Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
CORTE CONSTITUCIONAL
La actora afirmó que las normas acusadas eran inconstitucionales porque éstas no
permiten apelar las decisiones en las que se aplica condena por primera vez en
segunda instancia en un proceso penal, transgrediendo de este modo el derecho de
igualdad y el debido proceso, constituyendo lo anterior una omisión legislativa
relativa ante la ausencia de un mecanismo impugnaticio ordinario, accesible,
efectivo, idóneo, conocido y que sea resuelto por otro juez, tal como lo consagra la
Constitución, y reconocido órganos mundiales y regionales de derechos humanos
en casos en los que se ha endilgado responsabilidad a los Estados que limitan este
derecho. En este sentido, señaló que ninguna de las normas atacadas prevé este
recurso, por lo que conforman una unidad normativa, además, que ni el recurso
extraordinario de casación, ni la acción de revisión o la acción de tutela cumplen a
plenitud con las anteriores características puesto que son herramientas limitadas y
excepcionales que impiden que esta apelación especial sea resuelta por un superior
jerárquico o funcional de quien profirió la condena, que la segunda revisión permita
un estudio integral del caso, que sea accesible y eficaz, y se resuelva antes de que
la sentencia cobre firmeza.
Intervenciones
Frente a las peticiones de fallo inhibitorio la Corte consideró no acogerlas dado que
al denunciarse una omisión legislativa, resulta lógico que del contenido positivo de
las proposiciones jurídicas analizadas aparezca la prohibición normativa, ya que
justamente lo acusado es el silencio del legislador lo cual imposibilita hacer uso de
la facultad que da el articulo 29 superior. Así pues, encontró que la ciudadana señaló
las normas en las que debía estar incluido el derecho a impugnar decisiones
condenatorias y no se hizo. También, expresó que a partir de las normas vistas en
conjunto se infiere razonablemente la imposibilidad de impugnar fallos
condenatorios por primera vez en segunda instancia mediante un recurso similar al
recurso de apelación, es decir, articulando a todas se concluye la ausencia
normativa. De otra parte, afirmó que la peticionaria si reprochó específicamente las
normas acusadas que genéricamente consistió en demostrar que los recursos que
prevé el ordenamiento legal no satisfacen el derecho que se ha estado hablando.
Al revisar que la Corte descartó la solicitud de fallo inhibitorio procederemos a
realizar una aproximación del problema jurídico central que abordó la sentencia.
Para llegar a esta conclusión, estudió los elementos y características del derecho
de impugnación de las sentencias condenatorias, el cual tiene sede normativa en el
artículo 29 de la Constitución al establecer que “toda persona (…) tiene derecho (…)
a impugnar la sentencia condenatoria”, en el artículo 8.2 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos el cual dispone que “toda persona inculpada
de delito tiene el (…) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior”, y el
artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que prevé que
“toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo
condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal
superior, conforme a lo prescrito por la ley”; que tiene un status jurídico calificado
por el ordenamiento constitucional y convencional como un derecho subjetivo de
rango fundamental que integra el derecho de defensa que a diferencia de los
principios y directrices generales que establece la Constitución como la doble
instancia, no puede ser limitado o restringido; que su ámbito acción únicamente
opera en materia penal según se desprende del texto de las normas que contienen
el derecho, por los pronunciamientos que organismos de derechos humanos han
realizado sobre éste circunscribiéndolo al campo penal, excluyendo los demás tipos
de litigios aunado a la potencial afectación de derechos que involucra las sanciones
de este sistema; por otro lado, el derecho a impugnar es una facultad se otorga a
personas que hayan sido condenadas en un proceso penal para recurrir de modo
amplio y sin restricciones las bases y contenido la decisión sancionatoria ante un
juez diferente que sea superior al que la profirió, quiere decir que se garantiza el
derecho de impugnación cuando el recurso permite al juez superior realizar un
análisis completo de los aspectos normativos, fácticos y probatorios que repercutan
en la decisión judicial que constituya un medio eficaz para corregir la sentencia
Dice la Corte que el objeto del citado derecho recae exclusivamente en sentencias
con contenido condenatorio en un proceso penal que determinan la responsabilidad
de una persona y por ende le aplican sanciones; y tiene como finalidad asegurar el
suministro de una herramienta calificada e inexorable a las personas que han sido
declarados responsables y por ende condenadas en un proceso penal, y que sea
una garantía para procurar la corrección judicial de la sentencia incriminatoria por
medio de la doble conformidad judicial, por consiguiente, el derecho contradicción
debe permitir el cuestionamiento total del contenido de la decisión judicial y sus
fundamentos teóricos, normativos, probatorios y fácticos, así mismo, debe
habilitarse al superior jerárquico o funcional el poder revisar la decisión de forma
integral tocando, lo cual disminuye el margen de error al imponer la condena
satisfaciendo la exigencia de doble conformidad judicial.
Otra solución que tuvo en cuenta para motivar la sentencia de constitucionalidad fue
interpretar de modo finalista las normas que establecen el derecho de impugnación,
lo cual es asegurar al procesado el ejercicio de una defensa calificada y especial
contra la decisión que le impone una condena y propiciar que este acto
incriminatorio sea validado por dos judicaturas distintas, lo cual es logrado
permitiendo que se recurra el fallo que impone condena por primera vez en cualquier
etapa del proceso, toda vez que es de esperarse que si la primera sentencia es
absolutoria el acusado quede conforme y no sea menester que la controvierta, por
otra parte, únicamente con la sentencia condenatoria se estructuran los motivos
normativos, probatorios y fácticos que sustentan la declaratoria de responsabilidad
penal, por ello, resulta lógico que contra esta decisión es que se ejerza el derecho
de defensa.
En cuanto a las prerrogativas de las víctimas y demás partes del proceso penal, no
son transgredidas puesto que ya tuvieron la oportunidad de participar a lo largo del
proceso e impugnar el primer fallo, el absolutorio, así como pueden oponerse a los
sustentos que eleve el defensor del acusado cuando impugne el primer fallo
condenatorio. En este punto dejó claro que el derecho de impugnación sólo le asiste
al condenado.
Aporte personal: