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RELACIONES DE LO FISICO CONCLUSION. Pondré fin A esta difusa Memoria , haciendo presente que las sensaciones, necesarias para adquirir ideas, esperimentar afectos, formar voluntades , en una palabra para existir, lo son en diferentes grados , segun las disposiciones primitivas , 6 los habitos privativos de cada jndividuo ; quiero decir, que el uno tiene precision de recibir muchas, 6 de recibirlas fortisimas y vivisimas; que el otro no puede digerir, ea algun modo, sino poguisimas, 6 no las soporta mas que muy lentas y ménos declaradas. Lo cual depende del estado de Jos organos, de la fuerza 6 debilidad del sistema nervioso, pero mas especialmente del modo suyo de sentir. Las sensaciones gustosas son las que la natura- Jeza nos brinda 4 buscar; brindandonos la mis- ma igualmente 4 buir de las del dolor. No es necesario sin embargo creer que las primeras sean ililes siempre, Y las segundas perjudiciales siempre. El habito del gusto, aun cuando él no liega hasta el grado de desfigurar directamente Jas fuerzas, nos hace incapaces de soportar las repentinas nudanzes que los acasos de la vida pueden acarrear. El dolor, por su parte , no da gnicamente lecciones utiles, sino que tambien. contribuye varias veces 4 forlalecer todo el Biblioteca Nacional Digital de México IB UNAM Y MORAL DEL HOMBRE. 65 cuerpo: 6 imprime mas estabilidad , equilibrio, y firmeza en los sistemas nervioso y muscular. Pero para esto, es necesario siempre que se siga al dolor una proporcionada reaccion, y es ne- cesario que la naturaleza vuelva 4 levantarse con vigor tras el golpe. De este modo la desgracia moral aumenta la fuerza del alma, cuando no lle- ga hasta el punto de abatirla. No se limita ella 4 hacer ver los hombres y cosas bajo unos mas reales aspectos ; sino que tambien eleva y templa el valor, en el que podemos hallar, cuando sa- bemos valernos del recurso suyo , unasilo seguro contra los males de la suerte humana. aa CUARTA MEMORIA. Dei influjo de las edades sobre las ideas y afectos morales. INTRODUCCION. Topo esti en movimiento incesantemente cnla naturaleza; y todos los cuerpos se hallan en una coatinua fluctuacion. Los elementos suyos se combinan y descomponen; se revisten sucesiva-~ mente de mil formas pasageras; y estas trans- formaciones, necesaria consecuencia de una accion que no se suspende nunca, renuevan al- Crate tee Cee coe ute 66 RELACIONES DE LO FISICO ternativamente las causas suyas, y conservan la eterna juventud del universo. Por poco que se reflexione en ello, es facil de ver que todo movimiento acarrea 6 supone destruccion y reproduccion ; que las condiciones de los cuerpos que se destruyen y renacen, de- hen mudarse 4 cada instante; que ellas no pue- den mudarse, sin grabar nuevos distintivos en los fendmenos correlativos suyos; que ultima- mente, sinos fuera posible sefalar distintamente todas la cireunstancias de aquellas sucesivas fases que los diversos seres recorren , el grande enigma de su naturaleza y existencia se hallaria quizas al cabo bastante completamente resuelto, aun cuando la existencia y naturaleza de los elementos suyos hubieran de permanecer para siempre cubiertas de un impenetrable velo. gi. La dnracion de la existencia de los diferen- tes cuerpos , bajo la forma que les es propia, ¥ fas caras incesantemente nuevas que ellos deben tomar, depénden sin duda de los materiales cons- titutivos suyos, pero ellas dependen todavia mas de las circunstancias que dirigen la formacion de estos cxerpos. Parece que estas circuns- tancias y la serie de operaciones que ellas oca- sionan , desfiguran considerablemente los ma- teriales mismos; y en el modo de modificarlos Eee Cea eet Cusco EL. me Y MORAL DEL HOMBRE. 67 ellas consiste verisimilmente el principal arti- ficio de la naturaleza. Cuando echamos una ojeada realmente ob- seryadora sobre aquella inmensa yariedad de combinaciones , que el moyimiento reproduct yo modifica , reconocemos bien presto que cier- tas operaciones, mas 6 ménos generales > las reducen todas 4 algunos puntos comunes, y que las distinguen y clasifican ciertas diferen- cias esenciales y constantes. Las composiciones y descomposiciones de los cuerpos, que pueden llamarse quimicas, sehacensegunleyes infinita- mente ménos simples que las de la atraccion de las masas mayores; los seresorganizados existon y se conservan segun leyes mas sabias que las atracciones electivas; y del vegetal al animal, aunque dmbos obedecen 4 unas fuerzas que no son propiamente mecanicas ni quimicas, hay todavia unas diferencias tan generales y sefiala- das, que parece que la naturaleza misma las habia distinguido en las pinturas de la ciencia : finalmente, entre uno y otro vegetal , entre uno yotroanimal, se descubren diferencias y gra- dos que no permiten confundir los seres que sus principales caractéres colocdron en la mas proxima vecindad. Aun en las plantas, cuya organizacion es la mas tosca 6 sencilla, se notan ya fuerzas escla- sivamente propias de los cuerpos organizados ; Biblioteca Nacional Digital de México IB UNAM 68 RELACIONES DE LO FISICO y en los productos de las diferentes partes de estas plantas, se advierten muchos distintivos caracteristicos absolutamente agenos de la na- turaleza animal. Varios animales, cuya orga- nizacion parece apénas bosquejada, presentan sin embargo, en este estado informe, ciertos fendmenos 6 resultados particulares que no per- tenecen mas que 4 la naturaleza sensible. La goma 6 mucilago comienza 4 manifestarse en los vegetales. Al pasar el mucilago 4 los ani- males que viven de yerbas, granos 6 frutas , y de que él forma el verdadero, 6 Alo ménos el principal alimento, esperimenta un nuevo gra— do de elaboracion : se transforma en gelalina, en jugo mucoso, en linfa coagulable y fibrosa. El mucilago, con la accion de las venas de las plan- tas, con la mezcla del aire y otros gases (1), en una palabra, por efecto de aquella serie de fe- ndmenos comprendidos bajo el nombre de ve- getacion, se hace capaz de organizarse , desde luego en tejidos esponjosos, despues en fibras lefiosas,, corteza, hojas , elc. ; elaborada en di- ferentes grados la gelatina en las operaciones que (2) No hablo aqui de los gases , y el mucilago mismo no es verisimilmente mas que un producto particular de ellos ; pero sn formacion, combinaciones, y modo de con/ucirse en los cuerpos organizados , no nos son todavia bastante co- nocidos , para que podamos unir estos diversos fendmends 4 unos principios generales y constantes. Seen Cea eet onto Le. me ee Y MORAL DEL HOMBRE. 69 constituyen la vida animal, se organiza al prin- cipio en tejido celular, despues en fibras vivien- tes, vasos, partes dseas ; de modo. que al lado de un fendmeno vegetativo , podriamos colocar casi siempre el fendmeno analogo que la anima- lizacion presenta. Examinando el mucilago, se ve que él tiene, por la naturaleza suya, una fuerte tendencia 4 la coagulacion. Luego que elagua, que le tiene tan facilmente disuelto y suspendido entre las moléculas suyas, llega 4 faltarle , seaproxima y condensa. Si la disipacion del agua se: verifica de un modo rapido, el residuo mucoso no forma mas que un magma confuso y sin regularidad. Pero cuando el mucilago pierde la superabun- dante humedad por medio de una gradual eva~ poracion , se descubren acd y alld en su seno estrias prolongadas que se cruzan; y no se tarda en echar de ver, que multiplicandose y juntan- dose estas estrias, transforman la mezcla en on cuerpo bastante regular dividido por léculas 6 rayos , cuyas transparentes membranas pueden descubrirse facilmente con el microscopio. Estos sen los primeros materiales del vegetal. Si se observa ahora Ja gelatina en circuns- tancias analogas , se vera que la tendencia suya 4 coagularse es todavia mas fuerte que la del mucilago. Gombinada , 6 simplemente mezclada conla fibrina (la cual misma no es mas que una Am Biblioteca Nacional Digital de México IB UNAM 70 RELACIONES DE LO FISICO de sus nuevas formas), se organiza directamente en fibras , mas 6 ménos tenaces, segun la tem- peratura mas 6 ménos elevada que produce la evaporacion de la superabundante humedad suya; yel entretegimiento suyo, harlo parecido en la apariencia al de los filamentos mucilagi- nosos, es tanto mas regular, cuanta mas lenti- tud y deseanso reinan en la direccion de Ja es- periencia. Estos son los primeros materiales del animal. Hemos dicho que los productos vegetales tie- nen unos caractéres que no se hallan en el reino mineral; y que los productos de las materias animales difieren esencialmente de los de las partes suministradas por las plantas. Las diver- sas combinaciones de los gases esparcidos en el seno de la naturaleza , y la produccion de otros particulares que segun visos resultan del pro- greso delos cuerpos orginicos, delerminan segun visos tambien semejantes diferencias. Debemos observar sin embargo que en algunas planias , cuyo sabor picante y vivo agrada generalmente 4 los animales, y que pueden servirles de utiles remedios en los casos de debilitacion de las fuer- zas asimiladoras , se descubren ya algunos vesti- gios del gas, cuya formacion es mirada como esclasivamente propia de ellos; gas que la des- composicion separa en tan grande abundancia de la intima estructura de sus partes, En otros Biblioteca Nacional Digital de México IB UNAM Y MORAL DEL HOMBRE. 74 vegetales , 6 mas bien en las semillas suyas, de que los pueblos ciyilizadossacan una grande parte del alimento suyo, la quimica demosiré la exis- tencia de un gluten, que se aproxima singular- mente 4 la fibrina animal. Despojado semejante gluten de una amalgama puramente gomosa , 6 almidonada, que le encubre, penetra y divide, presenta el aspecto de una membrana animal arrugada y fluctuante; sus tenaces fibras se pres- tan 4 todos los esfuerzos, obedecen 4 la mano, y se alargan sin dificultad; yueltas a si mismas , sc encojen vivamente , y tomande nuevo la primera forma suya: finalmente, para completar la seme- janza, contraen ellas en poco tiempo el olor propio de los destrozos de los animales , y la qui- mica saca de ellas el mimo gas. Pero estas obser- vaciones que es absolutamente necesario tener presentes , no impiden que puedan distinguirse siempre los materiales (1) y productos anejos 4 estas dos diyisiones mayores de los cuerpos or- _ ganizados : reunidas con algunos visos, no por ello estan ménos separadas una y otra con esen- ciales distintivos, aunque por olra parte estos puntos de contacto, si pueden multiplicarse por el observador entre el vegetal y mineral, (1) A Jo ménos los materiales que se sacan de estos mismos cxerpos descompuestos, y que hemos podido sujetar 4 regula~ res observaciones, 4 esperiencias metédicas y concluyeu- ter. ee ec On nce Rue 72 RELACIONES DE LO FISICO deben servir algun dia quizas para desencerrar el misterio de la organizacion. El mucilago tiene pues la propiedad de con- densarse, y formar fibras mas 6 ménos firmes 6 flexibles , segun la circunstancia en que él se encuentra : la gelatina y fibrina animales tienen la propiedad de formar fibras y membranas de una tenacidad, elasticidad y flexibilidad mucho mas notables y constantes todavia. No hay sin embargo una planta en la gota del mucilago que se espesa; ni un animal, en la gota de gelaltina que se vuelve celular, 6 en la fibrina fluida que se vuelve fibra muscular. ; De qué dimana pues aquella vida particular con que una y olra pue- den: animarse hasta en los ultimos elementos suyos > Abracese la idea que mas se quiera sobre la naturaleza de la causa que determina la organi- zacion de los vegetales y animales, 6 sobre las condiciones necesarias para su produccion y pro- greso , nO puede ménos de admilirse un princi- pio, 6 una facultad (1) vivilicante que la natu- (1) Principio y facultad son unas palabras cuyo sentido no tiene nada de determinado ; lo sé muy bien. Por lo demas , no entiendo por ello mas que la condicion sin Ja que los fe~ nomenos propios.de los diferentes cuerpos organizados no pueden verificarse. Estoy particularmente muy distante de querer concluix afirmativemente, de estos fendmenos, la existensia de un ser particular, que desempefie las funciones de principio, y comunique 4 los cuerpos las propiedades de eee eect Cee Ue Y MORAL DEL HOMBRE. raleza fija en los gérmenes, 6 esparce en los licores seminales. Como esta es la mas admirable operacion de cuantas nos presenta el estudio del universo, son estremamente delicadas y complicadas las circunstancias suyas ; permane- cen cubiertas con un velo misterioso, y no fué posible comprender hasta ahora sino Jas mas groseras esterioridades suyas. Pero sabemos que en muchas plantas, y en la mayor parte de los animales, la materia de sus primeros rudimen- tos , 6 sus primeros rudimentos mismos , ya for- mados enteramente , existen 4 parte de la causa que debe darles la vida, es decir, de la materia prolifica que contiene el principio de ella. Unién- dose esta ultima materia con la precedente , forma con ella una combinacion de una dura- cion de cualquiera especie , determinada por las circunstancias mismas. En el vegelal, se une ella con unos drganos poco conocidos , pero que forman despues seguramente una parte de la corteza. En el animal, se identifica ella con el sistema nervioso ; y de alli , ejerce su influjo so- bre todo el cuerpo, durante el tiempo que dura que resultan las funciones suyas. Habria de rehacer casi por entero la lengua de las ciencias metafisicas; pero no hemos aclarado bastante todavia el sistema general suyo, para em- prender con buen éxito esta reforma. Procnremos 4 lo mé~ nos pagarnos mutuamente con palabras, lo ménos y mas ra- vamente que sea posible. Eee CeCe eet Ceol E ae 74 RELACIONES DE LO FISICO la combinacion , 6 que nada impide la accion de los organos vilales. La observacion de los fenoménos que se siguen 4 la amputacion de las partes capaces de rege- nerarse, en los diferentes animales; la historia mejor conocida de la supuracion, de la forma- cion de las cicatrices , de la reproduccion de los huesos; las investigaciones sobre el corium de la sangre y sobre el organo celular; ultimamente, el examen mas atento de las coagulaciones lin- falicas membranosas , que cubren 4 menudo las visceras en las inflamaciones mortales , hiciéron ver que Ia gelatina y fibrina son la verdadera materia delas membranas, de que se forman des- pues los yasos, glandulas, cubiertas de los ner- vios, etc. ; que ellas contienen los principios de las fibras musculares, y aun los de la osificacion; y si es verdad, como creo haberlo Ilevado en otro lugar hasta un bastante superior grado de yerisimilitud , que la fibra muscular organizada se produzca por la combinacion de la pulpa ner- viosa y del tejido celular (1) , reunidos y trans- formados uno y olro en la mezcla suya; se re- ducen los elementos de los cuerpos animados 4 Ja gelatina , simple 6 fibrosa, y 4 la parte medu- lar de los nervios. Sea lo que quiera, por lo demas, este punto doctrinal, como el estado (1) El que, sucesivamente , es una produccion de aquellos mismos jugos que fluct@an en su send. Eee Ceca eet Cu teo nL. mae Y MORAL DEL HOMBRE. 75 del musculo se refiere siempre al de las demas partes, que estén formadas patentemente del te- jido celular, las consecuencias permanecerdn las mismas siempre con respecto al objeto en que nos ocupamos, es decir , con respecto 4 las dis- posiciones fisicas de los érganos en las diferen- tes épocas de la vida, y al influjo directo que estas disposiciones ejercen sobre todas las fun- ciones intelectivas y morales. Disimulad, ciudadanos, si llamo por tanto tiempo yuestra alencion hacia unas ideas prelimi- nares, que no parecen inmediatamente relativas 4 la materia nuestra; pues son necesarias sin em- bargo, en mi concepto, para la mas completa inteligencia de las que vamos 4 recorrer rapida- mente. § ll. Asi pues , on la sucesiva descripcion del esta- do de los érganos, parece que todo puede redu- -cirse 4 la determinacion del estado del sistema nervioso y tejido celular; y en la descripcion comparativa de las variaciones que las diversas facultades esperimentan , todo debe poderse re- ducir 4 elementos de una igual simplicidad. El mucilago va elabordndose mas y mas cada dia por medio de los efectos de la vegetacion. Es casi enteramente acuoso cn la infancia de las plantas; no adquiere , con el reposo, mas que Se eee eect ce 76 RELACIONES DE LO FISICO una consistencia débil y sin tenacidad; el sabor suyo es apénas sensible, se confunde con el gusto herbdceo, comun 4 toda la naturaleza yegetal; y las sales, aceites olorosos , y demas principios activos, no se le combinan mas que 4 proporcion que la planta adquiere todo el pro- greso suyo. En los animales tiernos , parece que la gela- tina fibrosa (1) se asemeja todavia mucho al mucilago : los humores de ellos tienen on ca- racter inerte, insfpido; y las decocciones, 6 estractos de las partes suyas, singularmente abundantes en materias mucosas , sufren una larga fermentacion acida antes de pasar 4 la pu- trefaccion. Tienen siempre poquisimo , y aun 4 veces ningun olor propio de la especie del ani- mal: dan una gran cantidad de los principios 6 gases amoniacos; en breves palabras , parece que semejantes animales dependen todavia del estado vegetal de que ellos acaban de salir; y que guardan, en algun modo, el mismo distin- tivo incierto que los seres que los han produ- cido. Pero la vida obra bien presto con una fuerza creciente siempre sobre unos humores que pare- (1) La fibrina, repitolo, no es, como tambien Ja albumi- ne, mas que una transformacion del mucilago,, y, si podemos espresarnos asi, un nuevo grado de su animalizacion , cuyo primer término parece que es 1a mucosidad pura, Poe Cea eet Cnc con LE. ie

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