El primer requisito para una eficiente operación de un cuarto frío es tener
un buen conocimiento del funcionamiento de las máquinas y de sus características y un estudio constante de las tareas de refrigeración que sean necesarias. Cuando un cuarto frío presenta problemas, éstos casi siempre son detectados sólo cuando son de una magnitud que afecta la calidad de los productos refrigerados. Una buena operación de un cuarto frío debe estar acompañada de un programa de mantenimiento preventivo. Así se reducen los gastos de reparación de partes del equipo y se minimizan tanto los daños en la máquina de refrigeración, como las pérdidas económicas por deterioro de los productos almacenados. Los manuales de servicio, las instrucciones de operación y de seguimiento a los diferentes controles y las listas de repuestos las suministra el fabricante del cuarto frío. Además, se recomienda tener el contacto permanente con un técnico calificado que pueda acudir en el momento en que el sistema de refrigeración presente una falla. Algunos de los items de manutención para tener presente son los siguientes:
Las válvulas de expansión.
Válvulas solenoides. Válvulas reguladoras de presión. Termostatos. Controles de presión de aceite. Controles de voltaje. Termostatos. Controles de baja y alta presión. Válvulas de seguridad.
De estos items, se deben chequear las condiciones de operación dadas por
el fabricante, con las que presenta en el momento el sistema. Aunque la mayoría de los equipos de refrigeración son unidades selladas que presentan dispositivos de lectura, algunos equipos de gran capacidad requieren de unas revisiones adicionales, como son:
Nivel de aceite en el cárter del compresor y cambio de los filtros según lo
indique el fabricante. Se usa solamente el aceite recomendado para el tipo de servicio que presente el compresor; cada refrigerante requiere un tipo especial de aceite. Lubricación de los elementos rotatorios (motores, ventiladores, rodamientos, bombas). Los fabricantes recomiendan los lubricantes para usar en cada caso y la regularidad de chequeo del nivel mínimo. Los condensadores se limpian con la frecuencia que se requiera, pues el polvo y la suciedad reducen su eficiencia. Además, los condensadores sucios causan altas presiones de condensación, altos consumos de energía y finalmente, el daño del sistema. Aunque esta operación es sencilla y se hace en minutos, con frecuencia se dañan las unidades de refrigeración por falta de limpieza en el condensador. Las correas de transmisión se chequean periódicamente en su tensión y deterioro. Los aislamientos de tuberías, conexiones y evaporadores se revisan con frecuencia, pues los malos aislamientos pueden causar fugas del refrigerante y consecuentemente, cambios en la temperatura interior del cuarto.
En cuanto a lo relacionado con la energía eléctrica se requiere considerar
el estado de las conexiones y elementos complementarios:
Revisión de las conexiones y terminales.
Revisión de conductores. Eliminación de fallas a tierra. Ajuste de interruptores de cuchillas con fusibles. Factor de potencia.
Los principales ahorros al mejorar el factor de potencia son:
Reducción de pérdidas de potencia.
Aumento de la capacidad del sistema. Mejoramiento de la regulación del voltaje. Disminución de los costos de energía.
La adecuada iluminación del cuarto frío también es importante. Las
bombillas luego de 3000 horas de uso pierden un 10% de su luminosidad inicial.