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CÓMO HACER UNA HORA SANTA CATÓLICA

La Eucaristía es el corazón del culto católico. Aunque la forma más obvia de obtenerla
es yendo a misa, otra manera de acercarse a Dios es realizando una Hora Santa para la
adoración del Santísimo Sacramento. Este tiempo de permanencia en presencia física
de Cristo, es una ocasión propicia para la oración, la meditación y la adoración. Sin
embargo, debido a que el catolicismo ha ritualizado las oraciones para otras
oportunidades de adoración, es posible que tengas la necesidad de preguntarte si acaso
hay una manera específica y "correcta" para llevar a cabo una Hora Santa. Debes saber
que no hay manera correcta o incorrecta siempre y cuando estés abierto a la voz apacible
de Dios Todopoderoso.

Instrucciones

1. Cuando tengas un mínimo de distracciones, dedica una hora durante el tiempo de


adoración designado por una iglesia católica cercana. Elige un momento en que no
tengas plazos que cumplir, actividades que completar ni llamadas telefónicas o correos
electrónicos importantes que hacer o esperar. Al orar en un momento en el que nada te
distrae, permites que haya más posibilidad que dejes de preocuparte por el mundo y
logres centrarte en Dios.
2. Apacigua tu mente antes de la Eucaristía. Tómate todo el tiempo que necesites para
acallar las voces de tu cabeza y para dar cabida a la palabra de Dios. Puede ser útil
repetir una oración corta, como la del publicano ("Dios, ten misericordia de mí, pecador"),
la oración de San Dimas ("Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino") o una al
Sagrado corazón de Jesús ("Sagrado Corazón de Jesús, imploro amarte siempre más y
más") (ver Referencia 5), para calmarte y concentrarte. Si encuentras que hay una gran
cantidad de distracciones que surgen en tu mente, ofrécelas a Jesús. Dile que las
preocupaciones te están debilitando y pídele que te ayude con ellas. Suplícale que te
abra el camino y la mente para discernir cuál de esos pensamientos son problemas
reales que se deben resolver y cuales son sólo ruidos inútiles en tu cabeza. Ora por
encontrar una forma de aislarte del exterior para acercarte más a Cristo.
3. Ofrece las oraciones tradicionales o las que te conforta repasar. Si te gusta rezar el
rosario o la Coronilla de la Divina Misericordia, intenta recitarlos en presencia del
Santísimo Sacramento. Si prefieres la oración espontánea, ofrece a Dios las que están
en tu corazón. Si siempre has querido probar una cierta forma de oración, hazlo durante
la Hora Santa.
4. Medita con la Biblia. Hay una variedad de formas que puedes utilizar, desde la
visualización con tus cinco sentidos de tu persona como parte de una escena bíblica (ver
Referencia 3) o mostrando a Dios cómo has tomado en tu vida diaria las enseñanzas
que aparecen en las Escrituras (ver Referencia 4). Una forma de meditación cristiana, la
lectio divina, consiste en leer la Biblia, meditar en el verso y pedir ayuda a Dios en
cualquier punto que haya hecho eco en tu espíritu.
5. Si crees que necesitas de una Hora Santa más estructurada, divide el tiempo en cuatro
bloques de 15 minutos. En los primeros 15, adora la Eucaristía y medita en el hecho de
que estás en presencia física de Cristo. En el segundo bloque, ofrece a Dios las
oraciones de acción de gracias, ya sea agradeciendo especialmente por su encarnación
en la Tierra o haciéndolo más general, por todas las bendiciones de tu vida. En el tercer
bloque, has todas las peticiones que quieras realizar y finaliza con un par de oraciones
para que llegues a conocer la presencia de Dios. En los últimos 15 minutos, pide perdón
por tus pecados (ver Referencia 2).

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