Você está na página 1de 10

EL DIAGNOSTICO ESTRUCTURAL DE LOS

TRASTORNOS PSICOSOMATICOS CON EL TEST DE


RORSCHACH

Javier Rodríguez Escobar


javier@rorschach.es

El concepto de lo psicosomático

Al igual que otros autores ( Sorribas y Burde (1991), Liberman (1892), etc.) partimos
de la idea de que existe una estructura psicosomática. Consideramos que los pacientes
psicosomáticos poseen unas características y rasgos psicopatológicos específicos que los
diferencia del resto de los pacientes, tienen un modo especifico y diferenciado de manejar los
conflictos psíquicos, modo que estará marcado por las dificultades en la estructuración de su
aparato psíquico, al existir un preconsciente débilmente constituido.

Nuestro esquema referencial teórico parte de la concepción de que las tres estructuras
básicas son la neurótica, narcisista y psicótica, el trastorno psicosomático se consideraría como
una subestructura de la estructura narcisista, de la misma forma que consideramos la histeria o
la fobia como una subestructura de la estructura neurótica.

El diagnóstico diferencial en los psicosomáticos

Una vez enunciada la referencia teórica de donde partimos, pasaremos a desarrollar el


modelo que proponemos para el diagnóstico de estos pacientes.

Este modelo está constituido por una serie de ítems, la mayoría constatados
empíricamente por distintos autores. Los elementos en los que basamos el diagnóstico están
apoyados en las investigaciones realizadas por otros autores con Rorschach, (hemos
consultado 12 investigaciones y 4 revisiones publicadas en los últimos años), y en las

1
aportaciones de los rorschachistas psicoanalíticos publicadas, fundamentalmente, en la revista
de la Asociación de Rorschach de Rosario y de la Asociación Argentina de Estudios e
Investigación en Psicodiagnóstico.

Dado que entendemos el psicodiagnóstico como un proceso, solemos comenzar el


estudio del sujeto con la realización de una entrevista. Por las características de los pacientes
psicosomáticos el modelo de entrevista que utilizamos es la entrevista operativa, ello nos
permite poder ir interviniendo terapéuticamente durante su desarrollo. Su utilización se justifica
por el hecho de que, en este tipo de pacientes, es necesario contener desde un principio su
angustia inicial, ya que el efecto del incremento de la angustia suele ser muy peligroso. Si
comenzásemos la entrevista con la aplicación del Rorschach estaríamos sometiendo al sujeto a
una situación desestructurante, lo cual implicaría el ponerlo de nuevo en esa situación en la que
el niño es vivido por la madre como un objeto extraño, diferente de ella. Hemos de recordar
que hay una gran cantidad de autores que sitúan el conflicto básico del psicosomático en una
fallo en la relación materna (McDougal (1989), Kreisler (1981), etc.).

Por ello, si ubicamos al paciente en una situación nueva y desconocida para él, como
objeto total, podría revivir ese tipo de angustia primitiva y la consecuencia sería el súbito
agravamiento del síntoma. No hay que olvidar que P. Marty en su libro "La investigación
psicosomática" describe casos en los que el paciente hace, en medio de la sesión, un ataque de
angina de pecho, al incremetarse su angustia.

Para una mayor claridad en la exposición iremos desarrollando las características


comunes que poseen estos sujetos, según lo consideran la mayoría de los psicosomatólogos, e
indicando como se detectan éstas en el Rorschach, según han puesto de manifiesto las
investigaciones realizadas con Rorschach por distintos autores. A partir de la integración
realizada entre las argumentaciones teóricas sobre el trastorno psicosomático y la investigación
con Rorschach iremos exponiendo un modelo de índice diagnóstico.

Características específicas del psicosomático en el Rorschach

1) Configuración narcisística.

2
Existen una gran cantidad de autores como Sorribas y Burde (1993), Liberman (1982)
y Kreisler, (1981), entre otros, que coinciden en afirmar que el trastorno psicosomático está
directamente relacionado con problemas narcisistas. De hecho el síntoma suele aparecer tras
sufrir el sujeto un colapso narcisista, que desencadena la depresión esencial que precede a la
regresión o desorganización. (Marty (1984), (1995))

Por ello hemos de analizar aquellas variables del Rorschach que indicarían la
configuración narcisista de la personalidad del sujeto. Estas serían, según Burde, Esquenazi,
Melone, Ottado y Rubolotta (1991):

1.1 F% alta con F+% baja

Indicaría los intentos fallidos por mantener la cohesión del Self, que no logran
ser exitosos debido a la presión de la fantasía de contenidos narcisistas y
omnipotentes. Esta presión es de tal intensidad que perturba la función crítica
del Yo, viéndose seriamente afectados el sentido y juicio de la realidad.

1.2 Indice de aspiraciones alto

Se daría debido al afán de completud narcisista, por la fantasía de control


omnipotente del mundo externo

1.3 m altas

Indicarían las fantasías arcaicas y primitivas de los narcisistas, reflejando la


tensión que experimenta como producto de representaciones del Self
contradictorias. Si fuesen muy elevadas nos alertarían sobre la posibilidad del
colapso narcisista, en el psicosomático tras este colapso aparecería su
principal defensa, la catexis somática

1.4 Infiltraciones del proceso primario

Confabulaciones, contaminaciones, perdida de la conciencia de interpretación,


etc.

3
1.5 Respuestas sobreelaboradas

El sujeto daría respuestas donde predomina la descripción del objeto


percibido, sería un intento de elaborar una respuesta simbólica sin lograrlo.

1.6 Indice de narcisismo elevado

Predominan los contenidos que aluden al narcisismo (pares y reflejos) y a los


objetos del Self grandioso.

2) Dificultades en el proceso de identificación

Shafer (1968) considera que en estos pacientes no se produce la identificación


introyectiva, lo que se dan son introyectos, es decir, internalizaciones localizadas en el cuerpo
en la zona periférica del Self, más que en el núcleo del mismo, que corresponden al proceso
primario.

En esta misma línea se pronuncia Meltzer (1968) cuando habla de identificaciones


miméticas, como un tipo de identificación proveniente del ello, que deriva del estado de
narcisismo primario

En los psicosomáticos la rabia arcaica no permitió la idealización del objeto impidiendo


todo proceso de identificación y por tanto la adecuada estructuración de la primera tópica
(Marty ,1984).

Para analizar el proceso de identificación del paciente en el Rorschach, nos basamos


en:

2.1 Verbalizaciones en laminas IV, VII y IX (Gabilan y Rubolotta (1991))

El contenido simbólico y la valoración en la lámina paterna y materna nos

4
indicará como introyectó el sujeto a estas figuras.

La lámina VII es considerada por los rorschachistas psicoanalíticos como la


"madre del contacto" y la IX como la "madre biológica" (Sorribas y Burde
1993)

En la lámina VII encontramos respuestas en la que se perciben dos personas u


objetos pegados, con la misma base, muy difícil de distinguir cada uno, etc.

La lámina IX se relacionará, según las investigaciones de la Asociación de


Rorschach de Rosario, con experiencias protovinculares, con el estado
embrionario, germen del cerebro, que llegará o no a ser mente. En esta lámina
encontramos respuestas de objetos desparramados, estallidos, explosiones,
percepciones vagas y difusas, el intento de darle forma a lo que todavía no
encontró palabras para ser expresado

En la lámina IV encontramos respuestas con contenido mórbido, un figura


paterna que, aunque está presente, esta deteriorada, dañada, desvalorizada.

2.2 Respuestas simbióticas en la lámina VII (Sorribas y Burde (1993))

Sería el reflejo de ese tipo de relación fusional con la figura materna y que se
muestran como objetos pegados, unidos, fundidos e imposibles de ver de
forma separada

2.3 Shock al agujero, en lámina II (Vicens (1994))

En los sujetos neuróticos el shock al agujero o shock al blanco pone de


manifiesto las modalidades de la escena primaria, fálica, histérica u obsesiva.
En los psicosomáticos este shock estará relacionado con el denominado
agujero psicosomático y a través de él se mostrará la dificultad del sujeto de
expresar emociones que nunca pudieron organizarse, el fracaso de la
mentalización. Las respuestas expresan emociones sin organizar, carentes de

5
simbolización, percibiéndose estallidos, desgarramientos, objetos sin forma,
etc.

2.4 Indice de narcisismo elevado (Burde, Esquenazi y otros (1991))

Corresponde a ese tipo de relación narcisistica en la que el objeto es vivido


como objeto sí mismo, como algo que completa al propio self, como diría
Kohut (1971).

3) Infiltraciones del proceso primario

Ya hemos comentado anteriormente como algunos autores como Marty (1984),


McDougal (1989), Sorribas y Burde (1993)., etc. consideran que en estos pacientes existe una
dificultad de acceso al proceso secundario, una ausencia de engramas mnemicos
preconscientes que permita el acceso a la simbolización, una ausencia o carencia de
representaciones que hace muy difícil el procesamiento de los afectos por la vía mental,
obligando al sujeto a recurrir a la expresión de ellos a través del cuerpo (Marty (1984) y,
Kreisler (1981), entre otros).

En el Rorschach encontraremos:

3.1 M bajas, en ocasiones con alguna M- (Spiegel (1968))

Aludirían a identificaciones miméticas a la dificultad de establecer una relación


objetal por carecer de la adecuada capacidad de simbolización

3.2 m aumentadas y EA bajo (Diez (1990) y Sorribas y Burde (1993))

Reflejarían la fuerte tensión a que están sometidos estos sujetos


permanentemente, a esa estimulación desestructurante que no pueden manejar
mentalmente, a esas fantasías y miedos arcaicos primitivos a los que se ven
sometidos y en definitiva a esa profunda rabia que los invade.

6
La rabia es el verdadero afecto temido por el psicosomático, se podría pensar
que huye de todo tipo de afecto, y es cierto, pero es cierto porque para él el
amor lleva a la muerte, lo pone en contacto con esa madre mortífera. En estas
personas nos vamos a encontrar con los tres mecanismos esenciales, que
describe Meltzer (1974), provenientes de la dinámica del Ello, que son:

a) Identificación mimética, que produce goce o alegría

b) Incorporación, que produce excitación

c) Expulsión, que produce rabia.

Al provenir del Ello podríamos hablar de pulsiones que vinculan y pulsiones


que atacan al vínculo.
Por todo ello aparecerán aumentadas las respuestas de movimiento inanimado
y sobre todo de movimientos sádicos y agresivos con baja calidad formal

4) Colapso narcisista y depresión esencial (Marty, 1984, Kreisler (1981)

Según la Escuela de París todo trastorno psicosomático se desencadena a partir de un


colapso narcisista, por la perdida de un objeto sí mismo, dando lugar a la depresión esencial
que atencede a toda desorganización o regresión psicosomática.

Los indicadores que encontraremos en el Rorschach son:

4.1 C + CF > FC (Spiegel (1968), Bratt-Osterfaard (1956) y Tuser (1991))

Para que se pueda dar el colapso narcisista es imprescindible que la relación


se establezca con el objeto sea de tipo narcisistica. Por eso en estos pacientes
predomina el color desviado a la derecha, un tipo de relación afectiva
impulsiva y con escaso control, determinada por las necesidades del sujeto y
teniendo muy poco en cuenta al objeto con el que se relaciona, no llegan a
catextizar al objeto, lo utilizan para satisfacer sus demandas internas

7
4.2 Suma C' > Suma C pon (Exner (1994) y Weiner (1990))

Las dificultades de representaciones en el plano de lo consciente le


imposibilitan para una adecuada vinculación afectiva, no expresan el afecto
porque sienten con el cuerpo. Por ello aparecerá un predominio de las
respuestas C' afectos displacenteros imposibles de expresar

4.3 Afr < 0.50 (Exner (1994))

Está también directamente relacionado con la huida de los afectos, estos


producen tensión y agravan los síntomas, por tanto se huye de cualquier tipo
de relación afectiva

4.4 Lambda alto

Relacionado con los expuesto anteriormete, la evitación del afecto

5) Descarga por la acción

Los psicosomáticos solo tienen una vía de descarga de la tensión para evitar recurrir a
la somatización, el acting out, actúan para desprenderse de la tensión por vía motora. Este
funcionamiento es tan habitual que incluso se manifiesta a nivel verbal, el lenguaje de acción
(Marty (1990)). Esta dinámica se mostrará en:

5.1 D.M Color-sombreado

Reflejaría esa experiencia afectiva negativa e insoportable que lleva al sujeto a


la descarga inmediata

5.3 Contenidos evacuativos y expulsivos (Sorribas y Burde (1993))

El análisis simbólico de las verbalizaciones nos permite detectar esos


contenidos que indicarían una tendencia a la expulsión de los elementos

8
internos displacenteros

5.4 Respuestas C'- (Campo, (1988) y Exner (1994))

Mostrarían ese afecto imposible de expresar y que escapa al control yoicos


del sujeto, que caerá irremediablemente bajo los mecanismos del Ello.

La predicción del síntoma

Este quizá sea una de los aspectos pendientes de investigar en torno a la


psicosomática, no hay prácticamente ningún autor que explique por qué se hace un
determinado síntoma y no otro, o por qué se utiliza determinado órgano del cuerpo para hacer
la somatización.

Actualmente estamos trabajando con algunos indicadores que, hasta el momento, en al


menos tres casos, nos ha permitido poder predecir el tipo de trastorno y zona de localización.
Hemos de destacar que lo exponemos aquí solo a título de hipótesis de trabajo para pensar
sobre ella, son muy pocos casos para poder realizar generalizaciones. Los elementos que
analizamos para intentar realizar la predicción son:

a) Tipo vivencial

b) Respuestas anatómicas en láminas VII y IX

c) Análisis simbólico de la respuestas m de baja calidad formal

d) Posición espacial de la respuesta anatómica en la lámina

Javier Rodríguez Escobar


Escuela Andaluza de Rorschach
http://www.rorschach.es

9
email: javier@rorschach.es

10

Você também pode gostar