Você está na página 1de 20

Teórico 2 / 2º cuatrimestre 2008/ comunicación 3 FEUERBACH Y MARXTeórico 2 / 2º

cuatrimestre 2008/ comunicación 3

Sugerencia de lectura de la unidad 1 apunta a que haya secuencia.

1 Feuerback y “El fin de la filosofía clásica” que es cronológicamente el último que esta
escrito. Es el que traza el panorama del momento Feuerbachiano.

2 Feuerback y ”La esencia del cristianismo”.1841

3 “La introducción a La Filosofía” de Marx es de los que se pueden considerar los textos
con mayor influencia de Feuerback (1844)

4 Los dos últimos textos que toman un poco de distancia Engels: Las tesis sobre Feuerback.

La clase de hoy es sobre la primera unidad, sobre la aparición de la ideología, y esta dedicada
dos semanas.

En esta, el plan general, la idea es de manera central dedicarnos a las condiciones de


posibilidad de esa aparición tanto políticas históricas teóricas.

Centralmente vamos a hablar de los que antecede a lo que consideraremos, en la próxima


clase de lanoción marxista clásica de ideología.

Aclaro, cuando digo la noción marxista clásica de ideología, me refiero a unas categorías que
en principio se presentan como tal en 1845, en la escritura de “La ideología alemana”.

Esta que estoy diciendo es una hipótesis de lectura entre muchas que existen en relación con
la obra de Marx y el problema de la ideología.

En este caso tomamos posición en el sentido de la interpretación que en las últimas décadas
ha tenido más fuerza y ha sido capaz de organizar de un modo más fecundo la discusión. Esa
interpretación señala que en 1845, en la elaboración del texto“La ideología
alemana”se encuentra una bisagra en el derrotero intelectual de Marx. Participamos de esa
perspectiva y junto con otras cosas que aludiremos luego, asumimos que tiene sentido hablar
de la categoría marxista clásica de ideología a partir de 1845.

Las obras previas de Marx la critica a la filosofía del derecho en Hegel, son las que se suele
considerar las obras del Joven Marx hasta 1845 versus el Marx maduro post 1845.

En este encuentro avanzaremos hasta 1845 dos cosas:

1) es donde aparece en el horizonte intelectual, lo que hoy conocemos como la teoría


marxista, que supone un lugar especifico para el problema de la ideología, en ese sentido nos
servirá. Pero no la define pedagógicamente
2) si nos dedicamos hoy a algunos antecedentes que entornan la aparición de este concepto y
de este problema, no es por una cuestión enciclopedista o erudita, no me interesa que lo
tomen como una información de una historia de la filosofía, que no hacemos.

Hay una primera cosa que es necesario señalar que no presenta mayor nivel de polémica en el
que hay un acuerdo bastante amplio pero que importa decirla porque a veces aparece
disminuida.

Con la modernidad, aparece entre otros un problema que concitará la discusión filosófica
durante por lo menos dos siglos el 17 y 18.

Ese problema es el del estatuto de verdad de nuestras ideas. La modernidad es un periodo


en el que la preocupación por el conocimiento del mundo la naturaleza y las cosas, desde la
física hasta la exploración por cuenta de los navegantes, se convierte en un elemento crucial.
El hombre moderno se preocupa, en su proyecto de progreso controlar la naturaleza, la
realidad el mundo y para ello es imprescindible el conocimiento fiable, verdadero.

La discusión, ocupa buena parte de la filosofía de todos los siglos versa en relación a de
qué manera podemos distinguir entre ideas verdaderas e ideas falsas.

Ideas hay montones, la filosofía del conocimiento sabe perfectamente que los intentos del
conocimiento se expresan en proposiciones. Las proposiciones son modos de
plasmar ideas respecto de las cosas. Esta relación entre la veracidad de las proposiciones y
las cosas a las que aluden es una relación decisiva.

Recuerden lo que en el siglo 18 todo lo que galvanizara el afán de la ilustración por superar
la supersticiones, la leyendas la ignorancia. Suponían como centro de un proyecto político
sumamente ambicioso que era la posición no solamente para controlar la realidad, pero
también era el eje de una ambición política, la de convertirnos en futuros ciudadanos
informados, consientes libres racionales, no gobernados por los grandes poderes la
superstición el temor etc.

Frente a este problema de como hacer para distinguir las ideas falsas de las verdaderas se
plantan dos grandes perspectivas filosóficas: racionalismo y empirismo.

En términos muy livianos y esquemáticos y groseros la tesis central de la tradición


empirista es que las ideas serán verdaderas en las medidas en que efectivamente
respondan con algún cuidado a las experiencias que a través de lo sensorial el mundo las
cosas imprimen en nuestro cerebro.

El origen de las ideas es la experiencia que se imprime en nuestra mente permitiendo la


formación de concepto y por lo tanto las ideas que traigan consigo serán aquellas ideas que
tengan un cierto cuidado en como se dejen imprimir, un cierto control en este proceso del a
experiencia.

La empíria es la experiencia en el sentido de lo sensorial que implican los cinco sentidos.


Alude a los 5 sentidos porque representan en el siglo XVII una mínima garantía de tomar por
un camino que sea más eficaz y confiable que la especulación que había gobernado los largos
siglos de la filosofía medieval. Especulación que llevaba a gente tan racional a pensar que
había 7 cielos concéntricos sucesivos, pero era una especulación.
El racionalismo, el problema es un poco más complejo porque hace una serie de reflexiones
menos directas pero incluye en estas reflexiones la afirmación nodal de que además de las
ideas que se forman en nuestra mente a partir de impresiones sensibles, hay un tipo de
ideas a las que llama innatas.

Innatas no es que hemos nacidos con ideas sino que provienen de adentro y no de la
experiencia sensible sino que hay ideas propias que vienen de mi “almita”. La tesis de
innatismo, básicamente sostenidaDescartes y básicamente refutada por Locke.

Esta polémica, debate llega y concluye con Kant a fines del Siglo SXVIII

Descartes escribe las meditaciones cartesianas en 1633. Kant publica “las críticas de la
razón pura” en 1781. 150 años después.

La manera de concluirlo de parte de Kant es decir, en realidad, el conocimiento verdadero


requiere e insume por igual razón y experiencia. Organiza un sistema más complejo que esta
conclusión elemental que estoy dando. Le asigna a cada una de ambas un cierto papel en el
proceso de conocimiento que define cuales son los modos de articulación entre razón y
experiencia. Pero al mismo tiempo que parece resolver el dualismo entre razón experiencia,
abre un nuevo dualismo: entre el conocimiento no será sino aquel que podamos alcanzar en el
marco de nuestra experiencia y a través de ella con instrumentos que serán racionales. En
tanto que más allá de nuestra experiencia los objetos del mundo nos resultan
incognoscibles.
La historia no termina con Kant.

Los problemas que permanecen abiertos después de Kant, es aquí donde el problema de la
ideología va a jugar un papel.

Lo que normalmente designa este término, no en una charla de café, sino en la historia del
problema, es un intento de respuesta a las preguntas que quedan abiertas acerca de la calidad
veritativa de nuestras ideas: cómo puedo establecer si nuestras ideas son verdaderas o falsas.
Esto supone saber cómo se forman nuestras ideas, para que conociendo el dispositivo de
cómo se forman poder discriminar las que siguen el camino adecuado y las que no.

El problema de la ideología viene a ubicarse aquí, y cuando digo fines del Siglo XVIII
también estoy aludiendo al nacimiento literal del término. La palabra ideología se inventa en
Francia después de larevolución francesa Por obra e ingenio de un grupo de filosofía de la
ilustración que están fuertemente preocupados por manejar el proceso de formación de
nuestras ideas con el afán iluminísta de educarnos a todos y liberarnos de los prejuicios.
Entonces nombran designan, la disciplina que se dedicara a estudiar estos problemas: cómo
se forman las ideas, cuando son verdaderas y cuando no, y designan a la ideología (como la
sociología,) como la disciplina que tiene por objeto esa problemática.

El termino ideología lo pone en circulación con una carga peyorativa según la cual la
ideología es andar papando mosca, mientras la realidad va por otro camino.

Es éste el sentido en el que toma para el titulo de su texto Marx. “ideología alemana” escrito
unos 35 años después. Responde todavía a esta acepción del término ideología, a la
napoleónica, y no a la de la ilustración.
Ideología alemana, es el titulo que deciden ponerle Marx y Engels a un libro en el que es un
largísimo alegato, casi panfletario contra lo que ellos llaman los “ideólogos”, en sentido
despectivo, a los ideólogos alemanes. A los que en vez de atender la realidad política y
concreta que esta realizando Alemania se dedican a papar moscas.

Vale la pena hacer una breve mención de porque discuten con los “ideólogos” alemanes.

Sobre las primeras décadas del siglo XIX la intelectualidad alemana advierte con espanto de
qué manera la revolución burguesa bajo distintas formas avanza en la mayor parte de Europa
occidental.

Hacia 1830 Prusia es una cosa terrible que parece Zimbawe pero donde todavía se dan
relacione feudales de vasallaje, de campesinos en condiciones de servidumbre, de señores de
la tierra que negocian sus porciones de poder. La revolución burguesa no se esta produciendo
en Alemania, suponen en el marco de la época una suerte de subdesarrollo.

En 1840 sucede a Guillermo III de Prusia lo sucede Guillermo IV.

Guillermo III se había ido en promesas reformistas sin cumplirlas y las esperanzas del
mundillo burgués prusiano se concentran en Guillermo IV, que parece que es un joven liberal
lleno de intenciones transformadoras. Se sube al trono y se calza la corona y se torna un
monarca autoritario cerrado. Y las intenciones de reforma quedan en el pasado.

Cuando Feuerback escribe en 1841 “La esencia del cristianismo” pone sobre la mesa una
de las más importantes intervenciones filosóficas y políticas (en aquella época no estaban tan
separadas en aquella época) que producen los llamado jóvenes hegelianos o neo hegelianos
de izquierda. Feuerback es la figura más importante de los jóvenes Hegelianos. Y en un
mismo movimiento, Feuerback enfrenta a su maestro Hegel, que termina su vida celebrando
por derecha, termina su vida en 1830 convirtiéndose en un conservador que defiende el trono
prusiano, el orden conservador establecido. Los jóvenes Hegelianos, en un mismo
movimiento, combaten filosóficamente al maestro del que todo habían aprendido pero del
que quieren empezar a diferenciarse en lo filosófico en lo conceptual y al mismo tiempo
señalan con énfasis que el problema de Alemania y de su subdesarrollo es el modo en el que
la iglesia pesa, en el que el cristianismo pesa sobre protestantes y apostólicos, pesa sobre la
mente de los campesinos, que constituye la gran mayoría de la población alemana.

La manera de intervenir, también políticamente en el debate, es también, denunciar la


opresión política que supone que el cristianismo en la población alemana, opresión que traba
la emergencia de un proceso transformador de la revolución burguesa.

La afirmación común a los jóvenes Hegelianos de izquierda es que la revolución burguesa no


se produce porque, entre otras cosas, el cristianismo ofrece, opera bloqueando lo que de otro
modo sería una necesidad de la historia de transformación.

Siguen aceptando su propia servidumbre porque existe más allá una vida mejor. En vez de
reclamarla en el más acá.

La operación de crítica al cristianismo esta absolutamente vinculada al proceso teórico que va


a dar lugar a la categoría marxista de ideología.
Marx dice en el texto que tienen para leer… “la religión es el opio de los pueblos”, y
comienza diciendo una frase que hay que prestarle atención “La critica a la religión es la
condición de toda critica”

Si entendemos Critica, como esa operación que es capaz de desmontar las apariencias para
capturar los fenómenos que realmente organizan los procesos sociales e históricos, la religión
que por excelencia una operación en la que los verdaderos procesos sociales e históricos
quedan camuflados, opacados tras un relato que los predicadores, párrocos obispos
despliegan con generosidad en relación a sus respectivos fieles.

En este sentido la critica a la religión es la condición de toda critica, es como decir si hay
una critica por excelencia entendiendo esto por critica, no como critica a un film, como una
operación intelectual de desmonte de volver transparente lo que es opaco. La critica por
excelencia es a la religión que promete un mundo inexistente en lo terreno a cambio de
mantenerse en la misma situación de sojuzgamiento y subordinación.

En este sentido, decía, los primeros años y los primeros textos de Marx tienen una impronta
fuerte de Feuerback.Y Feuerback es sin duda la cabeza de fila de los jóvenes Hegelianos de
izquierda.

Hay otros que están mencionados en “la ideología alemana” y Marx se refiere irónicamente
en repetidas oportunidades a San Max y a San Bruno, por excelencia se clava en esos dos
que son Max Stirner (un hegeliano de izquierda, más bien anarquista que tiene dentro de la
historia del anarquismo un peso propio.) Y San Bruno es Bruno Power, tal vez luego de
Feuerback son las figuran que le siguen.

¿Que pasa entre el Marx Feuerbachiano y el Marx que retoma a Max Stirner y a Bruno
Power, para criticar despectivamente a los ideólogos alemane?

Pasan una serie de cosas importantes donde esta jugada esta discusión casi clásica que se la
conoce como el proceso que lleva de la filosofía hegeliana a la inversión de la dialéctica
hegeliana por Marx.

Suele decirse que Hegel es idealista, casi casi es una etiqueta que le colgamos, y Marx es
materialista. Allí aparece una clara contraposición.

Tal vez no sé si todos tenemos claro de que hablamos cuando decimos idealismo y de
materialismo.

Para Hegel la respuesta a buena parte de los problemas que había dejado pendientes Kant se
resuelven en la identidad entre razón y realidad. Entre racionalidad y realidad.

Los problemas que había dejado pendientes Kant, en términos muy generales siguen teniendo
que ver, con cual es la relación entre nuestras ideas, el pensar, el pensamiento y las cosas, el
ser de las cosas.
Esta contraposición entre pensamiento y ser entre el ser de las cosas y el pensamiento, sigue
siendo una contraposición que Kant no había resuelto.
Cuando digo que Hegel intenta dar respuesta a estos problemas que estaban pendientes con
Kant que son básicamente los problemas que tienen que ver con el ser ultimo de las cosas,
aquellas que eran incognoscibles, según Kant y el pensamiento que era la manera de procesar
nuestro conocimiento de las cosas puestas en el campo de la experiencia. Hegel lo resuelve
señalando la identidad que hay entre pensamiento y ser.

El ser, dice Hegel, es el ser del pensamiento, en ultima instancia. El ser es el ser del
pensamiento. Todo lo real es racional y todo lo real es racional.

Hay una identidad entre el concepto y el ser. Esta identidad no es una idea loca, en realidad
no pretendo que agotemos ni que sea un panorama suficiente sobre el asunto, pero si me
interesa que pensemos que Hegelcuyo lenguaje nos ha quedado un poco lejos, pensemos que
Hegel no era un chiflado que decía cosas absurdas.

Cuando decía que en definitiva el pensar es pensar sobre el ser de las cosas, es pensar el ser.
Se refiere al concepto en el más alto nivel de abstracción. La esencia del pensar filosófico es
un pensar sobre la esencia de las cosas que constituyen su ser. Y esta esencia es al mismo
tiempo y aunque parezca un juego de palabras no lo es, esa esencia es un concepto.

Entre el ser y el pensar hay una identidad. Y cuando dice que todo lo real es racional y todo
lo real es racional, no esta queriendo decir que esta mesa es racional. El tema que Hegel
inaugura por excelencia es el tema de la historia, y lo que le importa es el continuo dialéctico
flujo del proceso histórico.

En este proceso histórico hoy guiado por una serie de leyes precisa, lo que ocurre es
necesario que ocurra, y responde a una lógica. No es un capricho, lo que ocurre era necesario
que ocurriera. Es el despliegue de una razón. En este sentido es que dice que Todo lo real
es racional y todo lo real es racional.

En esta formulación de la identidad entre la razón el concepto el pensamiento y el ser de la


cosas, es esta identidad es lo que hace que a Hegel se lo considere idealista. Porque el último
termino este proceso que gobierna y conduce el flujo histórico responde al desarrollo de una
idea, de la idea. Es en el plano de lo ideal en donde podemos condensar, analizar conoce
comprender la enorme diversidad de fenómenos que discurren ocurren en el proceso histórico
y social. Es en este sentido en el que Hegel concibe que en cada época en cada actividad
humana, cuando en su desarrollo alcanza verdaderamente una culminación un nivel de
excelencia es cuando dice la época se ha elevado a la razón. Ha llegado al plano en que la
historia se desarrolla racionalmente.

Salvando todas las distancias, a mi se me da por pensar que en las ultimas décadas hay algo
suficientemente emparentable a esta noción que tiene Hegel sobre la historia humana, como
para que lo pensemos en una suerte de neo, neo, neo hegelianismo.

Me refiero a cuando todo lo explicamos por la cultura.

Cuando todo lo explicamos por la cultura por ese acumulado de ideas de una comunidad o de
un pueblo, que en realidad pareciera que es capaz de dar cuenta de todos los procesos que
ocurren en ella, estamos por lo menos pudiendo acercarnos a una concepción del idealismo
un poco menos estrambótica que del absoluto
Hegel es iluminista y en ese marco un romántico y esta pensando en los procesos- hoy
diríamos- procesos culturales. Es el que es capaz de explicar los procesos históricos sociales
y es en este sentido que juego un poco con los términos y digo quien sabe hasta donde
tenemos una cierto aire de neo hegelianismo cuando todo lo explicamos a partir de la cultura.

Si todo lo explicamos por la cultura, lo estamos explicando por una dimensión simbólica del
mundo que nace en una cabeza colectiva anónima social, que produce los términos por los
cuales camina la historia. Algo así pensaba Hegel.

Feuerback le parece que esto es de un idealismo insoportable, y Foie se reclama materialista,


acusa a Hegel de idealista.

Para Feuerback, Hegel es abstracto, cuando en realidad lo que hay que atender es al
hombre de carne y hueso. El hombre que esta en la tierra, aquel que enajena su condición
inventando una religión que da respuesta a las propias preguntas que el se formula, o sea
inventa una religión, se formula unas preguntas que la religión inventada responde. Dice
Feuerback esta perfecto, lo que aquí no terminamos de atender es otra identidad, que es la
identidad de dios y del hombre. Que son la misma cosa, una es la proyección del otro,
aunque el hombre se sienta subordinado de aquello que el mismo ha creado. Hay un juego de
Feuerback que va a ser retomado por Marx en sus primeros textos: este problema de la
religión cuya crítica es condición de toda crítica. En ultima instancia diría Feuerback es una
suerte de inversión entre sujeto y predicado. El sujeto es el hombre que predica la
existencia de dios. De pronto se invierte la relación de sujeto y predicado y el predicado
ha creado al sujeto. Esta inversión supone una enajenación del hombre. El hombre se
enajena en la existencia de discutible, falaz, ilusoria de su propia criatura.

Frases multi citadas de Hegel.

En la fenomenológica del espíritu 1806 primera obra importante de Hegel donde traza una
historia de la humanidad a través de la historia del pensamiento humano, la trayectoria de la
idea, de cómo va pasando por sucesivas etapas, momentos en su desarrollo. Cada una de
ellas supone para Hegel una época elevada a la razón.

Feuerback dice Hegel puso al hombre de cabeza y Él lo ponge sobre sus pies, Marx dice
Hegel puso la dialéctica de cabeza y Él la ponge sobre sus propios pies. En realidad es
una frase de Feuerback en lo que Feuerback cree supone que hace con Hegel.

En esta inversión que intenta Hegel, termina construyendo lo que considera más bien,
una antropología, en el sentido más tradicional, no a Levi Strauss no a Canclini. Es una
filosofía del hombre de carne y hueso. Se preocupa por la manera en que el hombre no es la
encarnación de una idea, sino que dice el hombre es producto de lo que come, de su alimento,
piensa en el hombre fisiológico.

Feuerback planta de alguna manera una idea de materialismo. Hay interpretes que lo
acusan en retroceder a un materialismo que deambulaba por Francia e Inglaterra por el siglo
XVIII, el mismo que Marx llamara materialismo vulgar que en definitiva radica su lucha
contra el idealismo en una puesta en relieve de la carnalidad humana en la tierra, del hombre
como ser fisiológico, como materia concreta puesta en una serie de afanes y necesidades.
Para Marx no solamente hay una vulgaridad en esta perspectiva de Feuerback sino que en
definitiva le adjudicará que en su crítica a Hegel no termina de romper los lazos
idealistas. Porque su hombre del amor sexual, de carne y hueso sigue siendo un hombre
genérico abstracto que cancela la ubicación concreta que los hombres tienen en los procesos
sociales e históricos perfectamente situados, cancela las condiciones en la que los hombres
viven su vida para hablar en general de un hombre abstracto universal que no existe en
ninguna parte. Por este camino, dirá Marx en rigor no hacemos nada para transformar
las condiciones en que viven los hombres. Porque a este hombre abstracto nadie lo
conoce, no existe en ninguna parte. Esto sumado a que para Marx no se puede criticar ideas
con más ideas, me remito a la clásica frase “hay que cambiar las armas de la crítica por la
critica de las armas”

Si Feuerback y el circulo al que él inicialmente pertenecía, siguen pensando que es posible


destrabar el proceso político prusiano a través de la crítica de las ideas que campean en
la mente de los campesinos alemanes, (uhgg) en realidad lo que dice Marx es que no son las
ideas cristianas las que los mantienen en la servidumbre, son las relaciones de
servidumbre las que los mantienen cristianos. No es el cristianismo lo que me mantiene
en la servidumbre sino la servidumbre lo que me mantiene en el cristianismo.

El camino que emprende Marx de crítica a Hegel, de critica a Feuerback, es un camino que lo
conducirá a sostener que las ideas que los hombres nos formamos del mundo de las cosas de
nosotros de los otros de nuestra relación con los otros, esas ideas que nos formamos están
determinadas por lo que habrá de llamar las condiciones materiales de existencia de vida.

Cuando dice condiciones materiales de vida subraya que son materiales para mantener la
contraposición con el materialismo alemán. Porque no se esta refiriendo por materiales a
cuanta plata tiene en el bolsillo, cuantas propiedades tiene o que modelo de auto como
diríamos hoy, sino que va a usar y va a reservar el termino material como las condiciones
materiales de vida para referirse a algo que en principio y para la época no tenia nada de
material en el sentido de lo tangible de lo sensorial, ni como lo usaban los materialistas
vulgares franceses o ingleses. Se va a referir a relaciones sociales en las que esta
inscrito. Es la materialidad de estas relaciones sociales por fuera de la mente de la conciencia
de la voluntad de cada uno de nosotros, relaciones que son capaces de volvernos
privilegiados u oprimidos, pero relaciones que si las busco no las encuentro ni
registro sensorialmente.

Estas relaciones que son materiales, son las condiciones materiales que determinan el modo
en el que nos formamos las ideas sobre el mundo de las cosas nosotros y los otros.

En este sentido hay una doble operación, retiene aspectos de la dialéctica hegeliana contra el
materialismo vulgar. La dialéctica avanza fuertemente en la dirección de lo que hoy
llamaríamos la relacionalidad del entramado histórico. Por el otro lado y al mismo tiempo
retiene la adscripción al materialismo contra el idealismo hegeliano. Pero una profesión de
fe materialista que se separa ampliamente del materialismo vulgar, el materialismo de creer
que porque toco esta es la materia lo que toco lo que veo y oigo. Y asumir como material
objetivo por fuera de nuestra conciencia y voluntad las relaciones sociales en las que estamos
inscriptos, de las que somos parte, que de algún modo nos hacen nos producen y también
determinan el campo de posibilidades de muestro modo de pensar el mundo las cosas
las relaciones etc.

Lo que aparece aquí como aproximación a un concepto de ideología es algo que poco tiene
que ver frente a los usos blandos con los que lo utilizamos en nuestras conversaciones
cotidianas. Ideología no alude, en principio, a las doctrinas de izquierda o derecha,
conservadoras, liberales, revolucionarias. Alude en primer termino y por sobre todo,
a nuestras representaciones del mundo y de las cosas y de las relaciones en las que estamos.
Estas son nuestras ideas y este dispositivo por el que nos representamos las cosas y el
mundo, ese es el modo en que se forman nuestras ideas. Y nos representamos el mundo, las
cosas, las relaciones, en un marco que viene dado por el lugar que ocupamos en la
estructura de las relaciones objetivas materiales de la vida social. Nos demos o no cuenta de
ello. Por tanto la conclusión es bastante feroz y en rigor cada uno de nosotros ocupa un lugar
en la estructura de las relaciones sociales.

Y aquí aparece otra dimensión diferente de la napoleónica de ideología. La ideología como


velo que nos oculta la verdad, que nos interpone entre nosotros y la verdad verdadera
de las cosas esas determinaciones que anclan en las condiciones materiales en que
estamos inscriptos.

Este problema es el problema de La ideología alemana de 1845.

Sugerencia de lectura de la unidad 1 apunta a que haya secuencia.

1 Feuerback y “El fin de la filosofía clásica” que es cronológicamente el último que esta escrito. Es el
que traza el panorama del momento Feuerbachiano.

2 Feuerback y ”La esencia del cristianismo”.1841

3 “La introducción a La Filosofía” de Marx es de los que se pueden considerar los textos con mayor
influencia de Feuerback (1844)

4 Los dos últimos textos que toman un poco de distancia Engels: Las tesis sobre Feuerback.

La clase de hoy es sobre la primera unidad, sobre la aparición de la ideología, y esta dedicada dos
semanas.

En esta, el plan general, la idea es de manera central dedicarnos a las condiciones de posibilidad de
esa aparición tanto políticas históricas teóricas.
Centralmente vamos a hablar de los que antecede a lo que consideraremos, en la próxima clase de
lanoción marxista clásica de ideología.

Aclaro, cuando digo la noción marxista clásica de ideología, me refiero a unas categorías que en
principio se presentan como tal en 1845, en la escritura de “La ideología alemana”.

Esta que estoy diciendo es una hipótesis de lectura entre muchas que existen en relación con la
obra de Marx y el problema de la ideología.

En este caso tomamos posición en el sentido de la interpretación que en las últimas décadas ha
tenido más fuerza y ha sido capaz de organizar de un modo más fecundo la discusión. Esa
interpretación señala que en 1845, en la elaboración del texto“La ideología alemana”se encuentra
una bisagra en el derrotero intelectual de Marx. Participamos de esa perspectiva y junto con otras
cosas que aludiremos luego, asumimos que tiene sentido hablar de la categoría marxista clásica de
ideología a partir de 1845.

Las obras previas de Marx la critica a la filosofía del derecho en Hegel, son las que se suele
considerar las obras del Joven Marx hasta 1845 versus el Marx maduro post 1845.

En este encuentro avanzaremos hasta 1845 dos cosas:

1) es donde aparece en el horizonte intelectual, lo que hoy conocemos como la teoría marxista, que
supone un lugar especifico para el problema de la ideología, en ese sentido nos servirá. Pero no la
define pedagógicamente

2) si nos dedicamos hoy a algunos antecedentes que entornan la aparición de este concepto y de
este problema, no es por una cuestión enciclopedista o erudita, no me interesa que lo tomen como
una información de una historia de la filosofía, que no hacemos.

Hay una primera cosa que es necesario señalar que no presenta mayor nivel de polémica en el que
hay un acuerdo bastante amplio pero que importa decirla porque a veces aparece disminuida.
Con la modernidad, aparece entre otros un problema que concitará la discusión filosófica durante
por lo menos dos siglos el 17 y 18.

Ese problema es el del estatuto de verdad de nuestras ideas. La modernidad es un periodo en el


que la preocupación por el conocimiento del mundo la naturaleza y las cosas, desde la física hasta la
exploración por cuenta de los navegantes, se convierte en un elemento crucial. El hombre
moderno se preocupa, en su proyecto de progreso controlar la naturaleza, la realidad el mundo y
para ello es imprescindible el conocimiento fiable, verdadero.

La discusión, ocupa buena parte de la filosofía de todos los siglos versa en relación a de qué manera
podemos distinguir entre ideas verdaderas e ideas falsas.

Ideas hay montones, la filosofía del conocimiento sabe perfectamente que los intentos del
conocimiento se expresan en proposiciones. Las proposiciones son modos de
plasmar ideas respecto de las cosas. Esta relación entre la veracidad de las proposiciones y las cosas
a las que aluden es una relación decisiva.

Recuerden lo que en el siglo 18 todo lo que galvanizara el afán de la ilustración por superar la
supersticiones, la leyendas la ignorancia. Suponían como centro de un proyecto político sumamente
ambicioso que era la posición no solamente para controlar la realidad, pero también era el eje de
una ambición política, la de convertirnos en futuros ciudadanos informados, consientes libres
racionales, no gobernados por los grandes poderes la superstición el temor etc.

Frente a este problema de como hacer para distinguir las ideas falsas de las verdaderas se plantan
dos grandes perspectivas filosóficas: racionalismo y empirismo.

En términos muy livianos y esquemáticos y groseros la tesis central de la tradición empirista es


que las ideas serán verdaderas en las medidas en que efectivamente respondan con algún cuidado
a las experiencias que a través de lo sensorial el mundo las cosas imprimen en nuestro cerebro.

El origen de las ideas es la experiencia que se imprime en nuestra mente permitiendo la formación
de concepto y por lo tanto las ideas que traigan consigo serán aquellas ideas que tengan un cierto
cuidado en como se dejen imprimir, un cierto control en este proceso del a experiencia.
La empíria es la experiencia en el sentido de lo sensorial que implican los cinco sentidos. Alude a los
5 sentidos porque representan en el siglo XVII una mínima garantía de tomar por un camino que sea
más eficaz y confiable que la especulación que había gobernado los largos siglos de la filosofía
medieval. Especulación que llevaba a gente tan racional a pensar que había 7 cielos concéntricos
sucesivos, pero era una especulación.

El racionalismo, el problema es un poco más complejo porque hace una serie de reflexiones menos
directas pero incluye en estas reflexiones la afirmación nodal de que además de las ideas que se
forman en nuestra mente a partir de impresiones sensibles, hay un tipo de ideas a las que
llama innatas.

Innatas no es que hemos nacidos con ideas sino que provienen de adentro y no de la experiencia
sensible sino que hay ideas propias que vienen de mi “almita”. La tesis de innatismo,
básicamente sostenidaDescartes y básicamente refutada por Locke.

Esta polémica, debate llega y concluye con Kant a fines del Siglo SXVIII

Descartes escribe las meditaciones cartesianas en 1633. Kant publica “las críticas de la razón
pura” en 1781. 150 años después.

La manera de concluirlo de parte de Kant es decir, en realidad, el conocimiento verdadero requiere e


insume por igual razón y experiencia. Organiza un sistema más complejo que esta conclusión
elemental que estoy dando. Le asigna a cada una de ambas un cierto papel en el proceso de
conocimiento que define cuales son los modos de articulación entre razón y experiencia. Pero al
mismo tiempo que parece resolver el dualismo entre razón experiencia, abre un nuevo dualismo:
entre el conocimiento no será sino aquel que podamos alcanzar en el marco de nuestra experiencia
y a través de ella con instrumentos que serán racionales. En tanto que más allá de nuestra
experiencia los objetos del mundo nos resultan incognoscibles.

La historia no termina con Kant.

Los problemas que permanecen abiertos después de Kant, es aquí donde el problema de la
ideología va a jugar un papel.

Lo que normalmente designa este término, no en una charla de café, sino en la historia del
problema, es un intento de respuesta a las preguntas que quedan abiertas acerca de la calidad
veritativa de nuestras ideas: cómo puedo establecer si nuestras ideas son verdaderas o falsas. Esto
supone saber cómo se forman nuestras ideas, para que conociendo el dispositivo de cómo se forman
poder discriminar las que siguen el camino adecuado y las que no.

El problema de la ideología viene a ubicarse aquí, y cuando digo fines del Siglo XVIII también estoy
aludiendo al nacimiento literal del término. La palabra ideología se inventa en Francia después de
larevolución francesa Por obra e ingenio de un grupo de filosofía de la ilustración que están
fuertemente preocupados por manejar el proceso de formación de nuestras ideas con el afán
iluminísta de educarnos a todos y liberarnos de los prejuicios. Entonces nombran designan, la
disciplina que se dedicara a estudiar estos problemas: cómo se forman las ideas, cuando son
verdaderas y cuando no, y designan a la ideología (como la sociología,) como la disciplina que tiene
por objeto esa problemática.

El termino ideología lo pone en circulación con una carga peyorativa según la cual la ideología es
andar papando mosca, mientras la realidad va por otro camino.

Es éste el sentido en el que toma para el titulo de su texto Marx. “ideología alemana” escrito unos
35 años después. Responde todavía a esta acepción del término ideología, a la napoleónica, y no a la
de la ilustración.

Ideología alemana, es el titulo que deciden ponerle Marx y Engels a un libro en el que es un largísimo
alegato, casi panfletario contra lo que ellos llaman los “ideólogos”, en sentido despectivo, a los
ideólogos alemanes. A los que en vez de atender la realidad política y concreta que esta realizando
Alemania se dedican a papar moscas.

Vale la pena hacer una breve mención de porque discuten con los “ideólogos” alemanes.

Sobre las primeras décadas del siglo XIX la intelectualidad alemana advierte con espanto de qué
manera la revolución burguesa bajo distintas formas avanza en la mayor parte de Europa
occidental.

Hacia 1830 Prusia es una cosa terrible que parece Zimbawe pero donde todavía se dan relacione
feudales de vasallaje, de campesinos en condiciones de servidumbre, de señores de la tierra que
negocian sus porciones de poder. La revolución burguesa no se esta produciendo en Alemania,
suponen en el marco de la época una suerte de subdesarrollo.
En 1840 sucede a Guillermo III de Prusia lo sucede Guillermo IV.

Guillermo III se había ido en promesas reformistas sin cumplirlas y las esperanzas del mundillo
burgués prusiano se concentran en Guillermo IV, que parece que es un joven liberal lleno de
intenciones transformadoras. Se sube al trono y se calza la corona y se torna un monarca autoritario
cerrado. Y las intenciones de reforma quedan en el pasado.

Cuando Feuerback escribe en 1841 “La esencia del cristianismo” pone sobre la mesa una de las más
importantes intervenciones filosóficas y políticas (en aquella época no estaban tan separadas en
aquella época) que producen los llamado jóvenes hegelianos o neo hegelianos de izquierda.
Feuerback es la figura más importante de los jóvenes Hegelianos. Y en un mismo
movimiento, Feuerback enfrenta a su maestro Hegel, que termina su vida celebrando por derecha,
termina su vida en 1830 convirtiéndose en un conservador que defiende el trono prusiano, el orden
conservador establecido. Los jóvenes Hegelianos, en un mismo movimiento, combaten
filosóficamente al maestro del que todo habían aprendido pero del que quieren empezar a
diferenciarse en lo filosófico en lo conceptual y al mismo tiempo señalan con énfasis que el
problema de Alemania y de su subdesarrollo es el modo en el que la iglesia pesa, en el que el
cristianismo pesa sobre protestantes y apostólicos, pesa sobre la mente de los campesinos, que
constituye la gran mayoría de la población alemana.

La manera de intervenir, también políticamente en el debate, es también, denunciar la opresión


política que supone que el cristianismo en la población alemana, opresión que traba la
emergencia de un proceso transformador de la revolución burguesa.

La afirmación común a los jóvenes Hegelianos de izquierda es que la revolución burguesa no se


produce porque, entre otras cosas, el cristianismo ofrece, opera bloqueando lo que de otro modo
sería una necesidad de la historia de transformación.

Siguen aceptando su propia servidumbre porque existe más allá una vida mejor. En vez de
reclamarla en el más acá.

La operación de crítica al cristianismo esta absolutamente vinculada al proceso teórico que va a dar
lugar a la categoría marxista de ideología.
Marx dice en el texto que tienen para leer… “la religión es el opio de los pueblos”, y comienza
diciendo una frase que hay que prestarle atención “La critica a la religión es la condición de toda
critica”

Si entendemos Critica, como esa operación que es capaz de desmontar las apariencias para capturar
los fenómenos que realmente organizan los procesos sociales e históricos, la religión que por
excelencia una operación en la que los verdaderos procesos sociales e históricos quedan
camuflados, opacados tras un relato que los predicadores, párrocos obispos despliegan con
generosidad en relación a sus respectivos fieles.

En este sentido la critica a la religión es la condición de toda critica, es como decir si hay una critica
por excelencia entendiendo esto por critica, no como critica a un film, como una operación
intelectual de desmonte de volver transparente lo que es opaco. La critica por excelencia es a la
religión que promete un mundo inexistente en lo terreno a cambio de mantenerse en la misma
situación de sojuzgamiento y subordinación.

En este sentido, decía, los primeros años y los primeros textos de Marx tienen una impronta
fuerte de Feuerback.Y Feuerback es sin duda la cabeza de fila de los jóvenes Hegelianos de
izquierda.

Hay otros que están mencionados en “la ideología alemana” y Marx se refiere irónicamente en
repetidas oportunidades a San Max y a San Bruno, por excelencia se clava en esos dos que son Max
Stirner (un hegeliano de izquierda, más bien anarquista que tiene dentro de la historia del
anarquismo un peso propio.) Y San Bruno es Bruno Power, tal vez luego de Feuerback son las figuran
que le siguen.

¿Que pasa entre el Marx Feuerbachiano y el Marx que retoma a Max Stirner y a Bruno Power, para
criticar despectivamente a los ideólogos alemane?

Pasan una serie de cosas importantes donde esta jugada esta discusión casi clásica que se la conoce
como el proceso que lleva de la filosofía hegeliana a la inversión de la dialéctica hegeliana por Marx.

Suele decirse que Hegel es idealista, casi casi es una etiqueta que le colgamos, y Marx es
materialista. Allí aparece una clara contraposición.
Tal vez no sé si todos tenemos claro de que hablamos cuando decimos idealismo y de materialismo.

Para Hegel la respuesta a buena parte de los problemas que había dejado pendientes Kant se
resuelven en la identidad entre razón y realidad. Entre racionalidad y realidad.

Los problemas que había dejado pendientes Kant, en términos muy generales siguen teniendo que
ver, con cual es la relación entre nuestras ideas, el pensar, el pensamiento y las cosas, el ser de las
cosas.

Esta contraposición entre pensamiento y ser entre el ser de las cosas y el pensamiento, sigue siendo
una contraposición que Kant no había resuelto.

Cuando digo que Hegel intenta dar respuesta a estos problemas que estaban pendientes con Kant
que son básicamente los problemas que tienen que ver con el ser ultimo de las cosas, aquellas que
eran incognoscibles, según Kant y el pensamiento que era la manera de procesar nuestro
conocimiento de las cosas puestas en el campo de la experiencia. Hegel lo resuelve señalando la
identidad que hay entre pensamiento y ser.

El ser, dice Hegel, es el ser del pensamiento, en ultima instancia. El ser es el ser del pensamiento.
Todo lo real es racional y todo lo real es racional.

Hay una identidad entre el concepto y el ser. Esta identidad no es una idea loca, en realidad no
pretendo que agotemos ni que sea un panorama suficiente sobre el asunto, pero si me interesa que
pensemos que Hegelcuyo lenguaje nos ha quedado un poco lejos, pensemos que Hegel no era un
chiflado que decía cosas absurdas.

Cuando decía que en definitiva el pensar es pensar sobre el ser de las cosas, es pensar el ser. Se
refiere al concepto en el más alto nivel de abstracción. La esencia del pensar filosófico es un pensar
sobre la esencia de las cosas que constituyen su ser. Y esta esencia es al mismo tiempo y aunque
parezca un juego de palabras no lo es, esa esencia es un concepto.

Entre el ser y el pensar hay una identidad. Y cuando dice que todo lo real es racional y todo lo real
es racional, no esta queriendo decir que esta mesa es racional. El tema que Hegel inaugura por
excelencia es el tema de la historia, y lo que le importa es el continuo dialéctico flujo del proceso
histórico.
En este proceso histórico hoy guiado por una serie de leyes precisa, lo que ocurre es necesario que
ocurra, y responde a una lógica. No es un capricho, lo que ocurre era necesario que ocurriera. Es el
despliegue de una razón. En este sentido es que dice que Todo lo real es racional y todo lo real es
racional.

En esta formulación de la identidad entre la razón el concepto el pensamiento y el ser de la cosas, es


esta identidad es lo que hace que a Hegel se lo considere idealista. Porque el último termino este
proceso que gobierna y conduce el flujo histórico responde al desarrollo de una idea, de la idea. Es
en el plano de lo ideal en donde podemos condensar, analizar conoce comprender la enorme
diversidad de fenómenos que discurren ocurren en el proceso histórico y social. Es en este sentido
en el que Hegel concibe que en cada época en cada actividad humana, cuando en su desarrollo
alcanza verdaderamente una culminación un nivel de excelencia es cuando dice la época se ha
elevado a la razón. Ha llegado al plano en que la historia se desarrolla racionalmente.

Salvando todas las distancias, a mi se me da por pensar que en las ultimas décadas hay algo
suficientemente emparentable a esta noción que tiene Hegel sobre la historia humana, como para
que lo pensemos en una suerte de neo, neo, neo hegelianismo.

Me refiero a cuando todo lo explicamos por la cultura.

Cuando todo lo explicamos por la cultura por ese acumulado de ideas de una comunidad o de un
pueblo, que en realidad pareciera que es capaz de dar cuenta de todos los procesos que ocurren en
ella, estamos por lo menos pudiendo acercarnos a una concepción del idealismo un poco menos
estrambótica que del absoluto

Hegel es iluminista y en ese marco un romántico y esta pensando en los procesos- hoy diríamos-
procesos culturales. Es el que es capaz de explicar los procesos históricos sociales y es en este
sentido que juego un poco con los términos y digo quien sabe hasta donde tenemos una cierto aire
de neo hegelianismo cuando todo lo explicamos a partir de la cultura.

Si todo lo explicamos por la cultura, lo estamos explicando por una dimensión simbólica del mundo
que nace en una cabeza colectiva anónima social, que produce los términos por los cuales camina la
historia. Algo así pensaba Hegel.
Feuerback le parece que esto es de un idealismo insoportable, y Foie se reclama materialista, acusa
a Hegel de idealista.

Para Feuerback, Hegel es abstracto, cuando en realidad lo que hay que atender es al hombre de
carne y hueso. El hombre que esta en la tierra, aquel que enajena su condición inventando una
religión que da respuesta a las propias preguntas que el se formula, o sea inventa una religión, se
formula unas preguntas que la religión inventada responde. Dice Feuerback esta perfecto, lo que
aquí no terminamos de atender es otra identidad, que es la identidad de dios y del hombre. Que son
la misma cosa, una es la proyección del otro, aunque el hombre se sienta subordinado de aquello
que el mismo ha creado. Hay un juego de Feuerback que va a ser retomado por Marx en sus
primeros textos: este problema de la religión cuya crítica es condición de toda crítica. En ultima
instancia diría Feuerback es una suerte de inversión entre sujeto y predicado. El sujeto es el
hombre que predica la existencia de dios. De pronto se invierte la relación de sujeto y predicado y
el predicado ha creado al sujeto. Esta inversión supone una enajenación del hombre. El hombre se
enajena en la existencia de discutible, falaz, ilusoria de su propia criatura.

Frases multi citadas de Hegel.

En la fenomenológica del espíritu 1806 primera obra importante de Hegel donde traza una historia
de la humanidad a través de la historia del pensamiento humano, la trayectoria de la idea, de cómo
va pasando por sucesivas etapas, momentos en su desarrollo. Cada una de ellas supone para Hegel
una época elevada a la razón.

Feuerback dice Hegel puso al hombre de cabeza y Él lo ponge sobre sus pies, Marx dice Hegel puso
la dialéctica de cabeza y Él la ponge sobre sus propios pies. En realidad es una frase de Feuerback
en lo que Feuerback cree supone que hace con Hegel.

En esta inversión que intenta Hegel, termina construyendo lo que considera más bien,
una antropología, en el sentido más tradicional, no a Levi Strauss no a Canclini. Es una filosofía del
hombre de carne y hueso. Se preocupa por la manera en que el hombre no es la encarnación de una
idea, sino que dice el hombre es producto de lo que come, de su alimento, piensa en el hombre
fisiológico.

Feuerback planta de alguna manera una idea de materialismo. Hay interpretes que lo acusan en
retroceder a un materialismo que deambulaba por Francia e Inglaterra por el siglo XVIII, el mismo
que Marx llamara materialismo vulgar que en definitiva radica su lucha contra el idealismo en una
puesta en relieve de la carnalidad humana en la tierra, del hombre como ser fisiológico, como
materia concreta puesta en una serie de afanes y necesidades. Para Marx no solamente hay una
vulgaridad en esta perspectiva de Feuerback sino que en definitiva le adjudicará que en su crítica a
Hegel no termina de romper los lazos idealistas. Porque su hombre del amor sexual, de carne y
hueso sigue siendo un hombre genérico abstracto que cancela la ubicación concreta que los
hombres tienen en los procesos sociales e históricos perfectamente situados, cancela las
condiciones en la que los hombres viven su vida para hablar en general de un hombre abstracto
universal que no existe en ninguna parte. Por este camino, dirá Marx en rigor no hacemos nada
para transformar las condiciones en que viven los hombres. Porque a este hombre abstracto
nadie lo conoce, no existe en ninguna parte. Esto sumado a que para Marx no se puede criticar
ideas con más ideas, me remito a la clásica frase “hay que cambiar las armas de la crítica por la
critica de las armas”

Si Feuerback y el circulo al que él inicialmente pertenecía, siguen pensando que es posible


destrabar el proceso político prusiano a través de la crítica de las ideas que campean en la mente
de los campesinos alemanes, (uhgg) en realidad lo que dice Marx es que no son las ideas cristianas
las que los mantienen en la servidumbre, son las relaciones de servidumbre las que los mantienen
cristianos. No es el cristianismo lo que me mantiene en la servidumbre sino la servidumbre lo que
me mantiene en el cristianismo.

El camino que emprende Marx de crítica a Hegel, de critica a Feuerback, es un camino que lo
conducirá a sostener que las ideas que los hombres nos formamos del mundo de las cosas de
nosotros de los otros de nuestra relación con los otros, esas ideas que nos formamos están
determinadas por lo que habrá de llamar las condiciones materiales de existencia de vida.

Cuando dice condiciones materiales de vida subraya que son materiales para mantener la
contraposición con el materialismo alemán. Porque no se esta refiriendo por materiales a cuanta
plata tiene en el bolsillo, cuantas propiedades tiene o que modelo de auto como diríamos hoy, sino
que va a usar y va a reservar el termino material como las condiciones materiales de vida para
referirse a algo que en principio y para la época no tenia nada de material en el sentido de lo
tangible de lo sensorial, ni como lo usaban los materialistas vulgares franceses o ingleses. Se va a
referir a relaciones sociales en las que esta inscrito. Es la materialidad de estas relaciones sociales
por fuera de la mente de la conciencia de la voluntad de cada uno de nosotros, relaciones que son
capaces de volvernos privilegiados u oprimidos, pero relaciones que si las busco no las encuentro ni
registro sensorialmente.

Estas relaciones que son materiales, son las condiciones materiales que determinan el modo en el
que nos formamos las ideas sobre el mundo de las cosas nosotros y los otros.
En este sentido hay una doble operación, retiene aspectos de la dialéctica hegeliana contra el
materialismo vulgar. La dialéctica avanza fuertemente en la dirección de lo que hoy llamaríamos la
relacionalidad del entramado histórico. Por el otro lado y al mismo tiempo retiene la adscripción al
materialismo contra el idealismo hegeliano. Pero una profesión de fe materialista que se separa
ampliamente del materialismo vulgar, el materialismo de creer que porque toco esta es la materia lo
que toco lo que veo y oigo. Y asumir como material objetivo por fuera de nuestra conciencia y
voluntad las relaciones sociales en las que estamos inscriptos, de las que somos parte, que de algún
modo nos hacen nos producen y también determinan el campo de posibilidades de muestro modo
de pensar el mundo las cosas las relaciones etc.

Lo que aparece aquí como aproximación a un concepto de ideología es algo que poco tiene que ver
frente a los usos blandos con los que lo utilizamos en nuestras conversaciones cotidianas. Ideología
no alude, en principio, a las doctrinas de izquierda o derecha, conservadoras, liberales,
revolucionarias. Alude en primer termino y por sobre todo, a nuestras representaciones del mundo
y de las cosas y de las relaciones en las que estamos. Estas son nuestras ideas y este dispositivo por
el que nos representamos las cosas y el mundo, ese es el modo en que se forman nuestras ideas. Y
nos representamos el mundo, las cosas, las relaciones, en un marco que viene dado por el lugar que
ocupamos en la estructura de las relaciones objetivas materiales de la vida social. Nos demos o no
cuenta de ello. Por tanto la conclusión es bastante feroz y en rigor cada uno de nosotros ocupa un
lugar en la estructura de las relaciones sociales.

Y aquí aparece otra dimensión diferente de la napoleónica de ideología. La ideología como velo que
nos oculta la verdad, que nos interpone entre nosotros y la verdad verdadera de las cosas esas
determinaciones que anclan en las condiciones materiales en que estamos inscriptos.

Este problema es el problema de La ideología alemana de 1845.

Você também pode gostar