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FOJA: 349 .

- trescientos
cuarenta y nueve .-

NOMENCLATURA : 1. [40]Sentencia
JUZGADO : 27º Juzgado Civil de Santiago
CAUSA ROL : C-12513-2010
CARATULADO : ATALA / ROJAS

Santiago, veintidós de Abril de dos mil quince.

12513-2010.

(Ordinario, nulidad de contrato).

VISTOS:

A fojas 6, comparece doña Juana Del Carmen Atala


Fernández, factor de comercio, domiciliada en Padre Miguel de
Olivares 1422, comuna de Santiago, quien deduce demanda en
juicio ordinario en contra de doña Ivonne Jacqueline Rojas Nieto,
corredora de propiedades, domiciliada en Avenida Ramón
Subercaseaux 4505, La Puntilla, comuna de Pirque y en Avenida
Concha y Toro 103, oficina 2, comuna de Puente Alto, y en
contra de Banco del Desarrollo, hoy Banco Scotiabank,
representada legalmente por don James Callahan Ferry, cuya
profesión u oficio ignora, ambos domiciliados en Morandé 226,
piso 3, comuna de Santiago, solicitando se admita a tramitación la
demanda y en definitiva se declare la inexistencia y nulidad
absoluta del contrato de compraventa en remate celebrado con
fecha 24 de enero de 2006 otorgado ante la Notario Público de
Santiago doña Nelly Dunlop Rudolffi, dejar sin efecto la
inscripción de dominio a su nombre, y se ordene la restitución de
$16.100.000.- debidamente reajustado, correspondiente al precio
de la compraventa, con costas, fundándola en que adquirió la
propiedad ubicada en Avenida Ramón Subercaseaux 4710,
comuna de Pirque, consistente en un terreno de una superficie de
4500 metros cuadrados, más o menos, signada con el número 21,
la cual no tiene una cabida real ni existente, careciendo de objeto
el aludido contrato, situación que además era conocida por la
vendedora y el Banco del Desarrollo –como ejecutante-,
configurándose, de esa manera, la causa ilícita en dicho
contrato, representando, asimismo, que por la circunstancia
anotada, no ha podido ejercer la posesión material del bien raíz.

Subsidiariamente, deduce demanda en juicio ordinario de


resolución del contrato de compraventa en remate celebrado con
fecha 24 de enero de 2006 otorgado ante la Notario Público de
Santiago doña Nelly Dunlop Rudolffi, fundándola en que los
demandados no han dado cumplimiento a las obligaciones
contraídas, específicamente a la obligación de hacer la entrega
material del inmueble adquirido, solicitando se declare resuelto
dicho contrato, se ordene la devolución del precio pagado
ascendente a $16.100.000.- y se les condene solidariamente al
pago de $40.000.000.- por los perjuicios que le han ocasionado,
debiendo cancelarse la inscripción de dominio a su nombre, con
costas.

A fojas 105, comparece doña Lucia Rojas Preter, abogado,


en representación del demandado Banco del Desarrollo, actual
Scotiabank Chile, solicitando el absoluto rechazo de la demanda
interpuesta en su contra, arguyendo que su representada carece
de legitimación pasiva para ser demandada en autos, puesto que
no es parte del contrato de compraventa cuya declaración de
nulidad se pretende. Añade que, en dicho contrato, no falta su
objeto, ni existe objeto o causa ilícita, ya que se cumplieron cada
uno de los requisitos de existencia y validez para dicho acto
jurídico. Respecto a la demanda subsidiaria de resolución de
contrato e indemnización de perjuicios, controvierte la existencia
del daño, perjuicios causados y el monto de los mismos, además
de su legitimación pasiva.

A fojas 121, la demandante evacuó el trámite de la réplica,


reiterando y ratificando todas las alegaciones expuestas en su
demanda, destacando, además, que el demandado Banco del
Desarrollo tendría legitimación pasiva, puesto que del aludido
contrato de compraventa en remate derivaron derechos
correlativos, como por ejemplo recibir el precio producto del
remate efectuado.

A fojas 130, la demandada Banco del Desarrollo, actual


Scotiabank Chile, evacuó el trámite de la dúplica, reiterando los
argumentos y defensas expuestos en su contestación a la
demanda.
A fojas 139, consta haberse efectuado el llamado a
conciliación, sin que éste prosperara.

A fojas 141 y rectificación de fojas 151, se recibió la causa


a prueba, rindiéndose la que consta en autos y encontrándose los
autos en estado, se citó a las partes para oír sentencia.

C O N S I D E R A N D O:

I.- En cuanto a tachas.

PRIMERO: Que la demandada Banco Scotiabank opuso tacha en


contra del testigo don Ricardo Eugenio Leiva Bastías, invocando
respecto a éste la causal de inhabilidad 6ª del artículo 358 y
fundándola en que carecería de la imparcialidad necesaria para
declarar en el presente juicio por tener un interés directo en el
mismo, ya que realizó un informe sobre el predio sub lite,
recibiendo honorarios por dicho trabajo;

SEGUNDO: Que la demandante solicitó el rechazo de la tacha


opuesta aduciendo que no concurren los elementos que la hacen
procedente desde que de los dichos del testigo se desprende que
éste prestó un servicio profesional, de modo que no tiene ningún
interés directo o indirecto en este juicio que le reste la debida
imparcialidad para declarar;

TERCERO: Que de la declaración prestada por el testigo es


posible concluir que no se encuentra en la hipótesis de
inhabilidad invocada por la articulista toda vez que, de sus
propios dichos, se desprende que prestó un servicio profesional,
no evidenciándose interés alguno en el presente juicio, razón por
la cual, se rechazará la tacha deducida;

CUARTO: Que, asimismo, la demandada Banco Scotiabank opuso


tacha en contra del testigo don Alejandro Paul Gómez Vidal,
invocando la causal contenida en el numeral 3º del artículo 357 y
fundándola en que de los propios dichos del testigo, consta que
desconoce de que trata el presente juicio y que habría tenido
alguna intervención directa o indirecta en uno anterior, que no es
materia de este proceso, y que además no conocería a la
demandante por lo que habría tomado conocimiento de los
hechos a través de terceros, concluyendo que carecería de los
conocimientos, sentidos y razón necesarios para declarar en el
presente pleito;
QUINTO: Que la demandante solicitó el rechazo de la tacha
opuesta, argumentando que no concurren los elementos que
hacen procedente la causal de inhabilidad invocada y que,
además, el testigo si tiene conocimiento de los hechos ventilados
en autos;

SEXTO: Que la causal contenida en el numeral 3º del artículo


357 del Código de Procedimiento Civil, dice relación con
personas que al tiempo de declarar, o al de verificarse los
hechos sobre que declaran, se hallen privados de la razón, por
ebriedad u otra causa, cuestión que no se desprende de los
argumentos expuestos por el articulista, ni de los dichos del
testigo, debiendo desestimarse la tacha en estudio;

SÉPTIMO: Que la demandada Banco Scotiabank opuso tacha en


contra de los testigos don Rodrigo Antonio Leiva Álvarez; don
Mauricio Alejandro Díaz Ortega; y de don Gustavo Enrique
Cardemil Dávila, invocando respecto a estos la causal de
inhabilidad 4ª del artículo 357 del Código de Procedimiento Civil
y fundándola en que los aludidos testigos, según sus propios
dichos, desconocen los hechos a que se refiere el presente
juicio, puesto que habrían participado en informes emitidos con
fechas anteriores al presente proceso, careciendo, de esa forma
de los sentidos para percibir los hechos respecto a los cuales
declaran;

OCTAVO: Que la demandante solicitó el absoluto rechazo de las


tachas opuestas sosteniendo que no concurren los elementos que
las hacen procedentes, y que los testigos están en antecedentes
de la materia tratada en este juicio y tienen los sentidos
necesarios para percibir los hechos declarados al tiempo de
verificarse estos;

NOVENO: Que de los dichos de los aludidos testigos aparece


con evidencia que la tacha opuesta carece de sustento fáctico,
toda vez que la causal invocada dice relación con la capacidad
física o intelectual de los testigos y en caso alguno con la forma
o manera en que tomaron conocimiento de los hechos sobres los
cuales prestarán declaración, imponiéndose, en consecuencia, el
rechazo de las tachas deducidas.

II.- En cuanto al fondo.

A) Demanda de Nulidad Absoluta.


DÉCIMO: Que doña Juana del Carmen Atala Fernández interpuso
demanda en juicio ordinario en contra de doña Ivonne Jacqueline
Rojas Nieto y en contra del banco Scotiabank, aduciendo que el
contrato de compraventa en remate que consta en escritura
pública de fecha 24 de enero de 2006 otorgada ante la Notario
Público de Santiago doña Nelly Dunlop Rudolffi es inexistente y
nulo de nulidad absoluta, manifestando que la compraventa
aludida, se verificó en el contexto de un juicio ejecutivo conocido
por el Décimo Noveno Juzgado Civil de Santiago, autos a los que
fue asignado el rol 2118-1996, procedimiento en el que figura
como parte ejecutante el Banco del Desarrollo (hoy Scotiabank) y
como ejecutada doña Ivonne Jacqueline Rojas Nieto, juicio en el
que se trabó embargo y posteriormente se decretó el remate de
un inmueble ubicado en Avenida Ramón Subercaseaux 4710,
comuna de Pirque, Provincia Cordillera, consistente en un
terreno de una superficie de 4.500 metros cuadrados más o
menos, que estaba signado con el número 21 en el plano
respectivo y que a esa época se encontraba inscrito a nombre de
la ejecutada doña Ivonne Jacqueline Rojas Nieto en el Registro de
Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto y
que la subasta culminó con la adjudicación del inmueble que ella
efectuó por el precio de $16.100.000.- el que pagó íntegramente
de acuerdo a las bases de remate respectivas, razón por la cual,
se ordenó por la Juez de la causa extender la correspondiente
escritura pública, cuestión que se verificó en la fecha y ante la
Notario referida al comienzo de este considerando,
procediéndose luego a inscribir el inmueble a su nombre a fojas
922 número 859 del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Puente Alto correspondiente al año 2006.

Agregó que, luego de un informe emitido por el


Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto en el marco de una
inscripción judicial tramitada bajo el rol 3.800-2006 ante el
Primer Juzgado Civil de Puente Alto, se estableció que el
inmueble vendido había sido objeto de diversas transferencias
efectuadas con anterioridad a su remate, percatándose con
sorpresa de que el aludido inmueble en los hechos no tiene una
cabida real ni existente, cuestión que atribuye a la conducta
dolosa de la demandada Rojas Nieto por cuanto ésta, con el
propósito de obtener un crédito de su codemandado, aparentó ser
dueña y poseedora del citado inmueble, sin serlo, reiterando que
en los hechos dicho precio no tiene una existencia real.
Continuó manifestando que, el demandado Scotiabank, a
sabiendas de que el predio no tenía una existencia real, de igual
forma aceptó la hipoteca constituida a su favor, garantía real que
utilizó ante el incumplimiento de la deudora, iniciando la
ejecución, trabando embargo y ordenando el remate (sic) sobre
un título que conforma una simple anotación el Conservador de
Bienes Raíces., destacando que la institución bancaria demandada
es concurrente al dolo puesto que, reitera, a sabiendas de que el
predio no existía, persistió en llevar a efecto la ejecución,
cuestión que califica como un abuso del derecho que le causó
daño, representando, además, que resulta obvio que los
demandados, con sus conductas dolosas, la indujeron a
perfeccionar el contrato de compraventa cuya nulidad solicita se
declare.

En cuanto al derecho, señaló que los artículos 1444 y 1445


del Código Civil establece las condiciones de existencia del acto
jurídico, destacando que el artículo 1467 del mismo cuerpo legal
previene que no puede haber obligación sin una causa real y
lícita, concluyendo que de las normas legales invocadas se
desprende que en el caso de autos se ha omitido un requisito
esencial, esto es, la falta de causa real, lícita y objeto lícito, lo
anterior, debido a que se vendió un terreno que en los hechos
nunca existió, acarreando la nulidad dado que con fines de
engaño se dio apariencia de un acto jurídico que no existe o es
distinto de aquel que realmente se pretende;

DÉCIMO PRIMERO: Que el único demandado que ejerció su


derecho a contestar la demanda correspondió a Scotiabank, quien
solicitó el rechazo de la misma en todas sus partes relatando, en
primer lugar, que la relación con su codemandada correspondió a
haberle entregado dinero en mutuo, obligaciones que fueron
garantizadas mediante la constitución de una hipoteca sobre el
inmueble materia de la litis, garantía que, ante el incumplimiento
de la deudora Rojas Nieto, fue hecha valer en el juicio ejecutivo
que finalmente terminó con el remate del inmueble y su
adjudicación a favor de la actora de autos.

Se excepcionó refiriendo que, el contrato cuestionado, fue


celebrado entre la actora doña Juana Atala Fernández y la
demandada doña Ivonne Jacqueline Rojas Nieto, siendo
irrefutable que el banco corresponde a un tercero ajeno al
contrato de compraventa, razón por la cual, la demanda resulta
improcedente en cuanto se dirige en contra de una persona que
no forma parte del contrato de compraventa, concluyendo, de esa
manera, que el banco carece de legitimación pasiva para ser
demandado en autos.

Agregó que, en el contrato de compraventa cuestionado no


falta el objeto ni éste es ilícito puesto que dicha convención
cumple todos los requisitos generales y especiales propios de
ese tipo de contratos, representando que el único vicio que se
alega es la falta de objeto, con una supuesta ilicitud del mismo,
entendiendo que en realidad lo alegado es la falta de cosa en el
contrato.

Explicó que, el contrato impugnado recayó específica y


precisamente sobre un predio de terreno de aproximadamente
4.500 metros cuadrados de la comuna de Pirque, describiendo
los deslindes que según sus títulos tendría el inmueble,
concluyendo que el contrato de compraventa impugnado recayó
sobre una cosa existente, determinada, comerciable, singular y
que no pertenecía al comprador, existiendo, en consecuencia,
objeto, refutando que exista objeto ilícito por cuanto no se
encuentra en ninguno de los casos previstos en los artículos
1462 a 1466 del Código Civil.

Refirió que, en cuanto a la causa o a su ilicitud, del tenor de


lo dispuesto en el artículo 1460 del Código Civil, la causa ha de
entenderse como el motivo que induce a celebrar el acto o
contrato y que conforme a la teoría clásica sobre la causa, en los
contratos bilaterales, consiste en la obligación correlativa
asumida por la contraparte, en el caso de autos, la causa que
motivó a la actora a contratar, fue la obligación correlativa
asumida por la vendedora consistente en hacerle la tradición de
dicho bien;

DÉCIMO SEGUNDO: Que es procedente la revisión en primer


lugar de la excepción de falta de legitimación pasiva opuesta por
el demandado Scotiabank y que se funda en que el contrato de
compraventa cuya nulidad se persigue en estos autos fue
celebrado entre la actora y la demandada doña Ivonne Rojas
Nieto, sin que la entidad bancaria tenga la calidad de parte en
dicho contrato;

DÉCIMO TERCERO: Que de acuerdo a las alegaciones


formuladas por las partes y especialmente del mérito del
instrumento allegado a fojas 3 y siguientes consistente en copia
autorizada de escritura pública otorgada con fecha 24 de enero
de 2006 ante la Notario Nelly Dunlop Rudolffi donde consta
contrato de compraventa celebrado entre doña Ivonne Rojas
Nieto y doña Juana Atala Fernández sólo resulta posible concluir
que la demandada Scotiabank no concurrió a su celebración y,
por lo tanto, no adquirió derechos ni contrajo obligación alguna
en virtud de tal convención;

DÉCIMO CUARTO: Que tal como surge de los antecedentes de


autos la intervención de la demandada Scotiabank en los hechos
materia de autos se limitó a ejercer la acción hipotecaria de la
que era titular en contra de la codemandada de autos doña
Ivonne Rojas Nieto, obteniendo del Décimo Noveno Juzgado Civil
se despachara el correspondiente mandamiento de ejecución y
embargo y, luego de una dilatada tramitación, el aludido tribunal
decretó el remate del inmueble que soportaba la antes
mencionada hipoteca, siéndole adjudicado a la actora de autos;

DÉCIMO QUINTO: Que, como es sabido, la nulidad reviste la


naturaleza de una acción personal, razón por la cual, ésta ha de
dirigirse contra los contratantes o en contra de quienes la
sentencia respectiva pudiera producir algún efecto, puesto que
sólo a ellos tal declaración de ineficacia podría afectar;

DÉCIMO SEXTO: Que congruente con lo razonado


precedentemente, aparece que la demandada Scotiabank no
celebró contrato alguno con las demás partes de autos, ni menos
aún con la actora, siendo procedente, además, consignar, que el
haber recibido el producto del remate, no lo fue a título de precio
del contrato de compraventa sino que, por el contrario, tal
situación, obedeció al pago de su acreencia efectuado por la
ejecutada en esos autos, que era lo que precisamente perseguía
la entidad financiera con el procedimiento ejecutivo iniciado;

DÉCIMO SÉPTIMO: Que, de lo que se viene razonando, aparece


con evidencia que la demandada Scotiabank no reviste la calidad
de sujeto pasivo de una acción de nulidad como la impetrada en
autos, imponiéndose, de esa manera, el que la acción impetrada
en su contra deba ser desestimada, teniendo presente, a mayor
abundamiento, que las alegaciones de la actora en torno a la
participación del banco en una maniobra de dudosa legitimidad al
ejecutar su garantía hipotecaria, tampoco han resultado
justificadas;
DÉCIMO OCTAVO: Que incumbiéndole a la actora acreditar los
presupuestos fácticos de su demanda, se valió de prueba
instrumental, testifical y pericial, consistente, la primera de ellas,
en la agregación a los autos de los siguientes documentos: 1).
Copia de escritura pública de compraventa suscrita ante doña
Nelly Dunlop Rudolffi, Notario Público titular de la Quincuagésima
Notaría de Santiago, de fecha 24 de enero de 2006; 2). Copia
inscripción de dominio con certificado de vigencia de fojas 992
número 859 en el Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Puente Alto correspondiente al año 2006; 3).
Copia de contrato de hipoteca suscrito entre el Banco del
Desarrollo y doña Ivonne Rojas Nieto en la Notaría de Santiago
de don Eugenio Camus Mesa, con fecha 26 de julio de 1994; 4).
Copia simple de informe de tasación de fecha 26 de marzo de
1994, emitido por el Banco del Desarrollo; 5). Copias autorizadas
del expediente Rol C-2118-1996 del 19º Juzgado Civil de
Santiago; 6). Copia simple de solicitud de inscripción judicial de
fecha 24 de octubre de 2006, seguida ante el 1º Juzgado Civil de
Puente Alto, autos Rol 3800-3006; 7). Copia simple de informe
de fecha 6 de diciembre de 2006, emitido por el Conservador de
Bienes Raíces de Puente Alto; 8). Copia simple de causa sobre
querella de amparo, deducida por don Mario Aliro Rojas Gutiérrez
con fecha 15 de octubre de 2008; 9). Copia simple de sentencia
de fecha 8 de julio de 2010, dictada por doña Sandra Naser,
Jueza Titular del 1º Juzgado Civil de Puente Alto; 10). Copia
original de embargo decretado por el 19º Juzgado Civil de
Santiago, en autos Rol 2114-1996, sobre el predio formado por
un terreno de una superficie de cuatro mil quinientos metros
cuadrados más o menos de la comuna de Pirque, Provincia de
cordillera, inscrito a fojas 435 número 621 en el Registro de
Prohibiciones del Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto
correspondiente al año 1997; 11). Informe de tasación número
orden tasación 0195092, efectuado por el tasador don Gustavo
Cardemil Dávila, respecto del predio ubicado en Avenida Ramón
Subercaseaux 4710, Sector La Puntilla; 12). Copia de acta de
inspección ocular llevada a efecto con fecha 1 de diciembre de
2009 por don Gregory Rojas Cerca, Magistrado del 1º Juzgado
Civil de Puente Alto, donde se da cuenta que el número 4710 no
existe dentro de la numeración del sector La Puntilla; 13). Copia
de orden de investigar Rol Único de Causa RUC 1010030266-2,
seguida ante la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte;
14). Informe en geomensura sobre el predio ubicado en Avenida
Ramón Subercaseaux 4710, Sector La Puntilla, suscrito por el
perito judicial don Ricardo Leiva Bastidas; 15). Copia original de
informe emitido por don Gonzalo Martín Iglesias, Conservador de
Bienes Raíces de Puente Alto, donde consta informe emitido por
don Pablo Infante Vargas, Conservador de Bienes Raíces
Suplente de fecha 4 de diciembre de 2006 del Primer Juzgado
Civil de Santiago, el cual concluye que el terreno adjudicado por
la demandante, ha sido inscrito por partes a nombre de diversos
terceros; 16). Copia de inscripción de fojas 3404 vuelta número
3928 correspondiente al Registro de Hipotecas del Conservador
de Bienes Raíces de Puente Alto correspondiente al año 1994;
17). Copia de inscripción de fojas 435 vuelta número 621 del
Registro de Prohibiciones del Conservador de Bienes Raíces de
Puente Alto correspondiente al año 1997; 18). Copia de
inscripción de fojas 8950 número 10801 del Registro de
Prohibiciones del Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto
correspondiente al año 1995; 19). Copia de inscripción de fojas
3797 vuelta número 4803 del Registro de Prohibiciones del
Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto correspondiente al
año 1994; 20). Comprobante de Resolución de la Tesorería
General de la República, de fecha 24 de enero de 2006, en la cual
consta deuda acogida a convenio, respecto del Rol 16-37,
comuna de Pirque; 21). 10 formularios número 99 respectos de
diversas cuotas pagadas en la Tesorería General de la República
en el año 2006; 22). 7 formularios número 30 respectos de
diversas cuotas pagadas en el año 2007; 23). Comprobante de
pago electrónico y certificado de movimiento emitido por la
Tesorería General de la República de fecha 29 de noviembre de
2011; 24). 3 comprobantes de depósito a nombre del
Conservador de Bienes Raíces de Puente Alto; 25). 4 copias de
boletas de honorarios emitidas por el Conservador de Bienes
Raíces de Puente Alto; 26). 2 boletas de honorarios emitidas por
el receptor judicial don Gustavo Alpes Unzueta; 27). Boleta de
honorarios emitida por el estudio jurídico Asesorías Montero y
Palomer, correspondiente al estudio y querella por estafa; 28).
Boleta de honorarios emitida por la abogada doña Catalina Díaz
Parraguez; 29). Cuatro avisos clasificados que dan cuenta de los
valores de venta y arriendos de las propiedades ubicadas en la
comuna de Pirque; 30). Copia de escrito presentado por don
Alejandro Gómez Vidal en representación de Eléctrica Puntilla
S.A., en autos caratulados “Banco del Desarrollo con Rojas
Nieto”, Rol 2118-1996 seguido ante el 19º Juzgado Civil de
Santiago y 31). Copia de escrito presentado por don Mario Rojas
Nieto con fecha 9 de abril de 2007, en autos seguidos ante el 1º
Juzgado Civil de Puente Alto, Rol exhorto E-820-2006;

DÉCIMO NOVENO: Que, en cuanto a prueba testifical, la actora


hizo comparecer a doña Yolanda Solís Ferrera, quien manifestó
que el inmueble materia de autos fue hipotecado a favor del
Banco Scotiabank y posteriormente rematado y adjudicado a la
actora en $16.100.000.- refiriendo que supo de la existencia de
esto porque en el año 2006 fue a conocer el terreno y estaba con
el número 4.710 pero luego, cuando fue en el año 2009 más o
menos, ya no existía ese número, representando que la propiedad
ya no existe y la actora debe obtener la devolución de lo pagado.

Que, además, compareció don Ricardo Leiva Bastías, quien


manifestó haber realizado estudios en terreno y concluyó que el
de autos tenía otros propietarios y en superficie no coincidía con
lo rematado, circunstancias que le constan al haber efectuado lo
estudios ya mencionados.

Que compareció igualmente don Alejandro Gómez Vidal,


testigo que unicamente manifestó que tomó conocimiento que la
actora de autos intentó efectuar un desalojo lo que no logró
atendido que el terreno no correspondía al de su propiedad.

Que, igualmente, compareció en calidad de testigo don


Rodrigo Leiva Álvarez, quien no aportó antecedentes útiles
puesto que sólo señaló haber participado como soporte en un
informe pericial llevado a cabo por otro funcionario de la Policía
de Investigaciones de Chile, institución de la cual forma parte,
pero aclaró que no tuvo ninguna relación con la pericia antes
aludida.

Que compareció también en calidad de testigo doña Ximena


Miqueles Silva, quien manifestó ser ejecutiva de normalización de
créditos de la demandada Scotiabank y que le correspondió
analizar la situación financiera de la demandada Rojas Nieto, sin
tener conocimiento de la situación del inmueble hipotecado ni de
los pormenores de la subasta en que lo adquirió la actora.

Que, por su parte, el testigo don Mauricio Díaz Ortega,


manifestó conocer los antecedentes del juicio y que
corresponden a los documentos adjuntos al expediente de un
proceso por estafa en el cual realizó un informe pericial,
refiriendo que en dicho proceso se le solicitó identificar la
propiedad ubicada en calle Ramón Subercaseaux N° 4710 y que
para ello tomó contacto con las partes para que asistieran al
lugar el día de la inspección, a la que sólo acudió la demandada
Rojas Nieto, quien indica cuál correspondería a la propiedad,
procediendo a tomar mediciones con equipo de GPS, para
determinar los deslindes de dicha propiedad y la superficie,
realizando un procedimiento similar en la propiedad ubicada en
calle Ramón Subercaseaux Nro 4505, destacando que en la
signada con el Nro 4710, por Rojas Nieto, no figuraba con
ninguna numeración, solamente por lo indicado por ella en
terreno, concluyendo que la propiedad que se había rematado,
numerada con el 4710, y la propiedad numerada con el 4505, no
guardan relación respecto de la superficie o de las medidas de
sus deslindes, ya que la primera presenta una superficie de 5.200
metros cuadrados aproximadamente y la segunda 2.700 metros
cuadrados, por lo tanto difieren de las características de la
superficie de la propiedad subastada.

Que el testigo don Gustavo Cardemil Dávila, manifestó que


el Banco del Desarrollo (Scotiabank) le solicitó oportunamente la
tasación de un terreno ubicado en Pirque para lo cual se le
proporcionó la escritura de la propiedad, que figuraba a nombre
de una señora, apersonándose en el lugar, que correspondía a un
sector de Pirque eriazo conformado por varias parcelas, como no
estaban identificadas con numeración física solicitó ubicar el
domicilio de la propietaria, la cual le recibió y le indicó cual era
el sector donde se ubicaba la parcela, determinándose en forma
precisa cuál era y destacando que el mismo banco, en el año
2005, aproximadamente, le solicitó una retasación de ella, ante lo
cual emitió un Informe Técnico señalando la imposibilidad de
ubicar nuevamente el predio, por cuanto era un área eriazo de
ese barrio, que a esa época estaba totalmente construida;

VIGÉSIMO: Que a solicitud de la actora, se ordenó evacuar


informe pericial, el cual aparece agregado a fojas 298 y
siguientes de estos autos mediante el cual se concluye que no
fue posible identificar físicamente el inmueble objeto del contrato
de compraventa cuestionado, por no existir alguna referencia que
permitiera su ubicación;

VIGÉSIMO PRIMERO: Que la acción deducida en autos de


manera principal persigue se declare la nulidad absoluta del
contrato de compraventa que consta en escritura pública de
fecha 24 de enero de 2006 otorgada ante doña Nelly Dunlop
Rudolffi, Notario Público Titular de la Quincuagésima Notaría de
Santiago, sosteniendo que al aludido contrato le faltaría una
causa real y lícita, como asimismo, adolecería de objeto ilícito;

VIGÉSIMO SEGUNDO: Que de conformidad con lo dispuesto en


el inciso 1° del artículo 1467 del Código Civil no puede haber
obligación sin una causa real y lícita, pero no es necesario
expresarla pues la pura liberalidad o beneficencia es causa
suficiente, previniendo, el inciso 2° del mismo precepto legal,
que se entiende por causa el motivo que induce al acto o
contrato y por causa ilícita la prohibida por ley o contraria a las
buenas costumbres o al orden público;

VIGÉSIMO TERCERO: Que, en la demanda de autos, si bien se


asevera profusamente en que consistiría la causa ilícita que haría
procedente la declaración de nulidad, es posible constatar, del
mérito de las demás alegaciones como asimismo de la
instrumental y testifical que se ha pormenorizado, que la causa
ilícita reclamada por la actora estaría dada por la inexistencia del
inmueble sobre el cual recayó el contrato de compraventa en
remate, presupuesto fáctico que, a juicio de este sentenciador y
sin perjuicio de los efectos jurídicos que puedan derivarse de tal
situación, no ha resultado justificado legalmente;

VIGÉSIMO CUARTO: Que de la instrumental, testifical y pericial


rendida en autos sólo es posible concluir que el inmueble
adjudicado a la actora en remate ordenado por el Décimo Noveno
Juzgado Civil de Santiago no pudo ser físicamente ubicado por
medio de los datos que su inscripción proporcionaba, debido, al
parecer, a que el sector donde se emplazaba, ha sufrido cambios
perimetrales sustanciales, como asimismo, que las diversas
transferencias de derechos que han efectuado quienes otrora
fueron comuneros en el inmueble, incluyendo, por cierto, a la
demandada Rojas Nieto, han mutado de tal manera la situación
física de la propiedad, que su ubicación tanto en terreno como
administrativa y registral, ha resultado infructuosa y devino, en
su tiempo, en la imposibilidad para la actora de tomar posesión
de aquél, sin que pueda dudarse, en todo caso, que el aludido
inmueble exista ahora y en el pasado, toda vez que, como puede
apreciarse de la profusa documental acompañada, el mismo fue
objeto de tasaciones, mediciones e incluso se constituyó hipoteca
sobre él, antecedentes estos que permiten sostener la conclusión
anterior y su existencia como objeto de contratación;
VIGÉSIMO QUINTO: Que establecida la existencia del inmueble
sobre el cual recayó el contrato de compraventa que se pretende
nulo, aparece forzoso concluir que la acción de nulidad por
causa ilícita no podrá prosperar, siendo procedente, en el mismo
sentido, consignar que la acción de nulidad, por falta de objeto,
seguirá el mismo destino toda vez que los presupuestos fácticos
de la acción impetrada, dicen relación con la falta de la cosa
vendida, cuestión diversa a la falta de objeto, desde que éste se
encuentra constituido por los derechos y obligaciones que
emanan del contrato respectivo;

VIGÉSIMO SEXTO: Que, sin perjuicio de lo anterior, aparece


claramente que la cosa vendida existe pero que ha sufrido
mutaciones sustanciales que impiden su identificación en terreno
como asimismo impiden que a la actora le sea entregada la cosa
que compró en virtud del tantas veces aludido contrato de
compraventa en remate.

B.- En cuanto a la demanda de Resolución de Contrato.

VIGÉSIMO SÉPTIMO: Que la actora ha deducido de manera


subsidiaria la acción de resolución del contrato de compraventa
que consta en escritura pública de fecha 24 de enero de 2006
otorgada ante doña Nelly Dunlop Rudolffi, Notario Público Titular
de la Quincuagésima Notaría de Santiago, fundándola en la falta
de entrega de la cosa vendida, requiriendo, además, se le
restituya el precio pagado como asimismo se le indemnice el
daño patrimonial y moral sufrido;

VIGÉSIMO OCTAVO: Que siendo ostensible que la acción


entablada se encuentra inmersa en el estatuto de la
responsabilidad contractual, incumbió primeramente a la actora
acreditar la existencia del contrato que invoca, valiéndose, para
tal efecto de prueba instrumental consistente en contrato de
compraventa que consta en escritura pública de fecha 24 de
enero de 2006 otorgada ante doña Nelly Dunlop Rudolffi, Notario
Público Titular de la Quincuagésima Notaría de Santiago,
instrumento que legalmente acompañado no fue objeto de
impugnación y del cual puede establecerse que la actora compró
el inmueble singularizado en el mismo contrato pagando como
precio la cantidad de $16.100.000.-;

VIGÉSIMO NOVENO: Que encontrándose establecida la


existencia de un vínculo contractual únicamente entre la actora y
la demandada Rojas Nieto, procedente resulta reiterar la
procedencia y consecuente acogida de la excepción de falta de
legitimación pasiva opuesta por la demandada Scotiabank,
teniendo presente para ello, lo razonado con ocasión de
pronunciarse este sentenciador sobre la acción principal como
asimismo que la acción resolutoria obviamente, sólo puede tener
como sujetos activos y pasivos a las partes de un contrato
bilateral, calidad de que sin duda alguna no participa el aludido
banco;

TRIGÉSIMO: Que conforme lo dispone el artículo 1698 de


nuestro Código Civil, incumbió a la demandada Rojas Nieto
acreditar el cumplimiento de las obligaciones que contrajo a
favor de la actora, sin que hubiere rendido prueba alguna en el
proceso que permita establecer que cumplió su principal
obligación consistente en la entrega de la cosa vendida, y que
tuvo lugar en realidad, conclusión que se reafirma teniendo
presente lo razonado y concluido en la presente sentencia al
pronunciarse sobre la acción de nulidad interpuesta de manera
principal, siendo procedente, en consecuencia, acoger la
demanda interpuesta y declarar resuelto el contrato de
compraventa celebrado entre las partes;

TRIGÉSIMO PRIMERO: Que en orden a establecer la existencia


de los perjuicios cuya indemnización se pretende, congruente con
lo razonado en el motivo vigésimo octavo de la presente
sentencia, en el sentido que se tuvo por efectivo que la actora
pagó a la demandada Rojas Nieto la cantidad de $16.100.000.- ha
de accederse a lo pedido desde que resulta evidente que la
actora se vio privada de esa cantidad de dinero sin obtener la
debida contraprestación, la cual deberá ser restituída a la actora
por la demandada Ivonne Jacqueline Rojas Nieto debidamente
reajustada de acuerdo a la variación que experimentó el Índice
de Precios al Consumidor entre el 24 de enero de 2006 y hasta
la fecha de su pago efectivo, con más intereses corrientes por el
mismo periodo;

TRIGÉSIMO SEGUNDO: Que en cuanto a los demás perjuicios


cuya reparación se solicita, la prueba rendida resulta insuficiente
para estimar probado legalmente la existencia del daño
emergente alegado como asimismo del lucro cesante,
procediendo desestimar la demanda por tales rubros, sin
perjuicio de tenerse por acreditada la existencia del daño moral
reclamado toda vez que de los instrumentos allegados a los autos
puede advertirse claramente que la falta de entrega de la cosa
vendida no solamente afectó patrimonialmente a la actora sino
que, además, ésta hubo de enfrentar una serie de procedimientos
judiciales tendientes a obtener la entrega del bien adquirido,
viéndose imposibilitada de logar su objetivo, hechos que sin
duda alguna le han causado aflicción más allá de una mera
molestia y que este sentenciador avalúa prudencialmente en la
cantidad de $20.000.000.- que deberán ser solucionados por la
demandada Rojas Nieto debidamente reajustado conforme a la
variación que experimente el Índice de Precios al Consumidor
entre la fecha de la presente sentencia y la de su pago efectivo
con más intereses corrientes desde que la demandada se
constituya en mora;

TRIGÉSIMO TERCERO: Que incumbe probar las obligaciones o


su extinción al que alega aquéllas o ésta y visto, además, lo
dispuesto en los artículos 671; 1445, 1489, 1545, 1553, 1681,
1682, 1683, 1698, 1700, 1702 del Código Civil y artículos 144,
160, 169, 170, 342, 346, 358, 426 y 497 del Código de
Procedimiento Civil, se declara:

I.- En cuanto a tachas:

Que se rechazan las promovidas por la demandada


Scotiabank;

II.- En cuanto a la demanda principal:

Que se rechaza en todas sus partes la demanda de nulidad


absoluta interpuesta por lo principal de fojas 6, sin costas por
estimar que la actora tuvo motivo plausible.

III.- En cuanto a la demanda subsidiaria:

a) Que se acoge la excepción de falta de legitimación


pasiva opuesta por Scotiabank y en consecuencia se
rechaza la demanda de resolución de contrato que
en contra de dicho banco se interpuso;

b) Que se acoge la demanda de resolución de contrato


interpuesta por el primer otrosí de fojas 6 sólo en
cuanto se dirige en contra de doña Ivonne Rojas
Nieto y en consecuencia se declara resuelto el
contrato de compraventa que consta en escritura
pública de fecha 24 de enero de 2006 otorgada ante
doña Nelly Dunlop Rudolffi, Notario Público Titular
de la Quincuagésima Notaría de Santiago y se
condena a la demanda Ivonne Rojas Nieto a pagar a
la actora la cantidad de $16.100.000.- a título de
restitución del precio y a la cantidad de
$20.000.000.- a título de indemnización por el daño
moral sufrido por la actora, ambas cantidades
debidamente reajustadas y con más intereses de
acuerdo a lo consignado en los motivos trigésimo
primero y trigésimo segundo de la presente
sentencia, con costas.

Regístrese.-

PRONUNCIADA POR DON JAVIER TORRES VERA, JUEZ


TITULAR.

AUTORIZA DON CHRISTIAN VIERA NARANJO,


SECRETARIO SUBROGANTE.

Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final


del art. 162 del C.P.C. en Santiago, veintidós de Abril de dos mil
quince.

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