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Índice
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1Introducción
o 1.1Notación
o 1.2Origen histórico
o 1.3Distribución electrónica
2Estructura electrónica y tabla periódica
o 2.1Bloques de la tabla periódica
o 2.2Regla de exclusión de Pauli
o 2.3Regla del octeto
o 2.4Anomalías de configuración electrónica
o 2.5Orbital o REEMPE
3Véase también
4Referencias
o 4.1Bibliografía
o 4.2Enlaces externos
Introducción [editar]
La disposición de los electrones en los átomos está sujeta a las reglas de la mecánica
cuántica. En particular la configuración electrónica viene dada por una combinación de
estados cuánticos que son solución de la ecuación de Schrödinger para dicho átomo.
Una de las restricciones de la mecánica cuántica no explícitamente contenida en la ecuación
de Schrödinger es que cualquier conjunto de electrones en un mismo cuántico deben cumplir
el principio de exclusión de Pauli por ser fermiones (partículas de espín semientero). Dicho
principio implica que la función de onda total que describe dicho conjunto de electrones debe
ser antisimétrica.3 Por lo tanto, en el momento en que un estado cuántico es ocupado por un
electrón, el siguiente electrón debe ocupar un estado cuántico diferente.
En los estados estacionarios de un átomo, la función de onda de un electrón en
una aproximación no-relativista los estados que son función propia de la ecuación de
Se utiliza en una notación estándar para describir las configuraciones electrónicas de átomos
y moléculas. Para los átomos, la notación contiene la definición de los orbitales atómicos (en
la forma n l, por ejemplo 1s, 2p, 3d, 4f) indicando el número de electrones asignado a cada
orbital (o al conjunto de orbitales de la misma subcapa ) como un superíndice . Por ejemplo,
el hidrógeno tiene un electrón en el orbital s de la primera capa, de ahí que su configuración
electrónica se escriba 1s1. El litio tiene dos electrones en la subcapa 1s y uno en la subcapa
2s (de mayor energía), de ahí que su configuración electrónica se escriba
1s2 2s1 (pronunciándose "uno-ese-dos, dos-ese-uno"). Para el fósforo(número atómico 15),
tenemos: 1s2 2s2 2p6 3s2 3p3.
Para átomos con muchos electrones, esta notación puede ser muy larga por lo que se utiliza
una notación abreviada, que tiene en cuenta que las primeras subcapas son iguales a las de
algún gas noble. Por ejemplo, el fósforo, difiere del argón y neón (1s2 2s2 2p6) únicamente por
la presencia de la tercera capa. Así, la configuración electrónica del fósforo se puede escribir
respecto de la del neón como: [Ne] 3s2 3p3. Esta notación es útil si tenemos en cuenta que la
mayor parte de las propiedades químicas de los elementos vienen determinadas por las capas
más externas.
El orden en el que se escriben los orbitales viene dado por la estabilidad relativa de los
orbitales, escribiéndose primero aquellos que tienen menor energía orbital. Esto significa que,
aunque sigue unas pautas generales, se pueden producir excepciones. La mayor parte de los
átomos siguen el orden dado por la regla de Madelung. Así, de acuerdo con esta regla, la
configuración electrónica del hierro se escribe como: [Ar] 4s2 3d6. Otra posible notación agrupa
primero los orbitales con el mismo número cuántico n, de tal manera que la configuración del
hierro se expresa como [Ar] 3d6 4s2 (agrupando el orbital 3d con los 3s y 3p que están
implícitos en la configuración del argón).
El superíndice 1 de los orbitales ocupados por un único electrón no es obligatorio.4 Es
bastante común ver las letras de los orbitales escritas en letra itálica o cursiva. Sin embargo,
la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) recomienda utilizar letra normal,
tal y como se realiza aquí.
Origen histórico [editar]
Niels Bohr fue el primero en proponer (1923) que la periodicidad en las propiedades de los
elementos se podía explicar mediante la estructura electrónica del átomo.5 Su propuesta se
basó en el modelo atómico de Bohr para el átomo, en el cual las capas electrónicas eran
órbitas electrónicas a distancias fijas al núcleo. Las configuraciones originales de Bohr hoy
parecen extrañas para el químico: al azufre se le asignaba una configuración 2.4.4.6 en vez de
1s2 2s2 2p6 3s2 3p4.
Un año después, E. C. Stoner incorpora el tercer número cuántico de la teoría
de Sommerfeld en la descripción de las capas electrónicas, y predice correctamente la
estructura de capas del azufre como 2.8.6.6 Sin embargo, ni el sistema de Bohr ni el de Stoner
podían describir correctamente los cambios del espectro atómico en un campo
magnético (efecto Zeeman).
Distribución electrónica [editar]
Es la distribución de los electrones en los subniveles y orbitales de un átomo. La configuración
electrónica de los elementos se rige según el diagrama de Moeller:
Para comprender el diagrama de Moeller se utiliza la siguiente tabla:
s p d f
k=1 1s
l=2 2s 2p
m=3 3s 3p 3d
n=4 4s 4p 4d 4f
o=5 5s 5p 5d 5f
p=6 6s 6p 6d 6f
q=7 7s 7p 7d 7f
Para encontrar la distribución electrónica se escriben las notaciones en forma diagonal desde
arriba hacia abajo y de derecha a izquierda (seguir colores):
1s 2s 2p 3s 3p 4s 3d 4p 5s 4d 5p 6s 4f 5d 6p 7s 5f 6d 7p
Este principio de construcción (denominado principio de Aufbau, del alemán Aufbau que
significa 'construcción') fue una parte importante del concepto original de Bohr de
configuración electrónica. Puede formularse como:7
Sólo se pueden ocupar los orbitales con un máximo de dos electrones, en orden
creciente de energía orbital: los orbitales de menor energía se llenan antes que los de
mayor energía.
Así, vemos que se puede utilizar el orden de energías de los orbitales para describir la
estructura electrónica de los átomos de los elementos. Un subnivel s se puede llenar con
1 o 2 electrones. El subnivel p puede contener de 1 a 6 electrones; el subnivel d de 1 a 10
electrones y el subnivel f de 1 a 14 electrones. Ahora es posible describir la estructura
electrónica de los átomos estableciendo el subnivel o distribución orbital de los electrones.
Los electrones se colocan primero en los subniveles de menor energía y cuando estos
están completamente ocupados, se usa el siguiente subnivel de energía superior. Esto
puede representarse por la siguiente tabla:
s p d f
n=1 2
n=2 2 6
n=3 2 6 10
n=4 2 6 10 14
n=5 2 6 10 14
n=6 2 6 10
n=7 2 6
1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p6 6s2 4f14 5d10 6p6 7s2 5f14 6d10 7p6
Finalmente la configuración queda de la siguiente
manera: 1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p6 6s2 4f14 5d10 6p6 7s2 5f14 6d10 7p6
Para determinar la configuración electrónica de un elemento, basta con calcular cuántos
electrones hay que acomodar y entonces distribuirlos en los subniveles empezando por
los de menor energía e ir llenando hasta que todos los electrones estén distribuidos. Un
elemento con número atómico mayor tiene un electrón más que el elemento que lo
precede. El subnivel de energía aumenta de esta manera:
salen los valores del espín o giro de los electrones que es 1/2 y con
proyecciones .
También que en una orientación deben caber dos electrones excepto cuando el número
de electrones se ha acabado, por lo cual el orden que debe seguir este ordenamiento en
cada nivel es primero los de espín positivo (+1/2) y luego los negativos.
El principio de exclusión de Pauli fue un principio cuántico enunciado por Wolfgang Ernst
Pauli en 1925. Establece que no puede haber dos fermiones con todos sus números
cuánticos idénticos (esto es, en el mismo estado cuántico de partícula individual). Perdió
la categoría de principio, pues deriva de supuestos más generales: de hecho, es una
consecuencia del teorema de la estadística del spin. El principio de exclusión de Pauli sólo
se aplica a fermiones, esto es, partículas que forman estados cuánticos anti simétricos y
que tienen espín sementero. Son fermiones, por ejemplo, los protones, los neutrones y los
electrones, los tres tipos de partículas subatómicas que constituyen la materia ordinaria. El
principio de exclusión de Pauli rige, así pues, muchas de las características distintivas de
la materia. En cambio, partículas como el fotón y el (hipotético) gravitón no obedecen a
este principio, ya que son bosones, esto es, forman estados cuánticos simétricos y tienen
espín entero. Como consecuencia, una multitud de fotones puede estar en un mismo
estado cuántico de partícula, como en los láseres. "Dos electrones en la corteza de un
átomo no pueden tener al mismo tiempo los mismos números cuánticos". Es sencillo
derivar el principio de Pauli, basándonos en el artículo de partículas idénticas. Los
fermiones de la misma especie forman sistemas con estados totalmente antisimétricos, lo
que para el caso de dos partículas significa que:
mismo estado cuántico |ψ>, el estado del sistema completo es |ψψ>.
Regla del octeto
Para que un átomo sea estable debe tener todos sus orbitales llenos (cada orbital con dos
electrones, uno de espín +½ y otro de espín -½) Por ejemplo, el oxígeno, que tiene
configuración electrónica 1s², 2s², 2p4, debe llegar a la configuración 1s², 2s², 2p6 con la
cual los niveles 1 y 2 estarían llenos. Recordemos que la Regla del octeto, justamente
establece que el nivel electrónico se completa con 8 electrones, excepto el hidrógeno, que
se completa con 2 electrones. Entonces el oxígeno tendrá la tendencia a ganar los 2
electrones que le faltan, por esto se combina con 2 átomos de hidrógeno (en el caso del
agua, por ejemplo), que cada uno necesita 1 electrón (el cual recibe del oxígeno) y otorga
a dicho átomo 1 electrón cada uno. De este modo, cada hidrógeno completó el nivel 1 y el
oxígeno completó el nivel 2.
En química se denomina orbital a la zona del espacio que rodea a un núcleo atómico
donde la probabilidad de encontrar un electrón es máxima, cercana al 91%. Ejemplo de
ello: 10Ne: 1s2, 2s2, 2p6 regla del octeto: 11Na:(Ne) 10, 1s2, 2s2, 2p6, 3s1
Anomalías de configuración electrónica
Al desarrollar la configuración electrónica, encontramos una serie de excepciones. Por
ejemplo, es más estable llenar dos medios orbitales que completar uno y dejar el otro a
uno o dos electrones de estar completado a la mitad. Así, los metales del grupo 6 en vez
de tener los orbitales externos completos y el orbital d a un electrón de estar semi-
completo, donarán un electrón del orbital s al orbital d, quedando ambos completos a la
mitad: s1d5 en vez de s2d4. Igualmente, es más estable rellenar los orbitales d
completamente, por lo que los elementos del grupo 11 tenderán a adoptar la configuración
s1d10 en vez de s2d9. Ejemplos de estas anomalías son:
Grupo VIB:
24Cr:
1s2, 2s2, 2p6, 3s2, 3p6, 4s2, 3d4 : es incorrecto.
24Cr:
1s2, 2s2, 2p6, 3s2, 3p6, 4s1, 3d5 : es correcto.
Grupo IB:
29Cu:
1s2, 2s2, 2p6, 3s2, 3p6, 4s1, 3d10 : es correcto.
ER: n + l
Donde:
n: nivel l: subnivel
Ejemplo:
4s: 4 + 0 : 4
3p: 3 + 1 : 4
4d: 4 + 2 : 6
5f: 5 + 3 : 8
6g: 6 + 4 : 10
7h: 7 + 5 : 12
Orbital o REEMPE [editar]
En química se usa la expresión REEMPE para designar el valor esperado de un operador