Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Habitándome
Desde que a los nueves años llego el ciclo lunar de la fertilidad a mi vida todo adquirió
una dimensión diferente. Mientras escribo estas líneas pienso en algo que leí de poesía
asquienta hace un rato, pues ese periodo de vida llamado adolescencia encarna el género
literario de la putrefacción inmediata. No puedo evitar odiar las creencias que
infundieron en mi las novelas y los muchos preceptos del amor.
Desde que tuve mi primera relación afectiva pude comprender la falsedad del asunto.
No podría enumerar en la mano los múltiples intentos por encontrar eso que prometían,
tampoco tuve quien me explicara de que se trataba toda la calumnia de la infancia.
En frente de la iglesia me encontrado con H, sus nombres no los utilizo por que no
quiera, es porque simplemente mis neuronas no registraron tanto sexo masculino.
H aparentemente se demuestra interesado por saber quién soy, finjo querer que me
conozca para intentar hacer un poco más amena la hora de tiempo que me ha pagado
para dopar su triste realidad a través del orgasmo. Finalmente ya me encuentro haciendo
lo que tengo que hacer, no imagino cuanta resistencia mental he construido para
convencerme de la ilusión de no pensar ni sentir. Me encuentro en ese instante como
una vaca muerta con curvas mirando el techo, pensando cuando va acabar. He vivido
este instante de sentirme el objeto masturbattorio perfecto que es como lavarme los
dientes.
He podido salir viva del hotel no me encontré con ningún sádico, pervertido o asesino.
Simplemente son hombres frustrados desesperados por la vida que llevan, a veces
inclusive creo que pagan por ser escuchados más que por ser complacidos.
Han pasado dos años ahora me encuentro en una casa sin baldosa , tomando vino y otras
cosas más, he estado follando en frente de la puerta y he observado algo de luz debajo
de la misma, han pasado dos días y he perdido la noción del tiempo y el espacio. No
puedo dormir por el polvo, he mirado el retrato de mi cumpleaños, he sentido deseos de
llorar, realmente en ese instante lloro. Me doy cuenta de que existo.
He tenido una cita con ella, me ha hablado de su vida. Mientras tomábamos té abrió tan
de cerca sus yagas que me parecía increíble conocer su historia me ha mostrado su casa,
ella la ha divido en tres pisos. Pensamientos, sentimientos y emociones. Me ha contado
que hay algo llamado conciencia que toca la puerta a través del dolor y solo cuando se
abre la puerta para que entre al actuar en coherencia toda a casa se puede llegar al
estado de plenitud en el que se encuentra.
Han pasado varios años, las palabras de esta dama se han incrustado en las columnas y
en el cemento de mi interior. Me he preguntado donde quiero vivir. He empezado por
escribir, así me he estado escuchando, es algo extraño verme como otro sujeto, pensar
que no soy lo que pienso ha revolucionado mi existencia. He realizado una gran
inversión, me he tatuado los ovarios para no olvidarlo.
Hoy he podido levantarme en el bullicio de la ciudad, el humo de los carros, los gritos
del verdulero y los llantos del bebe vecino. Abro mis ojos con la cara de que ha llegado
otro día más en un lugar donde no quiero estar, cierro los ojos y hago un respiro
profundo, imagino el sonido del mar, siento olores a jazmín y escucho el sonido de las
guitarras.
Coloco los pies sobre el húmedo piso, siento repudios de tocarlo. El don del
pensamiento y la conciencia de la pregunta sin respuesta. Que sería de mí sin el arte,
que sería de mí sin la inspiración imaginaria que me traslada a otros mundos que no
tiene por nombre tierra.
En la tarde he escuchado una mujer que canta desde las entrañas, mirar su rostro es ver
la amalgama de sentimientos profundos del alma. No contemplo un mundo sin alma, un
mundo sin sentir. Posiblemente eso me lleva por algunos días a mundos que
psiquiátricamente serian diagnosticados, cosa que nunca me he interesado por oír. Mi
diagnostico me lo hago yo a través de la escritura continua en mi habitación.
Podría decir que estar con ella es agradable, es una exploradora de aventuras con ganas
de transformar el mundo, siente alientos y ganas de vivir, disfruta de las risas, de las
imágenes que se capturan en el tiempo. Goza de las melodías, se sumerge en sus
sentimientos, con los ojos rojos, respira, le late el corazón, siento que los sueños se
hacen realidad, es una canceriana de zodíaco Le gustan las margaritas, los gatos a media
noche. Disfruta de los textos. Sin rumbo anda y divaga. Se considera prospera y
abundante, es 8 en numerología.
Siempre anda buscando fabulaciones, imaginaciones que hagan de su mundo una vita
agradable de habitar.
Baila en la noche rasgando las paredes, evapora, esfuma, se convierte en todo. En ese
instante no tiene miedos, abre los ojos reconociendo esta ilusión llamada vida. Acepta el
amor como única realidad. En ese instante no tiene miedo, tiene algo en el vientre que le
inspira divinidad. Es la esperanza de muchas.
Es dadora de vida, bella, así sin telarañas es imagen cristal de la vida misma, es
escultura de sus propias realidades, se puede tertuliar con sus pensamientos toda una
vida, es desmesurada, despeinada, ella ama sin medida porque sabe que el amor es a
vida misma.
Se mantiene en pie fluyendo, sintiendo, acompañándose, tan acogedora tan ella, que
continua da a día sin abandonar por la fidelidad que le tiene a su ser.
Es así como hago resistencia, una resistencia que tiene y debe ser expresada. A este tipo
de personalidad es necesario liberarla. En el caso de no hacerlo equivale a albergar la
enfermedad manifestándose dentro del cuerpo. Creo en mi manera de sentir lo que
pienso. Encontrar la coherencia en la incoherencia es un reto diario, un reto de instante a
instante.
Es increíble ver como el entorno se encuentra amenazado ante el hecho de que una
mujer decida desde su fuerza y construcción moral, Parecen arraigar el odio profundo de
ver a alguien libre. Hoy mi jefe me llama para decirme que no se comunicarme. Es
inevitable no entrar en rutinas de pensamientos bajos, bajando la energía creadora.
Cada chispita de vida está ahí, tratando de encenderse, vibrar escribo para hacer
homenaje a mi casa. Para reconocer como se construyeron mis habitaciones, como
algunas las apagu