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CENTRO

CULTURAL

LA MONEDA

CENTRO DE DOCUMENTACiÓN
ARTES VISUALES

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N° 17.336 sobre Propiedad Intelectual de Chile.
Hemos rechazado un resto de vida que mismo tiempo, la sentencia de nuestra
ya no podía llamarse vida, un despojo de rriuerte.
vida más espantoso que la misma muerte. El que aceptaba la vida tenía que aceptar
juntamente la muerte. El fm voluntario hu-
Hemos rechazado el atroz desgaste y biese sido verdadera culpa en un pueblo de
suplicio de la carne, la injusticia de una criaturas inmortales.
inminente condena, la infamia de una des- Tú sabes también que no están aquí, en-
honra no siempre merecida, la amenaza de tre nosotros, todos aquellos que aceptaron
una esclavitud que no prometía otro ca- libremente una muerte voluntaria.
mino de rescate, la pérdida y la ausencia de Tú recuerdas aquellos héroes que por la
lo que era para nosotros la primera razón salvación de un pueblo se lanzaron cons-
de la vida. cientemente ala vorágine y alas llamas, en
No hemos, no, rechazado la vida. Sólo lo más cerrado de la batalla o en las propias
hemos renunciado a suplicios y vergüen- manos de los asesinos.
zas que eran negación y destrucción de la Sócrates podía huir y no quiso; Jesús
misma esencia de la vida. mismo podía sustraerse a la cruz y no
En todos los seres, por disposición tuya, quiso. Si no suicidas, según la letra, ¿no
existía el horror al acabamiento. Si aquel fueron más suicidas aún según el espíritu?
horror fue superado por nosotros, es señal No seas más despiadado con nosotros de
que el escalofrío de la vida era aún más lo despiadadas que en otro tiempo fueron
violento que el escalofrío de la muerte. nuestra vida y nuestra voluntad.
Escucha nuestros gemidos y no recuer-
Si la vida era don, ¿podía llamarse aún des nuestros errores.
don cuando se ha convertido en tinieblas Ningún resucitado podrá cantar el cán-
sin claridad y martirio sin remisión? tico de la eternidad con voz más fuerte y
Tú nos habías concedido aquel don, alegre que la nuestra, con nuestra vozexul-
pero habías pronunciado, también al tante de exiliados devueltos a la vida".
(3 A v o
"AHORA ZURITA QUE VACIADO Y bra las huellas de su cuerpo, rompe con eljuego invirtiéndolo al
devolver a1 .c uerpo su jerarquía en el lenguaje, su pertinencia en
CORT ADO TE HACE LA VIDA" el gesto anterior al intelecto.
La pintura de Dávila yo la denomino "No puedo más". Me
Fernando Balcells dice lárgate o confía en mis esperanzas. Forma parte de mil
excrecencias de mi defecación colorina. Restituyo a la vida lo
Entre doce o quince personas sentadas en el suelo contem- que el cuadro le ha tomado. Restituyo al cuadro el gesto básico
plándose entre los cuerpos de los cartelones de Dávila, los taco- del pintor. Devuelvo al arte su lugar en la ante-historia del arte)
nes afilados como dientes y las miradas especulares, Zurita poeta de toda vida.
abrumado espera agregado a uno de los cuadros la sanción que En ese momento indeterminado el arte se desprende de 10\
no llega. Tres o seis minutos de silencio inquieto en un recinto muros desplegándose entre perfiles concentrados, irónicos, de·
encogido por el cerco triplicado de las paredes, los cuadros y la sagradados. En el instante detenido, cada uno fue enfrentado a
gente , cargado de amenazas imaginarias y hasta hace poco de todos y a sí mismo, pavorosamente despojado de los 'recursos
palabras, es un suceso. oratorios y las proteCciones convenidas. El vacío atenaza y son
Zurita ha dejado de leer y las fotos de su cara ensangrentada pocos los que participan con pertinencia del oficio herético)
-su cara marcada- circulan todavía de una mano que se quema a atormentado de Zurita, mirando de frente su cara entumida.
otra que las soba, pasan entre miradas afectadas promesas vomi- Las figuras pintadas se incorporan a una situación que la
tivas o gestos de irrisión; venenosas, esas fotos incomodan. sustrae al fin de los privilegios inmemoriados del ojo. de la oreja)
Los invitados, confrontados a la obra de Dávila, habían lo- su discurso. Ahora es todo el cuerpo. sus articulaciones yextre·
grado con un buen trabajo volverlas razonables por el verbo. midades. que ー。イエゥセ@ obligado por el asco, la simpatía dolorida
Entonces Zurita revierte el movimiento anteponiendo a la pala- o simplemente sorprendido .

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A z A R
le tajo en el rostro quemado lo sienten algunos en sus mejillas perada , todos los gestos que no se insinúan y "Te los hace
csienten el arte 'como fantasma impensado que reside adi- poesía':, laceando frases entre páginas blancas invadidas
en el aire. en la piel y las tripas. Hasta que el habla recupe- y miradas sueltas, erráticas en los suelos, para reunirlas
clausura de nuevo la brecha y un adaptador de profesión con aguja e hilo en algún recuerdo corroído por los pre-
uncia entonces el desvarío. textos y contextos del desvío inocentemente querido .
Más de alguna pequeña ambición debió desplomarse y
edificio intelectual pareció v,a cilante. Se supo, aun-
nadie lo dijo, que el arte está hecho de aquello que al
nombrado se desvanece y que sus límites no están en
sino por la estulticia.
Zurita no es un provocador, la agresión gratuita no le LA BICICLETA
resa. El no se contenta con la transgresión de los UN AÑo DE PEDALEO
ites del arte. Lo que pone en juego es la orientación y
fronteras de la cultura que lo sustenta. Su gesto prima-
nos recuerda que la fisiología está en la base escamo-
a de la civilidad; que el arte está en la vida cuando su
alidad se sobrepone a todas las fragmentaciones ¡nten-
nadas. Cuando de eso se trata la comunión'no es dis-
la de la "pornografía" .
¡Quién es el espectador y cuál es el espectáculo? Ese
mpo suspendido no se ocupa en el desciframiento de un
nsaje. El desconcierto compartido es la obra en la que
a participante vuelca lo que posee de más auténtico y
'ondido, sin mediaciones, ni los pretextos culturales
les han arrebatado. Nada más que un rito que al
per la ceremonia establecida unifica por una vez a una

* cena de intelectuales en el silencio.


Zurita ha masturbado ante figuras que se quieren
;itantes. Se ha cortado la cara y la ha limpiado con el
. en que se mezclan con las lágrimas el semen y su Nos tocó conocer La Bici- acudieron a un verso de aquel
.gre. Fue un acto privado como son íntimos todos los cleta cuando todavía no exis- poema que Nicanor Parra
'imientos antes de ser testimoniados. De ese momento tía. brinda a su hermana Violeta
turado por las fotos y otro texto sólo resta aquello que La imagen sÍ. Ella rodaba en como póstumo ィッュ・ョセェZ@
miserias colectivas pueden o desean completar con sus las mentes de sus creadores.
mientras se reunían en sus dis- .. porque tú no te compras ni te
lpios sueños. tintas casas o en un bar cer- vendes".
Lo intolerable no es el acto, es la envergadura de su cano. La cerveza hacía rodar
lIa en el arte y su alcapce en la cultura. Es fácil aceptar las ideas del futuro vehículo de Es con aquella expresión ar-
el arte no tenga límites si aquella concesión ahoga las la cultura. tística que no se compra ni se
セ」ゥッョ・ウ@ nuevas que se propone, porque ellas arrastran No era bohemia. claro está. vende. porque aspira a la ver-
avida. Nadie se creía alma solitaria o dad. con la que La Bicicleta se
Desde hace años, la obra de Zurita pasa por el dolor sensibilidad superior. víctima compromete e identifica.
rtu dolor mío- y el cuerpo, su cuerpo, es el territorio de una sociedad incomprensi- Como una nota para la gente
ble e incomprensiva. No. Eran que se confunde. aquel arte
su ofrenda y de su lucha, su Purgatorio. En ese lugar que "no se compra ni se
organizadbres del pensa-
rido la vida de todos es asumida antes que en el dis- miento y de los medios reque- vende" inevitablemente re-
ilO, como sanción de su poesía, comprobación de su ridos para ponerle ruedas a ese quiere transarse en el mer-
ntidad colectiva. pensamiento. Eran estudian- cado . Son sus contenidos los
lIientras el Purgatorio de Dante es muchas veces el tes de los últimos años de So- que no se transan .
. rde los que no han sabido, el Purgatorio que es la obra ciología, Periodismo. Televi-
Zurita, es el territorio de aquellos que sabiendo de la sión, otros recién egresados de El primer número
ano la han poseído. No hay infierno en el camino de Artes Plásticas .
rita fuera del cuerpo individual y colectivo de aquellos El objetivo -según cuentan- Con este trasfondo nace el
han tenido la visión del Paraíso. siempre fue el de apoyar, pro- primer número de La Bici-
\!ístico de la carne más que del alma desprendida, Zu- mover, aportar al desarroJlo de cleta, difundiendo la creación
una expresión artística nacio- joven (Marco Antonio de la
avive todas las vidas como diferencias torturadas cuyo Parra. Aquelarre , Erick Pol-
nal. comprometida con la rea-
itino no es la uniformidad, sino la unidad de todos como lidad y las condiciones de vida harnmer) y las nuevas Agrupa-
res distintos. cotidiana de los chilenos. ciones Culturales que soste-
Raúl, la vida toda ella iluminada, recoge en la aparente Cuando se trataba de dis- nían una tradición cultural con
¡¡adoja de sus actos y escritos la convergencia de otros criminar entre los que cabían y mínimos recursos, cuando la
mbres, otro sexo, otro tiempo, en una economía deses- no cabían en la publicación, prensa y la televisión sólo se
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preocupaban de los "artistas distintos ámbitos artísticos y


populares" extranjeros y chi- entre los distintos sectores so-
lenos. en definitiva, del arte ciales del país.
comercial, del arte para el con- La actitud de apoyo al "arte
sumo masivo, adulador y frí- que no vende" a la expresión
volo . Como contraposición allí artística critica e indepen-
La Bicicleta difunde a Galería diente de los artistas chilenos.
Espacio Siglo XX, Teatro no ha hecho fácil su subsisten-
Contemporáneo , Taller 666, cia económica; el pedaleo se
Agrupación Cultural Universi- sostiene con músculos tensa-
taria (ACU) , Nuestro Canto, dos, sin aflojar.
Unión de Escritores Jóvenes. Grandes figuras internacio-
Peña Doña Javiera. nales valoran este trabajo y
Con estos pasajeros circuló envían sus colaboraciones ex-
trafagosa en los meses de oc- clusivas: Julio Cortázar. Au-
tubre y noviembre de 1978 el gusto Roa Bastos, Alain Jouf-
primer número de La Bici- froy, Roberto Matta, Matilde
cleta, una tosca y sencilla bici- Urrutia , les entrega poemas
cleta de trabajo . inéditos de juventud de Pablo
Neruda .
y el primer aniversario
Los principales artistas na-
Casi sin saber cómo (o sa- cionales se pliegan a sus pági-
biéndolo demasiado bien , pero nas.
sin hacer aspaviento), este Pero la columna vertebral
grupo de jóvenes con su re- del trabajo sigue siendo aque-
vista chilena de la actividad ar- lla expresión artística que re-
tística . cumple su primer año coge y elabora las más amplias
de vida. Publican 5 ediciones . preocupaciones de los chile-
sostienen una opinión seria y nos de hoy , en síntesis: la res-
consecuente de apoyo al arte ponsabilidad de un arte nacio-
nacional , se hacen oír en los nal para con su pueblo .

EN MARCHA EL CONVENIO
EDITORIAL POMAIRE-BHC
El Banco Hipotecario de nueva sede, se inauguró la
Fomento inauguró sus nue- gran sala de exposiciones y
vas oficinas en lo que fuera actos desde donde el BHC
el tradicional y casi legen- desarrollará su política de
dario Hotel Crillón. Como fomento a las actividades
un síntoma auspicioso para artísticas, literarias y cultu-
la cultura nacional , junto rales en general. Afiche con las portadas de las cuatro nm/as Que trILJ!u,",'ur,rm ...
con abrirse las puertas de la Para esta ocasión se efec- nueva política de fomento editorial en Chile.
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A z A

,,"

cuatro novelistas chilenos editados por Pomaire-BHC ro-


al promotor de la iniciativa durante el acto de lanzamiento
novelas. que sirvió también para inaugurar la sala cultu-
BHC. De izquierda a derecha: Adolfo COllve, Ximena
César Sepúlveda, Gustavo Frías)' Carlos Morand.

el lanzamiento de las ciones (todavía innomi- acuerdo del BHC con la en el curso de 1980.
novelas chilenas edi- nada) y se dieron a conocer editorial Pomaire, felicitó a Los asistentes al acto
por Pomaire en con- los cuatro flamantes nue- los cuatro autores inaugura- inaugural, escritores, artis-
con el BHC, lo que vos títulos: El mundo de les e instó a los escritores tas, intelectuales y perio-
hacerlas llegar al Maxó, de Gustavo Frías;EI chilenos a seguir produ- distas, manifestaron su sa-
r en una impresión cuarto reino, de Ximena ciendo, ahora con mayores tisfacción por la política
y de calidad inter- Sepúlveda; La lección de posibilidades de publica- cultural emprendida por el
a precios muy in- pintura, de Adolfo Couve, ción. Andrés Ve rgara , por BHC en la certeza de que la
res del que tendrían y Othumba, de Carlos Mo- editorial Pomaire, destacó cultura no puede florecer
a una edición no rand. la iniciativa del BHC como sin el apoyo del Estado o de
César Sepúlveda, pro- un aporte decisivo para la funciones privadas que la
motor de la iniciativa e ins- edición y difusión de los au- hagan posible através de su
pirado.- de la política cultu- tores nacionales y señaló la patrocinio.
ral del BHC, entregó la existencia de una decena de
nueva ¡ala a la cultura chi- nuevas obras en trabajo
lena . informó sobre el para su posible publicación
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