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Índice

1.- FUNDAMENTOS DE LA PROPULSIÓN EN ELAGUA .......... 2


2.- TÉCNICA DE CROL ............................................................... 2
2.1.- Posición del cuerpo ........................................................... 3
2.2.- Accion de las piernas ........................................................ 4
2.3.- Acción de los brazos ......................................................... 5
2.4.- Respiración ..................................................................... 12
2.5.- Coordinación ................................................................... 13
3.- NATACIÓN Y TRIATLÓN ..................................................... 18
3.1.- Aguas abiertas y orientación ........................................... 18
3.2.- Aguas abiertas y natación en grupo ................................ 20
3.3.- Aguas abiertas y material ................................................ 20
4.- BIBLIOGRAFÍA..................................................................... 22

Curso de Entrenador Nivel I: Natación 1


1.- FUNDAMENTOS DE LA PROPULSIÓN EN ELAGUA
Existen diferentes aproximaciones (teoremas) al origen de la propulsión
del nadador:
• El teorema de Bernoulli explica la propulsión en fluidos mediante la
diferencia de presiones que se genera a partir de diferentes
velocidades de tránsito en las partículas del fluido que rodea a un
cuerpo, en nuestro caso entra la palma
de la mano y la parte opuesta o entre la + vel - pres
planta del pie y la zona superior. Esta
situación puede darse en diferentes
momentos de la ejecución de los - vel + pres
movimientos pero parece poco probable fuerza
que las dimensiones de las fuerzas
generadas sean las responsables del rendimiento en cuanto al
desplazamiento en el medio acuático se refiere.
• El principio de acción-reacción o 3ª ley de Newton se basa en la
idea de que “Por cada fuerza que actúa sobre
Reacción un cuerpo, éste realiza una fuerza igual pero
de sentido opuesto sobre el cuerpo que la
produjo”. De este modo al aplicar una
Acción fuerza sobre una masa de agua esta
devuelve otra de sentido opuesto. Son
posibles por tanto fuerzas en todo tipo de
direcciones: horizontales, verticales y oblicuas. Reacción
La dirección de la fuerza de reacción
dependerá por tanto de la de la fuerza de
acción. Acción
Seguramente ambas aproximaciones contribuyen de
alguna manera a originar la propulsión necesaria para el movimiento. Sin
embargo parece más razonable que sea la segunda (principio de acción-
reacción) la más interesante a la hora de tener en cuenta por quienes
pretenden instruir de la mejor forma posible a los deportistas.

2.- TÉCNICA DE CROL


A continuación se exponen diferentes apartados relacionados con la
ejecución de la técnica de crol, el estilo más rápido y por tanto el utilizado para
desplazarse en el segmento de natación durante un triatlón. Se ha de tener en
cuenta que toda esta información se refiere a una técnica de nado que, en
principio, no se diferencia en nada con la de un nadador de piscina. Por
supuesto que existen matices propios de la natación en aguas abiertas y
particularmente necesarios para la práctica del triatlón. Estos se mencionan
explícitamente durante este punto y se abordan con especial atención en el
último punto de este texto.

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2.1.- Posición del cuerpo
Suponiendo que ya está claro donde reside la clave para poder propulsarse
de la mejor forma posible parece que deberíamos preocuparnos de generar la
mayor propulsión posible. Sin embargo existe un factor limitante para que esto
suceda y no es otro que la posición de nuestro cuerpo.
Y esto es así por dos razones: una porque una correcta
posición nos asegura poder
realizar los movimientos
idóneos para propulsarnos de
forma adecuada y otra porque
nos ayuda a disminuir los inconvenientes de
desplazarnos en el medio acuático en lo referente a
minimizar las fuerzas de rozamiento (fundamentalmente el debido a la
oposición que la masa de agua ejerce contra nuestro cuerpo al avanzar, esto
es, rozamiento frontal).
Lo primero que hay que decir en cuanto a la posición del cuerpo tiene que
ver con la alineación. Es extremadamente importante que el cuerpo se
encuentre lo más
alineado posible. Y esto
no se refiere únicamente
a las partes subacuáticas
que suceden a la realización de los virajes en la piscina sino también a todas
las fases del nado en las cuales el mantenimiento de esta posición
hidrodinámica será más complicado debido a los diferentes movimientos
propulsores que dificultan el control postural.
Debemos distinguir dos tipos de alineación: La correspondiente al plano
vertical y al horizontal.
o Plano vertical: Se recomienda que el tronco y la cabeza se
encuentren ligeramente más elevados que las
piernas (véase la primera figura de esta página). De
esta manera se facilita el batido eficaz y disminuimos
la resistencia frontal al avance. Además la realización
de los movimientos de giro de la cabeza para respirar
se ven favorecidos. En cuanto a las
recomendaciones para conseguir esta posición
están:
→ Mirada a 45 grados (al frente por debajo
del agua). La superficie a la altura de la frente.

→ Batido correcto y eficaz de las piernas.


→ C
o
ntrol de la zona
abdominal para
evitar posiciones
de la cadera
demasiado bajas.

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o Plano horizontal: Se busca optimizar las fuerzas propulsoras en la
dirección de avance evitando desplazamientos desplazados de esta
dirección. Para mantener una posición completamente alineada en el
plano horizontal es importante prestar atención a:
→ El control de la zona abdominal para
conseguir que la cadera permanezca en la
posición lo más horizontal posible.
→ Batido correcto y eficaz de las piernas que
asegure la posición de la cadera mediante
una acción sustentadora y equilibradora.
→ Las trayectorias de los brazos en las fases
aérea y subacuática (se expondrá en un
apartado posterior)

→ Una correcta coordinación piernas-


brazos y brazos respiración para
evitar la realización de una
respiración adelantada y/o
trayectorias demasiado abiertas o
cerradas de los brazos

2.2.- Acción de las piernas


Las piernas trabajan de forma alternativa con una secuencia de
movimientos ascendentes y descendentes que permiten un mantenimiento de
la posición así como cierta contribución a la propulsión en la dirección de
avance.
o Fase descendente: El movimiento descendente de las piernas
comienza desde la cadera, implica una “ligera” flexión de rodilla y el
tobillo debe permanecer relajado en extensión al encontrar el
empeine un apoyo contra la masa de agua:

1 2 3 4 5 6

Este movimiento descendente se realiza en forma


de látigo y es importante tanto iniciarlo con potencia
elevada como alcanzar la máxima amplitud al final del
mismo mediante una extensión
completa de la rodilla.
Como puede observarse son
factores importantes para
asegurar una acción correcta y eficaz la fuerza de
la musculatura anterior del muslo (cuádriceps) así
como la flexibilidad de la articulación del tobillo.

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o Fase ascendente: Mientras la fase anterior tiene componentes
propulsivos y equilibradores, el movimiento ascendente de las
piernas únicamente tiene un efecto equilibrador y se realiza con el
tobillo relajado y en ligera flexión.

1 2 3 4 5
Ambos movimientos, ascendente y descendente, se suceden de forma
ininterrumpida durante toda la acción de nado y contribuyen a la propulsión en
la medida de que sean ejecutados a mayor o menor velocidad y con mayor o
menor amplitud.
El movimiento de las piernas es el que genera diferentes ritmos en la
velocidad de nado, adaptándose la acción de los brazos a la frecuencia de
batido. Es necesario por tanto un batido potente y eficaz para las velocidades
altas de nado (acción propulsora y equilibradora) y un batido eficaz para las
velocidades bajas (acción equilibradora).
Como se ha comentado anteriormente la acción de las piernas representa
además un aspecto muy importante para asegurar una correcta posición del
cuerpo en lo que respecta a su alineación. Es, por tanto, una habilidad
fundamental para el futuro rendimiento del deportista y debe ser tratada con
especial prioridad en las primeras etapas del aprendizaje.

2.3.- Acción de los brazos


La acción de los brazos se desenvuelve en dos fases bien diferenciadas: la
aérea y la subacuática. Ambos brazos siguen trayectorias idénticas pero
ejecutadas a la derecha y a la izquierda del eje longitudinal del cuerpo. La
utilización de una trayectoria correcta es muy importante para asegurar la
localización de masas de agua que sirvan de apoyo sobre las que se ejercerá
una fuerza obteniendo la correspondiente en
sentido contrario (Acción-Reacción) y así originar la
propulsión necesaria en la dirección adecuada.
Es evidente que la dirección de la fuerza de
reacción más interesante es la del sentido de
avance pero no debemos olvidar que la existencia
de fuerzas de sustentación que mantengan el
cuerpo del nadador lo más elevado posible facilitan
la reducción del rozamiento frontal.
En este sentido es conveniente aclarar que
trayectorias incorrectas pueden ser motivadas por
deficiencias en el batido de piernas o en la posición
del cuerpo o en la falta del control postural
adecuado o en varias de estas razones, lo que nos
obliga a pensar nuevamente en la importancia de estos factores. Asimismo
trayectorias incorrectas pueden originar errores en la posición del cuerpo o falta
de eficacia en el batido de piernas. Debemos ser pues muy observadores para

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asegurar buenos fundamentos en el aprendizaje y/o localizar cual es la fuente
de un error.
A continuación se analizan diferentes momentos del ciclo de una brazada
describiendo aspectos relacionados con la trayectoria y la posición del brazo en
cada instante.
ENTRADA (1): Comenzando por la fase subacuática hay que decir que la
mano realiza la entrada en el agua en una posición intermedia entre el hombro
y la cabeza. La palma se sitúa hacia abajo sin flexión ni extensión de la
muñeca. Existe una relativa relajación.

1 1 1

AGARRE (2): Este momento es de especial importancia pues es ahora


donde se han de buscar los mejores apoyos sobre la masa de agua por
primera vez. Se ha de tener en cuenta que este es el instante en donde resulta
más sencillo encontrarlos y que de no hacerlo perderemos mucha capacidad
de generar fuerzas de reacción no solo en el sentido de avance sino sobre todo
de sustentación Estos apoyos deberán mantenerse a lo largo de la fase
subacuática.

2.a 2.a

2.b 2.b
Después de realizar la entrada en el agua la mano se dirige hacia delante
hasta completar la extensión completa del codo. A partir de aquí la palma de la

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mano se orienta hacia abajo y hacia adentro. Al mismo tiempo el codo se
flexiona ligeramente con lo que se mantiene en una posición adelantada.
Estas acciones preparan el brazo para conseguir originar la mayor
propulsión posible en el sentido del avance pero también generan fuerzas de
sustentación que mantienen al nadador en una posición elevada sobre la
superficie del agua.

2.c 2.c
El agarre se debe entender como un punto crucial en el que se persigue
alcanzar una situación que permita realizar el resto del gesto técnico de la
mejor manera posible.
EL objetivo que se persigue es que el conjunto mano-brazo-antebrazo haya
encontrado un apoyo estable a lo largo de su extensión. En caso de que el
codo no haya logrado su “posición adelantada” habremos perdido una
oportunidad de oro para generar fuerzas de reacción útiles puesto que va a ser
muy difícil o imposible conseguir recuperar esa posición a lo largo de la
brazada.

TIRÓN (3): Es en este momento donde se genera mayor propulsión


(fuerzas de reacción) tanto en sentido de avance como en sentido vertical
(sustentación). El conjunto mano-antebrazo-brazo se encuentra bien situado y
realiza una trayectoria descendente al tiempo que se dirige hacia adentro. La
posición del codo adelantado se mantiene y finalmente se alcanza el punto de
máxima profundidad con una ligera flexión del codo.

3.a 3.a
El grado de flexión del codo y por tanto el nivel de profundidad que se
alcance dependen de la capacidad de ejercer fuerza e incluso de la fuerza que
se desea aplicar (mayor o menor velocidad). A mayor profundidad mayor
necesidad de fuerza y también mayor fuerza de reacción (propulsora). De todas
formas siempre mantendremos cierta flexión del codo que puede rondar los

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100º-110º. Según la ley de la palanca conseguimos aplicar más fuerza con el
codo ligeramente flexionado que completamente extendido.

3.b 3.b

Como se puede observar la trayectoria de la mano en la vista frontal


describe una línea ligeramente curva desde la posición inicial entre la cabeza y
el hombro y se sitúa debajo del eje longitudinal del cuerpo

3.c 3.c

3.d 3.d

EMPUJE (4): Comienza desde la posición de máxima profundidad. El


conjunto mano-antebrazo-brazo se desplaza ahora hacia atrás y hacia fuera
intentando mantener en la medida de lo posible la posición de “codo
adelantado”. Asimismo se produce una ligera flexión del codo que facilita la
realización de la trayectoria.
El nivel de fuerza que se aplica (acción) en este momento es inferior. Hasta
ahora pectoral y fundamentalmente dorsal eran los músculos más solicitados
para aplicar las fuerzas de acción. En el empuje, sobre todo al final, la
musculatura del triceps juega un papel importante.

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La dirección de la trayectoria de la mano es cada vez más hacia fuera y
atrás finalizando con la completa extensión del codo.
Como se puede apreciar, desde el inicio de la fase subacuática la
trayectoria de la mano sigue un curso variable con contínuos cambios de
dirección.

4.a 4.a

4.b 4.b

4.c 4.c

Existen dos razones fundamentales para esto:


La primera tiene que ver con la característica especial del medio sobre el
que se intenta aplicar la fuerza. A diferencia de otros deportes, el agua no
ofrece una superficie fija y estable sino que al tiempo que los brazos y las
piernas se “apoyan” en la masa de agua esta se desplaza como consecuencia
de la fuerza ejercida. Esto disminuye la capacidad de aplicar fuerza. Por lo
tanto es interesante buscar masas de agua “muertas” en todo momento. Los
cambios de dirección en la trayectoria permiten encontrar situaciones propicias
para la aplicación de las fuerzas.

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La segunda esta relacionada con un efector equilibrador. No debemos
olvidar que en todo momento nuestra fuente de sustentación la constituye la
acción de un brazo y la de las piernas. Trayectorias demasiado alejadas del eje
longitudinal del cuerpo provocarían una falta de alineamiento en el plano
horizontal perjudicial para mantener la dirección de avance.

4.d 4.d

4.e 4.e

RECOBRO (5): La acción de los brazos durante


la fase aérea persigue el objetivo de situar estos de
nuevo en la posición de entrada para así completar
lo que se denomina “ciclo de brazada”. A pesar de
no realizarse movimientos propulsivos no debemos
dejar de prestar atención a su ejecución puesto que 5.a
de no realizarse correctamente se verán afectadas
las primeras acciones de la fase subacuática al
influir decisivamente en el inicio de la trayectoria y
en la búsqueda de apoyos.
Las consignas más importantes durante la
realización del recobro son alineación y, sobre todo,
relajación. La alineación es un factor importante 5.b
puesto que si los brazos se mueven alejados del eje
longitudinal del cuerpo se producirá una falta de
alineación en el plano horizantal y probablemente la
entrada de la mano no se realice entre el hombro y
la cabeza con lo que aparecerán problemas para
ejecutar correctamente la primera e importantísima
parte de la brazada.
En cuanto a la relajación hay que decir que es
5.c

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este un aspecto que si bien puede no afectar
directamente a la ejecución del ejercicio si plantea
serios problemas a la hora de repetir la acción
durante un periodo de tiempo prolongado. El
deportista debe aprender a concentrar la tensión
muscular en las zonas y losmomentos adecuados,
manteniendo otras partes de su cuerpo en estado 5.d
relativamente relajado. Son muchos los
especialistas que dan enorme importancia a la
correcta realización de las fases contracción-
relajación durante el nado al estilo crol. La eficiencia
a largo plazo depende, en gran medida, de ello.
Para realizar la acción de recobro en codo debe
salir del agua en primer lugar. Después y de una 5.e
forma relajada lo harán el antebrazo y la mano. El
codo se mantiene alto en todo momento con el
antebrazo y la mano lo más cerca posible del cuerpo
(esto dependerá del grado de flexibilidad en el
hombro). Mano y antebrazo se adelantarán al codo
al llegar a la altura del hombro. A continuación el
brazo se lleva hacia delante con el codo alto y
5.f
finalmente la mano, que sigue relajada, se
introducirá en el agua un poco antes de haber
extendido el codo por completo.
Si establecmmos el codo como eje de giro el
movimiento del antebrazo durante el recobro es de
tipo pendular.
5.g

5.h
ROLIDO: Como consecuencia de la acción de
los brazos y para permitir que esta y la respiración
se realicen con la máxima eficacia, durante el ciclo
de brazada el tronco experimenta un movimiento de
rotación sobre su eje longitudinal que se denomina
“rolido”. 5.i
Este movimiento permite
→ Conseguir una aplicación de la fuerza
más profunda y larga
→ Que los principales músculos propulsores de
los brazos actúen de forma más eficaz
→ Facilita la acción de recobro
→ Reduce la resistencia del tronco (frontal)
→ Ayuda a realizar con potencia la parte final de la brazada (empuje)

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Con respecto a esta rotación es necesario advertir que:

→ Un rolido correcto implica un


ángulo de rotación próximo a
los 45º. Rolidos muy
exagerados no son más
beneficiosos sino todo lo
contrario pues modificaría las
trayectorias de las manos y
perjudicaría la coordinación
con las piernas y la
respiración.
→ Tal y como se ha definido
anteriormente el rolido es un
movimiento de rotación que
45º
únicamente debería afectar al
tronco y no a la cadera. Esto
es los hombros rotan
mientras que la cadera
permanece estable. Esto se
consigue mediante la
realización de un batido de
piernas correcto y eficaz y un
control posicional de la zona
abdominal-lumbar.

2.4.- Respiración
El estilo crol es el único en el que la respiración provoca un movimiento
adicional añadido al de los movimientos de las piernas, los brazos y el tronco.
Ciertamente esto dificulta las ya de por sí complejas
habilidades propias del estilo. Sin embargo, únicamente el
nado de distancias muy cortas permite disminuir la
frecuencia de respiración, por lo que
se ha de tener muy en cuenta la
necesidad de realizar esta acción de
forma adecuada.
En primer
lugar hay que
asegurarse de
que la posición
de la cabeza sea
adecuada (tal y como se ha
comentado anteriormente). La
orientación de la cabeza hacia
delante facilita el hecho de que
pueda ejecutar el movimiento
necesario para respirar de forma

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rápida y eficaz, con lo que se minimizan los
efectos perjudiciales del mismo.
Para respirar se ha de girar ligeramente
la cabeza hacia un lado, se realizará una
inspiración rápida por la boca e
inmediatamente la cabeza regresará a su
posición inicial (mirando hacia el frente por
debajo del agua). En esta posición tiene
lugar una espiración cuya duración se
ajustará a la de la frecuencia de respiración
utilizada.
Nunca debe espirarse el aire cuando la
boca está fuera del agua, esto retardaría la
inspiración y modificaría la técnica del
recobro.
Es muy importante resaltar el hecho de
que no es necesario que el giro de la cabeza
deje libre por completo la cara para respirar
con normalidad. Realmente mas que
innecesario es perjudicial puesto que un giro
excesivo motivará un rolido excesivo o un
rolido de la cadera. La posición de la cabeza
ligeramente elevada permite que se forme
una pequeña ola perpendicular a la dirección
de avance de manera que su depresión
despeja la masa de agua de delante de la
cara con lo que se facilita la respiración. En
algunos textos se conoce esta situación
como “respiración a un solo ojo”.

2.5.- Coordinación
Todas las acciones descritas anteriormente servirían de muy poco sin estar
adecuadamente coordinadas. De hecho la mayor parte de los errores de
ejecución de todas ellas están originados por errores en la coordinación.
Cualquier deporte que presente movimientos simultáneos de piernas,
brazos, tronco y cabeza debe considerarse complejo. Si, a mayores, se realiza
en al agua el grado de complejidad crece descomunalmente.
EL medio acuático tiene el inconveniente de confundir enormemente a
quien se desplaza en el. Como se desprende de lo expuesto hasta ahora para
nadar bien es necesario encontrar apoyos con las piernas y con los brazos;
además se precisa un control postural. La búsqueda de apoyos en el medio
acuático representa una tarea ciertamente difícil puesto que se han de localizar
muchos de forma simultánea y todos ellos son muy sutiles, lo que dificulta su
percepción. Bajo estas condiciones lograr las diferentes habilidades de
coordinación que se pasan a tratar no resulta precisamente fácil. Es este
probablemente uno de los mayores retos y también de los más apasionantes a
los que se enfrenta un técnico.

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Se pueden encontrar tres habilidades coordinativas en el estilo crol:
o Coordinación brazo-brazo: Al igual que el estilo espalda el crol se
puede considerar como una técnica con movimientos alternativos, tanto
para las piernas como para los brazos. En el caso de las extremidades
superiores
podríamos decir que
para nadar a crol
debemos utilizar, de
forma alternativa, un
solo brazo. Esto es,
cuando un brazo
sirve para generar
propulsión el otro
recobra su posición
para volver a estar
en disposición de ser
útil.
Esto es así ya
que cualquier otra
aproximación nos
sitúa en una posición
en la que de alguna
manera no existe
contribución alguna
de los brazos a las
fuerzas propulsivas.
Son los llamados
“puntos muertos”.
Ante semejantes
circunstancias
solamente podríamos
pensar en las piernas
como elemento
propulsor lo que en
cualquier caso
resultaría insuficiente
para mantener
constante la
velocidad de nado. Y
esta es una de las
metas principales
hacia la que hay que tender.
Para describir la coordinación entre brazos podemos decir que dentro de
un ciclo de brazada los brazos ocupan en todo momento posiciones
opuestas. Es decir, cuando un brazo se encuentra en la fase de entrada el
otro se situará al final del empuje, cuando uno se encuentra a máxima
profundidad el otro estará a medio camino del recorrido del recobro.

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o Coordinación piernas-brazos: Se trata ahora de ver como se
comportan las piernas respecto de la acción de los brazos. Es muy
importante que esta coordinación se realice correctamente ya que, en caso
contrario, repercutirá en discontinuidades en la aplicación de las fuerzas,
desalineación corporal, modificaciones graves en la trayectoria de los
brazos y fallos en la coordinación con la respiración.
En la literatura sobre este tema existen diferentes aproximaciones sobre
el número de batidos de piernas que se ejecutan para cada ciclo de
brazada. Sin embargo únicamente la ejecución de tres batidos por brazada,
esto es, seis por ciclo, garantiza la alineación corporal, el mantenimiento de
la posición adecuada y, sobre todo, la realización del movimiento global de
forma cíclica.
El punto clave de este tema probablemente reside en hace coincidir el
inicio de la ejecución del batido de una pierna con el inicio de la fase de
agarre del brazo del mismo lado. Es este un momento importante pues una
buena ejecución permite adoptar y mantener posteriormente una posición
del cuerpo adecuada.
Por lo tanto el primero de los tres batidos correspondientes a cada
brazada se realizará de forma simultánea al inicio de la fase subacuática del
brazo del mismo lado. Es relativamente sencilla la observación directa de
este momento. En el se dan a la vez la localización de importantes apoyos
con el brazo, la pierna y el control postural de la zona abdominal, creándose
un arco de sustentación vital para el desarrollo del resto de la brazada.

Una vez logrado este primer e importante objetivo las demás acciones
son fáciles de ejecutar. Realmente todo este movimiento en su conjunto
será realizado por el deportista de forma inconsciente una vez que lo
aprenda y lo automatice. Por tanto es una gran responsabilidad para el
enseñante aprovechar las edades más sensibles al aprendizaje para
conseguir la fijación de hábitos adecuados. Instante
El final del segundo batido coincide con el final del tirón, es decir,
cuando la brazada subacuática se encuentra a mitad de recorrido. Este
batido será ejecutado con la pierna contraria al brazo. Finalmente, el tercer
y último batido coincide con la fase de empuje y finaliza al terminar la parte

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subacuática de la brazada. Coinciden ahora de nuevo brazo y pierna del
mismo lado.

Batido 1

Batido 2

Batido 3

Las acciones correspondientes a una brazada han concluido y en este


instante el nadador habrá adoptado una posición que le permite iniciar esta
misma secuencia de movimientos con el otro brazo. Este es, brazo en
posición de inicio de agarre y pierna del mismo lado al inicio de su batido.

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De esta forma el ciclo de brazada se coordina exactamente con seis
batidos de piernas.
La acción de las piernas durante todo el ciclo de brazada es fundamental
no sólo como elemento propulsor sino fundamentalmente como factor
equilibrador y sustentador.

o Coordinación piernas-brazos-respiración: Como último factor


coordinativo tratamos ahora de integrar en la acción de los brazos y las
piernas, el giro de la cabeza que permite realizar la inspiración. Como ya se
ha comentado, lo deseable es que esta acción tenga la menor duración
posible y de este modo disminuyan sus efectos negativos sobre el resto de
los movimientos propulsivos.
Ciertamente parece lógico que el momento elegido para realizar el giro
sea aquel (o cuando menos uno de ellos) en el que la posición del nadador
sea lo más estable posible. Y efectivamente así es. Acabamos de analizar
que la coincidencia entre el inicio de la fase subacuática de la brazada y el
de la patada de la pierna del mismo lado como un instante especial donde
tiene lugar la búsqueda de numerosos apoyos y en el que se establece un
arco de fuerza sustentadora que favorece la ejecución del resto de los
movimientos. Pues parece este un lugar apropiado para que el giro de la
cabeza distorsione lo menos posible los movimientos propios del estilo crol.
Efectivamente el inicio del movimiento de giro de la cabeza tendrá lugar
una vez se hayan logrado encontrar los apoyos tanto con el brazo como con
la pierna. Luego el nadador debe “esperar” a contar con esa “situación

Inicio del giro

estable” para respirar. Esto unido a la ejecución correcta del giro en el


sentido de minimizarlo aprovechando la depresión de la ola formada por la
cabeza, da como resultado un movimiento discreto poco perturbador.

Inspiración

Otra premisa interesante es que la cabeza regrese a su posición inicial


antes del giro a la mayor brevedad posible. Esto permite mantener una
correcta alineación, minimiza la resistencia frontal de la cabeza al tiempo
que evita desviaciones de la trayectoria de los brazos y contribuye a la

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estabilidad horizontal de la cadera. Para que esto ocurra la cabeza debe de
estar de nuevo alineada con el cuerpo durante la fase de empuje. De ello se
deduce que el nadador realizará el movimiento completo durante parte de la
fase de agarre y la de tirón. Estamos hablando indudablemente de una
acción de muy corta duración.

Realineación

En cuanto a la frecuencia y la lateralidad de ejecución es necesario


aclarar que si bien podría haber algunas diferencias cuando el nado se
realiza a gran velocidad y distancias cortas, lo más recomendable es
realizar una respiración cada tres brazadas (se podrían hasta cuatro, cinco
o seis para mayor intensidad). Esto supone un ritmo respiratorio suficiente
para cubrir las necesidades de oxígeno y además obliga a realizar el gesto
por ambos lados, factor importante que contribuye a la estabilización y
alineación del cuerpo.

3.- NATACIÓN Y TRIATLÓN


Para finalizar se abordan algunos aspectos particulares del segmento de
natación en el triatlón que completan lo expuesto anteriormente y en algunos
casos modifican puntualmente la ejecución técnica.

3.1.- Aguas abiertas y orientación


Cuando estamos hablando de natación en aguas abiertas es necesario
añadir a las habilidades mencionadas la correspondiente a la necesidad de
orientarse. Esta es una acción que puede minimizarse en algunas ocasiones
pero en ningún caso podemos prescindir de ella.
Partiendo de la idea de que es preciso orientarse hemos de determinar en
que momento hacerlo. Si el hecho de respirar suponía un cierto “estorbo” para
el resto de movimientos del estilo crol, podemos imaginar las enormes
repercusiones que puede tener una acción de orientación en la que será
necesario que el nadador tenga una panorámica lo suficientemente completa
de hacia donde se dirige. De nuevo es necesario integrar una nueva técnica en
el seno de un patrón de estilo de forma que este se vea alterado lo menos
posible.
La mejor opción ese hacer coincidir una respiración con el movimiento
necesario para poder orientarse, que no es otro que el de levantar la cabeza
por encima de la superficie del agua. Es decir, realizar una respiración frontal.

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Para llevar a cabo este “nuevo modelo” de movimiento respiratorio es
preciso tener presente que:
→ La elevación de la cabeza debe ser la mínima necesaria para tener una
visión completa del lugar al que el nadador intenta dirigirse.
→ Conviene aprovechar esta situación para hacer una inspiración con lo
que la boca debe sobresalir por encima del agua. Se podría admitir en
algún caso una orientación sin respiración pero no es habitual.

En cuanto al momento
de elevación de la cabeza
conviene recalcar que
una vez más es
importante haber
alcanzado una posición
con suficiente
componente sustentadora
antes de realizarlo
(importancia de la
coordinación piernas-
brazos-
respiración/orientación).
Además, mientras dure la
respiración frontal se
requerirá un aporte
adicional con respecto al
trabajo de las piernas
(mayor potencia).
Con respecto a la
frecuencia con la que
conviene sustituir una
respiración lateral por una
frontal, se recomienda
que sea de 8-9 brazadas.
De todas formas este
parámetro depende del
nivel de alineación del
nadador (a mayor
alineación menor
necesidad de orientación)
y de la situación grupal
(adversarios y
colaboradores).

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3.2.- Aguas abiertas y natación en grupo
En la mayor parte de las situaciones (por no decir en todas) el segmento de
natación se desenvuelve en función de agrupamientos de deportistas conforme
a los diferentes niveles de rendimiento.
Hay casos en los que el resto de los componentes del grupo actúan como
colaboradores puesto que “ayudan” en las labores de orientación y permiten
adoptar un ritmo cómodo para los nadadores que siguen la estela de los
primeros. En otros casos se convierten en adversarios (masificación inicial o
durante los giros). En definitiva, es conveniente realizar los movimientos con el
mayor grado de alineación posible para evitar el contacto. Además la
respiración bilateral facilita las labores de control para la realización de giros o
evitar perder en contacto con el grupo.

3.3.- Aguas abiertas y material


Un último apunte relacionado con el material utilizado en el segmento de
natación del triatlón: Gafas y traje de neopreno.
→ En cuanto a las gafas es particularmente
importante tener en cuenta que dada la
situación inicial de las carreras de triatlón en
la que numerosos participantes tratan de
luchar por pospuestos de cabeza conviene
no correr riesgo de lesiones por la utilización
de gafas rígidas. Además también es
recomendable disponer de varias unidades
que puedan protegernos del sol. Un ángulo
de visión amplio y un visor luminoso
completarían las características ideales para
unas gafas.
→ En algunas ocasiones la temperatura del obliga o permite la utilización
de traje de neopreno. Este es un material que puede tener más
importancia de la que en principio podría pensarse. El neopreno
aumenta considerablemente la flotabilidad y esto permite ejecutar los
movimientos con mayor corrección además de
disminuir el rozamiento. El resultado es una
mejora en el rendimiento apreciable. Estos
cambios serán más perceptibles en sujetos
pesados y/o en aquellos con poca habilidad
técnica.
Además es importante realizar una
correcta elección de nuestro traje. Estas son
algunas características a tener en cuenta:
ƒ Flexibilidad en la zona de los
hombros. Diferentes grosores
permitirán combinar zonas muy
elásticas con otras en donde es
deseable mayor flotabilidad.
ƒ Talla y patrón adecuados al

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deportista.
ƒ Colocación correcta: El traje de neopreno debe ajustarse
perfectamente a la piel del deportista, evitándose arrugas,
flojedades o zonas tirantes. Conviene tomarse un tiempo
prudencial para colocarlo. Primeramente se ha de adaptar por
debajo de la cintura de forma que no queden partes sin adherir
a la piel sobre todo en la entrepierna. A continuación se
realizará la misma maniobra en el tronco y finalmente en los
brazos procurando que permita realizar sin ningún tipo de
inconveniente cualquier movimiento de los hombros (ajustar
debajo de la axila). Por ultimo es recomendable que, tras
realizar una parte del calentamiento, reajustar desde la
entrepierna hasta los hombros. Al introducirse agua en el interior
el traje puede deslizarse hacia abajo. Después de este reajuste
la humedad proporciona mayor adherencia entre la piel y el traje
y no serán necesarios nuevos reajustes.

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4.- BIBLIOGRAFÍA

ƒ "La natación, ciencia y técnica para la preparación de campeones";


Jame E. Counsilman; Hispano Europea; 1990.
ƒ "Natación"; D.L. Costill, E.W. Maglischo, A.B. Richardson; Hispano
Europea; 1994.
ƒ "Aprender natación"; Sharron Davies; Planeta; 1992.
ƒ "Hacia el dominio de la Natación"; Fernando Navarro; Gymnos; 1990.
ƒ "Nadar más rápido"; E. W. Maglischo; Hispano Europea, 1986.
ƒ "Curso de entrenador auxiliar de natación"; F. Navarro, R. Arellano,
ƒ M. Gómez; Escuela Nacional de Entrenadores; 1998.
ƒ "1000 Ejercicios y juegos de Natación y actividades acuáticas"; W.
Bucher; Hispano Europea; 1995.
ƒ "Natación"; F. Navarro, R. Arellano, C. Carnero, M. Gosálvez; Comité
Olímpico Español; 1990.

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