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A PLENO PULMÓN

AGENTES CIVILIZADORES
Federico Henríquez Gratereaux

-Doctor Ubrique, los profesores universitarios europeos


creen que es posible implantar en las comunidades el "germen
psíquico" del amor a la verdad. Piensan que los hombres con
educación superior podrían experimentar una transformación
interior que los convierta en semi-santos, en "agentes
civilizadores" ungidos de la gracia cultural: en batallones del
cambio social. Sin embargo, no hay tal; aun en la Edad Media los
santos eran poquísimos. Y vivían rodeados de energúmenos, a
juzgar por las numerosas flagelaciones y martirios. ¿Cuántos
santos murieron quemados? Expiraban en la hoguera con el
aplauso de muchos de sus contemporáneos; no sólo con el de sus
verdugos.

-En tiempos de Trujillo, como usted sabe bien, se


cometieron en mi país toda clase de atropellos. Los cometían,
principalmente, personas educadas. En algunos casos, se
complacían en atormentar presos políticos atados a una silla. Las
víctimas eran jóvenes ingenuos, cuyos únicos pecados consistían
en "haberse ido de la lengua" en un comentario "contra el
gobierno". No sentían el más mínimo amor a la verdad; ni de
manera natural, ni por efecto de la educación. -En todos los
regímenes dictatoriales, sean de izquierda o de derecha, ocurren
abusos, torturas, detenciones injustas. En Hungría, y en los países
vecinos, hemos visto correr sangre en abundancia.

-Durante la Segunda Guerra Mundial, fue un horror; y


después, igual. Las matanzas en una guerra se consideran sucesos
normales; pero habría que agregar otras dos clases de matanzas:
las que cometen las tropas invasoras; y las que resultan de las
discordias internas en cada nación. -También nosotros
conocemos esas dos situaciones; gracias a Dios no hemos vivido,
directamente, los efectos de una guerra internacional. Aunque si
sabemos de la Guerra Fría.

-Parece que esas tensiones están a punto de concluir;


primero los alemanes derribaron el muro de Berlín; dos años
después se desintegró la Unión Soviética; ahora, hace unos días,
hubo quinientos muertos en el bombardeo del Parlamento ruso.
¡Muchas cosas se arreglarán en los próximos años! Ya ve,
Checoeslovaquia se ha dividido pacíficamente. ¡Un hombre
íntegro trabaja ahora dentro del palacio de gobierno en Praga.
-Esos lugares no los conozco, doctor; de Cuba, en realidad, he
oido más de lo que he visto. (Ubres de novelastra; 2008).

henriquezcaolo@hotmail.com

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