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AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN

3288/2016
QUEJOSA Y RECURRENTE: **********

PONENTE: MINISTRA NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ


SECRETARIO: RICARDO GARCÍA DE LA ROSA

En atención a lo dispuesto en el artículo 73, segundo párrafo, de la


Ley de Amparo, así como en la jurisprudencia de rubro:
“PROYECTOS DE RESOLUCIÓN DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN Y DE LOS TRIBUNALES COLEGIADOS
DE CIRCUITO. SÓLO DEBEN PUBLICARSE AQUELLOS EN LOS
QUE SE ANALICE LA CONSTITUCIONALIDAD O LA
CONVENCIONALIDAD DE UNA NORMA GENERAL, O BIEN, SE
REALICE LA INTERPRETACIÓN DIRECTA DE UN PRECEPTO
CONSTITUCIONAL O DE UN TRATADO INTERNACIONAL EN
MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.”1, a continuación se hace
público el fragmento del proyecto de sentencia del Amparo en
Revisión 3288/2016 en el cual se realiza el estudio de
constitucionalidad respectivo:

VII. ESTUDIO DE FONDO:

1. Problemática jurídica a resolver. En el presente asunto deberá


dilucidarse, en primer lugar, si son fundados los agravios de la parte
quejosa, y en su caso, determinar si el artículo 1393 del Código Civil
para el Estado de Tamaulipas supera el escrutinio de
constitucionalidad.

2. Estudio. Esta Primera Sala estima que son fundados los agravios
de la parte quejosa, en los que:

a) Reafirma la inconstitucionalidad del artículo 1393 del Código


Civil del Estado de Tamaulipas, puesto que considera que
dicha norma violenta el artículo 1° constitucional en su
1 Jurisprudencia P./J. 53/2014 (10a.), publicada en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Décima Época, Pleno, Libro 12, noviembre de 2014,
Tomo I, página 61.
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perjuicio, al resultar el artículo impugnado contradictorio, ya


que, por una parte, señala que la indemnización por daño
moral es independiente de la económica, y por el otro,
subordina la indemnización por daño moral a la
responsabilidad material; situación que de igual forma –
menciona- ocurría anteriormente en el artículo 1916 del
Código Civil Federal, y que como consecuencia de su reforma
el 31 de diciembre de 1982, el daño moral se concibió como
autónomo e independiente del daño material que pudiera o no
producirse.
b) Considera que con el artículo impugnado, implícitamente se
les otorga valor económico y un límite valorativo a sus
derechos humanos (integridad psicológica y física, moral,
imagen y proyecto de vida, entre otros) que se encuentran
protegidos por el artículo 1° de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así como por los criterios
definidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
los cuales son vinculantes para México, y que definen al daño
inmaterial o moral como los sufrimientos y aflicciones
causados a las víctimas directas y a sus allegados, y el
menoscabo de los valores muy significativos para las
personas, como las alteraciones, de carácter no pecuniario,
en las condiciones de existencia de la víctima o su familia.
c) Estima que el daño moral es independiente a cualquier otro
daño, pues éste es relativo a bienes de naturaleza extra
patrimonial o inmaterial, de ahí la inconstitucionalidad del
artículo 1393 del Código Civil de Tamaulipas, ya que obliga a
que el daño moral sea cuantificado en base al daño material,
otorgándole tácitamente al daño moral un valor que jamás
podrá ser superior a una quinta parte del daño material y
físico; pudiéndose así entender, que si no se contara con la
cuantificación económica del daño material, resultaría

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imposible establecer un monto por concepto de la


indemnización moral que pudiera corresponder a la quejosa.
d) Advierte la contradicción entre el artículo 1393 y 1164 del
Código Civil para el Estado de Tamaulipas, ya que el segundo
artículo citado, establece que el daño moral será autónomo e
independiente de cualquier otro daño y por ende el juzgador
puede acordar una indemnización justa a título de reparación
moral, cuestión que no está contemplada en el artículo 1393
del citado ordenamiento.
e) Considera que existe una apreciación errónea al no habérsele
aplicado -por parte del Juez de origen como de la
responsable- el artículo 1164 del Código Civil para el Estado
de Tamaulipas, y en su lugar se le aplicó el 1393 del citado
ordenamiento, vulnerando así su garantía de acceso real,
completo y efectivo a la administración de justicia, de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 1° y 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
puesto que se impide el resarcimiento equitativo de los daños
extra patrimoniales que se originaron. Razón por la cual
invocó el principio pro persona, como rector de la
interpretación y aplicación de las normas jurídicas en aquellas
que favorezcan y brinden mayor protección a las personas.
f) Argumenta que la Primera Sala de esta Suprema Corte, ha
interpretado que la reparación del daño moral que se fije,
deberá analizarse desde el derecho de la “justa
indemnización”, la cual se encuentra consagrada en los
artículos 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y 63.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, en donde la Primera Sala de esta
Suprema Corte interpretó que una “justa indemnización” o
“indemnización integral”, implica volver las cosas al estado en
que se encontraban, el restablecimiento de la situación

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anterior y de no ser posible esto, establecer el pago de una


indemnización como compensación por los daños
ocasionados al surgir el deber de reparar.

3. Ello, porque contrario a lo afirmado por el tribunal colegiado, en el


sentido de que no se detecta lesión alguna a los derechos
fundamentales de la quejosa, y en cuanto a que no se especifica
cuando menos una violación concreta a los mismos, esta Primera
Sala estima que en la especie sí fue argumentada dicha violación al
aplicársele la disposición contenida en el artículo 1393 del Código
Civil para el Estado de Tamaulipas.
4. Esto es, la recurrente desde su demanda de amparo, señaló que la
indemnización por daño moral es independiente de la económica y
que al tasarle el valor de dicha indemnización al máximo del veinte
por ciento con respecto al valor del daño material, en ese momento
se le estaba violando sus derechos fundamentales al establecerse
un valor económico y un límite valorativo a su integridad psicológica
y física, moral, imagen y proyecto de vida, todos estos derechos
contenidos en el artículo 1° de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. De ahí que esta Primera Sala estime
que, en la especie, sí se verifique una violación concreta a los
derechos fundamentales de la quejosa.
5. En ese tenor, y para efectos de analizar la constitucionalidad del
artículo 1393 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas, el
estudio se dividirá en tres apartados. En el primero, se hará
referencia al marco general del daño moral en el ordenamiento
jurídico mexicano (I); en el segundo, se hará analizarán las
garantías y derechos humanos que le fueron violados a la quejosa
(II), y en el tercer apartado, se realizará el estudio de
constitucionalidad del artículo 1393 del Código Civil para el Estado
de Tamaulipas (III).

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I. Régimen del Daño Moral en el ordenamiento jurídico mexicano

6. En este apartado se explicará la teoría general del daño moral y la


manera como se regula en el Código Civil Federal, al ser éste el
primero que reglamentó la institución jurídica en estudio, así como el
caso particular del artículo 1164 del Código Civil para el Estado de
Tamaulipas, el cual contiene disposiciones muy similares al Código
Civil Federal y que se relaciona con el artículo 1393 impugnado por
parte de la quejosa.

7. De acuerdo a la teoría de la responsabilidad civil el que causa un


daño a otro está obligado a repararlo2. Este daño puede ser
originado por el incumplimiento de un contrato o por la violación del
deber genérico de toda persona de no dañar a otra. El primer caso
se le conoce como responsabilidad contractual y el segundo como
responsabilidad extracontractual. A su vez, la responsabilidad
extracontractual puede ser subjetiva u objetiva.

8. La reparación a los daños patrimoniales o materiales se demanda


normalmente a través de la acción de responsabilidad civil por
hechos ilícitos. Sin embargo, existen otro tipo de afectaciones no
pecuniarias a las cuales también se les ha otorgado derecho a la
reparación. A éste tipo de lesiones se les ha llamado daños morales.

9. Así, el artículo 1916 del Código Civil Federal señala que: “Cuando
un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño moral, el responsable

2
Artículo 1388 (Código Civil para el Estado de Tamaulipas).- Cuando un hecho cause daños y perjuicios a
una persona, y la ley imponga al autor de este hecho o a una persona distinta, la obligación de reparar esos
daños y perjuicios, hay responsabilidad civil. Y Artículo 1910 (Código Civil para el Distrito Federal).- El
que obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres cause daño a otro, está obligado a repararlo, a menos
que demuestre que el daño se produjo como consecuencia de culpa o negligencia inexcusable de la víctima.

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del mismo tendrá la obligación de repararlo con independencia de


que se haya causado daño material, tanto en la responsabilidad
contractual como en la extracontractual. Igual obligación de reparar
el daño moral tendrá quien incurra en responsabilidad objetiva […]”.
En el mismo sentido se pronuncia el artículo 1164 del Código Civil
para el Estado de Tamaulipas al señalar que: “Cuando un hecho u
omisión produzcan un daño moral, el responsable del mismo
tendrán la obligación de repararlo mediante una indemnización en
dinero, con independencia de que se haya causado daño material,
tanto en responsabilidad contractual como extracontractual […]”.

10. Como se observa, de la lectura del citado artículo, la


responsabilidad de índole civil en sentido amplio puede dar lugar a
daños tanto materiales como extra-patrimoniales, y éstos últimos
también merecen reparación pecuniaria.

11. La noción de “reparación moral” apareció con la expedición del


Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para toda
la República en Materia Federal, de 1928.3 Así, en el artículo 1916
se señalaba que independientemente de los daños y perjuicios
patrimoniales, el juez puede acordar en favor de la víctima de un
hecho ilícito, una indemnización equitativa, a título de reparación
moral.

12. Tal precepto fue reformado el 31 de diciembre de 1982, para quedar


prácticamente en los mismos términos de la actual redacción. Así,
se incorporó la noción de “daño moral” y su calificación como
aquella “afectación que una persona sufre en sus sentimientos,

3
Artículo 1916 (Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para Toda la República en
Materia Federal de 1928).- Independientemente de los daños y perjuicios, el juez puede acordar en favor de
la víctima de un hecho ilícito, o de su familia, si aquélla muere, una indemnización equitativa, a título de
reparación moral, que pagará al responsable del hecho. Esa indemnización no podrá exceder de la tercera
parte de lo que importe la responsabilidad civil. Lo dispuesto en este artículo no se aplicará al Estado en el
caso previsto en el artículo 1928.

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afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada,


configuración y aspecto físicos (sic), o bien en la consideración que
de sí misma tienen los demás”.4

13. Por último, el 10 de enero de 1994 nuevamente se reformó dicho


precepto para quedar en los siguientes términos:

“Artículo 1916.- Por daño moral se entiende la afectación


que una persona sufre en sus sentimientos, afectos,
creencias, decoro, honor, reputación, vida privada,
configuración y aspectos físicos, o bien en la consideración
que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo
daño moral cuando se vulnere o menoscabe ilegítimamente
la libertad o la integridad física o psíquica de las personas.

Cuando un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño


moral, el responsable del mismo tendrá la obligación de
repararlo mediante una indemnización en dinero, con
independencia de que se haya causado daño material,
tanto en responsabilidad contractual como
extracontractual. Igual obligación de reparar el daño moral
tendrá quien incurra en responsabilidad objetiva conforme al
artículo 1913, así como el Estado y sus servidores públicos,
conforme a los artículos 1927 y 1928, todos ellos del
presente Código. (Énfasis añadido)

4
Artículo 1916 Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para Toda la República en
Materia Federal de 1982): Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus
sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspecto físicos (sic),
o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás.
Cuando un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño moral, el responsable del mismo tendrá la obligación
de repararlo mediante una indemnización en dinero, con independencia de que se haya causado daño material,
tanto en responsabilidad contractual, como extracontractual. Igual obligación de reparar el daño moral tendrá
quien incurra en responsabilidad objetiva conforme al artículo 1913, así como el Estado y sus funcionarios
conforme al artículo 1928, ambas disposiciones del presente Código.
La acción de reparación no es transmisible a terceros por acto entre vivos y sólo pasa a los herederos de la
víctima cuando ésta haya intentado la acción en vida.
El monto de la indemnización lo determinará el juez tomando en cuenta los derechos lesionados, el grado de
responsabilidad, la situación económica del responsable, y la de la víctima, así como las demás circunstancias
del caso.
Cuando el daño moral haya afectado a la víctima en su decoro, honor, reputación o consideración, el juez
ordenará, a petición de ésta y con cargo al responsable, la publicación de un extracto de la sentencia que
refleje adecuadamente la naturaleza y alcance de la misma, a través de los medios informativos que considere
convenientes. En los casos en que el daño derive de un acto que haya tenido difusión en los medios
informativos, el juez ordenará que los mismos den publicidad al extracto de la sentencia, con la misma
relevancia que hubiere tenido la difusión original.

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La acción de reparación no es transmisible a terceros por


acto entre vivos y sólo pasa a los herederos de la víctima
cuando ésta haya intentado la acción en vida.

El monto de la indemnización lo determinará el juez


tomando en cuenta los derechos lesionados, el grado
de responsabilidad, la situación económica del
responsable, y la de la víctima, así como las demás
circunstancias del caso”.

14. Posteriormente, entidades federativas como Tlaxcala, Quintana


Roo, Puebla, entre otras, adoptaron disposiciones relativas a la
figura de daño moral. En el caso del Estado de Tamaulipas,
mediante Decreto N° LIX-916 de fecha 4 de julio de 2007, el artículo
1164 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas, sufrió diversas
modificaciones y adiciones en sus párrafos segundo, tercero, cuarto,
quinto, sexto, séptimo y octavo, quedando actualmente de la
siguiente forma:

“Artículo 1164.- El daño puede ser también moral cuando


el hecho perjudique a los componentes del patrimonio moral
de la víctima. Enunciativamente se consideran
componentes del patrimonio moral, el afecto del titular del
patrimonio moral por otras personas, su estimación por
determinados bienes, el derecho al secreto de su vida
privada, así como el honor, el decoro, el prestigio, la buena
reputación e integridad física de la persona misma.

Cuando un hecho u omisión produzcan un daño moral,


el responsable del mismo tendrá la obligación de
repararlo mediante una indemnización en dinero, con
independencia de que se haya causado daño material,
tanto en responsabilidad contractual como
extracontractual.

La acción de reparación no es transmisible a terceros por


acto entre vivos y sólo pasa a los herederos de la víctima
cuando ésta haya intentado la acción en vida.

El monto de la indemnización lo determinará el juez


tomando en cuenta los derechos lesionados, el grado

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de responsabilidad, la situación económica del


responsable, y la de la víctima, así como las demás
circunstancias del caso.

Cuando el daño moral haya afectado a la víctima en su


decoro, honor, reputación o consideración, el juez ordenará,
a petición de ésta y con cargo al responsable, la publicación
de un extracto de la sentencia que refleje adecuadamente la
naturaleza y alcance de la misma, a través de los medios
informativos que considere convenientes. En los casos en
que el daño derive de un acto que haya tenido difusión en
los medios informativos, el juez ordenará que los mismos
den publicidad al extracto de la sentencia, con la misma
relevancia que hubiere tenido la difusión original.

Estarán sujetos a la reparación del daño moral de acuerdo a


lo establecido por este ordenamiento:

I. El que comunique a una o más personas la imputación


que se hace a otra persona física o moral, de un hecho
cierto o falso, determinado o indeterminado, que pueda
causarle deshonra, descrédito, perjuicio, o exponerlo al
desprecio de alguien;
II. El que impute a otro un hecho determinado y calificado
como delito por la ley, si este hecho es falso, o es inocente
la persona a quien se imputa;
III. El que presente denuncias o querellas calumniosas,
entendiéndose por tales aquellas en que su autor imputa un
delito a persona determinada, sabiendo que ésta es
inocente o que aquél no se ha cometido, y
IV. Al que ofenda el honor, ataque la vida privada o la
imagen propia de una persona.

La reparación del daño moral con relación al párrafo e


incisos anteriores deberá contener la obligación de la
rectificación o respuesta de la información difundida en el
mismo medio donde fue publicada y con el mismo espacio y
la misma circulación o audiencia a que fue dirigida la
información original, esto sin menoscabo de lo establecido
en el párrafo quinto del presente artículo.

La reproducción fiel de información no da lugar al daño


moral, aun en los casos en que la información reproducida
no sea correcta y pueda dañar el honor de alguna persona,
pues no constituye una responsabilidad para el que difunde
dicha información, siempre y cuando se cite la fuente de
donde se obtuvo” (Énfasis añadido).

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15. Con esta base legislativa tanto federal como local, podemos tener
una noción clara de lo que por daño moral se entiende en nuestro
sistema jurídico. Aunque existen diferentes corrientes de opinión en
torno al concepto de daño moral, nuestra tradición jurídica se
adhiere a aquella que considera que el daño moral se determina
por el carácter extra-patrimonial de la afectación; la cual puede
tratarse de la lesión a un derecho o a un simple bien o interés de
carácter no pecuniario.5

16. La doctrina nacional se ha inclinado por esta concepción de daño


moral. Por ejemplo, se señala que el daño moral es toda lesión
sufrida por la víctima en sus valores espirituales: honor, honra,
sentimientos y afecciones, la cual admite una indemnización
equitativa.6 También acepta la actualización de un daño moral
cuando se afectan, por una parte, los intereses que hieren a un
individuo en su honor, su reputación, su consideración; y, por otra
parte, los que hieren a un individuo en sus afectos.7

17. En esos mismos términos, el artículo 1916 del Código Civil Federal
habla de afectaciones a los sentimientos, afectos, creencias, decoro,
honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos físicos, o
bien en la consideración que tienen los demás sobre la persona.
Tales intereses si bien pueden provenir de la vulneración a derechos

5
Mazeaud, Henry, Mazeaud, León y Tunc, André, Tratado teórico práctico de la responsabilidad civil
delictual y contractual, Buenos Aires, Ejea, 1977, ts 1-I y 3-I. Savatier, René, Traité de la responsabilité
civile en droit français,2ª ed., Paris, 1951. Laloy, H., Traité practique de la responsabilité civile, 5ª ed, París,
1955. Brebbia, Roberto H., El daño moral, Rosario, Orbir, 1967. Acuña Anzorena, Arturo, La reparación del
agravio moral en el Código Civil, LL, 16-536. Saloas, Acdeel E., La reparación del daño moral, JA, 1942-
III-47, secc. doctrina. Iribarne, Héctor P., “De la conceptualización del daño moral como lesión a derechos
extrapatrimoniales de la víctima a la mitigación de sus penurias concretas en el ámbito de la responsabilidad
civil”, en La responsabilidad, homenaje al profesor Isidoro H. Goldenberg, Alterini, Atilio A., López Cabana,
Roberto M. (dirs.), Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1995.
6
Rojina Villegas, Rafael, “Teoría General de las obligaciones, tomo III”, en Compendio de Derecho Civil, 21ª
edición, México, Editorial Porrúa, 1998, p. 301.
7
Borja Soriano, Manuel, Teoría General de las Obligaciones,20ª edición, México, Editorial Porrúa, 2006,
p.371.

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no patrimoniales, no necesariamente se identifican con éstos. Así


también lo hace el artículo 1164 del Código Civil de Tamaulipas
cuando habla de que se perjudiquen los componentes del
patrimonio moral de la víctima, los cuales enunciativamente
menciona “el afecto del titular del patrimonio moral por otras
personas, su estimación por determinados bienes, el derecho al
secreto de su vida privada, así como el honor, el decoro, el prestigio,
la buena reputación e integridad física de la persona misma”.

18. Así, la conceptualización del daño moral centra su objeto y


contenido en los intereses no patrimoniales o espirituales que
pueden verse afectados.8 En tal sentido, las angustias, las
aflicciones, las humillaciones, el padecimiento o el dolor constituyen
daños a la moral en tanto son afectaciones a intereses no
patrimoniales.

19. El daño moral consiste en la lesión a un interés de carácter extra-


patrimonial, que es a su vez presupuesto de un derecho.9 Así,
resulta adecuado definir al daño moral como la lesión a un derecho
o interés no patrimonial (o espiritual) que es presupuesto de un
derecho subjetivo.

20. En este sentido, de acuerdo con el criterio sostenido por la Primera


Sala de esta Suprema Corte en el amparo 8/2012, el daño moral

8
Pizarro, Ob. Cit., p. 34.
9
Se Adhieren a esta idea central, aunque con importantes matices diferenciales: De Cupis, El daño, trad. de la
2ª edición italiana por Ángel Martínez Sarrión, Barcelona, Bosch, 1975. Alpa, Guido, La persona. Tra
cittadinanza e mercato, Milán, Feltrinelli, 1992. Perfetti, M., Prospettive di una interpretazione dell’art.
2059 C.C., en “Rivista Trimestrale di Diritto e Procedura Civile”, 1978. Visitine, Giovanna, il danno ingiusto,
en “Rivista Crítica di Diritto Privatto”, nov. 1987. Zannoni, Eduardo A., El daño en la responsabilidad civil,
2ª ed., Buenos Aires, Astrea, 1987. Bueres, Alberto J., El daño moral y su conexión con las lesiones a la
estética, a la sique, a la vida de relación y a al persona en general, “Revista de Derecho Privado y
Comunitario”, Santa Fe, Rubinzal-Culzoni, 1992, n°1. Vázquez Ferreyra, Roberto “Los presupuestos de la
responsabilidad profesional”, en La responsabilidades profesionales, La Plata, Platense, 1992. Stiglitz,
Gabriel, Echevesti, Carlos A., en Responsabilidad civil, Mosset Iturraspe (dir.), Buenos Aires, Hammurabi,
1992.

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puede clasificarse de acuerdo al carácter del interés afectado. De


modo que, en nuestro ordenamiento jurídico se plantea una
distinción del tratamiento de la responsabilidad por daño al
patrimonio moral, dependiendo de su carácter10. En efecto, se
puede sostener que el daño moral es un género el cual a su vez se
divide en tres especies, a saber: i) daños al honor; ii) daños
estéticos; y iii) daños a los sentimientos.

21. El daño al honor, o el daño a la parte social del patrimonio moral,


como se le conoce en la doctrina11, se entiende como aquellas
afectaciones a una persona en su vida privada, su honor o su propia
imagen. Se encuentra regulado en la Ley de Responsabilidad Civil
para la Protección del Derecho a la vida Privada, el Honor y la
Propia Imagen en el Distrito Federal12, y ha sido desarrollado en
diversos precedentes por esta Primera Sala, en asuntos
relacionados con libertad de expresión.

22. Por otra parte, el artículo 1916 del Código Civil para el Distrito
Federal, establece que existirá daño moral cuando se afecte la
configuración y aspectos físicos de las personas. De igual forma lo
hace el artículo 1164 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas.
Así, el daño estético causa un daño moral al damnificado,
mortificándolo, como consecuencia de la pérdida de su normalidad y
armonía corporal.13

10
Amparo Directo 8/2012, resuelto el 4 de julio de 2012, por mayoría de cuatro votos de los Ministros Jorge
Mario Pardo Rebolledo, José Ramón Cossío Díaz, Olga Sánchez Cordero de García Villegas, y Presidente
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea (Ponente). El Ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia votó en contra, p. 27.
11
Mazeaud Henri y Mazeaud León, Elementos de la Responsabilidad Civil. Perjuicio, Culpa y Relación de
Causalidad, Bogotá, Leyer Editorial, 2005, pp. 65-66 y Borja Soriano, Ob. Cit., p. 371.
12
Artículo 3 (Ley de Responsabilidad Civil para la Protección del Derecho a la vida Privada, el Honor y la
Propia Imagen en el Distrito Federal).- El derecho a la vida privada, al honor y la propia imagen serán
protegidos civilmente frente a todo daño que se les pudiere causar derivado de acto ilícito, de acuerdo con lo
establecido en la presente ley.
13
Pizarro, Ob. Cit., p. 557.

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23. Por último, los daños a los sentimientos, o a la parte afectiva del
patrimonio moral, como se les ha denominado en la doctrina,14
hieren a un individuo en sus afectos. Esta especie de daño moral se
encuentra regulada en ambos ordenamientos civiles tanto federal
como local. Como se puede apreciar de las constancias de autos15,
la hoy recurrente, desde su escrito inicial de demanda, solicitó la
reparación de un daño moral por la afectación tanto física como
emocional; esto es, dentro de las dos últimas clasificaciones
mencionadas.

24. La conceptualización de daño moral antes apuntada permite


distinguir entre el daño en sentido amplio (la lesión a un derecho o
un interés extrapatrimonial) y daño en sentido estricto (sus
consecuencias). Así, una cosa sería el interés afectado y otra, las
consecuencias que la afectación produce.

25. En efecto, no es exacto que la lesión a un derecho extrapatrimonial


arroje necesariamente un daño en estricto sentido de esa misma
índole. “La realidad demuestra que, por lo general, un menoscabo
de aquella naturaleza (v.gr., lesión a la integridad sicofísica de una
persona) puede generar además del daño moral, también uno de
carácter patrimonial (si, por ejemplo, repercute sobre la aptitud
productiva del damnificado produciendo una disminución de sus
ingresos). Inversamente, es posible que la lesión a derechos
patrimoniales sea susceptible de causar, al mismo tiempo, no sólo
un daño patrimonial sino también de carácter moral (incumplimiento
de un contrato de transporte que frustra las vacaciones).”16

26. Por tanto, resulta acertado calificar al daño moral como la afectación
a un derecho o interés de índole no patrimonial, el cual puede
14
Mazeaud, Ob. Cit., pp. 65-66 y Borja Soriano, Ob. Cit., p. 371
15
Fojas 1 a 7 del expediente principal del Juicio Sumario Civil sobre Responsabilidad Civil **********.
16
Pizarro, Ob. Cit. 35.

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producir tanto consecuencias extra-patrimoniales como


patrimoniales. En resumen, no debe confundirse el daño en sentido
amplio con las consecuencias que éste puede generar, es decir, con
el daño en sentido estricto.

27. Ahora bien, respecto de las consecuencias que origina el daño


moral, se puede afirmar que el mismo genera dos tipos de
proyecciones: presentes y futuras17. En todos ellos el juez debe
valorar no sólo el daño actual, sino también el futuro.18 Por lo tanto,
además del carácter económico o extraeconómico de las
consecuencias derivadas del daño moral en sentido amplio, éstas
también pueden distinguirse de acuerdo al momento en el que se
materializan.

28. Así, el daño es actual cuando este se encuentra ya producido al


momento de dictarse sentencia. Este daño comprende todas las
pérdidas efectivamente sufridas, tanto materiales como extra-
patrimoniales, en estas últimas entrarían los desembolsos
realizados en atención del daño.

29. Por otra parte, el daño futuro es aquel que todavía no se ha


producido al dictarse sentencia, pero se presenta como una
previsible prolongación o agravación de un daño actual, o como un
nuevo menoscabo futuro, derivado de una situación del hecho
actual.19 Para que el daño futuro pueda dar lugar a una reparación,
“la probabilidad de que el beneficio ocurriera debe ser real y seria, y
no una mera ilusión o conjetura de la mente del damnificado”.20

17
Ibid 126. “piénsese por ejemplo en ciertos detrimentos que se proyectan en el tiempo en forma continuada
(v.gr., ceguera, pérdida de la posibilidad de caminar, impotencia sexual, etc.)”.
18
Zannoni, Ob. Cit. p. 73. “Existe pérdida de chance cuando se frustra una oportunidad de obtener un
beneficio, o de evitar un menoscabo de índole patrimonial o espiritual”.
19
Pizarro, Ob. Cit. 123.
20
Mazeaud y Tunc, Ob. Cit. p. 312.

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30. Dentro de los daños futuros se encuentra el lucro frustrado de las


ganancias derivado del daño moral el cual “comprende la pérdida o
disminución de la capacidad de trabajo, y por consiguiente, de la
capacidad para obtener la remuneración del mismo”.21 Este daño,
como cualquier daño futuro también debe ser cierto e indemnizable.

31. Ahora bien, en tanto que en el presente caso se aduce por parte de
la quejosa que el daño moral es independiente a cualquier otro
daño, debe precisarse que la acción de reparación de daño moral
puede demandarse autónomamente a las demandas de
responsabilidad donde se aleguen daños patrimoniales. Lo anterior
se desprende de una interpretación teleológica del artículo 1916 del
Código Civil Federal y del artículo 1164 del Código Civil para el
Estado de Tamaulipas que prevé una disposición similar.

32. Originalmente, cuando se promulgó el entonces Código Civil para el


Distrito Federal en Materia Común y para toda la República en
Materia Federal, el daño moral no era autónomo, sino que su
procedencia dependía de la procedencia del daño material. Así el
artículo 1916 de dicho Código disponía:

Artículo 1916.- Independientemente de los daños y


perjuicios, el juez puede acordar en favor de la víctima de
un hecho ilícito, o de su familia, si aquélla muere, una
indemnización equitativa, a título de reparación moral, que
pagará al responsable del hecho. Esa indemnización no
podrá exceder de la tercera parte de lo que importe la
responsabilidad civil. Lo dispuesto en este artículo no se
aplicará al Estado en el caso previsto en el artículo 1928.
(Énfasis es añadido)

33. Como se desprende de la transcripción del artículo, el daño moral


estaba subordinado a la responsabilidad material, por lo que era

21
Picazzo, Ob. Cit. 324.

15
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

necesario demandar la responsabilidad patrimonial y el daño moral


conjuntamente.

34. No obstante, el 31 de diciembre de 1982, se reformó dicha


disposición normativa para que el daño moral fuera autónomo del
daño material. Así, en la iniciativa que dio origen a dicha reforma se
manifestó:

“[…] Nuestro Código Civil vigente, al señalar que la


reparación del daño moral sólo puede intentarse en
aquellos casos en los que coexiste con un daño patrimonial
y al limitar el monto de la indemnización a la tercera parte
del daño pecuniario, traza márgenes que en la actualidad
resultan muy estrechos y que la más de las veces impiden
una compensación equitativa para los daños
extrapatrimoniales […]”.

35. Por su parte en el Dictamen de la Cámara de Senadores, cámara


revisora en el caso concreto se sostuvo:

“[…] La muerte de una persona amada constituye una clara


afectación a los sentimientos y tal afectación normalmente
no produce disminución pecuniaria. Sería notoriamente
injusto dejar sin compensación tal daño moral […]”.

36. Entonces, se observa que el legislador al reformar el artículo 1916


del Código Civil para el Distrito Federal, claramente buscó que la
acción de reparación de daño moral fuera autónoma, ya que le
parecía que el subordinarla al daño material, producía serias
injusticias. Así, se concibió que los daños morales no debían estar
condicionados a la existencia de los daños materiales, sino que
podían ser reclamados independientemente de que se hayan
causado afectaciones a derechos o intereses de índole patrimonial.

16
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

37. De esta forma, una interpretación teleológica del artículo 1916 del
Código Civil para el Distrito Federal, permite concluir que el daño
moral es autónomo e independiente del daño patrimonial.

38. El carácter autónomo del daño moral implica que dicha acción
puede ejercerse sin necesidad de promover otras acciones, ya que
su acreditación y procedencia es independiente de otros tipos de
responsabilidad.

39. La misma ratio iuris la podemos encontrar en el párrafo segundo, del


artículo 1164 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas, que a
la letra establece:

“[…]

Cuando un hecho u omisión produzcan un daño moral, el


responsable del mismo tendrá la obligación de repararlo
mediante una indemnización en dinero, con independencia
de que se haya causado daño material, tanto en
responsabilidad contractual como extracontractual
[…]”.

II. Derechos fundamentales en juego (dignidad humana, derecho


a la integridad física, derecho a una reparación integral, tutela
judicial efectiva)

40. Esta Primera Sala debe comenzar su razonamiento bajo la premisa


fundamental del artículo 1° de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, vigente a partir del once de junio de dos mil
once, el cual establece que en los Estados Unidos Mexicanos todas
las personas gozan de los derechos humanos reconocidos y de las
garantías para su protección contenidas no sólo en la Constitución
sino en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano
sea parte. El ejercicio de tales derechos y garantías no podrá

17
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

restringirse sino en los casos y condiciones que establezca la propia


Constitución22.

41. Así, en el Estado Mexicano existen dos fuentes en las cuales se


establecen derechos humanos y sus garantías, por una parte en la
Constitución y, por otra, en los tratados internacionales de los que
sea parte.

42. Para que todas las personas sean titulares de los citados derechos y
garantías establecidas tanto en la Constitución como en los tratados
internacionales, la Ley Fundamental establece un requisito formal
consistente en que el Estado Mexicano sea parte de estos últimos.
Esto es, que se hayan celebrado de conformidad con el
procedimiento previsto en la Convención de Viena sobre la
celebración de tratados suscrita por el Estado Mexicano, a través
del Presidente de la República y con aprobación del Senado de la
República, con fundamento en los artículos 89, fracción X y 76,
fracción I, de la Ley Fundamental, así como en lo dispuesto en la
Ley para la Celebración de Tratados.

43. Por otra parte, el párrafo segundo del artículo 1° constitucional prevé
el principio pro persona como regla de interpretación de las
disposiciones de derechos humanos contenidas en los referidos

22
Art. 1o.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos
reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así
como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los
casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los
tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger
y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.

[…]

18
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

ordenamientos en la materia, favoreciendo en todo momento la


protección más amplia, lo que implica que dicho principio sirve como
criterio de selección del precepto de derecho aplicable y a partir del
mismo se determinará su contenido y alcance; principio que también
opera tratándose de restricciones a éste, tal y como lo ha
reconocido esta Primera Sala en la jurisprudencia 1a./J 107/2012
(10a.)23 y en la tesis aislada 1a. XXVI/2012 (10a.)24.

44. El párrafo tercero del aludido numeral impone la obligación a todas


las autoridades del Estado Mexicano, en el ámbito de sus
competencias, de llevar a cabo determinadas acciones (promover,
respetar, proteger y garantizar) para con los derechos humanos,
bajo diversos principios (universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad), lo que a su vez involucra que en
caso de que se violen dichos derechos, el Estado debe realizar
determinadas conductas (prevenir, investigar, sancionar y reparar)
para resarcir la transgresión en los términos previstos en la ley.

45. Lo anterior pone en evidencia la voluntad constitucional de asegurar,


en los más amplios términos, el goce de los derechos
fundamentales y que las limitaciones a ellos sean concebidas
restrictivamente, de conformidad con el carácter excepcional que la
Constitución y los tratados internacionales les atribuyen.

46. En consecuencia, en el análisis de constitucionalidad que se hará en


el apartado siguiente, deberá tenerse en cuenta que no sólo debe
atenderse a si la norma impugnada limita con base en alguna

23
Décima Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro XIII, octubre de 2012, tomo 2,
página 799, que lleva por rubro: “PRINCIPIO PRO PERSONA. CRITERIO DE SELECCIÓN DE LA
NORMA DE DERECHO FUNDAMENTAL APLICABLE”.
24
Décima Época, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Libro V, febrero de 2012, página 659, de
rubro: “PRINCIPIO PRO PERSONAE. EL CONTENIDO Y ALCANCE DE LOS DERECHOS
HUMANOS DEBEN ANALIZARSE A PARTIR DE AQUÉL”. Precedentes: “Amparo directo en revisión
2424/2011. Ma. Guadalupe Ruiz Dena. 18 de enero de 2012. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretaria: Teresita del Niño Jesús Lúcia Segovia”.

19
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

finalidad legítima los derechos fundamentales de la quejosa, sino


que deberá velarse por su protección más amplia.

47. Con base en lo anterior, esta Primera Sala advierte que la quejosa
se duele de la afectación a su integridad tanto física como psíquica,
imagen y proyecto de vida, así como que con la limitación a la
responsabilidad, impuesta por el artículo impugnado, esto es, el
veinte por ciento de la indemnización señalada como pago del daño,
se le violan sus derechos fundamentales al no poder obtener una
indemnización integral, que en la medida posible, le compense de
los daños y perjuicios sufridos.

48. Por las razones precisadas, a continuación se analizará el contenido


de los derechos fundamentales que se encuentran en juego, así
como los criterios emitidos por esta Primera Sala en materia de
reparación integral.

49. En la Declaración Universal de los Derechos Humanos, además


de reconocerse a la dignidad como uno de los derechos
fundamentales del ser humano, se establece que “Toda persona
tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como
a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales
necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de
desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad”. (Artículo 25).

20
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

50. La Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto De San


José),25 en lo que interesa señala:

“Artículo 1º Obligación de Respetar los Derechos.


1. Los Estados Partes en esta Convención se
comprometen a respetar los derechos y libertades
reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a
toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo,
idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social.

2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo


ser humano.

Artículo 5º. Derecho a la Integridad Personal.

1. Toda persona tiene derecho a que se respete su


integridad física, psíquica y moral.

Artículo 11. Protección de la Honra y de la Dignidad.

1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al


reconocimiento de su dignidad.

Artículo 63

1. Cuando decida que hubo violación de un derecho o


libertad protegidos en esta Convención, la Corte dispondrá
que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o
libertad conculcados. Dispondrá asimismo, si ello fuera
procedente, que se reparen las consecuencias de la medida
o situación que ha configurado la vulneración de esos
derechos y el pago de una justa indemnización a la parte
lesionada”.

25
Suscrita en la conferencia especializada interamericana sobre derechos humanos celebrada en San José,
Costa Rica del siete al veintidós de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve.

21
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

51. En el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y


Culturales,26 en lo que interesa, se señala:

“Artículo 4º.
Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen que, en
ejercicio de los derechos garantizados conforme al presente
Pacto por el Estado, éste podrá someter tales derechos
únicamente a limitaciones determinadas por ley, sólo en la
medida compatible con la naturaleza de esos derechos y
con el exclusivo objeto de promover el bienestar general en
una sociedad democrática.

Artículo 6º.
1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el
derecho a trabajar, que comprende el derecho de toda
persona a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante
un trabajo libremente escogido o aceptado, y tomarán
medidas adecuadas para garantizar este derecho.

Artículo 11.
1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el
derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para
sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda
adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de
existencia. Los Estados Partes tomarán medidas
apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho,
reconociendo a este efecto la importancia esencial de la
cooperación internacional fundada en el libre
consentimiento.

Artículo 12.
1. Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el
derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel
posible de salud física y mental”.

52. De estos artículos se desprende que tal y como se prevé en la


Constitución Federal, artículo 1° antes citado, así como de diversos
tratados internacionales suscritos por México, se reconoce a la

26
Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 2200 A
(XXI), de 16 de diciembre de 1966.

22
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

dignidad humana, a la integridad física como derechos


fundamentales. En consecuencia, el legislador secundario, al emitir
disposiciones que incidan en dicho derecho fundamental, debe
tomar en cuenta las directrices que dichos preceptos establecen en
relación con la vida y dignidad humana, que el legislador debe
proteger al reglamentar ese derecho subjetivo público.

53. El legislador, al reglamentar las disposiciones constitucionales, está


obligado a seguir los lineamientos que en la propia Constitución
Federal y en los tratados internacionales sobre derechos humanos
se contienen, pues dentro de su obligación de expedir las normas
secundarias, implícitamente se contiene el deber de que las mismas
se ajusten a todas las disposiciones de la Carta Magna, y que los
derechos humanos consagrados en la Constitución y en los
Tratados Internacionales no se vean menoscabados o restringidos,
salvo en la medida que sea estrictamente indispensable para
atender al interés común o a un interés superior.

54. Por otra parte, en el Amparo Directo 6/200827, el Tribunal Pleno


sostuvo que nuestro orden fundamental reconoce una superioridad
de la dignidad humana, prohibiéndose cualquier conducta que la
violente. Se agregó que la doctrina jurídica ha sentado que la
dignidad del hombre es inherente a su esencia, a su ser. Se trata del
reconocimiento de que, en el ser humano, hay una dignidad que
debe ser respetada en todo caso, pues “se trata del derecho a ser
considerado como ser humano, como persona, es decir, como ser
de eminente dignidad”.

55. Es un derecho absolutamente fundamental para el ser humano,


base y condición de todos los demás: el derecho a ser reconocido

27 Resuelto en sesión del Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el seis de enero de dos
mil nueve.

23
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

siempre como persona humana. Así, de la dignidad humana, se


desprenden todos los demás derechos, en cuanto son necesarios
para que el hombre desarrolle integralmente su personalidad. El
derecho a ser reconocido y a vivir en y con la dignidad propia de la
persona humana.

56. Asimismo, el derecho de toda persona a la salud, que reconoce la


Constitución Federal en su artículo 4° y se contiene en los citados
documentos internacionales, según se indicó, no sólo se constriñe a
no padecer, o bien, a prevenir y tratar una enfermedad, pues ello
desconocería la propia naturaleza humana y la dignidad de las
personas; sino que va más allá, pues no sólo comprende su estado
físico, sino aspectos internos y externos, como el buen estado
mental y emocional del individuo. Lo que lleva a que la doctrina haya
señalado que la salud es, en realidad, la obtención de un
determinado bienestar general, que se integra necesariamente por
el estado físico, mental, emocional y social del sujeto. Derivándose o
comprendiéndose, entonces, un derecho fundamental más, que es
el derecho a la integridad físico-psicológica.

57. En otro orden de ideas, de la Convención Americana sobre


Derechos Humanos se desprende el derecho a una justa
indemnización ante la vulneración de los derechos fundamentales
de la parte lesionada.

58. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha desarrollado en


su jurisprudencia los criterios relativos a la naturaleza y alcances de
la obligación de reparar28, y dentro de éstos el concepto de daño

28
Cfr. Corte IDH. Caso Castañeda Gutman Vs. Estados Unidos Mexicanos. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de agosto de 2008. Serie C No. 184, párr. 214. Caso González
y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 16 de noviembre de 2009. Serie C No. 205, párrs. 446 y 447. Caso Radilla Pacheco Vs. Estados Unidos
Mexicanos. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de
2009. Serie C No. 209, párr. 327. Caso Fernández Ortega y Otros Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de Agosto de 2010. Serie C No. 215, párrs. 220 y 221. Caso Rosendo

24
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

inmaterial y los supuestos en que corresponde indemnizarlo29,


atendiendo al daño causado. Una “justa indemnización” o
“indemnización integral” implica volver las cosas al estado en que se
encontraban, el restablecimiento de la situación anterior y de no ser
esto posible, establecer el pago de una indemnización como
compensación por los daños ocasionados30 al surgir el deber de
reparar.31

59. La reparación debe, en la medida de lo posible, anular todas las


consecuencias del acto ilícito y restablecer la situación que debió
haber existido con toda probabilidad, si el acto no se hubiera
cometido. Conforme a la interpretación realizada por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos respecto del derecho de
reparación, el daño causado es el que determina la indemnización.
Las reparaciones, como el término lo indica, consisten en las
medidas que tienden a hacer desaparecer los efectos de las
violaciones cometidas. Su naturaleza y su monto dependen del nexo
causal con los hechos del caso, las violaciones declaradas, los
daños acreditados, así como con las medidas solicitadas para
reparar los daños respectivos.32 Las reparaciones no pueden

Cantú y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de
2010. Serie C No. 216, párr. 203, y Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No. 220. párr.
208 y 209.
29
Ese Tribunal ha establecido que el daño inmaterial “puede comprender tanto los sufrimientos y las
aflicciones causados a la víctima directa y a sus allegados, el menoscabo de valores muy significativos para
las personas, así como las alteraciones, de carácter no pecuniario, en las condiciones de existencia de la
víctima o su familia”. Caso Fernández Ortega y Otros Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de Agosto de 2010, Serie C No. 215, párr. 289. Caso Rosendo Cantú
y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010.
Serie C No. 216, párr. 275 y Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No. 220, párr. 255.
30
Cfr. Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C No.
205. párrs.450 y 451.

31
Cfr. Corte Permanente de Justicia Internacional, caso Chorzów, PCIJ reports, Ser. A, núm 17, 1928, p.4.

32
Cfr. Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C No. 205. párr.447. Caso Fernández

25
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

implicar ni enriquecimiento ni empobrecimiento para la víctima o sus


sucesores.33

60. En el documento denominado “Lineamientos Principales para una


Política Integral de Reparaciones” aprobado por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos el diecinueve de febrero de
dos mil ocho, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
señalado que la reparación adecuada del daño sufrido debe
concretizarse mediante medidas individuales tendientes a restituir e
indemnizar.

61. Por otra parte, la asamblea general de la Organización de las


Naciones Unidas también ha emitido principios y directrices que
determinan los alcances del derecho a obtener reparaciones.34 En
esencia, dichos principios establecen que la obligación que tienen
los Estados de respetar, asegurar que se respeten y aplicar las
normas internacionales de derechos humanos dentro de su Estado
tiene diversos alcances, tales como, proporcionar a las víctimas una
reparación adecuada, efectiva y rápida del daño sufrido -en lo que
interesa- en las formas de restitución e indemnización.

62. La restitución, siempre que sea posible, ha de devolver a la víctima


a la situación anterior. La indemnización ha de concederse, de
forma apropiada y proporcional a la gravedad de la violación y a las
circunstancias de cada caso, atendiendo a i) el daño físico o mental,
ii) la pérdida de oportunidades, en particular las de empleo,

Ortega y Otros Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de Agosto
de 2010, Serie C No. 215, párr. 221; Caso Rosendo Cantú y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010. Serie C No. 216. párr. 204, y Caso Cabrera
García y Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26
de noviembre de 2010. Serie C No. 220. párr. 209.
33
Cfr. Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C No. 205. párrs.450 y 451.
34
El dieciséis de diciembre de dos mil cinco aprobó la Resolución 60/147.

26
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

educación y prestaciones sociales, iii) los daños materiales y la


pérdida de ingresos, incluido el lucro cesante, iv) los perjuicios
morales, y v) los gastos de asistencia jurídica o de expertos,
medicamentos y servicios médicos y servicios psicológicos y
sociales.

63. Conforme a la jurisprudencia vinculante de la Corte Interamericana


de Derechos Humanos, la obligación de reparación de violaciones a
derechos humanos de los Estados debe ser “integral”, es decir, la
reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación
correlativa a un derecho humano de fuente internacional consiste en
la plena restitución (restitutio in integrum), es decir, en el
restablecimiento de la situación anterior a la violación35. Sin
embargo, de no ser esto posible corresponde a los Estados reparar
los daños [o perjuicios] causados a través de diversas medidas
como el pago de una indemnización o compensación36. La
naturaleza de estas medidas y el monto de las indemnizaciones
dependerán de los daños [o perjuicios] causados tanto en el plano
material como inmaterial sin que las medidas de reparación
impliquen enriquecimiento o empobrecimiento para las víctimas de
las violaciones de derechos humanos37.

64. Ahora bien, conforme al último párrafo del artículo 109


constitucional, cuando de la actividad administrativa irregular por
parte del Estado se causan daños o perjuicios a los bienes y
derechos de los particulares contenidos en su patrimonio, por un
35
Salvo en los casos de discriminaciones estructurales y de violencia sistemática en razón de género que
impliquen la necesidad de otorgar “reparaciones transformadoras” de forma que las mimas no sólo tengan un
efecto restitutivo sino también correctivo, no resultando adecuado restituir a la víctima en la misma situación
anterior. Véase Corte IDH, Caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México, Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 16 de noviembre de 2009, Serie C. No. 205, párrafo 450.
36
Véase Corte IDH, Cantoral Benavides vs. Perú, Fondo, Sentencia de 3 de diciembre de 2001, Serie C. No.
88, párrafo 41.
37
Véase Corte IDH, Caso González y otras (“Campo Algodonero”) vs. México, Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas, Sentencia de 16 de noviembre de 2009, Serie C. No. 205, párrafo 450.

27
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

lado, se configura la responsabilidad del Estado de resarcirlos y, por


otro, se genera el derecho de los afectados a obtener una justa
indemnización.

65. La existencia de dicho derecho constitucional de los particulares a


recibir una justa indemnización fue reconocida por esta Primera Sala
al resolverse el amparo en revisión 903/200838 y, posteriormente, al
resolverse los amparos directos en revisión 1068/201139,
2131/201340, 1232/2015, 706/2015 y 5826/2015.

66. Cabe precisar aquí, que en algunos casos de violaciones a


derechos humanos, la reparación integral podría ser equivalente a la
justa indemnización, en otros casos, la justa indemnización podría
ser insuficiente a efectos de que la reparación pueda calificarse
como integral. En cada caso concreto, las autoridades
competentes deben determinar, conforme a las pruebas
aportadas, las medidas que sean necesarias y suficientes para
reparar integralmente los daños y perjuicios causados por el
Estado derivado de violaciones a derechos humanos, pudiendo
ser la justa indemnización una de las medidas necesarias o la
medida suficiente para cumplir con el estándar de reparación
integral.

38
Generándose la tesis aislada 1ª. LII/2009 de rubro: “RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL
ESTADO. EL ARTÍCULO 113, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS ESTABLECE UN DERECHO SUSTANTIVO EN FAVOR
DE LOS PARTICULARES”, Tesis 1ª. LII/2009. Publicada en el Semanario judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, tomo XXIX, abril de 2009, página 592.

39
Se generó la tesis aislada 1ª. CXCV/2012 de rubro “DERECHO FUNDAMENTAL A UNA
REPARACIÓN INTEGRAL O JUSTA INDEMNIZACIÓN. CONCEPTO Y ALCANCE” Tesis 1ª.
CXCV/2012. Publicada en el Semanario judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XII,
septiembre de 2012, tomo 1, página 502.
40
Se generó tesis aislada con el rubro: “DERECHO A UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN,
INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL DE LAS LEYES QUE SE EMITAN CONFORME A LA
CLÁUSULA DE RESERVA CONTENIDA EN EL PÁRRAFO SEGUNDO DEL ARTÍCULO 113
CONSTITUCIONAL”, Tesis:1ª. CLXIII/2014 (10ª.), Publicada en el Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta, Décima Época, Libro 5, abril de 2014, Tomo I, pág. 798

28
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

67. Conforme a lo anterior, mientras la reparación integral constituye el


estándar a alcanzar, la justa indemnización constituye uno de los
medios o el medio para cumplir con dicho estándar. Esta relación
fue reconocida por el Poder Reformador dentro del procedimiento de
reforma al artículo 1º constitucional, ya que el dictamen de siete de
abril de dos mil diez de las Comisiones Unidas de Puntos
Constitucionales y Estudios Legislativos de la Cámara de
Senadores, con opinión de la Comisión Especial de Reforma del
Estado de la Cámara de Senadores, dispuso que “la reparación es
el término genérico que comprende las diferentes formas cómo un
Estado puede hacer frente a la responsabilidad en que hubiere
incurrido” 41.

68. En este sentido, entre las diferentes formas conforme a las cuales
un Estado puede hacer frente a la responsabilidad en que hubiere
incurrido encontramos la justa indemnización, como lo dispone
expresamente el último párrafo del artículo 109 constitucional para
los casos en que se genere un daño a un particular con motivo de la
actividad administrativa irregular del Estado. Dependerá en cada
caso concreto determinar si con dicha medida se logra el
cumplimiento del estándar de reparación integral o si son necesarias
otras medidas adicionales.

69. Así, esta Primera Sala como la jurisprudencia vinculante de la Corte


Interamericana de Derechos Humanos, han precisado cuáles son
los diversos tipos de medidas que el Estado mexicano debe regular
para cumplir con el estándar de reparación integral.

41
Gaceta del Senado, números 19 y 20, 7 y 8 de abril de 2009.

29
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

70. Los precedentes vinculantes de la Corte Interamericana de


Derechos Humanos han distinguido las siguientes medidas como
formas conforme a las cuales los Estados pueden reparar
integralmente las violaciones a derechos humanos: i) medidas de
restitución; ii) medidas de satisfacción; iii) medidas de rehabilitación;
iv) medidas de compensación (indemnizaciones), y; v) garantías de
no repetición42.

71. Así, dependiendo de la magnitud de la violación a los derechos


humanos en función de los daños o perjuicios causados por la
actividad administrativa irregular del Estado deberá reparase a las
personas afectadas, lo cual deberá hacerse: i) únicamente a través
de la indemnización prevista en el último párrafo del artículo 109
constitucional siempre y cuando dicha medida sea suficiente para
alcanzar el estándar de reparación integral o ii) en su caso, a través
de la adopción de medidas adicionales a dicha indemnización que
sean necesarias para alcanzar el estándar de reparación integral,
en los términos que las leyes establezcan conforme al artículo 1º
constitucional.
72. De todo lo dicho, a reserva de que en este asunto se reclamó la
reparación al daño moral en un juicio ordinario civil y que el marco
constitucional, convencional, así como la jurisprudencia de la
Primera Sala han abordado casos sobre responsabilidad del Estado,
es indudable que existe ya doctrina desarrollada por esta Primera
Sala en torno a una “justa indemnización” que ha sido aplicada tanto
42
Corte IDH, Caso Castañeda Gutman Vs. Estados Unidos Mexicanos. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 6 de agosto de 2008. Serie C No. 184, párrafos 214 a 250. Caso
González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C No. 205, párrafos 446 a 601. Caso Radilla Pacheco Vs.
Estados Unidos Mexicanos. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 23 de
noviembre de 2009. Serie C No. 209, párrafos 327 a 392. Caso Fernández Ortega y Otros Vs. México.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30 de Agosto de 2010. Serie C No. 215,
párrafos 220 y 307. Caso Rosendo Cantú y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010. Serie C No. 216, párrafos 203 a 294, y Caso Cabrera García y
Montiel Flores Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de
noviembre de 2010. Serie C No. 220. párr. 208 a 273.

30
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

a casos que se presentan entre particulares como en aquellos de


responsabilidad patrimonial del Estado43.

43
En el amparo directo en revisión 10/2012, la Primera Sala sostuvo que los daños ocasionados por la
actuación del personal médico de las instituciones de salud pública pueden ser calificados como una actividad
irregular del Estado a la luz del artículo 113 constitucional, siempre que ésta se aparte de las técnicas médicas
o científicas –lex artis ad hoc– exigibles para el personal de salud, lo cual se valorará partiendo de la premisa
de que la carga de la prueba recae en la parte demandada, por los principios de facilidad y proximidad
probatoria. En el amparo directo en revisión 1068/2011, la sentencia sostiene que el artículo 113 –y de
manera genérica el 1°, aunque no se aclare en ese asunto– establece el “derecho fundamental de las víctimas a
ser resarcidas por los daños ocasionados por la prestación de un servicio público defectuoso”, el cual se
conecta con el derecho a la salud. Finalmente precisa que la indemnización respectiva debe ser justa, a partir
de las directrices y principios que han establecido organismos internacionales como la Corte Interamericana.
Posteriormente, el amparo directo en revisión 2131/2013, retomó la existencia del derecho humano a
obtener una indemnización en casos de violaciones al derecho a la salud o a la integridad, precisando que es
posible que existan casos donde “la justa indemnización podría ser insuficiente a efectos de que la reparación
pueda calificarse como integral”, de modo que en esos supuestos podría determinarse si son necesarias
medidas adicionales para que la reparación se entienda auténticamente integral. Finalmente, en los amparos
directos 30/2013 y 31/2013 se desarrollaron los alcances y conceptualización del daño moral en una
construcción que va más allá de la vía en la que se haya tramitado un caso. De los asuntos en comento se
desprenden los siguientes lineamientos que permiten entender la doctrina de esta Primera Sala sobre el daño
moral: i) puede definirse como la lesión a un derecho o interés no patrimonial (o espiritual) que es
presupuesto de un derecho subjetivo; ii) según los bienes afectados, puede dividirse en tres especies, a saber:
a) daño al honor; b) daños estéticos; y c) daños a los sentimientos; iii) La conceptualización antes apuntada
permite distinguir entre el daño en sentido amplio (la lesión a un derecho o un interés extrapatrimonial) y
daño en sentido estricto (sus consecuencias). Así, una cosa sería el interés afectado y otra las consecuencias
que la afectación produce, mismas que pueden ser patrimoniales o extrapatrimoniales, además de proyectarse
en el presente o en el futuro; iv) A partir de una interpretación teleológica del artículo 1916 del Código Civil
para el Distrito Federal, se advierte que el daño moral puede demandarse a la par o de manera autónoma
respecto de las demandas de responsabilidad donde se aleguen daños patrimoniales; v) Siguiendo lo resuelto
en la contradicción de tesis 93/2011, la “unidad de la responsabilidad civil” torna irrelevante el tipo de
responsabilidad que alegue la parte afectada, ya que el órgano jurisdiccional tiene que resolver el caso
aplicando las normas que rijan los hechos alegados (aunque las cuestiones a probar puedan variar de un caso a
otro); vi) Para efectos de la actualización del daño moral, es un hecho ilícito el que sea contrario a las
disposiciones de orden público y a las buenas costumbres, e igualmente el que derive de una conducta
negligente, es decir, del incumplimiento a un deber de cuidado. En estos términos, la ilicitud deriva del
incumplimiento a un deber genérico de cuidado o de la trasgresión a una obligación legal; vii) Ahora bien,
ante la dificultad de probar el daño moral, el órgano legislativo reformó, el 10 de enero de 1994, el artículo
1916 del Código Civil para el Distrito Federal para establecer “que el daño moral se presume cuando se
vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de las personas”. Esta
doctrina sobre presunciones de daños ha sido compartida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y
por esta Primera Sala; viii) En el caso específico de que se cause la muerte de un hijo o hija, esta Suprema
Corte de Justicia de la Nación ha reconocido que la acreditación de la muerte y el parentesco tienen por
actualizado el daño moral de los progenitores; ix) A partir de lo sostenido en el amparo directo en revisión
1621/2010 (sobre la vigencia de los derechos fundamentales en las relaciones entre particulares) y en el
amparo directo en revisión 1068/2011 (sobre el impacto del derecho a una justa indemnización en dicha
eficacia horizontal), se expuso que cuando la relación que se analice sea de índole civil, “la reparación al daño
moral que se fije deberá analizarse desde el derecho a la justa indemnización.

31
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

73. Asentados las garantías y derechos humanos que se encuentran en


juego, es menester proceder al estudio de la constitucionalidad del
artículo 1393 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas.

III. Análisis Constitucional

74. En síntesis, la quejosa aduce que el artículo 1393 del Código Civil
del Estado de Tamaulipas es inconstitucional, puesto que considera
que dicha norma violenta el artículo 1° constitucional en su perjuicio,
al resultar el artículo contradictorio, ya que por una parte, señala que
la indemnización por daño moral es independiente de la económica,
y por otra, subordina la indemnización por daño moral a la
responsabilidad material; situación que de igual forma –menciona-
ocurría anteriormente en el artículo 1916 del Código Civil Federal, y
que como consecuencia de su reforma el 31 de diciembre de 1982,
el daño moral se concibió como autónomo e independiente del daño
material que pudiera o no producirse.

75. Que con el artículo impugnado, implícitamente se les otorga valor


económico y un límite valorativo a sus derechos humanos
(integridad psicológica y física, moral, imagen y proyecto de vida,
entre otros) que se encuentran protegidos por el artículo 1° de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como
por los criterios definidos por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, los cuales son vinculantes para México, y que definen al
daño inmaterial o moral como los sufrimientos y aflicciones
causados a las víctimas directas y a sus allegados, y el menoscabo
de los valores muy significativos para las personas, como las
alteraciones, de carácter no pecuniario, en las condiciones de
existencia de la víctima o su familia.

32
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

76. Que el daño moral es independiente a cualquier otro daño, pues


éste es relativo a bienes de naturaleza extra patrimonial o inmaterial,
de ahí la inconstitucionalidad del artículo 1393 del Código Civil de
Tamaulipas, ya que obliga a que el daño moral sea cuantificado en
base al daño material, otorgándole tácitamente al daño moral un
valor que jamás podrá ser superior a una quinta parte del daño
material y físico; pudiéndose así entender, que si no se contara con
la cuantificación económica del daño material, resultaría imposible
establecer un monto por concepto de la indemnización moral que
pudiera corresponder a la quejosa.

77. Que es evidente la contradicción existente entre el artículo 1393 y


1164 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas, ya que el
segundo artículo citado, establece que el daño moral será autónomo
e independiente de cualquier otro daño y por ende el juzgador
puede acordar una indemnización justa a título de reparación moral,
mientras que el artículo 1393 establece que en ningún caso podrá
exceder del veinte por ciento de la indemnización señalada como
pago del daño.

78. Que existe una apreciación errónea al no habérsele aplicado -por


parte del Juez de origen como de la responsable- el artículo 1164
del Código Civil para el Estado de Tamaulipas, y en su lugar se le
aplicó el 1393 del citado ordenamiento, vulnerando así su garantía
de acceso real, completo y efectivo a la administración de justicia,
de conformidad con lo dispuesto por los artículos 1° y 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, puesto que
se impide el resarcimiento equitativo de los daños extra
patrimoniales que se originaron.

79. La parte quejosa concluye que la Primera Sala de esta Suprema


Corte, ha interpretado que la reparación del daño moral que se fije,

33
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

deberá analizarse desde el derecho de la “justa indemnización”, la


cual se encuentra consagrada en los artículos 1° de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 63.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en donde la Primera Sala de
esta Suprema Corte interpretó que una “justa indemnización” o
“indemnización integral”, implica volver las cosas al estado en que
se encontraban; el restablecimiento de la situación anterior, y de no
ser posible esto, establecer el pago de una indemnización como
compensación por los daños ocasionados al surgir el deber de
reparar.

80. Esta Primera Sala estima que los agravios que han sido sintetizados
son fundados, con base en los razonamientos que se exponen a
continuación.

81. En principio, cabe recordar que esta Primera Sala ha determinado


que los derechos constitucionales no son absolutos y, por tanto,
todos admiten restricciones. Sin embargo, la regulación de dichas
restricciones no puede ser arbitraria, sino que debe basarse en
razones jurídicas que pasan por la constatación de tres pasos en
sede de jurisdicción constitucional: a) ser admisibles dentro del
ámbito constitucional, esto es, el legislador ordinario sólo puede
restringir o suspender el ejercicio de las garantías individuales con
objetivos que puedan enmarcarse dentro de las previsiones de la
Carta Magna; b) debe ser una regulación necesaria para asegurar la
obtención de los fines que fundamentan la restricción constitucional,
es decir, no basta que la restricción sea en términos amplios útil
para la obtención de esos objetivos, sino que debe ser la idónea
para su realización, lo que significa que el fin buscado por el
legislador no se pueda alcanzar razonablemente por otros medios
menos restrictivos de derechos fundamentales; y, c) debe ser
proporcional, esto es, la medida legislativa debe respetar una

34
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

correspondencia entre la importancia del fin buscado por la ley, y los


efectos perjudiciales que produce en otros derechos e intereses
constitucionales, en el entendido de que la persecución de un
objetivo constitucional no puede hacerse a costa de una afectación
innecesaria o desmedida a otros bienes y derechos
constitucionalmente protegidos.44

82. Ahora bien, para efectos de determinar cuál es la finalidad que


persigue la norma impugnada, convendría atender prima facie la
exposición de motivos del Código Civil para el Estado Libre y
Soberano de Tamaulipas, presentada por el Ejecutivo local el
diecinueve de noviembre de mil novecientos ochenta y seis; sin
embargo, dicha exposición de motivos no menciona nada respecto
de la regulación optada en materia de daño moral45.

83. En este sentido, aunque la exposición de motivos puede ser un


elemento coadyuvante en el ejercicio de reconstrucción de la
voluntad del legislador y ésta, a su vez, uno de los factores a tener
en cuenta a la hora de determinar el contenido de una norma
jurídica, no es por sí sola parámetro y medida de la
constitucionalidad de lo establecido en la parte dispositiva de la ley.
La parte dispositiva es en principio el lugar del que debe partirse
para determinar la voluntad del legislador. Resulta aplicable el
criterio asilado Tesis:1a.LX/2011 de la Novena Época cuyo rubro es:
“EXPOSICIÓN DE MOTIVOS Y DETERMINACIÓN DE LA

44
Tesis aislada LXVI/2008, emitida por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
visible en la página 462 del tomo XXVIII (julio de 2008) del Semanario Judicial de la Federación, de
contenido: “RESTRICCIONES A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. ELEMENTOS QUE EL JUEZ
CONSTITUCIONAL DEBE TOMAR EN CUENTA PARA CONSIDERARLAS VÁLIDAS”.

45
La exposición de motivos del Código Civil para el Estado de Tamaulipas, solamente menciona, en la parte
que nos interesa lo siguiente:
“[…]
El Título Segundo tiene por objeto tipificar las fuentes de las obligaciones; en consecuencia, fue dividido en
cinco capítulos correspondiendo a cada una de las siguientes materias: contratos, declaración unilateral de la
voluntad, enriquecimiento ilegítimo, gestión de negocios y finalmente responsabilidad civil […]”.

35
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

VOLUNTAD DEL LEGISLADOR: FUNCIONES QUE CUMPLEN EN


EL ANÁLISIS DE CONSTITUCIONALIDAD DE NORMAS46”

84. Por otro lado, el artículo 1393, en su parte dispositiva establece lo


siguiente:

“ARTÍCULO 1393.- El daño moral a que tengan derecho la


víctima o sus beneficiarios será regulado por el Juez en
forma discrecional y prudente, tomando en cuenta los
componentes lesionados del patrimonio moral, según la
enunciación contenida en el segundo párrafo del artículo
1164. Si la lesión recayó sobre la integridad de la persona y
el daño origina una lesión en la víctima, que no la
imposibilite total o parcialmente para el trabajo, el Juez fijará
el importe del daño moral, tomando en cuenta si la parte
lesionada es o no visible, así como el sexo, edad y
condiciones de la persona.

La indemnización por daño moral es independiente de


la económica, se decretará aun cuando ésta no exista,
siempre que se cause aquel daño y en ningún caso
podrá exceder del veinte por ciento de la indemnización
señalada como pago del daño.

Cuando el daño moral haya afectado a la víctima en su


decoro, prestigio, honor o buena reputación, puede el Juez
ordenar que la reparación de aquel daño se haga por
publicación de la sentencia que condene a la reparación, en
los medios informativos que él señale”.

85. Este artículo necesariamente se tiene que leer en conjunto con el


artículo 1164 del mismo ordenamiento y, en particular, con su
segundo párrafo, al ser el propio artículo 1393 el que remite
expresamente a su lectura. El artículo a la letra establece:

“Artículo 1164.- El daño puede ser también moral cuando


el hecho perjudique a los componentes del patrimonio moral
de la víctima. Enunciativamente se consideran
componentes del patrimonio moral, el afecto del titular del
patrimonio moral por otras personas, su estimación por
46
Tesis: 1ª LX/2011, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXIII, Abril
de 2011, pág. 308.

36
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

determinados bienes, el derecho al secreto de su vida


privada, así como el honor, el decoro, el prestigio, la buena
reputación e integridad física de la persona misma.

Cuando un hecho u omisión produzcan un daño moral,


el responsable del mismo tendrá la obligación de
repararlo mediante una indemnización en dinero, con
independencia de que se haya causado daño material,
tanto en responsabilidad contractual como
extracontractual.

La acción de reparación no es transmisible a terceros por


acto entre vivos y sólo pasa a los herederos de la víctima
cuando ésta haya intentado la acción en vida.

El monto de la indemnización lo determinará el juez


tomando en cuenta los derechos lesionados, el grado de
responsabilidad, la situación económica del responsable, y
la de la víctima, así como las demás circunstancias del
caso.

Cuando el daño moral haya afectado a la víctima en su


decoro, honor, reputación o consideración, el juez ordenará,
a petición de ésta y con cargo al responsable, la publicación
de un extracto de la sentencia que refleje adecuadamente la
naturaleza y alcance de la misma, a través de los medios
informativos que considere convenientes. En los casos en
que el daño derive de un acto que haya tenido difusión en
los medios informativos, el juez ordenará que los mismos
den publicidad al extracto de la sentencia, con la misma
relevancia que hubiere tenido la difusión original.

[…]”.

86. De la transcripción anterior se desprende que será el juez, quien


en forma discrecional y prudente, el que establezca la
indemnización a que tengan derecho la víctima o sus beneficiarios
por daño moral. Ahora bien, el propio artículo 1393 remite al juez a
tomar en cuenta los componentes del patrimonio moral lesionados,
según se encuentran anunciados en el segundo párrafo del artículo
1164. Esto es, cuando se produzca daño moral por un hecho u
omisión, se genera la obligación de indemnizar en dinero, ello, con

37
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

independencia de que se haya generado daño material tanto en los


casos de responsabilidad contractual, como extracontractual.

87. Remata el párrafo primero del artículo 1393, con la obligación por
parte del juez, de que si la lesión recayó sobre la integridad de la
persona, deberá tomar en cuenta si la parte lesionada es o no
visible, así como el sexo, edad y condiciones de la persona.

88. De lo anterior, es dable concluir que del primer párrafo del artículo
1393 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas, se establece
que el daño moral es autónomo e independiente del daño
patrimonial tal y como se explicó en el apartado I de la presente
resolución. Es decir, el carácter autónomo del daño moral implica
que dicha acción puede ejercerse sin necesidad de promover otras
acciones, ya que su acreditación y procedencia es independiente de
otros tipos de responsabilidad.

89. Ahora bien, el párrafo segundo del artículo 1393 del Código Civil, y
del cual se duele la quejosa, primeramente reafirma que la
indemnización por daño moral es independiente de la económica,
decretándose aquella aun cuando el daño económico sea
inexistente. No obstante lo anterior, el propio artículo concluye
señalando que siempre que se cause daño moral, la indemnización
que se genere por este en ningún caso podrá exceder el veinte por
ciento de la indemnización señalada como pago del daño, esto es,
por un lado se establece que la indemnización es independiente
del daño económico, y por el otro, la vincula con la existencia
del daño material hasta un veinte por ciento del valor de este.

90. En este sentido, le asiste la razón a la quejosa ya que existe una


clara antinomia entre lo dispuesto por el propio artículo 1393, y el

38
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

artículo 1393 en conjunto con el 1164 del Código Civil para el


Estado de Tamaulipas. En efecto, el segundo párrafo del artículo
1393 señala que la indemnización por daño es independiente de la
económica, y por otro, la subordina a la existencia del daño
material, situación que se asemeja a la que prevalecía en el anterior
artículo 1916 del Código Civil Federal. Por su parte, el artículo 1164
reafirma la independencia económica de la indemnización por daño
sin establecer un tope a la misma y sin condicionarla a la existencia
de un daño material.

91. Como se señaló en el apartado I de la presente resolución, el


legislador al reformar el artículo 1916 del Código Civil Federal,
claramente buscó que la acción de reparación de daño moral
fuera autónoma, ya que le parecía que el subordinarla al daño
material, producía serias injusticias. Así, se concibió que los
daños morales no debían estar condicionados a la existencia de los
daños materiales, sino que podían ser reclamados
independientemente de que se hayan causado afectaciones a
derechos o intereses de índole patrimonial.

92. Por lo tanto, es posible concluir que la verdadera intención del


legislador de Tamaulipas fue precisamente la misma que la del
legislador del entonces Distrito Federal –hoy Ciudad de México-;
esto es, buscar que la acción de reparación de daño moral fuera
autónoma de la reparación del daño patrimonial.

93. Ello es así, ya que del proceso legislativo local, y en particular del
dictamen de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del
Congreso de Tamaulipas, se desprende que la reforma al artículo
1164 fue hecha con la intención de seguir los mismos parámetros
por los cuales se reformaron los artículos 1916 y 1916 bis del

39
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

Código Civil Federal, en particular con la intención de no dejar a los


ciudadanos sin defensa cuando se vieran afectados por algún
abuso en el ejercicio del derecho a la información47. Artículo que por
cierto, debe observar el Juez de forma discrecional y prudente, al
tomar en cuenta los componentes lesionados del patrimonio moral,
para así fijar la indemnización por daño moral.

94. Lo anterior demuestra que la finalidad constitucionalmente válida


del artículo 1393, fue precisamente que la acción de reparación de
daño moral fuera autónoma de la reparación del daño patrimonial.
Esto se corrobora con la porción normativa del párrafo segundo que
establece: “ […] La indemnización por daño moral es independiente
de la económica, se decretará cuando ésta no exista […]”.

95. Sin embargo, como ya se mencionó líneas arriba, la antinomia


radica en que se establezca que la indemnización por daño moral
sea independiente de la económica (fin constitucionalmente válido),
y por el otro, la subordine a la existencia de un daño material y
hasta el límite del veinte por ciento del valor de éste.

96. Esta limitación de responsabilidad que establece el artículo


impugnado resulta arbitraria, puesto que impone un límite del veinte

47
Con relación a las adiciones del Código Civil Federal refieren “…se coincide con la propuesta toda
vez que al incluir estas disposiciones en dicho ordenamiento, no se dejaría sin defensa al particular que se
viera afectado por algún abuso en el ejercicio del derecho a la información” agregando al respecto el
siguiente razonamiento, “Cabe destacar que los Tribunales Colegiados de Circuito se han manifestado
que "En México, la finalidad del legislador, al reformar los artículos 1916 y adicionar el 1916 bis
del Código Civil para el Distrito Federal, mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación
el treinta y uno de diciembre de mil novecientos ochenta y dos, y posteriormente modificar los párrafos
primero y segundo del artículo 1916, consistió en hacer responsable civilmente a todo aquel que,
incluso a quien ejerce su derecho de expresión a través de un medio de información masivo, afecte a sus
semejantes, atacando la moral, la paz pública, el derecho de terceros, o bien, provoque algún delito
o perturbe el orden público, que son precisamente los límites que claramente previenen los artículos 6o. y
7o. de la Constitución General de la República. Así, de acuerdo al texto positivo, por daño moral debe
entenderse la alteración profunda que una persona sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro,
honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos físicos, o bien en la consideración que de sí misma
tienen los demás, producida por un hecho ilícito…”.

40
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

por ciento para indemnizar absolutamente todos los diversos tipos


de daños morales que puedan causarse, haciéndola depender de la
existencia del daño material, por lo que si éste no existe, no habría
incluso derecho a la indemnización. Lo cual es totalmente contrario
a la concepción moderna del derecho de daños y en particular del
daño moral.

97. Resulta también arbitraria esta porción normativa del artículo 1393,
ya que ni de la exposición de motivos del Código Civil de
Tamaulipas, ni del propio texto de la ley se advierte alguna razón
por la cual el legislador haya decidido tasar de esa manera el daño
moral producido, ni por qué en ese monto (hasta el veinte por
ciento).

98. En el Amparo en Revisión 75/2009, esta Primera Sala sostuvo que


el legislador ordinario no debe restringir injustificadamente la
extensión del derecho de los particulares a recibir una
indemnización con motivo de los daños que se les ocasionen; por lo
tanto, cuando el legislador establezca límites a la responsabilidad
del causante del daño, debe basarse en una finalidad justificada.

99. Además de que la limitante no debe hacerse a costa de otros


bienes o derechos protegidos por la Constitución, como el derecho
a la integridad física y psíquica de las personas, y al derecho a una
reparación integral. Derechos que de aplicarse el artículo
impugnado, se encontrarían en evidente riesgo.

100. En este tenor, tal y como se desarrolló en el apartado II de la


presente resolución, el artículo 1° de la Constitución Federal obliga
a todas las autoridades a promover, respetar, proteger y garantizar

41
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

los derechos humanos, y ordena que se les otorgue la protección


más amplia o la interpretación más favorable.

101. Con esta base, esta Primera Sala considera que la manera más
amplia de proteger los derechos que se encuentran en juego de la
quejosa, es precisamente otorgando una indemnización integral
de conformidad con las obligaciones asumidas por el Estado
Mexicano en los tratados internacionales que ha celebrado, y no
limitando la indemnización hasta un monto fijo del veinte por ciento,
lo cual impide al juez apreciar correctamente cuáles derechos
fueron lesionados, el grado de responsabilidad, la situación
económica del responsable y de la víctima, así como las demás
circunstancias del caso.

102. Es decir, el derecho a la indemnización integral es un derecho


sustantivo, cuya extensión debe tutelarse en favor de los
gobernados, y que no debe restringirse de forma innecesaria, salvo
en función de una finalidad constitucionalmente válida que persiga
el bienestar general, requisito con el que no cumple la norma
impugnada.

103. Lo anterior es consistente con las obligaciones que ha asumido el


Estado Mexicano en los tratados internacionales que ha celebrado,
y con lo dispuesto en el propio texto Constitucional, puesto que
según se ha desarrollado a lo largo de la presente resolución, la
intención del Constituyente Permanente fue hacer efectivos en
territorio nacional todos los derechos que han sido reconocidos en
los tratados internacionales celebrados por México, dentro de los
cuales, está el derecho a una indemnización justa.

42
AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3288/2016

104. En efecto, de acuerdo a los criterios desarrollados por la Corte


Interamericana de Derechos Humanos, el monto de la
indemnización debe perseguir reparar al daño causado, volver las
cosas al estado anterior a la causación del daño, y en caso de no
ser posible, compensar el daño mediante el pago de daños y
perjuicios, lo cual de ninguna manera debe implicar generar una
ganancia a la víctima, sino otorgarle un resarcimiento adecuado.

105. No se pretende que la responsabilidad sea excesiva, ya que debe


subordinarse a requisitos cualitativos. Una indemnización será
excesiva cuando exceda del monto suficiente para compensar a la
víctima. Limitar la responsabilidad fijando un techo cuantitativo
implica marginar las circunstancias concretas del caso, el valor real
de la reparación o de la salud deteriorada. El derecho moderno de
daños mira a las víctimas, a la naturaleza y extensión del daño, y no
a los victimarios.

106. La doctrina y algunos tribunales extranjeros han sostenido que una


indemnización no es justa cuando se le limita con topes o tarifas,
cuando en lugar de ser el juez quien la cuantifique con base en
criterios de razonabilidad, es el legislador quien, arbitrariamente, fija
montos indemnizatorios,48 al margen del caso y su realidad. Sólo el

48
"Inconstitucionalidad de los Topes Indemnizatorios de Origen Legal (Violatorios de la Constitución
Nacional y de los tratados internacionales)", Mosset Iturraspe, Jorge, Revista de Derecho de Daños, 2001-1.
Cuantificación del Daño, Rubinzal-Culzoni Editores, Buenos Aires, Argentina. Causa ‘Santa Coloma’
Suprema Corte de Justicia de la Nación Argentina, 1986. Sentencia 181/2000, del Pleno del Tribunal
Constitucional Español, veintinueve de junio de dos mil. La Sala Tercera de la Cámara Federal de
Apelaciones de la Plata, en el Exp. no. 16.923 Gazzinaga, Rosa M. c. Aero Club Chacabuco y otros, trece de
octubre de dos mil diez, sostuvo: ‘De aplicarse la ley aeronáutica en sentido estricto…dicha limitación resulta
contrapuesta a la reparación integral que prevé el derecho común (art. 1109 y 113, Cód. Civil), máxime
cuando la regla, en el pleno constitucional y convencional, es la reparación de las consecuencias de un hecho
que ‘perjudica a los terceros’ mediante el pago de una justa indemnización a la parte lesionada’ (art. 19, CN,
Y 75, INC. 22 Y 63.1 de la CADH). Esto último, la indemnización justa, corresponde a uno de los principios
fundamentales del derecho internacional, tal como es reconocido por la jurisprudencia internacional que
corresponde a la región (Factory al Chorzow, Jurisdiction, Judgment No.8, 1927…Ello implica una clara
indicación de la jurisprudencia interamericana acerca de un cabal resarcimiento de todo daño o perjuicio, el
que no se entiende satisfecho sino con la reposición de las cosas a su estado anterior al hecho generador o,
ante la imposibilidad de ello, con la indemnización plena en dinero. Asimismo, cabe añadir que en materia de
transporte aéreo internacional, originado en el Convenio de Varsovia (1929) y continuado en otros –como el
de La Haya (1955) o los Protocolos de Montreal de 1975 y el Convenio de Montreal de 1999- ha quedado

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Juez, que conoce las particularidades del caso, puede cuantificar la


indemnización con justicia y equidad.

107. Una forma de garantizar que las indemnizaciones no sean


excesivas, es atribuyendo a la autoridad judicial la facultad de
determinarlas con base en un principio: las indemnizaciones
deben corresponder a la reparación integral del daño. Su
determinación debe hacerse en forma individualizada, atendiendo a
las particularidades de cada caso, incluyendo, la naturaleza y
extensión de los daños causados, la posibilidad de rehabilitación de
la persona, los gastos médicos y tratamientos que se requieren para
su curación o rehabilitación, el grado de incapacidad que pudiese
llegar a determinársele, el grado de responsabilidad de las partes,
su situación económica, entre otros factores, con la finalidad de fijar
el pago de una indemnización por un monto suficiente para atender
a las necesidades de cada caso en particular.

108. Cabe precisar que la indemnización justa no está necesariamente


encaminada a la restauración del equilibrio patrimonial perdido,
pues la reparación se refiere a los bienes de la personalidad, de
manera que lo que persigue es una reparación integral, entendida
como suficiente y justa, para que la afectada pueda atender todas
sus necesidades, de manera que le permita llevar una vida digna49.

establecida, en la actualidad, la responsabilidad del transportador aéreo sin topes cuantitativos por el daño
irrogado a los pasajeros transportados y debido a su muerte o lesiones ocasionadas a éstos. Vale decir, al
antiguo criterio limitativo -fundado en discutibles razones puramente económicas de favorecer un tipo de
transporte con responsabilidades acotadas y reducidas en la eventual onerosidad de costos- en la actualidad
dominan, en ese sentido, pautas abiertas y tendientes a la igualdad de protección plena en todas las ramas de
la responsabilidad jurídica”.
49 Véase al respecto el amparo directo en revisión 1168/2011. Ponente: Ministro Jorge Mario

Pardo Rebolledo. Secretaria: Rosa María Rojas Vértiz Contreras. Resuelto por la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación en sesión de 19 de octubre de 2011, por unanimidad de
cinco votos.

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109. Para esta Corte, limitar la indemnización a un tope máximo sin una
razón que justifique tal limitante vulnera el derecho a una justa
indemnización y deviene inconstitucional por las razones que en
adelante se exponen.

110. La Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Caso


Velásquez Rodríguez vs. Honduras50 estableció que las
reparaciones por causa de violación a los derechos humanos,
particularmente en lo que toca al pago de una indemnización como
compensación por los daños patrimoniales y extrapatrimoniales
debe calcularse con base en los principios de equidad y en la
apreciación prudente de los daños, vistas las circunstancias de
cada caso.

111. Si bien es cierto, el tribunal interamericano ha utilizado estos


principios para calcular indemnizaciones en casos cuyas víctimas
han resistido violaciones de derechos protegidos
predominantemente por la materia penal, de ello no se sigue
necesariamente que la materia que ocupa en esta ocasión a esta
Primera Sala escape de ese espectro, máxime cuando considerar
que un tope máximo dependiendo de la materia de la que se trate el
caso en particular implicaría afirmar que resarcir cierto tipo de
derechos de cierta forma se justifica por la mayor importancia de
éstos, lo cual sería un completo desconocimiento de la
indivisibilidad como característica de los derechos humanos.

112. No escapa de la apreciación de esta Primera Sala que la


jurisprudencia internacional y la doctrina coinciden en que el cálculo
de los daños no pecuniarios sigue representando una labor
complicada en virtud de que las afectaciones como sufrimiento,

50 Corte IDH. Caso Velásquez Rodríguez vs. Honduras. Reparaciones y Costas. Sentencia de 21
de julio de 1989.

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nerviosismo, ansiedad, menoscabo en la dignidad y otras afines


derivadas de cierto tipo de daño son una cuestión personal que se
resiente de forma particular y que puede incluso ser valorada con
amplias diferencias por distintos jueces51. Es justamente este
motivo por el que no resulta razonable que el legislador imponga
una cantidad máxima, pues con ello obstaculiza la labor del juez en
el cálculo de una justa indemnización que debe estar basada, como
ya se ha dicho, en las particularidades del caso y en los principios
de equidad.

113. A juicio de esta Primera Sala, la norma en cuestión está


encaminada a que los jueces sopesen las circunstancias del caso
en aras de establecer una indemnización para reparar una violación
de derechos. Por lo anterior, esta labor ponderativa delegada en los
juzgadores se ve entorpecida en el momento en que una regla de
aplicación substantiva –como lo es el establecimiento de un tope
máximo del veinte por ciento– anula la labor ponderativa del juez.
De tal suerte, la situación generada por la norma considerada
inconstitucional sería tal que cuando el juez haya sopesado las
circunstancias y valorado con base en los principios mencionados
una indemnización y esta sobrepase el límite impuesto por la
legislación, no habría otro curso de acción que reducir
dogmáticamente la cantidad hasta que se ajuste al tope máximo.

114. Lo anterior nos colocaría claramente en una resolución formalista,


pues se estaría tomando una decisión cuya única justificación sería
la prohibición de la ley de exceder ese límite y así ignorar las
circunstancias que subyacen al caso concreto.

51 SHELTON DINAH, REMEDIES IN INTERNATIONAL HUMAN RIGHTS LAW, SECOND EDITION, OXFORD
UNIVERSITY PRESS, 2006, P. 343.

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115. Por lo anterior, esta Primera Sala considera pertinente desarrollar


el contenido de las circunstancias especiales que el juez habrá de
valorar para fijar la indemnización correspondiente, particularmente
aquellas que no han sido advertidas expresamente por el legislador
y que pueden circunscribirse al contexto en que esta indemnización
habrá de fijarse.

116. Los elementos o márgenes de apreciación que el legislador señala


en el artículo 1393 del Código Civil para el Estado de Tamaulipas,
deben ser la pauta para determinar el monto de la indemnización.
Estos elementos a los que se refiere el artículo reclamado son
específicamente: i) el daño moral será regulado por el Juez en
forma discrecional y prudente; ii) se tomarán en cuenta los
componentes lesionados del patrimonio moral; iii) el Juez fijará el
importe de la indemnización tomando en cuenta si la parte
lesionada es o no visible, así como el sexo, edad y condiciones de
la persona. No sin dejar de valorar, tal y como lo afirmó la quejosa
desde su escrito inicial de demanda52, la posible afectación
psicológica que también sufrió su menor hijo el cual resultó dañado
al manifestar que es objeto de burlas en la escuela al grado de
negarse a que sea recogido por la quejosa de la escuela o que lo
acompañe a eventos escolares, todo esto, en vista del interés
superior del menor.

117. Así, se sigue que los operadores jurídicos cuentan con un margen
de apreciación para observar determinadas circunstancias
especiales de la víctima, como se sigue de la literalidad del
enunciado normativo en cuestión.

52 Visible a fojas 1 a 7 del cuaderno del juicio principal **********.

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118. La reparación que fijen los operadores jurídicos, debe, en la


medida de lo posible, anular todas las consecuencias del acto ilícito
y restablecer la situación que debió haber existido con toda
probabilidad, si el acto no se hubiera cometido. Conforme a la
interpretación realizada por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos respecto del derecho de reparación, la cual fue
desarrollada en el apartado II de esta resolución, el daño causado
es el que determina la indemnización. Las reparaciones, como el
término lo indica, consisten en las medidas que tienden a hacer
desaparecer los efectos de las violaciones cometidas. Su
naturaleza y su monto dependen del nexo causal con los
hechos del caso, las violaciones declaradas, los daños
acreditados, así como con las medidas solicitadas para reparar
los daños respectivos.53 Las reparaciones no pueden implicar ni
enriquecimiento ni empobrecimiento para la víctima o sus
sucesores.54

119. Como también se mencionó en el apartado II de esta resolución, en


el documento denominado “Lineamientos Principales para una
Política Integral de Reparaciones”, aprobado por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos el diecinueve de febrero de
dos mil ocho, la Corte Interamericana de Derechos Humanos señaló
que la reparación adecuada del daño sufrido debe concretizarse
mediante medidas individuales tendientes a restituir e indemnizar.

53
Cfr. Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C No. 205. párr.447.
Caso Fernández Ortega y Otros Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de Agosto de 2010, Serie C No. 215, párr. 221; Caso Rosendo Cantú y otra Vs.
México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de agosto de 2010.
Serie C No. 216. párr. 204, y Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2010. Serie C No.
220. párr. 209.

54
Cfr. Corte IDH. Caso González y otras (“Campo Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de noviembre de 2009. Serie C No. 205.
párrs.450 y 451.

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120. Por otra parte, la asamblea general de la Organización de las


Naciones Unidas también ha emitido principios y directrices que
determinan los alcances del derecho a obtener reparaciones.55 En
esencia, dichos principios establecen que la obligación que tienen
los Estados de respetar, asegurar que se respeten y aplicar las
normas internacionales de derechos humanos dentro de su Estado
tiene diversos alcances, tales como, proporcionar a las víctimas una
reparación adecuada, efectiva y rápida del daño sufrido -en lo que
interesa- en las formas de restitución e indemnización.

121. Por tanto, para dar un efectivo cumplimiento al derecho sustantivo


establecido en el artículo 1393 del Código Civil para el Estado de
Tamaulipas, la indemnización ha de concederse, de forma
apropiada y proporcional a la gravedad de la violación y a las
circunstancias de cada caso, atendiendo a i) el daño físico o mental;
ii) la pérdida de oportunidades, en particular las de empleo,
educación y prestaciones sociales; iii) los daños materiales y la
pérdida de ingresos, incluido el lucro cesante; iv) los perjuicios
morales; y v) los gastos de asistencia jurídica o de expertos,
medicamentos y servicios médicos y servicios psicológicos y
sociales.

122. Con base en los razonamientos anteriores, se resuelve que es


inconstitucional el artículo 1393 del Código Civil para el Estado
de Tamaulipas, es su porción normativa que establece: “[…] y en
ningún caso podrá exceder del veinte por ciento de la
indemnización señalada como pago del daño […]”, por vulnerar los
derechos fundamentales protegidos por los artículos 1º y 4º de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que

55 El dieciséis de diciembre de dos mil cinco aprobó la Resolución 60/147.

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se concede el amparo y protección de la Justicia Federal a la parte


quejosa para que la sala responsable emita una nueva sentencia en
la que prescinda de aplicar la porción normativa declarada
inconstitucional, al vulnerar el derecho a la reparación integral y a
una justa indemnización, y tome en cuenta las consideraciones y
lineamientos emitidos en esta ejecutoria al momento de determinar
el monto de la indemnización económica.

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