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El Instituto de Historia y Pensamiento Argentinos en su primera generación.

Raúl Arué

En 2015, al cumplirse 40 años de la creación del Instituto de Historia y Pensamiento Argentinos


(IHPA), nos propusimos, a partir de una idea original de Alicia Ugarte, analizar la organización,
formas de trabajo y temáticas abordadas por los primeros integrantes del Instituto, al tiempo
que recuperábamos algunas de las iniciativas que esa primera generación había legado,
estamos haciendo referencia al ciclo de autopresentaciones “La Argentina actual, por sí
misma” que motiva la edición del presente libro.

Para llevar a la práctica la primera propuesta se organizaron actividades de archivo en las que
se clasificaron y organizaron las primeras resoluciones que hacen referencia al Instituto y un
conjunto de publicaciones que surgieron como resultado de las tareas de investigación que se
acometieron en esos primeros años.

Al mismo tiempo se realizaron entrevistas1 a los miembros originales del Instituto que hasta
ahora no habían dado su testimonio como lo hicieron Lucía Piossek e Irene García en sucesivas
autopresentaciones.

Este escrito pretende dar cuenta de ese recorrido de los primeros años a partir de las voces de
sus actores, para ello, primero transcribiremos las entrevistas y luego compartiremos algunas
reflexiones en torno a la práctica investigativa generada en el Instituto de Historia y
Pensamiento Argentinos en su primera generación.

1
Se entrevistaron a algunos de los integrantes del primer equipo de investigación del Instituto: María
Trinidad Esma; María Elena Curia; Víctor Hugo Bolognini e Ilse Naessens.
Entrevista a miembros del IHPA en su primera generación de investigadores.

ALICIA UGARTE: Hoy vamos a hacerles una entrevista, en el marco del Instituto de Historia y
Pensamiento Argentinos con motivo de su cuarenta aniversario, es por ello que nos estamos
dirigiendo al grupo de trabajo que durante mucho tiempo le dedicó su tiempo y empeño, sin
pretender cubrir todos los investigadores que pasaron por el instituto, en esta instancia nos
dirigimos a la profesora María Elena Curia de Villeco, la profesora María Trinidad Esma y el
profesor Víctor Hugo Bollognini. Así también le hemos solicitado a la profesora Ilse Naessens
que vía correo electrónico nos dedique su tiempo porque está radicada en México. En nombre
de los que estamos abocados a esta tarea de revalorización del acervo intelectual en este
espacio los saludamos cordialmente y les agradecemos su colaboración.

En una primera instancia nos gustaría que relaten en qué momento ingresaron al instituto,
cual es la formación de grado de cada uno, en donde estaban trabajando en ese momento,
que obras y/o autores marcaron su formación intelectual.

TRINIDAD ESMA: Bien, es una larga historia realmente de la que vamos a hablar, aquí, el
licenciado Bolognini, la profesora María Elena Curia comenzaron el curso que propició la
profesora Lucía Piossek de Zucchi en los años 75 y 76, dos cuatrimestres sobre el tema de la
inmigración, es a partir de ahí que prácticamente se funda el instituto, en su momento “Centro
de Historia y Pensamiento Argentinos”

VICTOR HUGO BOLOGNINI: Bien, yo ingreso al Centro de Historia y Pensamiento Argentinos


antes de haberme recibido de Licenciado en Geografía de esta Facultad, hago los dos cursos, el
del 75, el del 76 y al año siguiente me recibo, sigo trabajando en el Instituto. Había en la
Facultad una profesora de Geografía Argentina que en su momento me da la posibilidad de
hacer el trabajo con el diario “El Orden”, desde ese momento voy a trabajar en el Instituto Lillo
con el diario “El Orden” porque en realidad del tema de la inmigración, acá en Tucumán, nunca
se había hablado, se hablaba de inmigrantes… algunas tesis de grado del Departamento de
Geografía, eran, por ejemplo de los inmigrantes en el departamento de Tafí Viejo, pero así
trabajos, trabajos no había.

Para mí el material de lectura, en su momento fue el diario “El Orden”, después vinieron otras
lecturas como por ejemplo el libro de la colección que había comprado Lucía Piossek “Hacer la
América” de Marsal, empezamos a ver y lo leímos todos acá: Trinidad (Esma), María Elena
(Curia), yo y la gente que estaba interesada en el tema de inmigración.

Pero el ingreso fue, en el año 1978, con un cargo de investigador de ciencia y técnica, cargo
que duró hasta el año 1994

MARÍA ELENA CURIA: Yo asistí también al curso sobre la inmigración, me interesaba el tema y
al terminar el curso, Lucía (Piossek) me invita a entrar al Instituto, yo estaba trabajando en la
cátedra de “Historia de la Educación Argentina”, de modo que al entrar al Centro me aboqué al
estudio de algunos autores argentinos que trataban el tema de la inmigración, relacionado con
la educación que es mi tema, así hice varios trabajos de investigación sobre Sarmiento,
Avellaneda, Alberdi y después me aboqué al estudio, sobre todo a la obra de J. B. Terán y su
relación con la inmigración y la educación.
Después del congreso sobre “Presencia Italiana en la Argentina”, ya mis trabajos se centraron
más en un trabajo de campo sobre el estudio de la inmigración en Tucumán que me interesaba
especialmente por la raigambre italiana de mi familia así que nos abocamos junto con
Bolognini al estudio de la inmigración ya en Tucumán en base a trabajos de campo, en base a
entrevistas, estudios de las actas del Registro Civil, después en Buenos Aires, las cédulas
censales, hicimos varios trabajos que culminaron con la impresión del libro “La inmigración en
la Argentina”. Después abarcamos ya la inmigración española, hicimos la segunda edición del
libro: “Del otro lado del mar. Tucumán destino final” donde ya incluimos la inmigración
española, el estudio de varios pueblos, de cadenas migratorias provenientes de España,
agregadas a las italianas que ya habíamos estudiado. Bueno, en general ese fue el trabajo que
yo hice en el Instituto, hasta el año 1986 más o menos que estuve trabajando allí.

TRINIDAD ESMA: Bien, en mi caso ingresé en 1978, fui invitada a participar del proyecto,
inicialmente ad honorem, después fui nombrada auxiliar de investigación, luego JTP afectada a
la investigación, y el trabajo aquí comenzó con el fichaje y estudio sobre la revista de “Letras y
Ciencias Sociales” que había propiciado fundamentalmente J. B. Terán, Lopez Mañan, Jaime
Freire y que tuvo una relevancia realmente notable, entre 1903 y 1907 fue publicada, una
revista que no era de ninguna manera intrascendente, o sea que tenía publicaciones de
Unamuno a Rubén Darío y estudios de los miembros de la generación tucumana del centenario
sobre Tucumán cosa que en aquella época era realmente novedosa y que además daba pie al
estudio de la inmigración y eso fue lo que hicimos.

Ahora, hablar de la formación de grado, bueno, ya nos remontamos a mucho tiempo atrás, yo
soy licenciada en Literatura moderna por la Universidad Nacional de Córdoba y después
bueno, allá ingresé a la universidad también como JTP en la cátedra de “Literatura Argentina”;
había profesores de máximo nivel como Noe Jitrik, como el lingüista Prieto y muchos otros,
ellos daban realmente líneas y formaciones muy profundas. De hecho muchos libros de Noe
Jitrik me nutrieron, nos nutrieron inclusive porque los compartíamos para el tema que nos
ocupa.

Lo que me parece a mí que hay que señalar ahora, si les parece bien a Uds. porque aquí ya
entraríamos un poco a la segunda pregunta que ya es de lleno sobre el Instituto, los períodos
que abarca y demás, pero, bueno, acá tenemos netamente por lo menos dos grandes
períodos: este primero donde trabajamos mucha gente, un grupo en forma estable y otro
grupo que eran invitados, que eran becarios, mucha gente y de muchas disciplinas porque
enseguida vamos a hablar de eso. Este Instituto, mejor dicho este Programa de Investigación
era interdisciplinario, a lo que se aportaba además desde la Economía, desde la Arquitectura,
la Plástica, la Filosofía desde luego y bueno, la Historia, aportaron sociólogos, aportaron de
muchas disciplinas realmente, de Humanidades sobre todo.

Esa primera etapa en la que el Instituto se transformó justamente de Centro que era en
principio, en Instituto de Historia y Pensamiento Argentinos, contó entre sus miembros
estables, les voy a pedir que me ayuden, desde luego su directora y fundadora Lucía Piossek
de Zucchi, teníamos aparte de los aquí presentes a María Adela Suayter de Íñigo, a Analía Jatib,
a Ilse Naessen, Pedro González, Orlando Lázaro, Irene García de Saltor… estoy pensando en el
grupo que trabajábamos como investigadores, el profesor Aguirre… Y después todos los que
colaboraban, el caso del arquitecto Nicolini, el arquitecto Daniel Manzo, que hicieron estudios
sobre la estructura de la ciudad y los estilos arquitectónicos aportados por los inmigrantes.
Diego Lecuona, estudiaba el conventillo, cómo se daba acá ese tipo de vivienda. Estos estudios
sobre Tucumán y en general el noroeste no estaban hechos o apenas, entonces esto fue una
profundización en ese tema.

VICTOR HUGO BOLOGNINI: Y si estaban hechos en algún trabajo estaban poco difundidos…

TRINIDAD ESMA: Claro, hubo un interés… quisiera plantear en este momento lo siguiente:
sobre esta multidisciplina. Lucía Piossek había dado tres ideas rectoras que eran aplicables a
cualquiera de las disciplinas desde el punto de vista de la recepción de los inmigrantes en la
Argentina y en este caso específicamente en Tucumán, esas tres grandes ideas eran
“Aceptación”, “Rechazo”, “Integración”, tenemos que tener en cuenta que se trabajó el
período desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX, hasta la primera guerra
mundial, lo cual abarcaba los dos centenarios de nuestro país de tal manera que era una
complejidad enorme, fue el llamado gran aluvión inmigratorio donde algunos llegaron a decir
que en las calles de Buenos Aires por cada criollo había dos y hasta tres inmigrantes, una
Babel. La distribución de esa enorme masa de gente, millones de personas en esos años, que
se distribuyeron de diferente manera, hacia la Pampa húmeda, hacia el litoral y hacia nuestras
provincias, las norteñas y Cuyo, tenemos que nombrar también a la Patagonia, allá hay
colonias galesas, etc., es decir hubo una dispersión pero la mayor cantidad de gente fue a la
pampa y el litoral. Cuantitativamente en menor cantidad hacia nuestras provincias del norte y
Cuyo.

Pero además, el tema que mucho investigamos nosotros era que, si cuantitativamente era
menor, en cambio, los roles sociales, políticos y económicos que desempeñaron estas
personas fueron realmente relevantes, diríase que basta con mirar apellidos desde presidentes
a distintas categorías de cargos políticos de la época y actuales para que nos demos cuenta de
eso. Y de qué manera se producía, o no, la integración con el originario de nuestros lugares.

Bien, así se empezaron a hacer estos trabajos, se empezaron a publicar libros, primero eran
documentos de trabajo, este tipo de publicación a pulmón, nosotros no sólo investigábamos y
escribíamos sino que lo pasábamos, lo corregíamos, era gratificante porque aprendimos
muchas cosas, después ya vinieron libros de otra envergadura.

TRINIDAD ESMA: Bueno, yo no sé si nombrar a todas las personas que pasaron y nombrar
todos los trabajos que se hicieron… Uds. mencionaron algunos, en mi caso personal, después
de la revista de “Letras y Ciencias Sociales” trabajé bastante en la obra de J. B. Terán, la obra
literaria que es escasamente conocida y que es muy rica como indicios de los estudios que él
mismo hacía, los ensayos que hacía Terán sobre la realidad del Tucumán de aquella época, las
polémicas entre los europeístas y los tradicionalistas, etc. No son obras relevantes desde el
punto de vista literario, pero sí desde ese otro punto de vista de exposición de ideas,
confrontación de ideas y sí hay una obra rescatable que es “Voces campesinas”, literariamente
hablando, pero que también está representando la preocupación fundamental de Terán acerca
de la educación pero para formar al ciudadano y, como él era profundamente espiritualista,
con una apertura hacia la dimensión espiritual, la preocupación de él era que tanto criollos
como extranjeros se formaran no sólo con conocimientos sino como ciudadanos con capacidad
de decisión y elección que en aquellos años estaba bastante disminuida.

Aparte de eso había trabajado sobre Alberdi, sobre obras literarias ya concretamente como
“Buenos augurios” de María Angélica Scotti, estupenda novela, la poesía de Baldomero
Fernández Moreno, es decir, todo eso me llevó a la conclusión de que hay una especie de
categoría, se podría decir, que sería la literatura de la inmigración, porque tuvo repercusión,
no sólo en aquellos años… si uno lee Cesar Tiempo, supongamos… bueno y muchos otros,
siempre aparece el tema… la época del Crack de la Bolsa del ’90, allí aparece una cantidad de
inmigrantes impresionante con papeles protagónicos en ese proceso tan traumático. Hay una
literatura de la inmigración, así como hay una literatura de la tierra, una literatura urbana...
pero no nos podemos explayar demasiado en esto.

VICTOR HUGO BOLOGNINI: El caso nuestro, por ejemplo, con el diario “El Orden”, su lectura
me llevó muchos años, muchísimos años, ir periódicamente, darle el tiempo necesario para
estar en el Instituto, o sea trabajar acá con mis compañeros y en las reuniones que se hacían
obligatoriamente todos los martes. Allí se ponía en debate todo lo que estábamos trabajando,
se tiraban ideas, nos repartíamos los trabajos, se armaban las jornadas, vinieron invitaciones
de todos lados, para que nosotros salgamos a mostrar al medio, cómo era el estudio del tema
de la inmigración que estábamos realizando en el Instituto.

También yo tuve que aggiornarme con lecturas, como estaba diciendo María Trinidad (Esma),
de J. B. Terán, de la generación del centenario y eso, también me derivó a realizar un trabajo
que fue el tema de la región, la universidad y la vida en J. B. Terán y también aparece el tema
de la inmigración. Luego con María Elena (Curia) comenzamos a trabajar con las actas de
matrimonio.

MARÍA ELENA CURIA: Nosotros habíamos trabajado mucho con las actas de matrimonio, un
trabajo minucioso que hicimos con las actas del registro civil y también en las cédulas censales
de 1895, para eso fuimos a Buenos Aires, ahí pudimos tener acceso a las cédulas y eso nos
proporcionó muchísimos datos importantes que volcamos en un trabajo sobre la industria y el
comercio en Tucumán que está dentro de la primera publicación.

MARÍA ELENA CURIA: Yo primero trabajé con bibliografía sobre la historia de la inmigración
relacionada con la educación, pero después, como dije anteriormente, me aboqué al trabajo
de campo que me entusiasmó mucho, hicimos muchísimas entrevistas personales con los
inmigrantes que quedaban todavía y algunos descendientes que fueron entrevistas muy ricas
que nos llevó al conocimiento de las distintas cadenas migratorias que llegaron acá a Tucumán,
estudiamos así la cadena migratoria venida de Acerno de Italia y de Chiusano, del norte, un
pueblo de la campaña y el otro del pie monte. Y después agregamos el estudio de los
asturianos, de los catalanes y de los castellanos provenientes de España. Y ahora, en una
nueva edición que va a salir del libro2 agrego también el estudio de los marquillanos, italianos,
de otra región de Italia: de Le marque.

2
Se trata de la obra: “Del otro lado del mar. Tucumán destino final”
Ahora habría que hablar un poco del clima de trabajo que había en el instituto que era
realmente un trabajo interdisciplinario, había aportes de todas las disciplinas y un trabajo que
se hacía en perfecta armonía, hay que recalcar eso, porque era un grupo heterogéneo, plural
diríamos actualmente, y sin embargo nos manejábamos con muchísima armonía y muy
amigable con aportes de todos, cada uno aportaba lo que investigaba y el otro recibía
perfectamente ese aporte.

TRINIDAD ESMA: Resultaba muy enriquecedor, porque había cruces, por decirlo de alguna
manera, de pronto, en mi caso, si bien venía de las letras, acompañaba a Víctor (Bolognini) a
hacer entrevistas que eran desde otro punto de vista, de la geografía humana o la distribución
del espacio.

VICTOR HUGO BOLOGNINI: A la Ramada de Abajo fuimos.

TRINIDAD ESMA: Si, y a Tafí Viejo, a Lules, Alto Verde, Los Sarmientos… Y entonces realmente
eso nos enriquecía mucho. La multidisciplina por llamarlo de alguna manera, o trabajo
interdiscilplinario era así, en el grupo estable, veníamos todos los días, aparte de la reunión
ampliada de los martes, entonces todos teníamos el trabajo que estábamos haciendo, lo
compartíamos, consultábamos con la directora, hacíamos los partes de avance, entonces, de
esa manera se fue dando la sucesión de trabajos, no nos tenemos que olvidar que se trabajó,
por un lado el corpus de ideas pertinentes de los pensadores de la generación de 1837 en
adelante… Recordemos que Lucía Piossek tenía la cátedra de Filosofía Contemporánea y del
Pensamiento en Argentina, entonces ahí abordábamos los orígenes ideológicos que
propiciaron el fenómeno de la inmigración en un momento en que Europa era expulsora de
población y nuestro país se abre para recibirlos.

MARÍA ELENA CURIA: Lo que era muy enriquecedor también era la asistencia a los distintos
congresos que se hacían. Fue una época en la que se hicieron muchos congresos sobre la
inmigración, en Buenos Aires, en Paraná, en Córdoba, en Rosario…

TRINIDAD ESMA: En Tucumán y después en Catamarca, en Jujuy, es decir viajamos mucho.

MARÍA ELENA CURIA: Bueno, ese intercambio con otros investigadores de otras provincias era
sumamente enriquecedor también. Además nos relacionábamos con instituciones como el
museo Roca, el CEMLA que participó mucho cuando fue el congreso “Presencia italiana en la
Argentina”.

VICTOR HUGO BOLOGNINI: Y con las embajadas de Italia, de España, y con los centros:
asturiano, catalán en Rosario…

TRINIDAD ESMA: Y además con la Secretaría de Cultura de la Nación, con la Secretaría de


Cultura de Tucumán… bueno, con varias facultades, con la Biblioteca Alberdi, con la Sociedad
Sarmiento. Fuera de Tucumán con la Universidad de Rosario, estábamos tratando de hacer
memoria ayer y seguro que se nos quedan varias instituciones en el tintero… Las sociedades de
Socorros Mutuos, los Círculos…

MARÍA ELENA CURIA: Hicimos el estudio de la Sociedad Española y la Sociedad Italiana,


accedimos a las actas de las sociedades y a los libros de socios.
VICTOR HUGO BOLOGNINI: Y del Círculo Sardo, acuérdate que nos han invitado también…

MARÍA ELENA CURIA: y el Centro Asturiano…

TRINIDAD ESMA: Abordemos ahora el ciclo “La Argentina actual por sí misma”, este ciclo de
charlas propiciado por Lucía Piossek que invitaba a figuras relevantes a que se presentaran a sí
mismos contando su historia personal en alguna medida y su historia o académica o artística,
intelectual y que ustedes lo han vivido más que yo en sus inicios. ¿Quiénes vinieron?: Leda
Valladares, Ezequiel de Olaso, Pérez Amuchástegui, Estiú…

VICTOR HUGO BOLOGNINI: Beatriz Bosch, Armando Bravo, Lucía, Luis Alberto Romero,
Pucciarelli…

TRINIDAD ESMA: Y después ya en un segundo ciclo han venido recientemente Alberto Tasso,
Rosita Ávila, Irene García de Saltor, Clotilde Yapur y Pato Gentilini. O sea que acá vemos
también como dos ciclos, como dos épocas. Creemos que es interesante para el conocimiento
en profundidad de figuras que no están todo el tiempo en “la cartelera” digamos y de
producción tan valiosa.

ALICIA UGARTE: a mí lo que me gustaría destacar, es, cómo, desde el principio, Lucía (Piossek)
le ha dado una cierta impronta, tanto respecto a la interdisciplina como a la investigación
cualitativa basada en historias de vida, como una modalidad nueva de trabajo e innovadora,
me parece importante destacarlo. Y otra cosa que me interesaba destacar es el clima de
trabajo y pensaba yo, bueno por qué ese clima de trabajo ahora no se puede mantener y yo
creo que tiene que ver con que en los orígenes y en toda esa etapa que Uds. han mencionado
había un solo grupo de trabajo, todos tenían el mismo tema en común, en cambio, ahora, al
haber estos subsidios y la carrera de investigador se producen como atomizaciones en los
proyectos de investigación en el IHPA, entonces cada uno tiene su grupo y justamente lo que
falta es ese entramado…

MARÍA ELENA CURIA: En ese entonces era un proyecto para todos sobre la inmigración en la
Argentina…

TRINIDAD ESMA: con la camaradería, o la amistad que se daba por ejemplo con los viajes,
viajábamos todos o casi todos a todos lados.

VICTOR HUGO BOLOGNINI: Y nos recordaban a nosotros en Buenos Aires como el “grupo de
Tucumán”

MARÍA ELENA CURIA: Volviendo a los inicios, es importante recordar el curso que organizó
Lucía (Piossek) que fue el que motivó todos estos trabajos, ya era un curso interdisciplinario.

VICTOR HUGO BOLOGNINI: Sobre el libro que salió luego del curso se hizo el primer Congreso
de la Inmigración en 1981 en Buenos Aires, ahí fuimos y estaban admiradísimos porque todos
hablábamos el mismo idioma, nos ubicaban como el grupo de Tucumán, les llamó mucho la
atención esa interdisciplinariedad que había.

MARÍA ELENA CURIA: Ya en el curso estaba la idea de la interdisciplina.


TRINIDAD ESMA: A partir de ese gran congreso salieron muchos otros congresos posteriores,
en 1983 ya con el clima de la nueva era democrática también se dio un congreso muy
importante en Buenos Aires, esos dos congresos creería, no sé qué piensan Uds., generaron
estas reuniones en distintas provincias del país, sobre todo desde Buenos Aires hacia el norte.
Ni se si se habrá hecho alguna reunión en la Patagonia, por ejemplo, pero sí en el centro y
norte del país sí. Lo que es digno de rescatar es que al igual que en cualquier investigación
donde hay poco material tuvimos realmente que buscar fuentes… O sea, no había libros, no
había una biblioteca sobre esto, entonces de allí que Uds., iban a las actas de matrimonio, las
censales, a buscar inmigrantes; rastrear textos casi inéditos de Terán fue toda una tarea, es
decir, tal vez encontrábamos algo escrito a máquina…

VICTOR HUGO BOLOGNINI: O por ejemplo hojear un texto de Terán o de Rouges y encontrarse
con la palabra “inmigrante” y decir “vamos a ver que hay acá”.

TRINIDAD ESMA: Exactamente, o sea que por un lado una búsqueda muy organizada en base a
documentación existente y en base a entrevistas y por otro lado una búsqueda casi de
cazadores de la presa que nos pudiera dar algún tipo de información.

…………………………………..

TRINIDAD ESMA: Podemos mencionar Víctor, si te parece bien, la serie de ampliaciones y


transformaciones que fue sufriendo el proyecto de la Inmigración en la Argentina, sus nombres
así lo indican, primero…

VICTOR HUGO BOLOGNINI: “Inmigración e integración Nacional en la época del centenario”,


después “Inmigración e Integración nacional en la Argentina” y por último es “Inmigración en
la Argentina. Historia, balance y prospectiva” (1993)

Hasta 1994 donde pasa a llamarse “Transformaciones en la Argentina aluvial” este es un


proyecto también de CIUNT pero tiene aportes de otras instituciones como el CONICET, por
ejemplo.

TRINIDAD ESMA: Cabe mencionar, ya para terminar, que nosotros éramos financiados por el
CIUNT, hasta que hubo un cambio en la política universitaria y esto concluye, quedando una
gran cantidad de investigadores de diversas facultades de toda la universidad de Tucumán, en
una palabra, despedidos. Allí algunos de nosotros nos fuimos, algún otro quedó, el caso de
Bolognini, el caso de Analía Jatib y otros, desde luego Lucía (Piossek) y comenzó una segunda
etapa. Los nuevos programas de los que hablaba Alicia Ugarte, los nuevos proyectos, iniciaron
un segundo momento en la historia del IHPA. Así que nosotros pertenecemos a la primera
etapa.
9 de octubre de 2015

Entrevista a Ilse Naessens

¿Podría relatar en qué circunstancias ingresa al Instituto? ¿Cuál es su formación de grado?


¿En dónde estaba trabajando en ese momento? ¿Qué obras y/o autores marcaron su
formación intelectual?

Ingreso al Instituto como alumna del último año de la carrera de Filosofía. Yo ya había tenido
contactos con el Instituto a partir de las clases que dictaba la profesora Piossek Prebisch sobre
Filosofía Argentina y Latinoamericana. Gracias a la dirección de Lucía es que me gradúo de
Licenciada en Filosofía en 1984. En ese momento trabajaba en la cátedra de Introducción a la
Filosofía, como Auxiliar estudiantil. En mi carrera muchas fueron las obras y los autores que
me marcaron pero, en especial, en filosofía argentina fueron Alberdi, Sarmiento, la generación
del 37, Juan B. Terán, Francisco Romero, Alejandro Korn, E. Pucciarelli, V. Massuh, H. Biagini,
entre otros.

¿Si pudiéramos dividir la trayectoria del Instituto en períodos, Ud. cómo lo haría? ¿En cuáles
de esos períodos participó Ud.?

Yo marcaría un antes y un después de la dirección de la Prof. Lucía Piossek de Zucchi. Yo estuve


mientras ella fue directora del IHPA y luego cuando fueron otros profesores: Pedro González,
Irene de Saltor, entre otros.

¿Qué tipo de actividades se desarrollaban en el Instituto en los primeros años? ¿Qué temas
de investigación se abordaban y cómo era el trabajo diario sobre esos temas? ¿Qué temas de
investigación eligió Ud.? ¿Por qué eligió esos temas? ¿Qué clima intelectual imperaba en el
instituto?

Lo que recuerdo es que en el Instituto se hacía investigación. No sé si esa era la actividad


central del mismo en los comienzos, creo que sí. El tema central era el problema de la
inmigración, los grupos que migraron, sus características, su influencia. Posteriormente se fue
ampliando y se extendió hacia los promotores de la misma: por ejemplo, J. B. Alberdi. También
se creó el ciclo “La Argentina actual por sí misma” donde se invitaba a destacados profesores
del medio a realizar su autobiografía. Me inicié estudiando el concepto de filosofía en Alberdi,
para mi tesis de licenciatura y luego, una vez que la terminé continué trabajando sobre el
mismo concepto en Alejandro Korn y Francisco Romero. Yo no trabajé temas de inmigración
pero no había problemas pues la inmigración no era el único tema que se estudiaba. También
había cuestiones filosóficas, históricas y literarias. Posteriormente se unieron temas
sociológicos y psicológicos.

Elegí un tema de filosofía argentina porque es un tema que me apasiona aún hoy. Se partía del
criterio que era necesario conocer nuestras raíces para ir entendiendo lo que somos, nuestros
alcances y perspectivas, en mi caso, filosóficamente hablando.

En el Instituto imperaba un clima de trabajo, serio y profundo. Si bien es cierto que no nos
negábamos a tomar un break y un café de por medio. Además se hizo la ampliación del IHPA
con dinero recibido del CONICET. Evidentemente fue un poco molesto lo de la mano de obra
pero se hizo y quedó muy bien, confortable y apto para las reuniones semanales que se hacían.

¿Cómo era el clima intelectual de la facultad en ese momento? ¿Cómo influyeron los
acontecimientos políticos y sociales en la vida del Instituto?

No puedo mencionar cómo era el clima político del Instituto en sus primeros años pero si
puedo decir que desde que ingresé a la facultad en 1977 hasta que me titulé fueron años de
mucha tensión y cuidado. No se podía hablar de ningún tema político porque estábamos
constantemente vigilados. Este clima influyó en el ambiente de la facultad, en los profesores y
en los alumnos. Se modificaron temas de las materias, algunas se dejaron de dictar porque se
declararon cesantes a los profesores, había un clima sórdido, silencioso y expectante. En el
Instituto se trabajaba, se hacían reuniones semanales sobre los temas de investigación y todo
era exclusivamente académico.

¿Qué integrantes del Instituto recuerda? ¿Qué vínculos con otros institutos y/o facultades o
universidades se desarrollaron? ¿Cómo funcionaban y se financiaban en ese momento las
actividades de investigación?

Recuerdo a María Eugenia Tonello, Pedro González, Irene de Saltor, Mary S. de Iñigo, Atilio
Santillán, Tita Zucchi, Analía Jattib, María Elena Villecco, Judith de Babot, Alberto Tasso,
Ricardo Kaliman, entre otros. Nos vinculamos con el proyecto de investigación liderado por la
Dra. Babot y más adelante con uno de Psicología. Con respecto a la financiación no recuerdo
mucho. Si me acuerdo del dinero que nos dio el Conicet para ampliar el instituto. Había apoyo
de la universidad para asistir a congresos (para los que eran sus profesores, publicar, previas
corrección y diseño por parte de las chicas de editorial. En general, algunas tenían beca del
Conicet (como yo, por ejemplo) y con eso se podía subsistir. El sueldo del director y de la
secretaria lo pagaba la facultad, aunque creo que Lucía no cobraba nada. Se publicaron varios
libros: sobre inmigración y varios de otros temas más generales (Transformaciones….)

¿En qué consistía la lógica de la Interdisciplina que proponía Lucía para el Instituto? ¿Qué
aspectos positivos o negativos Ud. le encuentra?

El interés por la interdisciplina siempre me pareció muy buena idea. Lucía trató de inculcarnos
esa idea y creo que en momentos funcionó muy bien, en especial con el tema de la
inmigración, que es un fenómeno multifacético que permite su abordaje desde distintas
disciplinas. El problema era en algunos casos en los que no trabajábamos ese tema, entonces
no era tan fácil aplicarlo en todos los trabajos de todos los miembros del Instituto.

¿Sabe Ud. cómo surge la idea del ciclo “La Argentina actual, por sí misma”? ¿Qué recuerda
de esas actividades? ¿En cuáles participó y cómo?

La idea fue de Lucía Piossek Prebisch. Sé que fue una buena idea que muchos aceptaron no sin
cierto resquemor. Eso de presentarse a ellos mismos costó un poco al comienzo pero luego se
consolidó. Era numerosa la asistencia a la presentación del ciclo y eso fue dando idea de cómo
encararlo. Cada vez que alguien escribía una autobiografía (personas seleccionadas por Lucía)
se hacía una presentación en público. No recuerdo cuáles se hicieron en el tiempo en el que
estuve en el IHPA. Nosotros participábamos en la organización de la presentación en público.
El Instituto de Historia y Pensamiento Argentinos en su primera generación. Análisis de una
experiencia interdisciplinaria.

Los inicios…

El Centro de Historia y Pensamiento Argentinos se funda en septiembre de 1975 por iniciativa


de la profesora Lucía Pioseek, por entonces docente a cargo de “Filosofía Contemporánea”. En
numerosas oportunidades la impulsora del centro de investigaciones relató cual fue la idea
que la motivó en la iniciativa. (Pissek, 1998; 2002; 2008; Nader, 1999)

La profesora Piossek comenta en esos artículos y entrevistas que luego de un viaje por
Alemania se propuso profundizar en el pensamiento argentino, es así que primero propone al
Departamento de Filosofía el dictado de un curso optativo sobre “Filosofía de la Argentina”
pero como no quiere verse atada por el carácter filosófico de los autores tratados, luego
amplía esta idea al pensamiento implicado en otros ámbitos de la cultura.

“De esa manera el panorama del pensamiento filosófico argentino se me amplió de


golpe de modo inesperado y presentó riquísimas facetas. Así pude tratar en mis
programas a la generación de 1837, fundadora de la nacionalidad y de la
organización nacional: Echeverría, Alberdi, Sarmiento (…) Pude buscar la sustancia
filosófica en representantes de la generación del Centenario, tanto en el orden
nacional (Rojas), como en el regional (Terán, Rougés)”3

En el análisis del pensamiento argentino surge la comprensión de incorporar en esa tarea la


mirada interdisciplinaria y por tanto la idea de generar un centro de investigaciones en donde
confluyeran docentes de filosofía, historia, pedagogía, letras, etc.

Este proyecto coincide con una etapa de institucionalización de la investigación en la Facultad


de Filosofía y Letras, en donde comienzan a crearse los primeros institutos y centros
destinados a esa tarea que hasta entonces venía realizándose de un modo más bien individual.
A nivel de la universidad en conjunto coincide, a su vez, con el desarrollo de la Secretaría de
Ciencia y Técnica y el Consejo de Investigaciones de la UNT.

Es así que, con el apoyo del entonces decano de la Facultad, el profesor Orlando Lázaro, se
crea el Centro, luego Instituto de Historia y Pensamiento Argentinos.

3
De la Autopresentación de la profesora Lucía Piossek en este mismo volumen.
El equipo dirigido por Lucía Piossek, integrante de esta primera generación de investigadores
del IHPA estuvo constituido por el mismo profesor Lázaro, su colaboradora en ese momento
en la docencia, Irene García; Pedro José González y las profesoras que provenían de la
pedagogía: María Adela Suayter y María Elena Curia. Luego se incorporaron docentes,
estudiantes y egresados de otras carreras que iniciaban con sus trabajos de investigación:
María Trinidad Esma, Victor Hugo Bolognini, Analía Jatib y (tiempo más tarde) Ilse Naessens.
(Lázaro citado en Nader, 1999: 55)

Un Centro de investigaciones interdisciplinario debe partir de una temática que pueda ser
abordada desde múltiples miradas y que se constituya en desencadenante del trabajo
colectivo, el tema elegido fue la Inmigración en la Argentina y las tareas comenzaron con la
organización de un curso de posgrado.

Así, la temática de la inmigración va a aparecer como aglutinante y posibilitadora del trabajo


interdisciplinario en el IHPA. En efecto el primer interrogante que se habían planteado sus
fundadores fue “¿Qué tema escoger, que atrajera el interés de gentes dedicadas a la filosofía
(…), la historia argentina (…), las letras?” (Piossek, 2002: 26)

Lucía Piossek relata que era el año 1976 y como se cumplían cien años de la “Ley de
Colonización e Inmigración”4 los integrantes decidieron realizar un curso interdisciplinario
como primera actividad del instituto con la temática central de la inmigración en la Argentina.
En la introducción al libro que recoge los trabajos presentados en ese curso se puede leer:

“La Argentina actual sería inimaginable sin la contribución de la gran inmigración de


fines del siglo XIX y comienzos del XX. La transformación vertiginosa de nuestro país a
partir de entonces en sus formas de vida, costumbres, ‘concepción del mundo’,
economía, letras, ciencias, artes, fisonomía de las ciudades y los campos, vida religiosa
y política… ha sido muy grande, y en algunos sentidos radical.” (Piossek, García, 1979:
9)

El curso de posgrado fue la ocasión para introducir un tema nuclear en los trabajos del
Instituto y para consolidar el equipo original de trabajo, Víctor Hugo Bolognini relata por
ejemplo que él ingresa al entonces Centro a partir de la realización de los cursos sobre

4
Se trata de la ley Nº 817 de “Inmigración y Colonización”, cuyo objetivo prioritario fue poblar y aprovechar las
grandes extensiones de tierra que poseía nuestro país. Argentina, con escasa población, con gran disponibilidad de
tierras vírgenes, buscaba atraer población para trabajar la inmensa llanura, con costos sustancialmente más bajos que
las viejas áreas de Europa; y por otro lado, los países europeos se encontraban en crisis, lo que generaba grandes
desplazamientos de población. Su promulgación complementaba y asignaba recursos concretos a las disposiciones
constitucionales, por cuanto tuvo la virtud de efectivizar los derechos civiles de los argentinos y de los extranjeros,
proporcionando una trascendente unidad en los aspectos laborales, institucionales y de productividad, que se
concretaron en el extraordinario desarrollo integral de todos los sectores del quehacer nacional. Significó también un
acontecimiento trascendental y de positiva proyección para el devenir demográfico del país.
inmigración, aún sin haberse recibido de profesor de Geografía, se incorpora al Centro y dedica
toda su vida como investigador al tema de las migraciones. Algo similar relata María Elena
Curia en las entrevistas realizadas.

El curso de posgrado fue la excusa, además, para establecer vínculos con otros investigadores
de la universidad, algunos de los cuales quedaron luego como colaboradores externos del
instituto, Lucía Piossek comenta la importancia de esta tarea:

“Prestaron también su colaboración inapreciable Ventura Murga, Carlos Páez de la


Torre, Alberto Nicolini, Celia Terán, Diego Lecuona, Carlos Paolasso, Rubén González,
Ernesto Cerro, Estela Barbieri, Francisco Juliá, Olga Paterlini, Julio M. Aguirre, Ma.
Victoria Dappe, Roberto Rojo, desde sus distintas perspectivas, e Israel Blumenfeld, que
intervino con un texto en el momento de la publicación del curso”5

Las primeras tareas…

Ya constituido el grupo original comienza a desarrollarse la tarea diaria, cada uno desde su
disciplina se ocupaba de alguno de los aspectos ligados al tema de investigación, se realizaban
distintas trabajos de campo y de archivo: análisis de periódicos de la época estudiada, como el
diario “El Orden” (Bolognini), entrevistas a familias de migrantes, estudios de las actas del
Registro Civil, luego de las cédulas censales (Bolognini, Curia); análisis de la obra ensayística y
literaria de los pensadores que fueron abordados por el grupo de investigación: Alberdi,
Sarmiento, la generación del 37, Juan B. Terán, Francisco Romero, Alejandro Korn, entre otros.
(Curia, Esma, Piossek, García, Naessens).

Es necesario hacer mención a algunas cuestiones en torno al método de trabajo que se


desarrollaba en el Instituto, debemos recordar que en los orígenes del Centro de
Investigaciones aún no entramos en la época de la universidad de masas, que sólo se daría una
década más tarde con el regreso de la democracia, en este período las universidades
nacionales mantenían un interés concreto por la investigación (más allá de la formación de
profesionales) y por tanto no era extraña la figura del investigador que no tenía asignadas
tareas de docencia, o que lo hacía pero no como tarea central, es así que varios miembros del
Instituto obtienen cargos destinados exclusivamente a la investigación, cargos que se
extienden hasta la década del 90.

5
Ver la autopresentación de Lucía Piossek en este volumen.
En contrapartida la realidad política argentina del momento no era propicia para actividades
que se apartaran de un ascetismo académico o se vincularan con la participación política o
comunitaria, Roberto Pucci caracteriza este período como el de “la universidad del silencio y
del terror” que se manifestaba en situaciones como la siguiente: “El 6 de abril de 1976, un
oscuro coronel, designado como interventor militar de la Universidad tucumana, cesanteó a 77
profesores y auxiliares estudiantiles, encuadrándolos en una “Ley de Seguridad del Estado” que
los catalogaba como “elementos subversivos y disociadores”, sin fundamento alguno ni
derecho a la defensa.” (Pucci, s/a: 45)

Esta realidad afecta profundamente a la Universidad, es así que la mayoría de los


investigadores se refugia en las tareas al interior del instituto y algunos docentes que fueron
cesanteados6 sólo figuran luego como colaboradores externos al mismo (Lázaro).

Ilse Naessens que si bien ingresa en el Instituto en la década del 80 ya estaba vinculada con las
actividades que allí se realizaban como estudiante, tesista y becaria, relata estas
circunstancias:

“No puedo mencionar cómo era el clima político del Instituto en sus primeros años pero
sí puedo decir que desde que ingresé a la facultad en 1977 hasta que me titulé fueron
años de mucha tensión y cuidado. No se podía hablar de ningún tema político porque
estábamos constantemente vigilados. Este clima influyó en el ambiente de la facultad,
en los profesores y en los alumnos. Se modificaron temas de las materias, algunas se
dejaron de dictar porque se declararon cesantes a los profesores, había un clima
sórdido, silencioso y expectante. En el Instituto se trabajaba, se hacían reuniones
semanales sobre los temas de investigación y todo era exclusivamente académico”.7
El trabajo diario compartido en el mismo espacio y las reuniones semanales de los martes
contribuyeron al desarrollo del verdadero trabajo interdisciplinario como recuperación de
“una unidad del conocimiento en ciencias humanas”, esta era una de las cuestiones centrales
planteadas por Lucía Piossek en los fundamentos del Centro de Investigaciones, tal como lo
relata Irene García de Saltor:
“La gran cuestión que encaramos radicaba en cómo integrar nuestros conocimientos, mucho
discutimos si se trataba de inter, multi, trans… disciplinariedad. En la época inicial esto era toda
una novedad (…) en los ’70 las fronteras interdisciplinarias eran rígidas y no era visto con
buenos ojos los deslizamientos entre distintos saberes.”8
Las reuniones semanales eran el punto de partida para lograr esta integración, tal como relata
Trinidad Esma: “todos teníamos el trabajo que estábamos haciendo, hacíamos nuestro trabajo,
lo compartíamos, consultábamos con la directora, hacíamos los partes de avance…”

6
Ver la autopresentación de Clotilde Yapur en este mismo volumen.
7
Entrevista a Ilse Naessens
8
Ver la autopresentación de Irene García de Saltor en este mismo volumen
El procedimiento ideado por Lucía Piossek era el siguiente, se planteaban las palabras clave del
proyecto colectivo, luego se trabajaba cada una de esas categorías desde las distintas
disciplinas y se debatía en común, no con la intención de lograr una síntesis, sino
primordialmente de poner en evidencia la complejidad de esas mismas categorías.
En “Voces de la memoria” Lucía Piossek relata este procedimiento:
“Estoy convencida de que el momento de la especialización (…) tiene que completarse
con el momento posterior de la convergencia. Y que esto último es una exigencia del
presente. (…) Mi experiencia me ha ido revelando que el modo mejor para esta nueva
vuelta de tuerca hacia la convergencia está en el tratamiento adecuado de las ‘palabras
clave’. En un primer paso, se escogen un poco a priori, tentativamente, lo que se
consideren palabras clave según el tema a tratar; luego, progresivamente, van quedando
o surgiendo las realmente claves que se van decantando como tales a partir del trabajo
en común. Y lo central es la discusión entre las diversas disciplinas integrantes del
equipo, discusión en las que se intenta la definición, o al menos delimitación de cada una
de las palabras clave, con la colaboración de las diferentes disciplinas que aportan su
propia perspectiva. La experiencia nos ha revelado que aun cuando no se llegue a una
respuesta unitaria alguna de tales palabras, queda siempre algo muy valioso para el
trabajo intelectual serio: la conciencia clara de su problematicidad.” (Piossek en Nader
1999: 33 – 34)
Esta metodología de trabajo en los grupos de investigación es uno de los mayores legados que
Lucía Piossek dejó a sus discípulos y colaboradores, desde un punto de vista personal puedo
mencionar que en los sucesivos grupos de investigadores en los que he participado dirigidos
por Irene García o Alicia Ugarte, se ha empleado esta metodología y siempre con resultados
enriquecedores para todos los participantes.

El diálogo a nivel nacional…

Como resultado de los casi veinte años que duró el trabajo de esta primera generación de
investigadores del IHPA puede mencionarse una extensa producción de publicaciones, la
organización y presencia en diversos congresos sobre la especialidad, la organización de cursos
sobre los pensadores abordados, y el trabajo diario de dirección de becarios, tesistas, etc.

Los integrantes del grupo de investigación de esta primera generación relatan la importancia
de estas acciones y producciones: “se empezaron a publicar libros con estos trabajos, primero
eran documentos de trabajo, este tipo de publicación a pulmón, nosotros no sólo
investigábamos y escribíamos sino que lo pasábamos, lo corregíamos, era gratificante porque
aprendimos muchas cosas, después ya vinieron libros de otra envergadura”. (Trinidad Esma)

Las publicaciones comenzaron con “La inmigración en Argentina” (1979) obra colectiva en la
que participaron aquellos intelectuales, miembros del Instituto e invitados, responsables del
curso de posgrado que inaugura el Centro y que se dicta en dos semestres, esta obra obtendrá
luego un premio a la producción regional de la Secretaría de Cultura de la Nación.

Mencionando las obras colectivas generadas desde el proyecto de investigación, luego


continuaron una serie de Documentos de Trabajo: Estudios y conferencias. 1981 e Inmigración
e integración nacional en la época del Centenario. Documentos de Trabajo: Informes de
Investigación que se publicaron en 1981, 1982, 1984. En 1982 La Inmigración en Argentina.
Concurso del Noa y en 1986 se publica la obra también colectiva Alberdi con trabajos de todos
los integrantes, del Instituto: Irene García; Emilio Carilla; Lucía Piossek; María Trinidad Esma;
María Adela Suayter; María Elena Curia; Víctor Hugo Bolognini; Pedro José González; Analía
Jattib e Hilda Naessens. (Piossek, 1986)

Luego continúa el proyecto “Inmigración e integración nacional en la Argentina y por último en


1993 “Inmigración en la Argentina. Historia, balance y prospectiva.” También con la
publicación de documentos de trabajo.

Y a partir de 1995 se abre la serie “Transformaciones…” que ya inaugurarían lo que


consideraremos el segundo período en la historia del IHPA como fundamentaremos más
adelante.

Por otro lado debemos mencionar, entre las actividades del Instituto un conjunto de cursos
colectivos, conferencias, mesas panel, homenajes, etc. (por ej. “Alberdi y su tiempo”,
“Avellaneda y su tiempo”, “Terán y su tiempo”), y la inauguración y continuidad del ciclo de
autopresentaciones “La Argentina actual, por sí misma” que da origen al cuerpo central de
esta publicación.

Una actividad que los miembros del Instituto resaltan como enriquecedora fue la asistencia a
distintos congresos sobre inmigración en los que se compartían los abordajes que se
realizaban desde Tucumán con investigadores a nivel nacional. Mencionan la participación en
congresos y jornadas realizados en Buenos Aires, Paraná, Córdoba, Rosario, etc.

Si bien el tema de la Inmigración era abordado desde distintas unidades académicas, los
estudios generados desde Tucumán tenían algunas particularidades que lograron ser
reconocidas a nivel nacional lo que contribuyó a que se rompiera el centrismo de Buenos Aires.
Así lo relata Irene García de Saltor:

“Por la amplitud de miras de Lucía el programa se denominó “Inmigración e


Integración Nacional” con lo que me ponía más cerca de la historia política, de esta
manera podía ocuparme de algunos perfiles del pensamiento de Alberdi, de Avellaneda
y hasta de José Manuel Estrada, de Terán y de Rougés, mis preguntas rondaban por esa
época en torno de un problema que no podía asir, el federalismo”9

La participación en congresos como grupo integrado que realmente inauguró y profundizó una
perspectiva propia sobre el pensamiento regional y los procesos de integración histórica desde
la perspectiva local, contribuyó al reconocimiento nacional del equipo de investigación que era
tenido en cuenta como referente en los sucesivos encuentros en que estos investigadores
participaban.

Se cierra la primera etapa…

En la década del noventa se producen cambios fundamentales en el sistema de educación


superior cuyo punto clave es el desarrollo e implementación de la ley de educación superior y
que viene a modificar las reglas del juego en una universidad que desde la década anterior se
enfrentaba a dos nuevas cuestiones: la masividad y el desfinanciamiento por parte del Estado.

Los lineamientos de la nueva reforma de la educación superior, que responden a las


propuestas de organismos internacionales como el Banco Mundial (Coraggio, 1997, 2003) y a
una tendencia internacional hacia una nueva agenda para la modernización de los sistemas
educativos superiores (Mollis 2001: 15), se desarrollaron en un contexto de profunda
contradicción que vivía y vive la región entre globalización y desigualdad (Pucci).

Los objetivos de la reforma buscaban promover la diferenciación y el desarrollo de las


instituciones privadas, incentivar la diversificación del financiamiento -incluyendo como opción
el arancelamiento e incentivando el vínculo universidad-empresa y la venta de servicios- y
redefinir el papel del Estado en la educación superior, vinculado ahora a la evaluación y
acreditación y reduciendo por tanto la autonomía universitaria. (Krotsch, 2001: 156 y ss.)

Se produce, además, una reformulación en el perfil del docente universitario imponiéndose, a


partir del sistema nacional de incentivos, la figura del docente-investigador que si bien busca
integrar estos dos aspectos de la práctica académica, tiene como consecuencia negativa la
desaparición del investigador rentado por las unidades académicas que no cumple con tareas
docentes o lo hace de modo subsidiario. Este perfil netamente investigativo queda restringido
al Conicet.

Como consecuencia los institutos de investigación universitarios pierden centralidad en cuanto


a la producción de conocimiento científico transformándose los proyectos y programas

9
Ver la Autopresentación de Irene García de Saltor en este mismo volumen.
integrados por docentes-investigadores, en la unidad relevante en tanto obtienen el (escaso)
financiamiento para tareas de investigación.

Esto modifica el funcionamiento del IHPA como Instituto de Investigación, fundamentalmente


por la cesantía de los investigadores rentados, Trinidad Esma relata esta circunstancia: “Cabe
mencionar (…) que nosotros éramos financiados por la Secretaría de Ciencia y Técnica, hasta
que hubo un cambio en la política universitaria y esto concluye, quedando una gran cantidad
de investigadores de diversas facultades de toda la Universidad de Tucumán, en una palabra,
despedidos.”

El IHPA comienza entonces una segunda etapa en la que, aún bajo la dirección de Lucía
Piossek, se integran nuevos grupos de investigación al Programa general y se diversifican los
temas de interés, pero esa es otra historia...

Bibliografía

CORAGGIO, José Luis (2003) “La crisis y las universidades públicas en Argentina.” En MOLLIS,
Marcela (Comp.) Las universidades en América Latina: ¿Reformadas o alteradas? La
cosmética del poder financiero. Buenos Aires: FLACSO.
CORAGGIO, José Luis y R. M. TORRES (1997) La educación según el Banco Mundial. Un análisis
de sus propuestas y métodos. Buenos Aires: Miño y Dávila Ed.
KROTSCH, Pedro (2001) Educación Superior y reformas comparadas. Buenos Aires: Editorial de
la Universidad Nacional de Quilmes.
MOLLIS, Marcela (2001) La universidad argentina en tránsito. Ensayo para jóvenes y no tan
jóvenes. Buenos Aires: FCE.
NADER, Raúl (Comp.) (1999) Voces de la Memoria. Facultad de Filosofía y Letras. UNT,
Tucumán

PIOSSEK, Lucía (2008) “El Instituto de Historia y Pensamiento Argentinos y la interdisciplina.


Sobre una experiencia de trabajo en equipo”. En ARUÉ, R; BAZZANO, B y D’ANDREA, V.
(Comp.) Transformaciones, Prácticas Sociales e Identidad Cultural. Tucumán:
Universidad Nacional de Tucumán.

PIOSSEK, Lucía e Irene GARCÍA DE SALTOR (Dir.) (1979) La Inmigración en la Argentina.


Tucumán: Facultad de Filosofía y Letras. UNT.

PIOSSEK, Lucía. (1998) “Filosofía e identidad cultural en la Argentina”. en GARCÍA, Irene et alt.
Transformaciones e Identidad Cultural II. Tucumán: Facultad de Filosofía y Letras. UNT.
PIOSSEK, Lucía. (2002) “Autopresentación”. La Argentina Actual, por sí misma. Tucumán:
Facultad de Filosofía y Letras. UNT.

PIOSSEK, Lucía (ed.) (1986) Alberdi. Tucumán: Imprenta de la UNT.

PUCCI, Roberto. (s/a) “Pasado y presente de la Universidad Tucumana”. [en línea] en historia
politica.com. http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/pucci.pdf [último acceso:
9/6/2017]

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