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Nefi y Su Asera

Una Nota sobre 1 Nefi 118–23


De mormones, Escritura, y el Mundo Antiguo Estudios en honor de John L. Sorenson

(FARMS, BYU Maxwell Institute)

Por Daniel C. Peterson

Pp. 191–243

http://maxwellinstitute.byu.edu/publications/bookschapter.php?bookid=&chapid=94
Traducción Libre de Juan Javier Reta Némiga

Un árbol estilizado con un obvio significado religioso aparece ya como un motivo de arte hacia
el cuarto milenio en Mesopotamia, y, para el segundo milenio A.C., es encontrado por todas
partes del mundo conocido dentro la órbita del antiguo Cercano Oriente, incluyendo Egipto,
Grecia, y la civilización hindú. El significado del motivo no es claro, pero su composición global
sorprendentemente recuerda al árbol de la Vida del arte cristiano tardío, judío, musulmán, y
budista.1

Dada la presencia del árbol sagrado a todo lo largo del antiguo Cercano Oriente — un destacado
arqueólogo ha dicho que el familiar árbol de la vida (fue) uno de los más antiguos y más
extendidos motivos del arte e iconografía en el antiguo Cercano Oriente2 — Nos sorprende
encontrar que la imaginería relacionada con el árbol esta destacadamente exhibida en el Libro
de Mormón, un texto antiguo que tiene sus raíces en el Mediterráneo.3 Así, por ejemplo, para
ilustrar lecciones profundas acerca de la naturaleza y el cultivo de fe, Alma hijo examina
metafóricamente que si una semilla es alimentada y cultivada, crecerá hasta convertirse en el
árbol salvífico de la vida.4 Y uno de los incidentes más famosos en el Libro de Mormón involucran
la visión de Nefi del árbol de la vida, lo cual fue una repetición ampliada de una visión similar
dada anteriormente a su padre, Lehi. Consideraré que en este ensayo un elemento crucial de la
visión de Nefi refleja un significado del árbol sagrado que es único para el antiguo Cercano
Oriente y que, ciertamente, sólo puede ser apreciado plenamente cuando las asociaciones entre
el antiguo Canaán e Israel con respecto al árbol son tenidas en mente.

Primero, por supuesto, necesitamos revisar una porción de la experiencia de Nefi, tal y como es
preservada en el Libro de Mormón

8 Y aconteció que me dijo el Espíritu ¡Mira! Y miré y vi un árbol; y era semejante al que
mi padre había visto; y su belleza era muy superior, sí, sobrepujaba a toda otra belleza;
y su blancura excedía a la blancura de la nieve misma.

9 Y sucedió que después que hube visto el árbol, le dije al Espíritu Veo que me has
mostrado el árbol que es más precioso que todos.

10 Y me preguntó ¿Qué deseas tú


11 Y le dije Deseo saber la interpretación de ello, -pues le hablaba como habla el hombre;
porque vi que tenía la forma de hombre. No obstante, yo sabía que era el Espíritu del
Señor; y él me hablaba como un hombre habla con otro... (1 Nefi 118–11)

Dado que el deseo de Nefi — expresados en una petición específica a su guía — era saber el
significado del árbol que había sido mostrado a su padre, y que él mismo ahora veía,
esperaríamos que el Espíritu contestase la pregunta de Nefi. Sin embargo, la respuesta del guía
para la pregunta de Nefi es apenas lo que habríamos anticipado

12 Y aconteció que me dijo ¡Mira! Y miré para verlo, pero no lo vi más, pues se había
retirado de mi presencia.

13 Y sucedió que miré, y vi la gran ciudad de Jerusalén, y también otras ciudades. Y vi la


ciudad de Nazaret, y en ella vi a una virgen, y era sumamente hermosa y blanca.

14 Y ocurrió que vi abrirse los cielos; y un ángel descendió y se puso delante de mí, y me
dijo Nefi, ¿qué es lo que ves

15 Y le contesté Una virgen, más hermosa y pura que toda otra virgen.

16 Y me dijo ¿Comprendes la condescendencia de Dios

17 Y le respondí Sé que ama a sus hijos; sin embargo, no sé el significado de todas las
cosas.

18 Y me dijo He aquí, la virgen que tú ves es la madre del Hijo de Dios, según la carne.

19 Y aconteció que vi que fue llevada en el Espíritu; y después que hubo sido llevada en
el Espíritu por cierto espacio de tiempo, me habló el ángel, diciendo ¡Mira!

20 Y miré, y vi de nuevo a la virgen llevando a un niño en sus brazos.

21 Y el ángel me dijo ¡He aquí, el Cordero de Dios, sí, el Hijo del Padre Eterno! (1 Nefi
11:12–21)

Luego, inmediatamente y, para muchos lectores, sin duda inesperadamente, el Espíritu le


pregunta a Nefi precisamente la misma pregunta que Nefi le había hecho al Espíritu sólo algunos
versículos antes

¿Comprendes el significado del árbol que tu padre vio? (1 Nefi 11:21)

Sorprendentemente, en vista de la aparente irrelevancia de la visión de María con respecto a la


pregunta original acerca del significado del árbol — puesto que el árbol no es mencionado por
ninguna parte en la respuesta del guía angélico — Nefi así mismo se contesta que el ahora, sabe
la respuesta correcta a su pregunta.

22 Y le contesté, diciendo Sí, es el amor de Dios que se derrama ampliamente en el


corazón de los hijos de los hombres; por lo tanto, es más deseable que todas las cosas.

23 Y él me habló, diciendo Sí, y el de mayor gozo para el alma. (1 Nefi 11:22–23)

¿Cómo Nefi ha llegado a esta comprensión claramente, la visión dada a Nefi de la madre virgen
con su hijo es la respuesta para su pregunta acerca del significado del árbol? Ciertamente, es
evidente que en algún sentido la virgen es el árbol. Esto es apreciable dada la estructura del
pericope, por supuesto, pero también en las descripciones paralelas dadas del árbol y de la
virgen. Tal como ella fue en extremo pura y blanca, más bella y pura sobre todo otras vírgenes,
así también fue la belleza del árbol mucho más allá, verdaderamente, excediendo de toda
belleza; Y la blancura de eso excede la blancura de la nieve.5 En un sentido, por consiguiente, el
fruto era deseable para hacer a uno feliz (1 Nefi 8:10), deseable por encima de todos los demás
frutos (versículos 12, 15), superior a todo cuanto Lehi había probado antes. (versículo 11), y que
llenó a su alma de suma alegría (versículo 12) — son claramente el fruto del vientre de María,
Jesus.6 Además, es evidente que la mera visión de la virgen, por sí misma, deja a Nefi un poco
desconcertado. Es solo cuando ella aparece con un bebé y es identificada como la madre del
Hijo de Dios que él capta el significado del árbol.

La pregunta a ser tratada en este ensayo es, ¿Por Qué Nefi, sin cualquier dirección explícita de
su guía, vería una conexión inmediata entre un árbol y la madre virginal de un niño divino En
otras palabras, ¿cómo, sin alguna explicación verdadera, reconocería él un esbozo de María y
Jesús como una elucidación del significado de un árbol hermoso Para contestar esa pregunta,
creo que debemos examinar una faceta de la historia de la adoración del antiguo Israel que se
ha vuelto mucho más evidente sólo a la luz de la más reciente investigación .

Asera, Consorte de El

Es apreciable, sobre bases arqueológicas sostenibles y otras, que la distancia cultural y religiosa
entre cananeos e Israelitas, aunque existió, fue considerablemente más estrecha que la que los
eruditos alguna vez pensaron. (Michael D. Coogan ha dicho claramente La religión Israelita fue
un subconjunto de la religión cananea.)7 En Primer Lugar, el monoteísmo absoluto mismo, que
supuestamente reclama de forma preponderante que existe unicidad entre él y las primeras
religiones Abrahamicas, parece haberse desarrollado relativamente tarde (quizá tan tarde como
el exilio babilónico) dentro de los ámbitos popular y oficial de la cultura hebrea.8 El monoteísmo,
declara Mark Smith, fue apenas una característica más de la historia antigua de Israel.9 La
Monolatría, el culto a un sólo un dios, no aparece en su comienzos, sino que hay un politeísmo
Israelita limitado, que no fue estrictamente discontinuo con el de sus vecinos de la Edad de
Hierro.10 De hecho, el Profesor Smith señala que, Que los textos que datan del Exilio — en otras
palabras, los que corresponden al período inmediatamente después de la partida de Lehi y su
familia de Jerusalén — son los primeros en dar testimonio sobre expresiones inequívocas del
monoteísmo Israelita.11

En sus intentos por mejorar la comprensión de las creencias del Israel antiguo, los eruditos
modernos han sido grandemente ayudados por artefactos y documentos extrabíblicos que han
sido recobrados del terreno del Cercano Oriente. Por muchos años, tan solo se tenía poco más
que la Biblia misma para investigar. La situación ha cambiado, sin embargo, dramáticamente. A
comienzos de 1929, por ejemplo, el descubrimiento de los textos Ugariticos en Ras Shamra, en
Siria, revolucionó nuestra comprensión de la religión cananea en general, y de religión hebrea
antigua en particular.

El dios El fue el patriarca del panteón cananeo. Concerniente al título El Olam, Frank Moore
Cross Jr. de Harvard ha notado debemos entender. . . que originalmente significa ' El, señor de
la Eternidad, ' o quizá más correctamente, ' El primer antepasado.' Las tablas mitológicas de
Ugarit le retratan como un anciano, como el padre de los dioses (ab bn ilm) y el padre del hombre
(ab adm).12 Sin Embargo, observa el Profesor Cross, parece claro que a más tardar del catorceavo
siglo AC en el norte de Siria, el culto a El estaba declinando, dejando campo para el joven y viril
Dios Ba'l-Haddu.13 De Modo Semejante, y esto ahora parece claro que, al igual que con los
cananeos, el dios original de Israel fue El. En la concepción israelita más arcaica, El, el padre,
llamo a su hijo divino por el nombre de Jehová o Yahweh.14 Ciertamente, allí encontramos un
número de hijos de El.15 Gradualmente, sin embargo, la concepción Israelita de Yahweh absorbió
las funciones de El y, por el décimo siglo AC, habían llegado a ser identificadas consigo mismo.16

Para los propósitos del presente ensayo, uno de las cosas más importantes que surgen de estos
textos fue la comprobación definitiva de la existencia, en la religión cananea, bastante negada
por muchas autoridades anteriormente, de una diosa llamada Asera.17 Ella fue, de hecho, la
diosa principal del panteón cananeo. Ella fue la esposa de El, quien fue el patriarca y el dios
principal de los cananeos, ella fue la madre y la nodriza de los otros dioses, los hijos de El. Así
como El fue llamado padre de los dioses y el procreador de las generaciones de los dioses, Asera
fue la madre de los dioses y la única por medio de la cual nacían los dioses. Así los dioses de
Ugarit colectivamente podrían ser llamados la familia de los hijos de El o los hijos de Asera.18 No
sorprende pues, desde este punto de vista, que Asera fuera ampliamente considerada como una
diosa de la fertilidad.19 Y, tal como ella fue la madre de los dioses, ella estaba vinculada con el
nacimiento de los herederos reales terrenales y podría metafóricamente ser considerada como
su madre.20

Ella tuvo un centro de culto en la ciudad costera cananea de Tiro y parece haber tenido un
vínculo excepcionalmente firme con la ciudad de Sidon, al menos en el período posterior a la
partida de Lehi y de Nefi del Viejo Mundo, y probablemente antes.21 Esto es interesante porque
Lehi, un hombre cuyos orígenes familiares parecen recaer sobre el norte de Palestina y que
evidentemente vino de un trasfondo comercial, parece haber tenido una particular
interconexion con Sidon (pues el nombre aparece repetidamente en el Libro de Mormón, tanto
en sus formas hebreas como egipcias), el cual en un tiempo fue uno de los dos puertos a través
de los cuales los Israelitas tuvieron un comercio sumamente activo con Egipto y Occidente.22
Intrigantemente, también, el título de Asera, Elat (la diosa) continúa hasta el día de hoy como
un nombre para uno de los principales centros costeros israelí y es el nombre israelí para el Golfo
de Aqaba.23

Ciertamente, Asera... Fue conocida como la deidad femenina más antigua que recibió
veneración de los Hijos de Israel, sobre un período que se extiende al menos desde la conquista
de Canaan hasta la caída de Jerusalén en 586 AC — el tiempo de la partida de Lehi y su familia
del el Viejo Mundo.24 Las antiguas mujeres Israelitas, por ejemplo, fueron algunas veces
sepultadas con pelucas de Asera. Además, dos pilares derechos, uno relativamente grande y
uno más pequeño, han sido encontrados en el santuario del templo Israelita en Arad, el cual
data del noveno siglo AC. Al menos una autoridad principal en arqueología de la antigua
Palestina cree que fueron eregidas, respectivamente, para Yahweh y Asera. Por poner otro
ejemplo, en Taanach, cerca de Megiddo, la evidencia sugiere que las imágenes de la Reina de
Cielo, quizá Astarte pero probablemente Asera, fue producida en masa. Y estas figurillas de
terracotas muy comunes, del cual por miles ahora han sido encontradas en sitios Israelitas, no
fueron simplemente un fenómeno rural. Muchas de ellas ahora han sido encontradas en el área
de Jerusalén que delimita la ciudad.25 Resumiendo la evidencia, William Dever escribe con
respecto a las figurillas que muchas muestran la forma femenina desnuda, con pechos
exagerados; Ocasionalmente algunas de ellas representan a una mujer embarazada o dando
pecho a un niño. Pero hay una diferencia significativa entre las figurillas de origen Israelitas y las
que se han recobrado de localidades cananeas paganas Al cuerpo humano inferior de las
figurillas Israelitas le falta la característica explícita del detalle de los objetos cananeos;
Ciertamente, el área debajo de la cintura de las figurillas Israelitas es típicamente una simple
columna. Considerando que mientras los objetos cananeos paganos destacan altamente la
sexualidad de la diosa y el amor erótico sobre la maternidad, en las figurillas Israelitas el aspecto
de la dea nutrix, la diosa nutritiva o que nutre, se destaca. Como escribe el Profesor Dever , los
motivos más manifiestamente sexuales le dan paso a La madre que está dando de mamar.26

Las opiniones académicas están divididas acerca de si Asera fue una diosa extranjera que fue
asimilada en la adoración Israelita, o si ella fue una creencia hebrea nativa.27 Para el propósito
limitado de este ensayo, sin embargo, sus orígenes tienen poca importancia. A través de un
período de muchos años,su adoración parece haber sido popular entre todos los segmentos de
la sociedad Israelita.28 Pocos lectores del Antiguo Testamento habrán pasado por alto el hecho
de que Asera fue venerada en el area rural.29 Asimismo. Ella fue adorada en Israel bajo los
jueces,30 y ella fue importante más tarde en los centros urbanos hebreos de la misma forma.
Aunque 1 Reyes 33 se le recuerda a los lectores que el Rey Salomón amó el Señor, él metió a
Asera en Jerusalén, probablemente en alguna ocasión después de 1000 AC. El famoso siglo
décimo Israelita ofrece evidencia encontrada en Taanach, no lejos de Megiddo, que enlace a
Asera y Yahweh, y J. Glen Taylor sostiene la opinión que es evidencia real de la existencia de un
culto a los dos, un culto que a su vez floreció como un centro a de adoración a gran escala que
quizá funcionó bajo (al menos indirectamente) la sanción administrativa real durante el reinado
de Salomón.31

Después de la separación de los estados de Israel y Judá, El rey Ahab y su esposa la reina Jezabel
nacida en Fenicia, hija de Ethbaal, rey de los Sidonios, Instaló a Asera en su ciudad capital,
Samaria, donde, como David Noel Freedman observa, alrededor de 800 AC, el culto oficial de
Yahweh incluyó el culto de su consorte Asera.32 Ella parece haber permanecido
confortablemente salvaguardada en Israel hasta su caída en manos de los asirios en 721 AC.

Pero la veneración de Asera fue apenas restringida a menudo para denigrar al Reino del Norte.33
En el sur, en Judá, el hijo de Salomón, Rehoboam, la introdujo en el templo — el significado,
probablemente, fue que él erigiese alguna suerte de símbolo sagrado (algunas veces referido en
letra minúscula como una asera o la asera) para representar a la diosa Asera. Asa y Josafat
quitaron a Asera del templo, pero Joash la restauró, después de lo cual el gran rey reformador
Ezequias la quitó otra vez, junto con el así llamado Nehushtan, 2 Reyes 18:4 el cuál se describe
como la serpiente del bronce que Moisés había hecho. Subsiguientemente, aunque él se olvidó
restaurar al Nehushtan, El Rey Manases reinstaló a Asera en el templo de Jerusalén, donde ella
permanecio hasta las reformas del Rey Josías, quien reinó desde el 639 al 609 AC. Tan visible fue
Asera durante este período poco antes de la cautividad babilónica que el contemporáneo de
Lehi, el profeta Jeremías, se vio obligado a denunciar el culto a ella.34 En Otras Palabras, una
imagen o un símbolo de Asera estuvo en el Templo de Salomón en Jerusalén durante casi dos
terceras partes del período de su existencia, ciertamente extendiéndose durante la época de
Lehi y quizá también durante la epoca de su hijo Nefi.35

Por el tiempo del Exilio Israelita en Babilonia y su subsiguiente restauración, no obstante, la


oposición contra Asera fue universal en el Judaísmo.36 Ciertamente, la concepción Israelita en
vías de desarrollo de que Yahweh , hasta cierto punto, absorbiera las funciones y los epítetos,
de su padre El se consolido, en dicho periodo..37 En cierto sentido, por consiguiente, Asera fue
borrada de la historia de Israel y del Judaismo subsiguiente.38 En el texto de la Biblia tal y como
nosotros ahora la leemos, quedan algunos indicios de la diosa , pero poco sobrevive que nos
permita darnos una comprensión precisa y detallada de su caracter o naturaleza.39 Como William
Dever lo resume

El silencio en cuanto a Asera como la consorte de Yahweh, sucesor del Canaanita El, ahora puede
ser comprendido como el resultado de la supresión de su culto hecha por los reformadores de
los siglos 800 a 600. AC Como consecuencia, las referencias para Asera, si bien no fueron del
todo expurgadas del texto consonántico conocido como Texto Masorético, fueron
incomprendidas más tarde por los editores o reinterpretadas para sugerir meramente la imagen
oscura de la diosa. En este inocente engaño, le siguieron los traductores de la Septuaginta, la
Vulgata, el Targumim, y los la versión de la Biblia inglesa King James y la mayoría de otras
versiones modernas, incluyendo la Estándar Revisada (Y en Español la Reina Valera Revisada,
N.T.). Ciertamente, por la época de la Mishna el significado original del nombre Asera
probablemente había pasado al olvido, para no ser recobrado hasta que la diosa emergió otra
vez en los textos recuperado en Ugarit.40

Steve A. Wiggins está de acuerdo, en mantener que los reformadores realmente suprimieron
información valiosa con respecto a Asera de la Biblia tal y como nosotros ahora la tenemos.41
Los textos bíblicos deben ser leídos, dice Saul Olyan, teniendo en mente que los mismos pasaron
por el filtro de los Deuteronomistas, quienes usaron plenamente la distorsión del significado
para favorecer sus puntos de vista.42 (Manfried Dietrich y Oswald Loretz no se alejan de la misma
perspectiva cuando se refieren al trabajo de los Deuteronomistas como Kriegspropaganda, o
propaganda de guerra.)43

¿Así que, qué debemos hacer con Asera ¿Oponernos a su veneración, tal y como lo han
expresado y obligado los Deuteronomistas y los reyes reformistas de Israel, señalando que ella
fue extranjera y una mala influencia para la religión hebrea legítima No necesariamente?
Reconsideremos que Ezequías removió tanto a Asera y el Nehushtan del templo en Jerusalén. El
Nehushtan no fue una intrusión pagana; Era la serpiente de bronce que Moisés había hecho, la
cuál había sido cuidadosamente conservada por los Israelitas por casi un milenio hasta Ezequías,
quien ofendido por el culto idólatra de los hijos de Israel quienes le quemaban incienso ' (2 Reyes
184), lo quitó y destruyó.44 En Otras Palabras, el Nehushtan tuvo un pedigrí ilustre enteramente
propio del mundo religioso de Israel, y no hay razón para creer que Asera fue más diferente a
este respecto.45 Ciertamente, debería ser recordado que Manases trajo a Asera de vuelta al
templo de Yahweh en Jerusalén, pero no el Nehushtan.

Sherlock Holmes una vez solucionó un caso por un perro que, en contra de toda expectativa, no
ladró. Lo que sorprendente en la larga historia de de Israel con respecto a Asera es la identidad
de que ellos no se opusieron a ella. Ningún profeta parece haber denunciado a Asera antes del
octavo siglo AC.46 Grandes profetas Yahveistas como Amos y Oseas, hablan con voz fuerte en
sus denunciaciones contra Baal, sin embargo, no hacen ninguna denuncia contra Asera,47 y tanto
Elias -como la escuela de reformadores Yahveistas de Eliseo no parecen haberse opuesto a ella.
Aunque 400 profetas de Asera comieron con Jezabel junto con los 450 profetas de Baal, El
famoso enfrentamiento de Elías contra los sacerdotes de Baal, que tiene un final dramático para
estos últimos, dejó a los devotos de Asera sin mencionar y, evidentemente, ilesos. ¿qué fue lo
sucedió con Asera y sus profetas Pregunta David Noel Freedman. Nada.48 En los años
subsiguientes la campaña cruel en contra de Baal inspirada por Elías y Eliseo y liderada por Jehú
en Israel deja a la asera de Samaria en su sitio. Baal fue totalmente eliminado, mientras la
veneración de la diosa realmente sobrevivió en el reino del norte. 49

La creencia en Asera parece haber sido una posición conservadora en el antiguo Israel; La crítica
a este respecto fue innovadora. Saul Olyan, hace notar que antes de que los reyes reformistas
en Judá, la asera parece haber sido plenamente legítima,50 sostiene la opinión de que la
oposición hebrea antigua para Asera dimanó enteramente del así llamado partido reformista
conocido como los Deuteronomistas, o de facciones influenciadas por ellos. Otras facciones en
el más antiguo Israel, dice Olyan, probablemente pensaron que la veneración hacia ella no era
errónea y bien podía ser adorada.51 (El libro de Deuteronomio es usualmente asociado con las
reformas del rey judío Josías, que gobernó hacia el séptimo siglo AC, y muchos estudiosos creen
que fue realmente escrito durante ese período.) Escribiendo concerniente a las figurillas
comunes de la diosa a las cuales ya hemos aludido, comenta William Dever, por lo que respecta
a la noción que estas figurillas, no importa qué significaron, fueron raras en círculos ortodoxos,
la tardía Señora de Kathleen Kenyon que hallamos hacia el siglo un séptimo siglo AC ' escondite
de culto ' con más que trescientos cincuenta de ellos en una caverna en Jerusalén, a no más de
cien yardas del Monte del Templo.52 (debería ser recordado que una fecha para estas figurillas
en el marco de siglo VII AC contemporáneos o por lo menos cercanos a la época de Lehi.)

¿Cuál era el papel de Asera en los albores de la creencia religiosa Israelita Como ya se dijo acerca
de la historia de la religión cananea e Israelita, Asera pudo haber sido la consorte de El, pero no
de Yahweh, en algún punto inicial en la religión Israelita.53 Gradualmente, sin embargo, cuando
la concepción acerca de Yahweh comenzó a absorber los atributos de su padre, El, Los Israelitas
parecen también haber atribuido a Yahweh la esposa y la consorte de su padre.54 Este buen
conocimiento, comenta Andr Lemaire, quien plantea dicho argumento claramente a pesar de su
rechazo al mismo, que en la religión Israelita Yahweh reemplazó al gran dios El como el Dios de
Israel. Si Yahweh reemplazase a El, parecería lógico suponer bajo la influencia cananea asera
reemplazo a Athirat (Asera), y que, al menos en la religión popular del antiguo Israel si no en la
forma más pura de que la religión reflejada en la Biblia, Asera funcionó como la consorte o la
esposa de Yahweh .55

Pese al escepticismo del profesor Lemaire , Saul Olyan esta probablemente en lo correcto al
afirmar que el punto de vista de Asera como una divina consorte, la esposa de Yahweh, gana
terreno entre los estudiosos de la antigua Religión Israelita.56 que en cierta medida en Judá se
viera a Asera como su consorte es apenas más que debatible, declara Thomas Thompson.57
Asera fue una diosa asociada con El, y esta asociación fue legada a la Religión Israelita en virtud
de la identificación de Yahweh-El.58 Asera parecen haber sido considerada como la consorte de
Yahweh en la religión tanto estatal como pública en el reino del norte de Israel y en el reino
sureño de Juda.59

El soporte importante para esta argumentación ha venido de dos descubrimientos


arqueológicos controversiales muy recientes en Palestina. El primero esta en Khirbat Al-Qum,
un sitio aproximadamente de ocho millas al oeste de Hebron y apenas seis millas y media al este
sudeste de Lachish en el territorio del antiguo Judá. Las inscripciones paleohebreas en Khirbat
Al-Qum pueden ser fechadas hacia el octavo siglo AC,60 y pese a tener desacuerdos sobre otros
cosas acerca de ellas, los estudiosos están de acuerdo que representan al menos una hebra de
la religión popular de su época.61 El segundo es Kuntillat Ajrud, quizá el puesto de avanzada mas
al extremo sur del reino de Judá, lo cual hizo las funciones ya sea una fortaleza o un caravansary
(o ambos) y está situada en la frontera entre el Negev sureño y la península de Sinaí, no lejos de
la carretera que une a Gaza y Elat. (Son aproximadamente cuarenta millas al sur de Kadesh-
Barnea en una colina al lado de Wadi Qurayya.) Las ruinas arqueológicas en esta localidad,
reflejan las influencias del reino del norte de Israel, que datan a mas tardar del siglo noveno o
principios del octavo AC,62 que los colocarían en el reinado de Jehoahaz, rey de Israel, el hijo y
su sucesor al militante anti-Baalista Jehu.63

La inscripción en Kuntillat Ajrud, escrita en tinta roja en el hombro de unos pithos grandes (vasija
de arcilla), parece referirse a Yahweh de Samaria y su Asera. Sobre el otro lado de los pithos está
un dibujo de un árbol de la vida.64 Una inscripción encontrada en una tumba en Khirbat Al Qum
también parece mencionar a Yahweh y su Asera a, por lo menos (donde la referencia puede ser
directamente para una diosa-consorte) probablemente, Yahweh y su Asera (donde alguna
suerte de objeto cultico es pretendida). Con estos descubrimientos explícitamente en mente, el
eminente arqueólogo William G. Dever ha considerado que los descubrimientos arqueológicos
recientes proveen ambos textos y representaciones pictóricas que por primera vez claramente
identifican a ' Asera ' como la consorte de Yahweh, al menos en algunos círculos en el antiguo
Israel.65 Raphael Patai declara que ello indica que el culto de Asera como la consorte de Yahweh
(' ¡su Asera!) Fue un elemento integral de la vida religiosa en el antiguo Israel antes de las
reformas introducidas por el Rey Joshiah (Josias) en el a 621 AC .66 David Noel Freedman señala
Nuestra investigación sugiere que el culto de una diosa, la consorte de Yahweh, estaba
profundamente arraigado en ambos Israel y Judá en la epoca del exilio.67

En una etapa de religión hebrea, Yahweh parece haber sido considerado como el patriarca de
todos los dioses, como el progenitor universal de las huestes celestiales68 — un papel que él
probablemente heredó de su padre, El. (Yahweh originalmente pudo haber sido nombrado
como el primero de las huestes del cielo, quizá comparado con el sol — el mas importante entre
ellos.)69 Las huestes celestiales, a su vez, fueron asociadas con las estrellas y los cuerpos celestes,
pero fueron también descritas como consejeros divinos, y un número creciente de estudiosos
cree que fueron equivalentes para los dioses de la cercana fe canaanita. Así, John Day arguye,
que tal y como la diosa Ugaritica Asera fue la esposa de El y la madre de los dioses, la Israelita
Asera, la consorte de la principal deidad hebrea , fue la madre de los hijos divinos de Dios.71 En
otras palabras, en la creación de la tierra, Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se
regocijaban todos los hijos de Dios (Job 387), Asera parece haber estado allí también, entre sus
hijos.72 Además, tal y como entre los cananeos, Asera fue también asociada con la fertilidad
humana terrenal y el nacimiento humano73 Un texto Hebreo de recitaciones hallado en Arslan
Tash en la alta Siria,que data del séptimo siglo AC (un periodo aproximado a la fecha en que Nefi
tuvo su visión), parece invocar la ayuda de la diosa Asera para una mujer en trabajo de parto.74

Para nuestros propósitos presentes, sin embargo, necesitamos enfocarnos más precisamente
en la naturaleza de la veneración que los Israelitas dieron a la consorte divina. ¿Cuál fue la asera
que se hallaba en el templo en Jerusalén y en la capital de Israel, Samaria Existe controversia
con respecto a esta pregunta. Asera parece haber sido asociada con los arboles.75 Hacia el siglo
X encontramos vestigios de culto en Taanach, un sitio que se halla a cinco millas al sureste de
Megiddo en la frontera sureña de la llanura de Esdraelon, en donde se encuentran dos
representaciones de Asera, el primero en forma humana y lel segundo como un árbol sagrado.
Asera es el arbol.76 Quizá deberíamos pensar otra vez, con respecto, de las figurillas de la diosa
Israelita Recordemos que sus cuerpos humanos superiores son inequívocamente
antropomórficos y propios de las mujeres, pero sus cuerpos humanos inferiores, en contraste
con sus contrapartes cananeas paganas, son columnas simples. ¿William Dever sugiere que
estos cuerpos humanos inferiores columnares representan arboles truncados.77 ¿ Y por qué no
Asera es una diosa del árbol, y como algo semejante es asociada con el roble, el tamarisco, la
palmera datilera, el sicomoro, y muchas otras especies. Esta asociación condujo a su
identificación con árboles sagrados o el árbol de la vida .78 que Los autores rabínicos de la
Mishnah judia (compilada alrededor del año 200 DC) explican la asera como un árbol que fue
reverenciado.79
El símbolo de Asera pudo haber sido un árbol vivo, o una arboleda sagrada de algún tipo, pero
el consenso entre los académicos cada vez mas parece apuntar que la asera fue mas
comúnmente una imagen de madera esculpida, quizá alguna clase de palo.
Desafortunadamente, dado que la imagen fue de madera, solo escasa prueba arqueológica
directa ha sobrevivido.80 Pero nosotros sabemos por la evidencia bíblica que podría ser
plantada (véase a Deuteronomio 1621) a fin de que se mantuviera firme (véase 2 Reyes 136),
pero que también pudiese ser echada abajo (vea a Miqueas 513), ser cortada (vea a Éxodo 3413),
y quemada (vea a Deuteronomio 123). Con toda seguridad simbolizó un árbol, y en si misma
pudo haber sido un árbol estilizado.81 No fue raro en el antiguo Cercano Oriente para un dios o
una diosa ser esencialmente equiparada con su símbolo, 82 y Asera parece no haber sido la
excepción Asera fue la diosa y símbolo de culto. Ella fue el árbol.83

El menorah, el candelabro de siete brazos que estuvo por siglos en el templo de Jerusalén,
provee un paralelo interesante a todo esto Leon Yarden mantiene que el menorah representa
un almendro estilizado. Él señala la blancura notablemente radiante del almendro en ciertos
puntos en su ciclo biológico y le recuerda a sus lectores de la asociación perenne del árbol de la
vida con la luz (la orientación en este contexto aun para la zarza ardiente, la cual Yahweh eligió
para dirigirle la palabra a Moisés en Sinaí). Es fascinante, por consiguiente, Yarden sostiene la
opinión que el nombre griego arcaico de la almendra (amygdale, reflejada en su contemporánea
designación botánica como Amygdalis communis ), casi seguramente no es vocablo nativo del,
está más probablemente derivada del hebreo em gedolah , que significa a la Gran Madre.84

La iconografía de asera hacia la el final de la Edad de Bronce sugiere, escribe Mark Smith, que
representó los atributos maternales y nutricios de la deidad.85 Raphael Patai ha llamado la
atención a los paralelos entre la devoción judía a las diversas deidades femeninas y cuasi
deidades a traves de los siglos, comenzando con Asera, y la popular veneración Católica de
Maria, la madre de Jesus.86 Interesantemente, parece que Asera, la diosa madre por excelencia,
también, paradójicamente, pudo haber sido considerada una virgen.87 La diosa occidental
Púnica Tannit, a quién Saul Olyan ha identificado con la Israelita-Canaanita Asera, la consorte de
El, la madre y la nodriza de los dioses, fue descrita como una virgen y simbolizada por un árbol.88
Podría ser recordado, en este contexto, que el el siglo XI el cardenal, santo, y doctor de la Iglesia
Católica Romana, Pedro Damian, declaró que, cuando la Virgen María maduró, ella vino a tener
tal belleza y atractivo que Dios mismo estaba lleno de pasión hacia ella. Fue para ella, dice él ,
que Dios cantó la Canción de Salomón, y cuando sus asuntos con los ángeles y los hombres le
dejaron cansado, ella fue el sofá de oro sobre el cual él se rindió a tomar su descanso. Dos siglos
más tarde, otro cardenal, el importante filósofo franciscano y asceta San Buenaventura, llego
inclusive a designar a Maria como la esposa del Padre Eterno, una expresión de la cual se hizo
eco en 1399 Christine de Pisan, quien también le llamó a Maria la reina de Cielo — el mismo
título dado a la diosa del antiguo Israel89 — y adjunto a ella a la misma a la trinidad.90

Podría ser ahora ser evidente por qué Nefi, un Israelita que vivía alrededor del séptimo y sexto
siglos antes de Jesucristo, habría reconocido sin ninguna otra explicación a partir de una imagen
de una madre virginal y su hijo divino la respuesta para su pregunta acerca de un árbol
maravilloso e, inferir, una profunda declaración acerca de la profundidad del amor de Dios por
el género humano. La asociación en 1 Nefi de la Maria del Nuevo Testamento con el árbol de la
vida no está exenta de paralelismo en el antiguo cercano oriente. La versión copta del
Apocalipsis de Pablo, un documento que probablemente se originó en Egipto hacia la mitad del
tercer siglo de la era cristiana, relata una visión del gran apóstol que, en este detalle al menos,
sorprendentemente se parece a la visión de Nefi y él (el ángel) me mostró el árbol de la Vida, Se
registra que Pablo dice, y por eso estaba una espada candente giratoria. Y una Virgen apareció
por el árbol, y tres ángeles que cantaron alabanzas para ella, y el ángel me dijo que ella era
Maria, la Madre de Cristo .91 Pero la visión de Nefi vaya a la par más allá, identificando a Maria
con el árbol. Este elemento adicional parece derivarse de precisamente la cultura palestino
preexilica de la cual, el Libro de Mormón nos dice, Nefi había nacido.

Que Maria, la joven virgen de Nazareth, no fuera literalmente Asera, la diosa solitaria de religión
antigua Israelita 92 — sino que ella fuera, como el guía de Nefi cuidadosamente acoto,
simplemente la madre del Hijo de Dios, según la carne 93 — es, para los propósitos de esta
discusión, ciertamente irrelevante. Los pensadores religiosos del judaísmo posterior, después
de todo, podrían discernir a Asera en otros personajes femeninos, tanto históricos y míticos. En
del siglo dieciséis Safed, por ejemplo, y el cabalistas Moses Cordovero comprendió que Asera
podría ser identificada con la Matronit-Shekhina del cabalista judaico.94 De hecho, diversos
pensadores cabalistas identificaron a la Shekhina, como la personificación femenina deificada
de la presencia de Dios, con las mujeres históricas y mortales como Sara, Rebeca, Raquel, y
Lea.95 De Modo Semejante, en un paralelo más bien sesgado para la imagen de Maria en 1 Nefi,
los murales de de la sinagoga de Dura-Europos en Mesopotamia, hacia el tercer siglo DC ilustran
a la Shekhina como una mujer desnuda sujetando al infante Moisés, un niño cuasi-divino, en sus
brazos96 hay prueba, también, de que Asera fue ocasionalmente asociada a la bíblica Eva por
los antiguos Hebreos.97 Para esta materia, en el judaísmo rabínico aun la esposa judía común
podría ser y podría ser mirada como la representante terrenal de la Shekhina, la consorte divina
de Dios.98 Pero Maria, mucho más perfectamente y precisamente mas que cualquier otra de
estas Aseras terrenales, fue la tipificación mortal de la esposa del Padre Celestial y la madre de
su Hijo.

Además, así como la cristiandad antigua se desarrolló, la imagen de Maria llego a asimilar a las
diosas de más allá de la tradición hebraica, igualmente. Considere, por ejemplo, a la diosa griega
Artemisa (Diana), quien fue asociada con el parto, con la fertilidad de humanos y los animales,
y, en particular en el Peloponeso, con la fertilidad de árboles, y como guarda de la virginidad y
parcialmente obscurecidas sus orígenes como madre de los dioses.99 El área cercana a Efeso,
en la moderna Turquía, fue alguna vez fuertemente asociada con Artemisa. Su gran templo
estaba allí, y era una de las maravillas del mundo antiguo (véase Hechos 1923–41). Hoy, sin
embargo, pocos restos de su santuario quedan más allá de un hoyo pantanoso y una columna
melancólica sola en la cual a las grandes aves migratorias les gusta tomar posada. Aun así,
decenas de miles de peregrinos todavía van a Efeso cada año para visitar la supuesta casa de la
Virgen María en las colinas de la ciudad. Las leyendas de su llegada a Efeso en compañía de Lucas
el evangelista, y de su larga estancia temporal allí bajo el cuidado del apóstol Juan pueden ser
ser fechadas casi el tiempo cuando el templo de la virgen Artemisa fue destruido.

La Sabiduría Biblica y Asera


Como un ejercicio final (pero, yo espero, útil e instructivo), examinaremos un pasaje en la Biblia
que parece que, en vista del debate que justamente hemos traído para una conclusión
provisional, nos permite producir varios paralelos interesantes para las visiones de Lehi y Nefi.

Los estudiosos bíblicos reconocen un género de escritura, hallado en las Sagradas Escrituras
canónicas (por ejemplo en, Job, los Proverbios, el Eclesiastés, El Cantar de los Cantares de
Salomón) y más allá del canon, que llaman literatura de sabiduría. Entre las características de
este tipo de escritura, como es lógico, esta el uso frecuente del término sabiduría. Pero también
común para tal literatura, y muy golpeteada en textos de un trasfondo cultural hebreo, está la
ausencia típicamente de los temas Israelitas o judíos, como las promesas a los patriarcas, la
historia de Moisés y el éxodo, el convenio en Sinaí, y la promesa divina para David. Hay, sin
embargo, un énfasis fuerte en la enseñanza de los padres, y especialmente en la instrucción del
padre.100 que los lectores Cuidadosos repararán en que todas estas características están
presentes en las relatos de las visiones de Lehi y Nefi tal y como están dadas en el Libro de
Mormón.

La Biblia identifica dos fuentes terrenales principales de la sabiduría. Se dice que viene de
Oriente, lo cual debe casi ciertamente ser comprendido como el desierto Sirio-Arabe, y
Egipto.101 (El libro de Job, por ejemplo, está colocado en Oriente y carece casi de cualquier
huella propia del conocimiento general y popular sobre un tópico Israelita o hebreo.)102 Esto
es una reminiscencia tanto de las influencias de Egipto como del Desierto -que el Libro de
Mormón y mas recientemente, eruditos Santos de los Ultimos Dias han identificado para la
familia de Lehi y Nefi— .103 Puede ser significativo que una sección del libro de Proverbios (311–
9) — mantenga representar las palabras de Lemuel usando un nombre que no sólo ocurre entre
los hijos de Lehi sino que también es perfectamente familiar y propio del Desierto Arábigo.

Ciertamente otros motivos comunes para la literatura de sabiduría son también típicos del Libro
de Mormón como un todo.104 Por Ejemplo, tanto los libros canónicos como extracanónicos de
sabiduría están muy relacionados con el uso correcto o impropio de la expresión.105 El libro de
Proverbios advierte en contra de las tentaciones peligrosas la mujer extraña, aun. . . el
desconocido que lisonjea con sus palabras, y aconseja que nosotros no nos entrometamos con
ella, ese que lisonjea con sus labios .106 palabras “elogiosas y astutas, generalmente destinadas
para malos propósitos y con una implicación de engaño, son también una preocupación
recurrente en el registro Nefita.107

Otro tema consistente en ambos tanto en el Libro de Mormón como en la literatura de sabiduría
del Cercano Oriente es la noción de que la sabiduría o la justicia o la rectitud traen prosperidad,
mientras la insensatez o la maldad induce al sufrimiento y la destrucción.108 El vocabulario de
Proverbios 1–6, el cual enfatiza el aprender, entender, la rectitud, el discernimiento, y el
conocimiento, tiene obviamente correlación en elementos importantes del Libro de Mormón en
general, y de las visiones de Lehi y Nefi En particular.109 De Modo Semejante, Proverbios 31–
12 canaliza nuestra necesidad de oír a la inspirada sabiduría, así como también en la promesa
de vida y nuestro deber de confiar en el Señor en vez de ser sabios a nuestros propios ojos.110
Cualquiera de estas admoniciones también puede estar documentada abundantemente a todo
lo largo del texto del Libro de Mormón — notablemente la invitación repetida de Nefi a nosotros
para depositar la confianza en el Señor en vez de en el brazo de carne.111 En la visión del árbol
de la vida de Nefi, el edificio grande y espacioso simboliza la sabiduría y el orgullo de mundo,
todo lo cual llega a caer.112

Pero entre las correspondencias interesantes entre la literatura de sabiduría del Antiguo
Cercano Oriente y el Libro de Mormón, uno es de interés particular para el ensayo presente. La
sabiduría misma es representada en 1–9 de Proverbios como personificada por una mujer.113
Ciertamente, aquí y en cualquier otro sitio en la antigua literatura hebrea y judía, la Sabiduría
hace el papel de la esposa de Dios, lo cual apenas puede sin faltar recordarnos a la antigua
Asera.114 Ella aun pudo haber jugado un papel en la creación El Señor con sabiduría fundo la
tierra, dice Proverbios 319.115 como el símbolo de la asera, la Sabiduría es una figura propia de
las mujeres, y como tal da vida y sustento.116 De Hecho, t Steve A. Wiggins observa que Asera
misma, es la Sabiduría, la primera criatura de Dios.117 que El texto clásico en este tema es
encontrado en 8:22–34 de Proverbios

22 Jehová me poseía en el principio,

Ya de antiguo, antes de sus obras.

23 Eternamente tuve el principado, desde el principio,

Antes de la tierra.

24 Antes de los abismos fui engendrada;

Antes que fuesen las fuentes de las muchas aguas.

25 Antes que los montes fuesen formados,

Antes de los collados, ya había sido yo engendrada;

26 No había aun hecho la tierra, ni los campos,

Ni el principio del polvo del mundo.

27 Cuando formaba los cielos, allí estaba yo;

Cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo;

28 Cuando afirmaba los cielos arriba,

Cuando afirmaba las fuentes del abismo;

29 Cuando ponía al mar su estatuto,

Para que las aguas no traspasasen su mandamiento;

Cuando establecía los fundamentos de la tierra,

30 Con él estaba yo ordenándolo todo,


Y era su delicia de día en día,

Teniendo solaz delante de él en todo tiempo.

31 Me regocijo en la parte habitable de su tierra;

Y mis delicias son con los hijos de los hombres.

32 Ahora, pues, hijos, oídme,

Y bienaventurados [feliz] (ashre) los que guardan mis caminos.

33 Atended el consejo, y sed sabios,

Y no lo menospreciéis.

34 Bienaventurado (ashr)el hombre que me escucha,

Velando a mis puertas cada día,

Aguardando a los postes de mis puertas

El uso de la palabra hebreo ashre esta conexión — con la misma raíz (shr) de la cual proviene la
palabra Asera — esto es probablemente significativo.118 ashre feliz es el hombre que halla la
sabiduría (Ashr) (Proverbio 313). (Un juego de palabras similar puede estar ocurriendo detrás de
la palabra feliz en 1 Nefi 810, 12, y quizá se empareja detrás de la alegría y jovialidad en 1 Nefi
812 y 1123.)119 Otro hecho notable es que el ' árbol de la vida, ' el cual es renombrado como la
asera, aparece en la tradición Israelita como una expresión metafórica para la sabiduría.
Ciertamente, Mark Smith ve en Proverbios 313–18 como un quiasma conspicuo el cual es
esencialmente equivalente en los mismos términos ya que hokmah (sabiduría) y es-hayim (un
árbol de la vida) tienen la misma raiz 120 El libro apócrifo de Eclesiástico, el cual es también
conocido como la Sabiduría de Ben Sira, usa árboles diversos para simbolizar la Sabiduría (2412–
19). La sabiduría está arraigada en el temor al Señor, dice Eclesiastico 120 (lNew English Bible),
y la larga vida crece en sus ramas. Ella es un árbol de vida para aquellos que se aferran a ella Y
feliz (me'ushshar) 121 es aquel que se allega a ella (Proverbios 318). Similar imaginería puede
ser encontrada en otro sitio de la Biblia si bien, incluyen pasajes donde la sabiduría es el tema
explícito o implícito del debate

(Ashre) Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de


pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su
delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de
aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. 4 No así
los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos
en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque Jehová conoce el camino
de los justos; Mas la senda de los malos perecer..122

Varios paralelos entre el lenguaje de Proverbios 1–9 y el lenguaje de las visiones en 1 Nefi serán
aparentes para los lectores cuidadosos. Note, por ejemplo, en Proverbios 318, citado arriba, la
imagen de tomar, asirse, el cuál recuerda la barra de hierro de las visiones Lehi y Nefi.123 La
Nueva versión Inglesa de la Biblia de Proverbios 318 habla de agarrar(se) a ella y el asirse a ella
— del mismo modo que las visiones de Lehi y de Nefi habla de aferrarse y mantenerse firme a
la barra de hierro. Proverbios 413 nos aconseja a Reten el consejo, no lo dejes; Guardalo porque
es tu vida . El libro apócrifo de Baruc 41 declaratodo el que se agarre firmemente a la Sabiduría
vivirá, pero quienes le abandonan morirán. Él que se mantiene firme a ella ganará honorabilidad,
dice Eclesiastico 413.124 Tanto el consejo de Proverbios como las imágenes de sueño de Lehi,
además, están expresamente dirigidas a las juventudes, a los hijos específicamente o a sus
propios hijos.125 (oh, recuerda, hijo mio, dice Alma 3735, haciendo eco de este tema, y aprende
sabiduría en tu juventud; si, aprende en tu juventud a guardar los mandamientos de Dios .)
Ambos, Proverbios y 1 Nefi, hablan constantemente en la imaginería de caminos, senderos, y
andar caminando y advierten contra el descarrío el vagabundeo y de “extraviarse” e senderos
extraños 126 Proverbios.317 declara sus caminos (de la Sabiduria) son caminos deleitosos y
todas sus veredas de paz. En la subsiguiente tradición Nefita, El Rey Benjamín habla de el Espíritu
del Señor para guiaros . . . por las sendas de la sabiduría (Mosiah 236 ) (Helaman 125) , y
Mormon lamenta cuan lentos son en andar por las vías de la prudencia (En inglés el texto usa la
palabra sabiduria, nota del traductor).

Proverbios tiene a la Sabiduría describiendo sus palabras como puras, un atributo que es loado
repetidamente a todo lo largo de 1 Nefi, notablemente en la narrativa de la visión de Nefi, y a
todo lo largo de 2 Nefi.127 La locución pura y preciosa, recurrente en el relato de Nefi de su
experiencia con el guía angélico, 128 podrían servir como una descripción excelente de la
Sabiduría bíblica , sobrepasada en su aptitud sólo por la frase simple y pura, y más preciosa en
1 Nefi 1423. En Proverbios 819 la Sabiduria declara, Mejor es mi fruto que el oro y que el oro
refinado.129 que Ella es más preciosa que todas las piedras preciosas, dice Proverbios 315, y
todo lo que puedes desear, no se puede comparar con ella. La Sabiduría, declara Eclesiastico
411, cría a sus hijos para la grandeza. De modo semejante, el árbol de Lehi y Nefi fue precioso
por encima de todo (1 Nefi 810) — un árbol, cuya fruto era deseable para hacer a uno feliz (1
Nefi 812, 15 (1 Nefi 119), el árbol que es mas precioso que todos; Comparar con 1122).
Consecuentemente, ningún precio es demasiado alto para pagarle, si nos hará lograr la
sabiduría. Y os digo, dice Alma hijo a los pobres entre los Zoramitas en el contexto de un sermón
centrado en la semilla que se nutre hasta llegar a ser el árbol de la vida, está bien que seáis
echados de vuestras sinagogas, para que seáis humildes y aprendáis sabiduría (Alma 3212).
Confidente en calidad de lo que ella tiene que ofrecer, la Sabiduría invita a otros a participar

La sabiduría clama en las calles, Alza su voz en las plazas; Clama en los principales lugares de
reunión; En las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones..130

¿No clama la sabiduría, Y da su voz la inteligencia En las alturas junto al camino, A las
encrucijadas de las veredas se para; En el lugar de las puertas, a la entrada de la ciudad,

A la entrada de las puertas da voces .131

Envió sus criadas; Sobre lo más alto de la ciudad clamó..132

Ella no está sola, sin embargo. Fiel a sus raíces en el antiguo Israel, Lehi enseñó en fin, todas las
cosas que se han creado, era menester una oposición; sí, el fruto prohibido en oposición al árbol
de la vida, siendo dulce el uno y amargo el otro.r ( 2 Nefi 215). (Hacia el siglo cuarto, el salterio
cóptico Maniqueo contrasta a el Rey de Luz quien es el árbol de la vida con la Tinieblas que es el
árbol de muerte.)133 Esta doctrina de opuestos divinamente ordenados esta bien documentada
en la literatura de sabiduría.134 Así, en Proverbios, a los lectores se les presentan dos formas
contradictorias — el que es tonto y el que es obediente a la sabiduría — y la Señora Sabiduría es
contrastada repetidamente con su antagonista, la mujer extraña o la ramera, quien esta
ciertamente prohibida para los justos.135 (Asimismo opuesto a la verdad de Dios está la notable
imagen de Nefi, dada a él en la misma visión del árbol de la vida, así encontramos también a la
madre de las abominaciones, La ramera toda la tierra, que pelee contra los santos.)136 La
Sabiduría y la Ramera son, de hecho, competidoras

La mujer insensata es alborotadora; Es simple e ignorante. Se sienta en una silla a la puerta de


su casa, En los lugares altos de la ciudad, Para llamar a los que pasan por el camino, Que van por
sus caminos derechos. Dice a cualquier simple Ven acá.

A los faltos de cordura dijo Las aguas hurtadas son dulces, Y el pan comido en oculto es sabroso.
Y no saben que allí están los muertos;

Que sus convidados están en lo profundo del Seol. .137

Unas veces está en la calle, otras veces en las plazas, Acechando por todas las esquinas.138

Además, para todo su estatus exaltado, la Sabiduría debe afrontar despreciadores, lo cual
seguramente le debe recordar al lector de 1 Nefi a esos que se encuentran el edificio grande y
espacioso que apuntan con el dedo de desprecio a los santos que responden al llamado a
participar del árbol de la vida.139 que Este edificio al parecer, como ya hemos notado,
representa una alternativa humana para la sabiduría verdadera, la sabiduría divina de Dios Nefi
registra que simboliza el mundo y la sabiduría del mismo (1 Nefi 1135).

Mientras la Sabiduría propone la promesa de grandes bendiciones para aquellos que la aceptan
y la escuchan, ella predice desastre para aquellos que deniegan su enseñanza

Sino que desechasteis todo consejo mío Y mi reprensión no quisisteis,

También yo me reiré en vuestra calamidad, Y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;

Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, Y vuestra calamidad llegare como un
torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.

Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán.

Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová,

Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía,

Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de sus propios consejos.

Porque el desvío de los ignorantes los matará, Y la prosperidad de los necios los echará a perder;
Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.140

La sabiduría representa vida, mientras la falta de sabiduría conduce a la muerte.141 (Quizá la


yuxtaposición de un árbol vivo y nutritivo en 1 Nefi con la estructura inanimada del edificio que
representa la vanidad del mundo está dirigida a recalcar este punto.) Porque los rectos
habitarán la tierra, Y los perfectos permanecerán en ella, 22 Mas los impíos serán cortados de
la tierra, Y los prevaricadores serán de ella desarraigados .142 Porque el que me halle, hallará la
vida, Y alcanzará el favor de Jehová. Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; Todos los que
me aborrecen aman la muerte”. dice Proverbio 835–6, . El pecador, de hecho, cae en las garras
de la mujer ramera, la rival para la Señora Sabiduría Por lo cual su casa está inclinada a la muerte,
Y sus veredas hacia los muertos; 19 Todos los que a ella se lleguen, no volverán, Ni seguirán otra
vez los senderos de la vida. .143 Oh cuan maravillosas son las obras del Señor, exclama Ammon
e el Libro de Mormón cuán largo tiempo soporta él a su pueblo; sí, y cuán ciego e impenetrable
es el entendimiento de los hijos de los hombres, pues ni buscan sabiduría, ni desean que ella los
rija! (Mosiah 820). .144 De Modo Semejante, Eclesiástico 419 habla de la Sabiduría y del
individuo que se aleja de ella ella le abandonará y lo dejará a su destino. En la visión de Lehi,
esos que renegaron del fruto del árbol cayeron fuera en caminos prohibidos y se perdieron (1
Nefi 828) o se ahogaron en las profundidades de la fuente (1 Nefi 832). Muchos se perdieron de
su vista, vagando en caminos extraños (1 Nefi 832). Era el miedo a este posible desenlace ,
después de participar del fruto del árbol, por el que Lehi estaba deseoso que su familia debería
compartirlo también (1 Nefi 812). En una vena paralela, Eclesiástico 415–16 nos dice al respecto
de la Sabiduría el siervo obediente. . . La poseerá y la dejará en herencia para sus descendientes
.

En 1 Nefi 813–14, el árbol de Lehi es asociado con un río y una fuente de agua. Los símbolos de
una fuente asociado con árbol de la vida son frecuentes en la literatura de sabiduría también.145
Nefi mismo, en 1 Nefi 1125, realmente compara el árbol de la vida con la fuente de aguas vivas,
lo cual brota, él la asocia, con una representación del amor de Dios. y también contemplé, él
continúa, que el árbol de la vida fue una representación del amor de Dios.

Y, verdaderamente, no puede haber mayor ilustración del cuidado de Dios para sus hijos que
esto Porque de tal manera amo Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo
aquel que en el cree no se pierda, mas tenga vida eterna.146

La inclusión en 1 Nefi de uno auténtico símbolo religioso preexilico del cual no pudo haber tenido
idea un joven granjero de Nueva York y que no pudo haber deducido de la biblia —
especialmente dado su conocimiento tremendamente limitado de ese libro a finales de la
segunda decada del siglo XIX cuando él traducía las planchas de oro147 — sugiere que el Libro
de Mormón es, ciertamente, un registro histórico antiguo. Y eso, a su vez, sugiere que Dios
ciertamente,cuanto ama Dios al mundo que él dio a su Hijo Unigénito para salvarnos. El Libro de
Mormón es, como reclama ser, un segundo testigo para Cristo.
Notas

Daniel C. Peterson, es profesor asociado de estudios Sobre el islámico y el idioma árabe en


Brigham Young University, es presidente de la junta directiva de la Fundación para la
Investigación de la Antiguedad y Estudios sobre el Mormonismo (FARMS) y editor de la
publicación FARMS- Reseña de Libros.

William J. Hamblin, Paul Y. Hoskisson, Dana M. Pike, Matthew Roper, y John A. Tvedtnes
proveieron varias referencias interesantes y, junto con Deborah D. Peterson, ofrecieron
comentarios útiles en anteriores borradores de este ensayo. Por supuesto, el autor a solas es
responsable de las discusiones de este documento y las conclusiones.

A fin de dejar clara mi posición, déjenme brevemente hablar más bien más a manera personal
Este ensayo no debería ser interpretado mal como un resumen para la innovación teológica o
eclesiologica dentro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Dias. Los miembros
de esa iglesia por mucho tiempo han entendido y han aceptado la idea de una Madre Celestial.
Si más información o instrucción referente a ella debe ser popularizada, mi convicción es que
ésta vendrá a través de la revelación a las autoridades correctas, no a través de la agitación ni
se emparejará, en cualquier forma significativa, a través del estudio académico. A menos que y
hasta que la revelación mande de otra manera, creo que debemos quedarnos dentro de los
limites establecidos por nuestras Sagradas Escrituras canónicas en esta materia. Sospecho que
la noción antigua de Asera como la esposa de El refleja una doctrina verdadera, si bien
frecuentemente confusa y corrupta. Sospecho, además, que fue tal el desorden y la corrupción
que incitó a los reformadores Deuteronomistas, que se creyeron inspirados, ha oponerse y
suprimir la veneración de Asera, tal como se opusieron y suprimieron la veneración del
Nehushtan de Moisés. Mis sospechas no son, sin embargo, esenciales para la tesis fundamental
de este documento, el cuál solo trata de simplemente analizar la representación, por un árbol,
de una consorte divina cargando a un niño divino — para nosotros una yuxtaposición más bien
inesperada — que fue inteligible para Nefi porque, independientemente de cualquier cosa que
fuera su opinión personal de Asera, tal simbolismo le fue familiar.

1. Simo Parpola, The Assyrian Tree of Life Tracing the Origins of Jewish Monotheism and Greek
Philosophy, Journal of Near Eastern Studies 523 (1993) 161 . Otro tratamiento útil del tema
puede ser encontrado en Geo Widengren, The King and the Tree of Life in Ancient Near Eastern
Religion (Uppsala, Sweden Lundequistska Bokhandeln, 1951 ). Asko Parpola discute el motivo
del árbol de la vida como aparece en el valle antiguo del rio Indo (Deciphering the Indus Script
[New York Cambridge University Press, 1994], 256–71 ) . The Tree of Life Image for the Cosmos
(New York Thames and Hudson, 1974 ), Roger Cook le provee muchas imágenes del motivo, de
épocas remotas al período contemporáneo. John S. Crawford, en Multiculturalism at Sardis
(Biblical Archaeology Review 225 [SeptemberOctober 1996] 44) , las características una foto de
un frasco de terracota encontraron en un sitio que data del siglo V AC en lo que hoy en día es
Turquía. Está decorado con una cruz de la cual los ramos y las hojas crecen, obviamente
pretende sugerir un árbol de la vida.
2. William G. Dever, (Biblical Archaeology Review 225 [SeptemberOctober 1996] 44) El Profesor
Dever hace notar que la popularidad de la imagen del árbol de la vida en sellos antiguos Israelitas
(por ejemplo., Las piedras preciosas grabadas usadas en anillos con un pequeño sello) y en
incrustaciones de mobiliario de marfil. En la conversación, con mi colega en Asiriologia Paul
Hoskisson me dice que él duda que el árbol de la vida realmente existió en Mesopotamia — o,
al menos, que los materiales iconográficos sin explicaciones literarias (y, él dice, no tenemos a
ninguno) no pueden establecer por ellos mismos que fueron. Él piensa, ya lo creo, que el árbol
fuese originario del oeste semítico, lo cuál, si fuese verdadero, todavía sería ciertamente
compatible con la discusión expuesta en este documento. Para más referencias sobre el árbol
sagrado, vease a Jahwe und seine Aschera Anthropomorphes Kultbild in Mesopotamien, Ugarit
und Israel Das biblische Bilderverbot (Münster UGARIT-Verlag, 1992), 178 n. 32.

3. El motivo es americano, nada menos que mediterráneo. Linda Schele esboza la centralidad
del árbol sagrado como un tema iconográfico en la precolombina Mesoamerica e incluye
numerosas ilustraciones en su estudio The Olmec Mountain and Tree of Creation in
Mesoamerican Cosmology (in Jill Guthrie, ed., The Olmec World Ritual and Rulership [Princeton
Art Museum, Princeton University Press in association with Harry N. Abrams, 1995], 104–17) .
David Freidel, Linda Schele, and Joy Parker, in their book Maya Cosmos Three Thousand Years
on the Shaman's Path (New York William Morrow, 1993) , discute el árbol mundial
extensamente. Esos que han visitado el antiguo sitio mexicano recordarán que tanto el Templo
de la Cruz y el Templo del Foliated Cross en Palenque están adornados, según las palabras de
Michael D. Coe (The Maya, 3rd ed. [New York Thames and Hudson, 1984], 99 , con un árbol de
mundo (que guarda un parecido asombroso con la cruz cristiana) que bifurca transmontado por
un pájaro de quetzal. Allen J. Christenson, un Mesoamericanista Santo de los Ultimos Dias,
examina el tema en su artículo The Sacred Tree of the Ancient Maya, Journal of Book of Mormon
Studies 61 (1997) 1–23. Según Kevin Locke, un exponente y estudiante prominente de la cultura
de la Lakota (Sioux) la gente que fue entrevistada para la Reviista Bahá'í International
Community La oración central de la cultura Lakota e para estar protegido bajo el ' árbol de la
Vida ' 10).

4. Vease A Alma 32. La alegoría famosa del olivo, encontrada en Jacob 5, también puede estar
relacionada con este motivo. Para un analisis mas extenso vease Stephen D. Ricks and John W.
Welch, eds., The Allegory of the Olive Tree The Olive, the Bible, and Jacob 5 (Salt Lake City
Deseret Book and FARMS, 1994). Erich Neumann's book The Great Mother An Analysis of the
Archetype (trans. Ralph Mannheim [Princeton Princeton University Press, 1983], 50–2, 70),
aunque seriamente arruinado por el consabido Jungianismo, contiene un debate interesante de
semillas y el crecimiento que podría usarse para relacionar a Alma 32 con el tema del presente
ensayo.

5. En la visión del árbol de Lehi, su atención estaba específicamente en el fruto, el cual era
blanco, para exceder toda la blancura que alguna vez había visto (1 Nefi 811). Tal lenguaje ocurre
a otro sitio en el Libro de mormón igualmente. Haciendo eco de la visión de Nefi de el árbol que
es precioso sobre todo, puntos de vista Alma de su árbol que conduce a la vida eterna que su
fruto es más precioso,. . . Mas dulce que cualquier otro,. . . más blanco que todo lo que es
blanco, sí, y puro más que todo lo que está puro (Alma 3241, 42). Este fruto es también descrito
como precioso en 1 Nefi 1536 (para lo cuál probablemente debería compararse con Jacob 561,
74). Alma describe a Maria como una vasija preciosa y escogida (Alma 710). Los adjetivos en
estudio aquí parecen formar un tipo de complejo conceptual. La esperanza de Moroni es que
sus lectores incrédulos aún pueden arrepentirse y sea encontrado sin mancha, puros y blancos.
. . En ese día grande y último ( Mormón 96 ). La blancura mencionada aquí, a propósito, es estar
ocupado en un sentido racial que es la expresión árabe antigua iswadda wajhuhu (vea 3106–7
(su cara se puso negra), que denote siente pesar o avergüenza, o la declaración del Qur'an que,
en el último día, las caras de los justos serán blancas mientras esos de los malvados serán negras;
Compare 3960; l 7522–4; 8038–42; Vea también 1658; 4317).

6. Compare con Lucas 142 . El conocido salterio Maniqueo Coptico, que probablemente date del
IV DC en Egipto, asimismo parece identificar a Cristo con la fruta notablemente dulce de un árbol
sagrado. C. R. C. Allberry, ed., A Manichaean Psalm-Book, Part II (Stuttgart W. Kohlhammer,
1938), 134, 155, 158, 171, 176, 185.

7. Michael D. Coogan, Canaanite Origins and Lineage Reflections on the Religion of Ancient
Israel, in Ancient Israelite Religion Essays in Honor of Frank Moore Cross, ed. Patrick D. Miller Jr.,
Paul D. Hanson, and S. Dean McBride (Philadelphia Fortress Press, 1987), 115. Compare Dever,
Recent Archaeological Discoveries, 121, 128, 166.

8. Para el carácter reciente y relativo de monoteísmo hebreo absoluto, vea a Baruch Halpern,
'Brisker Pipes Than Poetry' The Development of Israelite Monotheism, in Judaic Perspectives on
Ancient Israel, ed. Jacob Neusner, Baruch A. Levine, and Ernest S. Frerichs (Philadelphia Fortress
Press, 1987), 77–115; Raphael Patai, The Hebrew Goddess, 3rd ed. (Detroit Wayne State
University Press, 1990) , especialmente pp. 27, 30, y 35 (donde Patai observa que algunos
materiales poco monoteístas han sido editados de la Biblia tal y como la tenemos hoy); Lowell
K. Handy, The Appearance of Pantheon in Judah, in The Triumph of Elohim From Yahwisms to
Judaisms, ed. Diana Vikander Edelman (Grand Rapids, Mich. Eerdmans, 1996), 27–43; Erhard S.
Gerstenberger, Yahweh—the Patriarch Ancient Images of God and Feminist Theology, trans.
Frederick J. Gaiser (Minneapolis Fortress Press, 1996), 2–3, 13, 35, 82, 86, 92, 136; and Jon D.
Levenson, Sinai and Zion An Entry into the Jewish Bible (San Francisco HarperSanFrancisco,
1987), 58–65 . Muchas otras referencias podrían ser dadas. En las similitudes culturales entre
cananeos y hebreos, véase a Patai, Hebrew Goddess, 31, 35, 40 (on the temple); Mark S. Smith,
The Early History of God Yahweh and the Other Deities in Ancient Israel (San Francisco Harper
& Row, 1990), xxii, 1, 3, 4, 25; and William Dever, Is the Bible Right After All interview by Hershel
Shanks, Biblical Archaeology Review 225 (SeptemberOctober 1996) 31–4. Según el Profesor
William G. Dever, en una conferencia en Brigham Young University en 14 febrero 1997, como
aún las inscripciones inéditas Israelitas EN Kuntillet Ajrud mencionan a cuatro dioses Yahweh,
Baal, Asera, y El.

9. Smith, Early History of God, 154.

10. Ibid., 156.

11. Ibid., 152. Compare A Dever, Recent Archaeological Discoveries, 165, 166.

12. Frank Moore Cross Jr., Yahweh and the God of the Patriarchs, Harvard Theological Review
55 (1962) 240.

13. Ibid., 234; compare 241–2; Conrad E. L'Heureux, Rank among the Canaanite Gods El, Ba'al,
and the Repha'im (Missoula, Mont. Scholars Press, 1979), 29–70, 72.

14. Vease See Smith, Early History of God, 7; and Margaret Barker, The Great Angel A Study of
Israel's Second God (Louisville WestminsterJohn Knox Press, 1992). Compare Larry W. Hurtado,
One God, One Lord Early Christian Devotion and Ancient Jewish Monotheism (Philadelphia
Fortress Press, 1988).

15. among the many references that could be given on this subject, Halpern, 'Brisker Pipes Than
Poetry,' 85; John Day, Asherah in the Hebrew Bible, Journal of Biblical Literature 1053 (1986)
387 and n. 9; and Peter Hayman, Monotheism—a Misused Word in Jewish Studies Journal of
Jewish Studies 42 (spring 1991) 1–15.La prueba significativa puede ser encontrada en
Deuteronomio 328–9, donde los hijos Dios de la Septuaginta están en desacuerdo con lel Texto
Masorético “hijos de Israel. La lectura de la Septuaginta recientemente ha sido confirmada por
un fragmento de Qumran (vea Emanuel Tov, Textual Criticism of the Hebrew Bible [Minneapolis
Fortress Press, 1992], 269, 365). . Uno piensa también acerca de Job 16 y 21, no decir del Salmo
29 (en su hebreo original), Salmo 82, y Miqueas 45.

16. Vea Smith, Early History of God, xxiii, xxvii, 8–11, 15, 21, 22, 23, 163; Patai, Hebrew Goddess,
133; Cross, Yahweh and the God of the Patriarchs, 253–7; Otto Eissfeldt, El and Yahweh, Journal
of Semitic Studies 1 (1956) 25–37; J. A. Emerton, The Origin of the Son of Man Imagery, Journal
of Theological Studies 9 (1958) 225–42; and Dietrich and Loretz, Jahwe und seine Aschera, 86,
93, 101, 118, 134, 146–7, 149, 157 Las más referencias para este punto de vista son dadas por
L'Heureux, Rank among the Canaanite Gods, 57–9, 57–9. Halpern parece disentir en esta
materia, si bien poco convincentemente (vease Brisker Pipes Than Poetry,' 88, y Herbert Niehr
resume el punto de vista de la mayoría pero se dibuja en forma vaga para desaprobarla. The Rise
of YHWH in Judahite and Israelite Religion, in Triumph of Elohim, ed. Edelman, 45)8; On the
common motif of the withdrawal of the elder gods, see Patai, Hebrew Goddess, 128; y Halpern,
'Brisker Pipes Than Poetry,' 80 Muchas referencias más podrían ser dadas, pero trascenderían
el alcance del debate presente.

17. Vea el Day, Asherah in the Hebrew Bible and Northwest Semitic Literature, 385–7, 398; Steve
A. Wiggins, The Myth of Asherah Lion Lady and Serpent Goddess, Ugarit-Forschungen
Internationales Jahrbuch für die Altertumskunde Syrien-Palästinas 23 (1991) 384; and Steve A.
Wiggins, A Reassessment of Asherah A Study according to the Textual Sources of the First Two
Millennia BCE (Kevelaer Butzon und Bercker, 1993), 192, que sugiere que el nombre Asera quiera
decir santuario o lugar sagrado.

18. Véase J. C. de Moor, asherah, in Theological Dictionary of the Old Testament, ed. G. Johannes
Botterweck and Helmer Ringgren (Grand Rapids, Mich. Eerdmans, 1974), 1439. On Asherah as
divine wet nurse, see Wiggins, Reassessment of Asherah, 26, 27, 71, 76, 89, 190; on her maternal
aspect, see pp. 37, 71, 89..

19. Hay, además, prueba que ella fue una diosa principal entre los Acadios y sumerios y en Ebla,
y que ella recibió adoración como madre de los dioses entre los Amoritas y los hititas. Para esto
y para los atributos de Asera al que se refirió veáse Saul M. Olyan, Asherah and the Cult of
Yahweh in Israel (Atlanta Scholars Press, 1988), 39, 57 n. 82, 58 n. 88, 61; Patai, Hebrew Goddess,
36, 37, 38, 54, 55, 58–9, 61, 119–20, 122; compare 23, 24; de Moor, asherah, 1439; Wiggins,
Myth of Asherah, 392; Day, Asherah in the Hebrew Bible, 385–7, 391; and Wiggins,
Reassessment of Asherah, 150–2. La prueba existente para Asera aparece más tempranamente
en la antigua Mesopotamia y, algo después, Hacia el Sur de Arabia (vea a Wiggins, Wiggins,
Reassessment of Asherah, 2, 132–50, 153–63).

20. Vea A Wiggins, Reassessment of Asherah,, 27, 71, 108–10, 131, 190. En p. 147 Wiggins se
refieren al nombre personal babilónico Ashratum-Unni(Ashratum = Asera es mi madre).
21.John Wilson Betlyon, The Cult of AserahElat at Sidon, Journal of Near Eastern Studies 441
(1985) 53–6. Compare de Moor, ashrah, 1440; and Day, Asherah in the Hebrew Bible, 387–8.
Patai repara en que la diosa Astarte aparentemente había reemplazado a Asera en Sidon hacia
el cuarto siglo AC (vea Hebrew Goddess, 56). Quizá ambas fueran asimiladas a Asera, claro está,
Astarte fuese una diosa de la fertilidad (vea ibid., 57, 59–60).

22. Hugh Nibley, An Approach to the Book of Mormon, 3rd ed. (Salt Lake City Deseret Book and
FARMS, 1988), 47; compare 84, 88–9, 92, 98; and Hugh Nibley, Lehi in the Desert; The World of
the Jaredites; There Were Jaredites (Salt Lake City Deseret Book and FARMS, 1988), 12, 23–4.

23. See Patai, Hebrew Goddess, 37–8, 41, 42, 55; Smith, Early History of God, 6; Day, Asherah in
the Hebrew Bible, 387; and Wiggins, Reassessment of Asherah, 29, 30, 32, 35 n. 71. Athirat
[Asherah] of the two Tyres seems to be identical with Elat of the Sidonians (Wiggins, Myth of
Asherah, 388) Lehi y su grupo muy probablemente estaban de paso por Elat en su viaje de
Jerusalén hacia la Tierra de Promisión (vea el mapa de Lynn M. Hilton y Hope Hilton, Search of
Lehi's Trail [Salt Lake City Deseret Book, 1976], 22–3)). El Corán 5319–23, a propósito, se refiere
a tres diosas, hijas de Alá (compare 6100 (de quién nombra o el título es manifiestamente
cognado con El o Elohim), uno de quien es Allat; 1657; 37149). Algunos comentaristas del Corán
supuestamente identifican a otra de las hijas con un árbol sagrado, pero yo aún no he
confirmado esto.

24. Vea Patai, Hebrew Goddess, 34; compare Dietrich and Loretz, Jahwe und seine Aschera, 120.
In Reassessment of Asherah (149), Wiggins repara en que la diosa fue conocida en Palestina
durante el período Amarna (el catorceavo siglo AC).

25. La información anterior data del 14 de febrero de 1997 El Professor Dever dio una
conferencia en Brigham Young University. Vea también J. Glen Taylor, Yahweh and the Sun
Biblical and Archaeological Evidence for Sun Worship in Ancient Israel (Sheffield JSOT Press,
1993), 58–9; and Gerstenberger, Yahweh—the Patriarch, 66.On the Arad temple, see Dever,
Recent Archaeological Discoveries, 139–40. En su conferencia, el Profesor Dever hizo notar a un
león que se encuentra en la base de una mesa oferente en Arad. Asera fue a menudo asociado
con leones (y fue llamado la Señora del León).

26. Dever, Recent Archaeological Discoveries, 157–9. The objects are pictured in figs. 57 and 58,
on pp. 158–9.

27. Patai mantiene el origen extranjero de Asera en Diosa hebrea (31–2, 38, 45, 52). Hebrew
Goddess (31–2, 38, 45, 52). Smith (Early History of God, xxiii, 80–1, 146), Olyan (Asherah and the
Cult of Yahweh, 4–7, 9, 13–14, 18, 22, 88), Saul M. Olyan (The Cultic Confessions of Jer 2,27a,
Zeitschrift für die alttestamentliche Wissenschaft 99 [1987] 259), y Taylor (Yahweh and the Sun,
183) parece sostener eso, en algún sentido, ella fue nativamente Israelita Como se verá más
tarde , ambos cananeos e Israelitas asociaron a Asera con el parto. Así, la exclamación de Leah
en el nacimiento de un niño que ella significativamente nombró Asher, registró en Génesis 3013,
puede reflejar una muy temprana devoción hebrea para la diosa Be - asheri feliz soy yo, pues las
hijas me llamarán a isheru - bendita.

28. Vea Patai, Hebrew Goddess, 39; and Thomas L. Thompson, The Intellectual Matrix of Early
Biblical Narrative Inclusive Monotheism in Persian Period Palestine, in Triumph of Elohim, ed.
Edelman, 119 n. 13. See Patai, Hebrew Goddess, 47, 52.

30. See Smith, Early History of God, 6, 145.


31. J. Glen Taylor, The Two Earliest Known Representations of Yahweh, in Ascribe to the Lord
Biblical and Other Studies in Memory of Peter C. Craigie, ed. Lyle Eslinger and Glen Taylor
(Sheffield JSOT Press, 1988), 566. Para un debate relativamente completo del descubrimiento
en Taanach, vease Taylor, Yahweh and the Sun, 24–37, 24–37 (enfoque la atención en Asera en
pp. 28–9; Las fotos en 1a – 1d). Dever también discute la posición de Taanach, la cuál, entre
otras cosas, soporta una imagen del árbol de la vida Recent Archaeological Discoveries, 134–6,
137, fig. 40).

32. David Noel Freedman, Yahweh of Samaria and His Asherah, Biblical Archaeologist 504
(December 1987) 248. See Niehr, Rise of YHWH, 57, 59.

33. See Edelman, Introduction, 19; and Handy, Appearance of Pantheon in Judah, 27–43.

34. Jeremías 227 condena la veneración de Asera, cuidadosamente cambiando los papeles de
madre y padre en un acto de mofa. Vea a Olyan, Cultic Confessions de Jer 2,27a, 254–9.

35. Brian Schmidt supuestamente piensa que una imagen de Yahweh mismo pudo haber estado
en el templo en Jerusalén, al menos durante el período con posterioridad a la partida de Nefi de
la ciudad (vea Diana V. Edelman, Tracking Observance of the Aniconic Tradition through
Numismatics, in Triumph of Elohim, ed. Edelman, 223 n. 118). Representations of Yahweh; Brian
B. Schmidt, The Aniconic Tradition On Reading Images and Viewing Texts, in Triumph of Elohim,
ed. Edelman, 75–105; Gerstenberger, Yahweh—the Patriarch, 33–4; and Edelman, Aniconic
Tradition, 185–225 En las imágenes de Yahweh entre los Israelitas antiguos, vea también a
Taylor, Yahweh and the Sun, 109; and Dietrich and Loretz, Jahwe und Seine Aschera, 100–3,
106–10, 112–17, 163.

36. Un resumen de la historia de Asera entre los hebreos se encuentra en Patai, Hebrew
Goddess, 39, 41–2, 45–50; Smith, Early History of God, 80, 94; Olyan, Asherah and the Cult of
Yahweh, 19, 70–2; W. G. Dever, Asherah, Consort of Yahweh New Evidence from Kuntillet ajrud,
Bulletin of the American Schools of Oriental Research 255 (1984) 31; and de Moor, asherah,
1444. Estas fuentes proveen referencias bíblicas abundantes. Patai sostiene la opinión de que
Ezequiel vio la imagen de Asera en el templo de Jerusalén en 592 aC, sólo algunos años antes de
la destrucción de Jerusalén y la partida Lehita (vea a su Hebrew Goddess, 50–2). Dever afirma
que Asera fue reverenciada en Israel hasta el fin de la monarquía (vea sus Recent Archaeological
Discoveries, 164, 166; compare Wiggins, Reassessment of Asherah, 125).).

37. Vea Smith, Early History of God, 98, 161–3; compare Gerstenberger, Yahweh—the Patriarch,
92, 136..

38. En otro sentido, claro está, ella nunca dejó de existir en absoluto. Ese es el punto central del
fascinante libro de Raphael Patai, Hebrew Goddess (. 8).

39. Vea A Wiggins, Reassessment of Asherah, 130.

40. ¿Dever, Asherah, Consort of Yahweh 31. See his Recent Archaeological Discoveries, 123–4,
166; and his Is the Bible Right After All 36–7. Diana V. Edelman, en su introducción para The
Triumph of Elohim (16–17, 18, 19–20), también discute la supresión posible en el Antiguo
Testamento de información referente a puntos de vista hebreos anticipados de Dios y los dioses
(especialmente como se lleva bien con Asera), como hace Lowell K. Handy en Appearance of
Pantheon in Judah, 30.
41. Vea A Wiggins, Reassessment of Asherah, 105. Un paralelo en el Libro de Mormón puede ser
encontrado en Alma 3721–34, donde el profeta Alma le aconseja a su hijo Helaman suprimir
cierta información acerca de combinaciones secretas Jareditas, no sea que resulten ser
seductivas para su audiencia.

42. Vea a Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 10–13, 73.. Él apunta específicamente a lo que
él estima como una afirmación falsa de que Asera fue el consorte de Baal, cuando mas bien lo
fue de Yahweh o de El, (vea a pp. 38, 39, 61, 65, 73, 74; Compare a Wiggins, Reassessment of
Asherah, 93–4, 93–4). Los hipótesis del Freeman de que Yahweh quitó a Asera encima como un
consorte de Baal siguiendo la victoria de Elías sobre los sacerdotes de Baal (vea a su Yahweh of
Samaria and His Asherah, 249). Olyan niega que Asera fue alguna vez la consorte de Baal,
considerar más bien que los reformadores Deuteronomistas crearon esta relación como parte
de su polémica en contra de su veneración entre los Israelitas, para darla culpable por asociación
(vea a su Cultic Confessions of Jer 2,27a, 258). Wiggins está de acuerdo que, en los textos
Ugariticos, Asera no es nunca presentado como el consorte o aun el asociado cercano de Baal,
pero es solamente el consorte de El (vea su Myth of Asherah, 383–94). Ciertamente, aunque
muchos estudiosos de la Biblia estarían de acuerdo con Lynn Clapham que asigna a Asera a Baal,
Wiggins niega aun esto (vea a Lynn Clapham, Mythopoeic Antecedents of the Biblical World-
View and Their Transformation in Early Israelite Thought, in Magnalia Dei, the Mighty Acts of
God Essays on the Bible and Archaeology in Memory of G. Ernest Wright, ed. Frank Moore Cross,
Werner E. Lemke, and Patrick D. Miller Jr. [Garden City, N.Y. Doubleday, 1976], 117).

43. Dietrich y Loretz, Jahwe und seine Aschera, 120. On pp. 117–18, alegan razones contra la
objetividad de los escritores bíblicos.

44. El Libro de Mormón se refiere repetidamente a la serpiente de bronce de Moisés sin huella
de condenación. De hecho, es descrito como un símbolo de Cristo (vea a Helaman 814–15;
Compare a Alma 3319–22; 2 Nefi 2520), tal como El Salvador mismo lo usa en 314–15 Juan.
(Tienta a suponer que, Asera y el Nehushtan, podrián ser símbolos del templo de un hijo y madre
divina.)

45. Taylor afirma que ambos tanto el Nehushtan y el asera fuera iconos Yahveísticos (vea a su
Yahweh and the Sun, 183).

46. Vea . See Smith, Early History of God, 80; compare Wiggins, Reassessment of Asherah, 96,
101, 106, 128. According to Wiggins, pp. 126–8, possible denunciations of Asherah at Isaiah 178,
279, Jeremiah 172, and Micah 513 (= English 514) are all later additions to the texts.

47. Vea a Olyan, Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 9, 73; and Smith, Early History of God,
80. See, however, Patai, Hebrew Goddess, 53 (Patai, in turn, is opposed by Day, Asherah in the
Hebrew Bible, 404–5); and Freedman, Yahweh of Samaria and His Asherah, 248–9. Many years
ago Julius Wellhausen proposed a reading of Hosea 149 (= English 148) that would refer to
Asherah. For a recent discussion of the status of the debate, see Dietrich and Loretz, Jahwe und
seine Aschera, 110–12, 173–82.

48. Freedman, Yahweh of Samaria and His Asherah, 248. The story is recounted in 1 Kings 181–
46. See also Patai, Hebrew Goddess, 42–3, 45, 46; and Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh,
17.

49. Vea 2 Reyes 1018–28 136; Vea también a Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 4; Patai,
Hebrew Goddess, 43–6; and Smith, Early History of God, 80.
50. Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 73..

51. Vea bid., 3–4, 9, 13–14, 22, 33, 43, 73, 74; Smith, Early History of God, 150; Olyan, Cultic
Confessions of Jer 2,27a, 257; and Halpern, 'Brisker Pipes Than Poetry,' 83. Olyan nota cuáles
fueron evidentemente las asociaciones entre Jeremías y la escuela Deuteronomistica (Cultic
Confessions of Jer 2,27a, 258 ). Sospecho, a propósito, que Lehi y su posteridad podrían ser
clasificados con los Deuteronomistas; Su filosofía de historia es una pista principal en esta
dirección pero es el tema para otro documento. Así es que no esperaríamos que un texto
Deuteronomista como el Libro de Mormón alabe a Asera ni, puede ser, aun para mencionarla
explícitamente. Pero razonablemente podemos esperar que contemporáneos de las
controversias acerca de ella comprendan el modismo simbólico en el cual fueron llevadas, y es
la tesis de este ensayo que Nefi hizo simplemente eso.

52. Dever, Recent Archaeological Discoveries, 159.

53. Smith, Early History of God, 89..

54. Ésta es la argumentación, por ejemplo, de Day (Asherah in the Hebrew Bible, 393).

55. André Lemaire, Who or What Was Yahweh's Asherah Biblical Archaeology Review 106 (1984)
46.

56. Vea a Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, xiv, 74; and Dever, Is the Bible Right After All
37.

57. Thompson, Intellectual Matrix of Early Biblical Narrative, 119 n. 10.

58. Smith, Early History of God, 19; compare 89, 92–3; and Olyan, Asherah and the Cult of
Yahweh, xiv.

59. Vea a Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 29, 33–4, 38, 74.

60. Lemaire, Who or What Was Yahweh's Asherah 42, 44; André Lemaire, Les inscriptions de
Khirbet el-Qum et l'asherah de YHWH, Revue biblique 84 (1977) 602–3 (compare pp. 596, 597);
Ziony Zevit, The Khirbet el-Qum Inscription Mentioning a Goddess, Bulletin of the American
Schools of Oriental Research, no. 255 (1984) 39; Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 23; and
Day, Asherah in the Hebrew Bible, 394. Incidentalmente, los nombres personales que aparecen
en la inscripción de Khirbat Al Qm son, como Zevit apunta de Yahveistas, o creyentes de Yahweh
(p. 46). Lemaire (Les inscriptions de Khirbet el-Qom et l'asherah de YHWH, 597–9) provee una
buena descripción verbal del descubrimiento de al-Qum Khirbat, acompañado por una foto en
p. 600 y una línea mucho más clara dibujada en p. 598. Una buena ilustración también aparece
en Dever, Recent Archaeological Discoveries, 149, fig. 50. Dietrich and Loretz, Jahwe und seine
Aschera, 93–5, and Wiggins, Reassessment of Asherah, 166–71.

61. Vea a Lemaire, Lemaire, Les inscriptions de Khirbet el-Qum et l'asherah de YHWH, 608;
Lemaire, Who or What Was Yahweh's Asherah 44, 51; and Freedman, Yahweh of Samaria and
His Asherah, 246–9.

62. Sobre las influencias del norte en Kuntillat Ajrud, Vea Ze'ev Meshel, Did Yahweh Have a
Consort Biblical Archaeology Review 52 (1979) 32; y Lemaire, Who or What Was Yahweh's
Asherah 44 Para los resultados de radiocarbono recientes en citas, vea un hecho noticioso sin
firmar en el tema en Biblical Archaeology Review 224 (JulyAugust 1996) 12; compare Olyan,
Asherah and the Cult of Yahweh, 32; Day, Asherah in the Hebrew Bible, 392; Dietrich and Loretz,
Jahwe und seine Aschera, 95; and Wiggins, Reassessment of Asherah, 171–81. Judith M. Hadley,
Kuntillet Ajrud Religious Centre or Desert Way Station Palestine Exploration Quarterly 125
(1993) 115–24, persuasivamente sostiene la opinión de que las ruinas son de un caravanseray
en vez de un santuario o una fortaleza.

63. Vea Al Liberto, Freedman, Yahweh of Samaria and His Asherah, 248.

64. ¿Vea A Did Yahweh Have a Consort 31 (pictured on p. 32); Dever, Asherah, Consort of
Yahweh 26–7 (illustration on p. 26); and Day, Asherah in the Hebrew Bible, 391–2. Otra imagen
en los pithos es de una vaca con su becerro lactante, el cuál Dever sugiere se llevó bien con el
hecho que el epíteto principal de la cabeza del panteón cananeo fue Toro El (vea a su Asherah,
Consort of Yahweh, 27–8). En In Recent Archaeological Discoveries (140–9) Dever discute el
descubrimiento en Kuntillet Ajrud e incluye ilustraciones. 33, 34). En un documento
desafortunadamente todavía inédito, mi colega Paul Hoskisson sostiene la opinión que el
becerro de oro de éxodo estaba escogido para representar a Yahweh porque él fue el hijo de El
toro El (compare con Taylor, Yahweh and the Sun, 31 n. 2). Una figurilla de un toro, quizá
representando a elToro El, es descrita en Dever, Is the Bible Right After All 34.

65. Asherah, Consort of Yahweh 21; compare p. 30. See also Olyan, Cultic Confessions of Jer
2,27a, 257, 259; and Dever, Is the Bible Right After All 37 Intrigantemente, Meshel sugiere que
aquéllas de las figuras en el pithoi en Kuntillat Ajrud puede ser un dibujo de Yahweh mismo (vea
Did Yahweh Have a Consort 27, 31). Más recientemente, Schmidt, Schmidt, in The Aniconic
Tradition On Reading Images and Viewing Texts (75–105), presents an extended argument for
the identification of the two figures as Yahweh and Asherah. Gerstenberger, in Yahweh—the
Patriarch (33–4) concurs.

66. Patai, Hebrew Goddess, 52–3; compare Gerstenberger, Yahweh—the Patriarch, 33–4.

67.Freedman, Yahweh of Samaria and His Asherah, 249; compare Day, Asherah in the Hebrew
Bible, 392; and Niehr, Rise of YHWH, 54–5, 59.

68. Halpern, 'Brisker Pipes Than Poetry,' 85. Halpern incluye referencias.

69. Vea aylor, Yahweh and the Sun, 74 n. 4, 99–111, 116, 171, 172 (where the Deuteronomists
are said to have rejected the worship of the heavenly host), 174, 175, 183 and nn. 2–3, 201 and
nn. 2–3, 203, 257–60 (to the exilic period, and even beyond).

70. Vea A Deuteronomio 419; l 173; 1716 2 Reyes; 213, 5; 234, 5; 2 Crónicas 333, 5; Nehemias
96; Salmos 336 ; 1481–5; Isaias 344; 4512; Jeremías 82; 1913; 3322; Daniel 810; Sofonias 15.
Compare a Halpern, Brisker Pipes Than Poetry,, 94, 100, 111 n. 44, y siguientes.

71. Vea el Day, Asherah in the Hebrew Bible, 387, 399–400..

72. Vea Proverbios 822–34 . Esta imagen que emerge del estudio académico — un Dios
entronizado que se sienta con su consorte en medio de un concejo divino compuesto de sus
hijos, quienes son asociados con el sol y la luna y las estrellas — muy reciente derrama luz
fascinante en la visión de Lehi en su estado actual registrado en 1 Nefi 19–11. Esa relato describe
Y sucedió que vio a Uno que descendía del cielo, y vio que su resplandor era mayor que el del
sol al mediodía. Y vio también que lo seguían otros doce, cuyo brillo excedía al de las estrellas
del firmamento. Y descendieron y avanzaron por la faz de la tierra; y el primero llegó hasta donde
estaba mi padre, y le dio un libro y le mandó que lo leyera.. Claramente, esto se refiere al
Salvador, Jesucristo, y sus doce apóstoles. (Taylor, a todo lo largo de su libro the Sun, argumenta
a favor de un enlace antiguo entre lo que los Santos de los últimos Días identifican como el
premortal Jesucristo como Yahweh o Jehová y el sol.) Asimismo a consecuencia de los estudios
bíblicos recientes, sin embargo, el relato de la visión de Lehi también parece darle a entender
nociones de la existencia premortal y el linaje literalmente divino de la humanidad que son a
menudo presumidos para haber surgido sólo en el posterior desarrollo doctrinal de
mormonismo.

73. ¿Vea A Dever, Is the Bible Right After All 36; and Patai, Hebrew Goddess, 39, 52.

74. Citado en Patai, Hebrew Goddess, 39 ; Pero vea los comentarios escépticos de Wiggins
Reassessment of Asherah, 182–4). En p. 182, sin embargo, Wiggins da la apariencia de estar
anuente para admitir la posibilidad de la veneración filistea de la diosa en Ekron (Tel Miqne)
durante el mismo período.

75. Vea A Patai, Hebrew Goddess, 49; Y el Day, Asera en la Biblia hebrea, 397. Durante su
conferencia en Brigham Young University en 14 febrero de 1997, el Profesor William G. Dever
exhibió fotos de muchos colgantes antiguos Israelita representando a Asera con un árbol.

76. Vea a Taylor, The Two Earliest Known Representations of Yahweh, 558–60, 565 n. 19; and
Taylor, Yahweh and the Sun, 29. A photograph of the cultic stand (unfortunately backwards)
appears in Paul J. Achtemeier et al., eds., Harper's Bible Dictionary (San Francisco Harper and
Row, 1985), 1012. Dever also alludes to Asherah's connection with the sacred tree (see his
Asherah, Consort of Yahweh 27). See also de Moor, asherah, 1441–3 en donde el Moor sugiere
que la imagen estilizada de un árbol vino a reemplazar a la Asera-arbol real en el culto antiguo
de la diosa. Wiggins, en la eassessment of Asherah (13 se refiere al trabajo de V. L. Piper, quien
considera que los hebreos antiguos habrían visto una referencia para Asera en el árbol de la vida
mencionados en la historia del paraíso terrenal.

77. William G. Dever, dé una conferencia en Brigham Young University, 14 febrero de 1997.

78. Wiggins, Myth of Asherah, 383,, con referencias para la literatura pertinente. Sobre el
tamarisco como un árbol sagrado, Jahwe und seine Aschera, 30; compare Olyan, Cultic
Confessions of Jer 2,27a, 256; and Day, Asherah in the Hebrew Bible, 398, 400. Las diosas
antiguas fueron frecuentemente asociadas con árboles. Considere a la Babilonica Ishtar, por
ejemplo, quien fue asociado con fertilidad humana y con un árbol sagrado (la palma). La diosa
griega Leto parece haber estado relacionada con Ishtar y pudo haber sido una gran diosa Madre
Asiática. Ella fue también probablemente una diosa de la vegetación y fue asociada con árboles
— específicamente con una palmera sagrada (David R. West, Some Minoan and Hellenic
Goddesses of Semitic Origin, Ugarit-Forschungen Internationales Jahrbuch für die
Altertumskunde Syrien-Palästinas 23 [1991] 377–9). La reina sumeria de Cielo y la Tierra, la diosa
Inanna — y quizá, en cierto sentido, aun identificada con un arbol Huluppu originalmente
plantado en el Eufrates—, (vea a Diane Wolkstein and Samuel Noah Kramer, Inanna Queen of
Heaven and Earth [New York Harper and Row, 1983], 5–9, 137–46). Hugh Nibley discute a la
asociación de diosas con árboles en el antiguo Egipto (vea lo de él El The Message of the Joseph
Smith Papyri An Egyptian Endowment [Salt Lake City Deseret Book, 1975], 166–7. Vea también
a Leon Yarden, The Tree of Light A Study of the Menorah, the Seven-Branched Lampstand
(Uppsala, Sweden Skriv Service AB, 1972), 44. Lemaire y Parpola suministran varias imágenes de
árboles sagrados en el arte del Antiguo Cercano Oriente (vea a Lemaire, Who or What Was
Yahweh's Asherah 48–9; and Parpola, The Assyrian Tree of Life, 161–208. Quizá
significativamente en este contexto, en su artículo The Olmec Mountain and Tree of Creation),
Linda Schele sostiene la opinión de que los gobernantes antiguos de Mesoamerica fueron
frecuentemente vistos como la personificación o representación del árbol mundial, lo cual fue
así mismo equivalentes (al menos en Teotihuacan) a la gran Diosa. Widengren nota la
identificación del rey (y eventualmente del Mesías) con el árbol de la vida en la antigua
Mesopotamia y en la Biblia hebrea (vea he King and the Tree of Life, 42–58). En una
comunicación privada conmigo el 11 noviembre de 1996, John A. Tvedtnes considera que el
árbol de la vida representa a Cristo por sí mismo (Yarden señala que esta identificación es
comun, especialmente en la literatura medieval; Vea a su Tree of Light, 42). Tvedtnes bien puede
estar en lo correcto; Ciertamente la prueba demuestra que el árbol fue interpretado de este
modo en la tardía antigüedad y la Edad Media. Pero esto, adentro y de sí mismo, no descarta
una identificación con una consorte divina, ni necesariamente descarta la suposición de este
documento de que el fruto del árbol de Nefi simboliza a Cristo. Los símbolos energéticos como
el árbol de la vida pueden ser, y generalmente lo son, polivalentes. Como hemos visto, en
Mesoamerica y el Cercano Oriente antiguo el árbol sagrado podría representar a la diosa y varón
mortal, algunas veces simultáneamente. El salterio maniqueo, cuál, como vimos en nota 6
identifica aCristo con la fruta del árbol, le identifica a otro sitio con el árbol íntegramente (vea a
Allberry, Manichaean Psalm-Book, 66, 116). Allen J. Christenson observa eso en inscripciones
mayas antiguas, el alma humano fue llamado sak nik ' nal ( el árbol Sagrado de la Antigua cultura
Maya, 11 (' la cosa blanca de la flor '), en lo referente a las flores blancas de la ceiba; Sede 22 n.
13). Aun hoy, la ceiba enorme e impresionante es reverenciada por el maya como una
manifestación del árbol mundial sagrado.

79. Vea el Día, Day, Asherah in the Hebrew Bible, 397–8, 401–4, y referencias abastecidas allí.
(Los rabís no señalan cualquier tipo particular de árbol pero incluyen vides así como también
granada, nuez, mirto, y sauces y sostienen la opinión de que la madera y la fruta de tales árboles
no deben ser usadas.) Lemaire sostiene eso, aunque Asera fue una diosa en la religión cananea,
la palabra asera (en minúsculas) en materiales bíblicos y en las inscripciones hebreas antiguas
se refieren sólo a un árbol sagrado o, como puede ser, a una arboleda de tales árboles (vea a su
Les inscriptions de Khirbet el-Qom et l'asherah de YHWH, 603–7; and his Who or What Was
Yahweh's Asherah 42–51). Ziony Zevit defiende la idea que el asera de la inscripción refiere a
una persona divina, como no hace más si no todos los demás materiales en el tema citado en
este ensayo (vea The Khirbet el-Qom Inscription Mentioning a Goddess, Bulletin of the American
Schools of Oriental Research, no. 255 [1984] 39–47). Aun Lemaire sugiere que Asera estaba en
el proceso de hipostatización como un ser divino verdaderamente independiente durante el
periodo bíblico hebreo (vea a su Les inscriptions de Khirbet el-Qom et l'asherah de YHWH, 608;
and his Who or What Was Yahweh's Asherah 51).

80. Vea A Wiggins, Reassessment of Asherah, 92.

81. Vea bid., 94–5, 101, 109, 129 (with rabbinic references); Patai, Hebrew Goddess, 38–9, 42,
45, 48; Smith, Early History of God, 81–5; Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 1–3 (que
sugiere una palmera datilera como el candidato botánico más probable); Meshel, Did Yahweh
Have a Consort 31; Freedman, Yahweh of Samaria and His Asherah, 247; Day, Asherah in the
Hebrew Bible, 392, 397, 406; de Moor, asherah, 1441–3; and Gerstenberger, Yahweh—the
Patriarch, 27–8, 32 (que señala la existencia de símbolos de ambas deidades masculinas y
femeninas en los primeros santuarios Israelitas). La figura propia de las mujeres personificada
del el sábado en posterior judaísmo es asociada con un manzanar sagrado (veaPatai, Hebrew
Goddess, 270–3 ). El Antiguo Testamento es bastante poco claro en su tratamiento del Asera,
como no sea para asociarlo con el culto pagano. ¿Esta poca claridad se intensifica por el hecho
que, en virtualmente cada una de las cuarenta instancias donde Asera y sus variantes ocurren,
la traducción Griega conocida como la Septuaginta nos da arboledas (, ).

82. Levenson sugiere que el roble se asoció con el templo en Shechem en Josué 2426–8 fue un
árbol sagrado (vea su Sinai and Zion, 34, 36).6). En pp. 20–1 él las hipotesis que Yahweh mismo
fue simbolizado por un árbol.

83. Vea a Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 26, 28, 31–2; W. L. Reed, Asherah, in The
Interpreter's Dictionary of the Bible, ed. George Arthur Buttrick (Nashville Abingdon, 1962),
1250–2; de Moor, asherah, 1441; Day, Asherah in the Hebrew Bible, 408; and Dietrich and
Loretz, Jahwe und seine Aschera, 82–5, 99. Reed tiene previsto la posibilidad que la Septuaginta
ha sido mal interpretada y que su terminología griega refiere a un objeto de culto de madera en
vez de a arboledas literales (vea a su Aserah, 1250). ¿Pero los comentarios de los primeros
rabinistas también entregaron Asera como arboleda (vea a Lemaire, Lemaire, Who or What Was
Yahweh's Asherah 50). Hay cuatro excepciones. En Isaías 178 y 279, la Septuaginta da el término
como árbol (1 2 Crónicas 516 de (dendra), y en dos otras instancias; 2418) equivocadamente
identifica Asera con una diosa muy bien definida, Astarte. La Vulgata Latina sigue a la
Septuaginta, usando las interpretaciones madera (lucus) o la arboleda (nemus) y el nombre
propio Ashtaroth. la King James Version se basa en las lecturas del Septuaginta y el Vulgata y, en
este asunto, le sigue en el error. Esto fácilmente puede verse en tales pasajes como Jueces 37
(donde la referencia es claramente para alguna suerte de seres o ser personal, análogo para
Baal) y en 2 Reyes 236 (donde la remoción de una arboleda entera de árboles parece algo
inverosímil). Joseph Smith no pudo haber derivado una noción precisa de la naturaleza del Asera
de la Biblia King James.

84. Yarden, Tree of Light, 44–7, 103–6. Widengren, in The King and the Tree of Life (62–7) están
de acuerdo que el menorah es un árbol estilizado, como hace a Levenson, quien también lo
conecta con la zarza ardiente de Sinaí (vea su Sinai and Zion, 20–1). Para los Maniqueos egipcios
que usaron el salterio copto, el árbol de la vida simbolizado el Rey de Luz (vea Allberry,
Manichaean Psalm-Book, 66).

85. Smith, Early History of God, 84; compare Wiggins, Reassessment of Asherah, 37, 71, 89; and
Neumann, Great Mother, 48–50, 52, 241–3 El árbol sagrado Mesoamericano fue también
asociado con la creación, el nacimiento, la vida, y una diosa primordial Schele, Olmec Mountain
and Tree of Creation, 110).

86. Vea Patai, Hebrew Goddess, 20, 116, 139–40, 151–2, 199, 265, 280.

87. La cita es de Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 57 n. 82; compare Olyan, Cultic
Confessions of Jer 2,27a, 259.

88. Vea a lyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 56–61, 65–7. Olyan acknowledges, on p. 56
algunos han identificado a Tannit como Anath precisamente por la supuesta virginidad. John Day
está entre esos (vea a su Asherah in the Hebrew Bible, 397). Las cosas a menudo obtienen un
poco embrolladas por la tendencia en la antigüedad a confundir y mezclar a deidades. En esta
tendencia consúltese a Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 10–11. Patai nota la confusión
frecuente de Asera y Astarte (vea a su Hebrew Goddess, 37, 41); de igual forma Day, Asherah in
the Hebrew Bible, 400; Vea también n. 21 arriba. La diosa Anath fue la espineta y aún la
licenciosa. . . Casto y promiscuo, y, al igual que a Asera, ella fue nodriza para los dioses (vease a
Patai, Hebrew Goddess, 61; Compare p. 120, donde la diosa griega Hera es aducida como un
paralelo; Vea también a Smith, Early History of God, xix, 164; Olyan, Asherah and the Cult of
Yahweh, 45–6; and de Moor, asherah, 143). La castidad, la promiscuidad, y lo maternal estaban
combinados en muchos antiguas diosas del Cercano Oriente, incluyendo la Inanna la virgen y
amante sumeria , quien puede ser comparada con la Mesopotamica Ishtar y Anath, y la Persa
Anahita (vea Patai Hebrew Goddess, 136–8, 140, 146–7). Inanna se caracterizó a sí misma como
propietaria de la verdad y engaño, el discurso franco y discurso calumnioso, traición y sinceridad
(vea a Wolkstein y Kramer, Inanna, 16–17). La antigua diosa judía figura Matronita es
simultáneamente virgen, amante, y madre, así como la personificación del Sábado de algún
conocimiento general y popular sobre un tópico judío (vea a la Patai, Hebrew Goddess, 140–3,
146–7, 154, 159, 203–4, 218–220, 249, 252–3, 257–70). En la noción de la madre virgen, vea a
Neumann, Great Mother, 104, 196–7, 267, y para el fenómeno general de atributos
contradictorios residenciado en la misma diosa, vea a pp. 12, 21–2, 38, 45, 50, 52, 65–7, 72, 75,
80–1. Albright, Cross, Stadelmann, y muchos otros comentaristas por mucho tiempo han
señalado una fluidez extraordinaria, casi desconcertante en la concepción de muchas deidades
Semíticas Noroestes, han visto en el traslapo en sus papeles, su tendencia a combinar y
bifurcarse completamente, y emparejar su habilidad para combinar opuestos. El-Asera es
igualado por Baal-Anat. Anat es la esposa y hermana para Baal; La perpetua virgen y la figura
materna; ¿La diosa de amor y de guerra (Dever, Asherah, Consort of Yahweh” 28; Compare
Moor, asherah, 1439–41, 444; Day, Asherah in the Hebrew Bible, 389). Croos remarca que hay
un impulso sincretista básico en el Cercano Oriente del politeísmo que tiende a mancomunar a
los dioses con rasgos similares y funciones (vea a su Yahweh and the God of the Patriarchs, 235).

89. Vea A Jeremías 4417–19, 25; CompareHalpern, 'Brisker Pipes Than Poetry,' 83. Day, in his
article Asherah in the Hebrew Bible (386), se refiere a una referencia Mesopotamica para la
diosa Ashratum — a quién los estudiosos de lenguajes semíticos inmediatamente reconocerán
como un casi cierto equivalente para la familiar Asera — como kallat shar shami, la prometida
del rey de cielo.

90. Vea A Patai, Hebrew Goddess, 280. El Coran 5116 denuncia una trinidad cristiana consistente
en Alá (de quién nombra o titula, como notable previamente, es conocido como El o Elohim),
Maria, y Jesús. Compare la discusión implícita de 575. Intrigantemente, según Wiggins
(Reassessment of Asherah, 154, 163 ), el antiguol Sur Arabia conoció una tríada divina del
PadreHijo madre en la cual Asera fue la madre.

91. Ernest A. Wallis Budge, Egyptian Tales and Romances Pagan, Christian and Muslim (London
Thornton Butterworth, 1935), 280. Compare the versions of the Apocalypse of Paul (chapters
45–6), based on Greek and Latin texts, in J. K. Elliott, The Apocryphal New Testament (Oxford
Clarendon Press, 1993), 639–40, and in Montague Rhodes James, The Apocryphal New
Testament (Oxford Clarendon Press, 1924), 549–50, where the connection between the virgin
and the tree is perhaps a bit less direct.

92. The phrase is from Wiggins, Myth of Asherah, 384.

93. 1 Nephi 1118.

94. Vea A a Patai, Hebrew Goddess, 152. En apoyo de esto, podría ser notable que la madre
divina cabalistica fue algunas veces descrita, algo así como su predecesora, Asera, como una
nodriza (vea ibid., 127).

95. Vea ibid., 128, 145–6, 275. Wiggins nota a la asociación de la diosa Asera con mujeres
humanas (vea a su Reassessment of Asherah, 37).
96. Vea el debate en Patai, Hebrew Goddess 219, 282–94.

97. See Olyan, Asherah and the Cult of Yahweh, 71 n. 4.

98. See Patai, Hebrew Goddess, 272–5.

99. See The Oxford Classical Dictionary, ed. N. G. L. Hammond and H. H. Scullard, 2nd ed. (Oxford
Clarendon Press, 1970), 126–7. Resulta familiar con su estatua en Efeso tendrán poco problema
viendo a Artemisa con carácter de una nodriza igualmente.

100. Roland E. Murphy describe las características de literatura de sabiduría, dando referencias
abundantes (vea The Tree of Life An Exploration of Biblical Wisdom Literature, 2nd ed. [Grand
Rapids, Mich. Eerdmans, 1996], 1–4, 103).

101. Vea, por ejemplo, Reyes 1 429–34 ; Job 13 ; Compare a Murphy, The Tree of Life, 23–5, 175,
195. Un texto egipcio antiguo datando apenas hacia el tiempo de Lehi, conocido como la
Instrucción de Amenemope, parece tener una relación muy juntas con Proverbios 22:17–2422 .
Está a medias traducido en James B. Pritchard, ed., Ancient Near Eastern Texts Relating to the
Old Testament, 3rd ed. (Princeton Princeton University Press, 1969), 421–5.

102. See Murphy, Tree of Life, 33.

103. Vea A 1 Nefi 12; Y Nibley, Lehi en el Desierto; El mundo de los Jareditas; Y hubo Jareditas,
34–42.

104. Para la extensión que puede ser válidamente acoplada con obras literarias de sabiduría en
absoluto, el Libro de mormón claramente se parece más el estilo admonitorio, como es
esbozado en Murphy, The Tree of Life, 7–9.

105. Vea A Murphy, The Tree of Life, 22.

106. Proverbios 216 (compare 624; 75, 21–3); 2019 (compare 126; 2628; 295). Vea también
Salmo 59 ; 122; El 7836.

107. Vea, por ejemplo, 2 Nefi 28:22; Jacob 7:2, 4; Mosiah 7:21; 9:10; 10:18; 11:7; l 266; 278;
Alma 20:13; 30:47; 46:5, 7, 10; 5035; 5219; 614; Helaman 17; 24–5; El 1328; 3 Nefi 129; 712;
Éter 8:2. Daniel 1121 amablemente resume un efecto frecuente de adulación en el Libro de
Mormón.

108. Veo a Murphy, he Tree of Life, 15, para este tema en el Cercano Oriente antiguo. La noción
es omnipresente en el Libro de Mormón. Aunque la tradición bíblica Deuteronomistica, que
también enfatiza la conexión de rectitud con prosperidad, es obviamente para no ser
identificada con la tradición de sabiduría, un número de estudiosos ha señalado puntos de
contacto entre lo dos (vea ibid., 194–6). Asimismo, el Libro de mormón soporta la prueba de
influencia inconfundible Deuteronomista. Pero ese es un tema para otro ensayo.

109. El discernimiento es mencionado en Alma 3235 en un discurso sobre el árbol de la vida que
está manifiestamente relacionado con el árbol que Lehi y Nefi había visto.

110. Compare Proverbios 2612

111. 2 Nefi 434; 2831.

112. Vea A 1 Nefi 1135–6.


113. Vea 120–1 de Proverbios; 45–9, 13; El 74; 81–3, 22–36; El 91–3. El término hebreo traducido
como la sabiduría, hokmah, es, claro está, un sustantivo femenino. Para 1–9 de Proverbios como
una subdivisión o unidad literaria dentro del libro como un todo, R. A. Dyson and J. McShane,
Proverbs, in A New Catholic Commentary on Holy Scripture, ed. Reginald C. Fuller (Nashville
Thomas Nelson, 1975), 500; Carole R. Fontaine, Proverbs, in Harper's Bible Commentary, ed.
James L. Mays, (San Francisco Harper and Row, 1988), 495, 497; J. Terence Forestell, Proverbs,
in The Jerome Biblical Commentary, ed. Raymond E. Brown, Joseph A. Fitzmyer, and Roland E.
Murphy, 2 vols. (Englewood Cliffs Prentice-Hall, 1968), 1496; Charles G. Martin, Proverbs, in The
International Bible Commentary, ed. F. F. Bruce (Grand Rapids, Mich. Zondervan, 1986), 658.
Murphy (Tree of Life, 133–49 y siguientes) ofrece un debate útil de la Señora sabiduría.

114. Patai suministra referencias para las que no tengo espacio aquí para intercambiar opiniones
(vea a suHebrew Goddess, 97–8). Proverbios 714 le aconseja a su audiencia a tomar a la
Sabiduría como una hermana o la parienta.

115. There are, of course, no uppercase or lowercase letters in biblical (or any other) Hebrew.

116. Smith, Early History of God, 95.

117. Wiggins, Myth of Asherah, 383.

118. See Smith, Early History of God, 95.

119. Si es así, el lenguaje de las planchas debe ser hebreo, o algo por el estilo . Compare 3013
de Génesis.

120. Smith Early History of God, 95 Compare Proverbios 1130 ; 154.

121. Otra vez, la raíz shr.

122. Salmos11–6 .

123. Compare Proverbios 413 y 1 Nefi 824, 30; 1524.

124. Cito aquí y en otros sitios de la Biblia Inglesa Revisada.

125. Compare Proverbios 14, 8, 10, 15; 31, 11, 21; 41, 3, 10, 20; 51, 7–8, 20; 61, 3, 20; 71, 7; 1
Nefi 812–18.

126. Vea Proverbios 115, 19, 20; 21, 8, 9, 12, 13, 15, 18–20; 36, 12, 17, 23; 411, 12, 14, 18–19,
26–7; 55, 6, 8, 21, 23; 612, 23; 78, 12, 25, 27; 82, 13, 20, 32; 96. Compare los caminos (1 Nefi
820–3, 28) y formas (1 Nefi 823, 30–1) y senderos (1 Nefi 832) de la visión de Lehi. Compare
también Salmo 11–6, citado más ariba. Ecclesiastico 417 toma una vista algo diferente,
sugiriendo que la Sabiduria prueba a su creyente neófito Al principio ella le guiará por las formas
tortuosas.

127. Vea 86–9 de Proverbios; Compare a 1 Nefi 1326–9, 32, 34–40; 1423; 2 Nefi 432; 947; 254;
2633; 335–6.

128. Vea A 1 Nefi 1326, 28, 29, 32, 34, 35, 40. El único lugar fuera de la visión de Nefi donde la
locución pura y preciosa ocurre dentro del Libro de Mormón es 1 Nefi 193.

129. Compare Proverbios 314; 811, 19; También 24; Job 2812–28 ; La Sabiduría de Salomón 78;
85.

130. Proverbios 120–1 de.


131. Proverbios 81–3

132. Proverbios 93

133. Allberry, Libro de Salmos Maniqueos, 66.

134. Vea, por ejemplo, La Sabiduria of Ben Sira 337–15; 4215–4333; and Murphy, Tree of Life,
103.

135. Para las dos formas, vea Proverbios 13:2–3;l 10–15. Compare A Tree of Life, 103. En la mujer
extraña, vea Proverbios 2:16–19; 53–23; 6:24–35; 74–27; 9:13–18; Y Murphy, Tree of Life, 194.
Neumann ve el carácter de encantamiento induciendo a su destino — una descripción apropiada
de la ramera — como un componente separable de la diosa arquetípica (vea a Great Mother,
81). Patai (Hebrew Goddess, 25) se refiere y remeda a Neumann. En contra de la teoría global
de Neumann, sin embargo, Wiggins descuenta la conexión de Asera con la ' diosa amorfa ' de la
madre.' Asera es la madre de los dioses en Ugarit, no La Gran Madre... Ella no aparece en el
papel de una madre cósmica de toda vida. Este mismo concepto viene ahora bien
progresivamente denegado en los estudios de prehistoria europea. Es irónico que este concepto
sea más lento para ceder terreno en el Cercano Oriente antiguo, donde comenzó (el Mito de
Asera, 392; El énfasis en el original). En una ilustración notable de la unión de características
opuestas en el carácter de una diosa sola, algúnos pensadores judíos asocian a la mujer galante
de Proverbios con la Shekhina (vea a Patai Hebrew Goddess 150).

136. 1 Nefi 149–17.

137. Proverbios 913–18.

138. Proverbios 712

139. Como en Proverbios 122; 334; Compare a 96–8, 12; 1 Nefi 826–7, 33; 1135.

140. Proverbios 125–33 de. Para la promesa de seguridad para esos que escuchan a la Sabiduría,
vea Proverbios 325 de. La prosperidad en el Libro de Mormón es a menudo preludio para el
desastre.

141. En la sabiduría se conformó la vida, vea Proverbios 32, 18, 22; 44, 10, 13, 22; 623–35; 835–
6; 96–11. En la insensatez se conformo la muerte, vea Proverbios 218; 55; 722–3, 26–7; 918.

142. Proverbios. 221–2

143. Proverbios 218–19. Recuerda el lenguaje de Lehi en 2 Nefi 114, dónde él habla de la tumba
fría y silenciosa, de desde dónde ningún viajero puede regresar. Los críticos han afirmado que
Joseph Smith plagió el pensamiento de Shakespeare — como si la idea no fuera más bien obvia
y atestiguada de todas partes del mundo antiguo, incluyendo aquí en Proverbios.

144. Noto el pronombre femenino usado aquí referirme a la sabiduría.

145. Murphy, ree of Life, 29 (con referencias). Vea a Widengren, The King and the Tree of Life.
Proverbio 515–18. también menciona aguas y ríos.

146. Juan 316

147. Para información sugestiva de falta de contacto directo de Joseph Smith con la Biblia
durante la traducción del Libro de mormón, vease a John A. Tvedtnes y Matthew Roper, la
revisión deof Joseph Smith's Use of the Apocrypha, by Jerald Tanner and Sandra Tanner, FARMS
Review of Books 82 (1996) 330–2. Dictando sus memorias, su madre recordó eso, como un joven
de dieciocho (i.e., En 1823 o 1824) el joven Joseph nunca había leído de cabo a rabo la Biblia en
su vida. Además, él pareció mucho menos inclinado para el examen de libros que cualquier del
resto de nuestros niños, aunque él fue mucho más dado para la meditación y el estudio profundo
(Lucy Mack Smith, Joseph Smith and His Progenitors [Independence Herald House, 1969], 92)

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