Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Ante la solicitud de ayuda por parte de una mujer con deseo de maternidad, el médico,
como vimos atrás, deberá conocer las motivaciones que se tienen para ello, como
también las condiciones de vida de la persona interesada. En el caso de la mujer soltera
o viuda deben analizarse circunstancias muy particulares, que aparejan importantes
connotaciones éticas. Invocando el principio de autonomía o el derecho a la
autodeterminación, la mujer sin esposo o compañero solicita el auxilio de la ciencia para
lograr un deseo vehemente: tener un hijo sin intermediación directa del varón, es decir,
sin mediar el acto sexual, sin comprometer a otro. El fin buscado es gestar un hijo de su
sangre, de su entraña, de su estirpe; una reproducción extramarital. A primera vista es un
fin bueno, pero... Las normas y las costumbres aceptadas por nuestra sociedad
prescriben que los hijos deben nacer de padres conocidos dentro de un hogar estable. No
basta el simple deseo, la autodeterminación. Para tener validez ética deberá estar guiado
por la razón y no ser producto de emociones o compulsiones; además, deberá tener en
cuenta las normas de moral objetiva, es decir, las que prescribe la sociedad. Analicemos
las variantes técnicas que podrían utilizarse para darle cauce al anhelo maternal de la
soltera o la viuda y deduzcamos las implicaciones legales y morales que se derivarían de
ellas.
1. La fertilización manipula podría hacerse con óvulo de la interesada
yespermatozoide de donante desconocido. El producto de tal unión astida será
ante la ley, es decir, ante la sociedad, un hijo sin padre. Sobra comentar la
situación legal y emocional que en el futuro le esperarla.
2. La fertilización podría también hacerse con óvulo de la interesada y
espermatozoide de donante conocido, pero que no autorizó el procedimiento.
Sería entonces un hijo no reconocido, de padre conocido, con implicaciones
asimismo legales y emocionales.
3. Finalmente, la fertilización podría hacerse con óvulo y espermatozoides de
donantes desconocidos, obtenidos (comprados) en un banco de gametos, o
simplemente la gestación tendría su inicio con la transferencia al útero de un
embrión abandonado o cedido por una pareja cuya identidad sólo conocen los
que manejan los registros del banco de embriones. Se trataría de una maternidad
"de útero" únicamente, gestacional, o de una adopción sui géneris, pues, sin
existir ningún vínculo de linaje o raíz genética, ese hijo adoptivo sería gestado y
parido por la mujer adoptante. Con criterio pragmático, el proceso de gestación y
parto, que expone a la madre a posibles riesgos, no siempre previsibles, puede
considerarse fútil, innecesario. Hubiera sido más lógica la adopción corriente de
un neonato expósito, no autorizada en algunas legislaciones por tratarse de una
madre que asume sola la responsabilidad de la crianza y la educación.
Por lo expuesto atrás, no queda duda de que la reproducción asistida en mujer soltera o
viuda -concepción extramaritales posible técnicamente, pero susceptible de ser
cuestionada moralmente. El médico que la lleve a cabo dejará a la vista que en ¿1 puede
más el afán de lucro que su responsabilidad social. Igual podría decirse del que la
practica para complacer el querer de una pareja de lesbianas, no obstante haya quienes
defiendan el derecho que tienen los homosexuales de llevar su vida a su manera y de
buscar los medios para lograr su felicidad. SI se analiza la situación con simple criterio
utilitarista, esa posición' podría ser válida moralmente. Dado que lo que buscan con 'a
maternidad la mujer soltera, la viuda y la lesbiana es lograr su felicidad, la reproducción
asistida estaría justificada. Pero como se halla de por medio otra persona -el hijo-, con la
maternidad no se estaría buscando propiamente su felicidad. Es de suponer que, por
ausencia de medio familiar adecuado, sería un hijo lleno de problemas legal y
emocionales, ya que el grupo familiar carecería de la diada marital compuesta por
madre-padre, complemento importante de la denominada "red psicosocial".
Como es bien sabido, la nueva tecnología en el campo de la reproducción humana ha
hecho necesaria una revisión de los conceptos tradicionales de familia, padre, madre,
hijo. Los legisladores, en particular, han encontrado dificultades para armonizar las
leyes con las nuevas circunstancias, pues además de las connotaciones biológicas y
morales, se han visto obligados a tener en cuenta también otras de carácter subjetivo47.
Así, Carol Levine, citada por Ruth Mackiiri~ propone la siguiente definición de
familiares: "Los miembros familiares son individuos que por nacimiento, adopción,
matrimonio, o compromiso declarado, comparten lazos personales profundos y se
consideran obligados mutuamente a dar y recibir apoyo de diferentes clases, dentro de
sus posibilidades, especialmente en tiempos de necesidad". Este concepto amplio de
familia abarca muchas situaciones, entre ellas la que deriva del hijo nacido o adoptado
por mujer soltera o por lesbiana. Sin duda, dentro de ese marco conceptual cabrían todas
las posibilidades o modalidades funcionales y disfuncionales de la familia, sin que eso
signifique que todas llenen los requisitos para ser tenidas como el ideal de familia. No
basta el criterio subjetivo. Para serlo debe tener un soporte moral, el cual lo da la
seriedad de su constitución, la forma de su composición, la raíz biológica de sus
componentes, la existencia de una Jerarquía de poder, la diferenciación de funciones,
derechos y obligaciones; en fin, la unión armónica y estable. "A lo largo de toda la
historia humana -escribe el psiquiatra infantil Francisco Cobos- existe una zona de muy
Intensa actividad meta individual, la <familia», cuya importancia actual radica
principalmente en ser el principal -y prácticamente único- foco de promoción del
desarrollo infantil. El aparato psicológico del hombre contemporáneo se forja casi
exclusivamente dentro de esa zona de actividad de la red psicosocial general, lo que le
da trascendencia única a la agrupación familiar al hacerla el centro donde se forja la
normalidad o la desviación del funcionamiento individual y social"49. Creo que este
autorizado concepto debería ser tenido muy en cuenta por quienes ejercen la
reproducción asistida como disciplina médica. Precisamente, uno de los factores que
más han incidido en la crisis que vive la sociedad actual -sobre todo en los países
opulentos y buena parte de los capitalistas - es la disfuncionalidad que vive la fámilia, y
que se ha prestado para declarar su muerte~.
Continuando con su afán inquisitivo, los científicos han superado su papel de
colaboradores de la Naturaleza para ser suplentes suyos; aún más, para contrariar sus
designios. Un ejemplo: permitir la maternidad en mujeres cuya función ovárica haya
declinado en razón a su edad avanzada, es decir, en mujeres postmenopáusicas. Habida
cuenta de que era posible lograr embarazos exitosos implantando embriones a mujeres
jóvenes cuyos ovarios eran incapaces de producir óvulos (falla ovárica irreductible) y
por lo tanto se hacía necesario apelar a oocitos donados51, se experimentó, también con
éxito, el mismo procedimiento en mujeres mayores de 40 años52. Se tiene noticia de que
se han logrado embarazos en mujeres más que sexagenarias. Son hazañas científicas que
fuera de admiración despiertan incertidumbre, desconcierto. Suceso tal lo registraba la
Biblia; en efecto, en el Génesis54 se lee que la anciana Sara, como que "le había faltado
ya la costumbre de las mujeres", tuvo un hijo por voluntad Divina. De ahí que lo
sucedido ahora se haya prestado para que algunos moralistas afirmen que esos hombres
de ciencia están jugando a ser Dios. Estén o no desempeñando ese papel, lo cierto es
que sus hazañas dan pábulo para un enjuiciamiento moral. Cuesta trabajo aceptar que
una mujer sexagenaria pueda comportarse como madre de verdad durante los primeros
años de vida del hijo, vale decir, cuando éste más requiere de su presencia y de su
apoyo, siendo precisamente esa la edad en que las madres más requieren el apoyo y
presencia de sus hijos; no es lógico, por lo tanto, que la ciencia se preste para estos
desfases bi6lógicos y sociales. Se trata, a no dudarlo, del empleo de la tecnología para
complacer el capricho de una persona y para darle, de paso, satisfacción al afán
lucrativo del médico. En este caso no puede invocarse el principio de autonomía de la
mujer interesada, pues es bien sabido que la maternidad en edades avanzadas se
convierte en un riesgo muy alto para la gestante y para su hijo. Siendo así, ante la
posibilidad grande de daño, debe primar el principio de no maleficencia al de
autonomía. Será ese el deber prima facie para el médico.
Epílogo
Como resumen de este capítulo, queda al descubierto que la proconcepción o
reproducción asistida es, en esencia, una actividad encaminada a un fin bueno como es
satisfacer el deseo de la pareja de tener un hijo. Sin embargo, no todas las posibiliidades
utilizadas por el médico para ello ni todas las solicitudes de la mujer pueden recibir
aceptación moral. Es que · como afirma Julián Marías- son los haceres y no las
actividades los que incluyen como ingrediente la moralidad73. El médico puede no ser
responsable del curso de su actividad; en cambio lo es de lo que hace, por cuanto ese
hacer debe estar precedido de la reflexión ética que dará respuesta a la pregunta "¿por
qu4 y para qué lo hago?". No puede quedar duda alguna, entonces de que esta
revolución biológica hace indispensable la existencia~ de leyes o normas que regulen su
empleo, pues ellas orientarán el actuar y el hacer del médico.
Dado que el médico en Colombia, por ausencia de normas nacionales, debe guiarse por
las que apruebe la Asociación Médica Mundial, transcribo a continuación la propuesta
dada a conocer en agosto de 1994~~ y que irá a ser presentada en la 46ª Asamblea
General:
"La fecundación in vitro y el trasplante de embriones constituyen una técnica médica
que se utiliza en muchas partes del mundo para tratar la esterilidad. Puede beneficiar a
los pacientes individuales y a la sociedad en general, no sólo porque trata la esterilidad,
sino porque también ofrece la posibilidad de evitar los defectos genéticos y mejorar la
investigación básica sobre la reproducción y la anticoncepción humanas.
"La AMM insta a los médicos a actuar conforme a la ética y con el debido respeto por la
salud de la futura madre y del embrión desde el comienzo de la vida. La AMM
promulga esta declaración con el fin de ayudar a los médicos a reconocer y cumplir sus
obligaciones éticas.
"Desde un punto de vista ético y científico, la asistencia médica en la reproducción
humana se justifica en todos los casos de esterilidad que no ofrecen probabilidades
suficientes de éxito frente al tratamiento farmacológico o quirúrgico, especialmente en
los casos de: a) incompatibilidad inmunológica, b) esterilidad por obstáculos
irreversibles al contacto entre gametos masculinos y femeninos, c) esterilidad por
alteraciones en los espermatozoides que modifican sus capacidades de fecundación, d)
esterilidad por causas desconocidas.
"En todos estos casos, el médico sólo puede actuar con el pleno consentimiento
informado de los donantes y los receptores. El médico siempre debe actuar en el mejor
interés de la criatura que va a nacer por este procedimiento.
"El médico tiene la responsabilidad de suministrar a sus pacientes, de manera
comprensible para ellos, suficiente información sobre el propósito, métodos, riesgos,
inconvenientes y desilusiones inherentes al procedimiento, y debe obtener de ellos su
consentimiento informado para dicho procedimiento. Tal como sucede en cualquier tipo
de procedimiento electivo, el médico debe poseer la formación especializada adecuada
antes de asumir la responsabilidad de aplicar el procedimiento. El médico siempre debe
cumplir con las leyes y reglamentos en vigor, al igual que con las normas éticas y
profesionales establecidas por la Asociación Médica Nacional y otras organizaciones
médicas competentes de la comunidad. Los pacientes tienen derecho al mismo respeto
del secreto profesional y de la vida privada que se requiere para cualquier otro
tratamiento médico.
"Cuando es probable que las técnicas FIV produzcan un exceso de óvulos que no serán
utilizados para el tratamiento inmediato de la esterilidad, su uso debe determinarse con
anticipación y de acuerdo con los donantes. Los óvulos en exceso pueden ser:
a)destruidos, b) crioconservados, c) fecundados y crioconservados.
"El conocimiento científico de los procesos de maduración, fecundación, así como las
primeras etapas del desarrollo pluricelular, está todavía en sus comienzos. Por ello,
conviene continuar el estudio y la experimentación de los fenómenos físicos y químicos
en este campo, respetando estrictamente los principios de la Declaración de Helsinki, y
con el acuerdo escrito de los donantes.
"Investigación
"La técnica de la fecundación in vitro y el trasplante de embriones pueden también ser
de utilidad en el campo de la investigación, cuyo fin es tener una mejor comprensión de
cómo se originan y se transmiten los defectos genéticos y cómo se'e8 puede prevenir o
tratar. Tanto para el médico como para el paciente pueden surgir profundas
implicaciones morales y éticas. El médico no debe violar sus propios principios morales
y debe ser sensible a los principios éticos y morales de sus pacientes y respetarlos. El
médico tiene el gran deber de hablar con entera franqueza con los pacientes que van a
participar en la investigación y el consentimiento informado de dichos pacientes no sólo
debe ceñirse a lo que exige la ley, sino también debe estar a la altura del nivel especial
de responsabilidad profesional establecido por las normas éticas. Los principios de la
Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial se aplicarán a toda
investigación clínica en materia de fecundación in vitro y de trasplante de embriones,
así como también a todos los problemas que puedan surgir de dicha investigación
clínica.
"La Asociación Médica Mundial recomienda a los médicos abstenerse de intervenir en
los procesos de reproducción que permitan elegir el sexo del feto, a menos que sea para
evitar la transmisión de enfermedades graves relacionadas con el sexo.
"Donación de gametos y embriones
Técnica de fecundación in vitro y el trasplante de embriones posibilita la donación de
óvulos, semen y embriones, de manera que los donantes biológicos pueden no ser los
padres de la criatura producto de este procedimiento. Esta utilización de los gametos o
embriones donados puede plantear serios problemas jurídicos, morales y éticos, tanto
para los pacientes como para los médicos que intervienen en tales procedimientos de
fecundación in vitro y trasplante de embriones. El médico debe observar todas las leyes
en vigor y todas las normas éticas impuestas por la Asociación Médica Nacional u otras
organizaciones médicas pertinentes. El médico también debe tomar en cuenta y respetar
los principios morales y éticos de sus pacientes, y abstenerse de utilizar los gametos o
embriones donados, cuando ello pueda entrar en conflicto con las normas legales o
éticas, o con los principios morales de los pacientes. El médico tiene el derecho de
rehusar cualquier intervención que considere inaceptable.
"La técnica de crioconservación aumenta la disponibilidad de gametos y embriones para
donación.
"Es importantísimo prever reglas éticas a fin de facilitar, en lo posible, la mejor relación
de parentesco que debe establecerse entre los niños nacidos de estas donaciones de
gametos o embriones y los padres receptores.
"Además de este patrimonio genético, la donación de gametos o embriones puede
transmitir otras enfermedades (VIH) al feto o a la madre. Es importante entonces un
control eficaz de los eventuales donantes.
"El anonimato del donante de gametos o embriones -hasta donde lo permita la ley- es
importante a fin de evitar cualquier conflicto en la relación niño/pareja receptor
donante. Este tipo de conflicto se puede producir al realizar una donación de alguien
conocido. En cualquier caso, es difícil establecer una relación entre las dos "madres" o
los dos "padres" y el hijo concebido de ese modo. También puede haber un rechazo del
niño hacia el donante de gametos o la madre gestadora.
"Además, puesto que existe la posibilidad de la aparición ulterior de anomalías
genéticas o biológicas, en el donante y/o en el niño, inesperadas al momento de la
donación, debe ser posible descubrir al donante, al receptor y/o al niño, de acuerdo a
reglas específicas, guardando el anonimato necesario que sólo el médico puede
garantizar.
"El médico también debe limitar el uso repetido de gametos del mismo donante, de
manera de disminuir el riesgo de eventuales uniones consanguíneas. La información
científica actual calcula este riesgo como aceptable, siempre que un solo donante no
engendre más de cinco seres humanos.
"Recomendaciones
"La Asociación Médica Mundial recomienda que los médicos limiten el recurso a las
técnicas de procreación asistida a los casos que presentan problemas de constitución o
funcionales que impiden la reproducción natural.
"La Asociación Médica Mundial también recomienda, en lo posible:
1. que las asociaciones médicas nacionales establezcan criterios sobre cuáles son las
características que debe tener la persona para ser aceptada como donante de gametos y
evitar así cualquier desviación eugenésica.
2. que los médicos mantengan el anonimato de los donantes y de los receptores, hasta
donde lo permita ley, excepto en los casos donde una condición congénita o transmisible
que no pudo ser prevista en el momento de la donación, aparezca más tarde en el niño o
en el donante.
3. que los médicos efectúen una utilización limitada del mismo donante, de acuerdo con
los conocimientos de la ciencia moderna.
4. que los médicos no permitan la comercialización de gametos humanos.
5. que los médicos entreguen una información lo más completa posible al donante y al
receptor sobre los métodos y riesgos que implica este procedimiento.
6. que los médicos respeten las convicciones de las personas implicadas y los métodos
de procedimiento exactos de donaciones o de posibles manipulaciones que se puedan
realizar (estos métodos han sido acordados previamente con el donante o la pareja
receptora).
7. que los médicos no se permitan realizar ningún procedimiento de procreación
médicamente asistida en personas que han pasado la edad normal de procreación".
REFERENCIAS