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ÍNDICE DE CONTENIDO DE ANEXOS

Página

ANEXO 1. NORMAS Y VARIABLES PARA EL ANÁLISIS TIPOLÓGICO 1

ANEXO 2. ESTÁNDARES DE COMPARACIÓN DE CONJUNTOS DE GRANOS DE


ALMIDÓN ANDINOS Y EFECTOS DE PROCESOS TAFONÓMICOS DE ORIGEN
ANTRÓPICO 88

ANEXO 3. DESCRIPCIONES PETROGRÁFICAS DE VARIEDADES DE ROCAS EN LA


ZONA DEL CURSO MEDIO DEL RIO LAS PITAS, ANTOFAGASTA DE LA SIERRA 117

ANEXO 4. RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE SUSTANCIAS ADHERIDAS 124

I
ANEXO I
NORMAS Y VARIABLES PARA EL ANÁLISIS TIPOLÓGICO

I.1. Normas de ilustración y segmentación

I.1.1. Orientación e ilustración de la pieza

Se empleó para todos los casos una orientación convencional, considerada como más adecuada
para una descripción estandarizada, ya sea que se tratara de artefactos con posición natural
ambivalente o más o menos supuesta. De este modo la orientación se refirió al eje morfológico, eje de
alargamiento de una forma, o eje mayor de la pieza (eje A), el cual corresponde al eje de simetría
longitudinal cuando ésta existe, dispuesto de manera vertical (Lamming-Emperaire 1967).
Adicionalmente, en los casos posibles, se colocó en posición proximal (parte inferior del dibujo) el
extremo del artefacto más cercano o en contacto con el operador y, en la parte superior del dibujo el
más lejano (extremo distal) (Figuras I.1 y I.2).

Los artefactos de molienda pasivos o inferiores se orientaron con la cara que presenta la
oquedad, superficie activa equivalente o cara más cóncava y/o más usada, hacia el observador.
Mientras que para los artefactos superiores se dispuso la superficie activa, o en su defecto, la cara más
convexa y/o más usada en esa posición. Todas las piezas quedaron definidas, por tanto, vistas desde
alguna de las caras, es decir, en “norma frontal”.

Esta norma no se aplicó a la generalidad de las manos de percusión y a los morteros cuya
oquedad está dispuesta en la dirección del eje mayor, ya que al ser orientados según el eje
morfológico, no muestran su superficie activa. Las ilustraciones de estos artefactos se acompañaron
con un diseño de la pieza mostrando la superficie activa.

Los artefactos dobles, múltiples y compuestos, se orientaron con su cara más trabajada y/o
utilizada hacia el observador, pero se añadieron diseños de la pieza girada cuando fue necesario para
representar todas las superficies activas que no eran claramente observables en el croquis según la
orientación convencional (Figuras I.1 y I.2).

En algunos casos, al diseño principal se añadieron vistas de la pieza en “sección


longitudinal” -en un corte paralelo a su eje principal- hacia la derecha del dibujo principal, y en
“sección transversal” -en un corte perpendicular al eje principal, según el espesor-, hacia abajo del
dibujo principal, de acuerdo con las convenciones de dibujo de artefactos líticos tallados (Figuras I.1
y I.2) indicando con guiones la ubicación de los cortes para las secciones.

1
Figura I.1. Ejemplos de orientación, secciones y vistas de las piezas.

2
Figura I.2. Ejemplos de orientación, secciones y vistas de las piezas.

3
I.1.2. Segmentación de la pieza

La determinación de las partes de los artefactos sirvió para la orientación y descripción


segmentaria posterior. A estos fines, los artefactos de molienda se segmentaron sobre la base de la
identificación de caras, bordes, oquedades y rasgos morfológicos complementarios,
independientemente de que presentaran o no manufactura, a diferencia de los artefactos líticos
tallados, para los que se sigue la propuesta de Brézillon (1973) de dos caras principales (Figura I.3).
En la descripción posterior, estas partes segmentadas se indicaron mediante las variables de posición.

Figura I.3. Ejemplos de segmentación de las piezas. c: Caras; b: bordes; o: oquedades; rmc: rasgos morfológicos
complementarios.

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Las caras son planos separados por aristas o bordes (Laming-Emperaire 1967) y, en el caso de
las formas redondeadas, por puntos de inflexión. En el caso de los artefactos líticos tallados, son sólo
dos las caras destacadas, A y B, pero para los artefactos de molienda éstas suelen ser múltiples y su
definición se extiende tanto a las superficies planas así como a las curvas delimitadas por aristas o
bordes.

La cara representada en la ilustración de la pieza se denominó A, y quedó definida por ser la


que contenía a la superficie activa o la oquedad y/o ser la más usada. Puede estar completamente
ocupada por la oquedad.

En artefactos con una sola cara activa (simples), la B fue la cara opuesta a la cara A, pudiendo
corresponder a la base de los utensilios pasivos o a la zona de prensión de los utensilios activos. En
artefactos dobles, múltiples y combinados, la cara B correspondió a la segunda superficie activa más
trabajada y así sucesivamente. En todos los casos, las siguientes caras se denominaron
correlativamente, comenzando por las restantes más usadas y/o trabajadas (Figura I.4). En artefactos
simples, las caras restantes que no eran la A y B, se designaron como caras laterales con relación a la
pieza orientada.

La delimitación de las caras fue más sencilla en instrumentos con formas geometrizadas ya
fueran estas naturales o producto de la manufactura. En cambio, las piezas morfológicamente muy
irregulares tendieron a presentar un número muy elevado de aristas y bordes y, por lo tanto, de caras;
en estos casos fue más operativo delimitar arbitrariamente zonas más amplias para su descripción
segmentaria.

En artefactos reciclados, las caras se denominaron siguiendo los mismos criterios anteriores,
pero privilegiando aquellas superficies relacionadas con funciones de molienda.

Las caras pueden cumplir diferentes papeles en la pieza: activas, de prensión, apoyo o neutras
(Figura I.4). Las caras activas son aquellas que presentan indicios de uso que las vinculan directamente
con la ejecución de las actividades primarias de los artefactos, es decir, aquellas que están en contacto
directo y deliberado con las sustancias intermedias y que, en los artefactos pasivos, presentan la
oquedad. Las caras de prensión son las que están destinadas al asimiento directo de la pieza o
mediante la utilización de un mango. A los fines de la descripción fue más conveniente analizar una
“zona de prensión” que podía involucrar una o más caras e, incluso, bordes, que efectuar un análisis
segmentado de cada uno de ellos.

Las caras de apoyo están presentes sólo en los artefactos pasivos y se caracterizan por ser las
superficies de asiento o base de las piezas durante el uso. Las caras cuya funcionalidad es neutra son

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las que no se relacionan con ninguna de las actividades anteriores pero que, no obstante, pueden
brindar indicios del modo de acción, específicamente en el caso de los artefactos superiores. En
artefactos dobles, múltiples, compuestos y reciclados, puede ocurrir que una misma cara haya
cumplido más de un papel funcional durante su vida útil.

Figura I.4. Ejemplos de denominación de caras, bordes, oquedades y rasgos morfológicos


complementarios.

Mientras que las aristas se forman por la intersección de dos caras, los bordes son la porción
de las superficies de cada par de caras, adyacente a una arista. También se forman por la intersección
de la oquedad con el resto de la superficie de la cara activa, además de los límites de los rasgos
morfológicos complementarios. Se identificaron con la designación de las dos caras por las que

6
quedaban definidos; por ejemplo borde AB, si servía de límite a las caras A y B, o borde Ao, si servía
de límite a la oquedad. Al igual que las caras, los bordes pueden cumplir diferentes papeles en la pieza
(Figura I.4).

Las oquedades son cavidades practicadas en la forma base, que se abren en un solo plano, de
modo que pueden servir como contenedores (Laming-Emperaire 1967). En algunos artefactos pasivos,
como ciertos molinos y bases de maray puede darse el caso de que la zona activa no esté constituida
por una oquedad, sino solamente por una superficie aplanada que hace las veces de aquella, para la
cual valen todos los atributos de las oquedades. Las oquedades y superficies activas equivalentes se
denominaron con la letra “o” acompañada de un número correlativo que se asignó a las diferentes
cavidades de los artefactos pasivos (Figura I.4).

Los rasgos morfológicos complementarios son atributos morfológicos y accesorios que pueden
o no estar presentes en la pieza y que se diferencian de las caras, bordes y oquedades. Su papel puede
ser funcional, como en la generalidad de los ubicados en posiciones activas y de prensión, o
meramente decorativo (Figura I.4).

Se incorporaron vistas externas de la pieza, en “norma lateral” o “norma sagital”, esto es,
visiones tridimensionales desde la zona lateral, en el primer caso, y desde su porción proximal o distal,
en el segundo (Figuras I.1 y I.2). Además, se acompañó el dibujo de los artefactos activos con un
diseño o esquema de la forma inferida de la cavidad del instrumento pasivo compatible.

I.2. Características del registro modalizado utilizado para el análisis tipológico

Para ordenar la descripción de los artefactos de molienda de manera modalizada, y facilitar la


sistematización final de los datos, se utilizó una ficha descriptiva con dos secciones (Tabla I.1). En la
primera sección (1), dedicada a la descripción sumaria de la pieza, esta ficha está dividida en dos
campos, uno (1.a) para el registro de variables de identificación, procedencia, estado y dimensionales
y para la descripción sumaria general, y otro campo (1.b) para la descripción sumaria complementaria
y clasificación de la pieza. Allí se arriba a las clasificaciones morfológico-funcional y técnico-
morfológica de los especimenes y a una descripción general con fines museográficos.

La segunda sección (2) está dedicada a la descripción segmentaria de la pieza y la


clasificación de las zonas activas. En ella se presentan cuatro campos destinados a la descripción de
caras (2.a), bordes (2.b), oquedades (2.c) y rasgos morfológicos complementarios (2.d). Para cada
zona segmentada se asigna una fila dentro de los campos respectivos.

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DESCRIPCIÓN SUMARIA DE LA PIEZA Y CLASIFICACIÓN DEL ARTEFACTO Fecha: / / Ficha: Página:

Sitio-Sector: Localidad: Depósito: Referente:


8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27

tratamientos
unidad fractura color ejes

portabilidad
descarte

corteza
posición
Nº alteracio orienta mp ext. int. textura tamaño estructura fb Kg A B C l. a. e.
estado

fuente
mín. mín. mín.

%
c-m c-n po tipo espesor nes ción de gr/bl largo ancho espe
máx. mín. sor

28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 75 76 77 78 79
B/C forma caras bordes rmc

pos.rel.c.ac.

uso general
oquedades

manufactura
superficies

Nºyf caras
preformas

Nº grupos tip.
A/B valor B/A C/B gral. secc. long. secc. transv. t a p s n t a p s n t a p s n
estimación

80
Categoría morfológico-funcional
Observaciones

81
Categoría técnico-morfológica

82
Serie técnica

83
Descripción general

8
DESCRIPCIÓN SEGMENTARIA DE LA PIEZA Y CLASIFICACIÓN DE LAS ZONAS ACTIVAS Ficha: Página:

39 64 65 40 41 42 43 44 66 67 68 69 70 71 72 73 74
forma largo técnicas

función-posición
manufactura
c f contorno curv. long. curv. transv. ancho textura sec. de técn. de rastros de uso condi modo de grupo tipológico subgrupo tipológico
posición

l l/A formatiz. mant. ción acción


orden

área
57 58 64 59 60 66 67 68 69
técnicas
manufactura

b f ángulo textura sec. de técn. de rastros de uso Observaciones


definición

sección

formatiz. mant.

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DESCRIPCIÓN SEGMENTARIA DE LA PIEZA Y CLASIFICACIÓN DE LAS ZONAS ACTIVAS Ficha: Página:

45 64 65 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 66 67 68
secciones oquedad curv. oq. ancho oq. técnicas
cm3/

manufactura
o f paralela/largo paralela/ancho perpendicular ap curv. curv. pp - a.máx.bo a.mín.bo a.máx.ba a.mín.ba amáxbo amáxbo p.máx textura sec. de técn. de
disposición
ubicación

cm2 p.oq. amínbo p.máx. amáxbo

p.máx.
long. transv. formatiz. mant.
orden

45 69 70 71 72 73 74 61 62 64 65 63 66 67 68 69
técnicas
función -posición

manufactura
o rastros de uso condi modo de grupo tipológico subgrupo tipológico f sección textura rastros de uso
sec. de técn. de

posición
ción acción

orden
formatiz. mant.

rmc

10
Ficha: Página:

Observaciones

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Dentro de la ficha, las columnas corresponden a dos tipos de caracteres, atributos o variables
morfológicas: variables que deben cuantificarse o calificarse de acuerdo con los valores o estados de
atributos posibles previstos para ellas, y variables cuyo estado se calcula a partir de los valores
asignados a las variables del primer tipo. En relación con esto último se presenta la siguiente clave:

Variables marcadas con: son necesarias para la definición de la variable:


1 Æ 71
2 Æ 72
3 Æ 73
4 Æ 80
5 Æ 81
6 Æ 82
7 Æ 83

Para muchas de las variables se ha previsto la opción “indeterminado”, para los casos en los
que aún correspondiendo, no es posible su clara observación, por ejemplo, por la presencia de
fracturas. Las variables resaltadas en gris que refieren a caras, bordes, oquedades o rasgos
morfológicos complementarios requieren de un único valor para cada una de las partes segmentadas de
la pieza.

I.3. Descripción codificada de variables

1.3.1. Variables para la Primera sección: Descripción sumaria de la pieza.


Primer campo: Descripción sumaria general

1.Número de ficha (ficha) (variable de identificación)


Este número coincide con el número del artefacto (véase infra 8.) e identifica a todas las fichas
correspondientes al mismo.

2.Número de página (página) (variable de identificación)


Este número identifica a cada página dentro de la ficha de artefacto. Se utiliza una numeración
correlativa para todas las hojas, incluyendo los anexos con dibujos y observaciones.

3.Fecha (fecha) (variable de identificación)


Fecha de realización del análisis de los artefactos, especificando día, mes y año.

4.Sitio-Sector (sitio-sector) (variable de procedencia)


Sigla del sitio y sector dentro del sitio de donde provienen todos los materiales cuyo análisis se
registra en la ficha.

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5.Localidad (localidad) (variable de procedencia)
Ubicación geográfica identificatoria del sitio del que provienen los materiales que se registran en la
ficha.

6.Depósito (depósito) (variable de identificación)


Institución en la que quedan depositadas las piezas, ya sea de manera transitoria o permanente.

7.Referente (referente) (variable de identificación)


Responsable del análisis.

8.Número identificatorio del artefacto (Nº) (variable de identificación)


Puede corresponder tanto al número de hallazgo según el inventario de campo, como al número que
pertenece al artefacto en el laboratorio o en el inventario de museo. Consignar en observaciones otros
datos de interés no mencionados en este punto.

9.Unidad de excavación (unidad) (variable de procedencia)


Cuadrícula y microsector (c-m), capa y nivel (c-n) de proveniencia del artefacto.
Indicar “sup.” para materiales que provienen de contextos superficiales.

10.Estado de conservación de la pieza (estado) Æ5, 7 (variable de estado)


Estado general del artefacto.
Indicar si la pieza está (sobre la base de Adams 1996: 48 y Babot 1999a: 70):

1.Entera (e)
2.Fracturada (f)

2a.Reconstruida en su totalidad
2b.Fragmentos remontantes de parte de la pieza
2c.Un fragmento que representa más de las ¾ partes de la pieza completa
2d.Un fragmento que representa más de la mitad la pieza completa
2e.Un fragmento que representa menos de la mitad de la pieza completa
2f.Fragmento que no permite estimar el tamaño total de la pieza

3.Indeterminado (I)

11.Características de la fractura (fractura) (variable técnico-morfológica)


En el caso de las piezas fracturadas -para las cuales la variable “10.Estado de conservación de la
pieza”, presenta el valor 2.-, señalar sobre la base de Aschero (1983B: 24-26):

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Punto de origen de la fractura (po):

1.Diferenciado (d)
2.No diferenciado (n)

El punto de origen de la fractura puede ser ubicado observando las ondas en la superficie de la
fractura. Indicar su posición en el croquis.

Tipo de fractura (tipo): se refiere a la sección transversal, con referencia al plano de la cara A de la
pieza, en el punto medio de la fractura (Figura I.5):

1.Plana transversal u ortogonal (pt)


2.Plana oblicua (po)
3.En ángulo (áng)
4.Cóncava-convexa transversal (cct)
5.Cóncava-convexa oblicua (cco)
6.En charnela transversal (cht)
7.En charnela oblicua (cho)
8.Central (cen)
9.Irregular (irr)
10.No diferenciada (nd)

Espesores del plano de fractura (espesor): indicar el valor máximo (máx) y mínimo (mín) en
milímetros.

Las características de la fractura pueden considerarse elementos de índole técnico-morfológico o


morfológico-funcional, según el caso, dado que pueden resultar de la manufactura o mantenimiento de
la pieza o bien, producirse durante el uso e indicar un determinado modo de acción.

12.Alteraciones naturales (alteraciones) (variable de estado)


Se refiere a la presencia de alteraciones causadas por la acción mecánica o química de agentes
naturales, visibles a simple vista o con bajos aumentos.

Indicar los dos tipos de alteración que más afectan la pieza y detallar en observaciones otros tipos
presentes (sobre la base de Mansur-Franchomme 1987; Aschero 1983: 9):

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Figura I.5: Sección transversal de las fracturas con referencia al plano de la cara A de las piezas, en el punto
medio de la fractura (Aschero 1975:B25). 1.Plana transversal u ortogonal, 2.plana oblicua, 3.en ángulo,
4.cóncava-convexa transversal, 5.cóncava-convexa oblicua, 6.en charnela transversal, 7.en charnela oblicua,
8.central; 9.irregular.

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1.Lascados (la)
Aquellos accidentales, generados por la manipulación y el transporte. Pueden haber sido ocasionados
durante la vida útil del artefacto, después de ser descartados, o durante la excavación, limpieza y
análisis arqueológicos. Se distinguen porque el patrón que describen difiere del arqueológico.

2.Estrías (es)
Producidas por alteraciones de superficie, frecuentemente son de grandes dimensiones, pudiendo ser
visibles a simple vista. Se diferencian de las estrías de utilización por su localización y orientación.
Estas últimas se encuentran en las superficies activas y se orientan en la dirección del movimiento,
mientras que las naturales o accidentales “(...) se ubican en zonas variables de las superficies de la
pieza, formando frecuentemente grupos de varias líneas paralelas, que se entrecruzan con otros grupos
orientados en direcciones diferentes” (Mansur-Franchomme 1987: 31). En cuanto a su morfología, las
estrías naturales son superficiales y de fondo rugoso, resultantes del contacto de la superficie con
granos de arena, rodados u otras piezas líticas.

3. Lustres y pátinas (pá)


Alteraciones producidas por fenómenos de disolución superficial en condiciones de acidez o de
alcalinidad pronunciadas, de fuerte humedad, etc.. Son observables a simple vista, y se evidencian por
un cambio en la coloración original del sector superficial de la roca a la que afectan, sin provocar
mayores alteraciones en su relieve original.

4.Depósitos minerales (dm)


Sustancias que cubren superficialmente a las piezas, producidas por la precipitación mineral.

5. Abrasión y/o rodamiento (ab)


Ocurre en piezas enterradas en capas arenosas o con gravas, en piezas rodadas y erosionadas por agua,
viento y/o arena, o que han sufrido procesos de solifluxión. Estas alteraciones van acompañadas por
un redondeo o alisado de las aristas (Mansur-Franchomme 1987; Semenov 1964).

6.Meteorización (me)
Implica la destrucción de la superficie rocosa, principalmente en el caso de las rocas ígneas, por acción
de agentes mecánicos y químicos. Cuando ocurre, la superficie exterior se rompe y desmenuza
(Semenov 1964).

7.Alteraciones térmicas (at)


Desprendimientos cupulares u hoyuelos, craquelado y/o alteraciones de la coloración debidas al
contacto con fuego o calor (según Aschero 1975).

16
8.Otros (o)
Refiere a los casos en los que la opción adecuada no está especificada. El tipo de alteración debe ser
descripto en observaciones.

9.Indeterminado (I)
Indicar además del tipo de alteración, la intensidad con que se presenta:

a.Leve (L)
b.Moderada (M)
c.Fuerte (F)

13.Tratamientos de la pieza (tratamientos) (variable de estado)


Se refiere a la realización o no de tratamientos de laboratorio posteriores al hallazgo, como limpieza de
la pieza y otros tratamientos de campo o laboratorio practicados sobre ellas con fines de análisis y/o
conservación.
Indicar:

1.No (n)
2.Si (s)
3.Indeterminado (I)

En caso positivo, indicar el tipo de tratamiento realizado en observaciones.

14.Posición de hallazgo (posición) (variable de procedencia)


Se refiere a la posición de hallazgo del artefacto respecto de sus caras activas para la molienda.
Indicar (sobre la base de Adams 1996: 49):

1.Superficie activa hacia abajo (ab)


2.Superficie activa hacia arriba (ar)
3.Superficie activa de costado (co)
4.Superficies activas hacia arriba y abajo (aa)
5.Múltiples superficies activas (mu)
6.No registrado (-)
7.Indeterminado (I)

15.Orientación de la pieza en el terreno (orientación) (variable de procedencia)


Indicar en relación con puntos cardinales, la orientación de la pieza según el eje mayor. O bien, notar:

17
1.No registrado (-)
2.Indeterminado (I)

Indicar en observaciones características de la matriz o estructura de planta de procedencia.

16.Características del descarte (descarte) (variable de procedencia)


Indicar:

1.Dejada en ofrenda (of)


2.Residuo primario (descartada en su lugar de uso) (rp)
3.Residuo secundario (descartada en un lugar diferente al de uso, exceptuando la opción 16.1) (rs)
4.Residuo de facto (abandonada) (rf)
5.Indeterminado (I)

17.Portabilidad (portabilidad) Æ2, 3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)


La portabilidad en general refiere a la posibilidad y/o conveniencia de transporte de los artefactos,
determinada principalmente por su peso, volumen, forma y situación en el espacio. El peso del
artefacto es una limitante para la portabilidad relacionada con la fuerza o resistencia humana; el
volumen y la forma pueden presentarse como inconvenientes para el asimiento y la carga del artefacto
durante el transporte; y la situación en el espacio puede constituir un inconveniente para cualquier tipo
de movilización de los artefactos cuando estos se manufacturan sobre grandes bloques o afloramientos
consolidados.
En este caso no se tienen en cuenta consideraciones de peso, volumen y forma ya que no siempre es
posible determinar o estimar si estas variables pudieron ser controladas mediante el accionar grupal o
la implementación de medios de transporte adecuados. Por lo tanto, indicar sólo en términos generales:

1.Inmueble o fijo (i):


Es el caso de aquellos que no pueden ser movidos o transportados en absoluto por formar parte de
afloramientos consolidados, o porque están manufacturados en bloques cuya disposición en el espacio
delimita áreas de actividad y/o paso permanentes, ya sea que se encuentren formando parte de muros o
no1.

1
Estos utensilios comparten atributos de artefactos y de estructuras. Se comportan como artefactos por ser
objetos discretos cuya forma está modificada por la actividad humana, los cuales pueden ser rescatados de su
matriz sin alterar o destruir su forma original. En tanto que entran en la definición de estructuras, básicamente
por ser no portátiles y porque poseen una posición y arreglo espacial que se modificaría notablemente si fueran
extraídos, en tanto forman parte de un espacio construido, ya sea como estructuras simples o compuestas (Sharer
y Ashmore 1979: 70-72).
Dentro de esta categoría pueden considerarse ciertos morteros y bases de maray excavados en el sustrato rocoso.

18
2.Mueble o móvil (m):
Aquellos que eventualmente podrían ser movidos o transportados por no formar parte de afloramientos
consolidados ni comportarse como estructuras2.

3.Indeterminado (I)

18.Materia prima (mp) (variable técnico-morfológica)


Se refiere al tipo general de roca empleada para la confección del artefacto. En los casos posibles, su
identificación petrográfica debe hacerse constar en observaciones.
Indicar:

1.Metamórfica (met.)
2.Ígnea (ígn.)
2.a.Volcánica (volc.)
2.b. Plutónica (plut.)
3.Sedimentaria (sed.)
4.Pegmatítica (peg.)
5.Piroclástica (pir.)
6.Migmatítica (mig.)
7.Milonítica (mil.)
8.Otra (o)
9.Indeterminado (I)

Indicar en observaciones, de ser posible, la composición mineral cualitativa de la roca, el contenido de


vidrio, la presencia de minerales alterados, de zonas de debilidad como huecos, fisuras y
saprolitización y las características del cemento en las rocas sedimentarias.

19.Color (color) (variable técnico-morfológica)


Indicar el color exterior (ext) e interior (int) o de superficies frescas de la pieza según la Rock-Color
Chart (1991) de la Geological Society of America o tabla de colores similar.
Aclarar en observaciones si el tipo de tabla de colores utilizada no es la de rocas.

20.Porcentaje de corteza (%corteza) (variable técnico-morfológica)


Indicar:

1.Si la pieza no presenta restos de corteza (-)

2
Dentro de esta categoría se incluirían tanto aquellos artefactos caracterizados por una amplia portabilidad así
como los de portabilidad restringida que requieren de un mayor esfuerzo individual o grupal para su traslado a
largas distancias.

19
2.Si la corteza está presente en menos de un 25% de la superficie de la pieza (<25)
3.Si la corteza está presente entre el 25% y menos del 50% de la superficie de la pieza (<50)
4.Si la corteza está presente entre el 50% y menos del 75% de la superficie de la pieza (<75)
5.Si la corteza está presente en un 75% o más de la superficie de la pieza (>75)
6.Si la superficie de la pieza está completamente cubierta por corteza (100)
7.Indeterminado(I)

21.Textura (textura) (variable técnico-morfológica)


Indicar según la materia prima:

1.Afanítica (af.) -ígneas volcánicas-


2.Fanerítca (fan.) -ígneas volcánicas y plutónicas-
3.Porfídica (porf.) -varias-
4.Pórfido-afanítica (porf.af.) -ígneas volcánicas-
5.Pórfido-fanerítica (porf.fan.) -ígneas volcánicas-
6.Granular (gran.) -ígneas plutónicas-
7.Granoblástica (granbl.) -metamórficas, ígneas plutónicas-
8.Granolepidoblástica (granlbl.) -metamórficas, ígneas plutónicas-
9.Granular fanerítica (gran.fan.) -ígneas plutónicas-
10.Granular xenomórfica (gran.xen.) -ígneas plutónicas-
11. Densa (den.) -metamórficas-
12.Otras (ot) -varias-

22.Tamaño de los granos o blastos (tamaño de gr/bl) (variable técnico-morfológica)


Refiere al tamaño de los granos de la materia prima y a la distribución de esos rangos de tamaño.

Indicar sobre los rangos de tamaños de los granos:

1.Menores a 1mm de diámetro (<1)


2.Entre 1mm y 4mm de diámetro (<4)
3.Mayores a 4mm de diámetro (>4)

Indicar sobre la distribución de tamaños de grano o inclusiones:

a.Homogénea: si los granos son en su mayoría de un solo rango de tamaños (ho)


b.Heterogénea: si los granos corresponden a más de un rango de tamaños (he)
c.Indeterminado (I)

20
Indicar en observaciones, además, la presencia de inclusiones de roca o minerales.

23.Estructura (estructura) (variable técnico-morfológica)


Este atributo se observa preferentemente al nivel de la fuente aunque, en algunos casos, se aprecia al
nivel de la muestra de mano o el artefacto.
Indicar según la materia prima:

1.Vesicular (ves.) -ígneas volcánicas-


2.Amigdaloide (amig.) -ígneas volcánicas-
3.Con vacuolas rellenas (c/vac.rell.) -ígneas volcánicas-
4.Fluidal (flu.) -ígneas volcánicas-
5.Esquistosa (esq.) -metamórficas-
6.Maciza (mac.) -metamórficas-
7.Con planaridad o clivaje (c/plan.) -metamórficas-
8.Cataclástica (cat.) -ígneas volcánicas, cataclásticas-
9.Con presencia de vetas (c/vet.) -varias-
10.Con planos de discontinuidad (c/pd) -varias-
11.Compacta (comp.) -varias-
12.Otras (ot) -varias-

24.Tipo de fuente (fuente) (variable técnico-morfológica)


Una fuente de materias primas puede definirse como “El lugar físico del cual las poblaciones
prehistóricas obtuvieron materiales geológicos” (Church 1994:22).
Indicar el tipo de fuente:

1.Fuente primaria (p)


Son “(...) aquellas en que la roca se presenta en su lugar de origen (...)” (Nami 1992: 42).
Esta definición incluye también a los materiales que han sufrido algún tipo de transporte antes de la
consolidación -como en el caso de los conglomerados-, constituyendo esta última el estado final a
partir del cual se extrajeron las rocas.

a.Afloramientos consolidados (A)


b.Desprendimientos de afloramientos (D)

2.Fuente secundaria (s)


Son “(...) aquellas en que las rocas se presentan transportadas desde sus fuentes primarias a otro lugar,
ya sea cercano o lejano, por la acción de agentes naturales (...)” (ibíd).
Este es el caso en el que la materia prima se presenta en forma de rodados sueltos.

21
3.Indeterminado (I)

Indicar en observaciones el nivel de atrición de aristas y ángulos, y la presencia de superficies planas u


oquedades naturales en las fuentes.

25.Forma base (fb) (variable técnico-morfológica)


Según Aschero (1975: 9) es el “(...) artefacto o lito en estado natural sobre el que se elaboró un
instrumento”.
Indicar:

1.Forma base primaria (p)


Es un artefacto -en este caso, una lasca nodular- o lito en estado natural sobre el que se elaboró un
artefacto.
Las formas base primarias pueden ser:

1a.Nódulos (no)
1b.Lascas nodulares (ln)
1c.Sectores de afloramientos consolidados (ac)
1d.Lasca/hoja (l/h)
1e.Núcleo (nú)

2.Forma base secundaria (s)


Refiere a los casos en que se ha utilizado como forma base un instrumento fragmentado, incompleto o
agotado por el uso. Aquí se amplía esta designación a todos los casos de reutilización y reclamación,
independientemente del estado del artefacto. Cuando la función de molienda no fue la última
registrada para la pieza, indicar además, el tipo de forma base primaria inicial; por ejemplo 1a.2.

3.Indeterminado (I)

26.Peso (Kg) (variable dimensional)


Refiere al peso total de la pieza expresado en Kilogramos. De no medirse, solo colocar un guión (-).
Esta medida no puede ser tomada en el caso de los artefactos excavados en afloramientos rocosos o
sobre grandes bloques difíciles de movilizar para realizar la medición.

22
27.Medidas de los ejes principales de la pieza (ejes mm) (variable dimensional)
Estas medidas, tomadas en milímetros, corresponden a las principales dimensiones máximas de las
piezas que se presentan bien definidas como objetos individuales; algunas de ellas no se pueden tomar
en los casos de los artefactos excavados en afloramientos rocosos que no presentan límites claros.
El eje mayor A (A), o eje longitudinal, corresponde al largo máximo; el eje intermedio B (B), o eje
transversal, al ancho máximo; y el eje menor C (C), al espesor máximo (Figura I.6). Estos ejes deben
ser mutuamente perpendiculares entre sí aunque no se corten en un solo punto y permiten definir la
forma general de los artefactos (ver más adelante “32.Forma de la pieza”, apartado “Forma general del
objeto”).
Indicar opcionalmente el valor mínimo del largo (lmín), ancho (amín) y espesor (emín).
Cuando se trate de artefactos superiores, indicar en observaciones la posibilidad de asimiento con una
o dos manos durante el uso.

28.Módulo de longitud (A/B) (variable dimensional)


Corresponde al largo máximo de la pieza dividido por su ancho máximo (sobre la base de Aschero
1983B:35).
En el caso en que no esté diferenciado por efecto de una fractura, indicar con la sigla “nd” y utilizar
los valores de A y B estimados.

29.Módulo de espesor (B/C) (variable dimensional)


Corresponde al ancho máximo de la pieza (B) dividido por su espesor máximo (C).
Indicar el valor (valor) y la estimación (estimación) de la siguiente manera (sobre la base de Aschero
1983B: 35):

1.Poco espeso: B/C igual a 5 o mayor (p)


2.Espeso: B/C entre 2,5 y 4,9 (e)
3.Muy espeso: B/C igual a 2,4 o menor (m)

En caso de que no esté diferenciado por efecto de una fractura, indicar con la sigla “nd” y utilizar los
valores de B y C estimados.

30.Razón B/A (B/A) (variable dimensional)


Corresponde al ancho máximo de la pieza dividido por su largo máximo. Esto permite definir la forma
general de los artefactos (“32.Forma de la pieza”, apartado, “Forma general del objeto”).

En caso de que no esté diferenciado por efecto de una fractura, indicar con la sigla “nd” y utilizar los
valores de B y A estimados.

23
Figura I.6: Medición de los ejes principales de la pieza. A: Eje A; B: eje B; C: eje C.

31.Razón C/B (C/B) (variable dimensional)


Corresponde al espesor máximo de la pieza dividido por su ancho máximo. Esto permite definir la
forma general de los artefactos (“32.Forma de la pieza”, apartado, “Forma general del objeto”).

24
En caso de que no esté diferenciado por efecto de una fractura, indicar con la sigla “nd” y utilizar los
valores de C y B estimados.

32.Forma de la pieza (forma) Æ3, 4, 5, 7 (variable morfológico-funcional)


La forma general del objeto (gral.) se define por su grado de semejanza con cuerpos geométricos, de
acuerdo al diagrama propuesto por Zingg (1935 en Spalletti 1984). Este permite determinar
objetivamente la forma de las piezas a partir de una serie de razones entre sus ejes, C/B y B/A, las que,
en combinación, determinan cuatro formas básicas (ibíd.) (Figura I.7)1:

1.Discoidal u oblada (disc.)


Con B/A mayor que 2/3 (0,67), C/B menor que 2/3 (0,67)

2.Equiaxial, ecuante o esférica (esf.)


Con B/A mayor que 2/3 (0,67), C/B mayor que 2/3 (0,67)

3.Triaxial, laminar o elipsoidal (lam.)


Con B/A menor que 2/3 (0,67), C/B menor que 2/3 (0,67)

4.Cilíndrica o prolada (cil.)


Con B/A menor que 2/3 (0,67), C/B mayor que 2/3 (0,67)

5.Indeterminado (I)

En las piezas fracturadas indicar con la sigla “nd” y utilizar los valores de A, B y C estimados.

Indicar, la simetría y regularidad de la forma, en donde la simetría refiere a si las dos mitades de la
forma constituyen o no imágenes especulares mutuas:

a.Regular (R)
b.Irregular (Ir)
c.Simétrica (S)
d.Asimétrica (A)
e.Indeterminado (I)

1
La utilización del diagrama de Zingg no implica, en el uso que se le da en esta guía, ninguna inferencia en
términos de proveniencia de los rodados, utilidad sedimentológica habitual del mismo. Esto no es posible ni
pertinente en el caso de los objetos de factura cultural, cuya forma es el producto de una serie de decisiones del
artesano durante la manufactura y uso de las piezas que se superponen a la acción anterior de los agentes
naturales.

25
Indicar, además, en el caso de figuras con vértices, su redondeo, y con lados, su convexidad o
concavidad:

a.Con esquinas agudas (EA)


b.Con esquinas redondeadas (ER)

Figura I.7. Diagrama de geometricidad (sobre la base de Zingg 1935, tomado de Spalletti 1984) para
determinar la forma general de los artefactos. 1.Discoidales u oblados; 2.equiaxiales, ecuantes o esféricos;
3.triaxiales, laminares o elipsoidales; 4.cilíndricos o prolados.

Las secciones longitudinal (secc.long.) y transversal (secc.transv.) de la pieza se definen por su forma
con relación a una figura geométrica (sobre la base de Leroi-Gourhan 1972: 182; Aschero 1983: 17-
19) (Figura I.8).
Indicar:

1.Circular o esferoidal (ci ó ídem.)


2.Circular incompleta o esferoidal incompleta (cii ó ídem.)
3.Semicircular o hemispheroidal (sci ó idem.)
4.Oval (ov ó idem.)
5.Semioval (sov ó idem.)
6.Ovoide (ovo ó ídem.)

26
7.Semiovoide o en herradura (sovo ó ídem.)
8.Piriforme (pi ó ídem.)
9.Lobulada (lo ó ídem.)
10.Lanceolada (la ó ídem.)
11.Biconvexa o en mandorla (bicx ó ídem.)
12.Planoconvexa (plcx ó ídem.)
13.Planocóncava (plcv ó ídem.)
14.Cóncavo-convexa (cvcx ó ídem.)
15.Cóncavo-cóncava (cvcv ó ídem.)
16.Helicoidal (hel ó idem.)
17.Amigdaloide (am ó idem.)
18.Cordiforme (cor ó ídem.)
19.Triangular (tri ó ídem.)
20.Romboidal (rom ó ídem.)
21.Poliédrica (pol ó ídem.)
22.Trapezoidal (trap ó ídem.)
23.Paralelogramo (par ó ídem.)
24.Rectangular (rec ó ídem.)
25.Cuadrangular (cua ó ídem.)
26.Indeterminado (I)

Indicar, la simetría y regularidad de la forma:

a.Regular (R)
b.Irregular (Ir)
c.Simétrica (S)
d.Asimétrica (A)
e.Indeterminado (I)

Indicar, en el caso de figuras con vértices, su redondeo, y con lados, su convexidad o concavidad:

A.Con esquinas agudas (ea)


B.Con esquinas redondeadas (er)
C.Convexilíneo (cx)
D.Concavilíneo (cv)
E.Cóncavoconvexo (cc)
f.Planocóncavo (PV)
g.Planoconvexo (PX)

27
Figura I.8. Cuadro de secciones incluyendo algunas variantes de las formas (sobre la base de Aschero 1975:
B17-B19). 1.Circular o esferoidal; 2.Circular incompleta o esferoidal incompleta; 3.Semicircular o
hemiesferoidal; 4.Oval; 5.Semioval; 6.Ovoide; 7.Semiovoide o en herradura; 8.Piriforme; 9.Lobulada;
10.Lanceolada; 11.Biconvexa o en mandorla; 12.Planoconvexa; 13.Planocóncava; 14.Cóncavo-convexa;
15.Cóncavo-cóncavo; 16.Helicoidal; 17.Amigdaloide; 18.Cordiforme; 19.Triangular; 20.Romboidal;
21.Poliédrica; 22.Trapezoidal; 23.Paralelogramo; 24.Rectangular; 25.Cuadrangular; 26.No aplicable;
27.Indeterminado.

33.Número de caras (caras) Æ2, 3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)


Indicar en cifras la cantidad total de caras discriminadas (t) y el número de ellas que hayan cumplido
el papel de activas (a), de prensión (p) -aquellas involucradas en lo que después se describirá como
“zona de prensión”-, apoyo (ap) y neutras (n).

28
Los casilleros correspondientes a esta variable pueden ser llenados provisionalmente durante la
descripción sumaria de la pieza y luego ser controlados con los resultados de la descripción
segmentaria.
En artefactos dobles, múltiples, compuestos y reciclados, puede ocurrir que una misma cara haya
cumplido más de un papel funcional durante su vida útil. En estos casos, para cada categoría de cara se
cuentan tantas como sean las que alguna vez cumplieron ese rol. De este modo, la suma de todas las
caras discriminadas por su funcionalidad, puede ser superior a la cantidad total de caras.
En artefactos fracturados, referirse sólo a las caras originales de la pieza presentes en el fragmento y
no a las nuevas generadas por la ruptura.

34.Posición relativa de las caras activas (pos.rel.c.ac.) Æ3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)


Indicar para las caras activas:

1.Caras opuestas (o)


Cuando las caras no presentan aristas en común.

2.Caras adyacentes (a)


Cuando las caras presentan una arista en común.

4.Indeterminado (I)

35.Número de oquedades (oquedades) Æ2, 3, 4, 5, 7 (variable morfológico-funcional)


Indicar en cifras la cantidad total de oquedades y superficies activas equivalentes presentes en los
artefactos pasivos.

36.Número de superficies de ubicación de las oquedades (superficies) (variable morfológico-


funcional)
Indicar el número de superficies paralelas o subparalelas diferentes en las que se ubican las oquedades
presentes con una misma orientación en los artefactos pasivos (Figura I.9), las cuales serían
potencialmente utilizables al mismo tiempo. Las diferentes superficies pueden situarse dentro de una
misma cara o corresponder a varias de ellas.

29
Figura I.9. Planos de ubicación de las oquedades en una cara

37.Número de bordes o aristas (bordes) (variable técnico-morfológica)


Indicar el número total de bordes (t) y la cantidad de bordes ubicados en posiciones activas (a), de
prensión (p) -aquellos involucrados en lo que después se describirá como “zona de prensión”-, apoyo
(ap) y neutras (n).
En artefactos fracturados, referirse sólo a los bordes originales de la pieza presentes en el fragmento y
no a los nuevos generados por la ruptura.

38.Número de rasgos morfológicos complementarios (rmc) Æ2, 3, 4, 5, 7 (variable morfológico-


funcional)
Indicar el número total de rasgos morfológicos complementarios presentes en la pieza, y la cantidad de
ellos ubicados en posiciones activas (a), de prensión (p), apoyo (ap) y neutras (n).

1.3.2. Variables para la Segunda sección: Descripción segmentaria de la pieza y


Clasificación de las zonas activas

Variables para la descripción de las caras

39.Cara descrita (c) (variable de posición)


Indicar con la sigla adecuada la cara que se describe a continuación. Por ejemplo: A, B, C, etc.
A los fines del análisis posterior de los datos, deben describirse todas las caras con funcionalidad de
activas y apoyo. Las caras involucradas en la prensión de la pieza pueden describirse en conjunto,

30
como formando parte de una “zona de prensión” (Notación B+D+E+F+G, por ejemplo, por referencia
a todas las caras que conforman dicha zona)
El análisis de las caras neutras queda a criterio del investigador pero es conveniente en los artefactos
activos cuando éstas presentan rastros de uso que indican los modos de acción y la zona de contacto
efectivo con el artefacto pasivo durante el uso, mostrando indirectamente las características de
confinamiento de la oquedad en el útil inferior.
La descripción de las caras no activas constituidas por planos naturales, principalmente en artefactos
fijos, puede no aportar evidencias tecnológicas y/o funcionales por lo que, para ellas, vale también la
advertencia anterior.

40.Posición de la cara (posición) Æ1, 3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)


Indicar la posición de la cara descrita a continuación, respecto del eje longitudinal de la pieza:

1.Paralela (pa)
2.Perpendicular (pe)
3.Oblicua (ob)
4.Curva (cu)
5.Indeterminado (I)

41.Forma de la cara (forma) Æ1, 2, 3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)


Indicar la forma del contorno de las caras (contorno) con relación a una figura geométrica, al igual que
en 32.Forma de la pieza (Secciones longitudinal y transversal, Figura I.8) (sobre la base de Leroi-
Gourhan 1972: 182 y Aschero 1983: 17-19).

Sólo para las caras activas, indicar tipo de curvatura longitudinal (curv.long.) y transversal
(curv.transv.) (sensu Aschero 1975: gráfico 3) (Figura I.10)1:

1.Convexa muy atenuada (cxma ó ídem.)


2.Convexa atenuada (cxa ó ídem.)
3.Convexa media (cxm ó ídem.)
4.Convexa semi-circular (cxsc ó ídem.)
5.Cóncava muy atenuada (cvma ó ídem.)
6.Cóncava atenuada (cva ó ídem.)
7.Cóncava media (cvm ó ídem.)
8.Cóncava semi-circular (cvsc ó ídem.)
9.Plana (pl ó ídem.)
10.En punta (pta. ó ídem.)

1
Para estimar la curvatura de la cara puede trasladarse el perfil de la pieza a un papel milimetrado.

31
11.En bisel (bis. ó ídem.)
12.Irregular (irr. ó ídem.)
13.Indeterminado (I)

Agregar:

a.Simétrica (S)
b.Asimétrica (A)
c.Combinada (C)

Figura I.10. Gráfico para determinar grados de convexidad o concavidad (Aschero 1975: gráfico 3).

32
42.Largo de la cara (largo) Æ3, 4, 7 (variable dimensional)
Esta variable es especialmente significativa para los artefactos superiores, siendo sólo optativa para los
artefactos inferiores. Corresponde a la medida de la longitud máxima de la cara analizada (l),
expresada en milímetros y medida siguiendo la curvatura de la misma.
En el caso de las piezas fracturadas indicar, además, de ser posible, la medida del largo máximo de la
cara estimado con la notación “(est.)” a los fines del cálculo posterior del área de la superficie activa.
Cuando el valor registrado refiere sólo al fragmento, indicar las dimensiones remanentes y notar “(f)”.

Por otro lado, indicar la razón (l/A) entre el largo máximo de la cara (l) y el eje mayor de la pieza (A).
Indicar solamente para las caras activas de artefactos superiores.
En el caso de las piezas fracturadas utilizar la medida del largo estimado a estos fines; aclarar con la
notación “(est.)”.

43.Ancho máximo de la cara (ancho) (variable dimensional)


Esta variable es especialmente significativa para los artefactos superiores, siendo sólo optativa para los
artefactos inferiores. Corresponde a la medida del ancho máximo de la cara analizada, expresada en
milímetros y tomada siguiendo la curvatura de la misma.
En el caso de las piezas fracturadas indicar, además, de ser posible, la medida del ancho máximo de la
cara estimado con la notación “(est.)” a los fines del cálculo posterior del área de la superficie activa.
Cuando el valor registrado refiere sólo al fragmento, indicar las dimensiones remanentes y notar “(f)”.

44.Área de la cara (área) (variable dimensional)


Indicar en cm2 la superficie de las caras activas, a partir de la forma del contorno de las mismas, por
referencia a una figura geométrica (Figura I.11).

Variables para la descripción de las oquedades

45.Oquedad descrita (o) (variable de posición)


Indicar con la sigla adecuada la oquedad que se describe a continuación. Por ejemplo: o1, o2, etc.
Describir la totalidad de las oquedades.

46.Superficie de ubicación de la oquedad (ubicación) (variable morfológico-funcional)


Sólo en el caso de los artefactos dobles o múltiples que presentan dos o más oquedades con una misma
orientación en superficies paralelas o subparalelas, ya sea que se trate de una misma cara o de varias
de ellas, indicar la superficie de ubicación de la oquedad con un número correlativo de orden,
comenzando por el que se encuentre a mayor altura relativa (Figura 9).

33
Figura I.11. Áreas de las principales superficies geométricas.

47.Disposición de la oquedad (disposición) Æ3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)


Refiere a la orientación de la oquedad con relación al eje mayor o principal del objeto (eje A) (Figura
I.12).
Indicar:

1.Vertical (ver)
Cuando la mayor profundidad de la oquedad se encuentra en una dirección paralela a la del eje mayor.

2.Horizontal (hor)
Cuando la mayor profundidad de la oquedad se encuentra en forma perpendicular al eje mayor.

3.Oblicua (obl)
Cuando la mayor profundidad de la cavidad se dispone en forma oblicua respecto del eje mayor. Para
este caso indicar entre paréntesis el ángulo de inclinación respecto de la horizontal.

4.Indeterminado (I)

34
Figura I.12. Disposición de la oquedad. 1.Vertical; 2.horizontal; 3.oblicua.

48.Secciones de la oquedad (secciones oquedad) Æ1 (variable morfológico-funcional)


Indicar el tipo de sección longitudinal o paralela a la profundidad (paralela), sobre la base del volumen
que encierra la oquedad (según Leroi-Gourhan 1972: 187-188) (Figura I.13). Indicar con dichos
términos, incluso para piezas con superficies activas planas o subplanares, según el largo de la
oquedad (paralela/largo) y el ancho de la misma (paralela/ancho):

1.Esferoide o subesferoide (es ó ídem.)


2.Hemiesferoide o en cuenco (hes ó ídem.)
3.Elipsoide horizontal (elh ó idem.)
4.Elipsoide vertical (elv ó idem.)
5.Hemielipsoide (hel ó idem.)
6.Ovoide (ov ó idem.)
7.Cilíndrico vertical (civ ó ídem.)
8.Cilíndrico horizontal (cih ó ídem.)
9.Cónico abierto (ca ó ídem.)
10.Troncocónico abierto (tca ó ídem.)
11.Troncocónico cerrado (tcc ó ídem.)
12.Hiperboloide (hip ó ídem.)
13.Sinusoide (sin ó ídem.)
14.Irregular (irr ó ídem.)
15.Plana horizontal (ph ó ídem.)
16.Plana inclinada (pi ó ídem.)
17.Indeterminada (I)

35
Indicar, además, la simetría de la forma:

a.Regular (R)
b.Irregular (Ir)
c.Simétrica (S)
d.Asimétrica (A)
e.Indeterminado (I)

Indicar la sección perpendicular (perpendicular) a la profundidad de la oquedad, por referencia a una


vista del corte de la oquedad a la altura de su boca o comienzo de la abertura, cuyo contorno
corresponde al borde de la oquedad. Indicar en relación con una figura geométrica, al igual que en el
caso de las secciones de la pieza (variable “32.Forma de la pieza”, apartado “Secciones longitudinal y
transversal”) (sobre la base de Leroi-Gourhan 1972: 182 y Aschero 1983: 17-19) (Figura I.8).

Indicar, además, si la oquedad presenta uno, dos, tres o cuatro lados abiertos además de la boca (ap)
como una medida del confinamiento de la misma.

Figura I.13. Secciones de la oquedad paralelas a la profundidad máxima de la misma sobre la base del volumen
encerrado, incluyendo variantes de las formas (sobre la base de Leroi-Gourhan 1971: 188). 1.Esferoide o
subesferoide; 2.hemiesferoide o en cuenco; 3.elipsoide horizontal; 4.elipsoide vertical; 5.hemielipsoide;
6.ovoide; 7.cilíndrico vertical; 8.cilíndrico horizontal; 9.cónico abierto; 10.troncocónico abierto; 11.troncocónico
cerrado; 12.hiperboloide; 13.sinusoide; 14.irregular.

49.Curvatura de la oquedad (curv.oq.) Æ3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)

36
Indicar el tipo de curvatura longitudinal (curv.long.) y transversal (curv.transv.) de la oquedad (sensu
Aschero 1975: gráfico 3) (Figura I.10) (variable “41.Forma de la cara”, apartados “Curvatura
longitudinal y transversal”)2.

Por asociación con la manera en que Andrefsky (1998: 107) sugiere medir la curvatura de los desechos
de talla, la curvatura ideal de la oquedad en los instrumentos de molienda pasivos podría ser definida
como el arco que se forma a la altura de un triángulo isósceles que encaja en el ancho máximo de la
boca de la oquedad, y se calcula de la siguiente manera (Esquema I.1):

c = 2(90-a)
en dónde:
a=tan-1 H/M
M=amáx.bo*/2
H=pmáx**

* amáx.bo: “53.Ancho de oquedad”, “Ancho máximo de la boca de oquedad”


** pmáx: “51.Profundidad máxima de oquedad” en el caso de las oquedades simétricas. Para oquedades
asimétricas esta medida debe ser reemplazada por la profundidad de la oquedad a la mitad del ancho máximo de
la boca.
Notar que en las oquedades asimétricas el valor que se obtiene a partir de este cálculo no es necesariamente la
máxima curvatura ideal de la oquedad, sino la curvatura que ésta tiene a la mitad del ancho máximo de la boca.

Esquema I.1. Elementos para el cálculo de curvatura de la oquedad.

2
Para estimar la curvatura de la oquedad pueden trasladarse a un papel milimetrado, las distintas medidas de
profundidad máxima de la oquedad y las dimensiones máxima y mínima de la boca.

37
50.Volumen o área de la oquedad (cm3/cm2) (variable dimensional)
Este apartado refiere al volumen de la oquedad expresado en cm3, o al área de la misma expresada en
cm2. El volumen se calcula por referencia a un segmento esférico, un cono truncado o un montón de
arena; mientras que el área se obtiene por relación con las superficies geométricas del cono, la esfera,
la zona esférica o el cilindro, según sea pertinente (Figura I.14).
En los casos de piezas fracturadas utilizar los valores estimados.

Figura I.14. Volúmenes y áreas de superficies geométricas.

51.Profundidad máxima de oquedad (pmáx) (variable dimensional)


La profundidad máxima de la oquedad medida en milímetros, perpendicularmente a su sección
transversal, desde la boca hasta el fondo. En el caso de las piezas fracturadas indicar, además, de ser
posible, la medida de la profundidad máxima de la oquedad estimada con la notación “(est.)” a los
fines del cálculo posterior del volumen.
Cuando el valor registrado refiere sólo al fragmento, indicar las dimensiones remanentes y notar “(f)”.
Para las oquedades que presentan puntos de inflexión, o una oquedad dentro de otra, debidas al
mantenimiento, las profundidades máximas de cada una se mide de boca de una a boca de la otra, o
bien desde la boca hasta el punto de inflexión, y se designan como pmáx1, pmáx2, etc. (Figura I.15).
es la figura 15 de la tipología
Indicar las distintas medidas de profundidad, tanto máximas como intermedias, en la sección
transversal del artefacto.

52.Mínimo espesor remanente de la base (pp-p.oq) (variable dimensional)


Refiere a la diferencia entre la dimensión de una paralela al eje de la pieza paralelo a la profundidad de
la oquedad, y el valor de la profundidad de la oquedad (p.oq) en el punto en que más se aproximan. En

38
el caso de las piezas fracturadas, utilizar a estos fines la medida de la profundidad máxima de la
oquedad estimada; aclarar con la sigla “(est.)”.
Cuando el valor registrado refiere sólo al fragmento, indicar las dimensiones remanentes y notar “(f)”.
En piezas morfológicamente comparables dentro de un conjunto, esta variable puede brindar una
medida relativa de la condición de la pieza, equivalente al desgaste por uso (Figura I.15).

Figura I.15. Medición de la profundidad máxima de la oquedad (p.máx.1 y p.máx.2) en relación con el eje de la
pieza paralelo a la profundidad de la oquedad (Eje A y Eje C en los ejemplos).

53.Ancho de oquedad (ancho oq.) (variable dimensional)


Refiere a las dimensiones máxima (amáx.bo) y mínima (amín.bo) de la boca de la oquedad definida
por la intersección de la cavidad con el resto de la cara activa en la que está excavada, y expresada en
milímetros. A su vez, refiere a las dimensiones máxima y mínima de la base de la oquedad (amáx.ba y
amín.ba, respectivamente). Esto último es válido para los artefactos pasivos con oquedades que no son
planas e ilustra sobre la presencia de profundidad en las mismas.
En el caso de las piezas fracturadas indicar, además, de ser posible, la medida del ancho máximo de la
oquedad estimado con la notación “(est.)” a los fines del cálculo posterior del área de la superficie
activa.
Cuando el valor registrado refiere sólo al fragmento, indicar las dimensiones remanentes y notar “(f)”.

54.Razón ancho máximo de oquedad/ancho mínimo de oquedad (amáx.bo/amín.bo) Æ3, 4, 7


(variable dimensional)
Para este cálculo se relacionan los dos anchos de la boca de la oquedad. Como las dos razones
siguientes, permite establecer tendencias en los grupos y subgrupos tipológicos.
En el caso de las piezas fracturadas, utilizar a estos fines la medida del ancho de la oquedad estimado;
aclarar con la sigla “(est.)”.

39
55.Razón ancho máximo de oquedad/profundidad máxima de oquedad (amáx.bo/pmáx) Æ3, 4, 7
(variable dimensional)
Aschero (1983B: 32) denomina a esta razón “forma geométrica de la superficie”. Indicar su valor.
En el caso de las piezas fracturadas, utilizar a estos fines la medida de la profundidad y ancho
máximos de la oquedad estimados; aclarar con la sigla “(est.)”.

56.Razón profundidad máxima de oquedad/ancho máximo de oquedad (pmáx/amáx.bo) Æ3, 4, 7


(variable dimensional)
Para las oquedades con varias profundidades máximas registradas en “51.Profundidad máxima de
oquedad” efectuar este cálculo tantas veces como sea necesario.
En el caso de las piezas fracturadas, utilizar a estos fines la medida de la profundidad y ancho
máximos de la oquedad estimados; aclarar con la sigla “(est.)”.

Variables para la descripción de los bordes

57.Borde descrito (b) (variable de posición)


Indicar con la sigla adecuada el borde que se describe a continuación. Por ejemplo: AB, Ao, etc.
Describir, por lo menos, los bordes con funcionalidad de activos. Tanto estos últimos como los que se
encuentran involucrados en una zona de prensión pueden describirse en conjunto (notación
AC+AD+AF+AG o BC+BD+BF+BG, por ejemplo, por referencia a todos los bordes que conforman
la zona).

58.Definición del borde (definición) (variable técnico-morfológica)


Indicar:
1.Bien definido (b)
Cuando se presenta como una superficie pareja y regular.

2.Difuso o mal definido (m)


Cuando se presenta como una superficie despareja e irregular. Se utiliza también para las piezas en las
que el límite entre dos caras es sólo un punto de inflexión.

3.Indeterminado (I)

59.Sección del borde (sección) (variable técnico-morfológica)


Indicar sección del borde o presentación de la arista (sobre la base de Aschero 1983: 32 y Leroi-
Gourhan 1972: 168) (Figura I.16):

40
1.Recto o plano con aristas vivas (pav)
2.Recto o plano con aristas redondeadas (par)
3.Redondeado (de contorno semicircular, no rebajado) (r)
4.Redondeado con rebaje sobre una cara (rruc)
5.Redondeado con rebaje sobre ambas caras (rrdc)
6.En bisel romo (bir)
7.En bisel vivo (biv)
8.Indeterminado (I)

Todos los casos, excepto el de la opción 59.1, refieren a un borde que no se define por una arista sino,
más bien, por una superficie de hasta 30mm de ancho. Cuando ésta supera los 30mm se considera
como una cara o remanente de cara.

Figura I.16. Sección del borde (sobre la base de Aschero 1975: B32 y Leroi-Gourhan 1972: 168) 1.Recta o plana
con aristas vivas; 2.Recta o plana con aristas redondeadas; 3.Redondeada (de contorno semicircular, no
rebajado); 4.Redondeada con rebaje sobre una cara; 5.Redondeada con rebaje sobre ambas caras; 6.En bisel
romo; 7.En bisel vivo.

60.Ángulo del borde (ángulo) (variable técnico-morfológica)


Refiere al valor promedio del ángulo expresado en grados.
Este valor es “medido” cuando los bordes quedan definidos por la intersección de dos planos, es decir,
cuando la sección del borde es recta o plana con aristas vivas. Pero cuando los bordes aparecen

41
redondeados o romos, cuando están fracturados, o cuando las caras son cóncavas, sólo pueden ser
estimados visualmente o a partir de la prolongación de las caras (Aschero 1983: 16-17). Entonces, el
ángulo es “estimado” y se indica con la sigla “(est.)” a continuación del valor.

Indicar como:
a.<90º (<90)
b.=90º (=90)
c.>90º (>90)
d.Indeterminado (I)

Variables para la descripción de los rasgos morfológicos complementarios

61.Rasgo morfológico complementario descrito (rmc) Æ2, 3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)


En los casos en que estén presentes, describirlos uno a continuación del otro. Representarlos en la
ilustración de la pieza.
Indicar el tipo de rasgo (Figura I.17).

1.Surco de prensión o amarre: en artefactos activos (su)


2.Orificio para enmangue: en artefactos activos (or)
3.Engrosamiento para prensión: en artefactos activos (ep)
4.Rebajado del entorno de la oquedad: en artefactos pasivos (re)
5.Hombro: generalmente en algunas bases de artefactos pasivos (ho)
6.Placa basilar: en artefactos pasivos (pb)
7.Decoración (de)
8.Otro (ot)

Indicar en observaciones tipo de rasgo morfológico complementario si éste es diferente de los


mencionados, y los siguientes atributos, dependiendo del caso. Registrar en el dibujo de la pieza y sus
secciones (Figura I.17):

Para los surcos de prensión: largo, ancho y espesor.


Para los orificios para enmangue: diámetros y espesor o bien largo, ancho y espesor.
Para engrosamientos para prensión: ubicación; largo, ancho y espesor; forma.
Para rebajados del entorno de la oquedad: largo, ancho y profundidad; forma en planta
Para hombros: largo y altura; ángulo respecto de la horizontal.
Para placas basilares: largo, ancho y espesor; forma en corte transversal.

42
Figura I.17. Tipos de rasgos morfológicos complementarios. Ejemplos de: 1.surco de prensión o amarre,
2.orificio para enmangue, 3.engrosamiento para prensión, 4.rebajado del entorno de la oquedad, 5.hombro,
6.placa basilar y 7.decoración.

62.Posición del rasgo morfológico complementario (posición) (variable de posición)


Indicar la cara, borde y/u oquedad en que se encuentra. Por ejemplo: C+D, A, etc.

63.Sección del rasgo morfológico complementario (sección) (variable morfológico-funcional)


Para los surcos de prensión indicar la sección (sobre la base de Aschero 1983: 31) (Figura I.18):
1.Superficial (sup)
Marcado pero sin concavidad destacada

2.Cóncavo poco profundo (cpp)


Con concavidad atenuada o muy atenuada

3.Cóncavo profundo o en media caña (cp)


Cóncavo medio o semicircular

4.Natural (nat)
5.Indeterminado (I)

Para los orificios para enmangue indicar la sección (sobre la base de Aschero 1983: 31) (Figura I.19):

43
1.Cónico o tronco-cónico (ctc)
2.Bicónico (bic)
3.Cupular o hemiesferoidal (cup)
4.Cilíndrico (cil)
5.Natural (nat)
6.Indeterminado (I)

Para entornos de oquedad rebajados indicar el tipo de sección paralela a la profundidad, sobre la base
de las opciones de secciones paralelas de la oquedad (variable “48.Secciones de la oquedad”, apartado
“Sección paralela a la profundidad”, Figura I.13).

Figura I.18. Secciones de surcos de prensión (en base a Aschero 1983: 31).

Figura I.19. Secciones de orificios para enmangue (sobre la base de Aschero 1983: 31).

Variables comunes para la descripción de caras, oquedades, bordes y/o rasgos morfológicos
complementarios

64.Funcionalidad general (f) (variable morfológico-funcional)


Refiere a la caracterización de las partes segmentadas del artefacto según el papel de la zona durante la
utilización. Una pieza puede presentar varias partes con la misma funcionalidad, lo que ocurre
particularmente con los artefactos de molienda activos. A su vez, una misma parte puede ser calificada
de dos o más formas según su funcionalidad cambiante en el caso de los artefactos dobles, múltiples,
compuestos o reciclados. Cuando esto último ocurre se debe utilizar una fila por cada tipo de función
atribuida a la parte de la pieza que se está analizando, en lo posible, en el orden en que se dieron (para
la notación del orden de uso véase infra la variable 65.). A partir de allí, el resto de las variables de

44
descripción segmentada pueden ser analizadas en conjunto para todas las funciones salvo cuando el
pasaje de una a otra función hubiera provocado modificaciones a los atributos originales.

Indicar el tipo de funcionalidad (según Laming-Emperaire 1967):

1.Prensión (pre)
2.Activa (act)
3.Intermedia o neutra (neu)
4.Apoyo o base (ap)
5.Indeterminado (I)

65.Orden de uso de la zona analizada para la función indicada (orden de uso) Æ4, 7 (variable
morfológico-funcional)
Refiere al número de orden de uso de la parte para la funcionalidad general especificada en la variable
“64.Funcionalidad general”, comenzando por la más antigua, sólo para las zonas segmentadas con
funcionalidad cambiante.
Indicar con un número correlativo seguido de “r” en caso de reciclaje o de “m” en caso de
mantenimiento, cuando sea posible establecer la diferencia.
Esta notación permite, en caso de reciclaje identificar, en términos generales, si la función de molienda
fue la última o la anterior en la historia de vida del artefacto; y, en caso de mantenimiento, establecer
cuál es el diseño original de la parte analizada, y cuál el que se debe a la reactivación.
El reciclaje es claramente observable cuando hay una superposición parcial o total de una superficie
activa sobre otra, anulando la función anterior1. Implica cambios en la forma y función de la pieza
vinculados o no con una vuelta al proceso de manufactura.
El mantenimiento implica cambios en la forma pero no en la función de la pieza. Para los artefactos
pasivos, este punto, refiere al mantenimiento que tiene lugar mediante la manufactura de nuevas
oquedades sobre la misma forma base, y no al que se manifiesta mediante la generación de una
oquedad dentro de otra, de una inflexión en la oquedad, o de la colocación de tacos o piedras en el
fondo de oquedades muy profundas. Para los artefactos activos refiere sólo a la generación de
múltiples superficies activas por rotación de la pieza, y no al mantenimiento de la misma cara, lo cual
si se registra más adelante en la variable “70.Condición”. Alude, por tanto, a los artefactos dobles o
múltiples cuando cada superficie activa u oquedad puede ordenarse según las más antiguas y gastadas
a las más nuevas.

66.Textura del área activa (textura) (variable técnico-morfológica)


Refiere a la apariencia al tacto de la superficie de la oquedad y otras zonas de función activa.
Indicar:

1
Cuando no existe una superposición evidente, se toma al artefacto como “compuesto”.

45
1.Lisa (lisa)
1a.Natural (NAT)
1b.Por manufactura (POR MANUF)
1c.Por uso (POR USO)
2.Rugosa (r)
2a.Natural (NAT)
2b.Por manufactura (POR MANUF)
1c.Por uso (POR USO)
3.Indeterminado (I)

67.Presencia de manufactura (manufactura) (variable técnico-morfológica)


Indicar en general, en cuanto a la manufactura de la parte analizada:

1.Manufacturada (c/m)
2.No manufacturada (s/m)
3.Indeterminado (I)

68.Técnicas de manufactura (técnicas) Æ3, 4, 5, 6, 7 (variable técnico-morfológica)


Las “técnicas” son los procedimientos ligados a un resultado determinado o específico (Mauss 1967) y
los “procedimientos tecnológicos” refieren a la variedad de usos de una misma técnica. Ambos
remiten a las operaciones involucradas en la manufactura propiamente dicha o la secuencia de
formatización de cada parte segmentada que se esté analizando (sensu Hocsman y Martínez 2003)
(sec. de formatiz.), y/o a las técnicas de mantenimiento (técn. de mant.) de los artefactos analizados.

Las técnicas empleadas individualmente o de manera combinada, en la manufactura y/o


mantenimiento de artefactos de molienda pueden ser:

Percusión: Es una acción primaria en la transformación de la materia prima, para la cual se emplean
instrumentos de dureza regular con el fin de fracturar aplicando sucesivos impactos (Lorenzo 1965: 14
en Mirambell 1968). Por lo general la percusión tiene lugar durante las primeras etapas de
manufactura, ya que su objetivo es reducir una masa de piedra y “darle forma” regular (Mansur-
Franchomme et al. 1987-88: 142).

Abrasión: O “desgaste” para Mirambell (1968) es el proceso “(...) por el cual se quitan o consumen
las partes sobrantes poco a poco y con esfuerzo continuado, hasta llegar a la forma deseada” mediante
fricción (Mansur-Franchomme 1987: 142).
Por lo general, la abrasión tiene lugar después de la implementación de técnicas de percusión, ya que
su objetivo es el tratamiento de las superficies para obtener un aspecto o acabado externo particular.

46
Indicar, según las huellas de manufactura, los procedimientos tecnológicos o variantes de una técnica
empleados. Señalar con “-” a las piezas sin manufactura o mantenimiento. Del mismo modo, indicar
aquellos empleados en el mantenimiento.

Procedimientos tecnológicos relacionados con la Percusión

1.Lascado (la ó ídem.)


Es el “proceso de remoción de pequeños trozos de material de la pieza objetivo mediante presión,
percusión, percusión indirecta o la combinación de presión y percusión” (Crabtree 1972: 65).
En el caso de la manufactura de artefactos de molienda, el desbaste puede resultar del lascado por
percusión directa o con dos elementos, en donde el percutor golpea directamente sobre la superficie de
la materia trabajada, o bien del lascado por percusión indirecta con tres elementos o con intermediario.
La forma de contacto con la materia trabajada es difusa (Leroi-Gourhan 1971).
El resultado de esta técnica puede ser tanto la obtención de una lasca nodular como forma base y/o el
modelado del objeto por sucesivos lascados a fin de lograr la forma deseada, generalmente
geometrizada. Los desechos de esta actividad están constituidos por lascas (Laming-Emperaire 1967).
El lascado se manifiesta en grandes cicatrices o negativos de lascado dejados en la superficie como
resultado del destacamiento de lascas, y en términos generales deben aparecer en cierta combinación
para distinguirlos de los de origen natural (Semenov 1964).
El uso de percutores de piedra puede dar origen a estrías de percusión, que se diferencian de aquellas
de utilización por presentar fondo liso, tener forma de cinta y/o ser de tipo aditivo (Mansur-
Franchomme 1987).

2.Picado (pi ó ídem.)


Picoteado o martillado para Laming-Emperaire (1967) y picoteamiento para Mirambell (1968). Se
define como una “(...) técnica de percusión usada para generar conos en parte superpuestos,
generalmente por la aplicación de una fuerza en dirección perpendicular sobre la superficie del
material” (Crabtree 1972: 80).
El modo de percusión es, en este caso, indirecta con tres elementos o percusión con intermediario, lo
que implica la utilización de un pico o cincel ubicado entre el percutor y la materia trabajada, la cual
es sujetada entre los pies o por otra persona. La forma de contacto con la materia trabajada es
puntiforme (Leroi-Gourhan 1971).
La acción “(...) se efectúa con un instrumento terminado en punta, de dureza mayor que el material en
proceso, para desbastar las partes innecesarias de un fragmento de materia prima y darle la forma
requerida” (Mirambell 1968: 27). Los desechos de esta actividad están constituidos por roca
pulverizada o reducida a sus componentes -roca disgregada- y/o fragmentos líticos.
El picado genera una superficie áspera y con abolladuras en forma de U (Semenov 1964; Alvarez y
Fiore 1995) que se presentan superpuestas y son observables a simple vista.

47
Sobre la base del número de abolladuras por cm2 indicar:

2.a.picado grueso: 3 abolladuras o menos por cm2 (GR)


2.b.picado medio o mediano: entre 4 y 11 abolladuras por cm2 (ME)
2.c.picado fino: 12 o más abolladuras por cm2 (FI)

Notar entre paréntesis el número de abolladuras por cm2, como parámetro del grado de regularidad de
la superficie obtenida por picado.

Procedimientos tecnológicos relacionados con Abrasión

Alisado, pulido y bruñido son tres fases de un mismo proceso, la abrasión, diferenciadas por la
intensidad del trabajo sobre la superficie, y los implementos utilizados. Las tres acciones implican el
frotamiento del objeto usando un agente intermedio abrasivo que es el que normalmente trabaja,
generando desechos constituidos por polvo lítico de granulometría mediana a fina al igual que en el
caso del acanalado y la incisión (Laming-Emperaire 1967; Mirambell 1968). Durante este proceso, la
forma de contacto con la materia trabajada es difusa (Leroi-Gourhan 1971).

3. Alisado (al ó ídem.)


El alisado, o “abrasión” para Mirambell (1968), es considerado, en este caso, como un modo de
abrasión. Está definido como “(...) el proceso en el que se dará forma o acabado tosco al objeto y para
ello se hace necesario el empleo de abrasivos o sea implementos de piedra dura, de superficie
homogénea, los que permiten un desgaste por frotamiento con ciertas piedras o materiales más
blandos” (Lorenzo 1965, en Mirambell 1968: 28).
El fin de la aplicación de esta técnica es el de quitar todas las irregularidades y nivelar la superficie, y
se manifiesta en forma de pequeñas estrías paralelas de desgaste, dejadas por el agente abrasivo
(Semenov 1964), y en grietas cónicas (Cotterell y Kaminga 1990).
El alisado genera una superficie pareja en términos generales, pero con pequeñas irregularidades
observables a simple vista, que la hacen algo áspera y rugosa al tacto y opaca.

4.Pulido (pu ó ídem.)


Es un modo de abrasión definido como una fase siguiente al alisado, en la que “(...) el material era
frotado con otro más suave, posiblemente un trozo de madera semidura en virtud de la incrustación de
granos de arena, o una piedra junto con un abrasivo y agua produciendo así un desgaste más
controlado (...)” (Lorenzo 1965, en Mirambell 1968: 28).
El pulido genera una superficie suave y lisa al tacto y sin irregularidades a simple vista, pero opaca o
semi-opaca.

48
5.Bruñido (br ó ídem.)
Es un modo de abrasión determinado como “(...) la fase final del proceso, el que era realizado con un
material blando, como una tela o piel, y arenas finas o hueso molido en calidad de abrasivo y en la
cual únicamente se sacaba lustre o brillo al objeto” (Ibíd.).
En si es una técnica muy semejante al pulido ya que genera una superficie suave y lisa al tacto, pero se
caracteriza por el brillo.

6.Perforación (pf ó ídem.)


Es un modo de abrasión que consiste en la realización de horadaciones u orificios mediante la
utilización de un perforador.

7.Incisión o acanalado (inc ó ídem.)


Es un modo de abrasión que consiste en la realización de hendiduras o ranuras en la materia trabajada
con un instrumento cortante o bien por sucesivos impactos.

8.Indeterminado (I)
10.Sin manufactura (-)

Para cada técnica indicar su situación en la parte de la pieza analizada (sobre la base de Aschero
1983B: 5) (Figura I.20):

a.Central (CE)
a.I.Completo (CEc)
a.II.Incompleto (CEi)
b.Perimetral (PE)
b.I.Completo (PEc)
b.II.Incompleto (PEi)
c.Cubriente (CU)
c.I.Completo (CUc)
c.II.Incompleto (CUi)

Figura I.20. Situación de la técnica o los rastros de uso en la parte analizada de la pieza. a.Central; bI.perimetral
completo; bII.perimetral incompleto; c.cubriente.

49
69.Rastros de uso macroscópicos (rastros de uso) Æ1, 3, 4, 5, 7 (variable morfológico-funcional)
Los rastros de uso son las huellas y residuos dejados como resultado de la utilización de la pieza. En
este caso se hace referencia a los macroscópicos, los cuales pueden ser observables a simple vista o
con bajos aumentos. Estos pueden ser rastros físico-mecánicos o bien rastros o residuos orgánicos e
inorgánicos.
Además del tipo de rastro presente, es conveniente indicar esquemáticamente su ubicación en el dibujo
de la pieza (sobre la base de Mansur–Franchomme 1987):

Rastros Físico-mecánicos

En términos generales, estos tipos de rastros de uso generan un cambio en la pieza en dos sentidos:
alteración de la forma y reducción o aumento del volumen en artefactos activos y oquedades de
artefactos pasivos, respectivamente. Estos efectos tienen lugar predominantemente en las zonas activas
y de prensión (Ibíd.).

1.Esquirlamiento (esq ó ídem.)


En sentido estricto, el término refiere al “(...) conjunto de negativos de las lascas y microlascas que se
desprenden de los bordes durante la utilización” (Mansur-Franchomme 1987: 8), pero aquí se amplía
el rango de aplicación del término a todas las superficies, bordes y oquedades de las piezas (Semenov
1964).
Las características que asume el esquirlamiento dependen de la materia prima del artefacto, del ángulo
y la morfología de la parte afectada, de la presión ejercida durante el trabajo, etc. (Mansur-
Franchomme 1987).
En relación con artefactos de molienda, se espera que este tipo de rasgo se produzca por efecto del uso
con acciones de percusión, fundamentalmente y de presión, en menor proporción e importancia,
siendo especialmente visibles en las zonas activas de los artefactos inferiores y superiores sin alisado,
pulido o bruñido o con alisado grueso.
En estos casos, los negativos son de tipo aditivo o aislados, a diferencia de los que resultan de la
manufactura de los artefactos por percusión. De todas formas, este tipo de superficies ásperas y con
abolladuras, pueden confundirse con las que se generan por picado, diferenciándose de ellas por
presentarse en combinación con otros tipos de rastros de uso, fundamentalmente en las zonas activas
de los artefactos. A su vez, el patrón estrellado que puede manifestarse en las manos de percusión, es
también típico de los percutores.

Indicar:

1.a.Lascados netos (lnet. ó ídem.)


1.b.Lascados estrellados (lestr. ó ídem.)

50
1.c.Microlascados machacados (ml.mach. ó ídem.)

2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes (red ó ídem.)


Cuando estos rastros son observables en las superficies y bordes activos, indican la presencia de
materiales abrasivos durante el trabajo y la duración de la utilización; pueden ser macroscópicos y
microscópicos.
El desgaste de un artefacto depende entre otras cosas, de las características de la materia prima, su
mayor o menor grado de resistencia, la forma de la parte activa, la duración total de su utilización, la
fuerza humana aplicada, la posición de trabajo de la herramienta y las propiedades del material que se
está trabajando (Semenov 1964). A su vez, el grado de alisado variable entre sectores de las zonas
activas puede ser tomado como indicador de un contacto más o menos pronunciado con el material
trabajado, a partir de lo cual es posible reconstruir el movimiento efectuado durante el uso (Mansur-
Franchomme 1987).
Aún los materiales blandos que no ofrecen mayor resistencia a un artefacto hecho de una materia
prima dura, con el tiempo erosionan sus superficies, pudiendo también alterar la forma (Ibíd.). Esto
ocurre así porque “(...) la fricción con otro objeto nunca tiene lugar sobre superficies idealmente
limpias; aparte de las condiciones atmosféricas con variantes grados de humedad y agentes químicos,
los agentes físicos constantemente intrusionan entre la herramienta y el sujeto de trabajo: polvo,
excreciones de grasa y sudor de la mano, granos de cuarzo y otras partículas duras, que de manera
inadvertida actúan como abrasivos” (Mansur-Franchomme 1987: 14). De allí que el desgaste pueda
ocurrir, también, en las zonas de prensión, como resultado del roce con la mano o el enmangue,
generándose un brillo débil y vago que se presentará tanto en los puntos salientes de la pieza
(protuberancias y ángulos), como en cavidades, aunque de forma más débil (Ibíd.). Por ello se espera
que este tipo de rasgos se manifieste, en distintos grados, en las zonas activas de los artefactos de
molienda en general, y en la zona de prensión o enmangue de los artefactos activos, constituyendo un
importante indicador de la forma en que se empuñó el artefacto.
Este rasgo se diferencia del pulido generado durante la manufactura, por presentarse diferencial y
específicamente en aquellas zonas del artefacto de mayor contacto con los materiales abrasivos, en
combinación con otros tipos de rastros de uso.

Indicar:

2a.Redondeo (re ó ídem.)


2.b.Alisado (ali ó ídem.)
2.c.Pulido (pul ó ídem.)

51
3.Estrías (estr ó ídem.)
Las estrías “(...) son accidentes lineales (rayas o surcos) de las superficies líticas, que constituyen
excelentes indicadores direccionales de la utilización de un instrumento” (Mansur-Franchomme 1987:
20). Se forman por el arrastre, bajo presión, de partículas abrasivas, y su abundancia se relaciona con
la cantidad de éstas introducidas durante el trabajo, siendo mayor cuando se agrega un abrasivo
intencionalmente, cuando se trata de materiales sucios o cuando se trabajan materiales sólidos (Ibíd.).
El ancho y la profundidad de las estrías, por su parte, tienen que ver principalmente con la presión
ejercida durante el trabajo y con la granulometría del abrasivo (ibíd.) y, por lo tanto, pueden ser
macroscópicas o microscópicas.
En rocas de grano medio a grueso, estos rastros son visibles con poca claridad en las zonas de fractura
irregular; en cambio son evidentes en las superficies alisadas, redondeadas o pulidas (Semenov 1964).
Están presentes en las zonas activas de los artefactos de molienda en general, diferenciándose de las
estrías paralelas generadas durante el alisado o pulido, y de las estrías aditivas resultantes de la
percusión durante la manufactura, por presentarse o no de forma orientada según la dirección del
movimiento del artefacto activo, particularmente en las zonas redondeadas, alisadas o pulidas por uso.
Las huellas de estriado raramente se encuentran en la zona de prensión del artefacto, y cuando
aparecen, no tienen orientación definida (ibíd.).

Indicar:

3.a.Estrías rectas paralelas (par ó ídem.)


Paralelas al largo máximo de la cara o al ancho máximo de la oquedad.

3.b.Estrías rectas oblicuas (obl ó ídem.)


Oblicuas al largo máximo de la cara o al ancho máximo de la oquedad.

3.c.Estrías perpendiculares (per ó ídem.)


Perpendiculares al largo máximo de la cara o al ancho máximo de la oquedad.

3.d.Estrías rectas aditivas o en patrón estrellado (adit ó ídem.)


3.e.Estrías curvas circulares (circ ó ídem.)
3.f.Estrías curvas semicirculares (s/circ ó ídem.)
3.g.Estrías sin orientación definida (s/or ó ídem.)

Rastros o residuos orgánicos e inorgánicos:

Los residuos tienden a presentarse en las superficies, bordes y oquedades en contacto con el material
trabajado y, con menor frecuencia, en las zonas de prensión y neutras. Constituyen elementos

52
diagnósticos sobre la funcionalidad específica de las piezas, ya que pueden relacionarse con el material
trabajado del que fueron parte (ibíd.).

Indicar, de ser posible, el tipo general de residuo y especificar su naturaleza en observaciones, o bien
derivar al registro específico.

4.Residuos macroscópicos (rmac ó ídem.)


Son restos de las sustancias orgánicas o minerales trabajadas, que solo se conservan en sitios con
condiciones ambientales particulares, lo que vale especialmente para el primer caso. Para
diferenciarlos de otros depósitos procedentes de los sedimentos, su naturaleza debe corresponder a
algún tipo de sustancia factible de ser procesada con el tipo de artefacto en que se encuentran (Mansur-
Franchomme 1987).

5.Residuos microscópicos (rmic ó ídem.)


Son inclusiones del material trabajado, que se conservan en las irregularidades de las zonas activas,
tales como microfracturas, estrías y porosidades, siendo visibles solamente a grandes aumentos. Al
igual que los residuos macroscópicos, deben distinguirse de contaminaciones posteriores y de
inclusiones o microorganismos propios de las rocas o el sedimento en que fueron hallados (ibíd.).

6.Sin rastros de uso o con rastros de uso no apreciables macroscópicamente (-)


7.Indeterminado (I)

Para cada rastro y/o residuo de uso indicar, además, su situación en la parte de la pieza analizada
(sobre la base de Aschero 1983B: 5) (Figura 20):

a.Central (CE)
a.I.Completo (CEc)
a.II.Incompleto (CEi)
b.Perimetral (PE)
b.I.Completo (PEc)
b.II.Incompleto (PEi)
c.Cubriente (CU)
c.I.Completo (CUc)
c.II.Incompleto (CUi)

70.Condición (condición) Æ4, 7 (variable morfológico-funcional)


Se refiere al nivel o rango de uso de las caras activas y oquedades al ser finalmente descartada la
pieza.

53
Indicar (sobre la base de Adams 1996: 54):

1.No utilizada (no ut.)


Zona activa que no presenta rastros de uso. Aquella zona para la cual en la variable “69.Rastros de
uso”, se notó “-“ o “6.Sin rastros de uso”.

2.Desgastada no mantenida (desg. s/mant.)


Zona activa que presenta rastros de uso, pero no evidencias de mantenimiento. Aquella zona para la
cual en la variable “69.Rastros de uso” no se notó “-“ o “6.Sin rastros de uso”; en la variable
“65.Orden de uso de la zona analizada para la función indicada”, no se utilizó la notación “m”; y en la
variable “68.Técnicas de manufactura”, sección “Técnicas de mantenimiento”, se registró “-“.

2.a.Levemente con remanente de vida útil (L)


2.b.Moderadamente con remanente de vida útil (M)
2.c.Fuertemente con remanente de vida útil (F)
2.d.Agotada o sin remanente de vida útil (A)

3.Desgastada y mantenida (desg. mant.)


Zona activa que presenta rastros de uso y evidencias de mantenimiento. Aquella zona para la cual en la
variable “69.Rastros de uso” no se notó “-“ o “.6.Sin rastros de uso”; en la variable “65.Orden de uso
de la zona analizada para la función indicada”, pudo o no ser utilizada la notación “m”; y en la
variable “68.Técnicas de manufactura”, sección “Técnicas de mantenimiento”, no se registró “-“.
Este punto refiere específicamente al mantenimiento de una misma cara activa u oquedad y no a la
generación de otras nuevas por rotación de la pieza.

3.a.Levemente con remanente de vida útil (L)


3.b.Moderadamente con remanente de vida útil (M)
3.c.Fuertemente con remanente de vida útil (F)
3.d.Agotada o sin remanente de vida útil (A)

4.Indeterminado (I)

54
71.Modo de acción (modo de acción) Æ3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)
Los modos de acción son los movimientos mediante los cuales se lleva a cabo una función primaria
dada, para obtener el efecto buscado, ya sea éste triturar, moler, etc. Para los artefactos de molienda,
en todos los modos de acción posibles, ya sean estos movimientos de presión, de percusión o
aleatorios (Tabla I.2 y Figuras I.21.a y I.21.b), la forma de contacto entre el utensilio y las sustancias
en procesamiento es una superficie.

Tabla I.2. Posibles modos de acción sobre la materia con artefactos de molienda.

Hacia abajo
Movimiento de Presión

vertical o
Presión

puntual

En vaivén
Por rotación
Semirotativa o alternativa semirotativa
desplaza
deslizant

Por traslación circular


Presión

e o con

miento

Alternativo Curvilíneo o semicircular


Rectilíneo

Movimiento de Percusión

Movimiento Aleatorio

Estos modos de acción son similares, aunque no equivalentes, a lo que Adams (1996: 8) define como
motor habits o hábitos motores, es decir “(...) los movimientos o brazadas que se requieren para operar
en artefactos específicos” -traducción de la autora-, ya sea que estos se empleen en la formatización de
otros ítems o en el procesamiento de sustancias. Por esto, dentro de motor habits, quedan incluidas las
categorías de gestos que en esta guía se distinguen como “técnicas de manufactura”, como el picado
(pecking) y el lascado (chipping); y “funciones primarias”, como triturar (crushing); ó “modos de
acción” como la brazada circular (circular stroke).

Indicar únicamente para las caras activas de artefactos activos y oquedades, el tipo de movimiento
típicamente representado teniendo en cuenta las siguientes variables previamente definidas:

ƒ 40.Posición de la cara
ƒ 41.Forma de la cara en su apartado Contorno de la cara
ƒ 48.Secciones de la oquedad en su apartado Sección perpendicular a la profundidad de la
oquedad
ƒ 69.Rastros de uso y su situación en la parte de la pieza analizada

55
Figura I.21.a. Posibles modos de acción sobre la materia con los distintos grupos de artefactos de molienda. a)
Movimiento de presión vertical o puntual hacia abajo; b) Movimiento de presión vertical o puntual en vaivén; c)
Movimiento de presión vertical o puntual por rotación; d) Movimiento de presión vertical o puntual semirotativa
o alternativa semirotativa; e) Movimiento de presión deslizante o con desplazamiento por traslación circular; f)
Movimiento de presión deslizante o con desplazamiento alternativo curvilíneo o semicircular.

56
Figura I.21.b. Posibles modos de acción sobre la materia con los distintos grupos de artefactos de molienda. a)
Movimiento de presión deslizante o con desplazamiento alternativo rectilíneo; b) Movimiento de percusión.

1.Movimiento de presión (presión)

En todas sus variantes, se realiza apoyando el artefacto activo sobre la cavidad del artefacto pasivo y
efectuando sobre éste esfuerzos hacia abajo (presión vertical o puntual) -más o menos perpendiculares
al fondo de la superficie activa- y/o acciones deslizantes (presión deslizante o con desplazamiento) -
más o menos paralelas al fondo de la superficie activa-, de tal forma que, en ambos casos, el contacto
entre los dos artefactos es idealmente continuo.

1.a.Movimiento de presión vertical o puntual hacia abajo (HA)

Se realiza efectuando un esfuerzo vertical con el artefacto activo mientras está apoyado sobre el
pasivo, en una porción de la cavidad delimitada por el tamaño de la superficie activa del artefacto
superior (Figura 1.21.a-a).

57
40.Posición de la cara: refiere únicamente a la cara activa en artefactos activos. Ya sea que la cara
analizada se encuentre en Posición de tipo “1.Paralela”, “2.Perpendicular” o “3.Oblicua”, puede ser
utilizada con este movimiento.
48.Sección perpendicular a la profundidad de la oquedad: el movimiento de presión hacia abajo no
genera secciones típicas en artefactos pasivos.
69.Rastros de uso: pueden ser del tipo “1b.Lascados estrellados”, “1c.Lascados machacados” y “2.
Redondeo, alisado y pulido”.
Cuando la presión hacia abajo es utilizada, aparece en combinación con otros modos de acción que
poseen un rol más importante durante el procesamiento. Por esto los rastros producidos por el
movimiento de presión hacia abajo en las superficies activas en contacto, quedan enmascarados.
Aunque la presencia de presión hacia abajo no puede inferirse a partir de este tipo de evidencia
material, sí puede, en cambio, suponerse sobre la base de la experiencia etnográfica, como un
movimiento altamente probable para todos los artefactos de molienda excepto para los marayes y
bases de maray.

1.b.Movimiento de presión vertical o puntual en vaivén (VV)

Se efectúa aplicando esfuerzos verticales alternantes entre los dos extremos laterales opuestos del
artefacto superior, mientras la cara convexa está apoyada sobre el pasivo, en un movimiento oscilante
o de mecida (Figura I.21.a-b).
40.Posición de la cara: refiere únicamente a la cara activa en artefactos activos. Ya sea que la cara
analizada se encuentre en Posición de tipo “1.Paralela”, “2.Perpendicular” o “3.Oblicua”, puede ser
utilizada con este movimiento.
41.Forma de la cara, apartado Contorno de las caras activas: en manos de molino y marayes puede
ser de los tipos 4, 6, 15, 21 ó 22.
48.Sección perpendicular a la profundidad de la oquedad: típicas en los molinos de vaivén son las
1, 2, 4, 6, 10, 11, 15, 21, 22; en morteros accionados por vaivén las 1, 2, 6, 23; en bases de maray de
vaivén son 4, 6, 10, 11, 15, 21, 22.
69.Rastros de uso: pueden ser de los tipos 2, 3, 4 y 5 principalmente
con una situación de tipo “a.Central”. Además, las estrías en sus variantes “a.Paralelas” y “b.Oblicuas”
y “c.Perpendiculares” pueden disponerse entre los dos extremos de la pieza que se mueven
alternativamente, y las de tipo “d.Aditivas o en patrón estrellado” pueden ir desde el centro hacia los
bordes de la oquedad y la cara activa del artefacto superior.
Rastros de uso de tipo “1b.Lascados estrellados y ”1c.Lascados machacados” en situación
“a.Central”, pueden presentarse principalmente en marayes, pero en pequeña medida.

Las caras con 64.Funcionalidad general de tipo “1.Prensión” pueden brindar información
complementaria respecto del tipo de movimiento utilizado.

58
Pueden ser indicadores de manos de molinos accionadas típicamente con presión por vaivén, las caras
de prensión con 40.Posición de la cara con valores “1.Paralela”, “2.Perpendicular” ó “3.Oblicua”, que
presentan 69.Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”. Menos
comúnmente, esta cara puede presentar Rastros de uso de tipo “4.Residuos macroscópicos” y
“5.Residuos microscópicos” en posiciones de tipo “b.II.Perimetral incompleto”.
Las manos de mortero que se accionan con todos los tipos de movimientos, generalmente, en las caras
de prensión con 40.Posición de la cara de tipo “1.paralela”, “2.perpendicular” ó “3.oblicua”,
presentan Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”; menos
comúnmente son de tipo “4.residuos macroscópicos” y “5. residuos microscópicos” en posiciones de
tipo “b.Perimetral” o “c.Cubriente”.
Los marayes, en cualquiera de todos sus movimientos posibles, pueden presentar en las caras y rasgos
morfológicos complementarios de prensión Rastros de uso de tipo 1, 2 y 3, principalmente en
posición “a.Central”.

1.c.Movimiento de presión vertical o puntual por rotación (RO)

Se efectúa aplicando un esfuerzo vertical continuo con la superficie activa del artefacto superior,
mientras está apoyado sobre el elemento pasivo, y sobre una porción localizada de la cavidad, de
modo que el movimiento describe un círculo completo sobre un eje (figura I.21.a-c).
40.Posición de la cara: refiere únicamente a la cara activa en artefactos activos. Ya sea que la cara
analizada se encuentre en Posición de tipo “1.Paralela”, “2.Perpendicular” o “3.Oblicua”, puede ser
utilizada con este movimiento.
41.Forma de la cara, apartado Contorno de las caras activas: en manos de molino puede ser de los
tipos 1 y 2; en marayes puede ser de los tipos 21, 22 y 23.
48.Sección perpendicular a la profundidad de la oquedad: en molinos de rotación pueden ser de los
tipos 1, 2, 23; en bases de maray 1, 2, 23; en morteros 1, 2, 6, 23, ya que los movimientos de vaivén y
de rotación son complementarios.
69.Rastros de uso: los rastros predominantes son de los tipos 2, 3, 4 y 5, con una situación en las
caras del artefacto superior de tipo “c.Cubriente”. La excepción la constituyen las manos de molino de
vaivén las cuales junto con las oquedades de los artefactos inferiores, presentan una situación de tipo
“a.Central”.
Las estrías son del tipo “3e.Curvas circulares”. Además, pueden presentarse en menor medida Rastros
de tipo 1b y 1c en situaciones idénticas a las de los otros rastros mencionados; esto puede ocurrir
principalmente en marayes.

Las caras con 64.Funcionalidad general de tipo “1.Prensión” pueden brindar información
complementaria respecto del tipo de movimiento utilizado.

59
Pueden ser indicadores de manos de molinos accionadas típicamente con este movimiento, las caras de
prensión con 40.Posición de la cara con valores “1.Paralela”, “2.Perpendicular” ó “3.Oblicua”, que
presentan 69.Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”. Menos
comúnmente, esta cara puede presentar Rastros de uso de tipo “4.Residuos macroscópicos” y “5.
Residuos microscópicos” en posiciones de tipo “b.II.Perimetral incompleto”.
Las manos de mortero que se accionan con todos los tipos de movimientos, generalmente, en las caras
de prensión con 40.Posición de la cara de tipo “1.Paralela”, “2.Perpendicular” ó “3.Oblicua”,
presentan Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”; menos
comúnmente son de tipo “4.residuos macroscópicos” y “5.residuos microscópicos” en posiciones de
tipo “b.Perimetral” o “c.Cubriente”.
Los marayes, en cualquiera de todos sus movimientos posibles, pueden presentar en las caras y rasgos
morfológicos complementarios de prensión Rastros de uso de tipo 1, 2 y 3 principalmente en posición
“a.Central”.

1.d.Movimiento de presión vertical o puntual semirotativa o alternativa semirotativa (SRO)

Se efectúa aplicando un esfuerzo vertical continuo con la superficie activa del artefacto superior,
mientras está apoyado sobre el pasivo, y sobre una porción localizada de la cavidad, de modo que el
movimiento describe un semicírculo sobre un eje (Figura I.21.a-d).
Este tipo de modo de acción es más frecuente que el de presión por rotación, con la que comparte los
mismos tipos de rastros de uso y su situación en la zona analizada, excepto en el caso de los marayes y
bases de maray.
40.Posición de la cara: refiere únicamente a la cara activa en artefactos activos. Ya sea que la cara
analizada se encuentre en Posición de tipo “1.Paralela”, “2.Perpendicular” o “3.Oblicua”, puede ser
utilizada con este movimiento.
41.Forma de la cara, apartado Contorno de las caras activas: en manos de molino puede ser de los
tipos 1 y 2; en marayes, de los tipos 21, 22 y 23.
48.Sección perpendicular a la profundidad de la oquedad: típicas en los molinos de presión
semirotativa son de los tipos 1, 2, 23; en las bases de maray 3, 12, 13; en los morteros 1, 2, 6, 23.
69.Rastros de uso: la presión semirotativa produce, principalmente, Rastros de uso de los tipos 2, 3,
4 y 5 con una situación en las zonas activas del artefacto superior de tipo “c.Cubriente”. La excepción
la constituyen las manos de molino de vaivén las cuales junto con las oquedades de los artefactos
inferiores, presentan una situación de tipo “a.Central”.
Las estrías son del tipo “3e.Curvas circulares”. Además, pueden presentarse en menor medida,
Rastros de uso de tipo 1b y 1c en situaciones idénticas a las de los otros rastros mencionados,
principalmente en marayes.

60
Las caras con 61.Funcionalidad general de tipo “1.Prensión” pueden brindar información
complementaria respecto del tipo de movimiento utilizado.
Pueden ser indicadores de manos de molinos accionadas típicamente con este movimiento, las caras de
prensión con 40.Posición de la cara con valores “1.Paralela”, “2.Perpendicular” ó “3.Oblicua”, que
presentan 69.Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”. Menos
comúnmente, esta cara puede presentar Rastros de uso de tipo “4.Residuos macroscópicos” y
“5.Residuos microscópicos” en posiciones de tipo “b.II.Perimetral incompleto”.
Las manos de mortero que se accionan con todos los tipos de movimientos, generalmente, en las caras
de prensión con 40.Posición de la cara de tipo “1.Paralela”, “2.Perpendicular” ó “3.Oblicua”,
presentan Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”; menos
comúnmente son de tipo “4.Residuos macroscópicos” y “5.Residuos microscópicos” en posiciones de
tipo “b.Perimetral” o “c.Cubriente”.
Los marayes, en cualquiera de todos sus movimientos posibles, pueden presentar en las caras y rasgos
morfológicos complementarios de prensión Rastros de uso de tipo 1, 2 y 3 principalmente en posición
“a.Central”.

1.e.Movimiento de presión deslizante o con desplazamiento por traslación circular (TC)

Se realiza deslizando el artefacto superior sobre la parte externa de la superficie activa de los
artefactos inferiores, en una acción continua que describe un círculo completo alrededor de un eje
(figura I.21.a-e). La presión por traslación circular es un movimiento exclusivo de los molinos y
manos de molino.
40. Posición de la cara: refiere únicamente a la cara activa en artefactos activos. Para este
movimiento, la cara analizada tiende a encontrarse en Posición de tipo “1.Paralela” ó “3.Oblicua”.
41.Forma de la cara, apartado Contorno de las caras activas: en manos de molino puede ser de los
tipos 1, 2, 4, 6, 10, 11, 13, 15, 16, 17, 18, 21, 22, 23.
48.Sección perpendicular a la profundidad de la oquedad: típicas en los molinos de traslación
circular son los tipos 1, 2, 4, 6, 8, 10, 11, 15, 16, 17, 18, 21, 22, 23.
69.Rastros de uso: la presión por traslación circular promueve la formación de Rastros de uso de los
tipos 2, 3, 4 y 5 con una situación en la oquedad del artefacto pasivo de tipo “b.I.Perimetral completo”,
y en la superficie activa del artefacto superior de tipo “c.Cubriente”.
Las estrías son, principalmente, del tipo “3.e.Curvas circulares”. En menor medida pueden presentarse
Rastros de tipo 1c en las situaciones antes mencionadas.

Las caras con 64.Funcionalidad general de tipo “1.Prensión” pueden brindar información
complementaria respecto del tipo de movimiento utilizado.
Pueden ser indicadores de manos de molinos accionadas típicamente con este movimiento, las caras de
prensión con 40.Posición de la cara con valores “1.Paralela”, “2.Perpendicular” ó “3.Oblicua”, que

61
presentan 69.Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”. Menos
comúnmente, esta cara puede presentar Rastros de uso de tipo “4.Residuos macroscópicos” y
“5.Residuos microscópicos” en posiciones de tipo “c.Cubriente”.

1.f.Movimiento de presión deslizante o con desplazamiento alternativo curvilíneo o


semicircular (AC)

Se realiza deslizando el artefacto superior sobre la parte externa de la superficie activa de los
artefactos inferiores, en su porción distal, en una acción alternativa que describe un semicírculo
alrededor de un eje (Figura I.21.a-f). La presión alternativa curvilínea es un movimiento exclusivo de
los molinos y manos de molino.
40. Posición de la cara: refiere únicamente a la cara activa en artefactos activos. Para este
movimiento, la cara analizada tiende a encontrarse en Posición de tipo “1.Paralela” ó “3.Oblicua”.
41.Forma de la cara, apartado Contorno de las caras activas: en manos de molino puede ser de los
tipos 1, 2, 4, 6, 10, 11, 13, 15, 16, 17, 18, 21, 22, 23.
48.Sección perpendicular a la profundidad de la oquedad: típicas en molinos de presión alternativa
curvilínea son los tipos 3, 5, 7, 12, 13.
69.Rastros de uso: la presión alternativa curvilínea promueve la formación de Rastros de uso de los
tipos 2, 3, 4 y 5 con una situación en la oquedad del artefacto pasivo de tipo “b.II.Perimetral
incompleto”, y en la superficie activa del artefacto superior de tipo “b.II.Perimetral incompleto” ó
“c.Cubriente”.
Las estrías son, principalmente, del tipo “f.Curvas semicirculares. En menor medida pueden
presentarse Rastros de tipo 1c. en las situaciones antes mencionadas.

Las caras con 64.Funcionalidad general de tipo “1.Prensión” pueden brindar información
complementaria respecto del tipo de movimiento utilizado.
Pueden ser indicadores de manos de molinos accionadas típicamente con este movimiento, las caras de
prensión con 40.Posición de la cara con valores “1.Paralela”, “2.Perpendicular” ó “3.Oblicua”, que
presentan 69.Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”. Menos
comúnmente, esta cara puede presentar Rastros de uso de tipo “4.Residuos macroscópicos” y
“5.Residuos microscópicos” en posiciones de tipo “c.Cubriente”.

1.g.Movimiento de presión deslizante o con desplazamiento alternativo rectilíneo (AR)

Se realiza deslizando el artefacto superior sobre la parte central de la cavidad del artefacto inferior,
entre sus extremos proximal y distal, de modo que este movimiento alternante (es decir, que actúa en
una misma dirección pero alternando el sentido del movimiento) describe una línea más o menos recta

62
(Figura I.21.b-a). La presión alternativa rectilínea es un movimiento exclusivo de los molinos y manos
de molino.
40.Posición de la cara: refiere únicamente a la cara activa en artefactos activos. Para este
movimiento, la cara analizada tiende a encontrarse en Posición de tipo “1.Paralela” ó “3.Oblicua”.
41.Forma de la cara, apartado Contorno de la cara activa: en manos de molino puede ser de los tipos
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10, 11, 12, 13, 15, 16, 17, 18, 20, 21, 22, 23.
48.Sección perpendicular a la profundidad de la oquedad: típicas en molinos de presión alternativa
rectilínea son los tipos 4, 5, 6, 10, 11, 21, 22.
69.Rastros de uso: la presión alternativa rectilínea promueve la formación de Rastros de uso de los
tipos 2, 3, 4 y 5 con una situación en la oquedad del artefacto pasivo de tipo “a.Central”, y de tipo “a”
ó “c.Cubriente” en la superficie activa de los artefactos superiores.
Las estrías son del tipo “a.Rectas paralelas”, principalmente. En menor medida pueden presentarse
Rastros de tipo 1c en las situaciones antes mencionadas.

Las caras con 64.Funcionalidad general de tipo “1.Prensión” pueden brindar información
complementaria respecto del tipo de movimiento utilizado.
Pueden ser indicadores de manos de molinos accionadas típicamente con este movimiento, las caras de
prensión con 40.Posición de la cara con valores “1.Paralela”, “2.Perpendicular” ó “3.Oblicua”, que
presentan 69.Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”. Menos
comúnmente, esta cara puede presentar Rastros de uso de tipo “4.Residuos macroscópicos” y
“5.Residuos microscópicos” con situación en la cara de tipo “b.II.Perimetral incompleto” ó bien
“c.Cubriente”.

2.Movimiento de percusión (percusión)

Se realiza alzando el artefacto superior con una o las dos manos y dejándolo caer sobre la superficie
activa del artefacto pasivo u otra equivalente, soltándolo o acompañándolo con las manos, de tal forma
que el contacto entre los dos artefactos es intermitente -la acción es perpendicular al fondo de la
superficie activa- (Figura I.21.b-b).

40.Posición de la cara: refiere únicamente a la cara activa en artefactos activos. Ya sea que la cara
analizada se encuentre en Posición de tipo “1.Paralela”, “2.Perpendicular” o “3.Oblicua”, puede ser
utilizada con este movimiento; no obstante, debido a que es frecuente en manos de mortero, la
Posición tenderá a ser de tipo 2.
41.Forma de la cara, apartado Contorno de las caras activas: en manos puede ser de los tipos 1, 2, 6,
7, 15, 16, 17, 18, 19, 23.
48.Sección perpendicular a la profundidad de la oquedad: típicas en artefactos pasivos utilizados
con movimientos de percusión, son los tipos 1, 2, 6, 23.

63
69.Rastros de uso: el movimiento de percusión puede generar Rastros de uso de los tipos 1, 2, 3, 4 y
5. El esquirlamiento puede ser de tipo “a.Lascados netos”, “b.Lascados estrellados” y
“c.Microlascados machacados” con una situación de tipo “b.Perimetral” en el borde de la oquedad y
“a.Central” en el interior de la misma; en la superficie activa de la mano de mortero puede ser de
cualquier tipo. En molinos y manos, el tipo de esquirlamiento es de los tipos b y c más comúnmente,
con situación “a.Central”.
Las estrías son, principalmente de tipo “d.Rectas aditivas o en patrón estrellado” y, en menor medida,
de los tipos “a.Rectas paralelas”, “b.Rectas oblicuas” y “c.Rectas perpendiculares”, con situación
“a.Central” en las oquedades de morteros, y “c.Cubriente” en sus manos.
En las manos de molino que se accionan en algún momento con percusión, la situación de los rastros
de uso es de tipo “c.Cubriente” ó bien “b.Perimetral”.

Las caras con 64.Funcionalidad general de tipo “1.de prensión” pueden brindar información
complementaria respecto del tipo de movimiento utilizado.
Las manos de mortero que se accionan con este tipo de movimiento, generalmente presentan en las
caras de prensión con 40.Posición de la cara de tipo “1.Paralela”, “2.Perpendicular” ó “3.Oblicua”,
Rastros de uso de tipo “2c.Pulido” y “3g.Estrías sin orientación definida”; menos comúnmente son de
tipo “4.Residuos macroscópicos” y “5.Residuos microscópicos” en situación en la cara de tipo
“b.Perimetral” o “c.Cubriente”.

3.Movimiento aleatorio (aleatorio)

El movimiento del artefacto combina características de los movimientos de presión y percusión sin
describir patrones definidos.

4.Indeterminado (I)

72.Posición durante el uso (función-posición) Æ3, 4, 7 (variable morfológico-funcional)


Refiere a la posición del artefacto mientras la zona que se está describiendo es utilizada, con relación a
la posición del artefacto complementario del sistema.
Indicar únicamente para caras activas de artefactos superiores y oquedades teniendo en cuenta las
siguientes variables previamente definidas:
ƒ 17.Portabilidad
ƒ 33.Número de caras
ƒ 35.Número de oquedades
ƒ 38.Número de rasgos morfológicos complementarios
ƒ 41.Forma de la cara en sus apartados Curvatura longitudinal y transversal, para las caras
activas de artefactos que no tengan oquedades

64
ƒ 61.Rasgo morfológico complementario descrito

1.Pasivo o inferior (pas.)

Esta categoría incluye a todos los artefactos que actúan como la porción pasiva del sistema durante su
utilización. El término pasivo no refiere a la carencia de funcionalidad, puesto que cada parte del
sistema posee un papel específico, sino a la ausencia de movimiento intencional de la pieza. Estos
artefactos son inferiores en virtud de su ubicación en el espacio durante su utilización, cuando son
considerados desde el punto de vista del observador o usuario por referencia al artefacto
complementario del sistema.
En el caso de los artefactos de molienda, además de contribuir en el procesamiento de la sustancia
intermedia, sirven para contenerla.
Los artefactos pasivos pueden ser morteros, molinos de mano o molederas, bases o soleras de maray,
artefactos de molienda no diferenciados, artefactos pasivos o inferiores indefinidos, y sus preformas
correspondientes.

17.Portabilidad: puede tener el valor “1.Inmueble o fijo” o “2.Mueble o móvil”.


33.Número de caras: el apartado que refiere a las caras que se encuentran en posición de prensión (p)
debe ser igual a “0” y en posición activa (a) diferente de “0”; en posición de apoyo (ap) puede ser
igual a “0” para los artefactos inmuebles o distinto de “0” para los muebles o móviles y, en el último
caso constituye un atributo diagnóstico de posición durante el uso, excepto en artefactos que en la
variable 35.Número de oquedades: debe tener un valor distinto de “0”.
38.Número de rasgos morfológicos complementarios: el apartado que refiere a los rmc que se
encuentran en posiciones de prensión (p) debe ser igual a “0”; en posición activa (a) ó de apoyo (ap)
pueden ser iguales o diferentes de “0”, constituyendo, en el último caso, atributos diagnósticos de
posición durante el uso.
41.Forma de la cara, apartado Curvaturas longitudinal y transversal: No es pertinente en
artefactos pasivos o inferiores..
61.Rasgo morfológico complementario descrito: no deben ser de tipo “1.Surco de prensión o
amarre”, “2.Orificio para enmangue” o “3.Engrosamiento para prensión”. Cuando son de tipo
“4.Rebajado del entorno de la oquedad”, “5.Hombro” o “6.Placa basilar”, constituyen atributos
diagnósticos de posición durante el uso, pero pueden no estar presentes en la pieza.
Indicar:

1a.Artefacto de molienda pasivo o inferior (de mol.)


1b.Artefacto pasivo o inferior indefinido (indef.)

65
2. Activo o superior (act.)

Esta categoría incluye a todos los artefactos que actúan como la porción activa del sistema, o aquella
que se caracteriza por llevar a cabo un movimiento intencional durante su utilización generado por la
fuerza humana. Estos artefactos son superiores en virtud de su ubicación en el espacio durante su
utilización, al considerarlos desde el punto de vista del observador o usuario y por referencia al
artefacto complementario del sistema.
En el caso de los artefactos de molienda, son los responsables principales del procesamiento de la
sustancia intermedia durante la ejecución de los modos de acción específicos.
Los artefactos activos pueden ser manos de morteros, manos de molinos o de molederas, marayes,
artefactos de molienda activos no diferenciados, artefactos superiores indefinidos, y sus preformas
correspondientes.

17.Portabilidad: debe tener el valor “1.Mueble o móvil”.


33.Número de caras: los apartados que refieren a las caras que se encuentran en posición de prensión
(p) y activa (a) deben ser distintos de “0”; ambos constituyen atributos diagnósticos de posición
durante el uso. En posición de apoyo (ap) deben ser iguales a “0”.
35.Número de oquedades: debe tener un valor igual a “0”.
38.Número de rasgos morfológicos complementarios: los apartados que refieren a los rmc que se
encuentran en posiciones de apoyo (ap) ó activa (a) deben ser iguales a “0”; en posición de prensión
(p) pueden ser iguales o diferentes de “0”, constituyendo, en el último caso, atributos diagnósticos de
posición durante el uso.
41.Forma de la cara, apartado Curvaturas longitudinal y transversal: Las curvaturas pueden tomar
los valores 1, 2, 3, 4 ó 9 pero no pueden tomar los valores 5, 6, 7 u 8.
61.Rasgo morfológico complementario descrito: no deben ser de tipo “4.Rebajado del entorno de la
oquedad”, “5.Hombro” o “6.Placa basilar”. Cuando son de tipo “1.Surco de prensión o amarre”,
“2.Orificio para enmangue” o “3.Engrosamiento para prensión”, constituyen atributos diagnósticos de
posición durante el uso, pero pueden no estar presentes en la pieza.

Indicar:

2a.Artefacto de molienda activo o superior (de mol.)


2b.Artefacto activo o superior indefinido (indef.)

3. Artefacto de posición indeterminada (indet.)

Se clasifican como artefactos de posición indeterminada a todos aquellos que, por carecer de
elementos distintivos o por presentar una confluencia de elementos correspondientes a más de una

66
categoría (activos y pasivos), no pueden ser clasificados sobre la base de su papel y posición en el
sistema artefactual, ya sean o no utensilios de molienda. Estos artefactos se caracterizan porque
pueden combinar valores correspondientes a las dos categorías anteriores para las variables tomadas
como diagnósticas de posición durante el uso. En otros casos, estas variables han sido calificadas con
la opción “Indeterminado” y, por lo tanto, se carece de algún elemento diagnóstico para su
clasificación.

La ambigüedad en los atributos de estos artefactos impide su posterior clasificación dentro de grupos y
subgrupos tipológicos. Sólo pueden ser artefactos de molienda de posición indeterminada, artefactos
indefinidos de posición indeterminada y sus preformas correspondientes.

Indicar:

3a.Artefacto de molienda de posición indeterminada (de mol.)


3b.Artefacto indefinido de posición indeterminada (indef.)

4.Indeterminado (I)

73.Categoría artefactual morfológico-funcional: a) grupo tipológico (grupo tipológico) Æ4, 7


(variable morfológico-funcional)
La categorización morfológico-funcional de la zona que se está describiendo se efectúa sobre la base
de la definición de grupos y subgrupos tipológicos. Estos también se utilizan para caracterizar
morfológico-funcionalmente a la pieza completa más adelante en el análisis.

Indicar grupo tipológico únicamente para caras activas de artefactos superiores y oquedades teniendo
en cuenta las siguientes variables previamente definidas:

ƒ 17.Portabilidad
ƒ 32.Forma de la pieza, en su apartado Forma general del objeto
ƒ 34.Posición relativa de las caras activas
ƒ 40.Posición de la cara
ƒ 41.Forma de la cara, en su apartado Contorno de la cara activa y Curvatura longitudinal y
transversal (esto último sólo para artefactos activos)
ƒ 42.Largo de la cara, en su apartado Razón largo máximo de la cara/A en referencia a la
cara activa (sólo para artefactos activos)
ƒ 47.Disposición de la oquedad (sólo para artefactos pasivos)
ƒ 49.Curvatura de la oquedad (sólo para artefactos pasivos)

67
ƒ 54.Razón ancho máximo de oquedad/ancho mínimo de oquedad (sólo para artefactos
pasivos)
ƒ 55.Razón ancho máximo de oquedad/máxima profundidad de oquedad (sólo para
artefactos pasivos)
ƒ 56.Razón profundidad máxima de oquedad/ancho máximo de oquedad (sólo para
artefactos pasivos)
ƒ 68.Técnicas de manufactura
ƒ 69.Rastros de uso
ƒ 71.Modo de acción
ƒ 72.Posición durante el uso, incluye a todas las variables y sus atributos considerados en la
clasificación según el papel de la pieza (13.Portabilidad, 33.Número de caras, 35.Número
de oquedades, 38.Número de rasgos morfológicos complementarios, 41.Forma de la cara
en sus apartados Curvatura longitudinal y transversal, para las caras activas de artefactos
que no tengan oquedades, 61.Rasgo morfológico complementario descrito).

Algunas de estas variables son clave para la definición de ciertos grupos tipológicos pero, en otros
casos, son sólo indicadores adicionales no necesarios. Asimismo, algunos de estos atributos pueden
tomar para cualquiera de los grupos tipológicos, valores no previstos por las tendencias generales y
por lo tanto no definir la pertenencia a grupos, aunque sean indicadores positivos cuando presentan los
valores pautados.

1.Mortero (mortero)

Un mortero1 es un artefacto de molienda pasivo e inferior, sobre el que se utiliza una piedra superior
activa de menor tamaño para majar o machacar, triturar, descascarar2 y, en ocasiones, moler o
pulverizar, o bien trabajar combinando estos gestos como descascarar-triturar, triturar-pulverizar, etc.,
implementando los modos de acción de percusión y presión vertical hacia abajo, en vaivén, por
rotación y/o semirotativa. Aunque los movimientos de percusión son dominantes en los instrumentos
de mayor tamaño, las presiones son las más indicadas para desarrollar tareas en artefactos de pequeño
volumen.
Los morteros pueden presentar una amplia variedad morfológica dependiendo del contexto de uso
pero, por lo general, en virtud y como efecto de la función principal para la cual son destinados,

1
Según el Diccionario de la Real Academia Española (1970: 897) un mortero es un “Utensilio de madera, piedra
o metal, a manera de vaso, que sirve para machacar en él especias, semillas, drogas, etc.”.
2
Machachar es “Golpear una cosa para quebrantarla o deformarla” (íbid.: 823), en donde quebrantar es
“Romper, separar con violencia las partes de un todo” o “Moler o machacar una cosa, sin descomponerla o
deshacerla enteramente” (ibid.: 1089). Triturar es “Moler, desmenuzar una materia sólida, sin reducirla
enteramente a polvo” (ibid.: 1300), y descascarar es “Quitar la cáscara” (íbid.: 445). La acción de pelar es
similar a la de descascarar, según queda definida en su tercera acepción: “Quitar la piel, la película o la corteza a
una cosa; como una fruta o un tronco de árbol” (íbid.: 998).

68
presentan una zona activa constituida por una depresión o cavidad cóncava restringida, nunca plana,
cuyo ancho máximo tiende a ser igual o menor que su profundidad; las bocas suelen ser circulares o
subcirculares por presentar dimensiones máximas y mínimas similares. La profundidad de la oquedad
es variable dependiendo de la función proyectada del utensilio, la cantidad relativa de sustancia que se
procesa y el desgaste generado por el uso. Pueden ser inmuebles o fijos, o bien, muebles o móviles.
Estos artefactos presentan algún grado de manufactura por lascado, martillado, picado y/o, menos
comúnmente, alisado o pulido por lo menos en la oquedad.
El término mortero tiene sus equivalentes en francés y en portugués en pilon y piläo, y mortier y
almofariz, siendo los dos primeros de mayor tamaño que los segundos (Laming-Emperaire 1967;
Lavallée et al. 1985). Corresponde al mortier de Leroi-Gourhan (1973), y a su similar en inglés mortar
(por ejemplo, Flannery 1986; Smith 1989; Williams-Thorpe y Thorpe 1993; Wright 1992, 1994;
Adams 1996b; Jones 1996; Galle 2002) o mortar block (Galle 2002).
Los morteros presentan similitudes técnico-morfológicas con recipientes como escudillas, piedras
discoidales o rompecocos.

Descripción de variables necesarias y optativas (estas últimas marcadas “*”):

17.Portabilidad (*): no constituye una característica necesaria ya que pueden ser “1.Inmuebles o
fijos” o “2.Muebles o móviles.
32.Forma de la pieza (*), apartado Forma general del objeto: esta variable puede tomar diferentes
valores para los morteros pero existe una tendencia hacia las de tipo “1.Discoidal u oblada” ó
“2.Equiaxial, ecuante o esférica”.
34.Posición relativa de las caras activas (*): cuando hay dos o más caras activas correspondientes a
este grupo en la pieza, estas son de tipo “1.Caras opuestas”.
40.Posición de la cara (*): puede adoptar diferentes valores.
41.Forma de la cara, en su apartado, Contorno de la cara activa (*): puede adoptar diferentes
valores.
47.Disposición de la oquedad (*): puede adoptar diferentes valores.
49.Curvatura de la oquedad: generalmente puede tomar los valores “6.Cóncava atenuada”,
“7.Cóncava media” u “8.Cóncava semi-circular”; nunca puede ser “9.Plana” o convexa.
54.Razón ancho máximo de oquedad/ancho mínimo de oquedad: tiende a 1
55.Razón ancho máximo de oquedad/máxima profundidad de oquedad: ≥1 ó ≤1
56.Razón profundidad máxima de oquedad/ancho máximo de oquedad: ≥1 ó ≤1
68.Técnicas de manufactura: pueden presentarse en diferentes combinaciones pero al menos alguna
técnica de manufactura está siempre presente.
69.Rastros de uso: “1.Esquirlamiento” en el borde de la oquedad con situación “b.II.Perimetral
incompleto” y en el centro de la misma; “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en la
oquedad con situación “b.Perimetral” o “c.Cubriente”; “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y

69
bordes” en rebajados de oquedad con situación ”c.Cubriente”; “3.Estrías” de tipo “d.Rectas aditivas o
en patrón estrellado” o “g.Sin orientación definida” en oquedades con situación “a.Central”,
“b.Perimetral” o”c.Cubriente”; pueden ocurrir también las estrías de tipo a, e o f, en el borde de la
oquedad y hacia el centro cuando se utiliza un movimiento rotativo o semirotativo. Además,
“4.Residuos macroscópicos” y “5.Residuos microscópicos” en oquedad y cara activa con situación
“a.Central”, “b.Perimetral” o”c.Cubriente”.
71.Modo de acción: puede ser “1a.Movimiento de presión vertical o puntual hacia abajo”,
“1b.Movimiento de presión vertical o puntual en vaivén”, “1c.Movimiento de presión vertical o
puntual por rotación”, “1d.Movimiento de presión vertical o puntual semirotativa o alternativa
semirotativa” y/o “2.Movimiento de percusión” (este último, generalmente, pero no de manera
exclusiva).
72.Posición durante el uso: “1.Pasivo o inferior”

2.Molino de mano o moledera (molino)

Se incluyen como molinos de mano o molederas3 a aquellos artefactos de molienda pasivos e


inferiores sobre los que se utiliza una piedra superior activa de menor tamaño para moler, pulverizar4
y/o triturar, combinando modos de acción de presión vertical (hacia abajo, en vaivén, por rotación y
semirotativa) y presión deslizante por traslación circular y alternativa (curvilínea y rectilínea); en
menor medida es posible que se utilicen también percusiones suaves.
Los molinos pueden presentar una amplia variedad morfológica dependiendo del contexto de uso pero,
por lo general, en virtud y como efecto de la función principal para la cual son destinados, presentan
típicamente una zona activa constituida por una depresión o cavidad cóncava o bien una superficie
plana equivalente, cuyo ancho máximo tiende a ser mayor que su profundidad; debido a que las
dimensiones máximas y mínimas de la boca suelen diferir, esta parte del artefacto se aleja de la
circularidad. La profundidad de la oquedad es variable dependiendo de la función proyectada del
utensilio, la cantidad relativa de sustancia que se procesa y el desgaste generado por el uso.
Los molinos pueden o no presentar algún grado de manufactura por lascado, martillado, picado y/o,
menos comúnmente, alisado, pulido o bruñido. Pueden ser inmuebles o fijos, o bien, muebles o
móviles.
El término molino tiene sus equivalentes en francés y en portugués en meule y mó (Laming-Emperaire
1967). Corresponde, además, a las meules -de movimiento rectilíneo alternativo- y los moulins -de

3
Según el Diccionario de la Real Academia Española (1970), en su primera acepción, un molino es una
“Máquina para moler, compuesta de una muela, una solera y los mecanismos necesarios para transmitir y
regularizar el movimiento producido por una fuerza motriz; como el agua, el viento, el vapor u otro agente
mecánico” (ibid: 888). También se define como un “Artefacto con que, por un procedimiento cualquiera, se
quebranta, machaca, lamina o estruja alguna cosa” (ibid.). El término moledera es más amplio y refiere a una
“Piedra en que se muele” (ibid.: 887).
4
Moler se define como “Quebrantar un cuerpo, reduciéndolo a menudísimas partes, o hasta hacerlo polvo”
(íbid.: 887), mientras que pulverizar es la acción más concreta de “Reducir a polvo una cosa” (íbid.: 1082).

70
movimiento circular continuo- de Leroi-Gourhan (1973; también Lavallée et al. 1985), y a sus
similares en inglés grinding slab (p.e. Cane 1989; Wright 1992, 1994; Bermann y Estévez Castillo
1995) y sed-grinding slab (Cane 1989) -aludiendo a los molinos de movimiento de presión deslizante
o con desplazamiento alternativo rectilíneo-, quern (p.e. Williams-Thorpe y Thorpe 1993; Wright
1994) -aludiendo a los molinos de movimiento de presión deslizante o con desplazamiento por
traslación circular-, metate (por ejemplo, Flannery 1986; Hayden 1987; Nelson y Lippmeier 1993;
Adams 1996b; Diehl 1996; Hard et al. 1996), millstone (Smith 1989) y mill (Williams-Thorpe y
Thorpe 1993). En ocasiones también se ha utilizado el término mortar para designar a los molinos
(Peterson 1968; Galle 2002).
Los molinos presentan similitudes técnico-morfológicas con yunques, recipientes como fuentes y
platos, “piedras tortilleras”, abradidores de piso, bases para la confección de vasijas cerámicas, y
piedras arquitecturales como umbrales.

Descripción de variables necesarias y optativas (estas últimas marcadas “*”):

17.Portabilidad (*): no constituye una característica necesaria ya que pueden ser “1.Inmuebles o
fijos” o “2.Muebles o móviles.
32.Forma de la pieza (*), apartado Forma general del objeto: esta variable puede tomar diferentes
valores para los molinos pero existe una tendencia hacia las de tipo “1.Discoidal u oblada” ó
“4.Cilíndrica o prolada”.
34.Posición relativa de las caras activas (*): cuando hay dos o más caras activas correspondientes a
este grupo en la pieza, estas son de tipo “1.Caras opuestas”.
40.Posición de la cara (*): Generalmente, puede adoptar los valores “1.Paralela” o “3.Oblicua”. Lo
mismo es válido para las caras de soporte.
41.Forma de la cara, en su apartado, Contorno de la cara activa (*): puede adoptar diferentes
valores.
47.Disposición de la oquedad (*): generalmente en los molinos adopta los valores “2.Horizontal” o
“3.Oblicua”.
49.Curvatura de la oquedad (*): generalmente “5.Cóncava muy atenuada”, “6.Cóncava atenuada” o
“9.Plana”
54.Razón ancho máximo de oquedad/ancho mínimo de oquedad: se aleja de 1
55.Razón ancho máximo de oquedad/máxima profundidad de oquedad: entre 1 y >1
56.Razón profundidad máxima de oquedad/ancho máximo de oquedad: entre 1 y <1
68.Técnicas de manufactura (*): puede adoptar diferentes valores, incluyendo el valor “10.Sin
manufactura”.
69.Rastros de uso: “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en la oquedad con
situación “c.Cubriente”; “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en rebajados de
oquedad con situación ”c.Cubriente”; “3.Estrías” de tipo “a.Rectas paralelas”, “b.Rectas oblicuas”,

71
“e.Curvas circulares” o “f.Curvas semicirculares” en oquedades, con situación “a.Central”
o”c.Cubriente”; “4.Residuos macroscópicos” y “5.Residuos microscópicos” en oquedad y cara activa
con situación “a.Central”, “b.Perimetral” o”c.Cubriente”.
71.Modo de acción: cualquier clase, esencialmente las variantes del tipo “1.Movimiento de presión”
pero sin descartar el tipo “2.Movimiento de percusión”
72.Posición durante el uso: “1.Pasivo o inferior”

3.Base o solera de maray (base de maray)

Las bases o soleras5 de maray son piedras de moler pasivas e inferiores que actúan como recipientes
para la trituración y/o molienda, sobre las que se acciona una piedra superior generalmente de mayor
tamaño (maray) mediante presión vertical, en vaivén, por rotación y/o semirotativa.
Las bases pueden presentarse como bloques de piedra laminares o discoidales, o como porciones
acotadas de afloramientos areales superficiales o subsuperficiales y presentan una cara activa plana
que deviene cóncava por efecto del uso prolongado. Son inmuebles o fijas.

Descripción de variables necesarias y optativas (estas últimas marcadas “*”):

17.Portabilidad: para las bases de maray esta variable debe tener el valor “1.Inmuebles o fijos”.
32.Forma de la pieza (*), apartado Forma general del objeto: esta variable puede tomar diferentes
valores para las bases de maray pero existe una tendencia hacia las de tipo “1.Discoidal u oblada”.
34.Posición relativa de las caras activas (*): cuando hay dos caras activas correspondientes a este
grupo, estas son de tipo “1.Caras opuestas”.
40.Posición de la cara (*): Generalmente, puede adoptar los valores “1.Paralela” o “3.Oblicua”. Lo
mismo es válido para las caras de soporte.
41.Forma de la cara, en su apartado Contorno de la cara activa (*), es frecuente que sea “1.circular o
esferoidal”, “4.elíptica” o “6.oval”.
47.Disposición de la oquedad (*): generalmente en las bases de maray adopta los valores
“2.Horizontal” o “3.Oblicua”.
49.Curvatura de la oquedad (*): generalmente “5.Cóncava muy atenuada”, “6.Cóncava atenuada” o
“9.Plana”
68.Técnicas de manufactura y mantenimiento (*): pueden presentarse en diferentes combinaciones
pero, generalmente, al menos alguna técnica de manufactura está presente.
69.Rastros de uso: “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en la oquedad con
situación “c.Cubriente”; “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en rebajados de

5
Según el Diccionario de la Real Academia Española (1970), una base se define como el “Fundamento o apoyo
principal en que estriba o descansa alguna cosa” (íbid.: 170), mientras que una solera es la “Muela del molino
que está fija debajo de la volandera” (ibid: 1214-1215). Por extensión puede aplicarse esta designación al
artefacto inferior complementario del maray.

72
oquedad con situación ”c.Cubriente”; “3.Estrías” de tipo “a.Rectas paralelas”, “b.Rectas oblicuas”,
“e.Curvas circulares” o “f.Curvas semicirculares” en oquedades con situación “a.Central”
o”c.Cubriente”; “4.Residuos macroscópicos” y “5.Residuos microscópicos” en oquedad y cara activa
con situación “a.Central”, “b.Perimetral” o”c.Cubriente”.
71.Modo de acción: únicamente puede ser “1b.Movimiento de presión vertical o puntual en vaivén”,
“1c.Movimiento de presión vertical o puntual por rotación” o “1d.Movimiento de presión vertical o
puntual semirotativa o alternativa semirotativa”.
72.Posición durante el uso: “1.Pasivo o inferior”

4.Artefacto de molienda pasivo o inferior no diferenciado (pasivo no diferenciado)

Las variables diagnósticas consideradas para la definición de grupos tipológicos presentan valores
combinados de los grupos 1, 2 y/o 3 a la vez, o carecen de alguno de sus atributos diagnósticos. Sin
embargo, la variable 72. presenta el valor “1.Pasivo o inferior”.
Descripción de variables necesarias y optativas (estas últimas marcadas “*”):

34.Posición relativa de las caras activas (*): cuando hay dos o más caras activas correspondientes al
mismo grupo en la pieza, estas son de tipo “1.Caras opuestas”
49.Curvatura de la oquedad: puede adoptar los valores 5, 6, 7, 8 ó 9.
69.Rastros de uso: “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en la oquedad con
situación “c.Cubriente”; “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en rebajados de
oquedad con situación ”c.Cubriente”; “3.Estrías”; “4.Residuos macroscópicos” y “5.Residuos
microscópicos” en oquedad y cara activa con situación “a.Central”, “b.Perimetral” o”c.Cubriente”.
72.Posición durante el uso: “1.Pasivo o inferior”

5.Mano de mortero (mano de mortero)

La mano6 de mortero es un artefacto activo y superior mueble o móvil, manuable, complementario y


de longitud mayor que la profundidad de la oquedad del mortero, que se utiliza sobre éste o en forma
individual para machacar, triturar, descascarar y, en ocasiones moler o pulverizar, o bien trabajar
combinando estos gestos como descascarar-triturar, triturar-pulverizar, etc., implementando los modos
de acción de percusión y presión vertical hacia abajo, en vaivén, por rotación y/o semirotativa. Aunque
los movimientos de percusión son dominantes en los instrumentos de mayor tamaño, las presiones son
las más indicadas para desarrollar tareas en artefactos de pequeño volumen.
Aunque las manos de mortero presentan variaciones morfológicas, acordes con el diseño del mortero,
se caracterizan por tender a presentar superficies activas de forma convexa y relativamente restringidas

6
Según el Diccionario de la Real Academia Española (1970), una mano se define como un “Majadero o
instrumento de madera, hierro u otra materia, que sirve para moler o desmenuzar una cosa”, o un “Rodillo de
piedra que sirve para quebrantar y hacer masa el cacao, el maíz, etc.” (ibid.: 838).

73
en relación con el tamaño total de la pieza; a veces, estas pueden presentarse en punta o en bisel (Nardi
y Chertudi 1969-70). Estas suelen ubicarse en los extremos del eje mayor del artefacto.
Estos utensilios pueden o no presentar algún grado de manufactura por lascado, picado, alisado o
pulido.
El término mano de mortero tiene sus equivalentes en francés y en portugués en main de pilon y mäo
de piläo, y main de mortier y mäo de almofariz, siendo los dos primeros de mayor tamaño que los
segundos (Laming-Emperaire 1967). Corresponde, también, a los battoirs -manos de mortero
elongadas- y marteaux à broyer -martillos para moler formalmente equivalentes a martillos- de Leroi-
Gourhan (1973); a los broyeurs (Lavallée et al. 1985), y a su similar en inglés pestle (por ejemplo,
Mac Neish et al. 1967; Peterson 1968; Flannery 1986; Hayden 1987; Smith 1989; Wright 1992, 1994;
Adams 1996b; Jones 1996; Galle 2002).
Las manos de mortero presentan similitudes técnico-morfológicas con martillos, percutores o
machacadores.

Descripción de variables necesarias y optativas (estas últimas marcadas “*”):

17.Portabilidad: como en todos los artefactos activos, para las manos de mortero esta variable debe
tener el valor “2. Muebles o móviles”.
32.Forma de la pieza (*), apartado Forma general del objeto: esta variable puede tomar diferentes
valores para las manos de mortero pero existe una tendencia hacia las de tipo “2.Equiaxial, ecuante o
esférica” ó “4.Cilíndrica o prolada.
34.Posición relativa de las caras activas (*): cuando hay dos caras activas correspondientes a este
grupo, estas son “1.Caras opuestas”.
40.Posición de la cara: la cara activa debe adoptar las opciones “2.Perpendicular” o “3.Oblicua”
41.Forma de la cara, en su apartado Curvatura longitudinal y transversal de la cara activa pueden
ser solamente “1.Convexa muy atenuada”, “2.Convexa atenuada”, “3.Convexa media”, “4.Convexa
semi-circular”, “9.Plana”, “10.En punta” u “11.En bisel”. En su apartado Contorno (*) de la cara
activa es poco común que sean “4.Oval”, “5.Semioval”, “9.Lobulada”, “10.Lanceolada”,
“11.Biconvexa o en mandorla”, “12.Planoconvexa”, “13.Cóncavo-convexa”, “14.Helicoidal”,
“15.Amigdaloide”, “21.Paralelogramo” y “22.Rectangular”
42.Largo dela cara, en su apartado, Razón l/A: <<1.
68.Técnicas de manufactura (*): puede adoptar diferentes valores, incluyendo el valor “10.Sin
manufactura”.
69.Rastros de uso: “1.Esquirlamiento” en el borde y centro de la cara activa con situación “a.Central”
o “b.Perimetral”; también en las caras laterales en donde el negativo del bulbo de percusión se sitúa
hacia el centro de la zona activa indicando la dirección de uso (Wright 1992). Además, “2.Redondeo,
alisado o pulido de superficies y bordes” en superficies activas con situación “a.Central” o
“c.Cubriente” y en zonas de prensión con situación “c.Cubriente”; “3.Estrías” de tipo “d.Rectas

74
aditivas o en patrón estrellado” o “g.Sin orientación definida” en superficies activas con situación
“a.Central”, “b.Perimetral” o”c.Cubriente”; de tipo “a.Rectas paralelas”, “b.Rectas oblicuas”,
“e.Curvas circulares” o “f.Curvas semicirculares” en zonas neutras indicando la dirección del
movimiento. También, “4.Residuos macroscópicos” y “5.Residuos microscópicos” en superficies
activas y zonas de prensión con situación “a.Central”, “b.Perimetral” o”c.Cubriente”.
71.Modo de acción: puede ser “1a.Movimiento de presión vertical o puntual hacia abajo”,
“1b.Movimiento de presión vertical o puntual en vaivén”, “1c.Movimiento de presión vertical o
puntual por rotación”, “1d.Movimiento de presión vertical o puntual semirotativa o alternativa
semirotativa” y/o “2.Movimiento de percusión” (este último, generalmente, pero no de manera
exclusiva).
72.Posición durante el uso: “2.activo o superior”

6.Mano de molino o de moledera (mano de molino)

La mano de molino es un artefacto activo y superior mueble o móvil, manuable, complementario del
molino de mano, de mayor o menor longitud que el ancho de éste, que se utiliza para moler, pulverizar
y/o triturar, principalmente mediante movimientos de presión vertical (hacia abajo, en vaivén, por
rotación y semirotativa) y/o presión deslizante por traslación circular y alternativa (curvilínea y
rectilínea). Es posible que en algunos casos se utilicen también, aunque en menor medida, para
efectuar acciones de percusión mínimas.
Aunque presentan variaciones morfológicas acordes con el diseño del molino, tienden a caracterizarse
por la forma convexa o plana de la superficie activa y por su amplia extensión con relación al tamaño
total de la pieza. Las superficies activas suelen ubicarse en las caras longitudinales o de mayor
extensión del artefacto, el cual puede o no presentar algún grado de manufactura por lascado, picado,
alisado o pulido.
El término mano de molino tiene sus equivalentes en francés y en portugués en main de meule y mäo
de mó (Laming-Emperaire 1967; también Lavallée et al. 1985), y corresponde, también, a las molettes
de Leroi-Gourhan (1973). En inglés tiene su similar en la categoría mano (por ejemplo, Flannery
1986; Hayden 1987; Nelson y Lippmeier 1993; Wright 1994; Adams 1996b; Diehl 1996; Hard et al.
1996), aunque Mac Neish et al. (1967) distinguen manos -usadas con un movimiento rectilíneo de
atrás hacia adelante- y mullers -usadas con movimientos rotativos-. Frecuentemente, son designadas
con la categoría más inclusiva handstones (por ejemplo, Cane 1989; Smith 1989; Wright 1992, 1994).
Williams-Thorpe y Thorpe (1993) las denominan rubbing stones.
Las manos de molino presentan similitudes técnico-morfológicas con abradidores, pulidores, piedras
para colocar emplastos, piedras de cocción o “sobadores”.

Descripción de variables necesarias y optativas (estas últimas marcadas “*”):

75
17.Portabilidad: como en todos los artefactos activos, para las manos de molino esta variable debe
tener el valor “2. Muebles o móviles”.
32.Forma de la pieza (*), apartado Forma general del objeto: esta variable puede tomar diferentes
valores para las manos de molino pero existe una tendencia hacia las de tipo “1.Discoidal u oblada” ó
“3.Triaxial, laminar o elipsoidal”.
34.Posición relativa de las caras activas (*): cualquier opción
40.Posición de la cara: la cara activa debe adoptar las opciones “1.Paralela” o “3.Oblicua”
41.Forma de la cara, en su apartado Curvatura longitudinal y transversal de la cara activa pueden
ser solamente “1.Convexa muy atenuada”, “2.Convexa atenuada”, “3.Convexa media”, “4.Convexa
semi-circular” o “9.Plana”. En su apartado Contorno (*) de la cara activa es poco común que sean
“1.Circular o esferoidal”, “2.Circular incompleta o esferoidal incompleta”, “9.Lobulada” y
“23.Cuadrangular”.
42.Largo de la cara, en su apartado, Razón l/A: tiende a ser ≥1, pero puede ser también <1.
68.Técnicas de manufactura (*): puede adoptar diferentes valores, incluyendo el valor “10.Sin
manufactura”.
69.Rastros de uso: “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en superficies activas y
neutras con situación “a.Central” o “c.Cubriente” y en zonas de prensión con situación “c.Cubriente”;
“3.Estrías” de tipo “a.Rectas paralelas”, “b.Rectas oblicuas”, “e.Curvas circulares” o “f.Curvas
semicirculares” en superficies activas con situación “a.Central” o”c.Cubriente”; “4.Residuos
macroscópicos” y “5.Residuos microscópicos” en superficies activas y zonas de prensión con
situación “a.Central”, “b.Perimetral” o”c.Cubriente”.
71.Modo de acción: cualquier clase, esencialmente las variantes del tipo “1.Movimiento de presión”
pero sin descartar el tipo “2.Movimiento de percusión”
72.Posición durante el uso: “2.Activo o superior”

7.Maray (maray)

Los marayes son piedras de moler activas y superiores muebles o móviles que operan sobre las bases o
soleras, para la trituración y/o molienda, operando por medio de presión vertical en vaivén, por
rotación y/o semirotativa.
Se caracterizan por estar confeccionados sobre bloques voluminosos y pesados, generalmente de
mayor tamaño que sus artefactos pasivos complementarios, salvo cuando estos últimos están
reemplazados por el suelo o substrato rocoso. Son geometrizados y dotados de una base convexa o
plana. Presentan orificios o surcos en las caras laterales para facilitar la inserción y amarre de los
mangos para su asimiento.

Descripción de variables necesarias y optativas (estas últimas marcadas “*”):

76
17.Portabilidad: como en todos los artefactos activos, para los marayes esta variable debe tener el
valor “2.Muebles o móviles”.
32.Forma de la pieza (*), apartado Forma general del objeto: esta variable puede tomar diferentes
valores para los marayes pero existe una tendencia hacia las de tipo “1.Discoidal u oblada” ó “3.
Triaxial, laminar o elipsoidal”.
34.Posición relativa de las caras activas (*): esta variable es “4.No aplicable” para este grupo dado
que se trata de artefactos simples.
40.Posición de la cara: la cara activa debe adoptar las opciones “1.Paralela” o “3.Oblicua”.
41.Forma de la cara, en su apartado Curvatura longitudinal y transversal de la cara activa pueden
ser solamente “1.Convexa muy atenuada”, “2.Convexa atenuada”, “3.Convexa media”, “4.Convexa
semi-circular” o “9.Plana”. En su apartado Contorno (*) de la cara activa es frecuente que sean
“4.Oval”, “5.Semioval”, “22.Rectangular” y “23.Cuadrangular”
42.Largo de la cara, en su apartado, Razón l/A: ≥1
68.Técnicas de manufactura y mantenimiento: pueden presentarse en diferentes combinaciones
pero al menos alguna técnica de manufactura está siempre presente.
69.Rastros de uso: “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en superficies activas con
situación “a.Central” o “c.Cubriente” y en zonas de prensión con situación “c.Cubriente”; “3.Estrías”
de tipo “a.Rectas paralelas”, “b.Rectas oblicuas”, “e.Curvas circulares” o “f.Curvas semicirculares” en
superficies activas con situación “a.Central” o”c.Cubriente”. También “4.Residuos macroscópicos” y
“5.Residuos microscópicos” en superficies activas y zonas de prensión con situación “a.Central”,
“b.Perimetral” o”c.Cubriente”.
71.Modo de acción: únicamente puede ser “1b.Movimiento de presión vertical o puntual en vaivén”,
“1c.Movimiento de presión vertical o puntual por rotación” y/o “1d.Movimiento de presión vertical o
puntual semirotativa o alternativa semirotativa”.
72.Posición durante el uso: “2.Activo o superior”

8.Artefacto de molienda activo o superior no diferenciado (activo no diferenciado)

Las variables diagnósticas consideradas para la definición de grupos tipológicos presentan valores
combinados de los grupos 5, 6 y/o 7 a la vez, o carecen de alguno de sus atributos diagnósticos. Sin
embargo, la variable 72. presenta el valor “2.Activo o superior”.

Descripción de variables necesarias y optativas (estas últimas marcadas “*”):

17.Portabilidad: como en todos los artefactos activos, esta variable debe tener el valor “2.Muebles o
móviles”.

77
41.Forma de la cara, en su apartado Curvatura longitudinal y transversal de la cara activa pueden
ser solamente “1.Convexa muy atenuada”, “2.Convexa atenuada”, “3.Convexa media”, “4.Convexa
semi-circular”, “9.Plana”, “10.En punta” u “11.En bisel”.
69.Rastros de uso: “2.Redondeo, alisado o pulido de superficies y bordes” en superficies activas con
situación “a.Central” o “c.Cubriente” y en zonas de prensión con situación “c.Cubriente”; “3.Estrías”;
“4.Residuos macroscópicos” y “5.Residuos microscópicos” en superficies activas y zonas de prensión
con situación “a.Central”, “b.Perimetral” o”c.Cubriente”.
72.Posición durante el uso: “2.Activo o superior”

9.Otros

En los casos de artefactos compuestos o reciclados, designar así a las zonas activas que pertenecen a
grupos tipológicos diferentes de los que corresponden a artefactos de molienda.

Para los artefactos de molienda incompletos, indicar el grupo tipológico al que correspondería la pieza
o zona activa analizada, de estar el artefacto completamente formatizado, incluyendo la aclaración
previa: “preforma de”.
Tener en cuenta que la categoría morfológico-funcional no se puede establecer en el caso de:
ƒ artefactos de molienda de posición indeterminada
ƒ artefactos indefinidos, ya sean estos pasivos o inferiores, activos o superiores, de posición
indeterminada, o bien, sus preformas correspondientes, en cuyo caso se coloca un guión (-).

74.Categoría artefactual morfológico-funcional: b) subgrupo tipológico (subgrupo tipológico)


(variable morfológico-funcional)
Indicar el subgrupo tipológico correspondiente sobre la base de las siguientes variables:

ƒ 41.Forma de la cara activa, en sus apartados Contorno de la cara, Sección transversal y


Curvatura (para artefactos activos)
ƒ 47.Disposición de la oquedad (para artefactos pasivos)
ƒ 48.Secciones de la oquedad (para artefactos pasivos)
ƒ 51.Razón ancho máximo de oquedad/ancho mínimo de oquedad (para artefactos pasivos)
ƒ 71.Modo de acción, en términos de la combinación de movimientos representados en la zona
analizada
ƒ 75.Modalidad de manufactura, en primera instancia, si se trata de artefactos formatizados o
no manufacturados con rastros complementarios; en segunda instancia, en referencia a las
variantes que puedan presentarse dentro del primer conjunto mencionado.

78
I.3.3. Primera sección: Descripción sumaria de la pieza.
Segundo campo: Descripción sumaria complementaria y Clasificación del artefacto

75.Modalidad de manufactura (manufactura) Æ4, 5, 7 (variable técnico-morfológica)


Se refiere al grado de manufactura que presenta el artefacto.
Indicar:

1.No manufacturado (-)


Todos los artefactos incluidos en esta categoría constituyen Artefactos de molienda, o bien, Artefactos
indefinidos no manufacturados con rastros complementarios.

2.Unimodal (uni)
Es el caso de aquellos que presentan manufactura de alguna de las partes del implemento, a partir de la
utilización de una sola técnica.

3.Polimodal (poli)
Es el caso de los artefactos que tienen una importante inversión de trabajo en su confección,
evidenciada en la implementación de dos o más técnicas de manufactura y/o en la confección de
rasgos morfológicos complementarios (en la variable “38.Número de rasgos morfológicos
complementarios” presentan un valor distinto de “0” para alguno de los tipos propuestos).
Esto puede estar relacionado con la necesidad de ampliar la vida útil y la eficiencia de los artefactos
(Nelson y Lippmeier 1993).

4.Indeterminado (I)

76.Preformas (preforma) Æ4, 5, 7 (variable técnico-morfológica)


Indicar si la pieza es un artefacto de molienda inconcluso:

1.Si (si)
Cuando la pieza presenta algún tipo de manufactura pero no posee una forma regularizada o bien
definida, fundamentalmente en sus caras activas y oquedades. Además, cuando no presenta rastros de
uso compatibles con la función de las caras activas con función de molienda, ya que puede tratarse de
una preforma de artefacto de molienda reutilizada con otra función.

2.No (no)
3.Indeterminado (I)

79
77.Número de grupos tipológicos distintos presentes en la misma pieza (Nº grupos tip.) Æ4, 5, 7
(variable morfológico-funcional)
A partir del registro segmentario de la pieza, indicar la cantidad de grupos tipológicos diferentes que
confluyen en el mismo artefacto analizado, ya sea que aquellos estén vinculados o no con las
funciones de molienda.

78.Tipo de artefacto según el número y función de las zonas activas (Nºyfcaras) Æ4, 5, 7 (variable
morfológico-funcional)
Indicar (según Laming-Emperaire 1967; Aschero 1975: 77):

1.Artefacto simple (simple)


En artefactos superiores con “33.Número de caras” respecto de las caras activas =1. En artefactos
inferiores con “35.Número de oquedades” =1.

2.Artefacto doble (doble)


En artefactos superiores con “33.Número de caras” respecto de las caras activas =2, y “77.Número de
grupos tipológicos distintos presentes en la misma pieza” =1. En artefactos inferiores con “35.Número
de oquedades” =2, y “77.Número de grupos tipológicos distintos presentes en la misma pieza” =1.

3.Artefacto múltiple (múltiple)


En artefactos superiores con “33.Número de caras” respecto de las caras activas ≥3, y “77.Número de
grupos tipológicos distintos presentes en la misma pieza” =1. En artefactos inferiores con “35.Número
de oquedades” ≥3, y “77.Número de grupos tipológicos distintos presentes en la misma pieza” =1.

4.Artefacto compuesto (compuesto)


En artefactos superiores con “33.Número de caras” respecto de las caras activas ≥2, y “77.Número de
grupos tipológicos distintos presentes en la misma pieza” ≥2. En artefactos inferiores con “35.Número
de oquedades” ≥2, y “77.Número de grupos tipológicos distintos presentes en la misma pieza” ≥2. En
la variable “65.Orden de uso de la zona analizada para la función indicada” no se debe incluir la
notación “r”.

5.Indeterminado (I)

79.Uso general de la pieza completa (uso general) (variable morfológico-funcional)


Refiere al destino de la pieza completa durante el uso y el descarte.
Indicar (sobre la base de Adams 1996b: 49):

80
1.No utilizada (n/ut.)
La variable “70.Condición” de todas las caras activas y oquedades es de “1.No utilizada”.

2.Usada sin mantenimiento ni reciclaje (us.s/m-r)


La variable “70.Condición” de todas las caras activas y oquedades es “2.Desgastada, no mantenida”; la
variable “65.Orden de uso de la zona analizada para la función indicada” no debe registrar las
notaciones “r” o “m”.

3.Mantenida (mant.)
Una pieza es mantenida cuando la variable “70.Condición” de alguna de las caras activas u oquedades
es “3.Desgastada y mantenida”, o bien, cuando en la variable “65.Orden de uso de la zona analizada
para la función indicada” se registra la notación “m” pero no “r”.

4.Usada sin mantenimiento con reciclaje (us.c/m-r)


La variable “70.Condición” de todas las caras activas y oquedades es “2.Desgastada, no mantenida”; la
variable “65.Orden de uso de la zona analizada para la función indicada” no debe registrar la notación
“m”, pero sí la notación “r”.

5.Reciclada (rec.)
Tiene lugar en piezas que presentan cualquier valor en la variable “70.Condición”, siempre que se
haya utilizado la notación “r” en la variable “65.Orden de uso de la zona analizada para la función
indicada”.

6.Destruida o Inutilizada (inut.)


Este atributo es válido para todas las piezas que presentan algún tipo de fractura que comprometa el
normal uso de las mismas. La variable “10.Estado de conservación de la pieza” debe registrar el valor
“2.Fracturada”.

7.Con usos alternativos (c/us.al.)


Este atributo es válido, independientemente de que los usos alternativos hayan tenido lugar antes
(reutilización sensu Schiffer 1987) o después (reclamación sensu Schiffer 1987) del descarte de la
pieza. Es, por ejemplo, el caso de piedras de moler que, sin variar su forma, son utilizadas como
piedras de muro, piedras de fogón, yunques, etc. Entre los usos distintos no intermedia manufactura
alguna. Remite a casos en donde la presencia de rastros o residuos de uso, o bien, los contextos de
hallazgo de las piezas se relacionan con funciones diferentes a las de molienda o aparecen
superpuestos a éstas últimas, sin anularse.
Pueden presentar cualquier valor en la variable “70.Condición” y no registran la notación “r” en la
variable “65.Orden de uso de la zona analizada para la función indicada”.

81
8.Indeterminado (I)

Indicar, además, para las opciones 2, 3, 4, 5 y 6:

a.Agotada (AGO)
Cuando en la variable “70.Condición” se registraron los valores 2d o 3d, “Agotada o sin remanente de
vida útil”.

b.Con remanente de vida útil (C/VU)


Cuando en la variable “70.Condición” se registraron los valores “2a.levemente con remanente de vida
útil”, “2b.moderadamente con remanente de vida útil”, “2c.fuertemente con remanente de vida útil”,
“3a.levemente con remanente de vida útil”,”3b.moderadamente con remanente de vida útil”, ó
“3c.fuertemente con remanente de vida útil”.

80.Designación morfológico-funcional del artefacto (categoría morfológico-funcional) Æ7


(variable morfológico-funcional)
Clasificar a la pieza completa en términos de los grupos tipológicos presentes.
Cuando la variable “75.Modalidad de manufactura” presenta el valor “1.No manufacturada”, añadir al
final de la designación morfológico-funcional “no manufacturado con rastros complementarios”.

Para los artefactos simples no reciclados, designar con:


Æ el nombre registrado en “73.Categoría artefactual morfológico-funcional: a) grupo tipológico” +
“simple”.
Cuando la variable 73. tome el valor “-”, designar al artefacto por el valor de la variable “72.Posición
durante el uso” reemplazando al grupo tipológico.

Los artefactos dobles o múltiples se designan con:


Æ el nombre registrado en “73.Categoría artefactual morfológico-funcional: a) grupo tipológico” + el
valor de la variable “78.Tipo de artefacto según el número y función de las zonas activas”.
Cuando la variable 73. tome el valor “-”, designar al artefacto por el valor de la variable “72.Papel y
posición durante el uso” reemplazando al grupo tipológico.

Los artefactos compuestos -aquellos con “78.Tipo de artefacto según el número y función de las zonas
activas” igual a “4.Artefacto compuesto”- se designan como:

. Cuando el artefacto es compuesto, todas sus caras activas tienen el mismo valor en la variable
“72.Posición durante el uso”, ya sea este 1 ó 2, pero no 3 ó 4, y ninguna zona activa tiene en la
variable 73., el valor “9.Otros” ó “-”, el artefacto se designa como:

82
Æ “Artefacto de molienda” + el valor de la variable 72. + “compuesto” + la indicación del nombre de
todos los grupos tipológicos registrados en “73.Categoría artefactual morfológico-funcional: a) grupo
tipológico” entre paréntesis.

. Cuando el artefacto es compuesto, todas sus caras activas tienen el mismo valor en la variable
“72.Posición durante el uso” ya sea este, “1.Pasivo o inferior” o “2.Activo o superior”, pero no
“3.Artefacto de posición indeterminada” ó “4.Indeterminado”, y, al menos una de las zonas activas se
califican como “9.Otros” o “-” en la variable “73.categoría artefactual morfológico-funcional: a) grupo
tipológico”, el artefacto se designa como:
Æ “Artefacto” + el valor de la variable 72. + “compuesto” + la indicación del nombre de todos los
grupos tipológicos registrados en “73.Categoría artefactual morfológico-funcional: a) grupo
tipológico” entre paréntesis. Agregar todos los grupos tipológicos representados aunque no
correspondan a artefactos de molienda (por ejemplo, percutor, abradidor, etc.), si fuera posible su
identificación.
Cuando la variable 73. tome el valor “-”, designar al artefacto por el valor de la variable “72.Posición
durante el uso” reemplazando al grupo tipológico.

. Cuando el artefacto es compuesto, sus caras activas tienen diferente valor en la variable “72.Posición
durante el uso” y ninguna zona activa tiene el valor “9.Otros” ó “-” en la variable 73., el artefacto se
designa como:
Æ “Artefacto de molienda” + “compuesto” + la indicación del nombre de todos los grupos tipológicos
registrados en “73.Categoría artefactual morfológico-funcional: a) grupo tipológico” entre paréntesis.

. Cuando el artefacto es compuesto, sus caras activas tienen diferente valor en la variable “72.Posición
durante el uso” y, al menos, una de las zonas activas se califica como “9.Otros” ó “-” en la variable
73., el artefacto se designa como:
Æ “Artefacto compuesto” + la indicación del nombre de todos los grupos tipológicos registrados en
“73.Categoría artefactual morfológico-funcional: a) grupo tipológico” entre paréntesis. Agregar todos
los grupos tipológicos representados aunque no correspondan a artefactos de molienda (por ejemplo,
percutor, abradidor, etc.), si fuera posible su identificación.
Cuando la variable 73. tome el valor “-”, designar al artefacto por el valor de la variable “72.Posición
durante el uso” reemplazando al grupo tipológico.
Los artefactos reciclados se clasifican a partir de sus funciones sucesivas, sobre la base de lo registrado
en la descripción segmentaria a partir de la variable “65.Orden de uso de la zona analizada para la
función indicada” y la asignación de “73.Categoría artefactual morfológico-funcional: a) grupo
tipológico” para las zonas activas. Por lo tanto, deben seguirse los mismos criterios utilizados para la
designación de artefactos no reciclados y, además, deben tenerse en cuenta todas las funciones
secuenciales de las caras activas con la indicación del reciclaje (“reciclado en”). Por ejemplo, mano de

83
molino reciclada en mano de mortero; mano de molino reciclada en abradidor; mano de mortero
reciclada en percutor; molino de mano reciclado en piedra de fogón; etc.
Cuando la variable 73. tome el valor “-”, designar al artefacto por el valor de la variable “72.Posición
durante el uso” reemplazando al grupo tipológico.

Las preformas de artefactos -con “76. Preformas” igual a “1.Si”- se designan como:
Æ “Preforma de” + el nombre registrado en “73.Categoría artefactual morfológico-funcional: grupo
tipológico”.
Cuando la variable 73. tome el valor “-“, designar al artefacto por el valor de la variable “72.Posición
durante el uso” reemplazando al grupo tipológico.

81.Categoría artefactual técnico-morfológica (categoría técnico-morfológica) (variable técnico-


morfológica)
La categorización técnico-morfológica se realiza teniendo en cuenta atributos que permiten definir a
los artefactos desde esos dos aspectos en el siguiente orden:

. Para preformas (variable “76.Preformas” con valor “1.Si”):


Æ “Preforma de artefacto...” + el valor de la variable “32.Forma de la pieza”, apartado “Forma general
del objeto” + el valor de la variable “78.Tipo de artefacto según el número y función de las zonas
activas” +“con manufactura” y el valor de la variable “75.Modalidad de manufactura” + “por” + el
valor de la variable “68.Técnicas de manufactura”.

. Para artefactos manufacturados que no son preformas (variable “76.Preformas” con valor distinto de
“1.Si” y variable “75.Modalidad de manufactura” con valor “2.Unimodal” o “3.Polimodal”):
Æ “Artefacto” + el valor de la variable “32.Forma de la pieza”, apartado “Forma general del objeto” +
el valor de la variable “78.Tipo de artefacto según el número y función de las zonas activas” + “con
manufactura” + el valor de la variable “75.Modalidad de manufactura” + “por” + el valor de la
variable “68.Técnicas de manufactura” + “con rastros complementarios” (sólo cuando la variable
“69.Rastros de uso” adopta un valor de 1. a 5.) + la indicación de todos los tipos de rastros de uso
presentes, de acuerdo con la variable 69., registrados entre paréntesis.
Por ejemplo: artefacto discoidal simple con manufactura unimodal por picado con rastros
complementarios.

. Para artefactos no manufacturados pero usados (variable “76.Preformas” con valor distinto de “1.Si”,
variable “75.Modalidad de manufactura” con valor “1.No manufacturado”, y variable “69.Rastros de
uso” con valor distinto de “6.Sin rastros de uso”):
Æ “Artefacto no manufacturado con rastros complementarios” + la indicación de todos los tipos de
rastros de uso presentes, de acuerdo con la variable 69., registrados entre paréntesis + el valor de la

84
variable “32.Forma de la pieza”, apartado “Forma general del objeto” + el valor de la variable
“78.Tipo de artefacto según el número y función de las zonas activas”.

Al final de las designaciones indicar entre paréntesis “fragmento/s”, si la variable “10.Estado de


conservación de la pieza”, presenta los valores 2.b., 2.c., 2.d., 2.e., 2.f. o 2.g.

Para las piezas recicladas continuar la designación con “reciclada en” y notar las características del
nuevo útil según lo indicado antes. Por ejemplo: “Artefacto simple sin manufactura reciclado en
artefacto simple con manufactura unimodal por lascado”.

82.Serie técnica (serie técnica) (variable técnico-morfológica)


Indicar la secuencia particular de técnicas empleadas en la manufactura de cada pieza, teniendo en
cuenta lo indicado para la variable “68.Técnicas de manufactura”, en su apartado “Secuencia de
formatización” de cada parte analizada.
No incluir la referencia a partes segmentadas específicas.
Por ejemplo: “lascado + picado grueso + picado fino”; “lascado central + picado medio y grueso
cubriente + alisado perimetral completo + repicado medio y grueso central”.

83.Caracterización descriptiva general del artefacto (descripción general) (variable mixta)


Consiste en una caracterización ordenada de los artefactos con fines museográficos incluyendo los
siguientes aspectos:

El valor de la variable “80.Designación morfológico-funcional del artefacto” + “con manufactura” + el


valor de la variable “75.Modalidad de manufactura” + “por” + el valor de la variable “68.Técnicas de
manufactura” + el valor de la variable “10.Estado de conservación de la pieza”.

Para las piezas recicladas continuar la designación con “reciclada en” y notar las características del
nuevo útil según lo indicado antes.

Por ejemplo: “mortero simple con manufactura polimodal por picado y alisado, entero”; “molino de
mano sin manufactura fracturado, reciclado en pico con manufactura unimodal por lascado, entero”.

84.Observaciones (variable mixta)

Observaciones a la Primera Sección


Recordar que a la Primera Sección de la ficha descriptiva pueden corresponder, aunque no
exclusivamente, observaciones sobre:

85
ƒ Múltiples numeraciones para una misma pieza.
ƒ Alteraciones naturales, en caso de que haya más de dos tipos.
ƒ Detalle de un tipo de alteración natural no especificado en la guía.
ƒ Tipo de tratamiento de campo o laboratorio realizado sobre la pieza.
ƒ Características de la matriz o estructura de planta de procedencia.
ƒ Identificación petrográfica de la pieza.
ƒ Composición mineral cualitativa de la materia prima, contenido de vidrio, presencia de
minerales alterados, de zonas de debilidad como huecos, fisuras y saprolitización;
presencia/ausencia de cemento.
ƒ Tabla de colores utilizada si no es la de rocas.
ƒ Presencia de inclusiones de roca o minerales.
ƒ Nivel de atrición de aristas y ángulos, presencia de superficies planas u oquedades naturales en
las fuentes.
ƒ Posibilidad de asimiento con una o con dos manos durante el uso, en el caso de artefactos
superiores.

Observaciones a la Segunda Sección

Recordar que a la Segunda Sección de la ficha descriptiva pueden corresponder, aunque no


exclusivamente, observaciones sobre:

ƒ Las distintas profundidades a las que se registran cambios en la forma de la oquedad. Esto
constituye una observación a la profundidad máxima de la oquedad.
ƒ Función de la pieza previa o posterior al reciclaje si no se relaciona con la molienda.
ƒ Tipo de rasgo morfológico complementario presente, en caso de ser distinto a los
especificados en la guía.
ƒ Naturaleza de los residuos orgánicos e inorgánicos presentes en la parte de la pieza analizada.
ƒ Si la oquedad ocupa total o parcialmente la cara activa que la contiene.

Observaciones generales

Se sugiere que, a medida que progresa el análisis de cada pieza, sean registradas las siguientes
observaciones generales:

ƒ Si la materia prima presenta o no características de abrasividad natural, y si puede calificarse


como durable.
ƒ Si el asimiento del artefacto, en caso de que se trate de uno activo, es levemente, moderada o
fuertemente confortable naturalmente o en virtud del proceso de manufactura.

86
ƒ Si, en el caso de los artefactos manufacturados, este proceso puede ser calificado en términos
de baja, moderada o alta inversión de trabajo. Esto último tiene que ver tanto con la
combinación de técnicas aplicadas, según lo registrado en la variable “75.Modalidad de
manufactura”, y con la superficie de la pieza afectada por dicho proceso de manufactura.
Calificar, además, en términos de geometrización y/o regularización de contornos o de la pieza
en general.
ƒ Si el desgaste debido al uso, en el caso de las piezas utilizadas, puede calificarse como bajo,
moderado o intenso. Esto se vincula tanto con la medida en que son observables los rastros de
uso afectando a la pieza, así como con la presencia o no de vida útil remanente, según lo
registrado en parte, en la variable “79.Uso general de la pieza”.
ƒ En el caso de las piezas mantenidas, si es evidente la presencia de “administración del
desgaste” (sensu Adams 1996b), y que tipo de rotación involucra ésta: vertical (de una cara
para otra nueva), horizontal de 90º ó 180º (variando la orientación de la misma cara que se
mantiene en uso). Esto es válido para los artefactos activos y, a veces también para los
pasivos. Estos últimos la administración del desgaste puede manifestarse como un punto de
inflexión en la oquedad.
ƒ En las piezas pasivas, si se trata de oquedades profundas o someras. Esta característica está
dada por el confinamiento (variable “48.Secciones de la oquedad”, apartado “Aperturas”), su
profundidad máxima (variable 51) y curvatura (variable 49). A partir de artefactos activos la
citada característica puede estimarse para el artefacto pasivo compatible, a partir de la
curvatura de la cara (variable 41, apartado “Curvatura longitudinal y transversal) y de la
extensión o no de los rastros de uso hacia las caras laterales de la pieza superior. En los
morteros, definir si las cavidades son profundas o someras sobre la base de la medida que
alcanza la profundidad.
ƒ Estimar la forma y secciones del artefacto compatible a partir de la pieza que se está
analizando.

87
ANEXO II
ESTÁNDARES DE COMPARACIÓN
DE CONJUNTOS DE GRANOS DE ALMIDÓN ANDINOS
Y EFECTOS DE PROCESOS TAFONÓMICOS DE ORIGEN ANTRÓPICO

II.1. Estándares de comparación de conjuntos de granos de almidón de especies andinas1

Los estándares de comparación de conjuntos de granos de almidón de especies andinas que se


presentan en este acápite corresponden dentro de cada taxón, principalmente, a las partes de la planta
que producen gránulos de reserva diagnósticos, ya que son estos los que favorecen la identificación de
género-especie y, a la vez, de la parte-fuente. Para algunas especies se describen datos
correspondientes a partes que producen almidón transitorio, ya sea por su utilidad o por su hallazgo
común en contextos arqueológicos. En todos los casos, se analizan tanto los granos de almidón
considerados diagnósticos o más típicos, así como los raros o no comunes, ya que poseen iguales
probabilidades de integrar las muestras arqueológicas.

Las descripciones correspondientes a los distintos taxones se presentan en tablas individuales


(ver infra). Los aspectos destacados de las mismas se reseñan de manera agrupada en: a) tubérculos, b)
pseudocereales, c) cereales, d) frutos y recipientes, e) especias, y f) frutos y estimulantes.

II.1.1. Tubérculos y raíces

La mayoría de las raíces y tubérculos sudamericanos pueden ser distinguidos entre sí y, a la


vez, de otras plantas sobre la base de los atributos de su almidón, tal como fue demostrado por Cortella
y Pochettino (1994, 1995), Piperno y Holst (1998), Piperno et al. (2000), Reichert (1913) y Ugent et.
al. (1981, 1982, 1984). Los granos de almidón se diferencian entre sí por varios atributos que deben
ser considerados en conjunto: su rango de tamaño, algunas formas características, posición del hilo,
visibilidad de la lamella y varios rasgos de la cruz de extinción. Las líneas radiales que nacen en el
hilo y se extienden hacia los bordes de los gránulos son comunes en Oxalis tuberosa y Ullucus
tuberosus. Hypseocharis pimpimllifolia presenta almidones compuestos típicos pero raros; también
son diagnósticos en esta especie los granos simples triangulares y subesféricos con un círculo central,
así como aquellos con fisuras contundentes y muy nítidas. Por otro lado, son identificatorios de
Ipomoea batatas, sus granos compuestos y las facetas de presión que se presentan en los granos
poliédricos; Tropaelum tuberosum posee formas típicas “en campana”. Lamella muy netas y gránulos
1
El contenido de este acápite forma parte de un trabajo presentado en la 4th International Conference on
Phytolith Research: New perspectives in phytolith research: climate, environment and archaeology. The
McDonald Institute for Archaeological Research. University of Cambridge (Korstanje y Babot 2002).

88
de gran tamaño ocurren en Solanum tuberosum. En Canna edulis son diagnósticos varias de las
morfologías del almidón, sus dimensiones importantes, atributos del contorno y posición de las
lamella.

En el caso de los órganos subterráneos, la diferenciación de especies a partir de muestras


arqueológicas es posible en la medida en que los conjuntos de almidón son numerosos y
representativos, tal como ocurre con las muestras actuales. Cuando sólo pueden ser recuperados unos
pocos granos, lo cual es habitual en situaciones arqueológicas, la identificación de taxa depende de la
presencia de varios de ellos con atributos diagnósticos.

II.1.2. Pseudocereales

Los pseudocereales incluyen especies útiles de los géneros Amaranthus y Chenopodium las
cuales poseen granos de almidón múltiples, conformados por granula muy pequeños que se localizan
en las células perispermáticas de la semilla (Cortella y Pochettino 1990; Varriano-Marston y De
Francisco 1984). Los granos semi-compuestos -“trozos de almidón” o starch chunks- de Amaranthus
mantegazzianus et caudatus, y los granos compuestos redondeados de Chenopodium quinoa pueden
ser útiles para su diferenciación cuando se preservan más o menos intactos. No obstante, estos tienden
a ser liberados de los tejidos que los contienen perdiendo su potencial para el diagnóstico; aunque en
estas circunstancias aún es posible realizar una identificación de los granula como partículas de
almidón, la asignación de especies se ve dificultada utilizando las magnificaciones estándar en
microscopios ópticos. El microscopio electrónico de barrido y la tinción con Lugol pueden contribuir a
este fin (Cortella and Pochettino, 1990), pero estas técnicas son inconvenientes en el caso de muestras
arqueológicas escasas.

La quínoa y los amarantos presentan, además, otras estructuras compuestas y granos simples
que provienen del pericarpio y de las cubiertas seminales (Cortella y Pochettino, 1990; Prado et al.
1996; Varriano-Marston y De Francisco, 1984); estos últimos son de mayor tamaño que los que
integran los conjuntos compuestos. Los tres tipos deben ser considerados en conjunto a los fines de la
identificación.

II.1.3. Cereales

Los atributos diagnósticos de los granos de almidón de maíz posibilitan la clara identificación
al nivel de especie. En cambio, la diferenciación de variedades ha suscitado algunas discusiones.

Se ha sostenido que las características del almidón de maíz y su reacción con Lugol varían
dependiendo del tipo de endosperma que posee el grano: un endosperma mayoritariamente harinoso -

89
floury endosperm- tiene lugar en maíces harinosos; mientras que uno no harinoso y mayoritariamente
graso -horny endosperm-, ocurre en maíces reventadores y córneos (Fitt y Maywald-Snyder 1984;
Piperno y Holst 1998; Shannon y Garwood 1984; Watson 1984). Sin embargo, los granos de maíz de
distintas variedades pueden presentar a la vez ambos tipos de endospermas en diferentes proporciones
-uno principal y otro secundario- y, por lo tanto, pueden preservarse de la destrucción ambas clases de
almidón asociadas a ellos. Por esta razón, al menos cuando la cantidad de granos de almidón
recuperados de muestras arqueológicas es pequeña, sus atributos deberían utilizarse con precaución
para realizar delimitaciones finas entre variedades de maíz-fuente. Esto último está posibilitado, en
cambio, cuando el almidón está presente de manera abundante.

II.1.4. Frutos y recipientes

Los granos de almidón compuestos y los agregados de almidón -granos semi-compuestos- son
diagnósticos de las semillas de Curbita maxima y Cucurbita moschata var. calabaza et anco. Estos se
hallan sólo ocasionalmente inalterados en las muestras arqueológicas, pero atributos tales como las
facetas y truncaciones de los granula componentes liberados, pueden indicar la presencia previa de
estructuras compuestas. Al respecto, se ha sostenido que los granos de almidón “en campana” son
característicos de órganos subterráneos (Piperno et al. 2000), sin embargo, debido a que, al menos
algunas especies de Cucurbitaceae puede también aportarlos, deben ser evaluados al nivel del
conjunto completo de microfósiles.

Los granos simples provenientes de la semilla, la pulpa y la corteza de las especies del género
son comunes y poco diagnósticos, pero pueden ser considerados en conjunto con los especimenes
compuestos a los fines de la identificación. Los que provienen de la pulpa y la corteza de Cucurbita
fiscifolia constituyen la excepción, dado que son muy diferentes de los otros granos simples de
Cucurbitaceae. Por otro lado, agregados de almidón aparecen en la pulpa de C. maxima et moschata
var. calabaza y Lagenaria siceraria, por lo que pueden ser utilizados con propósitos de diferenciación.
Además, la corteza de Lagenaria sp. posee estructuras compuestas típicas, similares a las de algunas
Leguminoseae. Las mismas presentan una contorno muy brillante que podría corresponder a la
presencia de un anillo de celulosa.

Los granos de almidón de Phaseolus vulgaris y Lupinus mutabilis comparten atributos típicos
de las legumbres en general: algunas formas diagnósticas, la fisura central “en cicatriz” y la cruz de
extinción irregular, por lo que su identificación requiere de la observación fina de dichos rasgos. El
almidón de Arachis hypogaea, en cambio, se diferencia del de los dos anteriores; los atributos de sus
granos simples pueden ser útiles para la identificación, tal como han sostenido Piperno y Holst (1998)
y, cuando están presentes, los granos compuestos también sirven a este fin.

90
Entre los frutos de las especies silvestres de Leguminoseae, el endocarpo de las vainas de
Anadenanthera colubrina, Geoffroea decorticans y Acacia visco presentan estructuras diagnósticas
compuestas, similares a las de Phaseolus vulgaris, que también aparecen en Amaranthus sp.,
Lagenaria siceraria e Ipomoea batatas.
Ciertas estructuras con cavidades centrales redondeadas situadas en el endocarpo de Juglans
australis y las vainas de Acacia sp., Anadenanthera sp. y Prosopis spp. son, en general, mutuamente
similares, pero presentan tamaños y formas diferentes. En Prosopis spp. éstas se disponen en
agregados arracimados, mientras que en Anadenanthera sp. adquieren forma de huso. Se asemejan a
las formas anteriormente mencionadas como diagnósticas para el cayote. Su naturaleza como granos
de almidón no está aún bien establecida y, al menos en algunos casos podrían corresponder a anillos
de celulosa.

II.1.5. Especias

Aunque los granos simples de Bixa orellana y Capsicum annuum son similares a los de las
legumbres, conforman asociaciones diagnósticas en conjunto con algunas partículas de formas típicas
y con los granos compuestos.

II.1.6. Narcóticos y estimulantes

Al presentarse asociadas, las dos clases de granos de almidón de Anadenanthera colubrina


constituyen conjuntos típicos. Estos fueron descriptos más arriba.

Aunque el almidón producido en hojas es, principalmente de tipo transitorio y, por lo tanto, no
diagnóstico, las hojas de tabaco presentarían, asimismo, granos de almidón de reserva generados en
los cloroamiloplastos. No obstante, sus atributos son poco identificatorios (Shannon y Garwood,
1984). Las hojas de coca presentan también granos de almidón de tamaño mediano, pero éstas son
mejor identificables por sus cristales de oxalato de calcio típicos.

Procedencia de los ejemplares muestreados

Siglas.
UNT: Universidad Nacional de Tucumán, Tucumán, Argentina
FCN: Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo, UNT
IAM: Instituto de Arqueología y Museo, FCN, UNT

Prosopis chilensis. Recolectado por C. Aschero, San Pedro de Atacama (Chile, 2002). Colección
IAM, UNT.

Geoffroea decorticans. Recolectado por: a) C. Aschero, San Pedro de Atacama (Chile, 2002);
b) A. Korstanje, Valle de El Bolsón, Catamarca (Argentina, 1996-98). Colección IAM, UNT.

91
Hypseocharis pimpinellifolia. Recolectado por: a) C. Aschero, Quebrada de Inca Cueva, Jujuy
(Argentina, 2000). Colección IAM, UNT; b) A. Grau, Cerro Muñoz, Tucumán (Argentina, 2000).
Colección A. Korstanje, IAM, UNT.

Chenopodium quinoa. Recolectado por a) N. Oliszewski, El Alamito, Catamarca (Argentina, 1999).


Colección N. Oliszewski, FCN, UNT; b) C. Boero, Bolivia (2000). Colección P. Babot, IAM, UNT; c)
comercial. Adquirido por A. Korstanje, Mercado de La Paz (Bolivia, 2001). Colección IAM, UNT.

Capsicum annuum. a) Colección N. Oliszewski, FCN, UNT (2000); b) Recolectdo por P. Babot,
Mercado de Jujuy (Argentina, 2000). Colección P. Babot, IAM, UNT.
Canna edulis. a) Colección N. Oliszewski, FCN, UNT (2000); b) Muestreado por A. Korstanje, UCB,
Botanic Garden, Economics Plants (USA, 2000).

Bixa orellana. Colección N. Oliszewski, FCN, UNT (2000).

Amaranthus caudatus Recolectado por A. Korstanje, UCB, Botanic Garden, Economics Plants (USA,
2000). Colección IAM, UNT.

Amaranthus mantegazzianus. Recolectado por C. Boero, Bolivia (2000). Colección P.Babot, IAM,
UNT.

Tropaelum tuberosum, Lupinus mutabilis, Erythroxylum coca. Recolectado pory A. Korstanje,


Mercado de La Paz (Bolivia, 2001). Colección IAM, UNT.

Oxalis tuberosa. Recolectado por: a) A. Korstanje, Mercado de La Paz (Bolivia, 2001). Colección
IAM, UNT; b) P. Babot, Mercado de Jujuy (Argentina, 2000). Colección P. Babot, IAM, UNT.

Ullucus tuberosus. Recolectado por: a) A. Korstanje, Mercado de La Paz (Bolivia, 2001). Colección
IAM, UNT; b) P. Babot, Mercado de Jujuy (Argentina, 2000). Colección P. Babot, IAM, UNT.

Acacia visco. Recolectado por A. Würschmidt, El Bolsón, Catamarca (Argentina, 1997). Colección A.
Korstanje, IAM, UNT.

Juglans australis. a) Recolectado por A. Korstanje, Valle de El Bolsón, Catamarca (Argentina, 1999).
Colección A. Korstanje, IAM, UNT; b) Colección N. Oliszewski, FCN, UNT (2000).

Anadenanthera colubrina. Recolectado por A. Korstanje, Valle de El Bolsón, Catamarca (Argentina,


1999). Colección IAM, UNT.

Solanum tuberosum. a) var. local indet. Recolectado por A. Korstanje, Valle de El Bolsón, Catamarca
(Argentina, 1999). Colección IAM, UNT; b) comercial. Colección P. Babot, IAM, UNT (2000).

Cucurbita moschata var. calabaza et anco, Cucurbita fiscifolia, Cucurbita maxima y Lagenaria
siceraria. Recolectados en Burruyacu, Tucumán (Argentina, 2000). Colección P. Babot, IAM, UNT.

Zea mays, Ipomoea batatas, Arachis Hypogaea, Nicotiana tabacum. Comerciales, Colección P. Babot,
IAM, UNT (2000).

Phaseolus vulgaris var. vulgaris. a) Recolectado por A. Grau, Las Estancias, Catamarca, y Metán,
Salta (Argentina, 1990); b) comercial. Colección P. Babot, IAM, UNT (2000).

92
Tubérculos y raíces

93
94
Cereales

95
Pseudocereales

96
Vegetales y recipientes

97
98
Legumbres

99
Frutos silvestres

100
Especias

101
Narcóticos y estimulantes

102
II.2. Análisis tafonómicos en granos de almidón de plantas andinas

Varios trabajos han abordado el estudio de procesos fisicoquímicos que pueden alterar al
almidón. Tales investigaciones se han vinculado, principalmente, con la manera en que los granos
pueden perder sus estructura y propiedades de birrefringencia a través del contacto con químicos
cáusticos, el calor en presencia de agua, la acción de enzimas durante la germinación de las semillas y
el brote de los órganos subterráneos2 (Cortella y Pochettino 1994; Juan-Tresserras 1990-92, 1998; Loy
1994; Therin 1994). Cortella y Pochettino (1994) se interesaron en analizar la posibilidad y
confiabilidad de identificar los granos de almidón en muestras con diferentes grados de preservación.,
y Juan-Tresserras (1990-92, 1998; Checa et al. 1999) ha reportado los resultados de la elaboración de
la cerveza y la molienda.

A continuación se reseñan los efectos ópticos y morfológicos provocados en el almidón por


varios procesos de elaboración de alimentos que no habían sido previamente estudiados de manera
sistemática: a) deshidratación por aireamiento, b) tostado, c) calcinado, d) congelado, e)
desaponificación-lavado, y f) molienda.

II.2.1 Efectos de la deshidratación por aireamiento y rehidratación

La deshidratación por aireamiento implica la pérdida natural del contenido de agua de los
órganos vegetales (Bewley y Black 1994). Se la incluye aquí, a pesar de su origen natural, debido a
que ésta es, a veces, una consecuencia de estrategias de preservación y constituye un prerrequisito para
posteriores procesamientos alimenticios, constituyendo, por tanto, un proceso cultural.

Se analizaron los efectos de la deshidratación por aireamiento en papa común actual y


arqueológica, y en las semillas de maíz, poroto común, quínoa y amarantos. Se observaron
alteraciones en la birrefringencia y morfología solamente en unos pocos granos de almidón. En todos

2
Si el agua es calentada en un rango de temperatura que depende de la especie e incluso la variedad de la que
provenga el almidón, los gránulos se hinchan hasta superar varias veces su volumen original y en algunos casos
pueden reventar, perdiendo su contenido. Este es un proceso no reversible denominado gelatinización (Radley
1943). En algunos casos, como en el almidón de papa, en cierto punto del proceso de calentamiento, aparece un
pequeño hueco en el hilo del gránulo, que incrementa su diámetro con el calentamiento, hasta que el gránulo se
hincha totalmente y pierde su birrefringencia, quedando con la apariencia de un saco gelatinoso o una vesícula
llena con una solución de amilosa que puede ser teñida con Lugol. El rango de gelatinización para cada especie
va entre el comienzo y la finalización de la pérdida irreversible de anisotropía de los granos, e implica la
solubilización (Radley 1943).
El descascarillado previo a la molienda se manifiesta en la escasez o ausencia de silicofitolitos típicos de glumas
o cáscaras. El proceso de maceración, la maduración de los frutos y la germinación de las semillas, por su parte,
desencadenan el ataque enzimático. Este se manifiesta en la perforación de hoyuelos profundos en la superficie
de los gránulos los cuales pueden penetrar hasta su interior exponiendo la estructura lamellada. El proceso puede
manifestarse, además, como la disolución del interior del grano y la preservación de la cubierta exterior
únicamente (French 1984). Se trata de una técnica común en la elaboración de bebidas fermentadas (Juan-
Treserras 1990-92).

103
los casos fue notable que, cuanto mayor era la intensidad de la deshidratación sufrida, mayor era la
frecuencia de aparición de rasgos debidos a este proceso. Algunos granos deshidratados mostraron un
relieve deprimido en relación con el medio de montaje al ser comparados con los frescos. El almidón
de papa no mostró lamella.

A veces se observaron en el poroto común, el maíz y la papa la aparición de pequeñas fisuras


aisladas diferentes a las que se encuentran típicamente en ciertas especies (Phaseolus vulgaris y Zea
mays), y una leve apertura del hilo y sus fisuras asociadas. Sin embargo, y debido a su pequeño
tamaño de grano, esos rasgos no fueron visibles en quínoa y amarantos. Loy (1994) ha sostenido que
los granos pueden, a veces, estar tan deshidratados como para perder las propiedades de
birrefringencia que se requieren para generar el efecto de cruz y, por lo tanto, la cruz de extinción se
vuelve oscura o invisible. Tal efecto fue observable como centros oscuros en las cruces de Maltese, y
como áreas parcial o totalmente carentes de birrefringencia que coincidían con las zonas dañadas en
las muestras deshidratadas. No obstante, dichas alteraciones fueron sólo raramente registradas.

Aún el almidón común deshidratado contiene una cantidad variable y considerable de


humedad, dependiendo de su origen y de la humedad del aire. El agua higroscópica es muy difícil de
extraer y para remover las últimas trazas se requiere de una temperatura superior a los 100ºC (Radley
1943). Sin embargo, a veces, la pérdida natural de agua es suficiente como para generar fisuras
(Cortella y Pochettino 1994; French 1984; Radley 1943), ausencia de lamella (French 1984), aumentos
en el tamaño del hilo (Atkin et al. 1999) y encogimiento de los granos (Atkin et al. 1999; French
1984; Loy 1994), procesos descriptos más arriba. Las alteraciones en la birrefringencia podrían estar
relacionadas con la depresión del relieve en algunos granos disecados, debido a que la intensidad de la
doble difracción depende, en alguna medida, del espesor de la partícula, su contenido de agua y
cristalinidad (Atkin et al. 1999; French 1984).

Los granos de almidón se hinchan o encogen en presencia o ausencia de agua fría en un


proceso reversible diferente del de gelatinización (Radley 1943). Son higroscópicos en estado seco
(Radley 1943) y, al ser rehidratados, recuperan sus propiedades reapareciendo la cruz de extinción
(Atkin et al. 1999; Loy 1994).

II.2.2. Efectos del tostado

El tostado refiere a la colocación de semillas deshidratadas en un contenedor que es luego


calentado, de tal manera que las semillas reciben el calor indirectamente. Aunque el tostado
usualmente precede a la molienda, a veces, los granos comestibles tostados o sus productos derivados
como las rosetas, se consumen inmediatamente después del calentamiento.

104
Los efectos del tostado se estudiaron en granos actuales de maíz capia (Zea mays -var.
amylacea Sturt) -denominado maíz tostado o tostao- el cual es cocido en cenizas para evitar que se
queme (Figuras II.1 y II.2). A partir de esos granos puede obtenerse harina. A su vez, otras variedades
de maíz pueden también ser tostadas para producir rosetas, un producto denominado ancua o aunca
(Carrizo 1945; Dupuy 1952; Ochoa de Masramón 1977; Storni 1942). Al ser tostados, los granos de
quínoa producen asimismo rosetas, las cuales se denominan rosetas de quínoa (Hunziker 1952); estas
fueron también examinadas.

Las muestras de maíz tostado mostraron granos de almidón intactos tanto dentro como
desprendidos del tejido vegetal, partículas de carbón, y varios granos con relieve deprimido que fueron
menos visibles que los granos normales o los deshidratados por aireamiento. Algunos almidones
mostraron una débil birrefringencia y la deformación parcial o pérdida de la cruz de extinción. Muchos
granos lucían como gelatinizados y pudieron verse frecuentemente emplastos. La característica más
importante o típica del almidón de granos de maíz tostado fue la ocurrencia de proyecciones
redondeadas, irregulares o en forma de estrella que se presentaron pronunciadas y naciendo en el hilo.
Lucían como un centro oscuro en los granos, tanto con luz normal como polarizada.

El único daño observado en los granos de almidón de varios tamaños en las rosetas de quínoa
fueron alteraciones en la forma o la cruz de extinción, una leve gelatinización y la formación de
emplastos de granos compuestos.

Diferentes rangos de temperatura y contenido de agua en las muestras parecen ser


responsables de los rangos de daños observados. Los relieves deprimidos así como las alteraciones en
la birrefringencia y las fisuras, podrían deberse a la deshidratación ocasionada por el calor. Los
atributos similares a los generados por gelatinización y las proyecciones del hilo podrían estar
vinculadas a la acción del calor sobre almidones deshidratados que aún poseen un contenido
remanente de agua (Radley 1943). La acción del calor comienza modificando el hilo (que es más
soluble que los márgenes de los granos) y desplazando hacia afuera del gránulo los polímeros de
almidón (Atkin et al. 1999; Loy 1994). Estos rasgos no aparecieron en todos los granos debido a que
cada uno posee su propia temperatura de gelatinización (Radley 1943).

II.2.3. Efectos del calcinado

Este proceso consiste en calcinar partes de plantas exponiéndolas directamente al fuego, ya sea
con fines alimenticios o bien como una práctica de descarte.

Los efectos de la calcinación fueron examinados en muestras de llipta o llucta, constituida por
cenizas de semillas de quínoa mezcladas con agua para formar una pasta. La llipta puede también

105
hacerse con hojas y tallos de quínoa y con partes de otras plantas (Hunziker 1952). Constituye un
aditivo alcalino a las hojas de coca (Erythroxylum sp.) que facilita las reacciones químicas en la
práctica tradicional andina del coqueo (Martínez Ungria 1989).

Figura II.1. Granos de almidón de maíz sin modificar. Vistas con luz normal (izquierda) y polarizada (derecha).
Escala=20µm.

Figura II.2. Granos de almidón de tostado de maíz mostrando los efectos del tostado. a) Se destacan con una
flecha una particular de carbón, granos con relieve muy deprimido, emplastos de granos gelatinizados y granos
con proyecciones pronunciadas en el hilo. Vista con luz normal. b) Se marca con una flecha un grano de almidón
con débil birrefringencia. Vista con luz polarizada. Escala=40µm.

106
En las muestras de llipta pudieron observarse partículas de carbón y granos compuestos de
quínoa en diferentes estados de separación, incluyendo granos individuales liberados (Figura II.3). No
se observaron cruces de extinción, pero la intensidad de birrefringencia aparentaba ser mayor que la de
las muestras de referencia comunes, excepto en los granos de tamaño mediano que lucían oscuros. La
calcinación se manifiesta principalmente mediante la ocurrencia de emplastos de granos de almidón
que parecen haber sido gelatinizados. El grado de gelatinización parece ser más intenso que el que
ocurre durante el tostado, posiblemente debido a las mayores temperaturas involucradas en la
calcinación. Debido a la adición de agua para obtener llipta, los emplastos de almidón lucían
hinchados, un hecho favorecido por el bajo contenido de amilosa de la quínoa (Atkin et al. 1999;
Lorenz 1990).

De manera similar a lo que ocurre con el tostado, la deshidratación por efecto del calor y la
acción combinada del calor y el agua remanente pueden ser los factores que producen las alteraciones
visibles en las muestras calcinadas. Además, el tamaño de grano parece tener un rol central afectando
el nivel de daño en la birrefringencia.

Cortella y Pochettino (1994; Pochettino y Cortella 1989) han sostenido que los granos de
almidón se hallan sólo ocasionalmente en muestras carbonizadas. Sin embargo, aunque dañados, los
pequeños granos por lo menos, parecen sobrevivir al impacto directo del fuego. No obstante, se
considera que la temperatura alcanzada durante la calcinación es un factor clave que determina el
grado de daño y supervivencia del almidón.

Figura II.3. Almidón de llipta de quínoa mostrando los efectos de la calcinación. Se marcan con una flecha
granos compuestos en proceso de disgregación, un grano individual disgregado y granos de mediano tamaño con
leves birrefringencia, y granos gelatinizados. Vista con luz polarizada. Escala=40µm.

107
II.2.4. Efectos del congelamiento

Los efectos del congelamiento son aquellas alteraciones que ocurren como resultado de
someter partes de plantas a temperaturas inferiores a 0ºC. Interesan específicamente aquí, los procesos
deliberados de este tipo que tienen lugar en suelos naturalmente congelados. Los habitantes del
altiplano andino almacenan sus cosechas de tubérculos en una forma disecada, liviana y menos
voluminosa denominada chuño: los tubérculos son repetidamente congelados y descongelados,
colocándolos en suelos que se congelan durante la noche y se deshielan durante el día; después son
pisoteados para eliminar el contenido remanente de agua (Babot 1999a; Cortella y Pochettino 1995;
Parodi 1991). Una variante del proceso de conservación mediante congelamiento consiste en la
elaboración de tunta, que se obtiene congelando los tubérculos y enterrándolos en un pozo húmedo
que es cubierto con paja; finalmente se dejan secar al sol (Babot 1999a; Cortella y Pochettino 1995;
Parodi 1991).

Se examinaron muestras de papa común tradicionalmente congelada que se denomina chuño


de papa (Figura II.4 y II.5) y tunta de papa (Figura II.6). Varios granos de almidón en la muestra de
chuño poseían un relieve muy deprimido y fueron levemente visibles, haciendo necesaria su
observación con microscopía de contraste de fase. No fue posible observar su lamella. Otros granos
habían perdido las propiedades de birrefringencia necesarias para generar el efecto de cruz y, por lo
tanto, la cruz de extinción no fue visible o aparecía muy modificada, mostrando brazos sinuosos,
irregulares o incompletos. También estaban presentes granos con zonas dañadas las cuales aparecían
oscuras y eran sólo parcialmente o no birrefringentes. Estos efectos fueron cualitativamente similares a
los causados eventualmente por la deshidratación por aireamiento o calentamiento, pero aparecieron
más frecuentemente y de manera más intensa en las muestras congeladas. En todos los casos, los
granos más grandes parecieron haber sido más severamente afectados que los pequeños.

También se observaron fragmentos de tejido vegetal y granos dispersos. Los granos con forma
de sacos o vesículas aparentaban estar total o parcialmente vacíos, presentando un orificio o línea muy
destacada en el hilo. Había muchos granos fragmentados, fisurados, rotos o reventados. Estos,
aparentemente, habían eyectado su material de relleno lo que provocaba que se vieran de mayor
tamaño, más que encogidos.

En las muestras de tunta los efectos mencionados arriba fueron menos frecuentemente
observados, probablemente debido a la marcada rehidratación que tiene lugar durante su elaboración,
restaurando, de ese modo, las propiedades ópticas antes perdidas. Las principales características
observadas fueron formas alteradas de la cruz de extinción, ocurrencia de fisuras y hoyos en el hilo y
un estado fragmentario en algunos granos. De todas maneras, el aspecto general fue el que muestran
los granos hidratados, con algunos defectos en la birrefringencia.

108
Figura II.4. Granos de almidón de papa sin modificar. Vistas con luz normal (izquierda) y polarizada (derecha).
Escala=20µm.

Figura II.5. Almidón de chuño de papa mostrando los efectos del congelamiento. a) Se marcan con flechas un
grano con relieve muy deprimido y un hoyo en el hilo, un grano con forma de saco o vesicular que parece estar
parcialmente vacío con un superficie dañada, y un grano fragmentado. Vista con luz normal. b) Se marcan con
flechas granos con cruces de extinción fuertemente modificadas y regiones dañadas oscuras. Vista con luz
polarizada. Escala=20µm.

109
Figura II.6. Almidón de tunta de papa mostrando los efectos del congelamiento. Se marcan con cruces granos
con formas de la cruz de extinción alteradas y un grano fragmentario. Vista con luz polarizada. Escala =40µm.

Los gránulos deteriorados de chuño y tunta se debieron muy probablemente a la


deshidratación de la papa (Cortella y Pochettino 1994) y a la ruptura del tejido debida a la formación
de cristales de hielo (Cortella y Pochettino 1994; Loy 1994). Es posible que las alteraciones en la
birrefringencia se relacionen con la pérdida del material de relleno (Atkin et al. 1999), con
modificaciones en el espesor del grano, con cambios en su estado de la cristalinidad y con la
orientación de los pseudo-cristales (French 1984) durante el proceso de congelado. Además, parecería
que la acción del pisoteo de las papas fractura y fragmenta los granos de almidón en el chuño, de una
manera similar a como lo hace la molienda. Esto es posible dado que los granos de almidón de la papa
en tunta, los cuales no son presionados, se mantienen relativamente enteros y comparativamente más
completos que en el chuño.

II.2.5. Efectos de la desaponificación y no-desaponificación

Los cuerpos de saponinas son partículas que aparecen en las células del pericarpio del fruto de
la quínoa. Tienen un diámetro aproximado de 6.5 µm y se presentan como agregados de cuatro o cinco
pequeños granos (Prado et al. 1996). Las saponinas son extremadamente tóxicas y deben ser
removidas mediante friegas manuales en agua o a través de abrasión mecánica, un proceso
denominado desaponificación, (Lorenz 1990; Prado et al. 1996) con el fin de hacer comestibles a los
granos de quínoa. Por lo tanto, es una práctica común entre sus consumidores lavar, refregar y pelar
los frutos antes de ingerirlos o someterlos a posteriores procesamientos (Hunziker 1952; Martínez
Ungria 1989; Varriano-Marston y De Francisco 1984).

Se observaron semillas de quínoa no lavadas y lavadas, escurridas y peladas para identificar


los efectos de la desaponificación en los granos de almidón. Aunque las saponinas no son
completamente eliminadas utilizando agua (Martínez Ungria 1989), se reconoce que el pelado o la

110
limpieza ha tenido lugar cuando los granos son claramente visibles. La única pero notoria
característica de las semillas no lavadas ni peladas fue la apariencia lechosa del medio de montaje, y la
imposibilidad de una clara visualización de los granos de almidón, debido a las propiedades de las
saponinas de producir una solución jabonosa en agua (Lorenz 1990).

II.2.6. Efectos de la molienda

La molienda vegetal se define como el proceso que se lleva a cabo mediante la aplicación de
fricción sobre partes de plantas y sus productos derivados. Se observaron los efectos de tal proceso en
muestras de harina gruesa de maíz, choclo, quínoa y chuño; y de harina fina y gruesa de poroto común,
maíz, quínoa y amaranto, las cuales fueron obtenidas experimentalmente y a partir de almidón
comercial de maíz y papa (Figuras II.7. a II.11).

Figura II.7. Almidón de harina de maíz mostrando los efectos de la molienda. a) Se marcan con flechas, granos
incompletes y fracturados y granos con fisura estrellada, fisuras radiadas y un daño en forma de cavidad. Vista
con luz normal. b) Se marcan con flechas granos con leve intensidad de birrefringencia, defectos en la forma de
la cruz de extinción y una depresión oscura en el centro. Vista con luz polarizada. Escala =20µm.

111
La molienda tiene varias consecuencias sobre el almidón, de tal manera que, cuanto más
intensa es, mayor es el daño producido en los granos. Uno de esos efectos es la separación de los
granos de almidón del tejido celular que los contenía, produciendo entidades simples y aisladas. Otra
consecuencia importante es la abundancia de gránulos altamente dañados que se presentan
incompletos, truncados, fracturados, colapsados y reventados, junto a desechos de coberturas
exteriores de otros. La relativa homogeneidad del tamaño de grano, la escasez de granos de gran
tamaño y la pérdida de algunas formas características son rasgos típicos debidos a la fragmentación
por abrasión. Varios granos de almidón con relieve deprimido lucían vacíos o se hallaban en proceso
de liberar su contenido; otros mostraron superficies estriadas, rugosas y abolladas. Un orificio, línea o
fisura estrellada podía ser vista en el hilo; y un daño con forma de cavidad podía aparecer en una
posición central. También tenía lugar la presencia de fisuras diferentes de las originadas naturalmente,
localizadas en los bordes o en otros sectores del grano en forma radiada, paralela o aleatoria (Checa et
al. 1999; French 1984). No se pudo observar la lamella.

Algunas especies, tales como la papa y la quínoa, tienen granos de almidón compuestos que
cuando son sometidos a molienda sufren desagregación, un efecto que es más severo cuanto más
extendido es el procesamiento. Esto fue observable en los granos de papa, maíz y quínoa siendo, los
últimos, expulsados de los cuerpos de proteína y del material cobertor (Varriano-Marston y
DeFrancisco 1984). La desagregación también ocurrió en el caso de los granos empaquetados de
amaranto, y fue posible observar a los almidones abandonando las células perispermáticas que antes
llenaban de manera compacta (Cortella y Pochettino 1990). Debido a los efectos del empaquetamiento,
los granos individuales dentro de una estructura compuesta usualmente presentan una combinación de
formas redondeadas y facetas deprimidas (Loy 1994) que son claramente visibles sólo cuando tiene
lugar la desagregación. Pudieron observarse las típicas formas en campana de los granos de almidón
desagregados de los órganos subterráneos (Piperno et al. 2000).

Una variedad de alteraciones en la birrefringencia fueron típicas del proceso de molienda:


muchos granos de buen tamaño lucían completa o parcialmente oscuros; algunos tenían una depresión
oscura en el centro. Los granos enteros o fragmentados podían mostrar baja intensidad en la
birrefringencia y defectos en la forma e integridad de la cruz de extinción. Los granos pequeños de
quínoa y amaranto no mostraron muy frecuentemente la cruz, pero a veces, la birrefringencia se
preservó y, hasta algún punto, se tornó más intensa.

Como en los otros procesos, las muestras hidratadas o rehidratadas mostraron menos daño que
las deshidratadas.

La fricción podría ser responsable de la mayoría de los granos colapsados, fragmentados, rotos
y fisurados, de la misma manera que lo hace la trituración y el presionado. El daño estructural, la

112
desorganización de la estructura cristalina del almidón y la conversión de la amilopectina en amilosa
también resultan de la deformación mecánica que promueve la molienda (Buttrose 1960; Cortella y
Pochettino 1994; French 1984; Radley 1943). Esta puede manifestarse asimismo, en alteraciones en la
birrefringencia así como en una apariencia radiada de los granos. La deshidratación parece tener
también un rol clave en la aparición de daños en la birrefringencia.

Varios procesos capaces de modificar los atributos de los granos de almidón pueden tener
lugar antes de la molienda generando algunos patrones de daño superpuestos. De este modo, el
material seco utilizado en la molienda puede tener rasgos debidos a la deshidratación por aireamiento,
al calentamiento o congelamiento, al lavado (como la desaponificación), el pelado y la rehidratación
leve (Babot 1999a).

II.2.7. Consideraciones generales

Haciendo énfasis en procesos culturales (diferentes del calentamiento en agua, la acción


enzimática y el daño producido en manipulaciones de laboratorio), se ha demostrado que aunque
modificado, el almidón sobrevive a varios procesos de elaboración de alimentos. La deshidratación, el
calentamiento, la ruptura de tejidos mediante pisoteo, fricción y formación de cristales de hielo,
generan cambios fisicoquímicos en el almidón que modifican su completitud y grado de cristalinidad,
produciendo modificaciones morfológicas y ópticas en algunos gránulos.

Aunque el daño provocado por más de un proceso de elaboración de alimentos puede lucir
similar y, aunque, a veces, el mismo proceso puede alterar al almidón de fuentes biológicas distintas
de manera diferente, se ha demostrado que, en general, diferentes patrones de daño parecen estar
relacionados con cada proceso. Por otro lado, se ha mostrado que cuanto más intenso es el proceso,
mayor es la severidad del daño causado. Además, a veces, es posible observar los estadios
consecutivos seguidos en el procesamiento, los cuales se presentan como patrones de daño
superpuestos en el mismo grano individual o en diferentes granos dentro de una muestra.

Sobre esta base, se pueden hacer varias observaciones de índole arqueológico: a) los granos
dañados deben ser identificados y contados con otros granos de almidón completos cuando aparecen
en las muestras arqueológicas, a pesar de su grado de daño. b) Debido a que varias características en
los gránulos se deben al daño sufrido más que a variables genéticas, los granos modificados y dañados
que aparecen en la misma muestra podrían ser asignables al mismo taxa. c) El almidón dañado puede
contribuir a proveer información sobre prácticas culturales. d) El análisis de los daños puede
convertirse en una manera de eliminar o evaluar las hipótesis de contaminación si es que existe
coherencia entre los tipos de daños y los contextos de hallazgo particulares.

113
Figura II.8. Granos de almidón de poroto común cultivado sin modificar. Vistas con luz normal (izquierda) y
polarizada (derecha). Escala=20µm.

Figura II.9. Almidón de harina de poroto común mostrando los efectos de la molienda. a) Se marcan con cruces
gránulos fuertemente dañados que aparecen incompletes, fracturados y colapsados con superficies y contornos
dañados, y un grano con un hoyo en el hilo. Vista con luz normal. b) Se marcan con una cruz, granos
parcialmente oscuros con baja intensidad de birrefringencia y defectos en la forma e integridad de la cruz de
extinción. Vista con luz polarizada. Escala =40µm.

114
Figura II.10. Granos de almidón compuestos de quínoa sin modificar. Vistas con luz normal (izquierda) y
polarizada (derecha). Escala=40µm.

Figura II.11. Almidón de harina de quínoa mostrando los efectos de la molienda. a) Se marcan con cruces granos
compuestos en diferentes estadios de desagregación y un grano individual desagregado. Vista con luz normal. b)
Vista con luz polarizada. Escala=20µm.

115
Dado que pueden ocurrir rasgos debidos al daño por procesos naturales similares a los que se
han descripto como culturales, debería tenerse la precaución de descartar los primeros antes de asignar
el daño a los segundos. Es necesaria una mejor comprensión de los procesos tafonómicos que ocurren
dentro del suelo y los sedimentos, tales como el calor intenso producido dentro de una tefra, la fricción
generada por los granos de arena y el efecto de los suelos naturalmente congelados, o eventos
naturales como incendios, inundaciones o sequías, para poder extrapolar los resultados de esta
investigación a los materiales arqueológicos, especialmente a aquellos provenientes de muestras de
suelo. No obstante, en los sectores en donde tuvieron lugar el procesamiento de plantas y el uso de
artefactos, al menos algunos granos dañados extraídos de los suelos deberían poder asignarse al efecto
de procesamientos culturales. Aunque las técnicas de extracción utilizadas para producir colecciones
de referencia pueden ser responsables de parte de los granos fracturados, fisurados, desagregados u
oscurecidos, es probable que su presencia por estas causas sea limitada.

Se ha sostenido que los granos de almidón dañados son más susceptibles a la influencia de los
agentes hidrolíticos y la actividad de hongos y bacterias de lo que lo es el almidón bien conservado, un
rasgo que se ha adscripto a la mayor facilidad de acceso hacia el interior de los granos por parte de
dichos agentes mediante las fisuras (Cortella y Pochettino 1994; Radley 1943). Sin embargo, esta
investigación ha demostrado que es posible recolectar granos de almidón dañados tanto de los
contextos modernos como arqueológicos.

116
ANEXO III
DESCRIPCIONES PETROGRÁFICAS DE VARIEDADES DE ROCAS
EN LA ZONA DEL CURSO MEDIO DEL RIO LAS PITAS,
ANTOFAGASTA DE LA SIERRA

A continuación se detallan las características petrográficas de las distintas variedades rocosas


que fueron identificadas en las prospecciones del curso medio del Río Las Pitas, Antofagasta de la
Sierra. Se presentan las descripciones efectuadas sobre observaciones de cortes delgados y/o muestras
de mano1.

III.1. Vulcanitas

III.1.1. Andesitas

Andesita hornblendífera-1
Corte delgado
Minerales esenciales: plagioclasa, augita. Minerales accesorios: hornblenda. Minerales secundarios: epidoto, caolinita
Descripción: Holocristalina, con mátrix microcristalina, que evidencia una marcada fluidez unidireccional.
Se caracteriza mineralógicamente por estar compuesta de plagioclasa parcialmente alterada a caolinita, y félsicos como
augita y hornblenda muy desferritizadas. Se observan también, granos de epidoto, pero muy escasos.
Sobre dicha mátrix se encuentran abundantes fenocristales de augita, mayormente euhedrales, suborientados, acompañados
por hornblenda, pero en menor cantidad, la cual puede estar corroída, con halos de oxidación lateral. La plagioclasa, que se
presenta en cristales subhedrales de hasta 15 µm (máxima longitud igualmente observada para los ferromagnesianos), suele
estar zoneada y con textura de engolfamiento.
Designación: Andesita hornblendífera
Muestra de mano
Descripción: Roca de origen volcánico, de color bordó, compacta, afanítica, vesicular, aunque algunos orificios suelen
encontrarse ocupados por fenocristales subhedrales de plagioclasa, posiblemente, y de sílice amorfa (ópalo?). La muestra
presenta esquistocidad incipiente.

1
Las descripciones que se presentan en este acápite fueron realizadas por el Geól. Pedro O. Larrahona, en el
Instituto de Arqueología y Museo, Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo, Universidad Nacional
de Tucumán.

117
Andesita oxihornblendífera-3
Corte delgado
Minerales esenciales: plagioclasa, feldespato potásico. Minerales accesorios: oxihornblenda, augita, opacos. Minerales
secundarios: sericita.
Descripción: Mátrix merocristalina, con elevado porcentaje de vidrio, dónde la fracción mineral es criptocristalina. No obstante,
el conjunto evidencia fluidez moderada a considerada, dada por la diferenciación de bandas. Entre ellas sobresalen
fenocristales subhedrales y euhedrales de plagioclasa del orden de las 400 µm, aunque existen ejemplos excepcionales de
hasta 3,2 mm, zoneados, maclados, levemente sericitizados, con inclusión de retazos de minerales máficos y opacos. El
feldespato potásico (sanidina?) se caracteriza por la macla Karlsbad, pero es sumamente escaso, mientras que los
accesorios, oxihornblenda y augita, están completamente alterados; sólo se hallan en pequeños retazos, con bordes
prismáticos parcialmente definidos. La reacción con la mátrix es frecuente, lo que define en algunos casos, textura esqueletal.
Los opacos, probablemente hematita o magnetita, son sumamente escasos.
Designación: Andesita oxihornblendífera
Muestra de mano
Descripción: Roca volcánica de color bordó claro, con mátrix afanítica sobre la que se destacan fenocristales subhedrales de
feldespato, de tonos rosáceos a blanquecinos, del orden de los 3 a 4 mm, acompañados por minerales máficos que, a simple
vista no llegan a 1 mm. Se aprecia un bandeado de tono pardo que circunda a los cristales.

Andesita piroxénica-4
Corte delgado
Minerales esenciales: plagioclasa, feldespato potásico. Minerales accesorios: augita, opacos. Minerales secundarios: caolinita
Descripción: Holocristalina, con mátrix microcristalina, sobre la que se disponen fenocristales euhedrales de plagioclasa, en
algunos casos muy levemente alterados a caolinita. Es frecuente el zoneado, como así también el maclado ley albita, albita-
Karlsbad en incluso, Baveno. El feldespato potásico es sumamente escaso y se caracteriza por el maclado Karlsbad típico. La
augita es el máfico accesorio pero aparece siempre alterado, con desferritización muy marcada desde el centro hacia los
bordes, dónde se desarrollan halos de tonos pardos claros, confiriendo una textura de tipo esqueletal. Los opacos son
producto de la concentración del hierro liberado de la augita, y se encuentran en todo el corte inclusive, como inclusión en los
minerales félsicos. Todo el conjunto está orientado en una misma dirección.
Designación: Andesita piroxénica
Muestra de mano
Descripción: Roca volcánica de color negro, afanítica, compacta. Sobre la mátrix se hallan algunos cristales euhedrales de
plagioclasa, de no más de 5 mm. La muestra presenta una sección superior y otra inferior. En la primera, el enfriamiento
rápido generó superficies de discontinuidad subparalelas entre sí; la segunda en cambio, es homogénea.

118
Andesita piroxénica-4a
Corte delgado
Minerales esenciales: plagioclasa. Minerales accesorios: augita, oxihornblenda, cuarzo, opacos. Minerales secundarios:
caolinita.
Descripción: Holocristalina, con mátrix microcristalina, sobre la que se disponen fenocristales subhedrales, angulosos y
límpidos de plagioclasa, zoneada, y maclada en ley albita, albita-Karlsbad, a veces intercrecida con poco cuarzo. Éste es
sumamente escaso, anhedral, subredondeado, a veces fracturado, y ocurre rellenando vacuolas. La augita se presenta en
cristales prismáticos bien desarrollados, en tanto que la oxihornblenda suele ocurrir con hábito acicular, prismático y en
secciones basales hexagonales, siendo la desferritización una característica común en los ferromagnecianos. Esta última se
aprecia por los tonos pseudo-rojizos que forman halos en los contornos de los minerales máficos, así como pavimentos en la
mátrix. Algunos opacos son producto de la concentración de hierro lixiviado; otros podrían corresponder a magnetita y
hematita, seguramente. La caolinita, es sumamente escasa y afecta sólo a la plagioclasa. La orientación es discreta.
Designación: Andesita piroxénica
Muestra de mano
Descripción: Roca volcánica de color gris oscuro, con mátrix afanítica, en la que se observan abundantes cristales
subhedrales de plagioclasa, orientados, de hasta 5 mm de longitud, en tanto que el cuarzo es muy escaso, en cristales de
hasta 3 mm. En algunos casos, existe relleno de vacuolas, pero éstas no determinan una textura amigdaloide, en tanto que si
se aprecia una orientación moderada de todo el conjunto.

Andesita oxihornblendífera-5
Corte delgado
Minerales esenciales: plagioclasa, feldespato potásico. Minerales accesorios: oxihornblenda, opacos, cuarzo. Minerales
secundarios: sericita.
Descripción: Roca con mátrix microcristalina, sobre la que se distinguen fenocristales de plagioclasa, feldespato potásico y
oxihornblenda principalmente, generalmente subhedrales, definiendo una textura merocristalina y porfídica. La plagioclasa es
el principal mineral félsico, con longitudes de hasta 320 µm. Sus cristales, zoneados y euhedrales, siempre están maclados,
aunque muy escasamente sericitizados; se distingue del feldespato potásico sólo por la macla Karlsbad, típica de este grupo.
El cuarzo es sumamente escaso, subhedral y límpido, sin otras propiedades sobresalientes. La oxihornblenda, muy abundante
en cristales prismáticos cortos de menos de 40 µm, en tonos pardo-rojizos y con halos de desferritización, es el único mineral
máfico presente, incluso como inclusiones discretas en plagioclasa. Los opacos, probablemente magnetita, son sumamente
escasos.
Designación: Andesita oxihornblendífera
Muestra de mano
Descripción: Roca volcánica de color pardo claro, porfídica, caracterizada por una mátrix afanítica, sobre la que se distinguen
fenocristales subhedrales de feldespato, de color blanco, a veces como relleno de cavidades, pero sin llegar a definir textura
amigdaloide. También se observan fenocristales de cuarzo de hasta 2 mm, y cristales prismáticos de minerales máficos con
aspecto oxidado.

119
Andesita hornblendífera-9
Corte delgado
Minerales esenciales: plagioclasa, feldespato potásico, hornblenda, augita. Minerales accesorios: opacos, biotita.
Descripción: Holocristalina, la mátrix es microcristalina, y sobre ella se disponen abundantes fenocristales de plagioclasa y
feldespato potásico, iso-orientados en forma subparalela, lo cual señala la fluidez moderada de la lava original. En general, se
trata de cristales euhedrales, frescos, aunque suele observarse en algunos, textura esqueletal por reacción con la mátrix. Los
minerales máficos son fundamentalmente hornblenda y augita, a veces con coronas de reacción y corroídos, característica
esta última, observada también en la biotita que es sumamente escasa, al igual que los opacos.
Designación: Andesita hornblendífera
Muestra de mano
Descripción: Roca volcánica de color gris, afanítica, en cuya mátrix se distinguen algunos fenocristales euhedrales de
plagioclasa de hasta 5 mm, levemente alterados, asociados con abundantes cristales aciculares de anfíboles y en menor
proporción, piroxenos.

Andesita oxihornblendífera-10
Corte delgado
Minerales esenciales: plagioclasa. Minerales accesorios: oxihornblenda, augita, opacos. Minerales secundarios: epidota,
sericita.
Descripción: Mátrix criptocristalina, sobre la que se disponen cristales subhedrales y angulosos de plagioclasa, zoneados,
maclados y a veces, con textura esqueletal, por reacción con la mátrix. La alteración a sericita suele ser común sobre todo, a
lo largo de planos de discontinuidad. Los minerales máficos se encuentran muy oxidados y, en general presentan reacción
con la mátrix, de lo que resultan retazos de oxihornblenda y augita a veces, con engolfamientos. Es frecuente el desarrollo de
halos férricos en las vacuolas. Los opacos son abundantes en la mátrix, pero también están como inclusión en la plagioclasa.
Designación: Andesita oxihornblendífera
Muestra de mano
Descripción: Roca volcánica de color negro, afanítica, con estructura vesicular, compacta y de elevado peso específico. Las
cavidades no superan el milímetro de sección y suelen en algunos casos, encontrarse orientadas.

Andesita oxihornblendífera-12
Corte delgado
Minerales esenciales: plagioclasa. Minerales accesorios: oxihornblenda, augita, cuarzo, opacos. Minerales secundarios:
caolinita.
Descripción: Holocristalina, con mátrix microcristalina, caracterizada por cristales prismáticos euhedrales de plagioclasa, en el
orden de las 80 µm, distribuídos al azar. Sobre esta mátrix se disponen fenocristales mayormente euhedrales de plagioclasa,
zoneados, maclados, del orden de los 4 mm, a veces con tenues lineamientos de caolinita. Se encuentran como relleno de
vacuolas, al igual que el cuarzo. Éste último suele presentarse fracturado, ocasionalmente con reacción con la mátrix, lo que
define pequeños engolfamientos. Los opacos son muy comunes en la mátrix y también como inclusiones en los minerales
félsicos; se hallan asimismo asociados a la oxihornblenda y a la augita, que siempre está alterada, en retazos.
Designación: Andesita oxihornblendífera
Muestra de mano
Descripción: Roca volcánica de color bordó claro, afanítica, con textura parcialmente amigdaloide, caracterizada por la
presencia de vacuolas del orden de los 4 mm, rellenas con plagioclasa y, en menor proporción, con cuarzo translúcido y
fracturado.

120
III.1.2. Metandesitas

Metandesita-2
Muestra de mano
Descripción: Roca de origen volcánico, con avanzada esquistocidad, de color negro, y pátinas bordó de oxidación. La textura
es afanítica, aunque pueden observarse muy escasos cristales anhedrales de sílice amorfa, de hasta 5 mm.

III.1.3. Dacitas

Dacita biotítica-8
Corte delgado
Minerales esenciales: cuarzo, plagioclasa, feldespato potásico. Minerales accesorios: biotita, apatito, opacos. Minerales
secundarios: sericita.
Descripción: Holocristalina, cuya mátrix es microcristalina, caolinitizada. Sobre ella se destacan fenocristales de plagioclasa y
feldespato potásico, euhedrales pero corroídos desde los bordes o desde el centro, por efecto de reacción con la mátrix,
llegando a conformar a veces, textura esqueletal. Hay desarrollo de sericita y caolinita a lo largo de los planos de fractura, en
otros casos. El cuarzo es anhedral pero siempre está fracturado, a veces mostrando evidencias de reacciones con la mátrix
desde los bordes. Suelen presentarse también, inclusiones de apatito. La biotita es muy abundante, pero se encuentra muy
corroída y de color pardo oscuro, siendo a veces, difícil distinguirla de los minerales opacos que son muy escasos. No
obstante, sus cristales conservan forma laminar, distribuyéndose sin ninguna orientación.
Designación: Dacita biotítica
Muestra de mano
Descripción: Roca volcánica de color gris, afanítica, caracterizada por textura amigdaloide, cuyas oquedades se encuentran
ocupadas por fenocristales blancos de plagioclasa y feldespato potásico, alterados y euhedrales. En menor proporción se
observan sílice (1 mm) y óxidos de hierro, en diminutos cristales cúbicos.

Dacita-13
Muestra de mano
Descripción: Roca volcánica, porfídica, caracterizada por una mátrix afanítica gris, que engloba a su vez fenocristales
subhedrales de plagioclasa de hasta 5 mm, e individuos anhedrales o subredondeados de cuarzo con aspecto translúcido.
Los mismos rellenan cavidades, al igual que el feldespato rosado (sanidina?) que confiere tonos morados-rojizos a la muestra,
y suele estar alterado a mineral arcilloso (caolinita?), y. Como accesorio, se distinguen pequeños cristales de biotita de hasta
1 mm, sobre todo en superficie fresca. La estructura es parcialmente vesicular, con suborientación de vacuolas en algunos
sectores.

Dacita piroxeno-anfibólica-141
Muestra de mano
Descripción: Roca de origen piroclástico, gris, parcialmente vesicular, en cuya mátrix afanítica sobresalen fenocristales
subhedrales de plagioclasa de hasta 3 mm, algunos de los cuales se encuentran rellenando las cavidades producidas por los
escapes gaseosos. En menor cantidad se puede distinguir cuarzo anhedral, con fractura concoidal, y como accesorios,
piroxenos, anfíboles y biotita.

121
Dacita piroxeno-anfibólica-161
Muestra de mano
Descripción: Roca gris, porfídica, con mátrix afanítica y fenocristales translúcidos de plagioclasa; piroxenos, anfíboles y
diminutos puntos de mica, son accesorios.

Nota: 1. Variedades de Dacita mutuamente equivalentes en muestra de mano.

III.2. Metamorfitas

Cuarcita-62
Muestra de mano
Descripción: Roca metamórfica de color gris y estructura macisa, con esquistocidad incipiente, en cuya mátrix se distinguen
diminutos blastos de mica (posiblemente, muscovita).

Cuarcita-72
Muestra de mano
Descripción: Roca metamórfica de color gris, estructura maciza y esquistosidad incipiente, en cuya mátrix se distinguen
diminutos y abundantes blastos de mica (posiblemente, muscovita).

Nota: 2. Variedades de Cuarcita mutuamente equivalentes en muestra de mano.

III.3. Rocas Piroclásticas

Ignimbrita riolítica-15
Corte delgado
Minerales esenciales: feldespato potásico, plagioclasa, cuarzo. Minerales accesorios: biotita. Minerales secundarios: sericita.
Descripción: Merocristalina, con mátrix vítrea, sobre la que se disponen fenocristales subhedrales, a veces fracturados, de
feldespato potásico (sanidina), y de plagioclasa. Esta última se halla subordinada, a veces con sericitización incipiente,
eventualmente zoneada. El cuarzo se encuentra en individuos aislados, fracturados y angulosos en general; en tanto que la
biotita, se halla en láminas delgadas y alargadas, dispuestas al azar, sin otras particularidades sobresalientes.
Designación: Ignimbrita riolítica
Muestra de mano
Descripción: Roca piroclástica, de color rosáceo, y textura clasto-portante, con mátrix de aspecto arcilloso, por efecto de la
alteración del feldespato. Sobre ella están englobados cristales blanquecinos de feldespato, y cuarzo en menor proporción, en
diámetros menores a 1 mm, fácilmente disgregables. La biotita es abundante, en pequeñas láminas delgadas, menores a 1
mm de lado, a veces decoloradas, quizás por desferritización.

122
III.4. Sílices

Ópalo-11
Corte delgado
Minerales esenciales: cuarzo, ópalo.
Descripción: Merocristalina, se observa una mátrix vítrea asociada a cristales individuales de cuarzo y ópalo; este último se
encuentra más alterado y fracturado.
Designación: Ópalo
Muestra de mano
Descripción: Roca de color gris-amarillento, afanítica, homogénea, compacta y con fractura concoidal. En muy determinados
puntos logran distinguirse pequeños cristales de cuarzo.

123
ANEXO IV
RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE SUSTANCIAS ADHERIDAS

IV. 1. Compuestos identificados en muestras arqueológicas mediante Cromatografía


gaseosa-Espectrometría de masas (CG-EM)

En la Tabla IV.1 se detallan los compuestos identificados en muestras arqueológicas mediante


Cromatografía gaseosa-Espectrometría de masas, especificando su concentración en porcentaje1. No se
incluyen los registros de sustancias consideradas como intrusivas o contaminantes.

Tabla IV.1

Artefacto Compuestos identificados Concentración Observaciones


1.QS1 Ceras 43,4%
Eicosano 3,4% C20
Heneicosano 4,3% C21
Hidrocarburos con PM>Heneicosano 35,7%
1-a.PP4-B Ácido palmítico o hexadecanoico 13,3% C16:0
1
3.PP4-B Ceras 54,9%
Nonadecano 6,7% C19
Eicosano 14,1% C20
Heneicosano 17,9% C21
Docosano 12,0% C22
Tetracosano 4,2% C24
3.PP9.1 Ceras trazas
4.PP9.1 Ceras 54,0%
Octadecano 2,4% C18
Nonadecano 9,0% C19
Eicosano 14,6% C20
Hidrocarburos con PM>282 28%
10.PP9.1 Ceras 2,2%
12.PP9.1 Ceras 2,8%
Octadecano <1,0% C18
Nonadecano <1,0% C19
Eicosano <1,0% C20
Heptadeceno <1,0%
Docosano <1,0% C22
Heneicosano <1,0% C21
Tricosano <1,0% C23
Ácido oleico o 9-octadecanoico 2,7% C18:1
19.PP9.1 Ceras trazas
20.PP9.1 Ceras 1%
Escualeno 1%
28.PP9.1 Ceras 53,6%
Eicosano 3,8% C20
Heneicosano 5,8% C21
Docosano 8,4% C22
Tricosano 4,9% C23
Tetracosano 4,9% C24
Ciclotetracosano 1,9%
Hidrocarburos con PM>336 23,9%
Ácido palmítico o hexadecanoico 11,8% C16:0
1-a.PP9.3 - -
2
2-a.PP9.3 Hexadecatrienol 23,0%
Ceras 53,7%
Eicosano 14,7% C20
Heneicosano 10,4% C21
Docosano 5,6% C22
Hidrocarburos con PM>310 23%
1 2
Referencias: Muestra contaminada con bosta de camélidos modernos. Muestra contaminada con líquenes modernos.

1
Los análisis de CG-EM se llevaron a cabo en el Instituto de Química Orgánica, Facultad de Bioquímica,
Química y Farmacia, Universidad Nacional de Tucumán.

124
Tabla IV.1 (continuación)

Artefacto Compuestos identificados Concentración Observaciones


12-a.PP9.3 - -
13-b.PP9.3 - -
17-c.PP9.3 - -
20-c.PP9.3 - -
1-a.PC-BARLP - -
2-a.PC-BARLP - -
1-a.Co-A Ceras 33,3%
Octadecano 1,2% C18
Nonadecano 5,7% C19
Eicosano 10,4% C20
1/octadeceno 6,4%
Heneicosano 7,4% C21
Tetracosano 2,2% C24
2-a.Co-A - -
28.LM Ácido mirístico o tetradecanoico 1,6% C14:0
Hexadecanol 6,9%
Ácido Hexadecenoico 8,2% C16
Ácido Palmítico o hexadecanoico 8,1% C16:0
Alcohol cerílico o 1-Hexacosanol 5,3%
Colesterol 7,2%
Escualeno 3,1%
Ceras 26,0%
Nonadecano 1,0% C19
Tridecano <1,0% C13
Tetradecano <1,0% C14
Hidrocarburos con PM>282 25,0%
42.LM Ceras trazas
33.BDS - -
1.LV Ceras trazas
85.LV Ácido palmítico o hexadecanoico 46,3% C16:0
Ceras 36,5%
Eicosano 4,9% C20
Hexadeceno 2,9%
Heneicosano 2,5% C21
Docosano 2,3% C22
Hidrocarburos con PM>336 23,9%
24.LA Ceras <1,0%
Acetato de estearilo <1,0%
Acetato de octadecilo <1,0%
25.LA Ceras <1,0%
5.CC1 Ácido laúrico o dodecanoico 1,73% C12:0
Ácido mirístico o tetradecanoico 6,93% C14:0
Ácido pentadecílico o pentadecanoico 2,13% C15
Ácido palmítico o hexadecanoico 31,56% C16:0
Ácido heptadecanoico o margárico 0,28% C17:0
Ácido oleico o 9-octadecanoico 7% C18:1
Ácido esteárico u octadecanoico 7,2% C18:0
Colesterol trazas
Ceras trazas
56.RN1 Ceras trazas
s/n.RN1 Ceras 84%
Ciclohexadecano 9,0%
Eicosano 4,9% C20
Docosano 4,4% C22
Tricosano 4,6% C23
Tetracosano 5,4% C24
Nonacosano 8,9%
Hidrocarburos con PM>408 46,8%

125
IV. 2. Determinación de cloruros, sodio y potasio en muestras de sal actuales y
arqueológicas de Antofagasta de la Sierra

IV.2.1. Determinación de cloruros por método de Mohr (DCl)

Tabla IV.2. Porcentaje de cloruro.


-
Muestra %Cl
1. Sal de Quebrada del Diablo 61
2. Sal de Carachipampa 60
3. Sal del Salar de Antofalla 60
4. Sal de Botijuelas-Las Quínoas 60
5. Sal de El Peñón 64
6. Mortero 3.PP4-B 20

IV.2.2. Determinación de sodio y potasio por fotometría de llama (FL)

Tabla IV.3. Porcentaje de sodio.


+
Muestra Color de llama % de Na
1. Sal de Quebrada del Diablo amarillo-anaranjada 40
2. Sal de Carachipampa amarillo-anaranada 40
3. Sal del Salar de Antofalla amarillo-anaranada 41
4. Sal de Botijuelas-Las Quínoas amarillo-anaranada 40
5. Sal de El Peñón amarillo-anaranada 5,1
6. Mortero 3.PP4-B amarillo-anaranada 3,2

Tabla IV.4. Porcentaje de potasio.


+
Muestra Color de llama % de K
1. Sal de Quebrada del Diablo azul-violeta 0,02
2. Sal de Carachipampa azul-violeta 0,002
3. Sal del Salar de Antofalla azul-violeta 0,03
4. Sal de Botijuelas-Las Quínoas azul-violeta 0,003
5. Sal de El Peñón azul-violeta 0,01
6. Mortero 3.PP4-B azul-violeta 33

IV.3. Espectrometría de fluorescencia de rayos X (FRX) en muestras de mezclas


pigmentarias de El Infiernillo

La relación 1,93 Ca/P calculada a partir de los valores de FRX de la muestra 5.CC1 (Tabla
IV.7) es comparable con la relación ideal de 1,667 de la hidroxiapatita en material estioiquiométrico.

Las muestras restantes corresponden a fragmentos cerámicos que contienen, según los
resultados obtenidos mediante Difracción de rayos: arcillas -illita/montmorillonita-, mica -flogopita-,
cuarzo (SiO2) y yeso (CaSO4.2H2O) ocasionalmente. Los datos de FRX para dichas muestras se
corresponden con lo mencionado anteriormente (Tabla IV.7). Sin embargo, no es posible establecer
con precisión la participación relativa de los distintos componentes presentes. Esto se debe a que los

126
valores totales de cada elemento, corresponden a la sumatoria de los porcentajes de la masa del
elemento en cada compuesto en el que participa dentro de la mezcla compleja.

La presencia de fósforo entre los elementos principales detectados por FRX sugiere la
participación de fosfatos dentro de las mezclas pigmentarias.

Tabla IV.7.

Elementos O Al S Ca Na Si Cl Fe Mg P K Sr
5.CC1

principales % 23,43 0,20 0,07 23,96 0,33 0,77 0,75 0,24 0,31 9,58 0,25 0,01
Trazas Ti Mn Ni Cu Zn Ge Zr Cs Hg
Elementos O Al S Ca Na Si Cl Fe Mg K Rb Ti
principales % 27,7 4,44 0,59 3,12 0,64 15,56 0,66 2,97 0,99 3,38 0.017 0,35
Fr. 1

Sr Y P Mn
0.016 0,01 0,82 0,089
Trazas Ni Cu Zn As Zr Nb Pd Ce Pb
Elementos O Al S Ca Na Si Cl Fe Mg S K Sr
principales % 15,81 2,16 0,93 2,69 0,40 8,12 0,38 1,48 0,58 0,93 1,50 0,01
Fr. 2

Rb Ti Mn Zr
0,01 0,23 0,05 0,02
Trazas Cr Co Ni Cu Zn Y Nb Pb
Elementos O Al S Ca Na Si Cl Fe Mg K Rb Ti
principales % 39,06 9,70 0,33 2,28 0,74 21,30 0,82 5,21 2,15 4,75 0,02 0,66
Fr. 3

Sr Zr Na P Mn
0,02 0,023 0,75 0,46 0,12
Trazas Ni Cu Zn Ga As Y Nb Ce Pb
Elementos O Al S Ca Na Mn Cl Fe Mg Si K Sr
principales % 23,59 4,05 0,82 3,32 0,42 0,11 1,00 3,62 1,04 12,00 2,85 0,02
Fr. 4

Y Zr P Rb Ti
0,01 0,02 0,90 0,02 0,43
Trazas Cr Ni Cu Zn Ga Ge Nb Ag In Ce Pt Pb
Elementos O Al S Ca Na Si Cl Fe Mg K Rb Ti
principales % 25,51 5,56 0,77 2,80 0,43 13,27 0,80 3,61 1,16 3,59 0,01 0,44
Fr. 5

Sr P Mn Zr
0,01 0,39 0,094 0.019
Trazas Cr Ni Cu Zn Y Nb I Pb
Elementos O Al S Ca Na Cl Fe Mg Si K Sr Zr
principales % 41,79 9,30 2,50 6,80 1,15 1,03 4,02 3,04 18,56 3,45 0,02 0,03
Fr. 6

P Rb Ti Mn
1,29 0,02 0,61 0,17
Trazas Ni Cu Zn Ga Y Nb Cs Ce Gd Pb

Referencias: Fr.: fragmento cerámico. %: se refiere al porcentaje de la masa.

IV.4. Análisis de energía dispersiva de rayos X (EDAX) en muestras con residuos


macroscópicos

En la Tabla IV.8. se presentan los resultados semicuantitativos obtenidos mediante Análisis de


energía dispersiva de rayos X (EDAX).

La relación 1,93 Ca/P calculada a partir de los valores de EDAX de la muestra 5.CC1 es
comparable con la relación ideal de 1,667 de la hidroxiapatita del hueso (Ca10(PO4)6(OH)2) en material
estioiquiométrico. En la muestra 85.LV, la relación Ca/P es igual a 1,67, confirmando también en la
misma la presencia de hueso. En ambos casos, el Si corresponde a silicatos procedentes de la matriz
sedimentaria.

127
Tabla IV.8.

Elemento S Cl K

3.PP4-B
% peso 7,2 6,1 58,4

Elemento Al Si S K Ca Fe

9.PP9.
3 -a)
% peso 7,8 20,0 29,3 3,7 35,3 3,5

9.PP9. Elemento Mg Al Si S K Ca Fe
3 -b)
% peso 3,7 12,5 47,4 8,6 7,9 10,5 9,3

Elemento Al Si S K Ca Fe
9.3 -a)
10.PP

% peso 7,1 16,0 29,6 3,5 41,0 2,8

Elemento Mg Al Si S K Ca Ti Fe
10.PP
9.3-b)

% peso 3,7 18,4 51,5 0,3 9,7 6,5 0,9 8,9

Elemento Al Si Ca Fe Cu Zn
5.LV

% peso 4,9 30,4 3,3 2,6 54,0 4,9

Elemento Si P Cl Ca
85.LV

% peso 1,8 28,2 0,4 60,4

Elemento Al Si S Ca
23.LA

% peso 0,6 3,7 39,8 55,8

Elemento Mg Al Si K Ca Ti Mn Fe
CC1
3-a.

% peso 6,3 7,2 14,3 0,4 0,9 24,7 1,9 44,3

Elemento Si P Ca
5.CC1

% peso 16,5 28,1 55,4

En 3.PP4-B se han identificado mediante Difracción de rayos X, Espectrofotometría de


Absorción Atómica y Fotometría de Llama: silvita (KCl), sulfatos (K3Na(SO4)2) y nitro o salitre
(KNO3). El mapeo de elementos EDAX es acorde con la presencia de dichas sustancias en la muestra,
aunque no es posible determinar la participación relativa de cada una de ellas en la mezcla. La
ausencia de Na en los datos semicuantitativos se debería por un lado, a su baja concentración en la
muestra y por el otro lado, a las particularidades de la técnica EDAX durante el mapeo de mezclas
heterogéneas. No están registrados nitrógeno y oxígeno debido a las limitaciones de la sonda utilizada
en el análisis.

Las muestras 9.PP9.3-a) y 10.PP9.3-a) corresponden a mezclas de sustancias. Los valores


EDAX para distintos elementos identificados, más información procedente de otras muestras halladas
en cercanías de los artefactos analizados (López Campeny 2001), sugieren la presencia de yeso
(CaSO4.2H2O) junto a otras sustancias representadas en menor proporción. Estas últimas serían calcita
(CaCO3), alumbre, silicatos y óxidos de hierro.

128
En el artefacto 5.LV se detectaron silicio, cobre y otros elementos. Dado que el Si se halla
integrando aluminosilicatos procedentes de la matriz sedimentaria, se desconoce en qué porcentaje
podría estar asociado al Cu en la composición de crisocola (CuSiO3.nH2O) y además, si alguna
proporción de cobre estaría formando parte de malaquita (CuCO3.Cu(OH)2). Las limitaciones de la
sonda EDAX impiden medir el carbono, hidrógeno y oxígeno que integran la fórmula de esta última.

La relación S/Ca en la muestra 23.LA indica la presencia de yeso (CaSO4.2H2O), más un


excedente de Ca que integraría la composición de la calcita (CaCO3). Además, se presenta el silicio
conformando silicatos.

En las muestras restantes correspondientes a mezclas de sustancias (9.PP9.3 -b), 10.PP9.3 -b)
y 3-a.CC1), no es posible establecer con precisión los distintos componentes presentes. Esto se debe a
que los valores totales de cada elemento corresponden a la sumatoria de los porcentajes de peso del
elemento en cada compuesto en el que participa dentro de la mezcla compleja. Debe destacarse
asimismo, que el mapeo reiterado de silicio, aluminio, potasio, hierro, magnesio y calcio se deben a la
presencia de sedimento de la matriz integrando las muestras analizadas.

IV.5. Difractometría de rayos X y Descomposición térmica en muestras minerales de El


Infiernillo y Falda Occidental del Aconquija

IV.5.1. Difractometría de rayos X

El diagrama de 3-a.PP4-B entre 2θ=5 y 70º (λCu=1,5406Å) muestra las líneas de silvita “S”,
micas “M”, nitro “N” y sulfato doble de sodio y potasio“Sf” (Figura IV.1.).

El difractograma entre 2θ=5 y 70º (λCu=1,5406Å) de efluorescencias salinas del sitio Peñas de
la Cruz presenta silvita “S” como componente mayoritario, y halita “H” y nitro o salitre “N” como
componentes intermedios (Figura IV.2). Por su parte, en la Figura IV.3 se muestra el diagrama entre
2θ=20 y 70º (λCu=1,5406Å) de sal actual del salar de Antofalla., marcándose las líneas de halita “H”.
Este gráfico es representativo de un conjunto de muestras de sales actuales para uso doméstico de: a)
Salar de Incahuasi, b) Salinas de Quebrada del Diablo en Antofalla, c) Salinas de Botijuelas-Las
Quínoas en Antofalla, d) Salinas en Carachipampa, e) Salinas de El Peñón y f) Salinas Grandes de
Laguna Blanca.

129
Figura IV.1.

Figura IV.2.

130
Figura IV.3.

Las líneas características de cuarzo “Q”, sulfato de aluminio y potasio (KAl(SO4)2) “A”,
calcita (CaCO3) “C” y aluminosilicatos “Al” entre 2θ=5 y 70º (λCu=1,5406Å) de la muestra de
revestimiento de pisos, de PP9.1, Estructura 3 se presentan en la Figura IV.4. El diagrama entre 2θ=5
y 70º (λCu=1,5406Å) correspondiente a restos de un polvo mineral blanco adherido a la pared de la
misma estructura, muestra al yeso “Y” como componente mayoritario, y la mica flogopita “M” como
componente intermedio (Figura IV.5). El difractograma entre 2θ=5 y 70º (λCu=1,5406Å) de un residuo
policristalino blanco recuperado de un recipiente cerámico de idéntica procedencia, presenta como
componentes mayoritario mica “M” y yeso “Y” y, como componente intermedio, un compuesto de
azufre “S” (Figura IV.6).

Figura IV.4.

131
Figura IV.5.

Figura IV.6.

En la muestra 23.LA, las líneas de difracción entre 2θ=5 y 75º (λCu=1,5406Å)


correspondientes a yeso se marcan como “Y”, y las de calcita, como “C” (Figura IV.7).

132
Figura IV.7.

En la Figura IV.8 se presentan las líneas correspondientes a calcita “C” y cuarzo “Q” entre
2θ=15 y 70º (λCu=1,5406Å) de la muestra de “jasi” de Loma Alta, piso de ocupación del recinto 47.

Figura IV.8.

La Figura IV.9. muestra el difractograma de los residuos en 5.CC1 entre 2θ=5 y 60º
(λCu=1,5406Å). Las líneas de difracción de hidroxiapatita del hueso se marcan como “H”, y las líneas
correspondientes a silicatos de calcio de la matriz sedimentaria, como “S”.

133
Figura IV.9

El difractograma entre 2θ=0 y 65º (λCu=1,5406Å) de acabado de superficie de color negro de


un fragmento cerámico de Cueva de los Corrales 1, muestra la presencia de arcillas -
illita/montmorillonita- “A”, micas -flogopita- “M”, y cuarzo “Q” (Figura IV.10). Este difractograma
es, en términos generales, representativo de los restantes fragmentos analizados.

Figura IV.10.

En la Figura IV.11 se muestra el difractograma entre 2θ=5 y 70º (λCu=1,5406Å)


correspondiente a llipta actual. Este presenta como componente mayoritario a la nahcolita (NaHCO3)
“N” y como componentes intermedios, a la trona (Na3H(CO3)2.2H2O) “T” y un compuesto no
determinado “F”.

134
Figura IV.11.

IV.5.2. Descomposición térmica en atmósfera de oxígeno y Difractometría de rayos X en mezclas


pigmentarias de El Infiernillo

En los casos de las muestras de 2-a.CC1, 3-a.CC1 y 4-a.CC1 se empleó la descomposición


térmica en atmósfera de oxígeno en combinación con Difractometría de rayos X. En estos artefactos
las observaciones macroscópicas indicaron la ocurrencia de materiales negros que podían deberse a la
presencia de materia carbonosa o bien de óxidos de hierro (magnetita y/o ilmenita) y manganeso
(manganita y/o pirolusita). A fin de establecer la presencia de uno u otro material se realizaron ensayos
de calentamiento en atmósfera de oxígeno. Las muestras fueron calentadas en una mufla DALVO
HMS (CIQ, Facultad de Cs. Naturales e I.M.L) a una temperatura de 500 ºC durante 20 horas y se
realizaron observaciones en los cambios de color y en los diagramas de difracción de rayos X. En la
interpretación de los resultados se tuvo en cuenta que la conservación o desaparición del color original
de las partículas puede ser consecuencia de procesos oxidativos de los compuestos presentes en la
muestra original.

En la muestra de 2-a.CC1, el color negro de las superficies de los agregados se conservó,


confirmando la presencia de óxidos de manganeso (manganita y pirolusita) y no de material
carbonoso. Sin embargo, en las muestras de 3-a.CC1 y 4-a.CC1 se observó, en parte de las superficies,
un cambio del color negro inicial a pardo rojizo. Este cambio de coloración permite inferir que en la
muestra existe magnetita que, por descomposición oxidativa, se transformó en hematita y/o
maghemita, ambos de color pardo rojizo.

135
La comparación de los diagramas de rayos X antes y después del calentamiento corroboró los
resultados antes mencionados. Así, en la muestra de 2-a.CC1 permanecen las líneas de difracción
características de manganita y pirolusita (Figura IV.12), mientras que en la muestra de 3-a.CC1
calentada quedó demostrada la ocurrencia de nuevas líneas correspondientes a maghemita (γ-Fe2O3)
y/o hematita (α-Fe2O3), procedentes de la alteración parcial de magnetita (Figura IV.13).

El difractograma de la muestra de 4-a.CC1 calentada, evidenció la presencia de líneas de


difracción de maghemita, hematita, ilmenita y magnetita (Figura IV.13), por lo que estas
transformaciones confirmarían la similitud, previamente mencionada, de esta muestra con la de 3-
a.CC1.

IV.6. Espectroscopía de Infrarrojos por Transformadas de Fourier (FTIR) en muestras


de El Infiernillo y El Alto El Bolsón

La Figura IV.14 muestra el espectro infrarrojo de los residuos de hueso calcinado en 5.CC1 en
el rango 4000-400 cm-1. La banda a 3600 cm-1 se atribuye al estiramiento del grupo oxidrilo (OH) de
hidroxiapatita. Las dos bandas centradas en 1050 cm-1 y 1060 cm-1 corresponden al estiramiento
antisimétrico P-O del grupo fosfato (PO43-). El doblete a aproximadamente 600 cm-1 se asigna a la
deformación antisimétrica O-P-O. A 960 cm-1 se encuentra una banda que se atribuye al estiramiento
simétrico P-O. La banda en 480 cm-1 corresponde a la deformación simétrica O-P-O. La banda en 630
cm-1 se asigna al modo libracional de OH. Las bandas entre 1460-1410 cm-1 y a 875 cm-1
respectivamente corresponden al estiramiento antisimétrico C-O y a la deformación fuera del plano O-
C-O del grupo carbonato (CO32-). La banda centrada en 3400 cm-1 se atribuye al estiramiento del grupo
OH del agua de absorción.

La ausencia de desplazamientos de las bandas diagnósticas de hidroxiapatita en el espectro


indican que no ocurrieron reemplazos postepositacionales de calcio mediante intercambios químicos
con el medio en condiciones de enterramiento (Sandford 1993). Esta situación implicaría la
posibilidad de una buena preservación de los residuos.

Las bandas correspondientes a ácidos grasos y a carbohidratos procedentes del maíz no


pudieron ser identificadas mediante este método. Esto podría ser atribuido a la baja proporción de los
componentes del cereal en los residuos analizados y al hecho de que, en alguna medida, algunas de sus
bandas de absorción se superponen a las de los principales grupos polifuncionales de hidroxiapatita.

136
Figura IV.12. Difractogramas de polvo de las muestras: a) 2-a.CC1 y, b) 2-a.CC1 después del calentamiento a
500ºC. Las líneas de difracción características de manganita y pirolusita se indican con 1 y 2 respectivamente. λ
de Co Kα entre 2θ = 20º y 120º.

13
a) 1

2
1 1,2 1 1
1,2
1 1,2
Ir
Ir

0
20 40 60 80 100 120

13
b) 1

1,2

1,2
1 2
Ir

2 2
2

0
20 40 60 80 100 120
2

137
Figura IV.13. Difractogramas de polvo de las muestras: a) 3-a.CC1, 3-a.CC1 y 4-a.CC1 después del
calentamiento a 500ºC. Las líneas de difracción características de ilmenita, magnetita, maghemita y hematita se
indican con 3, 4, 5 y 6 respectivamente. λ de Co Kα entre 2θ = 20º y 100º.

3
a)
3,4
4 3,4 3
3,4 3,4
3
Ir

0
20 40 60 80 100
22θ
8.5

5 3
b) 6
4,5 5
3,4,5,6
5
53 6 3,5
5,6
5,6
3,4,5,6
6 3,4 3
6
3,4
Ir

0.0
20 40 60 80 100
22 θ
8 .5

5 3,5
c) 4,5 3,4,5,6
5 5,6
5,6 6 3,4,6
3,5,6 5,6
Ir

0 .0
20 40 60 80 100
2

138
Figura IV.14

139

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