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Universidad Abierta Para Adultos

Recinto Santo Domingo, Este

Asignatura
Derecho Comercial I

Tema
Unidad III

Obligaciones Profesionales de los Comerciantes

Teóloga Maestra
Rosanna Salas

Participante
Luis Genao

Matricula
14-7286

Fecha
16/01/2018
Obligaciones especiales de los comerciantes

Dos obligaciones especiales imponen el código de comercio a los comerciantes;


tener determinados libros y llevarlos con regularidad, y, si son casados o se casan,
hacer público el régimen bajo el cual están casados o que adoptan al contraer
matrimonio.

Libros de comercio

Razones que justifica la existencia de estos libros.-tres razones, principalmente,


ha tenido al legislador en miras al exigir que los comerciantes tengan y lleven con
regularidad determinados libros, a saber:

A)- la utilidad de estos para cada comerciante es evidente, desde que le permite,
en cualquier momento, informarse sobre el estado de sus negocios;

B)- la circunstancia de ser general eta obligación de tener y llevar los mismos
libros, ha permitido atribuir valor probatorio al contenido de estos y dispensar a
cada comerciante de la obligación de recurrir a la prueba escrita del derecho
común.

C)- en el caso de quiebra de un comerciante, los libros por el tenidos y llevados


constituyen la mayor fuente de información para investigar la causa de la misma y
determinar si ha habido o no fraude

Libros obligatorios y libros facultativos

La ley solo exige a los comerciantes tener y llevar, en la forma que ella establece,
estos tres libros: uno destinado al asiento diario de cada operación realizada en su
comercio (libro diario); otro para copiar los inventarios que anualmente hagan
(libro de inventario), y un tercero para copiar las cartas que escriben (libro
copiador de cartas). Son estos, pues los libro obligatorios.

Cada comerciante puede, además, tener y llevar -en la forma que se le antoje-
cuantos libros considere útiles a la clase de negocio a la cual se dedique. Se trata
en este caso de libros facultativos.
Foliado, rubricado y visado

Antes de ser puestos en usos, los tres libros obligatorios deberán ser foliados,
rubricados y visados gratuitamente por el juez de primera instancia o por el juez de
paz -antes alcalde- del lugar donde tenga su domicilio el comerciante.

El foliado consiste en la numeración de cada página del libro sometido a esta


operación: con él se previene la supresión o intercalación de hojas; el rubricado es
la firma abreviada del funcionario en cada página: impides con él o se hace difícil,
la sustitución de una hoja del libro por otra; el visado, finalmente, es una acta
redactada por el juez o alcalde -juez de paz- en el comienzo o final del libro en la
cual se declara el número de sus páginas, la circunstancia de haberse foliado y
rubricado en cada una d ellas y el uso al cual se destina.

Emunciones del libro diario

He aquí lo que a este respecto dice el art. 8 1ra parte del c. Com.: “todo
comerciante está obligado a tener “un libro diario” que presente, día por día, sus
deudas activas y pasivas, las operaciones de su comercio, sus negociaciones,
aceptaciones o endosos de efectos de crédito, y generalmente todo lo que recibe y
paga por cualquier título que sea; y que exprese, mes por mes las sumas
empleadas en el gasto de su casa”.

En resumen: el libro diario debe contener la indicación de cada una de las


operaciones diarias que realice el comerciante en su comercio, y, además, la
suma global que cada mes haya empleado en sus gastos personales o los de su
familia.

Conservación de los libros obligatorios

De ninguna o de muy poca utilidad serían las prescripciones legales relativas a las
obligaciones de tener y llevar los libros, si, una vez llenadas las páginas de estos,
o poco tiempo después, pudieran ser destruidos, abandonados o descuidados. Es
esta la razón por la cual ha dispuesto el legislador que “los comerciantes estarán
obligados a conservar estos libros durante diez años” plazo más que suficiente
para suponer liquidadas las operaciones contenidas en ellos.

Sanciones relativas a la obligación de tener y llevar los libros

La falta de los libros o las irregularidades que se cometen al llevarlos, privan al


comerciante de la finalidad de determinar en un momento dado cual es el estado
de sus negocios. Pero independientemente de la privación de esta indudable
ventaja, la falta de libros o circunstancia de que estos no sean llevados conforme
lo exige la ley, esta doblemente sancionada: a) “llevados con regularidad, pueden
admitirse por el juez como medio de prueba entre comerciantes, en asuntos
comerciales” de otro modo, “no podrán ser representados ni hacer fe en juicio a
favor de los que no hayan observado las formalidades prescritas por la ley”.

Por otra parte, el comerciante declarado en estado de quiebra que no haya llevado
libros o que los haya llevado con irregularidad “será declarado en bancarrota
fraudulenta y castigado con las penas señaladas por el código penal”

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