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Notificación sobre el culto de los

beatos (traducción)
CONGREGACIÓN DEL CULTO DIVINO Y
LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS
Prot. n. 1172/99/L
NOTIFICACIÓN
SOBRE EL CULTO DE LOS BEATOS
1. Se llaman legítimamente beatos los siervos de Dios, a los que con este nombre se declara solemnemente
por el pontífice romano en el rito de beatificación o cuyo culto ha sido confirmado por la Sede Apostólica
por una costumbre inmemorial.
2. Pero el culto litúrgico de los beatos se concede sólo en los lugares y en los modos establecidos por el
derecho.
3. Corresponde al obispo diocesano para su diócesis solicitar que un beato, que tenga un vínculo particular
con la propia diócesis –por ej. de nacimiento, de permanencia bastante larga, de actividad apostólica, de
muerte o de sepultura–, sea inscrito en el calendario particular.
4. Igualmente corresponde al superior general de un instituto religioso solicitar que un beato, que haya sido
miembro de aquella familia religiosa o que haya tenido una particular relación con ésta, sea inscrito en el
calendario particular del instituto.
5. La celebración de los beatos se asigna en el día del nacimiento. Pero si el día natalicio en el calendario
general o particular está impedido por otra celebración obligatoria aunque sea de grado inferior, se asigna al
día más cercano igualmente no impedido o a un día apropiado por otra razón al mismo beato –por ej. el día
de la ordenación o de la profesión religiosa o de la translación de los restos.
6. La celebración de cada beato legítimamente inscrito en el calendario particular de una diócesis o de una
familia religiosa o de un territorio más amplio tiene lugar con el grado de memoria facultativa y con el grado
de memoria obligatoria en la iglesia en la que se conservan sus restos; pero normalmente se reserva el grado
de fiesta en el calendario de un instituto religioso al beato que fue fundador de ese instituto.
7. Con el fin de que el calendario de toda la diócesis o de todo el instituto no sea demasiado denso se preste
atención para inscribir con celebración propia solamente los beatos que presentan una importancia particular
para la entera diócesis o familia religiosa; los demás pueden ser celebrados sólo en aquellos lugares con lo
que tienen particular relación o donde se conservan sus restos. Esta norma vale todavía más para una región
o una nación.
8. Los textos litúrgicos para la celebración de los beatos se pueden tomar del respectivo Común sea del
Misal Romano sea de la Liturgia de las horas. La colecta es propia, y tiene estrecha relación con el beato
mismo. En el Oficio de Lecturas, la segunda lectura con el responsorio se puede tomar tanto de los escrito
del beato como de un testimonio contemporáneo, o si no de los escritos de los padres o escritores
eclesiásticos. La lectura va precedida de un breve perfil hagiográfico, que sin embargo no debe ser leído en
la Liturgia de las horas. Estos textos deben ser propuestos a la Congregación para el culto divino y la
disciplina de los sacramentos por la autoridad competente antes de la beatificación y no pueden ser
modificados sin el consentimiento de la Sede Apostólica.
9. Para que un beato pueda ser escogido como titular de una iglesia, es necesario el indulto previo de la Sede
Apostólica, a no ser que su memoria ya se haya incluido en el calendario particular: en tal caso no se
requiere el indulto y la veneración del beato en la iglesia de la que es titular se celebra con el grado de fiesta.
10. Según las normas establecidas por la Congregación para el culto divino y la disciplina de los
sacramentos, un beato puede ser escogido como patrono de un lugar o de una asociación, pero dicha
elección debe ser confirmada por la Sede Apostólica.
11. Allí donde fuese concedido el culto, los restos o reliquias de un beato pueden ser expuestos a la pública
veneración de los fieles cristianos y sus imágenes puede ser decoradas con la aureola.
12. La facultad de realizar celebraciones litúrgicas en honor del nuevo beato, según las «Normas sobre las
celebraciones que se suelen hacer en honor de un beato por un cierto período después de la beatificación»
[15-10-2972] dentro del primer año desde la beatificación, se solicita antes de la beatificación junto con la
aprobación de los textos litúrgicos del nuevo beato.
13. Los nombres de los beatos, que se leen en el calendario de la diócesis o del instituto religioso, pueden ser
recordados en la Plegaria eucarística III (Rito de la Misa, n. 114) y agregados a la Letanía de los Santos.
14. En cuanto a los beatos que no han sido incluidos en el Martirologio Romano ni gozan de culto público
decretado por la Sede Apostólica o por ésta misma confirmado, sigue vigente el Decreto de la S.
Congregación de Ritos de 28 de abril de 1914, según el cual, si en lugares particulares por costumbre
inmemorial algunos beatos son honrados con culto público y religioso, es lícito conservarlos en el calendario
particular, poniendo un asterisco u otro signo junto a su nombre; con dicha anotación, por eso, queda
indicada la ausencia de un decreto explícito, por el cual aquellos hayan sido declarados formalmente beatos.
Vaticano, 21 de mayo de 1999.
Jorge A. card. MEDINA ESTÉVEZ
Prefecto
MARIO MARINI
Subsecretario

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