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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ENTRE RÍOS

Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales


Licenciatura en Psicología

Cátedra: “Historias de las culturas y mitologías”

Trabajo práctico: “Enuma Elish y Teogonía”

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INTRODUCCIÓN:

El mito mesopotámico de la creación

El Enûma Elish es el mito de la creación babilónica (llamado así por su incipit). Fue recuperado por Henry
Layard en 1849 (en forma fragmentaria) en la Biblioteca en ruinas de Asurbanipal en Nínive (Mosul, Irak), y
publicado por George Smith en 1876.
tiene alrededor de mil líneas y se registra en el Viejo babilonio en siete tablillas de arcilla, cada uno con
entre 115 y 170 líneas de texto. La mayoría de los Tablet V nunca ha sido recuperado, pero aparte de esta
laguna es el texto casi completo. Una copia duplicada de la tableta V se ha encontrado en Sultantepe,
antiguo Huzirina, situado cerca de la moderna ciudad de Sanliurfa en Turquía.

Esta epopeya es una de las fuentes más importantes para la comprensión de la visión del mundo babilónico,
centrado en la supremacía de Marduk y la creación de la humanidad para el servicio de los dioses. Su
propósito original primaria, sin embargo, no es una exposición de la teología o la teogonía, pero la elevación
de Marduk, el dios principal de Babilonia, por encima de otros dioses mesopotámicos.

El Enûma Elish existe en diversas copias de Babilonia y Asiria. La versión de la biblioteca de Asurbanipal
fechas para el siglo séptimo antes de Cristo. La historia en sí se remonta probablemente al siglo 18 antes de
Cristo, el momento en el que el dios Marduk parece haber alcanzado un estatus prominente.
(http://www.bloganavazquez.com/2009/10/28/enuma-elish-2/ )

DESARROLLO:

En los tiempos en que tanto los cielos como la tierra estaban aún sin formar, según el mito, tan sólo existían
las aguas dulces: Apsuy las aguas saladas: Tiamat. ambas se unieron y Tiamat dio a luz a Lahmu y Lahamu.
De la unión de estos últimos nacieron Anshar y Kishar, los límites del cielo y la tierra que se encuentran en el
horizonte. Anshar dio a luz a Anu, el cielo y Anu a su vez engendró a Ea, el astuto dios que con el tiempo
destronaría a Apsu para convertirse en el dios de las aguas dulces.
todos estos seres fueron adoptando una actitud mucho más activa con el tiempo hasta que empezaron a
aflorar tensiones y conflictos entre los dioses de la primera generación y el resto de las divinidades. Así,
cuando estas últimas empezaron a jugar y gritar, perturbando la tranquilidad de Apsu y Tiamat, Apsu
propuso exterminarlas para restablecer el silencio, a lo que Tiamat respondió que como iban a a destruir lo
que ellos mismos habían creado? Y a pesar de las protestas, Apsu tramó en secreto la muerte de los dioses
jóvenes. Pero Ea, , logró vencer a su padre ante la estupefacción de los otros dioses recitando un conjuro
que lo sumió en un profundo sueño, tras lo cual le quitó la corona y lo mató.
Después de vencer a Apsu, Ea se quedó con el poder del reino profundo océano de agua dulce, también
llamado “apsu”, y construyó en lo más alto del mismo su propio templo, donde se fue a vivir con su esposa
Damkina. Allí engendraron a Marduk, más agraciado que cualquiera de sus predecesores, pues dado que
tenía cuatro ojos y cuatro orejas, poseía una vista y un oído excepcionales.
Anu, el abuelo de Marduk, creó a los cuatro vientos para que el joven dios pudiera jugar con ellos, pero sus
juegos acabaron dando lugar a tormentas en la superficie de la Tiamat, el mar, que perturbaron la
tranquilidad de los otros dioses. Molestos éstos, empezaron a acusar a Tiamat por no haber vengado la
muerte de su esposo, hasta que al final, ella decide acabar con el joven Marduk: creó once dragones y otros
tantos terribles monstruos y los encomendó al dios Kingu, a quien también entregó la “tablilla de los
destinos” para que ostentase el poder en su nombre.
Cuando los dioses supieron las intenciones de Tiamat, entraron en panico. Ea intentó interceder ante
Tiamat, pero no tuvo éxito. Al final, los dioses suplicaron a Marduk, que los salvase.
Marduk accedió a luchar contra Tiamat, pero con la condición de que antes se le diera el poder absoluto
sobre los demás dioses. Las divinidades, que se habían reunido en torno a un banquete y habían bebido una
gran cantidad de cerveza, aceptaron de inmediato la condición impuesta por Marduk. La institución de la
realeza surgió en unas circunstancias anormales y a Marduk se le dio el poder mágico de gobernar sobre las
otras divinidades. Lo primero que hizo él fue enviarle a los cuatro vientos que habían motivado su ira para
que la enfurecieran aún más. Cuando Kingu y los otros partidarios de la diosa fueron presa del caos y la
confusión, hizo que los vientos penetrasen en la boca de la diosa e inflaran su vientre, tras lo cual le arrojó
una flecha y la partió en dos; envolvió al ejército de la diosa con su red y arrebató la “tablilla de los destinos”
a Kingu, que se introdujo en su propio pecho. Así Marduk se convirtió en soberano indiscutible de todos los
dioses y decidió partir en cuerpo de Tiamat en dos mitades y con ellas creó el cielo y la tierra. Después,
construyó su palacio en el cielo, Esharra, por encima de donde su padre había levantado su residencia en lo
alto del “apsu”. creó las constelaciones, enseñó a la luna su ciclo mensual y creó las nubes de lluvia con la
saliva de Tiamat . Dio forma a la Tierra con la mitad superior del cuerpo de Tiamat. Para ello hizo que de sus
ojos fluyeran el Tigres y el Éufrates, y convirtió sus pechos en montañas de las que fluía agua dulce.

Los dioses no dudaron en reafirmar su condición de soberano de todos los dioses y reconocían su indudable
capacidad para llevar a buen fin el gobierno del universo. Marduk, a su vez, les ordenó construir una ciudad
que hiciera las veces de palacio y de templo, y se llamaría Babilonia.

Decidió también dar vida a una nueva criatura: “Déjenme poner sangre junta y unos cuantos huesos.
Déjenme crear un salvaje primigenio, ‘el hombre’” para que haga el trabajo más penoso de los dioses de
manera que estos puedan descansar a su gusto. Entonces a reunió a todos los dioses y les pidió que dijesen
el nombre de aquél que había liderado la batalla contra Tiamat. Todos señalaron a Kingu, a quien como
castigo cortaron las venas. De la sangre que brotó, Ea creó la humanidad.

A pesar de haber creado al hombre para hacer el trabajo duro, los dioses terminaron la construcción del
palacio y el templo de Babilonia con sus propias manos. Se celebró un banquete en el cual adoraron las
armas con que Marduk había derrotado a Tiamat y recitaron los cincuenta nombres del dios, cada uno de los
cuales aludía a algún aspecto de su personalidad.

CONCLUSIÓN:

A raíz del análisis del Enuma Elish se pueden establecer tanto similitudes como diferencias respecto al
Génesis, o relato de la Creación cristiana:
 Como principal diferencia el Génesis es monoteísta y el Enuma Elish es politeísta... Genesis deja
claro que las cosas que la humanidad adora como dioses son creaciones de un mismo dios.
 Enuma Elish empieza con “Cuando en las alturas...”, mientras tanto el Génesis empieza con, “En el
principio”.
 Enuma Elish habla de una administración de las cosas sin nombres, mientras que en el Génesis el
llamar de los objetos es de gran importancia.
 Enuma Elish como Génesis implican un caos primitivo en el principio. Otra similitud es que en
ambos relatos el agua es dividida en aguas superiores e inferiores.
 en el Génesis la creación es llevada a cabo en seis días y en el Enuma Elish el registro es dividido en
siete tablillas.
.
 En el Enuma Elish asi como en todos los mitos creacionistas del Medio Oriente, la creación es
llevada a cabo por medio del conflicto y la guerra. en el Génesis la creación se produce en un gran
clima de paz y quietud.
 el Enuma Elish, los encantos mágicos son la última fuente magia. En el Génesis, el poder se
manifiesta en las órdenes de Dios y la naturaleza obedece.
 El registro del Génesis incluye en forma sistemática a todos los reinos de la naturaleza, mientras
que el Enuma Elish omite los principales aspectos de la creación como las plantas, el sol,
los animales, la luz, etc.
 También, en el Génesis el hombre es creado del polvo de la tierra para que domine sobre la
creación. En el Enuma Elish, el hombre es creado de la sangre de un dios para que sea esclavo de
los dioses.

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