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Manuales / Ciencias Sociales El libro universitario Gary King, Robert 0, Keohane y Sidney Verba El disefio de la investigacién social La inferencia cientifica en los estudios cualitativos Version de Jesis Cuéllar Menezo Alianza Editorial 1. La ciencia en las ciencias sociales 1. Introduc Exe libro trata de la investigacin en las ciencias sociales y tiene un objeti- vo prictico: disefar investigaciones que generen inferencias validas sobre la vida social y politica, Nos centramos en la ciencia politica, pero 1uestro argumento es aplicable a disciplinas como la sociologia, la antropologia, la historia, la economia y la psicologia, as como a dreas que no se consideran ura diseiplina, como las técnicas periciales, lt investigacién en temas de edueacién y el razonamiento clinico. ‘Nuestra obre no se ocupa de {a Filosofia de las ciencias sociales, ni tam- poco es un matual para teas especificas de Is investigacién como =! dise- fio de encuestas, la realizacion del trabajo de campo o el aalisis de datos es- talisticos. En realidad, trata del disefio ce la investigacién: de como plantear preguntas y moldear los estudios académicos >ara extraerinferencias des- criptvas y causales validas. Por lo tent, se situe en un zena intermedia en- tre les abstractas polémicas filoséficas y las técnicas pricticas para centrarse ct la logica intrinseca que subyace en toda investigacion social cienti‘ica, 1.4 Dos formas de investigar, una sola lécica inferencial Nuestro principal objetivo es relacionar las trad ciones de fo que se suele de- nominar investigacion «cuantitativan y «cualiativay mediante una misma ligica inferencial. Ambas tendencias parecen bastante diferentes y, de he- a HL disefo de te imestigacisa s cho, a veces se ccnsideran enfrentadas. Para nosotros, tales diferencias silo son une cuestidn de estilo y de técnicas especificas. Los dos tipos de investi- gacién participan de una misma logica subyacente, que suele explicarse y formalizarse claramente al analizar métodos cuantitativos. Sin embargo, esta logica inferencial es igual a la que respalda las buenas investigaciones cuali- tativas, y tanto los cualitaivistas como os cuantitativistas se beeficiar:an si se le concediera una atencidr més explicita al diseiar investigaciones. Los estlos de la investigacién cuanttatva y cvalitativa son muy diferen- tes. La primera se sirve de nimeros y métodos estadisticos. Suele basarse en medidas numéricas de ciertos aspectns de los fenémenos; parte de casos concretos para llegar a una descripcisr general o para comprodar hipétesis causales y busca medidas y andlisis que otros investigadores puedan repro- ducir fcilmente, Por el contrario, la investigacién cuslitatva abarca una emplia gama de enfogues, pero, por definicién, ninguno de ellos se basa en medidas namé- Ficas, Este tipo de trabajo se centra generalmente en un caso o en un reduci- do miimero de elles; se sirve de entrevistas en profundidad o de andlisis ée- tallados de materiales histéricos; usiliza un méiodo discursivo e intenta estudiar de forma global o exhaustiva un acontecimiento o unidad. Los cua- litativisas, aunque sito tengan un pequeiio mimero de casos, suelen sacar @ la Tuz en sus estudios una gran cantidid de informacién, A veces, €2 las cas sociales este tipo de trabajo tiene que ver con estudios de area o de caso en los que el centro de atencién es un heche determinade 0 una deci- sin, institucién, lugar, problema o ley. Al igual que en la iavestigecién cuantitativa, el objeto de estidio puede ser importante en si mismo: es un cambio crucial en una nacidn, nas elesciones, una decisién transcendental ‘una crisis mundial, Por qué se derrumbé tan stibitamente 21 égimen get- ‘mano oriental en 1989? De forma ms general, zpor que casi todos los regi- ‘menes comunistas de Europs del Este s2 vinieron abajo en 1989? A veces, aunque desde luego no siempre, se puede elegir un acontecimiento como ejemple de un cie-o tipo de hechos, como seria al caso de una revolucién politica o de una determinaca comunided que decide opone-se a la instala- cidn deun depésito de residvos, Este tio de trabsjo suele estar relacionado con estudios de area en Jos que se aborsa la histo-a y la cultura de una de- terminada parte del mundo. El lugar 9 acontecimiento en cuestién se anzli- za de cerca y con odo detalle. Durante varias 4écadas, ls politélogos han venido contastando las ven- tajas de los estudins de caso con las de los estadisticos, las de los estudios de area con las de los trabajos comparativos, asi como las de las investiga- ciones politcas «cientificas», que usaa métodos cuantitativos, con les de Jas chiséricas», que se basan en una profunda comprensior de las fuentes eseritas 0 los contextos. Algunos cuenttativistas creen que en las ciencias sociales el tinico camino que leva a la verdad es el andlsis estadistice sis- temiético, Los partdarios de a investigaciOn cualittiva se oporen violen‘a~ mente 1 esta idea Esta diferencia de opiniones zenera une viva polénica, pero, por desgracia, también divide la dsciptina en dos ramas, una cuanti- {ativa-sistematica-generalizedora y ota cualitana-humanista-discursiva, A. medide que la prmera aumenta la complejidad de sus analisis estadisticos (y su trabajo se hace menos comprensible para cs que no han estudiado las, ‘téenicas), la segunda se convence cada vez mis Je que tales andlisis resul- tan jrrelevantes ara acontecimientos que, como aquellos que interesan a sus partidarios, ne parecen poder reprcducirse o generalizase Unc de tos principales propésitos d2 este libre es demostrar que las dife- rencias entre la tridicién cuantitativay la cuaitativa son s6lo de tipo estilis- tico y que su importancia en térmiinos metodokigicos y de contenido ¢s mi- rnima, Puede corsiderarse con razin— que toda buena investigacién _proced: de la misma l6gica inferencial subyacent. Tanto los estudios 2uan- ( titatives como Ics cualitativos pueden ser sisteméticos y cientificos. La investigacién histitica puede ser analitica si lo cue pretende es evaluar di- {| versas explicaciores mediante un proceso inferexcial causal valido. La his- toria,c la sociolcgia historiza, no es incompatible con las ciencias sociales (Skocpol, 1984, rp. 374-86}. Pare romper estas barreras es prec:so que catmencemos por cuestionar el concepto mismo 4e investigacién «cusliativay. Heros utitzado el térmnino ene ttulo de ese libro para hacer referencia a nuestro objeto de esudio, pero sin querer decir con ello que la investigacién «cualitaiva» se diteren- Cie farelamentalmente de la «cuantitatvan, excepto en el estilo, La mayoria de las investigaciones no correspoade claramente a una 3 otra categoria, y las mejores sue en combirar caractersticas de bos dos tipes. En el mistio proyect de invesigacién, eigunos de. los datos recogidos pueden ser chj:to de snilisis estadistico, pero no asi oiros elementos igualmerte re- levantes. Las pauras y tendencias del comportamento socia,, politico 0 eco- rnémico son ms susceptibles de anilisis cuartintivo que el flujo de ideas entre personas Bi influencia determinarte que tine un lide extraordinaro. Para entender un mundo social en cambio constante tenemos que barajar in- forracién que nces ficilmente cuanticable y también la que si lo es. Ade- mas, todas las ciencias sociales necesitan comperar, lo cual supone cue se evaliie qué fendrrenos se parecen «mis» 0 «menos» en cuestion de gredo (0 sea, diferencias cuantitaivas) 0 de tipo (diferencias cualitativas) Dos magniticss estudios recientes son ejemplo de este punto de vista En Coercive Cooveration (1992), List L. Martinquiso expiicar el grado de cooperacién intemacional en materia le sanciones econdmicas, analizando cuantitativamente 99 casos en los que se interté aplicar tales medidas des- pués de la Segunda Guerra Mundial. Aunque este andlisis cuantitativo ofte- cia mucha informacién valiosa, algunas de las inferencias sausales que in- dicabar los datos eran amiguas; de ahi que Martin deciciera estudiar en detalle seis casos de sancioves con Ia intencién 4e recabar mas pruebas de relevarcia para su inferencia causal, Para escribir Making Democracy Work (1993), Robert D. Putnam y sus colegas entrevistaron a 112 parlamentarios regicnales italianos en 1970, a 194 en 1976 y a 234 entre 1981 y 1982, asi com a 115 lideres comunitarios en 1976 y a 118 entre 1981 y 1982, Tam- ign enviaron por correo un cuestorario a mas de 500 licetes comunttarios de todo el pais en 1983, Ademas, ex profeso para este trazajo, se llovaron a ‘cabo cuatro encuestas de alzance nacional. No obstante, en:re 1976 y 1989. los autores del libro realizzron estutios de caso pormerorizados soore 1a vida politica de seis regiones. Los investigadores, con la intencién ce some- terse a Ia «prueba del trata interocular», «llegaron a conocer con cetalle las traniobras y personalidades politicas que habian animaco la politica re~ gional en las dos altimas décadas» (Pumam, 1993, p. 190). Les lecoiones de estos andlisis dezerian ser slaras: cualquiera que sea el tema de estudio, ni Ia investigacién cuantitativa seré mejor que la cuelitativa ni al contrario. Dado que muchos asuntos de interés para las ciencies socia~ les, 5 han de tener sentido, no pueden formularse de manera que sea posible a comprobacidn estadistica de hipétesis mediante datos cuantitatives, no queremos animer a nadie a cue uti.ice inicamente técnicas cuantitatvas. No pretendemos sacar de la bibliotece a todos los siemtfices sociales para Ile- ‘arlos a centros informétioos ni sustiuir conversaciones inregetibles 2or en ‘wovistas estructuradas. En realidad, lo que sefialamos es que los estudios no estadisticos tendrian resultados mis fiables si los investigadores prestaran ‘ds atencién alas reglas d= la inferencia cientifica, que 2 veces se fornulan ‘mejot con el estilo de la investigacién cuantitativa. Los prezisos métodos es- tadisticos que sustentan que distingue a las ciencias sociales de la observacién ocasional es que la primera pretende hacer inferencias vilidas mediante el uso sistemitico de srocedimientos de investigacién contrastados. El hecho de que aqui nos centremos en la inda- gacién empirica supone dejar de latlo muchos problemas de la filosctfia de las ciencias sociales, asi como las polémicas que se ocupan del pare! del Postmodernismo, del cardctsr y existencia de la verdad, del relativism y de asuntos similares, Partimes de la base de que es posible lograr cierto cano- cimiento del mundo exterior, pero tal conocimiznto siempre sera incietto, SaaS Ademis, naca en nuestro conjunt> de reglas implica que tengamos que evar a cabo el experimento perfecto (si es que existe tal 208a) 0 reunir to dos Ios datos relevantes antes de poder extraerinferencias cientiices vli- das, Merece la pena estudiar un asunto importante aunque se dispoiga de poca informacion. Si aplicamos cuslquier disso de investigacién a esta sitacién las conclusiones serdn relativamente inciertas, pero si se admite honestamente tal incertidumbre esta clase de estudio sera muy iti. Con fre- cusncia, la investigacién social se caracteriza por disponer de una informa- cidn limitada, Como el mundo socia analisis que nos ayuan a comprender ls transiormaziones ban de describirlase i inferpretarlas en su contexto, aunque_a incertidembre de nuestras conslsio- né5 Sea alta, Lanecesidad de resolver un problema puede ser tan grande que ‘Guizd haya datos —recogidos con los métodos cientficos ms itiles—que se queden obsoletos antes de organizarlos. Si une persona enloquecida corre hhazia nosotros blandiendo an hacha, puede que entregarle un cuestionario de cinco paginas sobre psicogatia no sea la mejor estrategia. Joseph Scumpe- ter cité una vez.a Albert Einstein, que habia dicho que «siempre que nue tras proposiciones sean cie-tas no dirén nada acerca de la realidad, y sempre que no digan nada acerce de Ia realidad, no serin ciertas» (Schumpeter {1936}, 1991, pp. 298-299. Sin erbarge, aunque la certeza no pueda alcan- zarse la seguridad en nuestras conclusiones, asi como su fiabilidad,validez Yy sinceridad, podrén incrementarse si prestamos atencin a las reglas de la inferencia cientifica, Las ciencias sociales que propugnamros pretenden ex- (raer del mundo inferencias descriptivas ¥ causales. Los que no comparten la premise de que es posible un conocirierto parcial e imperfecto ni aspiran a luna comprensién descriptiva y causal tendrn que buscar en otra parte inspi- raciOn o batallas sobre paradigmas en las que participa. Er resumen, agui no se dan recstas pera la investigacion cientifica empi- rica, Ofrecemos ciertos preceptos y “ey as cuys intencién es disciplinar el pensamiento, no sofocarlo. Tanto en la investigacién cuastitativa como en Ta cualtativa aplicamos de manere imperfecta reglas inferenciales tedricas 4 ciseios de investigacién y a datos empiricos inherentemente imperfectos, ‘Toda reglamentacién que tenga sentido admitira excepciones, pero hay que peli que éstas se justifiguen de maners explicita, que se evalien sus con- secuencias para la fiabitidad de la investigacién y que se plantee la incert- dumbre de las conclusiones. No buscamos un dogma, sine un pensamiento isciplinado 1.2. Definicién de investigacién cientifica en las ciercias sociales Nuestra definicion de «investigacin cientifica» es un ideal al que toda in- vestigacién cuanttativa y cualitativa, incluso la mis cuidadosa, solo puede aproximarse. Sin embargo, necesitamos definir lo que es una buena investi ERSaSis gacién. y para ello utilizamos 1a pelabra «cientifica» como calificativo | Esta palabra tiene muchas connotacisnes injustificables, inepropiacas 0, para muchos investigadores cualitativos, completamente incendiarias. De ahi que nosotros demos ung definicisn explicita. Tiene cue quedar claro que no consideremos més cientifica la investigacién cuantitativa que la cualitativa, El estlo de una buena investigacién —o sea, la que es cientifi puede Ser cuantitativo o cualitativo. Sin embargo, en lo tocante al di- eff, la investigacién tiene estas cuatro caracteristicas 1, Elchjetivo ests inferencia E] disef deta investigncin cieatiica tiene como objetivo fa extraeion de inferencias descrip vaso explicativas a parr de la irfoemaci6n emsirca que se tenga del mundo Para hacer estudios sientificos sue ser indispensable descibir con =uidado cies fe- -némenos, pero la acumulacién ce Yechos nces, en si misma, suficinte, Estos jueden ‘see reunidos (por investigadoresculitativos ¢ euantitativos) de forma mis © merns sis temitcs,y, evidentemente, la primera es mejor que la segunda; sir enbargo, rust ‘definiion de cienci conlleva ur paso adiciona, que es el de utilizar los datos inmedi tos para hacer inferencias que concuzean a algo mis amlio que no se cbserva Grecta- mente, Ese algo puede entrafiar una inferencia descriptiva —utilizar observaciones del mundo >are revelar otros hechas que no se tan abservado— o una infrencia causal conocer efectos cxusales a partir de os datos observados. El aleance ela inferencia ‘puede delimitarse en el espacio y el tiemgo —el comportamiento electeral en las elec ciones etadounidenses desde 1960, [os movimiento socales en Europa del Este desde 1989 o puede ser mis general —el comparamiento hamano desde la apatiion cela agricultera. En cualquiera de los casos, lo que distingue sinvestigacioncientifca es ‘objetivo de hacer inferencias que vayan mis ali de las observaciones es reeegido 2. Losprocedimientos son piblicos Para generar y analizar datos la investigaciSncientificawiliza métodos explicit, cock ficados y plblicos cue, por lo tanto, pueden evaluarse. Gran parte de ls investigasion social cualtativa sigue procedinientos de tisqueda o inferenciales menos precisos. ‘Como afiemé Robes K. Merton (1949), 198, pp. 71-72) «El andliss sociologico de datos cualittivossusle depender de un mundo privado de eas penatraates pero inson= ables 5 de interpreaciones inefables [J [Sin embargo] la ciencia[.. es piblica, no privaday, La afirmacia de Merton noes aplicable a todas los cualtavistas (y, po Ses- roca, x a algunos cuantitativista), pero muchos se comportan como si careciean de mead y, a veces, como si la utlizacién de dios explicitos menoscabara su cre dad, Noobstante, nc pueden dejar de uilizaralguno, De alguna forma observan fos fe- rndmenes, plantean preguntas, estzen informaciéa sobre el mundo s partir de esas ob- servasiones y hacen nferencias sobre causa y consecuercias. Si el nétodo y la login {de las observacicnese inferencss de un investigador no ze hacen explicitos, la cemuni- ‘dad szadémica no tine forma de uzgar la Velez de lo cu se ha hecho. No pod eva- luar ls principios de seleccin utlizados para registrar las observaciones, ni cémo 5€ Inan proceso étas,ni la lbgica de las conclasones, No aodrenos aprender de sus mé- {todos ni eproducir as resultados. sta invesigacion no ser un hecho pibiico, Aunque sea una >uena festun, no sera ura aportaciba alas ciercies sociales. ‘Todes los mitochs —sean ono explicites— tienen ss imitaciones, La ventaja de To explicito es que pueden captarse tales limiasionesv, ses posible remedirlas Ade- mds, los métodos se pueden ensefr y compari. Este proceso permite que los reeulta- dos ds Ia investyaciin se comparen con los de otros investigadores, cue Se reprocuacan los estucios de proyectos ajenos y que ls acedémicos apendan. 3. Lasconclusiones son inciertas La inferencia es per defnicién, un proceso imperfesto Su objetivo es utilizar datos {e, 65 imposible llegar @ conclusions perfietamente sietas utilizando datos incieros, De hectt, Ia incetdumbre e¢ un aspecto crucial de toda investigaion o conociniento del munto, Si ese fector no seealeula de manera razenatle, no se pod interpreta nin- guna de-ripcién del mundo rea ni ninguna inferenc ceusl que le fect. Un investi- gador que no cantemple abiertamente Ia iazericumbre estaré afirmando que lo sabe todo ale perfeccién o que no tiene ni idea de ia certess » incertidumore de sus resulta ‘dos. En cualquier cas, las inferencias que carecen de un elculo de incetidumbre no son ciensia tal eomoaqut se define 4. Bleantenide eset método Pra teminar, la investigacién centifica prpugna un coxjunto de normas infrerciales de las que depenie si validez, Expicar las ris imporanes es una de as tareas primor- “ales de est libro"! principal contenido dela uciencia son sus metodos y regs, 20 ‘su obete de estuio, ya que podemos utilizrtles méiodbs para estuliar pricticamente todo. Esa idea fue aeptade hace unos cien ios cuando Karl Pearsoa (1892, p. 16) ex- plicé gue «el canporde la ciencn es ilimitaco; su matera es infinita: cada conjunto de fendmeros natunles, cada fase 4e la vida socal, cada etadio del desarollo pasado o Presentees materia centifiea. Lc unidad de todas las citcias se basa inicamente en Su rétodo,no en su materia A st ver, estas cuatro caracteristicas tienen ott consecuencia: cuando la ciencia es buena, es una empresa social El trabajo de todo investigator 0 ‘equipo de investizadores esti sometico a limitaxiones de 2onocimiento ¢ ideas y los errores son inevtables, peto es probeble que otf los sefalen. “ae Comprender el caricter sacial de la ciencia puede resultar iberador, ya que implica que nuestro traba:o no tiene que estar por encime. de la critica para hace: una aportacién importante —ya sea en cuanto a la deseripciéa de un probema o a si conceptvalizacién, a la teoria o a la evaluacién de una en ‘concreto. Una aportacion sera posib e siempre que nuestro trabajo conter- ple explicitamente (o pre:enda reinterpretar) las preocuraciones ce la co- munidad académica y utilise medios publicos para hacer inferencies que respeten las reglas cientif cas y la informacién de que disponemos. Incluso la aportacién de un articulo menor seri siempre més grande que la de un ««trakajo importante» que permanezea para siempre en un cajén 0 coafina- doen un ordenador, 41.3. Ciencia y complejidad Las ciencias sociales pretenden explicar situaciones de! swundo social que consideramos rrés 0 menos complejas, Sin embargo, hay que reconocer ue lo que percibimos como complejidad 20 es algo inherente a los fensmenos: el mundo no esta dividide de forma natural en conjuntes de acontecimien- tos simples 0 complejos. Per el contrario, la complejidad que se percbe en una situacién depende en farte de en qué medida poderses simplificar la realidad adecuzdamente, y nuestra capacidad de simplificar depende de si podemos extraer con coherencia resultados y variables explicativas, Tener as observaciones pued= ayudarnos en este proceso, perc suele resular in- suficiente. Por jo tanto, «ia complejidad» depende, en parte, del estado de rnuesira teoria. ‘Los métodos cientifices pueden ser tan valiosos para ceontecim:entos intrirsecamente complejos 2omo para otros mis simples. Es probaske que a complejidad haga més inciertas nuestras inferencias, 3ero no tere pot qué tacerlas menos ciersi“icas. La incertidumbre y unos datos limitacos no tienen que llevarnos a abandonar una investigacion cientifica, Por eleontra- rio: h compensacién més grande a ka hora de atilizar les reglas de la inf rencia cientifica se logra arecisamente cuando los datos son limitadcs, los instrumentos de observacién tienen defectos, las medidas no estin claras y las relaciones son inciertas. Si hay relaciones claras y datos no ambiguos, ‘quizé el método no sea tan importarte, ya que incluso reglas o inferencias en la Ter) se encortraria en une determinada capa de la corteza terrestre que corresponde a les sedimen:os depositedos hace 65 millones ce afios; de he~ cho, el descubrimiento de este metsl 2 las capas que se habia pronosticado se ha considerado una prusba que ecafirma parcialmente esta teoria, Aun- {que este acontecimiento es sin duda tnico, hay otras muckas consecuencias observables. Para dar sélo un ejemplo, tendria que ser posible encoatar el trite del metecrito en algin lugar d: la Tierra (y ya se han encontrado al- gunos candidates)? E] problema que plantea a causa (o.causas) de la extn de_los dino- saurios sigue sin resolverse, aungve la polémica ha generado investigacio- nneS muy valiosis. Por lo que a nosztros respecta, la importancia de este ejemplo radica en que las generalizaciones cientificas son ttiles ncluso ‘cuando se estudian acontecimientos amuy poco habituales que no pemtene- cen a.un tipo ircportante, La hipdtesis de Alvarez no pued> contrastarse con tun conjunto de acontecimientos normnales, pero si tiene consecuencias ob- servables en ots fendmeaos evaluacles. Sin embargo, hey que sefilar que tuna hipdtesis no se considera una explicacién razonablemente cierta hasta que no se evalia empiricarente y se somete a ciertas pruebas estrictas Comno minimo, sus consecuencias deben ser compatibles con nuest cond cimiento del mando exterior, y cusndo la hipétesis es realmente buexa debe predecie lo que Imre Latatos (1971) denomina «hechos ruevos», 0 sea, aquellos que ne se habian obser vadthasta entances. La cuestién 2s que incluso acontecimientos aparentemente tnicos, como Ia extincién de los dinosaurios, pueden estudiarse de forma cientifica si nos ocupamos de mejorar las teorias, los datos y 1a forma de wilizarlos. Mati- var auesira teovia mediate la clarf cacién cenceptual y la especificacion de variables puede generar mis consecuencias observables e incluso poner 's pruba teorias causales rferidas a acontecimientos tni20s como la extin- cidn de los dinosaurios, Perfeccioner nuestros datos nos permitiré contem- plar un mayor adimero de consecuencias observables, mientras que uilizar- fos mejor haré posible cue extraigamos mas consecuencias de ellos. El heclo de estudiar acontecimientos muy comolejos no hace irrelevante la realizacién de un cuidadoso disefio de :nvestigacién o datos westigacién, Si recogemos datos Sobre lx mayor cantidad posible de consecuencis observables de nuestra ejorara, independicntemente de que estemos barajando muchot poees fenémenos —o incluso uno. 2. P-incipates componentes del disejio de investigacion ‘Cuandc la investigaciéa sociales de calidad, consituye un proceso creativo en el que la intuicn y el descubrimienta surgen Jentro de una consolidada estryetura de estuio cientifico. Para ei cientfieo social de primera caego- ria el dsefio de una investigacién no es un prog-ama que haya que s2guir Imecéinisamente pera recoger y evaluar datos. Por el contrar, el investiga- dor debe ser Ie suficientemente flexible como para rechazar las viejas for mas de mitar el mundo y plantear nuevas pregunias, revisar los disefios de investigncién apropiadamente y recoges después catos diferentes de los que hhabia pensado em un principio. Sin embargo, pira que sus conclusiones sean va idas y aceatables para los expertos del ire, todas estas revisiones y nuevas 2onsideraciones han de producirse siguiendo procedimientos expli- citos que respeten las normas de la inferencia. Ur praceso ce investigecién dindmico tiene lugar dentro de una normativa estadle, Con frecuerciz, los cientificos sociales comienzan sus investigaciones con un diseio poxderado, recogen algunos datos y extraes conclusiones. Sin embargo, el froceso no suele carecer de absticulos, y este orden no siempre es el mejor, ya que las conclusiones pocas veces se desprenden fa cilments del diseit> de investigacion y de los dato: que se recogen de acuer- do con el. Una vez que el investigador ha reunido esos datos, tal como indi- caba su proyecto, a menudo se encontrar con que el engarce entre las principeles pregurtas de la investigacién, la teor'a y los datos disponibles es imperfecto, En este momento, suele cundir el Jesinimo y se cree, equi- Vocacantente, cue otros cientificos sociales hallan un vineulo estrecho ¢ in- ‘mediate entre catcs e investigacién. Esia percepciin se debe a que con fre- cuencia los invesiigadores retiran los aadamios después de levantar sus edificios intelestutles, sin dejar apenas rastro de las penalidades e incerti- dumbres de la construccién, De ahi que el proceso investigador parezca mas me2énico y previsible de lo que reelmente es. 108 de nuestros consejos van dirigidos a ‘os investigadores que in- tentan relaciomat la teoria y los datos. A veces pueden concebir procedi- mientos de recogida de datos més apropiados para la mejor evaluacién de luna tcoria; en otras ocasiones pueden utilizar los datos de que disponen y re- formula: una preganta tedrica (0 incluso plantear otra completamente dife Fente que no se contempl6 en un principio) con el fin de generat un proyecto de invesigaciér mis importante. Si el estudio sigue las normes inferenciales, seguird siendo cieatifico y producira irferencias fiables acerca del mundo, ee ‘Sempre que sea posible, los investigadores deben también perfeecionar el disefio de su investigacién ances de Mevar a cabo cualquier trabajo de campo. Sin embargo, los datos disciplinan el pensamiento a su manera. Es ‘muy habitual que un disefo excelente haga aguas cuando se reccgen las primeras observaciones: ne es que la teoria eité equivocada, sino que los datos no son apropiados para respcnder 2 las preguntas planteadas en un Principio. Enteder desce el comienzo lo que se puede y no se puede hacer en les etapas finales puede ayudar al investigador a prever, al mencs, algu- ‘nos problemas cuando haga el primer disefio de investigacién. Para un mejor andisis, dividimos todos estes disefios en cuatro partes: la pregunta de la imvestigacién, \a teoria, los datos y la uizacién de los da- 10s, Estos commonentes no suelen desarrollarse por separado y los studio- Sos no se ocupan de ellos con un orden preestablecido. De hecho, para los ‘cualtativistas que comienzan el srazajo de campo antes de elegir ana pre- ‘gunta precisa para su investigacion, primero van los datcs y despues lo de- mas Sin embergo, esta peculiar rustura, que explicarros entre los aparta dos 2.1 y 2.4 de este capitulo, es especialmente itl para comprerder el caricter de los disefios de nvestigacion. Con 2l fin de determinar con pre cision lo que padria hacerse si se reorientaran los recursos, nuestros conse: jos en el resto de este apartado presuponen que el investigador dispone de tietpo y mediosilimitados. Evidentemente, e1 cualquier investizecién, rea siempre hay que hacer concesiones. Creemos que si el investigador entien- de [as consejos que damos para los cuatro componente, esto le avudard & hacer concesiones que mejoren al maximo el proyecto de su investigacién, aunque ésta sea objeto de condicionantes extemnos. 2.1 Mejorar las preguntas de la investigacién A Jo largo de este libro se plantea qué hacer una vez que identificamos el ‘objeto de estudio, Cuando hay una pregunta para la investigaciéa, ;c6mo podemos llevar ésta a cabo para dar explicaciones validas a los fenémenos sociales y politicos? Nuesto andlisis comienza con une pregunta para la in- vestigacién y continia después con las fases de diseflo v realizac‘or. Pero, {dérde se originan las oreguntas de un estudio? {Como elige un imvestige- dor el tema de andlisis? No hay respuesta sencilla a estas preguntas. Al igual que otrcs autores, Karl Popper (1968, p. 32) ha sefialado que «no existe algo que pueda llemarse méodo logico para tener auevas ideas [..] El cescubrimiento contiene un “elemento irracional” o ena “intuicién crea- tiva’. En los arimeros estadios del proceso de investigacion, las rermas de cleccién estan menos forrralizadas que las de otras activicades de ese mis- ‘mo proceso. En el frea de la elescidn social existen textos que tratan sobre como disefar experimen:os de labcratorio; er estadistica hay critesivs para seleceionar la muestra de una encussta que trate sobre las actitudes respec- Sea 2, toa una politica, y también existen manuales para llevar a cabo observa iin participants en una oficina. Sin embargo, no hay reglas que indiquen ‘céno elegir el proyecto de investigacién que se va a realizar y, si dec dimos evar a cabo trebajo de campo, tampoco las hay para indicarnos dade te- nemos que hacerlo. Podemos preponer maneras de hecer una muestra de comunidades con el fin de estudiar el impacto de diferentes politicas educarivas o formas de cconceptualizar los conflicts étniccs que nos lleven a la formulacién y com probscién de hipétesis relativas a su incidencia. Sin embargo, no existen roemas que nos indiquen si hay que estudiar la politica educativa o el con- flicto étnico. Desde el purto de vista de la metodologia de las ciencias so- ciales, hay formas mejores y peores de estudiar la caida del régimen de ‘Alemania del Este en 1989, al igucl que las hay para aborcar la relacién en~ tre las opiniones de un candidato en materia fiscal y sus probabilidades de Exito electoral, Sin embargo, no hay ninguna manera de determinar si es ‘majo: estudiar la caida de’ régimen germano o-iental 0 el papel de los im- puesios en las elecciones estadounidenses. Eltema conereto que estudia un ciertifico social puede tener un origen personal ¢ idiosincrésico. No es casval que, habitualmente, sean los miem- bros de un grupo los que comience a estudictlo: las majeres han solido evar la batuta en la historia de su propio géneto, los negios en la de su et- nia y los inmigrantes en la de Ia ersigracién. Los temas también pueden ‘verse influidos por incliraciones 0 valores personales. Es probable que quien estudia ef Tercer Mundo tenga més ganas de viajar y tolere mejor cond ciones de vida dificiles que el que se ocupa de la elaboracion de poli- ticas en el Congreso estadounidense, del mismo modo que quien analice la cooperacién internacional puede tener ura espezial aversién a los conflictos Violentos, Estas experiencias y valores personsles suelen proporcionar la motiva- cién para convertirse en tn cientifico social y, posteriorriente, pare elegir ura determinaca pregunta de investigacién. Ex consecuencia, pueden ser las «auténticas» razones para embarcarse en un determinado proyeck, y es justo que sea asi, Sin emtargo, indeendientemente de lo personales 0 pe- culiares que seen las razones para elegit un tema, los m&todos cientificos y ncerras inferenciales que se analizar en este libro ayudarin a los acacémi- cos a hacer proyectos de investigacién més sélios. Desde el punto ce vista de la posible aportacién ¢ las ciexcias sociales, las razones personales no son ri necesaris ni suficientes para justficar la eleccién de un teme, En la mayeria de los casos, no tendrian que aparecer en los escrtos académicos, Pera decirlo de manera mis directa pero menos delicada, a nadie le importa ‘nesira opinion: a la comunidad académica s6lo le interesa lo que pedemos demostrat. ‘Aunque no existan normas previsas para elegir un tema, si hay maneras de determinar —aparte de las preferencias personales— la posible trans- oT 25" ae cendencia que tiene para la comunidad eientiice una empresa investigadora, Lo ideal seria que todos los proyectos de investigacién de las ciencias s0- ciales cumplieran dos conciciones. E primer lugar, un proyecto de investi- _gacibn tiene que plantear una preguata «importante» para el mundo real. El tera ha de ser relevante para la vida politica, social 0 econdmics, para entender algo que afecte de manera significative a la vida de muchas perso- nas o para comprender o prececir acoctecimientos que pusieran resultar da- fiinos 0 beneficiosos (véase Shively, 1990, p. 15). En segundo luga:, un provecto de investigacién tene que hacer una cportacién concreta « lo es- crito en un drea académice identificale, aumertando la capacidad colecti- va de dar explicaciones cientificas verificables 2 algtin aspecto del rundo. Esta segunda condicién nc sspone que todas las investigeciones que epor- ten algo a nuestra reserva de explicaciones para las ciencias sociales preten- ddan en realidad hacer inferencias caisales. En ocasiones, ls situacion del conocimiento en un determinado campo hace que se precisen muchos datos y descripciones antes de afrontar el rio de dar una explicacion. A veces, la Aaportacin de un proyecto s6lo es la inferencia descriptiva, mientras que en otras e objetivo ni siquiera.es hacer ta inferencia, sino tinizamente observar de cerca ciertos acontecimientos o hacer un resumen de tecios histsricos. Sin embargo, en este caso se cumple nuestra segunda condic:én, porque ta- les acontecimiertos son un requisito imprescindible para lc enplicacion, La primera condicién dirige nuestro interés a. mundo real de los fenome- nos politicos y sociales, y tarbién a cémo se registran los ccontecimien:os problemas actuales e histéricos que configuran la vida de las personas. De- terminar si una pregunta de investigacion cumple dicho criteria es algo orin- cipalmente social. La segunda condicion nos sitia en la bbliografia acedé- ‘mica de las ciencias sociales, es decir, en las perplejidades intelectuales que no se han planteado todavia, en las que estin por resolver, asi como en las teorias y métodos ciemtfices de que se dispone para resolveriss. As politélegos no les resulta cificil encontrar un objeto de estudic que cumpla la primera condicién, A fo largo de los iltimos cuatrocientes afios diez guerras importantes s¢ han cobrao Ia vide de casi trinta millones de personas (Levy, 1985, p. 372); algunas «guerres limitadas», como las que libraron los Estados Unidos y Vietwarn del Nore, o Iran e Irak, han produ- cido cada una un nimero de victimas cercano al millén; del mismo modo, si hubiera una guerra nuclear, ésta podria eliminar a miles de millones de seres humanos. La mala gestién de los politicos, tanto 2n el ambito na- ciona. como en #1 internacional, ha generado —como en Jos afios teint privaciones econémicas de cardcter giobal y cris regionales y locales, tal como lo demuestran las tagicas experiencias de gran rarie de Aftica y ‘América Latina durante los sfios ochenta. En general, as variaciones entre paises en Io tocante a instituciones politicas se relacionar. con las diversas condiciones de la vida ordinera, las cuales se reflejan en la diferente espe- ranza de vida o mortalidad infantil que tienen paises con un grado de desa- rrollo econémico similar (Russett, 1978, pp. 912-28). Demo de los Esta- dos Unidos, Ia eficacia de los programas que conbaten la pobreza o Ia de- sarticukkci6n social parece haber variado de forma considerable, No cabe duda de que sera importante toda investigacion que contribuya, aunque sea de forma marginal, al conocimiento de estos problemas, ‘Aungque los cientificos sociales tienen muchas cuestiones significativas que insestigar, la: herramientas para eatenderlas son escasas y poco elabo- radas. Hay muches escritos sobre la guerra o el sufrimiente en las socieda~ des que poco cortribuyen a la comprensién de tales problemas porque no los describen de ‘orma sistematica 0 no hacen inferencias causales c des- ctiptives validas. Las ideas brillantes pueden mejorar la comprensién al aporiar nuevas ¢ interesantes hipétesis, pero la trillantez no es un método de investigacién empirica, Todas las hipétesis han de ser contrastadas empi- ricamente antes d que hagen una aportacién al conocimiento. Este libro no da contejos sobre emo serbrillante, Sin embargo, lo que si puede hacer es recalear Ta importancia de que la investigacién se leve a cabo de manera que constituya unm aportacion al conocimiento, Nuestro segundo criterio para elegir una pregenta de imestigacion, «ha- cer una aportacién», significa explicitamente que hay que situar el disetio del estudio dentro del marco de la bitliografia cizntifica existente. Esto ga~ rantiza que el investigador 2omprende el «estado de la cuestidm» y reduce al minimo la posibilidad de repetir Io que ya se ta hecho. También garanti- za quel tratajc sea importante para otros, aumentando asi el éxito del Conjunto de la comunidad académica, Se puede Hacer una aportacién expli- cita a Lo escrito sobre el tema de varias maneras. A continuacién se enume- ran elgunas de ells: 1. Bligiends usa hipbtesis que fos estdissos cons deren importante en ta biblio- sala pero de fa que no se haya realizado un esudio sistemitico, Si encontra- ‘mos pruca a favor o en contra dela hipétesis, estaemos hsciendo una aporta- ian 2, Eligiendo uaa hipStesis aceptada els bibiosratia que sospechemos es fal (o sreamos que no se ha demostrado adezusdamert2)e investigando si realmente lo es 0) ote teora es coreca 3. Intentando msolver 0 presentando mis pruebs ¢ favor de uro de los bandos en tuna polémiea que esté presente en lo escrito husta el momento; demotrando {uiza que tai esa polérica caecia Se fundarerto desde el principio, 4 Disefiando investigaciones que arer luz o evslien premisas no por la biblicgrafi 5. Seftalando gue en la bibliografia nz se ha concedido atencibn a un asuato im portantey proceder 3 cotinuacién aaportar aes: campo un estudio sistensico. 6 Se rian aplicase a otto para solucionar un problema existente, pero aparememen: te alejad inadas Jando cue las teorss pruebas rlativas a certo objetivo en un capo po- ee Si nos preo2upamos demasiado por hacer una aporucién a la bibliogra- fia ecadémica sin prestar Certa atencién a asuntos importantes para el mun- do real, correremos el resgo de formular preguntas insigificantes ‘lesde el punto de vista politico, Por el contraio, centra'se en el cantexto politico ac: tual sin preocuparse de Fasta qué runto un problema social es susceptible de investigarsesisteméticamente dentro del marco de un cuerpo de conoci rmiento conduce a trabgjos descuidados que poco afaden a una compren: sién profunda. Nuestros des criteries para elegi preguntas de invest gacién no cesariamente opuestos. A largo p.azn, la comprensidn de los fendme ‘murdo real aumenta coa la elaboracién y eval acién de hipétesis explicai vas que propugna el metodo cientifico. Sin embargo, de forma més inme: diata, puede heber contradiccién enrre lo que es itil desde ot punto d= vista practico y lo que finalrrente tiene valor. Por ejemplo, Mankiw (1990) sefia la que la teoria macroeconémica y la macroeconomia ap! icada se apertaron cconsiderablemente la una ce la o7a en los aos setenta y ochenta: modelos cuyé incoherencia teérica se habia demostrado siguieron utilizandose para hacer pronésticos sobre la zconomia estadountdense, miencras que Ics nue- vos modelos teéricos, concebidos para corregir esos falos, continsaron te- niendo un caracter especuativo y no se desarrollaron Io suficiente como para realizar predicciones ajustadas con ellos. Cuando un investigadcr elige un tema, puede parecer que los critetios de aplicabilidad al mundo real y aportacién al progreso cientifico sor. opues- tos, Algunos investigadores comenzardn con an problema del muaco real que sea muy significativo socialmerte, como la amenaza de guerra nuclear, la disparidad de ingresos entre horrbres y mujeres o la transicién a la de- ‘mocracia en Europa del Este, Ottos quiza parten de un problema intelectual planeado en ls bibliogra‘a de las ciencias sociales: Ia oontradiccién entre diversos estudios expermentales de tomas de decisior. 2n condiciones de incertidumbre o la existente entre diversas teorias de voto referidas a las eleeciones pare el Congres» estadounidense y los ltimos resultadas en las urnas. Evidentemente, no hay una distincién estricta entre ios crterios. Al- gunes preguntes de investigacidn responden los dos desde el principio, pero, a la hora de disefiar estudio, los investigadores suelen comenzar es. tandy més cerea de uno que de otro Independientemente del punto de partida, el proceso de disefia: una in- vestigacién para dar respuesta a ura pregunta debe cursplir nuestras dos condiciones, y es evident= que la direccidn de este movimiento desendera de dinde comience. Si lo que nos motiva es ura perplejidad cientifica, ten- ‘dremos que preguntarncs cmo hacer que el cbjeto de lz investigaciin sea mas relevante para asun:os importartes del mundo real: por ejemp.0, como podria un experimento de laboratorio dilucidar mejor las alecciones estraté Bicas de los decisores del rrundo real o las consecuencias que, para ei com- portemiento, puede tener esta teoria. Si partimos de un problema real, ten- dremos que preguntarnos cémo pueds estudiarse con métodos cientficos modems para hacer una aportacidn sl fondo de explicacicnes de as cien- cias scciales. Bien pudiera ser que apertase derrasiado de sno u otro crite- rio no fuera Ia mejor opcion, Los que hacen experimentos de laboratorio pueden seialar que es prematuro buscar referencias externas y que se avan- zara mis si se perfecciona la teoria y el método en un medio contrelado; quiza, en un estidio de larga duracién, esto sea cierto. Por el conttario, quien esté preocupado por un problema el musdo real puede indicar que antes de explicar es necesatio deseribir eon preesién, y puede que también tenga razén, ya que la desctipcion exactaes un paso importante de los estu- dios explicativos En cualquier caso, si es posible, odo froyecte de investigacién tiene que intenter cumplir nuestras dos condiciones: ocuparse de un asunto relevante del mundo real y estar concebido para realizar una aportacion, directa o in- directemente, a una determinada drea bisliografica acadénica. En este {i- bro, al ser nuest'a principal preocupacien que la investigacion cualitativa sea mis cientifiza, nos ocuparems més del investigadcr que parte del samundo real», pero nuestro andlisises ap icable a ambas teadencias. Cuando el punto de partida es un protlema significative del mundo real y no un drea bibliogréfica ya establecids, resulta esencial que elaboremos un plan de estudio factible. Si se propone un asunto que ne puede desarro- arse hasta comertrlo en un proyecto de investigacién concreto, que per- mmita la extraccicn de inferencias descriptivas y causales validas, hay que modificarlo 0 abandonaric, Del rrismo modo, también hay que cambiar toda propuesta que no haga alguna aportacign a los eseritos académicos, Al elegir provisionalmente un tema, estames dialogando con su bibliografa {Qué preguntas de interés 2ara nosotros se han respondido ya? ;Cémo se Puede plantear y pulir nuestra pregunta para que parezca posible contestarla con las herramientas disponibles? Po-lemos partir de un asunto candente, pero tendremos que hacer Tente tanto alo escrto en las ciencias soziales como a problemas infereneiales 2.2 Mejorar la teoria En las ciencias sociales, ura teoria es una especalacién razonada y precisa sobre a respuesta que cabe dar a la pregunta de una invest gacidn, e miclu- ye una declaracién de por qué tal respuesta es correcta, Las teorias suelen conllevar hipdtesis descriptvas o causales mas especificas. Una teoria debe estar en consomancia con los datos disponibles arteriormente sobre una pre- ‘gunta de investigacion, «Una teoris que no tiene en cuenta los datos exis- tentes es una incoherencia, Si dispusieramos de algo equivalente a la legis lacién sobre “veracidad en la publicidad’, esta incoherencia no se lanaria teotia (Lieberson, 1992, p. 4; véase también Woods y Walton, 1982), El desarrollc de la teora suele presentarse como primer paso dela in- vestigacion. A menudo, en la praccica, es lo primero, pero no tiene por qué serlo De heche, no podemos elaborar una teoria sin conocer antes los tra- bajos realizados sobre el t=ma y sin haber reun-do algunos datos, ya que en este estadio ni siquiera se sabe cull es la preganta de la investigacién, No obstante, independientemente de la cantidad de datos que se hayan reunido ya, hay algunas formas generales de evaluar y aumentar la stilidad de una teoria. Ahora sélo vamos a esbozerls, pero las analizaremcs en dealle et capitalos posteriores. En primer lugar, hay que elegir texrias que puedan estar equivocadas. En realidad, se aprende mucho “nds de les que estén equivocades que de aque- lias que se enuncian de forma tan general que puede que ni siquiers lo es- tén en principic’. Es necesario pode responder directamente a Ia pregunta’ qué datos nos convenceran de que estamos equivocados?* Si no kay res- puesta para esta pregunta, tampoco hay teoria En segundo lugar, para asegurarse de que una teotia es falsable, hay que clegir una que pueda generar tanta: consecuencias observables como sea posible, Tal elescién posibilitara que la teoria se someta a mis prucbas,uti- lizando mas datos y mis variados, que esté mis veces en peligro de ser fal- sada y que se puedan receger mas daios para darle una mayor consistencia. En tercer lugar, al diseia- teorias es preciso ser lo mas concreto posible. Las teorias e hipétesis que se formlan con vaguedad ro sirven més que para ofuscar. Se puede demostrar mis facilmente que um, teoria esd equi- ‘ocala cuando se ha enunciado con precisin y hace precicciones especifi- cas; por consiguiente, esta teoria sera mejor. Algunos investigadores recomiendan que se siga el principio de «conei- sién>. Por desgracia, este término se ha utilizado tantas veces en ccnversa- ciones informales y en escritos aceiémicos que el principio ha quedado cclipsado (véase Sober [1988] para an andlisis completo). Jeffreys (1961 p. 41) dio la definicién ms clara de concisién: «Las tearias més simples tienen en principio més probabilidaies» . Por lo tanto, la concisién es un juicio, ¢ incluso un supuesto, sobre fa naturaleza del mundo: se presupone que 25 simple. Elegir teorias cuys remisa es la existencia de un mundo simple es una regla que se aplica ccn claridad en situaciones en las que se est muy segur> de que el mundo es asi realmente, Los fisicos parecen c6- ‘modos con la concisién, pero los bislogos suelen creer cue es absurda. En las ciencias sociales, los hay que la defienden zon veherrencia para sus su- bareas (por ejemplo, Zelfner, 1984), pero nosoiros creemos que sélo es itil en ciertas ocasiones. Dads la precisa definicién de concisién como supues- to acerca del mundo, nutce deberiemos insist en que fuera un principio general a la hora de disefiarteorias, aunque sea itl en aquellas situaciones en las que haya indicios de que el samdo que estudiamos es simple. Lo que que-emos decir es que m0 recomendamos al irvestigaior que busque la cone sién come un bien en si mismo, porque, a menos que ya se- pames mucho de 1 asunto, no parece que haya tauchas racones pare 2rac- ticarla. Ni siquiers necesitamos este principio para evitar teorias excesiva- mente complicadas, porque esté implicito en la maxima ce que la toria debe ser tan eemplicada como indican les dates. Las situaciones en las que 1no hay informacion suficierte sobre la complejidad de la toria que se in- vestiga pueden conducir a lo que se denomina «disefios de investigacion imprecssos» (véase el apartedo 1 del capitulo 4), pero éstos son problemas del diseno de Ia irvestigacién y no supuestos acerca del murdo. ‘Todos los coniejos que hemos dado hasta pteden aplicarse si an no hhemos reunida nuestros datos ni hemos comenzado a analizarlos. Sir em- bargo, si estin ye recogidos, podemos utilizar esas reglas para mod ficar nuestra teoria ¥ conseguir mis datos, generanio de este modo més conse- ccuencics observables sobre a nueva tecria, Por supuesto, este proceso es caro, cuesta mucho tiempo y quizé vayamos a de:perdiciar los datos que ya se han recogido. ,Qué ocure entonces cuando esté claro que hay que me- jJorar neestra teor'a pero no podemos permitirnos recoger mas datos? Esta situasién —en la que con Eecuencia se encuent-a el invesigador— ha de tratarse-con caitea y dominio de uno mismo. Cualquierinvestigadorinteli- agente fuede elaberar una teoria eplassisle» conel conjunio de datos que surge dé un hechc; sin embargo, esto no diria nada sobre la veracidad de Ia teoria, que puede ajustarse muy bien alos datos y ser completamente falsa —y, de hecho, su falsedad ser demostrable con »tros muctos datos. & los seres hamanos se les da bien reconocer pautas, pero no tan bien detectar la falta de las mismis (jla mayoria verncs pautas 1 manchas de tnta saltea- das!). 4 una teoria hay que tacionarle los ajustes ealizados sobre la marcha que no sean coherentes con los datos disponibles, y hay que hacerlos con bastantdisciptina® “Tadavia nos queda el problema de qué hacer cuando hayamos termnado tanto le recogiia de datos como nueszo andliss y querames mejorar aues- tra teoria, En estasituacién, recomendamos que se respeten dos normas: en primer lugar, si nestra prediccin se alla condieionada por diversas varia- bles y queremos Rbrarnos de una de les condiciones, podemos hacerlo. Por ejempls, si al principio nuestra hipéress era que los paises democraticos con sisemas avarzados de proteccién soeial no hichan ente si, seria acep- table extender tl hip6tesis a todas las democracias contemporineas y de este medo contrastar nuestra teoria er un mayor aimero de casos y aumen- tar las posibilidades de que sea falsada. El progosito general es que. des- pués de ver los ditos, podamos modifica la teovia para que se pueda apli- car aura gama més amplia de fendmenos. Esta alteracion ce nuestras tesis, al expenerlas air mds a la falsacién, no debers Ilevarnos a explicaciones para salir del 2as que séle pretendan csalvan> ana teoriainadecuadh res- tringiéndola a ferdmenos con los que ye se ha comprobade que concuerda, Sin embargo, a prictica opuesta no suele ser apropiada. Después ée ob- servar os dates, »o deberiamos tinicarente afadr una condicién restictiva Sa ¥y continuar como si esa matizacién hubiera demostradc que nuestra teoria es correcta. Sila teoria original fuera que las democracias contemporiineas no luchan entre si porque tienen sistemas constituciozales, seria menos aceptable que al encontrsr excepciones a neestra «regla», limitévamos ta provosicién a las democracias que disponen de un sistema avarizado de proweccién social una vez que se ha constatado mediante la inspaccién de los datos que esta matizacién parece convertir nuestra propasiciin en co- recta. O supongamos que nuestra teoria inicial fuera que las reveluciones, s6lo tienen lugar en situaciones de grave crisis econémiza, pero nes damos ‘cuenta de que no es verdad en uno de nuestros estudios se caso. En esta si- tuacién no seria razonable aftadir tnicamente condicicnes generales como: fas revoluciones nunca tienen lugar durante periodos de prosperidad excep- to alli donde el ejército es débil, los lideres politicos sor. represivos, la eco- nnomia se basaen un reducido numero de productos y el =lima es céldo, Tal formulacién e3 una forma caprichosa (y engatiosa) de afirmar que «mi teo- ria es correcta, excepto en el pais X». Ya que hemos descubierto que nues- tra teoria no se aplica en dicho pa's, no es de mucha ayuda convattir esta falsacion en una generalizaciér espuria. Si no nos esforzamos per reca- bar nuevos datos, no dissondremos de pruebes aceptablas que sostengan la nueva version de la teoria Por lo tanto, nuestra regla basica en cuanto a la alteracién de uns teoria tuna vez que se han observado los datos es: podemos hacer que la ‘ecria sex meros restrictva (de forrie que contemple una gama mis amplia de fendme- nos y se vea expuesia a més opornmidades de falsaciby), pero esio no ha de tacerse sin haber recogido mi datos con los que contrastar tc nueva versién de la weoria. Siro podemos recabar mas datos, 2siaremos en punto Imuerto y no podemos proponer ningiin métoco magico para dejar d2 estar- lo. En ciertos momentos, aceptar que estamos equivocsdos es lo mejor y, d2 hhecio, algunos resultacos negativos pueden ser bastane utiles para an area académica, ;Quién no habria de preferir una solida conclusion negativa an- tes que varias de caricter insustancial que se basen en teorias elaboradas para salir del paso? Ademtis, si estamos equivocadas, no tenemos por qué dejar de escribir tuna vez que hayamos sdmitido nuestra derrota. Podemcs afiadir wn aparta- do a nuestro articulo o ua capitulo en el libro para ocuparnos de fiuturas ir- vestigaciones 2mpiricas ¥ de la presente especulacion teérica. En este con- texto, disponemos de bastante més libertad y podemos sefiala: nuevas condiciones que seria plausible inroducir en nuestra teoria —si creemos {que pueden solucionar el problema—; plantear la modificacién de otra teo- ria existente o apuntar hacia una gama de teorias completamente dierente En al situacidn, no podemos llegar a ninguna conclusion con mucha certe- za (excepto, quizi, al afirmar que la teoria que plantear-os al principio esti ‘equivocada), pero si podemos permitirnos et lujo de inventar nuevos dise- jios de investigacion 0 provectos de recogida de datos que 2odrian utilizarse bay para ceterminar si nuestras especulaciones son correctas. Este eje-vicio puede ser bastan itil, especialmente a la hora de sefalar reas de las que los futuros investigadores podrian ocuoarse. Como hemos sefialado anteriormente, ya se sabe que las ciencias socia~ les no siguen normas estrictas: ila necesidad de creativided a veces exige {que se prescinda del manuel! Y los datos pueden disciplinar el pensarnien- to, De ahi que alos investigadores, ura vez que se entffentan a los datos, se les ocurra cémo deberian aber corstruido la teoria en un principio. Aun- ‘que sea de forma restritiva, tal modificacién quiz valga la pena si pode- mos convencernos a nosotros mismos y alos demés de que reform lateo- ria tal como lo proponemos es algo que habrianios hecho antes de recoger los davos si se nas hubiera acurride. Sin embargo, hasta que la teoria no se contraste con nuevos datos, su posicidn seguir siendo incierta, y asi habra que considerarta Una de las consecuencias impo:tantes de esias normas es que los pro- yectos piloto suelen ser muy itiles, especialmense en invesigaciones 2n las {que los datos han de recogerse mediante antrevistas u otros medios particu- larmente costoscs. La recosida de da-os preliminar puede llevarnos # alte- rarlas preguntas de la investigaciér 0 @ modificar la teoria.Posteriormente, se pueden recaber otros datos para contrastar la nueva teotia, eviténdose asi el problema de atilizar la misma informacién para elaborar y comprobar tuna teora, 2.3 Mejorar la calidad de los datos Los «datos» son informaciones sobre el munde recogidas de forma siste- mitica y pueden ser de tipo cualitativo © cuantitativo. A veces se retinen datos para evaluar una teora muy cor-reta, perc no es inusual que los aca déraicos los recojan antes de saber exac:amente qué es lo que les interesa encontrar. Ademis, aunque los datos se reiinan para contrastar una hip6te- sis deverminada, puede que al final 2 los investigadores les interesen pre- _Buntas que no se les habjan ocurrido anteriormente, En cualquier caso, ya sea que los datos se retinan para un determrinado propésito 0 que se utilicen para oto que no esti claro cuaado se realiza la reengida, exister ciertas nermas que me oran la calidad de tales datos. En principio, podemos considerar esas normas al margen de las que s® han ‘mencionado en el apartade 2.2 para mejorar la teoria, En la préctica, para toda recogida de datos se necesita cierto grado de teoria, del mismo modo que para formular cualquier teorfa se precisan algunos datos (véase Co- combs, 1964). Nusstra primera y mas importante directriz para mejorar la calidad de los datos es: registrar y detallar el praceso con el que se generan las datos. Sin esta informecién no podemos determinar si la utiizacién de procedi- erp rmientos norma‘izados de anilisis producira inferencias sexgadas. Solo si conocemos el froceso de obtencidn de los datos podren:os hacer inferen- cias descriptivas y causales vilidas En una encuesta de cpinién de tipo Cuantitativo, para registrar el proceso de obtension de datos es preciso co- nocer exactamente de qué manera se ha realizado la muestra y qué pregun- tas se han hecho. En un estudio de caso comparado de tipo cualitativo es crucial enunciar las normas precisas que hemos utilizado pera elegi el re- ducico mimero de casos que se van a analizar. En el capitulo 6 damos mas direcrices para la seleccidn de casos en investgacién cualitativa, pero atin mas importante que elegir un buen rétodo es registrar y cetallar cor. cuida~ do cualquiera cue se utilice, asi como la informacion nzcesaria para que otros lo apliquen”, Enel apartado 2.2 defendimos teoxas de las que pudieran extraerse mu- cchas consecuen:ias observables. Nuestra segurda directrz para mejocar la calidad de los datos es: para evaluar mejor una teoria hay que recoger da- tos acerca de la mayor cantidad pssible de consecuencias observebles. Esto supone reooger tantos datos comma sea posible en los contextos is di- verscs. Cada consecuencia adicionel de nuestra teoria que observemos aportaré un nuevo contexto en el que poner a prueba su veracidad, Cuantas mds sonsecuensias observasles encontremos que sean cokerentes con la teori, mas penetrante seré Ie explisation y més ciertos sus resultados. ‘Al afiadir datos sobre nuevas corsecuencias observables de una teoria, ppodernos (2) recoger mas observeciones sobre la misma variable depen. Gientz 0 (b) registrar mas variables dependientes. Podemos, por ejemplo, esagregar los datos en petiodos de ‘empo més cortos o reas geogrificas ‘ms pequefias. También s2 puede recabar informacién sobre variables de- pendientes de un interés menos direc:o; si los resultados son como los que prevé la teoria, tendremos mis confiaxza en ella Pensemos, por ejemplo, en la teor'a de la disuasién rasicnal: los poten- ciales iniciadores de una guerra calculan los castes y beneficios de atacar a otras estados, y en estos célculos zueden influir amenazas de represalia erefbles. La comprobacién més directa de esta teoria seria eva uar si, dadas ciertas amenazas de guerra, la decision de atacar se asocia con factores como el equilibrio de fuerzas militares entre los posibles conten- dlient2s 0 con los intereses que estén en juego para el pais atacado (Huth, 1988). Sin embargo, aunque utilizar inicamente casos en los que se lanzan amenazas conferme un conjunto dz eonsecuencias observables de le teoria, éstas son s6lo una parte de las que se podrian recoger (y si blo se contem- plan Stas se podria producir un sesgo de selecsién), ya que aquellas situa- ciones en las que se disuade incluso de amenazar seriar excluidas de los datos. Por lo tanto, tambign podria merecer la pena recoger informacién sobre otra variable dependiente (0 s2a, sobre otro conjunto de consecuen- cias observables) que calibrara si los estados amenazan cuando tienen in- centivos para hecero, ES; , Siempre que se carezca de datos suficientes sobre la disuasi6n en polit- ca intertacional, también puede ser til poner a prueba otra teoria que parta de presipuestos smilares respecto a lz motivacién y que se aplique a otra variable dependiente en diferentes cordiciones, sm dejar de set una conse- cueneia observable de la misma teoria. Por ejempo, podrfamos concebir un experimento de laboratorio para ver si. en circunstancias simuladas, la ca- pacided militar y mas negociaciones firmes, en vez de acentuar las «ame- nazas», hacen queno se produzcan, También podviamos examinar si, en si- tuacionss andlcgas, actores como los oligopolics que compiten por su cuota de meteado o las familias del crimen crganizado que luchan por el tetito- rio utilizan esttategias de disuasin y hasta qué punto tienen éxito en diver- sas circanstancias, De hechc, los economistas que trabajan 2n el érea de la orgarizacién industrial han utilizado le teoria de juegos no cooperativa, en la qu: también se basa la de la disuasiSn, para estudiar problemas como el de la ertrada e1 c ertos mercados o las estrategias de precios (Fudenberg y Tirole, 1989). Como las teorias se pareven tanto, os datos empiricos en los que se pasan las predicciones de la teora de juegos acerca del comporta- mien‘o de las empresas aumentarian la plausibilicad de otras hipétesisrela- cionades con la accién del Estado en politica irternecional. Seguiria ha- bienco incertidurrbre al aplicar las conclusiones 4e un camo al otro, pero el probema es lo suficientemente importante como para justificar que se intente sacar ideas y pruebas de donde sea posible Es evidente que una recogida de daros que siempre prescinda del anlisis, impediaa la finalisaciGn de una investigacion iil 2 vez de facilitarla. Sn la prictice, las linitaciones de tiempo y de recursos siempre condicionarén los esfterzos por recoger datos. Aunque més informacién, ns casos, mis entrevistas, una nueva variable y otras formas relevantes de recopilacién de datos siempre vaya a dar mis certeza a nuestras nferencias en algiin senti- do, puede que hara investigadores prometedores que se vean perjudicados cen igual medica por el exceso de informacion que por su escase7. Itsistir en leer un libro eras 0 en hacerse con otra mattiz de datos brutos sin eseri- bir una linea e: rezetar improductividad. La tercera cire:triz es: maximizar ia validec de nuestras ediciones. La validez tiene que ver con celibrar fo que creemo; que estamos calibrando, EI indice de paro puede ser un buen incicador de la situacién econémica, pero uro y otra ne son sindnimos. En general, lo mas facil es maximizar la validezajusténoze a los datos sin permitir que se nos interpongan concep- tos no sbservados o no mersurables, Si an entrevistado responde a nvestra pregunva aducienco ignorancia, lo que sabemos es que dijo que no lo sabia, ¥ para 2so si tenemos una medida valida. Sin embargo, lo que quiso decir en real dad constituye un concepto completamente diferente que no ruede ‘medirse con un alto grado d> confianzs. Por ejetrplo, en pa'ses con gcbier- nos represivos, adicir ignorancia puede ser, para algunas personas, una for: ma de criticar el sistema politico; para ot-os es como decir «No sé». a ‘Nuestra cuarta diretriz es: asegurarse de que los métados de recogida de daios son fables, Fbilidad significa que si se aplica e} mismo procedi- miento de la misma manera siempre se obtendré la misma medids. Cuando se utiliza un procedimiento fiable en diferentes ocasionss, sin cue nada haya ocurrido entretanto que trarsforme la «erdaderay sitacin del objeto que estamos calibrando, se observari el mismo resul-ado'®. Las medidas fiatles también oftecen ios mismos resultados cuando las realizan cifere tes investigadores, y elo cepende, evidentemente, de que se puedan seguir procedimientes explicitos ‘Nuestra ima directriz es que todas los detos y anéisis deben ser, en la ‘meéida de lo posible, rproducible:. La capacidad de te2roducciée. 10 slo se aplica a los datos, con el fin de que podamos comproier si nuestras me- didas son fiabes, sino que también tiene que ver con el proceso de razonae ‘miento que se utiliza para alcanzar conclusiones. Partieado del informe de nuestra investigaciOn, o-r investigador deberia poder copiar los datos ¥ rastear la logiea de nuestras conclusiones. La capaciiad de reproducciéa es importante aunque nadie repita nuestro estudio. Los procedimientos métodos utilizados s6lo se podrin evaluar si el estudio se descrite con el suficiente detlle como para que pueda reproducirse En algunos tipos de investigacién reproducir los datos puede resuitar di- ficil © imposible: quiza los entrevistados mueran o desaparezcan y no sea posible reproducir las observaciones directas de acontecimientos del rmur- do real que han hecho testigos o paticipantes en ellos. La capaciad de re produccién también sigrifica cosas diferentes en cade calided pretende aumentar la trascendencia de lo que se explica meciaate la informacion wilizada en la explicccién. Si pademos exponer con pwecisién, a través de una o varias variables causales, © que en princi- | pio parece un complicado e%ecto, el contro! que tendremos sobre un proble- ‘ma ser muy elevado. Alterés, si podemos explicar muchos efectos a partir dde una variable o de unas pocas, también dispondremos de un contol con- siderable. En general, el control es 2scaso en las ciencias sociales y lo ¢s ‘atin més en determinadas dreas teméticas. Esto puede deberse a que bos in- vestizadores no saben atin o6mo aumentarlo, a que ta naturaleza no esta or- ganizada adecundamente 0 a ambas razones, Las dreas que se estucian ha bitualmente de forma cualitativa suelen ser aquellas en las que hey poco contol, Para explicar cualquier cosa se suele necesitar un conjuntc de va- riables explicatvas: utiizamos muchos elementos pare explicar poco. En estos casos tendriamos que proponernos diseiar investigaciones 2o1 mas contol Hay varias maneras de aumentar sl control sobre el problema de nuestra investigacién, La principal consiste en inerementar el miimero de conse~ ccuenvias observables de nuestra hipétesis y buscar ef modo de cocf rmar- las. Como se fa descrto anteriormente, esta tarea puede suponer (°) una ‘mejara dela tecria para qu> ienge mas consecuencias observables, (2) na me- jora de los datos para cue realmente se detecten més consecuencias y se utilieen para evaluar la teoria y (5) una utilizacion més provechosé de esos datos, con el fix de extraer més consecuencias de aquelios que estén dispo- niles. Ninguna de estas posibilidaces, ni tampoco el concepto general de ‘max mizacion del control son iguales a la ides de concisién, ta cual, como explcamos en 21 apartado 2.2, un presupuesto relacicnaco con la fatura- leza del mundo més que una norma para disefer investigaciones. La maximizacién del control es “an importante y tan general que reco- ‘mendamos fervientemente que los imestigadores hagan listas consiartes de aquellas posibles consecueacias observables de sus hipiteris que pudieran detectarse en sus datos 0 en otrox. Quizé se puedan comprobar algunas de esas nuevas consecuencics en la matriz de detos brutos original, sismpre que - consecuencia no «surja de» les datos y sea una hipotesis que, de ma- nera independiente, indiquen la teoria u otra matriz. de datos. Sin embargo, utilizar otros datos es air. mejor. En este sentido, tendriarros que conside rar tambign consecuencias que pudieran aparecer en nue,os datos —relati- Vos 2 otras uniades o & ot os aspectos de los que estudiamos, datos sobre diferentes grados de agregacién y de otros per odos, como las predicziones sobre el futuro préximo— y evaluat las hipétesis en esos Ambitos. Cuantas mas pruebas encontremes en diversos contextos, més convincente sera nuestra explicacién y mis confianza podremos tener nosotros y los demas en las conclusiones, En principic, algunos investignderes podrian oponerse a la idea de reco- ger consecuencias observatles en cvalquier sito o en niveles de agregacién diferentes de aquel para el que se ha disefado la teoria. Por ejemlo, Lie- berson (1985) aplica a la investigacion cualitativa la idea estadistica de «fa~ lacie ecolégice» —utiizar de forme incorrect datos agregados paca hacer BEEZ” inferencias sobre individuos— con el fin de prevenir contra las inferencias, que wilizan diferentes niveles de agregaci6n . Zstamos de acuerdo en que utilizer datos ag-egados puede llevarnos @ hacer inferenciss incorrectas so- bre los individuos: cuando son éstos los que nos interesan, sucle ser mejor cestuciarlos directamente si podemes hacernos con los datos adecuades. Sin ‘embargo, si lo que queremos es que nuestra inferencia plantee una higotesis con bastante validez, quizi sea mejo- que nuestra teoria tenga consecuen- cias en muchos niveles de anilisis diferentes y, a menudo, podremos utili- zat datos de todos para dar alguns informacidr. sobre ell. De este modo, aunque lo que més nos interese esé en un nivel de andlisis agregad>, con frecuencia podremos lograr un mayor control sebre la verecidad de nuestra ‘woria si utilizamos datos d= los otros. Po: ejemplo, si elaboramos una lecria para explicar las revoluciones, ten- ‘dremos que buscar consecuencias observables de ella no sélo en los re- sultados mas generales sino en fenémenos como las respuestas de los revolucionarios a entrevistas en profuncidad, en las reacciones de los que residen en pequeiias comunidades de zonas apartadas del pais o en declara- cienes oficiales de los cargos de los partidos. Tendriamos que estar dis- ppuestos a incorporar cualquier informacion que pudiérames lograr, siempre {que nos ayudare a conocer la veracidad de nuestra teoria. Si podemes con ‘rastarla examinando los resultados de las revoluciones, rerfecto. Pero, en la mayoria de los casos, existe poca informaciin a ese nivel, quiza una 0 dos cbservaciones cuyo valor suele ser ambiguo o estar mal medido. La existencia de ura revoluciin es compatible cor. muchas torias diferentes. Sdlo al profundizar en el caso que nos ocupa o aportando informaciéa rele- vante sobre otros sera posible difetenciar las tecrias que ya existian con an- terioridad, El tinico problema, a lahora de utilizar informacién procedente de otros niveles y fuentes para estudiar una tearie que est disefiada con un determi- nado grado de agregacién, reside en dilucidar si tales observaciones contie- nen alguna informacidn relevante para evaluar las consecuencias de nuestra teorle, Si esas auevas observaciones ayudan a comprobar la teoria, habra ‘que Ulilizarlas aunque no sean corsecuencias d: gran interés. Por ejemplo, ‘quizd no nos importen er absoluto las opiniones de los revolucionarios, pero si sus respuestas a nusstras preguntas son compatibles con nuestra teo- ria de la revolucién, seré mis posisle que éta sea correcta y la recogida de informacién adicional no habra sido inti, De techo, una sbservacién en el nivel de andlisis més agregado —que tenga lugar una revolucién predicha, por ejemplo— no es més que una consecuencia observaia de la teoria y, dada la poca informacién que contiene, no habria que coxcederle as im- portancia que a otras consecuencias observables. Tenemas que recabarint= focmacién sobre tantas ecnsecuencias abservables de nuestra teoria como sea posible “jes 3.3 Admitir ia incertidumbre ‘Tanto en Ia investigacién cuanttativa como en la cualitativa el conozimien- to y a inferencia son siempre inciersos. La medicién en embos tipos de es- tudio es propensa al error, Fero sus causas pueden ser diferentes. El entre~ vistador cualitetivo, que hace una “arga entrevista en profundidad a una Persona cuyo cantexto ha estudiado. tiene menos posibilidades de calibrar ‘mal la auténtica ideologia politica d= ese sujet que otro que entreviste de forma estructurada a una persona elegida de forma aleatoria y de la que no sepa nada (aunque lo contrario tambien es posible si, por ejemplo, el entre vistador se fia excesivaments de un entrevistado que no es fiable). Sin em= bargo, el encuestador tiende mencs que el que investiga en profundidad a extrapolar de forma inap-opiada a una poblacién amplia, 1o que sélo es plicable a casos particulazes. Ninguro de ellos es inmune @ las incertium- bres de la medicion o al inherente carécter probabilistco del mundo soe’ ‘Tedos los buenos cientifivos sociales —ya sean cuanticativos 0 cua itati- vyos— contemplan un margen aproxiiado de incertidumbre en sus inferen- cias. En la ciencia politica, quiz el problema mas importante de los estu- ios cualitativos sea la constante falta de estimaciones de incertidumbre razorables que se observa en las inferencias de los investigadores (véase King, 1990), Siguiendo las 2ormas de este libro se puede hacer ura infe- rencia valida casi en cualquier situacién, independientemente de lo limita- dos que sean los datos, pero tendriarios que evitar sacar corclusiones muy ambiviosas a partir de datas poco ecnsistentes. El problema no es que sea imposible extraer inferencias fiables en la investigacién cualitativa, sino {que siempre habria que calcular de ‘orma razonable el gredo de wcerti- dumbre que existe en cad una de ells. Neustedt y May (1686, p. 274), al ‘ocuparse de campos en los que es dificil hacer estimaciones cuantitativas precisas, proporen un método itil zara animar a los decisores politicos (que a menudo se enfrentan a Ia necesidad de legar @ conclusiones sobre qué politica seguir, utilizando datos inadecuades) a juzgar la incertidumbre de sus conclusicnes. Preguntan: «{Cvnto dinero propio ponerias en ello?». Esta oregunta tiene sentido siempre que también nos plantsemos: «Con qué posibilidades?». 3.4 Pensar como un cientifico social: escepticismo e hipdtesis contrapuestas La incertidumbre de las inferencias causales tiene como corsecuencia que los buenos investigadores sociales ro las acepten facilmente. Cuando se dice que A procuce B, alguien que epiense como un cientifico social» se preguatard si esa relacion es auténticamente causal. Es ficil hacer esas pre~ _Buntas respecto a las investigaciones ajenas, pero resulte mas importante ea) plantearlas en relacién a los propios proyector. Existen muchas razones para tomarse una explicacién causal con eseepticismo, por plausibe que pueda parecer a primera vista. Leemos en el periddico que los japoneses ccomen menos cares rojas y que suften menos ataques cardiacos que los estadcunidenses. Esta observacién es interesante por si misma y, ademas, la cexplicacién resu ta creible: comer demasiados fletes conduce a la alia tasa de eniermedsdes cardiacas de los Estados Unicos. El cieatifico social es- cépzico pregunta por la precisién de los datos (geémo conxcemos los hébi- tos alimentaros*, zqué muestra se he utilizado’, ise clasitican los ataques al corazén de forma parecida en Japim y en los Estados Unidos, de manera que podamos cemparar fexémenos similares?). Suponiendo que los datos sean precisos, {qué otros factores podtian expl car los efectos?: ghey mas vvariatles (otras diferencias dietéticas,rasgos genéticos o de forma de vida) {que piedan explicar este resultado? ,Acaso hemos intercambiado la causa y el efécto sin damnos cuenta? Es dificil imaginirse que el hecho de no su- frirun ataque al corazén pueda hacer que comanos menos carne roja, pero es porible. Quizi la gente pierda, com los afos, ls ganas de comer hembur- guesas y filees. Si asi fuera, los que (por Ia razén que sea) no han sufrido ‘un ateque al corsz6n vivirian mas y comerian menos came, Este hecho pro- dduciria Ja misma relacién que Hlevé a los experts a la conclusion de que la came es la culpeble de los ataques al corazon. Ne pretendemos cuestionar esos estudios médicos; simplemente quer ‘mos foner un ejemplo de cémo los ciestifices sociales se enfrentan al pro- bleme de la inferencia causal: con escepticisro y teniendo en cuenta las extlicaciones aiternativas que podsian haberse pasado por alto. De este ‘moda, la infereacia causal se convierte en un proceso en el que caca con~ clusién es una qportunidad de investiger atin mas, con el fin de profundizar cen ess inferencia y ponerla a prueby. Intenta-erios, mediente aproximacio- nes sucesivas, aercamos cada vez mas a una inferencia causal precisa, Aumentar el ndmero de observaciones A lo largo de este listo hemos venido recalcando la importancia crucial cue tiene maximizar el control sobre los protlemas de Ia investigarién, La prin- cipal forma de hacerlo es encontrar cantas consecuencias observables de nuestra teoria come sea posible y hacer observacicnes acerca de ellas. Tal somo hemos subrayado, lo que puede parecer un estudio de un solo caso, 0 de unos pocos, quiz contenga en realidad ‘muchas posibles ebservaciones |que sean relevantes para la teoria que se 2sté contrastando y que se encuen- tren en diferentes niveles de andlisis. Al aurrentar e| nlimero de observacio- nes, incluso sin recoger més datos, el investigador suele poder transformar an prcblema insoluble que tiene un cisefio de investigacién impreciso en algo marejable. En este ultimo capitulc se dan consejos sobre cémo @u- nentar el mimero de observaciones relevantes en un estudio social de tipo sientifice, ‘Comenzaremos por analiza: los problemas inherentes a las investigacio- ‘tes que se ocupan de una sola observacién: el problema que se plantea cuando m= 1. Dempstraremos que, si realmente hay una sola observacion, resulta imposible evitar et problema furdamental de la inferencia causal incluso e1 supuestos ejemplos de comarabacién de un tinico caso, el inves- ‘igador tiene que examinar, al menos, #1 3equeiio niimero de cbservaciores que existen dentro de los «casos» y compararlas, Sia embargo, una inferen- cia causal puede llegar a apoyarse en una comparacidn discipiinada que se centre en un reducico nimero de estudios de caso que offezcan observacio- nes equiparables 77 El anilisis que hacemos en el apzstado 1 de este capitulo de los disefios que se centran en una sola observaci‘n puede parecerle pesimista al investi- gado- que utilice el estudio de caso. Sin embargo, como un solo caso puede contener en realidad muctas posibies observaciones, este pesimismo no esta Jjustificado, aunque si esta garantizads la busqueda persistente de mas obser- ‘vacienes. Despaés de criticar los disefios que trabajan con una trica ob- servaci6n y, en consecuenei, dar slidas razones para que se aurnente el ni mero de observaciones, pasiremos a analizar cuintas son suficientes para alcarzar niveles de incertidumbre satsfactorios (apartado 2), Para terminar, en el apartado 3 demostraremos que 2asi todos los disefics ce investigacion cualitativos pueden reformularse para darles muchas abservaciones y que, i el investigador sonceptualiza adecuaslamente les consecuencias observables que ya tiene, eso suele poder hacesse sin que sea necesario levar a cabo una costcsa recogida de datos adcionales. 1, Inferencias causales con disefios de una sola observacién En una investigacién el problema mis dificil se plantea cuando el investigador blo dispone de una unidad para evaluar una teoria causal, 0 sea, cuando n= 1, En este apartado comenzazemos a analizar esta cuestién seialando que 25 muy improbable que se pueda salir airoso de ella. En primer lugar, estudiamos el argumento de Harry Eckstein er el articulo clisico que dedi- £6 a los estudins de caso cruciaies (apartado 1.1). Después, en el aparta- do 1.2, nos ocupamos de un ejemplo concreto, e! razonemiento analogico. 1.1. Estudios de caso ccrucialesa Eckstein ha sefalado con contunceacia que, cuando no se sclaran las con- dicienes en las se espera que aparezzan ciertas pautas de comportemiento, resulta impositie comprovar bien 0 mal esas teorias (Eckstein, 1975). Esta- mos de acuerdo con &l en que los investigado-es tienen que esforzatse por encantrar tgorias que sean precisas en sus prondsticos y por contrastarias con datos del mundo real Sin embargo, Eckstein va aiin mis lejos y afirma que si nuestra teoria hace pronésticos precisos se podré utilizar paca fines explizativos un estu- dio de «caso crucial» que, para él, ¢s una investigacion cue s6lo se basa en una nica medida de cualquier var able pertinente> (lo que nosotros deno- rminamos «observacién tinica»). Lo principal 2n el eapinale de Eckstein es su idea de que «los estudios de case [.] [son] mas valisos cuandh (..] se Hlege al punto en el que se “ponen a prueba” otras posible teoriasy (1975, p. 80) En conereto,sefala (1975, p 127) que «un solo caso crucial pues dejar realmente fuera de combate @ una teoriav. Para Eckstein, los etudios wT de caso cruciales pueden re‘utar teories suficion'emente precisas con una sola observacicn. En particular, si un nvestigado: elige un estudio de caso ue, en principio, no es probable que eoxcuerde 2on prediociones teéricas ‘una cbservacién «muy pozo probable»— y resulta que, a pesar de todo, la teorfe es correcn, ésta habré superado una prueba dificil y tendremos ra- zones para suscribirla con una mayor confianza. Por el contrario, si los pro- ésticos de une teoria que no parece clausible coinciden con las observa- clones ce otra obs:rvacién «muy probable», fa teoria no habr superado un examen riguroso pero si uns «prueba de plausib lidad», con lo que quiza ‘merezcé la pena seguir analizindola, Elargumento de Eckstein 2s bastant: valioso, especialmente cuando indi- ca a los investigacores que comprendan si han dz evaluat «us teorias me- diante observaciones «poco probables» © «muy probables». La consistencia de nuestra inferenci, en relacién a la validez de la teria, dependerd en zran ‘medida de lo dific' que haya sido la p-ueba que éta haya logrado 0 ne su- perar. Sm embarge, la defensa que hac: Eckstein de una comprobacién que se base 2n una observacién crucial no es coherent: con el problema fuxda- ‘mental dela inferercia causal. Por lo tant, si define el weaso> igual que no- sotros la observacién tinica, ereemos que esté equivocado en este punto! Hay ‘res razones por las que dudamos de que un estudio que se bas: en ‘una odservacién crucial pueda servir para los fines explicat vos que Ezks- tein le concede: (1 hay muy pocas explicaciones cue s6lo dependan de una variable causal; para evaluar el impacts de més de una variable explicetiva el investigador necesita haber observado més de usa consecuencia; (2) me dir la otservaciin :rucial es dificil y na del todo fiable; y (3) no es razona- ble abordar la realidad social partiendo de la base Je que es tna consecuen- cia de procesos deterministas, de manera que, aunque las medidas fueran perfectas, habria errores aleatorios. 1, Explicaciones alternativas ‘Supongamos que comenzamos un estudio de caso con la hpétesis de que un determina- o factor explicativo clara el resultado observaio. Sin enbargo, durinte la invesiga cin desc brimos una posible explicacin alternative. En ssta situacia, hay que facet tuna estimacion de dosefectos causales —el dela primera lipstess y ol de la otra e«pli- cacidn— ero séledisponemos dena observecin y, por tnto esti clro que el ditedo ela irvestigacion sex impreciso (capitulo 4, agatado 1). Ademés, aunque hiciéramos tuna equipracién (lo ual suele ser una estratezizvaliosa},no podriames comprobar as explicacienes causale: con una irica observacién, Supongamos que pudiéramos fucer ‘una equipuracion gerfécta ulizando todas las variables relovantes(ciranstancia que es "muy improbable e1 las cienciasseeales). Para podor observar cualquier variacién que 5 proxtjera en la vatiable explicstiva seguisamos necesiando comperar, como ssi ‘mo, dos uridades.En sonsecuencs, seria imposible extser una inferenia causal vida 5i las hipceesisalterativas solo se comprobaraa con una ira comparasion Fre | Error de medida ne dspusiames de uc ora quiver predsines onsite ais, sre een qe cufenom al hrcy de qu asta medida ei pede, tutta at medi, bieCntne Un eno (ve eau I el exp 5) modo, serian idéntics respecto ala variable ependiente, tendriamos que considera la posbiidac de que, en auestro mundo proba bilisico, exstet algin ficlor no siseritico, fruto del azar, que cambiar el efecto causal que se est observande. No mora que el musdo sea inkerertementefrobabilis- tico (en el sentido del aparade 6 del capitulo 2) 0 gee, simplement, no podantes com trol todas las posibles var ables omitidas. En cualquier caso, nuestras precicciones sobrs las elacioges sovales slo podein sr precisas desde un panto de vista probabils- tico. En realidad, Eckstein admite que lo Factores foruitosinflayenen todas ls inves tigaciones: ‘La posibilced de que un resulta se deba a azar no puede descartarse es ning tipo de estudio; incluso en as grandes inestigaciones comparaias es mas © menos pre- baie [.]. Por lo tanto Ia sténtica diferencia entre os estudios de a observacién er cialy los comparados es qe en estos ino, pero no en los prmeros, se pueden respe- tar cieras convenciones para adjudicar un determirado valor a 1a posibilidad de que haya resultados ‘ortits (gor ejemplo, “sgnificativoen el nivel de 005°)» Eckstein tiene razén exando afirma gue slo es habitual aémitir que ex ste una de termtinada postilidad de cu> ve produzcan resultados fortuitos en los estudias que wt- a, lizan un» grande. Sin embargo, admiticl tiene la misma importancia en todos [os e3- tudics, anto en los que barajen muches observaciones como en los que ut lizan pocas En general, podemos concluir que utilizar una sola observacién no es stil para Ia comprobacién ce hipétsis 0 teorias. Sin embergo, es preciso hacer una matizaci6n, Aunque tengamos un estucio «puro» de tna sola ob- servacién, en el cue s6lo haya realmente una para todas las variables rele- vanes, sta podré ser itl para evaluar explicaciones causales si forma 2arte de un programa ce investigacin. Si hay otras observaciones tnicas, quiza recogiéas por otros investigadores, con las que se pueda comparar, j2.n0 estaremos utlizando una sola observacin: esto es precisamente To que queterros sefialar No hay que confundir la lbgica de la explicacién con el proceso de realizecién del estudio. Si cos investgadores llevan a cabo estu- dios de una sola observacién, puede que —si presuponemns que recogen Jos datos de manera sistemitica y equiparable y que comparten de alguna forma sus resultados-— se cbienga una comparacién entre dos y una infe- rencia causal vélida. También estd claro que los estudios de una sola oaser- vaciin pueden hacer importantes aportaciones al resumen de los porm-eno- res historicos o a la inferencia descrptiv incluso si no hay comparacién (Gvéase 21 apartado 2 del capitulo 2), Evidentemente, un estudio de caso que, ‘como la mayoria de ellos, contenga reictas consecuencias observables no planteaé los protiemas que aqui se han sefialado, 1.2 Razonamiento analégico LLos pe igros de los diseifos que no utilizen més que una observacién que- ddan patentes cuando se hace referencia a la forma de equiperacién hatitual {que usan los que elaboran politicas y algunos analistas de esa frea cuando intentan comprender aconterimientés politicos, es decir, estamos hablando del razonamiento analégico (véase Khong, 1992). El uso adecuado de la analogia es fundamentalmente el mismo que el de le equiparacién que man- tiene ours variables constantes. Nuestra hipétesis causal es que si dos uni- dades son las mismas en tedos los aspectos relevantes (esto quiere decir {que hemos lograco equiparerlas o que, dizho de otro modo, hemos ercon- trado una buena anatogia), unos valeres perecidos en las varables explicati- vas relevantes harin que también se asemejen los de la dependiente, Si ‘nuestra equiparacién fuera rerfecta y no kubiera error aleatario en el mun- do, sabriamos que la situacion de crisis a a que s? enffenta en la actuaidad cl pais B, que es equiparable a la del pas A el ato pasado, tendria las mis- ‘mas consecuencias que las cue se observaron en este tltime, Si lo expresa- ‘mos de este mode se veré que el «razonaniento analégico» puede ser apro- piado, a2 Sin embargo, este tipo ce argumeriaciOn nurca es mejor que el aadlisis comparado que conlleva, Al igual que Suele ocurrr en los estudios compa- rados, siempre seré mejor (9,en iltimo extremo, no peor) partir de mas ob- servaciones para nuestra generalizacisn. Por ejemplo, lo cue ocurri¢ en el pais A podria haber sido censecuencia de factores estocastices que habrian quedado anulades si nuestras prediec:ones se hubieran basado en las crisis ‘curritas en otres cinco palses equiparables. Cemo acurre et todos los 3- tudios que utilizan equiparaciones, la analogia sélo es tan buena como la propia equiparacién, Si éste es incompleta —si se han omiido variables re- levantes—, puede que al calcular los efectos czusales corietamos errores. De este modo, al igual que en toda investigacién social o prorstico, 2s im= Portante aclarar lo més posible el gredo de incertidumbre que acompafia nuestra prediccién. En general, siempre es preciso ir més allé de una sola observacién anélga, al margen de lo similar que nos parezca. Es decir, el métod> comparado —en el que se coubinan datos de muchas observacio- nes, aungue alganos de ellos no sean analogias cercanas ¢ la sitvacion que nos ocupa— es, como minimo, sismpre tan bueno como 'a analegia, y lo normal es que sea mejor. La razén es sencilla: la analogia wiliza solo una observacién para predecir otr, mientras que el método comparado emplea tuna ecmbinacién bien sopesada de un nimero mayor de observaciones. Es- tas nos ayudarin a realizar un prondstico mas preciso y c‘iciente, siempre que contengan ciertos rasges que se perezcan de algin moto —aunque sea poco—al acontesimiento que estamos pronosticando y que utiliceros la in- formacidn adicional de manera razonable. Por lo tanto, si aos tienta 21 uso de analogias, tendremos que abordarlas desde un punto de vista comperativo y mis general, ta. como se encliza mas adelante en el apartado 3° 2. {Cudntas observaciones son suficientes? A llegar a este punto el inves:igado: cualitativo >0dria plantearse una cues tién cuanttativa: ;cudntas cbservaciones son suficientes? La pregunts tene importantes consecuencias para la eveluacién de los estudios existextes y para e! disefio de nuevas investigaciones. La respuesta depends en gran me- ida del disefio del estudio, de qué inferencia causal se intente calcular y de algunes rasgos de! mundo cue el investigador no puede controlar. Aqui respondemos a este pregunta mediante ctro sencillo modelo formal tomady de la investigacién cualitative, Al utilizar el mismo modelo de re- aresién lineal al que nos remitimos constantemente en los capitulos 4 y 5, centramos nuestia atencidn en el efecto causal de una variable (x,). Todas las demas se consideran coatroles que son importantes para evitar el sesgo de la variable omitida u otros problemas. Se puede expresar facilmente el rndimero de unidades que se precisan en una deteminada situacién mediante tuna formula sencilla 6. Aumantar el aimero de obseracones "TRG oa cuyo convenido pasamos a explicar EI sirrbolo n, po supuesto, represents el niimerc de observaciones sobre las que hay que recoger datos, y en este modele formal se calcula a partir de o?, V(b), Ri 7 S;,. El significado de cada una de estas cantidades es im- portante, y todas influyen en el nimero de observeciones que el investiga- dor cualiativo debe recoger para llegar 3 una inferencia valida. Hacemos la ecuacin (6.1) sin mas premisas que les que ya se haban introducidy* Ahora las describinos segtin un orden -ijado por a posibilidad de que el investigator pueda influir en ellas: (1) variabilidad fundamental o°, 2) in- certidumore de la inferencia causal V(t), (3) cclirealidad relativa entre la variable causal y las variables de control &! y (4) varianza de los valores de 1a variable causal clive S?,* 1, Variaoilidad fanéamental o? CCuanto meyor sea la varibilidad fundamental, varabilidhd no explicada de la vaia- ble depenciente (1a! como se deserbis en el apartado 6 dl spitulo 2), més observacio- nes hab:S qe recoger 2ara acer una inferenca causal fable. Esto deberia ser relat mente ituitivo, ya que si hay més ruido en al sistema seré mis diff encontrar una al clra mediante ur nimero fp de observaciones. Recoger datos svbre mis un d3- des pusde incrementar nuestro control Jo sufsiente come para permitimos encontrar pautas causes sistmaticas. “Meciaate una analgia dcecta podemos dit que un estimador mis eficientetam- bin necestaré que se recojan més datos. Un eemplo de eta stuacién aparece cuando ‘en Ja variable dependiente hay un eror de medida aleatorie (apartado |2.1 de capitu tb 5), Desce el puma de vista del analista,este“po de eror de medida suele equivale a una meyorvariabilidaéadicional, ya que no siempre se puede distinguirentre ambos fe- nOmenos, De este mod, si hay unt variabilided fundamental mayor (0, su equivaleate, «stimac ones menos efcientes), hab que recabac mis datos ‘Aungur el investigador no puede infuir en la variabilicad fundamental del murdo, «sta infornacién es bestante importante en dos sentidos. En primer lugar, cuanto més sepamnos sobre un objto de estudio, mis pequea serd es de suponer que hasta certo Limite postivo) esta veriabilidad endamental vo no expickda), de manera que no ser aecesario “ecoger tntss observecions para sabe algo suevo, Por ejemplo, si supra mos mucho acerca de b que decid el resultado de cieras tatallas en la guerra de irde- pendencia de los Estacos Unidos, necesitarianms un nimen relatvamente pequcfic de bservacicnes (batlla:) para hacer una estimaciin del efecto causal ce alguna mucva ‘arable explictive que hubiera gexerado una FipSess En segundo lugar, aunque comprender el graio de varsbilidad fundamental no nos syude arelucir el aimero de observaciones sobre las que tenemos que recoger datos, si serd bastate itil para calibrar con precsién la incertidumbre de las inierencias que se 7 EL disefto de la tavestigactin sociai hagan, Esto tendric que quedar ¢aro coa Ia ecuacin (6.1), ya que se puede selacionar Ja inceridumbre dl efecto causal 1(6,)considerindola una funciée de las tras cuatro ‘antidedes (si conccemos n yl esto de las cantidades, excepto enlo rativo la ncer- tidumtre dela estinaci6n causal, Esto significa que mediante este modelo formal po- ‘demos caleular taro el grade de incertidumbre de una inferencia cause, uiizindo in- formacin sobre varias observaciones, come la variabilidad fundamental, la variarza de la variable expleativa causal y -arelacia que existe ente étay las de control 2. Incertidumbre dela inferercia causal ¥(,) La presencia de 1b, en el erominader ce Ia ecuacién (6.1) dermestra que #5 obvio que cunnta mis inceridumbre astenos dignestos atolerar, menos observaciones t=ba que recoger. En aquelles areas en as que cuzlquier nueva informacin sea crucial, cui po- clue &tas —to cual puede ser necesaris para evitar ol sesgo de I variable omiida u otros rroblemas—no influ. en el nimero de observasiones que bay que recoger. Sin cembaryo, cuanto mas ata seala corrlacidnente la varable caus y cualquier ota que stems controlanco, mis le estas pidiende a los dats al disefo e investigacibay, por lo tants, mayor seti el nimero de observaciones que haya que recdbar para aleanzar el ‘mismo nivel de cenigumbre Por ejemplo, susongamos que estamos realizando un estudio para comprobar ss mur {ores reciben igual slanio por et mismo abso en alin sector. No acenos acces a datos oficiales y, por tant, slo poder. hacer entrevistas de po informel. Nuestra variate de- pendent es el sueldo anual de un emplend, y la explicaiva clave. el género. Unade las ‘variables de contro. importantes es la raza. En un easo extreme, sitedes los hones del estuic fueran negro y todas ls mujeres alancas, no tenckiamos contol sobre a iferencia causal: seria imposble halla las consecuencis del géneo después de taber comtolado el {actor -aza. En consecuencia, a género e hace constante en esta musta; de ai que éste sea unejemplo de multicolines:dtd, un ciseio de invest gacién imprecso (aparade 1 det ‘apitub 4); sin embargo, hay que fijase en lo que ocure cuando le colinalided «8 alta ‘ero no perfects, Sepongamos, por ejemplo, que recogertos informeciéa sobre quinee em- pleados y que, de ests, todos Jos hombres, excepto unc, Son negra y todas las rujeres blancs. En esta sittacién, el efeco que tene el género, al controlar d factor raza, 52 basa ‘completamente en lt nie observieion quero es perfectmentecolineal 6, Aumentar el ndmero de observaciones Por lotanto, en la stuacion gereal, al igual que en est ejemplo, cusnta mas coles- lidad haya ente a variable causal explicativa y les de control, mis observaciones des- perdiciaremos. En corsecuenci, eran necesaias nds para aleanzar un determinag ni vel de incertdumbre. Este asunto tiene una gran inportansia prctica para el diseRo de Tavestigaciones, ya que suele ser posible seleocionar observaciones para mantener baja la conelaién entre la variable causal y las de contol. En = ejemplo acl, para reduc ‘esta carelacion solo recesiariamas entrevster aun mero sufciente de mujeres ne- tras y de hombres Blancos. 4. Varianza de los valores de Is variable explicativa causal S?, Para terinar, cuanto mayor sea la varianza de os valors dela varable explicciva causal, menos observciones neceitaremosrecabie para acanear un dterminado vel e ceridumbre en releci6ma la infsrencia causal Exe wesultado, a igual que el dtimo que hemos mensionado, tere consecuercias prictcas, ya que, si seleccionamos apropiaéamente las obsevaciones, odremos eecucir la necesicad de que tengan que ser muchas. Silo necesitamos centramas en elegir aue- las que presenten unc amplia gama de valores en relaciéna la variable causal clave. Si nos iceesa saber el efecto que tiene el nivel do esudios medic de una comunidad sabre la detinevenca, to mejor seréelegir alguras comunidades que register niveles muy al- tos deestsindicadory otras que os tengan mty bajos. Si se hace asi seri menor eltra- bajo necesario para entraer una interencia causal que tenga un determinado nv decer- tidumbre porque habri que recoge: menos observaciones. El presente modelo formal presupone que el efecto que estamos estu- diando es lineal. Es decir, cuanto mayores Sean los valores de las variables icativas, ms alto (o més bajo) seré el valor esperado de la variable de- pendiene. Lo mismo ocurriré si la relacion no es lineal pero si bastante uniform: (0 sea, no decreciente) Si, por el contraro, el efecto es clararren- te no lineal, puede que los valores medis de la variable expl cativa presen ten un resultado completamente diferente. Por ejemplo, suporgamos que un estudio que solo se basara en los valores extremos de la variasle explicativa Megara 2 la conclusién de que no existe ningin efecto: el nivel educative de la comunidad no influye en la delincuencia. Sin embargo, de hecho, podria ser que sélo los niveles educetivos medios cedujeran el grado de delincven- cia de una comunidad. En la mayorie de les problemas esta matizacién no 5 cierta, pero, al disefar Ia investigacién, hay que procurar especif car exactamente nuestras premises. Si prestamos atencién a la variabilided fundamental, a la incertidumore, a la colinealidad y ala variarza de los valcres de ia variable causal, podre- ‘mos log-ar mas control con pocas unidades Sin embargo, no deja de ser ra- zonable hacerse la pregunta que da titulo @sste apartado: ;cusntas observa- ciones son suficientes? No podemos responder a esta cuestién con una Fl diselo de la ievestigaciou socia respuesta precisa que siemore sea eplicable. Como hemos demostrado con el iltimo modelo formal, la respuesta depende de cuatro informaciones di- ferentes, que variarén en cada dise?o de investigacién, Ademis, la mayoria de las situaciones que son objeto de investigaciin cualitaiva no se ajusta~ rin exactamente a este mode'o formal, aunque, en un sentido més general, las intuiciones fundamentales si sean aplicables. ‘Cuantas mis observacicnes, mejor, pero ;cuintas son necesarias? En la situacién mas sencilla —en la que hey niveles de variabilidad escasos, va~ rianze alta en le variable causal, ninguna correlacién entre ésta y las de control y se requieren niveles bastante bajos de certidumbre— se nezesita- ‘iin pocas observaciones: prodablemeste mas de cinco pero menos de vein- te. De nuevo, la respuesta precisa depende de la exacta especificacisn del mode. formal y del valor 2xacto de cada uno de sus comonentes. Lamen: tableriente, lairvestigacion cualitativa, por definicién, no susle ser precisa y, en consecuencia, no siempre podemos reducir este aspecto a ura sola respuesta Po; fortuna, si suele ser posible evitar estos problemas eumentando el rndmero de observaciones. A veces esto supone recoger més datos, pero, ‘como sefialamos en el apartado siguiente, suele ser posible reconceptualizar tun disefio de imvestigacién cualitative para sacacle muchas mis observacio- nes y darle asi una estructura mas consistente, A continuacién nos 2cupa~ mos ce este asunto, 3. Aumentar el ndimeto de observaciones a partir de unas pocas Ya hemos heche hincapié en las dificultades que conlleva imestigar con un pequetio nimero de observasiones y hemos saialado ciertas medidas que se puaden toma: para mejorar el disefo en esos casos. Sin embargo, quiz el lector se haya dado cuenta de que consideramos todos estos consejos «soluciones de tecambio», que son itiles cuando la cantidad de obse-vacio- ‘nes es limitada 2ero que no io son tanto como 2strategia pars aumentarla® Tal como sefialamos, estas soluciones de recambio son valiosas porque a veces no poderros recoger mas observaciones del tipo que queremos anali= zar: cuizé sdlo haya unos pocos ejemplos del fenémeno que nos interesa 0 puede que sea demasiado caro o arduo invest gar més cbservaciores que las pocas que ya tenemos. En este apartado analizamos diversas formas de aumentar el nlmero de nuestras observaciones que resukar titles zuando ‘nos encontramos con lo que parecs un nimero escaso de elas y no dispo~ rnemes del tiempo o de los recursos pera recoge: més. Sefslamos varias for- mas de aumenter el nimero de observaciones relevantes para nuestra teoria mediante la redefinicién de las mismas. Estas estrategias de investgacién aumentan ma la vez que mantienen Ia atencién en la bisqueda de pruebas SEREO ue constaten o refaten la teorfa, Tal como hemos -ecalcado anteriormente, Suelen ser utiles incluso desoués de que se ha terminado la recogids de datos: Come sefialames en el apertado cuatro del capitulo 2, para Harry Ecks- tein (1975) un caso es «aun fenémeno del que sblc sefialamos e interpreta- mos une Gnica medida en cada varicble pertinente». Como la palebra «aso» s= ha utilizedo de muchas formas diferente: en las ciencias sociales, preferrmos centrarros en las observaciones, que hemos definido como cada una de tas medidas de una variable dependiente er una unidad (y de tantas variables explicatvas como se disponga pars esa misma unidad). Las abservaciones son el componente fundamental de la investigacién social empiric las reunimos con el fin de presentar priebas que consideramos Fiables para eva'uar nuestras teorias. En realidad, como sefialamos en el ca~ pitulo 2, en los proyectos de investigacion no se esudian fenomenos globa- les come Francia, la Revolucidn francese, las elecciones estadounicenses de 1992 0 la decision iraqut de invadir Kuwait, sito que lo que se hace es selecciouar aspectes de esos fendmenos —conjuntss de variables explicati- vas y devendientes— y concretarlos en nvestras teorias. Mdentificamos uni dades en las que fincionan tcles variates y hacernos observaciones de és- tas en las primeras En censecuercia, 1o que utilizamos para eveluir nuestras teorias es un conjunta de observaciones referidas a ciertas unidedes que, a su vez, tienen {que ver con unas variables relevantes. Aqui lo que nos interesa es aumeatar 21 nimew de otservaciones, 7 todas las fermas de hacerlo parten de la i20- ria o hipStesis cue estamos comprobando Tenemes que preguntarnos cua- les son lis posibles consecuencias observables ce auestra teoria 0 hipdtesis Y cuantcs ejemplos podemos encontrar para ccntastarlas. Si necesitamos mas observaciones para realizar esta comprotacién, hay tres formas de nseguitlas: pode nos observar mis unidades, medirlas otra vez de dife- rente manera 0 racer ambas cosas (es dacir, obserar mis uridades y utili- zar, ala vez, otras medidas). Dicho de otto modo, podemos hacer med:das similares en otras unidades (Io cual describimos en el apartado 3.1), utilizar las mismas unicades eambiando las medidas (apartado 3.2) 0 cambiar tan- to las medidas como las unicades (apartado 3.3). El primer método puede consicerarse una reproduccién completa de nuestr hipétesis: utilizamos las tmismas variables explicativas€ independientes cor nuevos ejemplos. El se- gundo cenlleva une reproduccién parcial de nuestn teoria o hipdtesis, en la ue se utiliza una nueva variable deperdiente con las mismas variables ex- plicativas. Para texminar, en el tercero se plantes una hipétesis nueva (0 muy rev sada) —qee estaba implicita en nuestra tenia original y que utiliza otra variable deperdiente— para aplicarla a nuevos ejemplos , Si se utii- an estos métocos se pueden observar muchas corsecuencias diferentes de nuestra ‘eoria, inchiso en aquellas investigaciones que se denominan con- veneioneimente westudios de caso» inizo. De hecto, en un nico caso se- Ci le hater multiples medidas ce las variables principales; de aa que, ror de- finicién, contenga miltiples observaciones?, 3.1. Las mismas medidas con otras unidades CObterer mis observaciones a partir del mismo método de medida ese for- ‘ma habitual de inerementar el nimerc de observaciones. Se aplica la-misma teoriao hipdtesis, mas 0 menos con tas mismas variables. a mas ejeraplos del proceso que describe dicha teoria. Las dos formas principales de excon- ‘rar ris ejemplos observables del proceso que aborda nuest-ateoria se ba- san en transformaciones aenel espacio» o en el tiempo Elmétodo fundamental para obterer mis observaciones cen el es2acion es buscar otras unidades similares: afadir Pakistin, Bangladesh y Sri Lan- ka a ka India en la propia base de datos, Si se tiene sufciente tiempo, di- nero y conocimientos, este forma de proceder es valida. El trabajo llevado a cabo por Kohii en la India (que se analizé en el apartado 4.3 del capi tulo 4) es un ejemplo de esta situaciin y también pone de nanifieto una de las maneras que él utilize para superar el problema que planteaba estu- diar res estados indios, que se habian seleccionado en funcién de valores conocidos de la variable dependiente y de las explicatives El autor se ocu- 6 de otras dos unidades ravionales. Una de ellas era el Chile de Allende, en el que los programas de ayuda 2 los pobres fracasaron. Kohli sediald que a este fracaso habia contribuido la ausencia de una de las tres caracte- ristices que, para él, Levan el éxito de tales programas (en el caso chileno, Ja fala de_Un partido politico reformista bien organizado) "". El oo pais que consideré era el Zimbabue d= Robert Mugabe, que habia llezado al poder, cuando Kohli esteba escribiendo su libro, con un programa de re- duccisn de la pobreza parevido al de Bengala occidental. Los resultados, aunque provisionales, parecian constatar la teoria de Kohli, Estos Cas ca- 05 les trat6 por encima, pero no se equivoc6 al consideraitos cons2cuen- cias observables de su teoia Sin embargo, no es nevesario que rebasemos los limites dela unidad que hhemos estado estudiando. Una teora que, en principio, e centre en un esta- do-nacién puede contrastatse en las unidades geogréficas que lo componen, ya sean estados, condados, ciudades,regiones, etc. Evidentemente, esto au ‘ment el marget de variab dad tanto de las variables exp ieativas como de la dependiente, Suponganos que quisiéramos comprobar una teora de la inestabilidad social que relacionare este problema con los precios agricola. {Una unidad poeria ser a nacién denominada «ndia», pero, si tenemos en cuenta las diferentes partes del pais, este caso aportara numerosas observa~ ciones sobre la relacién cue nos interes Sin salir de él podzmos aurnentar el nimero de observaciones, buscano reproducciones del proceso que se est estudiando. ST Los que estudian las politicas sociales suelen acuparse de unidades ad- ‘minisirativas que, en realidad, son subunidedes del estado-nacin en el que les quieren comprobar sus hipstesis scerca del origen de diversos tipos de politicas. El andlisis que lev6 a cabo Kobli de tres estados de la India es un ejemplo de una tendencia habitual en este tipo de estos, que consiste en comparar estados, ciudades o regiones. Sin embargo, para Koali, el conjun- to de observaciones original eran los tres estados indios. Como hemos se- fialado, el autor los seleccioné de forma que no Se podian utilizar para com- probar su hipétesis sobre el efecto de la estructura del régimen en las politicas contra a pobreza en la India, Sin smbargo, igual que utiliz6 otras naciones como unidades de observacién, también soluciond gran parte del problema que habie en su primera selecciGn de unidades mediante el use de Subunidades. Partiendo de los tres estados indios can los que habia comen- zado, descendié a otto nivel de observacién para splicar su hipétesis a los panchayats (consejos de gobemo locales de los distritos, bioques y pue- blos), que son subunidades de los estados. Los panchayats ciferian coasi- derablemente en cuanto al compromiso de sus dirigentes con las politicas contra lz pobreza y a la estructura organizativa ‘ocal. De este modo, se pudo comprobar el impacto que tenfa esa dversidad en los resultados de la politica que el autor utilizaba como variables dependientes, Las subunidades que aporan més observaciones no tienen por qué ser de tipo geografico Las teorias que son aplicables al estado-nacién tem- bién pueden contrastarse en organizaciones gubertamentales o en el ar- co de determinadas decisionzs, lo cual puede hacerse sin tener que ir & otro pais En un trebajo de Verba y otras astores (1993) se puede apreciar ‘como se buscan mis consecvencias abservables ¢e la propis hipétesis en cottas unidades no geogrificas. En el ejemplo que presentamas en el agar- tado 4 del capitulo 5, estos investigadores explicaban que el hecho de que los aftoamericanos aprendan més habilidades sociales que los latinos se cexplica for el tipo de iglesia a la que acuden unos y otros; es probable que el prime: grupo vaya a igles-as protestantes que tienen una organizacién de tipo comunitario, mientras que el segundo suele acudir a congregacio- nes cetélicas con un funcionamiento je-arquico. Los autores sefialan que, si su hipétesis sobre la influencia que tiene la organizacién de la iglesie es correcta, el mismo tipo de diferencia qe aparece entre fieles catdlicos y protestartes deberis aprecianse al comparar otras unidades religiosas, e3- pecialmente las sectas protestantes que difieren en cuanto & su forma de organizarse. Les parece que los episcopalianos, cuya iglesia tiene una es- tructura jerérquica, son bastante parecisios a los catélicos en cuanto 2 la adquisicion de hab idades sociales a través de su congregacién. El hecho de que Ibs episcopalianos suslan tener més estudios y recursos que, 20r ejemplo, los baptis'as —aunque en su iglesia demuestren menos sus habi- lidades sociales— concede un mayor grado de ccntrol a la confirmacion de esta hipétesis causal Al diseio de ta imvestigaciér sacfat Hay que tener cuidado cl decidir si las nueves unidades son apropizdas para reproducir nuestra hipStesis, es decir, si er ellas puede tener luger el proceso que implica dicha hipdtesis. “a validez que tenga la aplicacion de Ja hipotesis a otras clases de umidades dependeré de la teoriae hipétesis que se estén utilizano, asi como del tipo se unidades. Si la variable dependien- tees la politica de proteccién social, los estados o provincias sera adecua- dos si pueden implantar ese tipo de foliticas, pero si lo que estamos estu- diando es la politica arancelaria y todes las decisiones al respecto las toma el gobierno central, quizé las unidades estatales o provinces no sean las indicatas, Del mismo modo, no tenuir-a sentido estudiar los gobiernos loca- les dela India o de Pakistin para ccmprobar unc teorta relativa a las eondi- cionesen las que una unidad politica decide descrrollar armament nuclear, ya que este tipo de eleccion la realiza el gobierno central. Para dar otto ejemplo, podemos sefialar que se puece comprobar el impacto que tiere el cambi> de los precios agricolas sobre la inestabilidad social en los estados indios, pero que 10 es factible utilizar varias orgenizaciones del gobiemo in- dio para verificar estarelacién, ya que este proceso no tiene lugar dentro de ellas. Dicho en rocas palatras, el hecho de que las subuniades sean Inga- res apropiados para observar una teria «en accién» depende de esa misma teoria. Esta es la razén por la que aconsejamos que se comience por slabo- rar uma lista de las consecuencias observables de nuestra teoria y no bus- cando montones de posibles unidades, independientemente dela teoria que se utilice. Solo rodremos elezir las uridades de estudio una vez. que haya- ‘mos especificado cual es la teoria, Un enfogue alternativo es considerar observeciones a lo largo del tiem- po. Le India actual y la de hace una década pueden ser dos ejemplos del proceso que nos interesa. De hecho, en la mayoria de las investigaciones ue se consideran «estudios de caso» hay miltiples medidas de una tipéte- sis a lo largo del tiempo. CCreemos que aconsejar que se atmente el nimero de observaciones us- ‘cando mis ejemplos en las subunidadks 0 tenierdo en cuenta mas situacio- nes a lo largo del tiempo es una de las indicaciones mas ttiles que podemos dar a 0s investigadores cualitativos. Soluciona al problema cue plantes un nr pequetio porque Io aumenta sin que sea necesario, por ejemplo, viajar a otro pais o analizar una decision comsletamente nueva, Sin embargo, es un consejo que hay que seguir con cuidedo: Ia teotia o hipétesis tiene que ser aplicable a la nueva situacién, es decir, la subsnidad debe contener real- ‘mente una consecuencia oaservable de dicha teoria. No tiere por qué ser (i sicuiera aprocimadamente) la consecuencia observable que nos interese en ese preciso momento; siempre que sea una coasecuencia de la misma teo- ria, los datos que organicerios nos darin un mayor control sobre la irferen- cia causal Hay que ser consciente de otto problema. Queremos utilizar estes nue- vos ejemplos para someter nuestra tenria a otras pruebas, pero las sabuni- ea Jumentar el iimero de sbservacionas dades o ls diversos ejemplos que hemes encontrado a lo largo del tiempo quizé no sean comsrobacion:s independientes de dicha teoria. De este modo, como receno:e George (1982, pp. 20-23), catia nuevo «caso» no nos aportari tinta informacién sotre el problema coma lo haria s las observa- ciones fueran incependientes. El hecho de que las observaciones depencan mas de ctras no descalifica las comprebaciones, © menos que esa depen dencia sea perfecta, 2s decir, amenos que se puedar predecir otalmente 10s tnuevos détos a parti de los existentes, Si no se da este caso improbable, al menos si habra nueva informacién en los nuevos datos que nos ayude a analizarles, Estas nievas observaciones, que se besan en informacion no independiente, no aportardn tanta informacién com las que son completa mente incependientés, pero, de todos medos, pueden ser ities, Esta conclusion “iene dos consecuencias préeticas. En primer lugar, al tarajar observaciones parcialmente deperdientes tenemos que tener cuida- do de no exagerar la certeza de las conclusiones. Especialmente, no Fay ‘que considerar que 2505 datos nos ofrecen tantas oaservaciones como ten+ sriamos si las observaciones fueran independiente:. En segundo lugar, es preciso axalizar com precaucién por qué les observaciones dependen unas de otras, Con frecuencia, la desendencia procedera de una o de algunas va- riables omitidas interesantes que pueden irducir a eonfusin. Por ejemplo, supongarros que nos interesa ln participaciin politisa de los ciudadanos en los condaios de los Estados Unidos. Quizé los concados contiguos no sean independi=ntes porque la gente va a trabajar cada dia de unos «otros, por la movilidad residencial 0 por los valores soeioeconémicos similares que tie- las personas que viven en ellos. Recabar datos en condados vecinos si aportari nas infermacién al estudio, aunque no tana como se podria espe- tar de coadados que fueran completamente indepeadientes de aquellos en los que ys habiamosrecogido datos. Para dar otro ejemplo, pensemos en le relacién que existe entre el cam- bio de los precios agricolas y la inestabilidad social Podriamos comprobar si se da esta relaciér en varios estados indios, calculando estos precios y la inestabiticad social. Sin embargo, los estedos no sor unidades experimenta- les aisladas. Los valores de la variable dependiente pueden verse afectacos no s6lo por los cue adopten las variables explicativas dentro de cada uni- ad, sino 20r los de as omitides que estin fuera. Ex un estado el detonacor de la inesabilidad secial pueden ser los crecios agricolas (tal como predice |e teoria) pero esa alteracién del orden social puede influir directamente en ‘que se genere une sitzacin parecida en un estado contiguo (lo cual haré que éta s6lo sea una denostracién parcialmente independiente de nuestra teo- tia), Sesia posible erfrentarse al problema controlardo adecuaiamente esta propagaciin. Algo smilar puede ocurrir 20n la influencia que ejerce cierto periodo sobre otro posterior. Podriamos teproducir ruestro andlisis en la In- dia una década despés, pero Ia inestabilded social del primer periodo qui- 24 tuvieraun efecto Jirecto en ia del segunco, Esios ejemplos ponen de manifesto que la reproduccion de un anlisis sobre nuevas unidades no siempre preduce un nuevo estudio importeats. Se pueden utilizar las observaziones que estén den-ro del estud'o actual y que tengan fa misme forma que las ya uilizadas para comprobar la hipé:esis. De es:e modo, el investigador del «estudio de caso» pode. carse curm:a de que existen muchas mas ebservaciones de las que pensaba 3.2. Nuevas medidas con las mismas unidades Se puzden obtener més ejemplos para comprober tna teoria 9 hipétesis con la misma unidad de observacién pero cambiando la varieble dependiente Para utilizar este método hay que busear muchos efector de la misma eau- sa, lo cual consttuye una técnica muy convincente para comprobar ura hi- pétesis. Una vez ms, partimos de und teoria o hipétesis, que suponemos es correcta, ¥ nos preguntanos. aparce de la variable depenciente actual, cen qué oiras cosas cabe esperar que influyan nuestras variables explicativas? Este eercicio nos puede sugerir indicadores altsrnativos de la varizble de~ pendiente. En el capitulo | sefialamos que una determinada teoria acerca de la extineién de los dinosaurios estabe relacionada con la composicién qui rica de las rocas. De aki que, incluso una tecria causel que explgue un acontecimiento prehistrico singular, tenga miltiples consecuencias obser- vables que puedan evaluasse. Enel ejemplo de las flictuaciones de los previos agricolas y ta inzstabi lidad social puede que hayamos medido el segundo factor utilizando a can- tidad de desordenes piiblicos Ademas de Ia inestabilidad social, podriamos preguntarnos qué mas cebria espera: si la teoria es corecta. QuizS haya otras medidas vilidas de ese desorden social (comportarcientos desv:ados de uno u otto tipo). Esta investigacién podria llevarnos ala hipdtesis de que hay owas variables que se verian afectadas, como son el comportamiento clectoral, la inversién empeesarial 0 a emigracién. El mismo proceso que hhace que Ia fluctuacion de les precios agricolas genere inestabilidae podria ‘vincu.ar el primer factor con los otos resultados mencionados. La obra de Putnam (1593) sobre el impacto de los recursos sociales en el comportamiento de los gobiemos locales en Italia participa de un enfoque similar, El comportamientc de las regiones no ¢s una medida tinica. Ex rea- lidad, Putnam wiliza una amplia gama de variables dependientes gar plicar de dénde surge la eficiencia en el comportamiento democrético de las regionesitalianas. Dispane de doce indicadares de comportamiento ins- titucional que, ocupéndose ce tas politcas, pretenden medir su prozeso de laboracin, las declaracicnes que suscitan y su puesta en practica. Ade- ms, utiliza encuestas para calibrar emo evalian los ciudadanos la actua- cign cel gobierno, Cada ura de estas medidas representa una consecuencia observable de su teoria. ba nero de observactones Como hemos incicado anteriormente, [a utilizacién de un dades admi- aistrativas subnacionales para estudiar ura determirada politica arancelaria xo seria cpropiada si este tipo de impuestos los fijara el gobierno central ‘Aunque las variables explicativas —por ejemplo, el tipo de sector industral © de producto agricola— varien en diferentes estachs o provincias, el pro~ ceso por el que se fijan los niveles arancelanios (que es lo que le interess a |i hipétesis que se esta comprebando) a0 tiene lugar dentro de Is unidades subnaciorales. Sin embargo, sila variable dependiente pasa a ser el voto de los representantes de diversos estados o provincias en cuestiones comercia- les o arancelarias, si serd posible estudiar el problerra. De este modo, pode~ ‘mos aumentar el nlinero de ejemplos en el que oper el proceso tebrico 3.3. Nuevas medidas con nuevas uridades Tambitn 20demos salimos del conjunto de variables explicatvas y depen- dientes que se han aplicado a un determinado conjunto de variables para buscar otras consecuencias observables qu> mangjen nuevas variables y unidades. Puede que las medidas que uilicenos para comprobar hipétes's, que son fandamentalmente nuevas aunque se deriven de las primeras, sean bastante ciferentes ce las uilizadas hasta el momento. El proceso que des- «tibe Is nueva teoria quizé no sea aplicabe a tipo de unidad que se estudia, sino a oto (con frecuencia, a una unided que esté en un nivel de agregacion inferior o superior). La hip6tesis general sobre la rlaciGn que existe ene Ibs presiosagricolas y la inestbilidad social puede sugerir otras relatvas a la incerticumbre y ala inestabiidad en tipo de unidades diferentes, como son las empresas 0 is entes publicos. También puede levarnes a hipdtesis cue se ocupen del comportamiznto de ios individuos, En este mismo ejem plo podriemos preguntarnos: «si nuestra teoria acerca del efeco que tienen has fluctuaciones de precios en Ia estabiidad social (que ya hemos compro- tado en diversas unidades politicas) es correcta, ,qué es fo que esto supone Fara el comportamiento de las empress, de las Cooperativas agricolas 0 de 1hs individuos (quiza en el mismo conjunto de unidades polticas)? Qué consecuercias tendria —si tiene alguna sobre emo deciden las organizi- ciones gubernamentales la asignacion de recursos? ;Qué reaccisn psicoligi- ca cabria esperar que suscitara la inceridamore en fs individuos y que in- fluencia podria tenet en sus posbles comportamientos desviados?» Este erfoque resulta especialmente itil cuando no hay casos observabl: ce un proceso social potencialmentesignificativo. Enel estudo de la gue rra nuclear hay un ejemplo de ello. Come nunca ha tenido lugar un enfrey- tamiento con este tipo de armamento entre dos poteacias que dispongan de 41, no podemos observar los efectos de las variables explicaivas en el esta- Lido de este tipo de guerra, Supongamos qu, segin nuestra teoia, la pre sencia de las armas nucleares en ambos bandos aa evitado una guerra Pry | abierta. Aunque no haya eemplos otservables de nuestra hipé mental, plantear otra mas especifica zodria conllevar otras posibles obser- vvaciones. Por ejemplo, podriamos pensar que nuestra teora implica que el hecho de que ambos bandos posean ermas nucleares tendria que evitar la cexistencia de amenazas serias de guerra abierta. Posteriormente, al estudiar la frecuencia y severidad de las amenzzas entre parejas de paises con capa- ccidad nuclear y entre los que carecen de ella, y al analizar esas amenazas a ‘medica que la probabilidac de guerra pareciera aumentar durante las crisis, podriamos enecntrar, y comprobar, otras consecuencias observatles de nuestra teoria Para llegar a la nueva tzoria o hipétesis, que es diferente de Ia original pero que parte de ella, sue ser necesario desplazarse a ur nivel de agrega~ ccidn mds bajo y a un nuevo tipo de unidad: esto no supone trasladarse des: de una unidad politica como la nacitn a otro nivel de agregacién inferior como es la provincia, sino desplazarse desde esas naciones o provincias hasta los individuos que vives en las unidades o hasta las cecisiones que to- man dentro de ellas. Cada teoria puede implicar diversas conexiones entre variables que cenducen a an determinado resultado; es decir, diversas for- ‘mas de producirse un fendmeno (Dessler, 1991, p. 345). Antes de disefiar comprobaciones empiricas, quiza tengamos que describir un «mecanismo ‘causal en el que haya series de hipotesis causales relacionadas que indi- quen de qué manera se conectan las variables. Definir esos mecanismos, ccausales diverses y buscarios puede hacer que encontremos una gran varie dad ce nuevas consecuencias observables de una teoria (en el apartado 2.1 del capitulo 3 sefialamos las diferencias que hay entre el concepto de meca- nnismo causal y nuestra definicién fundamenta: de causaiidad, que es més seneral) . Te desplazamiento hacia un nuevo tipo de wobservacién» —otta clase de unidad social, un individuo, uns decisién— puede conllevar que se introduzcan variables expiicativas no aplicables a la unidac original. Con frecuencia, plartear una hipstesis o tworia sobte unidades politicas supone hhacer otra elaboracién tebrica acerea de cémo se produce el resultado con- creto que se observa en el nvel de la unidad. En concreto, [a hipdtesis que se refiere a ésta puede entrafiar otras hipétesis referidas a las actinudes y comportamientos que se registran e2 el nivel de los individuos qu> viven dentro de las unidades. Estas segurdss hipétes's pueden comprobarse utili- zando datos sobre es0s individuos. Si nos desplazamos al nivel individual, podremos centramos en variables fsicolégicas 0 en aspecios de la expe~ riencia o la posicién social que carecen de sentido si se aplican a las unida- des politicas. Pensemos en el ejempla de Ia relacién entre precios agricolas e inestabi- lidaé social, Podrfamos p antear une hipétesis referida a una unidad admi- nistrativa, como es una naciin o provincia. El ejemple podria ser el si- guiente: cuanto mayor es la fluciuacién de los precios agricolas en una mse nera de observacias unidad, mas probatilidades hey de que s2registe inestabilidad social. A su ‘vez, esta hipdtesis sugicre otas acerca de los individuos que viven dentro de esas tnidades. Por ejemple, podtriamos plantear que hay una mayor pro- babiligac de que perticipen de comportsmientos sociales perwurbadores los ims vulnerablesa ls fluctuacidn de los prezios (los que eultivan ciertos pro- ductos o aquellos que s6lo pueden abastecerse acecuadamente si los ali- mentos son barctos). Para comprobar este hipdtess quizé tuvigramos que medi factores psicelégicos como la aliexaci6n o el comportamiento indivi- dual desviado. Los estudios que dan explizaciones culturales a los fendmenos politicos depender. a menude de este tipo de anélisis que se hace en el nivel indivi- dual ", Ei estudio cue realizo Weiner sobre las politicas de educacin y de trabajo irfantil en la India se basa en ura explicaciin cultural: que la razén de que este pais sea casi el tinico det murdo que no tenga una legistacién eficiente para imponer la educacién universal y qu: también zarezca de le- yes que prohiban e trabajo infantil tiene que ver con valores sociales que comparte el ciudadano medio con las éles gobernantes (Weiner, 1991).La India es an tinico fais, y puede decirse que en el estudio de Weiner n es s6lo 1. El autor evita este problema dz diversas mnaneras. Para empezar, compara la Indie ccn otros paises que tan desarrolado un sistema de edu- cacién uriversal, También rea iza comparaciones rrenores ente los estados indios; dicho de otr> modo, cambia las unidades. Sin embargo, la hipétesis sobre Ia eultura y 1s politicas de la India implica, a su vez, otras hipstesis relatives 1 los valores de los individuos y alo que piensan de las poiticas. En este sentido, loi mas importantes son los miembros de las élites que particjpaa en la elazoracién de las politicas de educacién y de trabajo in- fantil. De este mode, la principal comprokacién a que se somete la hipéte- sis de Weiner tiene lugar en el plano individual. El autor entrevist6 en pro- fundidad a las éites para extreer informacién sobre lo que pensaban acerca ce los valores relatos @ la educacion y el trabajo infantil, Esas opiniones, ademés de expresar lo que pensaban los enevistados de las poiticas, cons- ‘itufan las consecuencias observables de la hipdtesis global de Weiner. Esta forma de hecerse con mas consezuencias opservables de una tecria 4 partir de unidedes que estén en un nivel de agregacién inferior también Fuede ap icarse a Ics andlisis de las dee siones. George y McKeown men cionan ut. enfoque denominado «rastrec de procescs», en el que el investi= tador se ‘ja con atencidn en eel proces: decisoria por el que varias condi- ciones in ciales se tansforman en resuliados» (George y McKeown, 1935, P. 35)”. Zn lugar de considerar que el resultado fital (por ejemplo, de una crisis internacional) es la variable independiente, s° construyen otras nue- vas, De manera que, por ejemplo, se convierte en una nueva variable ccda decision dentro ¢e una secuencia o cada conjunto rensurable de percepcio- nes que Ios encargatos de decidir tengar de acciones o intenciones ajenas. Este enfoque llega com frecuencia al nivel del actor individul. Una teovia oe ue vineule las condiciones iniciales con los resultados a menudo implicara que en es0s actores se dé un determinado conjunto de motivaciones o per- cepeiones. Por consjguiente et rasireo de procesos conllevars una bisqueda de pracbas —coherentes con la teoria causal general— relativas a los pro- cesos devisorios que han producido les resultados. Para usilizar este proce- dimiento quizé se necesite entrevista a los actores 0 leer Jo que han excrito para explicar las razones dz sus accos. Por ejemplo, en las relaciones internacionales, la cooperacién en:re esta- dos puede producirse por muchas remnes: porque se espere obtener benefi- cios de la reciprocidad, porque funeione una disuasiér con amenczas de destruccién o porque haya unos iereses comunes en cier-0 conjunte de re- sultados. En cada uno de estos mecanismos causales partieipardn muchas variables explicativas, pero en cada uno de los mecanismas posibles e! con- junto de variables sera diferente, y también lo sern las relaciones entre elas. Un estudio atento del proceso que lleva alas naciones a cooperar qui 74 nos permita determinar qué mecenismo causal es mis posible que est funcionando. Esto puede conllevar 21 estudio, entre ot-cs asuntos, de las motivaciones expresadas or los ac‘ores © del tipo de comunicaciSn que hay entre ellos Desde nuestia perspectiva, el rasteo de procesos y otras formas de elar bborar mecanismos causaies aumentan el niimero de observaciones relevan- tes desde el puro de vista tebrico ". Estas estratzgias vineulan el trabajo ted- Fico y el empirizo porque uslizan censecuencias observables de ura :eoria para indicar nuevas observaciones qve habria que hacer pera evaluaria Este ‘método, al aportar més cbservaciones relevantes para las ecnsecuencias de una teoria, puede ayudamnos a superar los dilemas que plantean los estudios de n pequefio y hacer posible que tanto los investigadores como los lectores tengan mas conianza en Ios hallargos de las ciencias sociales. En cada su- cesién de acontecimientos. el rasteo de procesos produce muchas observa~ ciones. Ast ocutre tambier, dentro de cada unidad politica, cuando se anali- zan actitudes 0 comporiamientos individuales. Ademis, el investigador controla las variables que son aplicables a todas las observaciones porque se relacionan con la sucesin de acontecimiertos o con el conjunto de Ia tunidad. En general, un enfoque que sélo preste atencién al resultado final hard que el investigador no disponga mas que de un nimero muy escaso de observaciones para resolver el dilema que se p:esenta cuando se encuentra 0 bien sesgo de la variable omitida « imprecision. Al rev ser miltisles ob- servaciones relativas a las azttudes 0 comportamientos ind:viduales, el in- vestigador pued: calibrar qué mecanismos causales se hen activado. No €s probable que este tipo de analisis produzca inferencias causales wonsistentes pouue se puede poner en marcha mas de un mecarismo y, dentro de cada uno de ellos, quizé no esté clara la fuerza -elativa de las va~ rlables explicativas. Sin embargo, si que servird, en cicrta medida, para contrastar hipétesis, ya que una elaboracién teérica que explique res.ikados E22 mantar al tambiér puede tener consecvencias rara el proceso que leva a que éstos prodazcan, Por lo tanto, buscar mecanismos caustles aporta observaciones que pocrian refutar la hipétesis. Qui este enfoque también permita al in- vestigador hacer alguna generalizacion descriptiva sobre la frecuencia con que se activa cada posible mecanismo causal y puede que tales generaiza- ciones descriptivas sirvan de base para futuros andlisis de otros mecenis- ‘mos causales relacionados y de las condiciones en las que cada uno de ellos se poncen marcha, Para nosotros, el rastreo ce provesos y Ia biisqueda de los fundamentos psicel6gicos que sustentan una hipétesis desarrollada en un nivel de agre- gavicn superior scn enfoques muy valioscs. Sin embargo, constituyen ex- tensiones de la logica analitia fundamental que hemos venido utlizando y no formas de evitala. Los estudis de este tipo, si quieren hacer alguna aporuacién a la inferencia causal, terdrin que enftentarse a todos sus 2r0- blemas: la homogeneidad de las unidades, la endogeneidad y el sesgo. Para aleanzarinferenciss causeles validas es preciso que, en el nvel del indivi= ‘duo que toma las cecisiones, nos plarteemos las preguntas que surgen a! di- sefiar una investigecion y que las respondamos. Habré que calibrar con pre- cisidn las razones que nos dé ese individuo, seleccionar las observaciones dde manera que sean independientes del resultado que se ha producido (si no, tendremos problemas de endogeneidad) y evitar que haya variasles omitdas relevantes, También es importante recalear aqui que los mecanis- mos eatsales que se rastreen de este wodo tendrin que hacer que nuestra teorie sea mas, y ro menos, ‘estrictiva: este tipo de téenicas ha de aumten- tar, y no evadir, las posibilidades de resutccién de una teoria. En sume, el rastreo de proceso; y otros anélisis de subunidades son itiles para encon- trar hipotesis plausibles sobre mecanismos causales que, a su vez, pueden favorecer la elaboracién de generalizaciones descriptivas y alanar el cami- no haciz la inferercia causal. Sin embargo, este enfoque tiene que enfien- tarse a todos los problemas del andlisis causal 4. Observaciones finales En principio y en la practica, tanto en los estudios cuantitaivos come en los cualitativos se plantean los mismos problemas inferenciaes, Las inves- tigaciones que se cisefian para ayudames a entender la realicad social sélo pueden ograr su propésito mediante le légica de la inferencia cientiica, Esta maxima es aplicable a ios estudies cualitativos, cuantitativos, con grande c pequeito, experimenales, de observacién, historicos etnogrificos, los que utlizan le observacion participants y a todos los demas que inves- tigan la sociedad de manera cientifica. Sin embargo, como este capitulo tendria que haber dejado claro, Jos problemas fundamentales de las inferen- cas descriptiva y causal suelen ser mis difciles de evitar cusndo se uti iza 7s juefio que cuando éste es grande. En este libro se han sefialado for- amas de incrementar el nimero de observaciones para un estudio y también cémo racer inferencias a partir de una cantidad de observaciones reltiva- mente pequefa Taro los investigadores cuantitativos como los cualitatives pueden ha- cet més eficiente un estimador aumentando la centidad de formacin que se utiliza para resolver un problema —con frecuencia mediante el insre~ mento del nimero de observationes (spartado 7.2 del capitule 2)— y, a ve~ ces, reurrir a procedimientos aleatorits de selecciin y adjadicacién de va~ lores con el fin de evitar autométicamente el sesgo. Gran parte de los anlisis de este bro pretendian ayudar a los cuaitativstas a tener estima- dores mas precisns, pero ls téenicas que hemes sefalade son diversas y, con frecuencia, Fay que lezar a un equilirio entre varios otjetivos de in- vestigacin vilidos; de abi que sea dificil concentrar nuestras indicaciones en enunciados concisos que se correspondan con las ecusciones formales que prefiere la investigacién cuantitativa Los investigacores que, enel andlisis de los fendmenos sociales, deciden prescindir de los procedimieatos cuaatitativos formales uo pueden hacer caso omiso de los esgos ¢ neficienciss que crean los discs de investiga ida metodolégicamente irteflexivos. Sus temas de estudio son tan impor- tantes,y a veces mis, que los que analizan los cuantiativstas. Las infezen- cias descriptivas y causales que hacen los cualtativstas merecen ser tan sensatas como les de cualeuier otro investigadcr, y para que sean validas sus auzores van ¢ necesitaracercarse ms que antes a las cuestiones meto- doldgicas. También deben ser mis contenidos al disefiar sus estudios y mis explicitos al plantear resultados importantes. Los lectores no tienen por qué reformular los estudios cualitativos oublicados para hacerlcs cienificamen- te validos. Si un autor conceptualize un proyecto de investigacion de nume- rosas consecuencias observables utiizando slo dos de elles y doce hipste- sis causales, no seré responsabilidad de quien lo lea o resefe el explicar que el disefio implicio del autor era mejor que el explicito. Le que es atin més fundamental, os investigacores que comprendan y expliquen la logica de sus anilisis producirin estudios mis valiosos. Por fortuna, las cuestiones rmetodologicas que los cuslitativisas tienen que comprender son, preci samente, las mismas que el resto de los investigadores certiicos debe res- peta. Una inferencia valida solo es pesible si se entiende y respeta la lozica interna que subyace en todas las investigaciones sociales de tpo cientifico, Notas Capitulo 1 1 Recxazamos el corcepto de «semiexperimento» 0, al menos, la expresibn. Un dsefia de invest wacin c bien conlleva tn control pr parte de investgador de ls observacio. ‘es y vabres de las principales variables caasles (en cuyo caso es un experimento) 0 no tiere este contol ‘entonces es una invest gacion de cadcter no experimental). Am= bos tipos de investigccin tienen sus ventajas einconvensntes, y no puede decise que uno sea sempre mejr que el oo 2 Aunque nos ocxpemos de csi todas las reglas impo tantes de la inferencia cent- fica, no puede decirse que éstas sean complets, De hecho casi todos los filésofos estin de acuereo en que, incluso como principio, es :mposibieHegar a uns Logica inductiva ccompletay exhaustive 3 Simembargo, uaa hipbtesisalternativa, que postula cue la extincdn ue producida por erapciones valcincas, también puede explicar la presncia del irido, y parece que coneverd mejor con sl descubrimiento de qu todas las entinciones de especies aoceu- ‘cron sinultaneament, 4 Este dilemano 2 otro que al que se enfeenan los que estudian lis ciencias nurse les ala hota de decir si evan a cabo investigacién anlieada o basic, Por ejemplo, Ia aplicada que tenga como objeto un determinaco Farmaco oenfermedad puede mejorat, 8 corto plo, la atencien médica sin aportar gran cosa al coxocimiento general de los me- canismos biol6gieos subyacentes. La investiga busca pede tener consecvercias opuestas.La mayoriade los investigadoresseialarian al gual que se hace en las cien= cas seciees, que est dicotomia es falsa y qu la invest gacin basa conduce fin ‘mente a sficaces resultados prictices. Sin embargo, todesestarian de acuerdo er que el mejor diseio de investigacin es aquel que de alguna manera se las aregla para pa cipar drectamente er 1a resolucion de problemas det mudo real y profundizar en los ‘objetivasde lo escrite en una determinada ea ce Pre

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