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Tema de Trabajo de Grado presentado como requisito parcial para optar el Grado de
Magíster en Educación Especial
Autora:
Directora
Quito-Ecuador
Octubre-2013
iv
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 1
Inicio ........................................................................................................................ 15
Aportes ..................................................................................................................... 16
La Rayuela ............................................................................................................... 28
El Gato y el Ratón.................................................................................................... 34
El Florón .................................................................................................................. 35
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................... 91
ANEXOS ............................................................................................................................ 97
vii
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla No. 3. El niño utiliza apropiadamente la pinza para agarrar la ficha ........................ 55
Tabla No. 6. El niño alterna debidamente saltos de una pierna a dos piernas ..................... 56
Tabla No. 11. El niño coordina sus movimientos con equilibrio al saltar ........................... 60
Tabla No. 13. La Gallinita ciega. El niño se atreve a experimentar con ojos tapados ........ 61
Tabla No. 18. El niño se desplaza con sus ojos tapados con seguridad .............................. 65
Tabla No. 19. El niño se mueve coordinadamente con ojos tapados .................................. 65
Tabla No. 21. El niño sigue en orden al grupo mientras corre en fila india ........................ 67
Tabla No. 23. El niño dispone de control tónico y equilibrio para vencer al opuesto......... 68
Tabla No. 28. El niño canta y gira en ronda con las manos tomadas .................................. 71
Tabla No. 31. El niño expresa emoción cuando está jugando ............................................. 72
Tabla No. 32. El Baile de las Sillas. El niño baila y se detiene con la música .................... 73
Tabla No. 33. El niño realiza sus movimientos con armonía .............................................. 74
Tabla No. 36. El Teléfono dañado. El niño escucha atentamente a su amigo ..................... 76
Tabla No. 38. El niño pronuncia fluida y claramente las palabras ...................................... 77
Tabla No. 40. El Gato y el Ratón. El niño identifica los animales ...................................... 78
Tabla No. 41. El niño recita las frases del juego ................................................................. 79
Tabla No. 44. El niño coordina sus brazos dentro de la ronda ............................................ 81
Tabla No. 45. El Florón. El niño interpreta la canción del juego ........................................ 81
Tabla No. 47. El niño observa atentamente a la persona que tiene el florón ...................... 83
Tabla No. 48. El niño dispone de control tónico para mantener manos juntas ................... 83
RESUMEN
ABSTRACT
Due to the importance that education has on the harmonious and integral development of a
child, the main goal of this study is to propose a guide of traditional games that benefits the
psychomotor progress for him or her. Being a qualitative and quantitative research, this
study has used many instruments for the data recollection such as an observation guide and
interviews with the children, teachers and the school´s principal, who helped with the
investigation. As a result, the obtained data has shown that playing is a significant tool in a
child´s life. Traditional children´s games enable the physical, social, emotional, motor
control as well as mental control of the children.
INTRODUCCIÓN
La educación en la actualidad, busca el desarrollo integral de los niños dando importancia
su crecimiento físico, cognitivo, social y emocional. Tanto lo cognitivo como lo afectivo
tienen valor. Mente y cuerpo forman una unidad.
Esta investigación propone una guía de juegos infantiles tradicionales que estimulan el
movimiento en los niños, así como su interacción con los otros. A partir de esta guía, se
trabajó con un grupo de alumnos en un período de tiempo y se pudo notar la evolución en
su desarrollo, a medida que se practicaban los juegos.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Por otro lado, desde la perspectiva del desarrollo evolutivo, Piaget manifiesta que desde
sus niveles iniciales los niños comienzan a hacer uso de la imitación, la memoria y el
pensamiento, así como el reconocimiento de que los objetos no dejan de existir cuando
desaparecen (Leif & Brunelle, 1978).
La manera como se crece y se aprende es esencial y guarda una estrecha relación con el
juego y la amplia variedad de destrezas que éste ofrece. El lema “jugar y aprender”, abarca
una serie de pautas y normativas que deberán ser tomadas en cuenta, con el fin de guiar el
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juego, especialmente si se trata del espacio escolar, y así aprovechar adecuadamente los
recursos con los que se cuenta y los resultados que se pretende, y al mismo tiempo,
proporcionar al niño un ambiente feliz para crecer y aprender (Calero, 2005).
En definitiva, Suárez (2005) cita varios autores para sintetizar diferentes definiciones
importantes acerca del juego en la niñez: Gross (1901) considera que el juego es una
especie de pre ejercicio de las funciones mentales y de los instintos; Freud (1905) sostiene
que el juego es una representación mental; Klein (1968) manifiesta que el juego transforma
la angustia de los niños normales en placer; Lebovici y Diatkine (1982) refieren que el
juego es la expresión de las relaciones positivas, cimentando así una de las relaciones más
válidas y constructivas con el adulto; Vygotski (1933) sostiene que el juego es una
necesidad; Wallon (1940) comenta que es una forma de adaptación al mundo, mientras que
Winnicott (1986) considera que el juego es el espacio potencial entre la persona y su
entorno, pues expresa que el vínculo afectivo proporcionado a través del juego dota al
sujeto de una forma particular de entender el mundo y de entenderse a sí mismo.
Cabe señalar que son muchos los autores que afirman que los juegos infantiles que aportan
al desarrollo psicomotor del niño implican básicamente el movimiento del cuerpo, ya que
éste constituye el instrumento más valioso con el que se cuenta para expresar, pues es a
través de él que se encuentra y se manifiesta la personalidad. De igual manera, mediante el
juego también podemos conocer el nivel de desarrollo, la expresión, la imaginación, la
socialización, el encuentro con el cuerpo, la proyección de los deseos, y las motivaciones e
intereses, lo cual va a coadyuvar a la construcción del aprendizaje (Bruel, Berzi &
Bonzom, 1998).
¿De qué manera los juegos infantiles tradicionales del Ecuador potencializan el desarrollo
psicomotriz en los niños preescolares?
que prioriza y manifiesta sus necesidades a través del juego y que está ávido de
movimiento, experimentación y aprendizaje activo (Daniels, 2003).
Por otro lado, el desarrollo de este tema también contribuirá a ampliar los conocimientos
de la autora acerca de la importancia del juego en los niños y su estrecha relación con la
optimización de su desarrollo psicomotriz. En su calidad de madre de dos niñas, se
encuentra ávida de conocer los juegos infantiles tradicionales de nuestro país que le
permitirán relacionar a sus hijas con el folclore y la cultura de su entorno.
Basado en una investigación de metodología bibliográfica, este trabajo cuenta con una
justificación de carácter práctico, pues con ella se pretende aportar al desarrollo psicomotor
del niño a través de la propuesta de una guía de juegos infantiles tradicionales que se
pueden utilizar en la educación infantil.
Siendo el desarrollo psicomotor uno de los aspectos que inciden en el crecimiento de los
niños, esta investigación propone una serie de juegos infantiles tradicionales ecuatorianos
que van a beneficiar las áreas física, motriz, cognitiva, social y emocional.
Uno de los objetivos de esta investigación es elaborar una guía de juegos infantiles
tradicionales que podrá ser utilizada por la comunidad educativa, de tal manera que puedan
ser aplicados en el ambiente escolar, así como familiar y social. Esta es una propuesta
elaborada en lenguaje claro, sencillo y comprensible, ofrecida a aquellas personas que
estén en contacto o tengan a su cuidado a niños en edad pre escolar.
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CAPÍTULO II
MARCO REFERENCIAL
2.1 ANTECEDENTES
El juego infantil ha dado lugar a importantes investigaciones y reflexiones. En la
actualidad se hace mucho hincapié en lo que es “jugar y aprender”. Así, el autor peruano
Mavilo Calero (2005) destaca en su obra Aprender jugando la utilización de los juegos en
la escuela como medio de optimizar el aprendizaje de los niños, la orientación del
aprendizaje, la organización y la conclusión de cada juego y la previsión de los medios
para llevarlo a cabo, la inducción a la creación de nuevos juegos educativos, utilizando el
folclore propio, y finalmente la recopilación de los juegos que los niños inventan.
Calero (ob. cit.) sostiene que un enfoque lúdico facilitará el aprendizaje y desarrollo de los
niños, dejando atrás antiguas percepciones que consideraban al juego como superfluo,
trivial e innecesario. Este enfoque lúdico nos permite apreciar la maravillosa espontaneidad
del juego infantil, el matiz de sus fantasías, la gracia de sus palabras, gestos y acciones, a
través de los cuales se hace posible la adaptabilidad al mundo circundante y la
manifestación de la madurez biológica, psicológica, social y espiritual del infante.
La metodología que Suárez (ob. cit.) aplica, pretende alcanzar las numerosas aptitudes y
potencialidades de los niños en todos sus aspectos: motor, afectivo-social, comunicativo-
lingüístico, e intelectual-cognitivo, a través del placer del movimiento, el dominio del
equilibrio, la conciencia del propio cuerpo, la disociación, la percepción multi-sensorial, la
conciencia del tiempo y el espacio y el control de la inhibición voluntaria y de la
respiración, entre otros.
Por otra parte, Marianne Torbert (1982), en su obra Juegos para el desarrollo motor, se
refiere a los múltiples atributos que el juego tiene, ya que éste está en posibilidad de atraer
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El juego bien planeado tiende a incrementar la disposición de los niños para involucrarse
(ob. cit) y prepararse para realizar nuevos esfuerzos, aprenden también a realizar
resoluciones de problemas, tomar decisiones válidas, sentir éxito personal, y lo más
importante, parece incrementar la voluntad de los niños para hacer frente a la vida y
fortalecer su disposición de arriesgarse.
La obra de Torbert (ob. cit.) está enfocada básicamente en atender y fortalecer diversas
áreas a través del juego tales como: el desarrollo perceptivo motor, la capacidad de
atención y concentración, capacidad de percepción y discriminación auditiva, descarga de
la tensión y del exceso de energía, control propio, desarrollo de los procesos del
pensamiento, reforzamiento de la información aprendida, crecimiento social, habilidades
físicas, y aptitud física.
Finalmente, resulta de gran aporte mencionar la obra Juegos motores, de los autores Bruel,
Berzi y Bonzom (1998), cuyo objetivo al ofrecer una guía de juegos infantiles o
actividades lúdicas, radica en describir con precisión las condiciones de la puesta en
práctica de esta actividad (organización material y actitud de dominio de la misma), así
como el descubrimiento de la riqueza de la actividad lúdica y la observación en el
desarrollo de los juegos tomando en cuenta los procesos de invención, de imitación y de
relacionarse.
En definitiva (Santamaría, 2007), los estudios y aportes que se han realizado a lo largo de
los años son varios, y su objetivo es principalmente brindar una mejor calidad de vida a los
niños, independiente de su condición económica, social y cultural. La observación e
interacción en distintas actividades lúdicas infantiles permiten ahondar cada vez más este
proceso de aprendizaje y crecimiento y su importancia como medio de consecución de
metas y de felicidad.
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Las diferentes investigaciones realizadas indican que el juego es una de las actividades más
importantes en la vida del niño y que abarca trabajo, entretenimiento, adquisición de
experiencias, forma de explorar el mundo que lo rodea, conocimiento de su cuerpo y
conciencia del otro ser, interacción y sociabilización con sus pares y creatividad.
Base Neurológica
En la actualidad (Le Boulch, 1995), la educación psicomotriz es indispensable para todo
niño. Esta educación responde a una doble preocupación: en primer lugar, se trata de
asegurar su desarrollo funcional, tomando en cuenta sus posibilidades, y en segundo lugar,
se pretende ayudar al desenvolvimiento de su afectividad y equilibrio mediante los
intercambios con su entorno, para lo cual es necesario conocer su nivel de desarrollo.
Al nacer (Le Boulch, ob. cit) existen capacidades que más tarde serán desarrolladas y
manifestadas gracias a la madurez de los procesos orgánicos. Sin embargo, lo esencial y
más importante para que estas capacidades puedan desarrollarse plenamente está en
estrecha relación con el intercambio con el otro, pues es a través de sus relaciones con los
demás, que el ser humano se descubre y construye su personalidad poco a poco.
El desarrollo psicomotor está en relación con la maduración funcional del cerebro, es decir
de las estructuras neuronales y el desarrollo físico corporal, que son las estructuras
musculares. Tanto la maduración funcional del cerebro como el desarrollo físico corporal
posibilitan que los niños progresen en cuanto a sus recursos motores, así como a la
integración psicomotriz de sus comportamientos. Por lo que al hablar de psicomotricidad,
estamos refiriéndonos a la conexión existente entre mente y cuerpo, entre el sistema
nervioso y el muscular, en otras palabras, entre pensamiento y movimiento (Carbonell,
2006).
considerados de manera individual, mientras que en otras ocasiones realizan actos motores
que se los toma en cuenta de manera globalizada (Turriaga, 2008, p. 16).
1) El acto motor reflejo surge como resultado de una descarga muscular de tipo
automático e incontrolado. Dado que los reflejos son innatos, para que éstos se
produzcan es necesario que los analizadores sensitivos informen a los centros
automáticos de regulación motriz que desencadenan la respuesta de manera
inmediata. Así, la primera manifestación motriz del recién nacido se da gracias a un
acto motor reflejo.
En consecuencia, se puede decir que la función motriz evoluciona desde los actos reflejos
y los movimientos descoordinados y sin finalidad precisa, hacia movimientos coordinados
y precisos del acto motor voluntario y los hábitos motores del acto motor automático. Esta
evolución motriz en el desarrollo psicomotor se posibilita con la maduración anatómica y
funcional de las estructuras nerviosas en todos sus niveles, desde los más bajos (centros
espinales), hasta los más altos (corteza cerebral), y cada nivel superior toma bajo su control
a los niveles inferiores, además de ocuparse de su propia función (McGraw, 1945).
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Hay quienes sostienen que el desarrollo proviene de factores genéticos, considerados como
los responsables del potencial biológico, así como también de factores del medio ambiente,
es decir, factores sociales, emocionales y culturales que se encuentran en constante
interacción modificando significativamente el potencial de crecimiento y desarrollo
(Thelen, 1989).
Consecuentemente, cada vez más se puede comprobar que la capacidad de crear lazos
sociales y vínculos emocionales juega un papel primordial dentro del desarrollo general del
ser humano, incluido el desarrollo físico y psicomotor (Maganto & Cruz, s. f.). Durante el
proceso de desarrollo, no toda la corteza cerebral madura uniformemente, sino que las
diferentes regiones de la corteza lo hacen a ritmos diferentes. Así, el área motora es la
primera área en madurar, seguida por el área sensorial, y finalmente por las áreas
asociativas (ob. cit).
Después de nacer, (Pérez, s. f.), el niño crece rápidamente durante los dos o tres primeros
años de vida. Sus movimientos durante los primeros meses de vida son incontrolados y sin
coordinación, pero a medida que crece y llega a la primera infancia, se puede decir que
cuenta con un control importante sobre su cuerpo. Una de las consecuencias más relevantes
en el aspecto físico es el desarrollo psicomotor.
Dentro del ámbito del desarrollo motor, la maduración referente al control del cuerpo, ya
sea el mantenimiento de la postura, los movimientos amplios y locomotrices, y los
movimientos precisos que posibilitan diversas modificaciones de acción, es la que va a
facilitar afianzar los logros, así como favorecer el proceso de representación del cuerpo y
de los ejes espacio-temporales en los que se desarrolla la acción (Gil, Contreras & Gómez,
2008). . (Pérez, s. f.)
Gesell (1963) (citado por Turriaga, 2008, p. 46), al describir el desarrollo del ser humano
en siete etapas correspondientes a siete edades diferentes.
1. Etapa del embrión: Esta etapa abarca hasta la octava semana de formación del
embrión desde el momento de su concepción. En esta etapa, el embrión presenta
una división celular a partir de la unión del espermatozoide y el óvulo, donde el
embrión se desplazará desde la Trompa de Falopio hasta adherirse a la pared del
útero.
2. Etapa del Feto: Esta etapa está comprendida desde la semana número 8 hasta la
semana 40. Aquí, el sistema nervioso y el sistema muscular comienzan a mostrar
signos de organización, de tal manera que es posible observar movimientos de la
cabeza, los brazos y las piernas. También se puede percibir movimientos suaves,
aunque organizados, de los ojos y las manos.
3. Infancia: Esta etapa comprende a los niños desde su nacimiento hasta los dos años
de edad. La mayor parte de su comportamiento gira en torno a funciones de
alimentación, sueño y eliminación. El recién nacido puede desde entonces sentir,
percibir y moverse. Durante las primeras semanas de vida no puede tomar objetos,
pues sus manos permanecen aún cerradas, sin embargo, a las 28 semanas intenta
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manipular todo lo que ve y que está a su alcance y llevarlo luego a la boca. A los 16
meses, sus manos ya no pasan la mayor parte del tiempo cerradas y comienza a
tomar objetos con mayor cuidado.
4. Edad preescolar: Esta va desde los 2 hasta los 5 años de edad. Los niños pueden
correr sin peligro de caer, así como mantener la cuchara en posición correcta y
llevarla a la boca. A partir de los tres años, tienen más seguridad y agilidad al estar
sobre sus pies. Cuando caminan ya no lo hacen con los brazos tendidos hacia los
costados, sino que los balancean como una persona adulta; también se encuentran
en condición de superar obstáculos que se presentan en su camino, quitarlos de su
camino, detenerse y ponerse de nuevo en marcha de manera inmediata. Aquí, su
actividad motriz resulta desbordante, ya que emplea gran parte de su tiempo en
correr, saltar, brincar, trepar y hacer travesuras.
5. Niñez: Etapa que va desde los 5 hasta los 12 años de edad. La actividad motriz
gruesa ya está bien desarrollada, pero se continúa adquiriendo mayor destreza con
las manos, de manera que a los cinco años muchos los niños logran atar los
cordones de sus zapatos. A los seis años ya realizan actividades sin mayor
asistencia de los adultos y, al mismo tiempo, con mayor concentración, pues les
resulta fácil interesarse y comprometerse con alguna actividad, y no les gusta ser
interrumpidos. A los 7 años, es posible que repitan incansablemente una actividad
hasta llegar a dominarla, mientras que sus movimientos corporales tienen mayor
fluidez, y con frecuencia, gracia y equilibrio. En ocasiones, incluso hasta recuerdan
sentarse correctamente.
7. “En esta etapa el ser humano ya pertenece a la madurez adulta, y comprende desde
los 24 años en adelante. Es el tiempo de establecer una independencia personal y
económica, un desarrollo profesional y, para muchos, elegir una pareja, aprender a
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vivir con alguien de forma íntima, comenzar una familia y criar a los hijos” (ob.
cit.).
Lo importante (Pérez & IdeasPropias, 2004), es tener muy claro que cada individuo
presenta su propio desarrollo madurativo que difiere del de sus pares, y que no siempre va
de la mano con su crecimiento cronológico, razón por la cual se puede observar diversos
grados de maduración dentro de un mismo ciclo, ya sea en función de las capacidades
físicas, psíquicas, cognitivas y sociales de cada niño, de sus experiencias y de sus
aprendizajes previos.
Las áreas psicomotoras a tener en cuenta en el desarrollo psicomotor de los niños son
(Ballesteros, 1982):
7. Esquema corporal: Se trata del conocimiento que se tiene del propio cuerpo, de los
diferentes segmentos, de sus posibilidades de movimiento y de acción, así como
también de sus diversas limitaciones, en relación al espacio y a los objetos que
forman parte del entorno. Este complejo proceso está ligado a una serie de procesos
perceptivos, cognitivos y práxicos.
Inicio
A partir de 1960 (Mendiara, 2008), la psicomotricidad se instala con claridad en el ámbito
educativo. La corriente educativa basada en la psicomotricidad nace a partir de las
insuficiencias de la educación física al no poder atender a las necesidades de una educación
real del cuerpo (Le Boulch, 1995).
Maigre & Destrooper (ob. cit.) relata los inicios de la educación psicomotriz como todo un
descubrimiento paulatino acerca de los beneficios del movimiento durante el crecimiento.
En un inicio, se trataba a la educación psicomotriz desde la perspectiva terapéutica, sin
embargo, es a partir de 1960, con la obra de Picq y Vayer “Education psychomotrice et
arriération mentale”, cuando la educación psicomotora logra verdaderamente autonomía,
convirtiéndose en una actividad educativa original con sus objetivos y sus medios propios,
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Aportes
La educación psicomotriz responde a una doble preocupación: en primer lugar, se trata de
asegurar el desarrollo funcional del niño, tomando en cuenta sus posibilidades; y, en
segundo lugar, se pretende ayudar al desenvolvimiento de su afectividad y equilibrio
mediante los intercambios con su entorno humano, para lo cual es necesario conocer su
nivel de desarrollo y apoyarse sobre las bases de las etapas que comprenden el mismo (Le
Boulch, 1995).
El movimiento del cuerpo, y el descubrimiento del mismo, ayuda a aquellos niños que
tienen una discapacidad física, intelectual, o sensorial (ob. cit.). La educación psicomotriz
trata de realizar un trabajo de adaptación global, y está basada en los aportes necesarios
para lograr la organización de los datos, ya sea en relación con el entorno, o los datos que
tienen que ver con el propio cuerpo (Le Boulch, 1995).
La educación psicomotriz, abarca la educación física, que tiene por objeto la toma de
conciencia de los niños sobre su cuerpo, es decir, tener un claro esquema corporal para
poder luego realizar manipulaciones adecuadas y movimientos alternados de contracción y
de relajación, a través de posturas que les permiten controlar el grado de tensión de su
cuerpo. La educación física pretende alcanzar el dominio del equilibrio corporal y su
resistencia, en tanto que se trabaja de manera grupal, más no individual (ob. cit.).
La actividad física de los niños pequeños constituye un hecho natural y primordial que
forma parte habitual de su funcionamiento, y que va enlazado a costumbres, tradición y
cultura (ob. cit.).
El contacto de los niños con sus pares y las actividades realizadas en conjunto en un medio
que propicie sus encuentros les beneficia, en tanto que se les brinda la oportunidad de
poder desarrollar sus propias potencialidades (Le Boulch, 1995).
La educación inicial propone una perspectiva integral a través de una atención oportuna,
que considera todas las necesidades de los niños, ya sea a nivel físico, emocional,
cognitivo, social y cultural, tomando en cuenta que son seres con capacidades a
desarrollarse en ambientes propicios (Secretaría de Educación Pública, 2012).
Este proceso es posible gracias a una intervención de calidad planeada por los diversos
agentes educativos que tienen en consideración principalmente sus derechos, de manera
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que, independientemente del contexto y sus características personales, el niño alcance una
vida plena y un desarrollo integral (UNICEF, 2005).
Para alcanzar dicho desarrollo, el cuerpo juega un rol fundamental dentro de la educación
infantil. A lo largo de toda la etapa de la educación inicial, el cuerpo de los niños
constituye un medio para alcanzar los objetivos marcados en función del desarrollo
evolutivo, que les va a permitir llegar a conocerse a sí mismos de manera progresiva. Es el
cuerpo el que les va a posibilitar sus propias vivencias, sirviendo como fuente productora
de sensaciones, ya sea de dolor o placer, o fortaleciendo su propia identificación personal y
autoestima (ob. cit.).
Maigre & Destrooper (1984) explica la educación integral como aquella que toma en
cuenta principalmente la realización de actividades que favorecen el conocimiento, la
comunicación y la expresión. La educación integral, busca la relación educativa entre el
niño y el grupo. El adulto centra su atención en los niños, y les permite descubrirse a través
de las relaciones que establecen con el mundo y consigo mismo a través de su cuerpo.
pueda ejercer su individualidad dentro del grupo que le rodea (Maigre & Destrooper,
1984).
La educación integral aborda a los niños de manera global. Desde esta perspectiva, los
niños constituyen una unidad. Maigre & Destrooper (ob. cit.) explica que la relación
educativa debe enfocar su intervención en conducir a los niños a que se hagan cargo de su
propia conducta y de su propia relación con el mundo, y no buscar en ellos respuestas a
señales procedentes del mundo adulto.
Una nueva perspectiva educativa en el mundo actual permite un encuentro de los niños
consigo mismo, con su medio y los objetos que en él se encuentran, a través de la
experimentación y la manipulación (ob. cit.).
conflictos. Según la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, la nueva
perspectiva educativa parte de cuatro pilares básicos (Delors, 1996):
Al hablar de una nueva perspectiva educativa, estamos hablando de una educación integral
que valora tanto lo cognitivo como lo afectivo. Se da importancia no solo a lo académico,
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sino también a los aprendizajes que nos proporciona el cuerpo, tomando como protagonista
principal al niño en crecimiento (Carbonell, 2006).
Para Piaget (1990), la aparición del juego representa el desarrollo del pensamiento de los
niños. El desecha la idea de que el juego es una función aislada, y más bien lo pone en
relación con los procesos de desarrollo constructivo. En consecuencia, el juego se presenta
continuamente de la mano del desarrollo del pensamiento. Piaget resalta el papel del juego
como elemento fundamental de la función simbólica y de la gestación del desarrollo.
Para Vygotsky (2012) la esencia del juego tiene lugar fundamentalmente en una situación
imaginaria. Califica las relaciones sociales como una necesidad y un hecho fundamental
para el desarrollo infantil, tanto en su interacción con el adulto como con otros niños, por
lo que este autor concebía la actividad lúdica como el motor que impulsa el desarrollo en la
medida en que crea constantemente zonas de desarrollo próximo.
Montañés (s. f.), por su parte, sostiene que el juego influye en el desarrollo de la
personalidad de los niños, y es esencial en la formación de su afectividad, su motricidad, su
inteligencia, su creatividad y su sociabilidad. Esta afectividad está directamente
beneficiada por el juego, que produce placer, diversión y alegría de vivir; permite
expresarse de manera libre, eliminar angustias y tensiones, y canalizar energías de manera
positiva..
El Juego. Importancia
Las diferentes sociedades y culturas han admitido universalmente la importancia del juego,
pues a lo largo del tiempo se ha logrado reconocer que éste establece situaciones donde se
produce un lenguaje especial entre los niños, el cual facilita y proporciona el vínculo entre
el aprendizaje y la acción, el tiempo y el espacio, y finalmente, y, muy importante el
vínculo entre el hacer y el ser (Suárez, 2005).
El juego que realizan los niños surge espontáneamente de acciones instintivas que
representan necesidades evolutivas, preparándolos para su madurez con un ejercicio
natural y placentero; incluso podría decirse que el juego es la ocupación de los niños
(Calero, 2005).
Según Piaget (1990), el juego aparece como una actividad que posibilita el desarrollo. Es a
través del juego que los niños pueden presenciar y elaborar posibles conflictos, la
compensación de algo faltante en su realidad, la realización de anhelos, la ejercitación que
exprese el placer por el dominio de alguna acción, la socialización y el intercambio.
El Juego. Características
El juego cuenta con unas características propias que lo hacen placentero, auténtico y
mágico. Según Calero (2005, p. 34) estas características son:
- El juego es una actividad que posee su tendencia propia, es decir, que los niños
se escapan de la vida corriente para sumergirse en escenarios imaginarios
fantásticos.
- El juego cuenta con un encanto único y misterioso. Lo que significa algo para
los que juegan no lo es necesariamente para los demás.
El Juego. Clasificación
Según Piaget (1990, p. 146-165) el juego se clasifica de la siguiente manera:
Calero (2005) indica que hay una serie de juegos alternativos. Así, encontramos juegos de
desinhibición, de libre expresión, de imitación, de ficción, de discriminación visual, de
memoria visual, de coordinación viso-motriz, de discriminación auditiva, de memoria
auditiva, de coordinación audio-motriz, de silencio, juegos para el control de emociones,
para desarrollar la imaginación, el conocimiento y la memoria; hay también juegos
psicomotores y artísticos, entre otros.
Dado que vivimos en un mundo en que necesitamos de las relaciones interpersonales para
subsistir, resulta indispensable el dar importancia a las habilidades sociales, tomando en
cuenta los primeros años de vida del ser humano. Las habilidades sociales son un conjunto
de competencias conductuales que posibilitan que los niños mantengan relaciones sociales
positivas con los otros, a la vez que afrontan de modo efectivo y adaptativo las demandas
de su entorno social (Goleman, 1996).
El juego constituye una actividad esencial en el desarrollo de los niños, ya que, además de
proporcionarles diversión y placer, supone un modo de aprender y una preparación para la
vida adulta. Los juegos posibilitan a los niños el encuentro con los otros, facilitando su
vida social, al igual que su vida afectiva (Benítez, 2009).
Con el juego, los niños adquieren ciertas habilidades que desarrollan su mundo social y
emocional. Estas habilidades, de acuerdo a Benítez (ob. cit.), son:
- Cooperar
- Negociar
- Competir
- Seguir reglas
- Esperar turnos
En la mayoría de los casos los niños que juegan necesitan del acompañamiento de uno o
más amigos. Es esta interacción con los demás la que los entrena para relacionarse
hábilmente con el entorno. Por consiguiente, al moverse, jugar, e interactuar con sus pares
y su comunidad, se preparan para entablar relaciones y optar por soluciones a los posibles
conflictos que resulten en el futuro, pues a través de la práctica lúdica frecuente con varios
compañeros de vida, éstos aprenden a exteriorizar sus emociones y frustraciones, y el
control y manejo de las mismas (ob. cit.).
de manera que los niños se sientan cómodos al momento de interactuar socialmente, así
como de tomar decisiones propias y adquirir autonomía personal (CREENA, 1998).
Más tarde, además de la familia entran también en juego otras figuras significativas de
interacción como son los compañeros, sus iguales, profesores, y educadores en general.
Además, la interacción con las diferentes personas es lo que va a facilitar el proceso de
aprendizaje, ya que a través de la interacción social los niños aprenden por experiencia
directa, por observación, por verbalización, así como por retroalimentación interpersonal
(Monjas, 2000).
El desarrollo social implica una serie de habilidades conductuales que hacen posible la
adaptación del individuo a las exigencias del medio social. Entre dichas habilidades se
puede mencionar principalmente capacidades de autonomía e independencia personal, así
como la capacidad de relación interpersonal (López, 1995). Todas estas habilidades las
desarrollan los niños en las interacciones que tienen con sus pares, en medio de contextos
lúdicos, de movimiento y de juego.
A través del juego, los niños construyen su inteligencia emocional, que está en relación con
el autocontrol emocional, el entusiasmo, la perseverancia, la capacidad de auto-motivarse,
las relaciones interpersonales, recibir y comprender los sentimientos de los demás, la
expresión emocional, el autoconocimiento, la sociabilidad, la empatía, el arte de escuchar,
resolver conflictos, colaborar con los demás, controlar impulsos, diferir las gratificaciones,
auto-regular los propios estados de ánimo, el manejo de la ansiedad, el optimismo, entre
otros (Goleman, 1996).
La educación infantil busca el desarrollo de los niños como seres humanos integrales. Al
decir de Goleman (ob. cit.), se debe buscar un equilibrio perfecto en el manejo de los
conocimientos (capacidades intelectuales) y las emociones (habilidades sociales). Es
justamente eso lo que se conoce como inteligencia emocional que se logra construir a
través del juego.
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La capacidad para comprender las emociones, para expresarlas de una manera productiva,
y la posibilidad de escuchar a los demás y sentir empatía respecto de sus emociones, son
las capacidades centrales que conforman la madurez emocional de los seres humanos
(Steiner, 1998) y que deben educarse desde la edad infantil, pues los niños no son
únicamente seres que piensan, sino que sienten. La capacidad para comprender las
emociones permite a los niños mejorar su nivel de autoconocimiento, de autoestima, y de
pensamiento positivo.
Según Mantilla (ob. cit.), estos simples y divertidos juegos populares mantienen activa la
mente y el alma de las personas, además de dar vida a la creatividad. Para él, cada juego
tuvo su protagonismo en su tiempo, sus calles, sus patios, sus amigos y su propia luna, lo
cual llena de nostalgia a las personas que practicaron estos juegos en su niñez.
Los juegos tradicionales infantiles del Ecuador forman parte de nuestra cultura y
costumbres. Son parte del folklore y de las tradiciones. Desde esta perspectiva juegan un
rol protagónico en el patrimonio cultural de nuestro país, y por ende, de nuestra identidad
(Parra, 2010).
Hay varios aspectos que resumen la importancia de fomentar y mantener los juegos
tradicionales infantiles en el Ecuador. Entre ellos se puede mencionar (ob. cit., p. 21):
- Jugamos con los demás, y no contra los demás, pues son juegos asociativos y no
de competencia.
Los juegos tradicionales de nuestro país facilitan a los niños su incorporación al entorno en
que viven, como vías para los primeros encuentros en grupos, no solo para divertirse, sino
también para la creación de ideas, con imaginación y empatía (Ecured, 2012).
Los juegos tradicionales infantiles son aquellos que están arraigados en una determinada
cultura, y resultan una actividad de fácil aplicación, que requieren una mínima, cuando no
escasa, cantidad de materiales. El alto grado de participación por parte de los niños amerita
que se consideren intentos por rescatar estas prácticas psicomotoras, como riqueza lúdica
tradicional que dominaban nuestros abuelos y nuestros padres (González, 1981).
La Rayuela
Materiales: Una tiza para dibujar la rayuela en el patio y una piedrita para cada concursante
Participantes: 3 en adelante
29
Espacio: Amplio
Desarrollo: La rayuela dibujada en el piso tiene la forma del cuerpo de un conejo, con sus
dos brazos, panza, dos patas, cabeza y dos orejas. El primer participante lanza su piedra
sobre el primer cuadro de la rayuela, si ésta cae dentro del cuadrado, entonces el jugador
debe saltar con una pierna sobre el resto de cuadrados, a excepción de los aquellos que
están juntos, como por ejemplo los que forman las dos orejas, pues en ese caso se apoyan
los dos pies. Por ningún motivo, debe saltar sobre el cuadrado donde lanzó su piedra, ni
debe topar los bordes que conforman el cuadrado. Una vez superada la ronda del primer
cuadrado, se continúa con el siguiente, y así hasta terminar de saltar todos, pero si se pisa
un borde, o no se logra apuntar con la piedra sobre el cuadrado que le corresponde,
entonces el turno es del siguiente participante. El primer jugador en terminar la ronda de
cuadrados es el ganador. Consultado el 20 de Julio de 2013,
http://www.juegospopulares.org/index.php?option=com_k2&view=item&id=36:la-
rayuela,
Identificar la ficha
Discriminar óculo-manualmente
Ubicarse espacialmente
30
La Gallinita ciega
Materiales: Un pañuelo para vendar los ojos
Participantes: 5 en adelante
Espacio: mediano
Discriminar auditivamente
Discriminar táctilmente
El Puente se ha quebrado
Materiales: Ninguno
Participantes: 6 en adelante
Espacio: Amplio
Desarrollo: Dos de los jugadores se sitúan uno frente al otro, de pie y tomados de las
manos, formando una especie de puente. Cada participante, elige una fruta sin que el resto
de jugadores lo sepa. Los otros forman una fila y pasan por debajo del puente mientras
cantan la siguiente canción: “el puente se ha quebrado, con qué lo componemos, con
cáscara de huevo. Que pase el rey, que ha de pasar, el hijo del conde se ha de quedar”.
Cuando acaban de cantar la canción, el jugador que queda en medio del puente es atrapado
y elige, en secreto, entre las dos frutas que representan los dos jugadores que conforman el
puente. Según la fruta que cada jugador elija, se sitúa detrás de la fila del jugador
correspondiente. Una vez que todos los jugadores han elegido una fruta, cada uno toma de
la cintura al que le precede para halar con fuerza y derribar al equipo contrario. El triunfo
se obtiene cuando una de las filas ha halado con más fuerza y hace caer a la otra fila de
participantes. Consultado el 20 de Julio de 2013,
http://www.scribd.com/doc/12762175/Juegos-tradicionales
Interpretar la canción
El Lobito feroz
Materiales: Ninguno
Participantes: 5 en adelante
Espacio: Amplio
Desarrollo: Los integrantes se toman de las manos formando un círculo. Uno de ellos, hará
las veces de lobo y permanecerá fuera de la ronda mientras el resto canta: “juguemos en el
bosque que el lobo no está aquí, si el lobo aparece nos comerá. ¿Qué estás haciendo
lobito?”, entonces el lobo responde secuencialmente distintas actividades como: “me estoy
levantando de la cama”, me estoy bañando”, “me estoy vistiendo”, “estoy desayunando”,
etc. Finalmente, el lobo declara que está listo para ir a comer a los niños que conforman la
ronda, ante lo cual todos corren para que el lobo no les coma. El primer niño en ser
atrapado va a hacer las veces de lobo. Consultado el 20 de Julio de 2013,
http://juegos.cuidadoinfantil.net/juguemos-en-el-bosque.html
Interpretar la canción
Participantes: 7 en adelante
Espacio: Mediano
Discriminar auditivamente
El Teléfono dañado
Materiales: Ninguno
Participantes: 5 en adelante
Espacio: Amplio
34
Desarrollo: Los niños se sientan en un círculo muy cerca unos de otros. Se selecciona un
niño para comenzar el juego. Él debe pensar en una frase y decírsela al oído al niño de su
izquierda. El mensaje se pasa de niño a niño por la izquierda. Cada niño repite el mensaje
que entendió. El último niño en escuchar el mensaje debe decirlo en voz alta. Luego, el
niño que inició el juego dice el mensaje que recibió originalmente para contrastarlo con el
último. Consultado el 20 de Julio de 2013,
http://www.padreshispanos.com/juegos_tradicionales/juegos-tradic-8/656/
Repetir el mensaje
Pronunciar fluidamente
Transmitir el mensaje
El Gato y el Ratón
Materiales: Ninguno
Participantes: 7 en adelante
Espacio: Amplio
Desarrollo: Todos los jugadores se toman de las manos formando un círculo, excepto dos.
Uno de ellos se sitúa dentro del círculo y hace las veces de ratón, y el otro está afuera, y es
el gato. El gato debe corretear y atrapar al ratón cuando éste salga del círculo por debajo de
los brazos del resto de participantes. Cuando el ratón busque refugio nuevamente dentro
del círculo, el resto de integrantes estirará sus brazos para permitirle entrar y evitar que el
gato lo atrape, y bajarán sus brazos bloqueando la entrada al círculo para evitar que el gato
35
El Florón
Materiales: Una monedita
Participantes: 7 en adelante
Espacio: Mediano
Desarrollo: Los niños se sientan en una fila uno junto a otro. El jugador que tiene el florón
en medio de sus manos se para en frente de ellos, y pasa por el lugar de cada niño
simulando que deja el florón en las manos de alguno, hasta que secretamente lo deja en las
manos del compañero que elige, tratando de que el resto no se dé cuenta. Mientras el juego
se desarrolla, todos cantan: “el florón está en mis manos, de mis manos ya pasó, las
monjitas carmelitas se fueron a Popayán, a buscar lo que han perdido, debajo del Arrayán,
¿dónde está el florón?”. El niño que adivina va a ser el nuevo jugador que tenga el florón
en sus manos. Consultado el 24 de Julio de 2013,
http://pedagoguia.blogspot.com/2012/09/el-floron.html
Discriminar táctilmente
Además de las destrezas psicomotoras y sensoriales que cada juego infantil tradicional
desarrolla, también se fortalecen destrezas actitudinales que se repiten en cada juego y que
llegan a formar parte de la vida del niño con la práctica lúdica. Las destrezas actitudinales
que se evaluaron en cada sesión son:
Respetar turnos
Mostrar interés
Disfrutar de la actividad
37
Aceptar la derrota
Organizarse en el grupo
El asentamiento de su interés por otros niños y adultos con quienes se relaciona de manera
cotidiana
Fortalecimiento de su identidad
Resolución de conflictos
Psicomotricidad
La psicomotricidad pone de relieve las estrechas relaciones que unen las capacidades
psíquicas y motrices. Es una disciplina que toma en cuenta la concepción integral del
sujeto y se ocupa de la interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción, el
movimiento. Es de gran importancia para el desarrollo de la persona, de su corporeidad, así
como su capacidad para expresarse y relacionarse en el mundo que lo envuelve. En la
práctica psicomotriz se tratan el cuerpo, las emociones, el pensamiento y los conflictos
psicológicos, a través de las acciones de los niños, de sus juegos, de sus construcciones,
simbolizaciones, y de la forma especial de cada uno de ellos de relacionarse con los objetos
y con los otros. Consultado el 17 de Junio de 2013,
http://lema.rae.es/drae/?val=psicomotricidad
Educación Psicomotriz
“La educación psicomotriz puede ser definida como la educación del control que la mente
logra en base a la expresión motora, pues el uso del cuerpo, la experiencia de sensaciones,
la conciencia y el control de movimientos permiten a los niños alcanzar la representación
de su tronco y la imagen corporal que no poseían anteriormente” (Esparza & Petroli, 2004,
p.28).
Desarrollo Psicomotor
Designa la adquisición de habilidades que se observa en los niños de forma continua
durante toda la infancia. El desarrollo psicomotor es diferente en cada niño, pues depende
39
Juego
De acuerdo a Freud y Erikson, (citados por Santrock, 2006, p. 295) “el juego es una forma
especialmente útil de adaptación humana, ayudando a los niños a controlar la ansiedad y
los conflictos. Debido a que en el juego se alivian las tensiones, los niños pueden
sobrellevar los problemas de su vida. El juego les permite rebajar el exceso de energía
física y aliviar las tensiones acumuladas”.
Para Piaget (1962) (citado por Santrock, ob. cit.) “el juego permite a los niños practicar sus
competencias y adquirir habilidades de una forma relajada y agradable. Piaget pensaba que
las estructuras cognitivas necesitaban ser ejercitadas y que el juego era el marco perfecto
para este ejercicio”.
Aprendizaje
Se puede definir como aprendizaje al proceso proporcionado por la experiencia, la
instrucción o la observación del individuo, mediante las cuales se van adquiriendo
habilidades, destrezas y conocimientos que son de utilidad en todo desarrollo de la persona
(Rojas, 2001).
40
Habilidades Sociales
“Son un conjunto de competencias conductuales que posibilitan que el niño mantenga
relaciones sociales positivas con los otros y que afronte, de modo efectivo, y adaptativo,
las demandas de su entorno social” (Monjas Casares, 1998, p. 18).
Art. 27.- “La educación se centrará en el ser humano y garantizará su desarrollo holístico,
en el marco del respeto a los derechos humanos, al medio ambiente sustentable y a la
democracia; será participativa, obligatoria, intercultural, democrática, incluyente y diversa,
de calidad y calidez; impulsará la equidad de género, la justicia, la solidaridad y la paz;
estimulará el sentido crítico, el arte y la cultura física, la iniciativa individual y comunitaria
y el desarrollo de competencias y capacidades para crear y trabajar”.
El Plan Nacional para el Buen Vivir 2013 – 2017, plantea las “políticas de la primera
infancia para el desarrollo integral como una prioridad de la política pública, El desafío
actual es fortalecer la estrategia de desarrollo integral de la primera infancia, tanto en el
cuidado prenatal como en el desarrollo temprano (hasta los 36 meses de edad) y en la
educación inicial (entre 3 y 4 años de edad), que son las etapas que condicionan el
desarrollo futuro de la persona” (Ministerio de Educación, 2013, p. 5).
A partir de esto, la educación no es entendida como escolarización, sino más bien como un
proceso amplio de transmisión cultural, donde el aprendizaje de los niños no comienza
precisamente en el momento de entrar a la educación primaria, sino que empieza en el
mismo instante de su nacimiento. Más tarde, los diversos acuerdos y tratados celebrados en
diferentes ocasiones y lugares, reafirmaron la esencia de la atención temprana, en tanto que
es una medida necesaria y eficaz para optimizar el desarrollo de sus capacidades desde sus
primeros años de vida (Asociación Mundial de Educadores Infantiles, s. f.).
42
En el año 2002, la Asamblea General de las Naciones Unidas otorgó una Sesión Especial
para tratar los temas de la infancia, donde los dirigentes de todos los países del mundo se
comprometieron a formular y aplicar políticas y programas nacionales de desarrollo del
niño en la primera infancia para promover su desarrollo integral, es decir dándole atención
a los ámbitos: físico, emocional, social, espiritual y cognitivo, garantizando así un buen
comienzo de la vida de los niños (UNICEF, 2005).
Desarrollo Psicomotor
El desarrollo psicomotor permite la adquisición de habilidades que formarán parte de los
niños durante toda su vida, especialmente en la etapa de la infancia. Este desarrollo es
diferente para cada niño y está de acuerdo a sus características y desarrollo personal y
social. El desarrollo psicomotor corresponde tanto a la maduración de las estructuras
nerviosas, como al aprendizaje que el niño hace descubriéndose a sí mismo y al mundo que
lo rodea. Las habilidades que adquiere el niño se suelen repartir en varios campos:
desarrollo motor grueso, desarrollo motor fino, desarrollo sensorial, desarrollo afectivo
social y desarrollo cognitivo y del lenguaje (Narbona, 2011).
44
CAPÍTULO III
MARCO METODOLÓGICO
Investigación Correlacional
“Los estudios correlacionales miden las dos o más variables que se pretende ver si están o
no relacionadas en los mismos sujetos y después se analiza la correlación” (ob. cit.).
Investigación Documental
La investigación documental se orienta “hacia la búsqueda, registro, organización,
redacción y presentación de información proveniente de fuentes documentales” (s. a., s. f.,
p. 3). Esta investigación se apoyó en la recopilación de información, experiencias, estudios
y trabajos de diferentes autores que contribuyeron en la comprensión de la
psicomotricidad.
Investigación de Campo
“Se entiende como un proceso por el que el investigador va accediendo progresivamente a
la información fundamental para su estudio. En un primer momento el acceso al campo
supone simplemente un permiso que hace posible entrar en una escuela o una clase para
poder realizar una observación, pero más tarde llega a significar la posibilidad de recoger
un tipo de información que los participantes sólo proporcionan a aquellos en quienes
confían y que ocultan a todos los demás” (Cotrina, M., & García, M., s. f., p. 72).
En esta investigación se trabajó con un grupo de niños del Colegio Ecuatoriano Español
América Latina, en la ciudad de Quito. La población estuvo compuesta por un total de 22
niños que fluctuaron entre los 4 y 5 años de edad.
2. Desarrollo psicomotor:
- Destrezas físicas.- los niños desarrollaron nociones del esquema corporal y
lograron mayor control sobre su cuerpo.
- Destrezas sociales.- los niños aprendieron a relacionarse con sus pares y con los
adultos, en un ambiente adecuado de tolerancia y respeto.
- Destrezas emocionales.- los niños aprendieron a controlar y a expresar sus
emociones de manera adecuada, en medio de una convivencia armónica y pacífica.
- Destrezas de lenguaje.- a través de escuchar, los niños aprendieron a expresar frases
con sentido y con una vocalización correcta.
- Destrezas cognitivas.- a través de los diversos juegos, los niños aprendieron
vocabulario nuevo, números, los días de la semana, los colores, secuencias, el
ritmo, la melodía, etc.
47
3.8.1 CONFIABILIDAD
Tanto la observación como la entrevista son técnicas confiables y válidas dentro de un
proceso de investigación. La guía de observación fue realizada en base a las destrezas que
el colegio evalúa para este nivel, y que está acorde a la dinámica del juego. La entrevista
permite recoger información sobre “acontecimientos vividos o aspectos subjetivos de la
persona tales como creencia, actitudes, opiniones o valores en relación con la situación que
se está estudiando. Se utilizó una entrevista estructurada con una planificación previa. Las
entrevistas se realizaron directamente a los niños, a las profesoras y a la directora del nivel.
CAPÍTULO IV
4.1 LA INSTITUCIÓN
“El Colegio Ecuatoriano-Español América Latina es una institución que fue creada en
1989 bajo los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Su principal compromiso hacia
la comunidad es respetar las diferencias individuales y formar a la persona de manera
integral. Por consiguiente, cada estudiante se convierte en el centro sobre el cual enfocan
toda su atención, de manera que éste pueda desarrollar habilidades, aptitudes y actitudes
humanas, individuales y sociales, para que se sienta comprometido con el medio en el cual
se desenvuelve” (FUNLIF, 2012, s. p.).
4.2 TEMPORALIDAD
Las prácticas fueron realizadas durante los meses de marzo, abril y mayo del año 2013,
tres días a la semana, durante tres horas cada día. Con este tiempo, se logró realizar al
menos cuatro sesiones de cada juego, siendo la primera una oportunidad para evaluar las
destrezas con que contaba el grupo al iniciar la investigación. En la cuarta, o última sesión
se pudo evaluar cómo los niños habían evolucionado en la adquisición de dichas destrezas.
4.3 DESTREZAS
A partir de la información recogida, se presenta un cuadro general de las destrezas
actitudinales desarrolladas en todos los juegos. También se incorporan dos cuadros
correspondientes a las destrezas específicas de cada juego, uno con los resultados de la
primera vez que jugamos, y otro con los resultados de la cuarta vez que lo hicimos, para
poder así apreciar la evolución de los 22 niños en la adquisición de las destrezas durante el
tiempo que duró la investigación.
Cada vez que el niño alcanzaba el objetivo trazado para la actividad se le adjudicaba un
punto, tanto en la primera como en la última sesión. La sumatoria de los 22 niños en cada
juego, que son 8, nos da un total máximo de 176 puntos. Para obtener el porcentaje de
niños que alcanzaron la destreza, se planteó una regla de tres y de esta manera se obtuvo el
porcentaje de niños que lograron el objetivo.
51
Tabla No. 1
Análisis:
Como podemos ver en la tabla No. 1, a nivel general las destrezas de actitud que los niños
presentaron en el primer encuentro son inferiores en comparación al último encuentro,
donde se puede apreciar una adquisición casi del 100% por parte del grupo.
Destreza 1: En un inicio, el 90% de los niños comprendió y aceptó las reglas del juego; al
término de las prácticas, el 98% del grupo había adquirido la destreza.
Destreza 3: En el primer encuentro, el 91% de los niños respetaba turnos, pero al finalizar
las prácticas, el 99% del grupo lograba hacerlo.
52
Destreza 4: En la primera sesión, el 95% de los niños mostraba interés en el juego, pero en
la última, el 100% se mostraba interesado para jugar los juegos infantiles tradicionales.
Destreza 5: La primera vez, el 98% del grupo se relacionaba con sus compañeros. Y, la
última vez, el 100% se relacionaba entre sí. La evolución de esta destreza resulta
sorprendente cuando tomamos el caso de Robert y Vicente. Robert, de 4 años, es un niño
con discapacidad auditiva profunda que utiliza audífonos. Va tres veces por semana a
terapia del lenguaje. Y, Vicente es un niño de 5 años que tiene dificultades en el lenguaje a
nivel comprensivo y expresivo. Acude a terapia del lenguaje tres veces por semana. Tanto
Robert como Vicente solían jugar únicamente entre ellos, pero a lo largo de las prácticas se
les podía observar socializando con otros niños tanto dentro del aula como en el patio. Es
decir, que los juegos infantiles tradicionales, por su dinámica de fácil aplicación y
participación para todos los integrantes, ayudó a estos niños a adquirir destrezas sociales
que les permitieron desenvolverse a nivel social con sus pares, con mayor espontaneidad.
Destreza 8: El 92% de los niños colaboraba con el grupo en las primeras sesiones, y esta
destreza social fue alcanzada por el 99% de ellos en las últimas reuniones.
Destreza 10: El 88% de los niños lograba controlar sus impulsos en el principio, ya sea
inhibiendo el movimiento, o activando su cuerpo. Finalmente, los juegos permitieron que
el 99% del grupo controlara sus impulsos en las últimas ocasiones, cuando se mostraban
más atentos a las exigencias del juego, entregando toda su concentración.
Destreza 11: En la primera cita, el 85% se mostraba atento y concentrado, pero en las
últimas citas, el 99% de niños prestaba atención a la actividad y se concentraba para
realizar las indicaciones con mucho entusiasmo.
Destreza 12: El 94% se organizaba en el grupo durante las primeras sesiones, pero
finalmente, el 99% lograba interactuar dentro del grupo manteniendo el orden.
Destreza 13: El 93% de los niños se anticipaba frente a una situación específica en los
primeros encuentros, buscando posibles soluciones. Sin embargo, en la última sesión, el
99% del grupo había adquirido la destreza. Los juegos infantiles tradicionales permitieron
a los niños interactuar entre ellos en medio de escenarios que formaban parte de su vida
diaria. La observación y la imitación se convirtieron en puntos de partida de aprendizaje y
enriquecieron la experiencia debida de estos niños.
Destreza 14: El 94% de niños lograba resolver conflictos que se daban en las rutinas
diarias del grupo. Al final, se logró ver que el 100% resolvía conflictos de manera creativa
y adecuada. Las aproximaciones entre ellos, y las maneras que encontraban para solucionar
sus desacuerdos eran amigables. Las dinámicas que vivieron a partir de las actividades
lúdicas, ayudaron en este sentido.
Destreza 15: Durante las primeras reuniones, el 90% de los niños expresaba sus ideas. Sin
embargo, al finalizar la investigación se vio que el 100% de los niños afianzó esta destreza,
sintiéndose cómodo al expresar una idea, deseo, o necesidad. A Robert le tomó un poco
más de tiempo sentirse parte del grupo y adquirir confianza para compartir sus ideas con
todos, lo cual cambió al finalizar las prácticas. El gráfico nos revela que finalmente todos,
incluido Robert adquirieron esta destreza tan fundamental.
54
Análisis:
De los resultados obtenidos de la aplicación del juego “La Rayuela”, podemos observar
que el 100% de niños logró reconocer su ficha desde el primer encuentro, por ende, en la
última sesión, la práctica les permitió mantener esta destreza y afianzarla. Todos los niños
disfrutaban mucho de esta actividad y esperaban siempre repetir su turno para poder
hacerlo cada vez mejor.
Es muy importante recordar a Robert y a Vicente, quienes por sus características llamaron
la atención de la investigadora desde un inicio.
Análisis:
Como podemos observar, los datos revelan que el 100% de los niños cogían la ficha con
pinza y sin dificultad, tanto en la primera sesión como en la última. Lo importante es
resaltar este juego infantil tradicional como una herramienta que permite al niño seguir en
la práctica de su motricidad fina y gruesa para poder fortalecer la destreza conforme va
creciendo.
Análisis:
El 100% de los niños podía saltar con los dos pies sin ningún problema desde el primer
encuentro, cuando incursionaban en este juego.
Análisis:
Desde el primer encuentro, el 100% de los niños podían saltar con un pie dentro del juego.
Análisis:
Los resultados nos indican que la primera vez que jugamos a “·La Rayuela”, el 77% de los
niños lograba alternar debidamente saltos de una pierna a dos piernas. Sin embargo, la
práctica y repetición del juego nos permitió en la última sesión incrementar este porcentaje
a 95%, lo cual nos permite ver que este juego ayuda al niño a alcanzar la adquisición de
esta destreza.
Análisis:
Dentro del grupo de clase, el 100% de los niños discriminaba óculo manualmente desde la
primera vez que jugamos a “La Rayuela”.
58
Análisis:
En el primer encuentro el 82% de los niños podía lanzar la ficha calculando el espacio,
pues el resto o lanzaba muy fuerte o lanzaba muy suave. Sin embargo, en la cuarta sesión
el 100% de los niños podía calcular el espacio y la fuerza al lanzar su ficha durante el
juego.
Análisis:
Cuando jugamos a la rayuela por primera vez, el 36% de niños lograba coger la ficha sin
perder el equilibrio, pues el resto ponía sus manos al piso en el intento de no caer, sin
embargo, la última vez que jugamos el 100% de los niños logró coger su ficha
manteniendo el equilibrio.
“La Rayuela” nos permite ofrecer al niño una herramienta para que éste logre mantener su
equilibrio corporal.
Análisis:
Análisis:
Esta destreza resultó muy interesante desde la primera vez que jugamos a “La Rayuela”. El
50% de los niños saltaba de manera descoordinada y escapando de caer; sin embargo, una
vez que se familiarizaron con la dinámica del juego el 91% lograba saltar con mayor
equilibrio y coordinación. Es decir, que este juego posibilita al niño adquirir la destreza de
coordinación y equilibrio al saltar.
Análisis:
El 95% de los niños se ubicaba espacialmente cuando jugamos la primera vez. El otro 5%
se confundía a qué cuadro le tocaba saltar y se desubicaba en el mapa de “La Rayuela”. La
cuarta vez que jugamos el 100% de los niños comprendía la estructura gráfica del juego y
lograba ubicarse espacialmente.
Análisis:
El 95% de los niños se atrevió a jugar a “La Gallinita ciega”, la primera vez, con los ojitos
tapados y sentían mucha curiosidad y entusiasmo. Vicente disfrutaba de jugar mientras a él
no le tocaba el turno de ser “La Gallinita ciega”, pues no quería intentar jugar y caminar
con los ojos tapados. Sin embargo, al finalizar las sesiones de este juego, no solo se atrevía
a jugar con sus ojitos vendados, sino que además lograba disfrutar de la actividad.
Análisis:
El 100% de los niños discriminaba auditivamente desde el primer encuentro. Robert usa
unos audífonos que le permiten escuchar y participar de la actividad sin ningún problema.
Todos los niños caminaban hacia el lugar de donde provenía la voz. Robert también lo
hacía.
63
Análisis:
Todos los niños conocían perfectamente las nociones de espacio delante y detrás. Así,
cuando uno de los niños decía a “La Gallinita ciega” que avance hacia adelante o que vaya
atrás, todos podían seguir dichas direcciones con facilidad.
Análisis:
El 73% de los niños identificó la voz de sus compañeros la primera vez con los ojos
tapados, pero conforme las sesiones tomaban lugar, los niños se acostumbraban a escuchar
a sus compañeros con los ojos vendados y a reconocer su voz sin necesidad de verlos. Lo
64
que da cuenta que el grupo de trabajo era sólido y seguro, y demostraba una alta confianza
hacia el otro. Uno de los personajes claves en la construcción de esta confianza, sin duda
era la maestra.
Finalmente, el 100% de los niños logró reconocer la voz de sus compañeros en la última
sesión. Es decir, que la experiencia de escuchar mientras tenían los ojos tapados, les ayudó
a afianzar la destreza de reconocer y distinguir a la persona que habla, aún si no la están
viendo.
Análisis:
El 41% de los niños lograba identificar a quién habían atrapado la primera vez. En la
cuarta ocasión, el porcentaje incrementó a 100%, cuando todos los niños lograban
identificar a su compañero atrapado, sin verlo.
65
Tabla No. 18 (Se desplaza con sus ojos tapados con seguridad)
Análisis:
La primera vez el 86 % de los niños lograba desplazarse con sus ojos tapados sintiéndose
seguro. Pero la seguridad se fue afianzando aún más, en la última sesión, cuando todos
caminaban y jugaban con sus ojos tapados sin miedos y sin dificultad.
Análisis:
El 86% de los niños se movía coordinadamente mientras sus ojos estaban tapados. Robert
y Vicente caminaban con los ojos tapados de una manera no muy armoniosa, sin embargo
66
Análisis:
El 55% de los niños logró aprender y cantar la canción del juego en el primer encuentro,
aunque nunca antes habían escuchado la canción. Para el último encuentro, ya todos los
niños sabían y cantaban la canción de principio a fin, y disfrutaban al hacerlo.
67
Análisis:
Al inicio, el 59% de los niños seguía en orden al grupo mientras corrían en fila india. Al
término de las prácticas de “El Puente se ha quebrado” el 95% de niños se organizaba ya
de mejor manera y permanecía de forma ordenada en la fila india.
Análisis:
En la primera sesión, el 82% de los niños elegía autónomamente las opciones. Muchos de
ellos recibían la influencia de su amigo, y se mostraban indecisos al momento de optar por
68
una fruta. En la última sesión, todos los niños podían decidir y elegir una fruta, sin mirar al
compañero.
Análisis:
El 100% de los niños tenía control tónico y equilibrio para vencer al equipo opuesto desde
la primera vez que jugamos.
Análisis:
El 100% de los niños conocía e identificaba la noción de espacio dentro y fuera desde el
primer encuentro.
Análisis:
El 91% de los niños conocía y cantaba la canción en la primera vez que jugamos al “Lobo
feroz”. En la cuarta sesión, todos conocían y cantaban la canción. Es decir, que, además de
aprender la canción, este juego permitió a los niños fortalecer su memoria.
70
Análisis:
El primer gráfico nos demuestra que el 86% de los niños corría manteniendo el equilibrio,
desde la primera vez. Pero, en el segundo gráfico podemos ver cómo los niños pudieron
correr de manera equilibrada en el último encuentro.
Análisis:
Ambos gráficos nos revelan que todo el tiempo, el 100% de los niños, relataba actividades
de rutina y en secuencia con naturalidad.
71
Análisis:
El primer gráfico nos indica que en un inicio el 95% de los niños permanecía en ronda
cantando y girando con manos tomadas. El resto de niños se distraía en la ronda y halaba o
empujaba a sus compañeros. Sin embargo, al terminar las sesiones de este juego, todos los
niños habían comprendido la dinámica del juego y cantaban y giraban en ronda, tomados
de las manos de sus compañeros, siguiendo el ritmo del grupo y sin romper la coordinación
que el juego esperaba de ellos.
Análisis:
Los gráficos nos muestran que el 100% de los niños corría para no ser atrapados por “el
lobo” desde la primera vez.
Análisis:
Desde siempre, todos los niños disfrutaban mucho de representar a este personaje, en todo
momento.
Análisis:
El 100% de los niños se mostraba emocionado y entusiasmado cada vez que jugábamos.
Ya sea con gritos, risas y saltos o brincos, su cuerpo expresaba emoción y alegría. Este es
un juego que los dejó encantados desde el principio. Resultaba notoria la manera en que
desfogaban en este juego toda su energía y su necesidad de moverse.
Análisis:
Como podemos observar en los gráficos, el 100% de los niños bailaba alrededor de las
sillas al escuchar la música, y se detenían cuando la música paraba de sonar, tanto en la
primera sesión como en la última. Lo interesante de este juego, es que desde el primer
encuentro los niños se mostraban muy entusiasmados al moverse a través del baile. Se
notaba que todos ellos habían tenido una experiencia previa. Todos pasaban con mucha
curiosidad cada vez que les tocaba ponerse frente al espejo, y se fijaban en sus
movimientos con mucha atención.
Además, no se puede dejar de mencionar el ambiente de camaradería que este juego nos
proporcionaba.
74
Análisis:
En el primer encuentro, el 73% de los niños realizaba sus movimientos con armonía,
mientras que el resto se limitaba a correr y a saltar. Sin embargo, ya hacia la última sesión,
todos los niños bailaban con armonía, aunque no siempre de manera rítmica, pero ya todos
escuchaban la música y realizaban movimientos con su cuerpo mientras giraban alrededor
de las sillas, sin necesidad de correr y saltar por saltar.
Análisis:
Desde un inicio todos los niños discriminaban auditivamente al practicar este juego. El
100% de los niños escuchaba el comenzar de la música y empezaba a bailar, y se detenían
al escuchar que la música se detenía.
Análisis:
En la primera sesión, se pudo observar que el 95% de los niños se mostraba animado a
competir y ganar. En este juego particularmente Robert no se mostraba muy interesado en
competir como lo hacía en el resto de los juegos. Pero ya en la última sesión, al sentir más
confianza para bailar y al ver bailar a sus compañeros, comenzó a demostrar interés por
competir e intentó conseguir una silla de manera rápida para no ser descalificado.
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Análisis:
En el primer encuentro, el gráfico nos revela que el 82% de los niños escuchaba de manera
atenta cuando su compañero le transmitía el mensaje. Al finalizar las sesiones de este
juego, el 95 % de los niños logró escuchar de manera atenta el mensaje. José Antonio, un
niño de 4 años, en la mayoría de los encuentros se mostraba muy distraído en este juego y
se limitaba a oir a su compañero y transmitía el mensaje de manera apurada e imprecisa,
sin ningún reparo en constatar si el mensaje era correcto.
Análisis:
El primer gráfico nos muestra que el 91% de los niños lograba memorizar frases cortas
desde el inicio, mientras que el segundo cuadro nos revela que el 95% logró memorizar
frases cortas en la última sesión. José Antonio no manifestaba interés en escuchar el
mensaje y por eso no lo memorizaba. Su mayor interés era más que todo escuchar y
transmitir el mensaje de manera rápida, aunque la frase que memorizaba no era la correcta.
Análisis:
El 77% de los niños pronunció fluidamente y de manera clara las palabras la primera vez
que jugamos “El Teléfono Dañado”. En la última sesión de este juego, el 95% logró
afianzar esta destreza. Vale mencionar que Robert, aunque recibía el mensaje claro, y
lograba transmitirlo de manera correcta a sus compañeros, no tenía una adecuada
pronunciación de las palabras, por su problema auditivo, pero ciertamente en la última
sesión lo hizo mejor que en la primera, lo cual quiere decir que este juego infantil
tradicional facilitaría a los niños la adqusición de la destreza de pronunciar clara y
fluidamente las palabras.
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Análisis:
La primera vez que jugamos al “Teléfono dañado”, el 82% de los niños transmitió el
mensaje correctamente. Pero al finalizar los encuentros de este juego, el 95% de los niños
habían logrado adquirir esta destreza. Como podemos observar, éste es un juego que
permite desarrollar en el niño una correcta captación y transmisión de un mensaje.
Análisis:
Como podemos ver, el 100% de los niños identificaba los animales desde el primer
encuentro, teniendo un buen entendimiento de los papeles que desempeña cada animal, y
que es el gato quien se come al ratón, es decir, que el primero es más fuerte y que el
segundo está en peligro.
Análisis:
En el primer encuentro únicamente el 45% recitaba las frases del juego. Sin embargo, en el
último encuentro, podemos ver que el 100% de los niños recordaba y recitaba las frases
que conforman el juego. Es decir, que además de beneficiar nuestra parte motora, “El gato
y el Ratón” es un juego que estimula la memoria del niño, permitiéndole recordar y recitar
frases.
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Análisis:
El 100% de los niños reconocía y comprendía las nociones espaciales dentro-fuera desde el
inicio.
Análisis:
Al observar el primer cuadro podemos advertir que en un principio el 95% de los niños
corría con equilibrio y seguridad. En los primeros encuentros, Robert corría lentamente,
como con temor de caerse, y ciertamente, lo hacía con poco equilibrio. Sin embargo, al
finalizar las prácticas de este juego, Robert corría de manera más veloz, sin caerse y sin
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miedo de caer. Se podía apreciar un verdadero entusiasmo y placer al ver a Robert correr
por el patio con mayor seguridad.
Análisis:
Desde el inicio todos los niños coordinaban sus brazos dentro de la ronda. Ya sea para
alzar los brazos para que el ratón pueda salir de la cueva, o para cerrarlos si se trataba de
no dejar entrar al gato en la guarida.
Análisis:
El 64% de los niños logró interpretar la canción al término de la primera sesión, pero en la
última reunión ya todos interpretaban la letra de manera completa y clara. Al principio,
este juego causaba un poco de confusión a algunos niños, cuando “El Florón” aparecía en
otras manos que no eran de la persona que antes lo tenía.
Análisis:
El 100% de los niños discriminaba táctilmente desde la primera sesión. A todos les
resultaba muy natural sentir “El Florón” una vez que había sido depositado en sus manos
de manera secreta.
83
Análisis:
El 36% de niños observaba atentamente a la persona que tenía “El Florón” en sus manos,
siguiéndole la pista para ver en qué manos iba a depositarlo al terminar la canción. Una vez
que los niños se fueron familiarizando con la dinámica del juego, 95% de los niños logró
observar fijamente a quien tenía “El Florón”. Vicente fue el único niño que al finalizar las
prácticas no se mostraba atento a la persona que protagonizaba el juego en ese momento.
Análisis:
El 100% de los niños contaba con control tónico y podía mantener sus manos juntas
escondiendo “El Florón” entre ellas. Además también disponía de control tónico al
momento de soltar la moneda para que caiga secretamente en otras manos.
Análisis:
El 36% de los niños pudo adivinar quién tenía “El Florón” desde la primera vez que
jugamos, y al finalizar las prácticas de este juego, aunque la mayoría se fijaba atentamente
en quién tenía la moneda, sólo el 77% de niños logró adivinar en qué persona había sido
depositada.
El grupo con el que se trabajó está conformado por 22 niños muy hábiles con su cuerpo.
Llamó la atención su desarrollo en habilidades sociales y su apretura y alegría para trabajar
con una persona a la que no habían conocido antes. Adquirieron muchas fortalezas con la
práctica de los juegos tradicionales, sobretodo, una socialización más fuerte y segura, y un
lenguaje corporal que expresaba mucho.
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En esta sección se ha privilegiado algunas de las respuestas obtenidas a las preguntas que,
a través de entrevistas, fueron realizadas a los niños, a las profesoras, y a la directora de
nivel de la institución en donde se realizó la investigación. Estas respuestas son las que
más influyeron y conmovieron a la investigadora, y por eso han sido transcritas. El pautado
completo de preguntas consta en el anexo 3, 4 y 5 respectivamente, de este trabajo. Los
videos de las entrevistas realizadas están en el cd adjunto a la investigación.
Entrevista a Niños
“En mi casa juego con mi papi y mi ñaño a la cocinera y acaricio a mi perrito, y también
en la escuela juego a la gatita.” “Cuando juego siento que estoy feliz y me río mucho”
“Me gusta jugar al Gato y el Ratón porque siento que hago buen ejercicio.” Juli (4años)
“Me gusta jugar al teléfono dañado porque tengo que decir en secreto, y al florón porque
también guardo el secreto.” Pedro (5 años)
“Cuando acabo de jugar siento que quiero jugar mucho más.” “Me gusta jugar a la
gallinita ciega cuando te tapan los ojos.” “Cuando trabajo dentro del aula siento que
estoy en una jaula encerrada.” Ana (5años)
“Cuando estoy jugando siento que estoy feliz.” “Me gusta jugar al lobo feroz porque hay
que atrapar a todos.” José Antonio (4años)
“Cuando estoy jugando siento que estoy cansada y feliz.” “Me gusta jugar a la gallinita
ciega porque me tapan los ojitos y hay que correr y correr.” Thais (4 años)
Comentario:
Como se puede observar, las voces de los niños expresadas a través de los comentarios
transcritos anteriormente, expresan sentimientos de alegría y satisfacción cuando se
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refieren al juego. Todos los niños entrevistados sienten felicidad al jugar, al correr, al estar
en constante movimiento.
Era notoria la alegría de los niños en cada una de las sesiones en que nos reuníamos para
compartir los juegos infantiles tradicionales. Todos expresaban su deseo por jugar su juego
favorito. También se podía observar la interacción que se daba al interior del grupo a partir
de las diferentes personalidades y temperamentos. Lo más importante fue el
fortalecimiento de la relación de amistad entre todos.
Al jugar, la mayoría siente que su cuerpo se ejercita y que está trabajando. Nadie quiere
parar o cambiar de actividad. Lo más notorio al realizar las prácticas, era la sociabilidad de
los niños. Había respeto, se esperaba el turno, se aceptaban las normas, se seguía un orden
dentro del juego, y cuando era el caso, se aceptaba la derrota.
“El movimiento es fundamental para el desarrollo integral del niño y para aprender.”
“Después de la hora de prácticas los niños regresan más tranquilos; el juego es una forma
de relajarse, de aprender, de motivarlos, están felices, y con la inquietud de volver a
repetir el juego.” “En el juego tienes reglas que aprender, y respetar las diferencias
existentes con otros niños, respetando los diferentes ritmos.” “A través del juego el
niñoaprende valores como compartir y respetar.” “Con la educación integral se toma al
niño como un ser humano completo: biológico y psicosocial.” “Todos los seres humanos
somos seres emocionales.” Rocío (profesora)
“Los niños aprenden a través del movimiento.” “Cuando los niños regresan de las
prácticas de juego los noto que vienen más compenetrados entre ellos, con más empatía, y
más relajados, mentalmente más dispuestos a comenzar actividad de mesa.” “Es
importante contar con una guía de juegos infantiles tradicionales para la planificación
curricular.” “El juego es fundamental para alcanzar la inclusión.” “Los otros niños
aprenden a aceptar y a ser solidarios con los niños que tienen necedidades especiales a
través del juego.”Con el juego tradicional los niños aprenden a ser más tolerantes y
resolver conflictos de forma grupal.” “El juego crea el vínculo de la amistad.”
Estefania (profesora)
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Martha (directora)
Comentario:
Resultó muy gratificante el conocer la opinión de las profesoras acerca del comportamiento
y actitud madura y relajada de los niños al regresar a clases luego de la práctica de juegos
tradicionales. Como podemos observar en estos comentarios, y en los cds con las
entrevistas a cada una, las profesoras de la institución consideran el juego como una
herramienta de aprendizaje, en primer lugar a nivel de conocer su propio cuerpo y adquirir
destrezas psicomotoras, y en segundo lugar, a nivel social, para aprender diferentes valores
que permiten una convivencia pacífica.
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CAPÍTULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
CONCLUSIONES
Los juegos infantiles tradicionales tienen una influencia positiva dentro del
desarrollo de las habilidades sociales. Como se pudo comprobar en esta
investigación, a partir de la práctica rutinaria de los juegos tradicionales, los niños
aprenden a compartir, a aceptar reglas, a respetar turnos, a formar equipos, a ser
solidarios, a usar su creatividad e imaginación, a aceptar la derrota, a controlar sus
impulsos, a expresar sus ideas, y a resolver conflictos de manera creativa y
adecuada.
Los juegos tradicionales son beneficiosos para el desarrollo psicomotor de los niños
y constituyen también una fuente de riqueza cultural. Muchos de estos juegos están
desapareciendo y son de gran utilidad para el desarrollo psicomotor, tal como esta
investigación lo ha demostrado.
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El ser humano es un ser social que logra resolver sus necesidades básicas cuando se
relaciona con los demás. Desde esta perspectiva, la psicomotricidad entiende al
cuerpo como el espacio donde se producen las vivencias de cada niño con respecto
a sí mismo y con los demás, conectando así lo corporal con lo expresivo.
Los juegos infantiles tradicionales pueden ser utilizados por las instituciones
educativas, con los niños, para alcanzar objetivos a nivel cognitivo, motriz, social y
emocional.
RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA
Montañés, J., Parra, M., Sánchez, T., López, R., Latorre, J., Blanc, P., Sánchez, M.,
Serrano, J., & Turégano, P. (s. f.). El juego en el medio escolar. Castilla:
Universidad de Castilla-La Mancha.
Pérez, J. (s. f.). Psicología del desarrollo en la edad infantil. España: Universitat de
les Illes Balears.
Pérez, R., & IdeasPropias. (2004). Teoría y praxis del desarrollo psicomotor en la
infancia. España: IdeasPropias.
Rojas, F. (2001). Enfoques sobre el aprendizaje del humano. [En línea], extraído de
http://ares.unimet.edu.ve/programacion/psfase3/modII/biblio/Enfoques_sobre_el_a
prendizaje1.pdf
ANEXOS
ANEXO 1.
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ANEXO 2.
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100
101
ANEXO 3
La presente entrevista tiene como finalidad conocer qué sienten los niños respecto al juego.
La información recabada se utilizará para el desarrollo del tema de investigación:
“ESTUDIO DE JUEGOS INFANTILES TRADICIONALES DIRECCIONADOS A
POTENCIALIZAR EL DESARROLLO PSICOMOTRIZ EN NIÑOS PREESCOLARES”.
ANEXO 4
11. ¿Qué piensa acerca del aprendizaje en espacios abiertos, fuera del aula?
12. ¿Dónde piensa usted que puede ofrecer a los niños mayor capacidad de
movimiento, expresión, emoción, aprendizaje? ¿Por qué?
13. ¿Cree usted que los momentos de receso y recreación deberían ser más cortos o
más largos? ¿Por qué?
14. En su opinión, ¿Cómo puede el niño reconocer, expresar y canalizar sus
emociones?
15. ¿Cómo piensa usted que el niño puede lograr la canalización de sus emociones a
través de las horas de juego?
16. ¿A qué le da más valor usted: al aprendizaje de temas cognitivos o a las
necesidades emocionales del niño? ¿Por qué?
17. ¿Conoce usted una actividad mediante la cual los profesores de preescolar pueden
identificar los intereses, fortalezas y debilidades del niño para luego apoyar aquella
área en la que el niño se siente a gusto y se destaca?
18. En su experiencia, ¿qué enseñanzas le ha dejado el utilizar el juego tradicional
como un medio para enseñar a los niños?
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ANEXO 5
ANEXO 6