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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE INGENIERÍA

CARRERA DE GESTIÓN TURÍSTICA Y HOTELERA

TRABAJO FINAL

TEMA

ESCUELA QUITEÑA

ING. KAREN SANTOS

ALUMNA

MAYRA ADRIANO
La Escuela Quiteña
Se conoce como Escuela Quiteña al conjunto de manifestaciones artísticas y de artistas
que se desarrolló en el territorio de la Real Audiencia de Quito durante el período
colonial, es decir durante la dominación española donde obtuvo su mayor esplendor
entre los siglo XVII y XVIII, de esta manera llenándose de gran prestigio entre las
otras colonias americanas incluso en la Corte Española de Madrid.

La Escuela Quiteña se originó en la escuela de artes y oficios, fundada en 1551 por


Fray Jodoco Ricke y Fray Pedro Gocial, que luego estos mismos Frays fundan el
Colegio San Andrés.
La obra colonial quiteña encierra la idiosincrasia propia de la época así como el gran
amor y devoción a la Madre de Dios, al Cristo y otros santos. Inserta además otros
elementos que demuestran la originalidad de los artistas de la "Escuela Quiteña",
tales como: "potencias" en Cristos; "auriolas" en vírgenes y santos; etc.
El Colegio de artes y oficios San Andrés inicia su vida con el siguiente profesorado:

Nombre Posición Cátedra

Padre Juan Morales fundador Custodio y guía

fundador pintura
Fray Jodoco Ricke
profesor escultura

pintura
Fray Pedro Gosseal profesor escritura
apuntadores

labrado de piedra
arquitecto del templo
Jorge de la Cruz Mitima horneado de ladrillo
profesor
construcción general

Francisco Morocho arquitecto del templo labrado de piedra


profesor horneado de ladrillo
construcción general

gramática
Fraile Francisco Morillo profesor lectura
escritura

gramática
Fraile José de Villalobos profesor lectura
escritura

Arquitectura

Posterior a la conquista se inicia el levantamiento de las ciudades coloniales, las


primeras en aparecer se ubicaron en Centroamérica; entre las más importantes fue la
de México; ciudad cuyas edificaciones eran básicamente grandes Palacios como por
ejemplo el de Chapultepec que fue uno de los más importantes.

En Sudamérica también continua el boato en las edificaciones pero en sectores


determinados como Lima centro político administrativo del Virreinato de Lima que
contaba con palacios y grandes construcciones de tipo andaluz destinadas a la
vivienda.

Hay que tomar en cuenta que las ciudades citadas durante la época colonial se
convirtieron en centros políticos y administrativos; México fue en su momento un
centro de avanzada continental para la conquista de estas tierras hacia el sur además
de haber sido establecido como el primer Virreinato continental también conocido
como de Nueva España.

La intensa actividad de los sectores mencionados provoco que las construcciones


respondan a una vida agitada, mientras tanto en las ciudades al interior de los
diversos sectores del continente la vida apacible y sin mayor complicación marcaron
la tendencia de las construcciones familiares en especial, las construcciones que las
religiosas se mantenían.

La ciudad de Quito enmarcada en un declive de los Andes se caracterizó por la


tranquilidad que marcó su vida, de igual manera las construcciones civiles se
caracterizaron por la sencillez en los espacios y toda su distribución; las viviendas de
la ciudad tenían un patio central, a un costado se encontraban los cuartos destinados
para habitaciones y cocina mientras que al otro costado se hallaba una edificación
destinada al establo.

La distribución de algunas casas de hacienda en cambio se diferenciaba por tener un


amplio patio central a cuyo alrededor se distribuían las habitaciones destinadas para
las diferentes actividades.

Las construcciones religiosas que se van levantando tanto en el resto del continente
como en la ciudad de Quito marcan su diferencia de las civiles por cuanto siguen en
muchos casos los mismos diseños de varias iglesias y conventos europeos
convirtiéndose en auténticas replicas así por ejemplo tenemos el Convento de San
Francisco en Quito que es una réplica pequeña del Escorial.

CONSTRUCCIÓN DE LA IGLESIA Y CONVENTO DE SAN FRANCISCO.

En enero de 1535 Fray Marcos de Niza y Francisco de la Cruz, que habían venido con
la expedición de Pedro de Alvarado fundan en nuestra ciudad la orden religiosa de los
franciscanos.

Como homenaje al santo patrono de la ciudad el cabildo asigna para la iglesia y


convento de San Francisco el sitio denominado Palacio de Huayna Cápac (esta
afirmación no se a podido comprobar ya que las excavaciones arqueológicas no dan
indicios de este) con un área de 30.000 metros cuadrados.

En representación de la Comunidad asistió al reparto Fray Jodoco Ricke el cual inicia


la construcción del Templo de acuerdo a los planos de la ciudad frente a la plaza
central con dirección al Pichincha. Este fraile supera la caída y el desnivel provocado
por la quebrada del Tejar que separaba San Francisco y la Merced por medio de una
gradería circular distribuida en forma de abanico.
La Iglesia tiene la estructura de una basílica tradicional compuesta de tres naves
compuestas de pilastras de piedra y levantada sobre arcos de medio punto coronado
la parte central por una cúpula ovoidal.

El convento esta integrado por cuatro partes o claustros distribuidos en 8 cuadras la


primera que corresponde a la entrada principal en su interior se halla un jardín con
una pila central, en los costados se compone de columnas dóricas y arcos de medio
punto, todo este conjunto esta integrado por lo que se como arte mudéjar.
San Francisco también se conoce como perteneciente al estilo manierista y como
Herreriano pues es una réplica en pequeño del Escorial construido por Luis de
Herrera en España.

Entre los más destacados trabajadores que ayudan a levantar este Convento se
encuentran los maestros mestizos Jorge de la Cruz Mitima y Francisco Morocho,
mismos que actuaron como profesores de los centros educativos quiteños.

Pintura

La pintura Quiteña se caracterizó por el uso de una paleta de colores ocres y colores
fríos más cercana a la europea, utiliza grandes espacios abiertos y trabaja la figura
humana en perspectiva lineal.

La pintura de este siglo y del posterior se sumó al gran conjunto pintura, escultura y
arquitectura como un medio de evangelización impositiva por parte del clero a los
grupos nativos de estas tierras; esta era su misión por tal motivo en toda empresa de
conquista siempre acompañaban sacerdotes que serían los evangelizadores y la vez
también los que legalicen la conquista que se la llevó a ejecutar al amparo de la cruz.

La temática en esta época es religiosa basada en grabados procedentes de Europa que


encargados por Roma fueron distribuidos por España en todas sus colonias de norte a
sur.

A todos los artistas se les entrego estos bosquejos para que se encarguen de
reproducirlos sin embargo en la Audiencia de Quito sus pintores a más de hacerlo
plasmaron en sus obras parte de su imaginación, herencia de tradiciones, de mitos etc.
haciéndoles obras únicas en representación.

Escultura

La escultura por su parte adquirió un desarrollo bastante avanzado y reconocido,


figuras con expresión casi perfectas cuyos movimientos en las formas contrastan
"exquisitamente" con las técnicas del encarnado, estofado, esgrafiado. Policromías
muy bien logradas y terminadas de muy alta calidad permitieron que la producción
artística colonial de Quito, conocida como "La Escuela Quiteña", sean valoradas a nivel
mundial obteniendo hasta la actualidad el reconocimiento universal.

La Colonia
La obra colonial quiteña encierra la idiosincrasia propia de la época así como el gran
amor y devoción a la Madre de Dios, al Cristo y otros santos. Inserta además otros
elementos que demuestran la originalidad de los artistas de la “Escuela Quiteña”, tales
como: “potencias” en Cristo, “aureolas” en vírgenes y santos.
Para la conquista espiritual de América, se sirvió España como método eficaz, del
establecimiento de la Iglesia visible o sea con todos los elementos que facilitaran la
evangelización progresiva de los nuevos pueblos. Este sistema implicaba la
construcción de templos, con altar de sacrificio, cátedra de predicación y tribunal de
penitencia. Desde el principio organizó la Corona el régimen episcopal, a cuyo cargo
estaba la tensión de catedrales y promovió la acción de las comunidades religiosas,
que se estimularían en la construcción de sus respectivos templos y conventos. Se
explica, de este modo, el esfuerzo creador de los obispos y las órdenes monásticas en
plasmar su espíritu de iniciativa en obras, que fuesen, a la vez, el monumento externo
de su poder espiritual y el centro de irradacion de su apostolado benéfico. Cada
templo asumió el nombre del fundador de una orden religiosa y determino el carácter
de los “barrios”

Se ha estudiado profundamente sobre el contenido de una arquitectura colonial. No es


la soledad de un edificio. Es el conjunto característico de un sector o barrio urbano,
que consta del templo y emplazamiento conventual en cuyo contorno se apretujan
casas desiguales, alineadas en calles estrechas, con visión panorámica de los montes y
colinas que rodean la ciudad. Sobre esos barrios se han volcado los siglos para dar
pátina de antigüedad a cada uno de ellos e informar a todos juntos de un aire de
evocación histórica y de serena monumentalidad. En este aspecto, ninguna ciudad
discute a Quito la preeminencia que le ofrecen de consumo la naturaleza y el arte.

La antigua Real Audiencia de Quito fue la capital de administración política y religiosa,


por lo tanto se convirtió en la cuidad donde convergían el dinero de los encomenderos
y los ricos, y donde realizaban las actividades de los superiores religiosos.

La pintura Quiteña se caracterizó por el uso de una paleta de colores de ocre y colores
fríos más cercana a la europea, utiliza grandes espacios abiertos y trabaja la figura
humana en perspectiva lineal. La escultura por su parte adquirió un desarrollo
bastante avanzado y reconocido, figuras con expresión casi perfectas cuyos
movimientos en las formas contrastan “delicadamente” con las técnicas del
encarnado, estofado, esgrafiado. Policromías muy apropiadas logradas y terminadas
de muy alta calidad permitieron que la producción artística colonial de Quito,
conocida como “La Escuela Quiteña”, sean valoradas a nivel mundial obteniendo hasta
la actualidad el reconocimiento universal.
Características de la Escuela Quiteña

Las obras de la Escuela Quiteña se caracterizan por la combinación y adaptación de


rasgos europeos e indigenistas y en sus etapas refleja todos los estilos imperantes en
cada época en España y así tiene elementos renacentistas y manieristas; durante su
apogeo es eminentemente barroca concluyendo con una corta etapa rococó que
desemboca en un incipiente neoclasicismo hacia la fase de transición a la etapa
republicana.

Una de sus características comunes de la Escuela es su «técnica de encarnado» (como


se llama en pintura y escultura a la simulación del color de la carne del cuerpo
humano) que da una apariencia más natural a la piel del rostro de las esculturas

Las características que denotan su raigambre indígena son:

 Se da una “quiteñización” de los personajes, muchos tienen rasgos mestizos y


atuendos locales;
 Aparecen con frecuencia costumbres ancestrales aborígenes;
 Las escenas se ubican en un ambiente propio del paisaje andino, de sus ciudades, de
su arquitectura;
 Existe la presencia de fauna local (llamasen lugar de camellos y caballos; cuy en
sustitución del Cordero Pascual; monos, zarigüeyas, tapires, felinos, junto con los
clásicos borregos de los pastores, etc.), y la flora nativa se descubre en guirnaldas,
bordados, incrustaciones, platería, tallas, etc.) al igual que la adopción de plantas
vernáculas sustituyendo las de la iconografía tradicional europea; · en escultura y
pintura hay presencia de personajes y costumbres propios del medio; · el ejecutor de
la obra de arte es el artesano local, de milenaria tradición artística propia; se da una
adopción por “naturalización” de los santos europeos, por ejemplo, San Jacinto de
Polonia se conoce como San Jacinto de Yaguachi.

Influencia española y Flamenca

Durante la segunda mitad del siglo XVI, luego de la llegada de los franciscanos a tierras
quiteñas y una vez instaurada la primera escuela de artes en Quito, se difundió la
enseñanza artística bajo la influencia renacentista del "humanismo" que surgió con
mucha fuerza en la Europa Occidental. Fue el influjo flamenco e italiano en particular
el que impuso las primeras bases del conocimiento de las artes y en el que se
desenvolvió el origen de las primeras expresiones del sincretismo artístico en la
ciudad de Quito.
Rasgos de combinación y adaptación

La adaptación a los rasgos culturales propios de los autores se fueron arraigando


cada vez más y se combinó lo Europeo y lo nativo el desarrollo artístico cultural de
Quito fue de la mano con el decaimiento de la tendencia del "manierismo", resaltando
formas "originales" como resultado del sincretismo europeo - indígena. Así se puede
destacar como por ejemplo personajes de "raza latina o indígena" en ciertos cuadros;
ángeles o querubines de "raza africana" en otros; implantación de conceptos
politeístas ancestrales en la expresión artística como soles, culebras, animales; así
como el aparecimiento de elementos cotidianos en la cultura local como frutos,
vegetales, flora y ciertos animales propios de la región, tales como el maíz, o el cuy.

Influencia Italiana y Morisca

Está presente en varias iglesias, pinturas e imágenes de la ciudad de Quito, como estilo
artístico, “inicia en Italia en el siglo XVI y perdura hasta el XVIII; se difundió por toda
Europa. Varios autores coinciden en decir que fue el arte de la Contrarreforma porque
reaccionó contra la severidad del Protestantismo. La Iglesia Católica alentó, por ello, la
edificación de exuberantes templos adornados con gran profusión de esculturas y
pinturas y los artistas fueron persuadidos a alejarse de los temas paganos, de los
desnudos y las escenas escandalosas”, se menciona en el Análisis Comparativo entre
las escuelas de arte colonial de Quito, Lima y Cuzco, de Rex Sosa.

La irrupción en Quito se dio gracias a la fuerte influencia europea de la Conquista: “en


Roma se inició un período de construcción de fastuosas iglesias y capillas
monumentales. El objetivo era expandir la fe, atraer e impresionar a los creyentes,
emocionar y conmover, todo ello en un marco de lujo y teatralidad”, dice el análisis de
Sosa.

En cuanto a la escultura, muchas obras están destinadas a decorar y complementar el


conjunto arquitectónico. “El virtuosismo del movimiento, generalmente en espiral, es
típico de estas obras que se vuelven más urbanas pues aparecen en calles, plazas y
fuentes. En este sentido, es un arte eminentemente urbano, se indica en el análisis.

Mientras se recorre el centro histórico de Quito es posible observar la majestuosidad y


belleza de las fachadas de museos, iglesias y conventos, se caracterizó por su fuerza y
monumentalidad, su movimiento compositivo, su dinamismo, su expresividad y el
tratamiento de la ropa en las esculturas que participan también de esta agitación y se
arrugan en pliegues que revolotean como sacudidos por el viento. Las figuras se
muestran en acciones violentas y en actitudes de esfuerzo y tensión. Gusta de la
expresión de estados de ánimo emotivos: éxtasis, miedo, ansiedad, etc., que se
traducen en los rostros de los personajes”, menciona el análisis.

Principales Exponentes

En el Convento Franciscano de Quito se inició la enseñanza de las bellas artes que más
tarde daría el fruto de la formación de algunos artistas quiteños con notable talento
como:

Pintura
En la pintura Quiteña: Miguel de Santiago, Nicolás Javier de Goribar en el siglo XVII y
Bernardo Rodríguez con Manuel Samaniego en el siglo XVIII y Fray Pedro Bedon.

Miguel de Santiago

Notable pintor quiteño nacido en el año 1630, hijo del modesto hogar formado
por el Sr. Lucas Vizuete y la Sra. Juana Ruiz, quienes lo bautizaron con el nombre
de Miguel Vizuete.

Tomó el nombre de Miguel de Santiago al ser adoptado en el año 1633 por don
Hernando Santiago, Regidor de Riobamba, quien cumplió de esta manera con la
última voluntad de su padre.
Fue alumno de Hernando de la Cruz y de uno de sus discípulos, un indio
franciscano de nombre Domingo, y trabajó también con Sánchez Galique, el autor
del cuadro de los “Negros de Esmeraldas”.

Fray Pedro Bedon

Este sacerdote dominico es considerado como el pionero y máximo representante


de la pintura se preocupó de enseñar a los indígenas el arte pintar. Se le conoció
como Fray Pedro pintor, preparó a muchos alumnos suyos que han sido
considerados los más grandes miñaturistas de libros corales elaborados en papel
y pergamino. Fray Pedro Bedón fue un consagrado amante del estudio sin
embargo se dio tiempo para dedicarse a la pintura aprovechando la presencia en
Lima del Hno. Jesuita Bernardo Bitti pintor y discípulo de Leonardo da Vinci y
Miguel Ángel.
Escultura
En la escultura, destacan notablemente Bernardo de Legarda y Manuel Chili, llamado
"Caspicara", en el siglo XVIII.

Bernardo de Legarda

Escultor, imaginero, pintor, dorador, platero y espejero quiteño nacido a finales del
siglo XVII, hijo del Sr. Lucas de Legarda y de la Sra. María del Arco.

A pesar de haber pertenecido a una familia de escasas posibilidades económicas, pudo


ingresar, gracias a los esfuerzos de su padre, en algunas de las escuelas de arte que
afloraron en el Quito Colonial entre los siglos XVII y XVIII, donde aprendió de sus
maestros todos los secretos del arte de la época.

Su invalorable obra artística alcanzó su mayor esplendor entre 1730 y 1773, y se


caracterizó por los temas religiosos, retablos y calvarios que aún adornan, en calidad
de reliquias, algunos de los más antiguos templos quiteños

Manuel Chili

Conocido como Caspicara fue un notable escultor quiteño nacido entre 1720 y 1725.
Caspicara se compone de 2 palabras quichua Caspi (madera) y Cara (corteza), debido
a que era un indígena no se le permitía registrar ni titular sus obras ya que en esa
época no era considerado un artista por el hecho de ser de descendencia indígena.

Arquitectura

Jorge de la Cruz Mitima

Constructor quiteño de ascendencia indígena, y padre de otro renombrado


constructor, Francisco Morocho, su obra más destacada fue el claustro principal del
Convento de San Francisco, en cuya edificación también participó su hijo. Como otros
constructores del mismo periodo, Jorge de la Cruz Mitima adquirió durante su
adiestramiento profesional las técnicas europeas, pero supo conservar métodos de
edificación propios del legado indígena.

Francisco Morocho

FRANCISCO MOROCHO, tallador del siglo XVII nacido en Quito, vive en el barrio de San
Roque junto a su padre Juan de la Cruz, tiene un taller en la Plaza Mayor, su principal
cliente es la iglesia. Entre sus obras estan el artesonado de el Convento de San Agustin,
el antiguo artesonado de la Iglesia de la Catedral. Sus obras las dedica a Dios. Es el
mejor tallador de la ciudad, aunque no es muy buen escultor, pero no se cansa de
practicar hasta poder conseguirlo.

Obras

Pintura

Bernardo de Legarda

Su obra más conocida es “La Inmaculada”,


llamada también “La Virgen de Quito”, que en la
actualidad es venerada en la iglesia de San
Francisco. Esta fue tallada en 1734 y con ella el
maestro logró la sublimidad. En la cima del
Panecillo, en Quito, una gigantesca “Inmaculada”,
réplica monumental de la original, deja caer sus
bendiciones sobre la ciudad.

Miguel de Santiago
La mayoría de sus obras son de carácter religioso, y
entre ellas se destacan la serie dedicada a “La Vida
de San Agustín”, que se guarda en el convento del
mismo nombre; la serie que representa “Los
Milagros de Nuestra Señora de Guápulo”, formada
por doce lienzos que se conservan en Guápulo; los
capítulos de “La Doctrina Cristiana”, del museo de
San Francisco; “La Inmaculada”, pintada en 1645 y
que está considerada como su obra más antigua; “La
Flagelación del Señor”; “La Muerte de San Agustín”;
“Las Sillas”; “La Muerte de San Nicolás”; etc. Pintó
además varias “Inmaculadas”, “El Nacimiento de la Virgen”, y “El Invierno” de la serie
“Las Estaciones”.
Escultura

Manuel Chili

«Las Virtudes Teologales», en el coro de


la catedral de Quito; el «San José», de la
iglesia de San Agustín de Latacunga; la
«Sábana Santa», de la Catedral de Quito

Se asegura que en la ciudad de Popayán,


que perteneció a la antigua Audiencia de
Quito y que hoy forma parte de Colombia,
existen varios trabajos notables creados
por su maravilloso talento.

Arquitectura:

Jorge de la Cruz Mitima

En las cuatro esquinas del primer piso del claustro de San Francisco hay igual número
de altares dorados. Este corresponde a Santa Margarita, al que acompaña un bello
artesonado.
Las iglesias más importantes de Quito en la arquitectura son: San Francisco, Catedral
Metropolitana, Santo Domingo, San Agustín, La Compañía de Jesús, Guápulo, El
Sagrario, Carmen Antiguo, Carmen Moderno, La Merced, y Santa Clara.

ACTIVIDAD: Visita a uno de los museos de la ciudad de Riobamba, informe de las


diferentes pinturas, y esculturas reflejando las diferentes influencias.

MUSEO DE ARTE RELIGIOSO “LA CONCEPCIÓN”

El museo abre sus puertas en el año de 1980 cuanta con la colección permanente de
más de 200 piezas de pinturas, esculturas, orfebrerías, que datan de la época solonial
y republicana las mismas están divididas en 14 salas y separadas por dos jardines ,
las salas están resguardadas.

Piezas más relevantes:

Arcángel San Gabriel y San Rafael: (sala uno)

Simbolizan la vida y la esperanza sus caras están hechas en serio con plomo, su
cuerpo es de madera, están hechas en alto relieve las piedras talladas, sus ojos datan
del siglo XVI si son pintados y del siglo XVIII y XIX si son de vidrio, además estas
esculturas tiene la técnica del encarnado que consistía poner yeso sobre la madera se
secaba y pintaban luego lo frotaban con la vejiga de un cordero para darle brillo.

Nacimiento del Niño Jesús: (sala 2)

En estas figuras se pueden apreciar la técnica del encarnado pero también la técnica
del estofado en las ropas de San José y María que consistía en colocar raspado de la
de oro o plata sobre la pintura y se lo daba forma con una punta fina de metal.

Pedro: (sala 3)

La técnica utilizada en esta escultura es el encarnado en la piel que data al siglo XVII,
en su ropa esta la técnica del engomado que consistía pegar la tela sobre la madera, al
secar se pintaba de un solo color y se repetía las veces necesarias, en la última capa se
aplicaba el policromado que era pintar la tela de varios colores y se daba un realismo.

En las pinturas se puede observar al Señor de la Justicia y el Señor de la columna la


técnica que se utiliza es la del claro oscuro se le atribuye al pintor Miguel de Santiago,
el Señor de la justicia tiene la técnica de la mirada fija que da una ilusión del
seguimiento con la mirada.
El Nazareno: (sala 4)

Es una escultura hecha para vestir es una pieza movible, sus ojos son pintados y es
por eso que pertenece al siglo XVI, su cabello es natural, se aplica la tcenica del
encarnado en su cara.

El cristo crucificado: (sala 6)

En esta sala existen varias figuras de cristos en la crucifixión la autoría de las figuras
son de Bernado de Legarda, Caspicara y Pampitese que aplican las técnicas del
encarnado, Pampite se caracteriza por dar un realismo a las heridas con más
profundidad y llagas exageradas y Caspicara por dar un realismo en las expresiones
faciales de los cristos que esculpió.

Santísima Trinidad: (Sala 7)

Dios Padre Dios hijo y el Espíritu Santo, en estas figuras se utilizó la perspectiva que
consistía en elaborarlas con el torso más grande o alargadas para que se de una
visión uniforme de las figuras ya que se colocaban en la parte más alta del altar
mayor.

Virgen María: (sala 9)

En la pintura de la coronación de la virgen María se observa en los borden del mato o


la tela el pan de oro.

En la virgen del Transito se puede apreciar la técnica del encarnado, su cuerpo esta
tallado en madera cruda.

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