa cultorn debe expresar as nspir imp el ae 2 desposeies, de acuerdo. com el pensaunents, inatnices Caudill. 28 "wiembroe Ge Tatler ms. ia Hertad ». Nunca pudieroy, ver aK 1 colertivo. Elles bablghan de “bert iad no stn estato abstract, Cems a Cadwell: “A cas Durgues le ‘use sis stints Gat ilertad'f) estan intolecabienente fetringil ests ay vidas Fi view ect os (Hlasin and owt stay of the iter it Vishwa. Leandees, 1938, 0 32) 18

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