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Agradecimiento

Josué Mora Peña

Alguien ha dicho que “por favor y gracias”


son dos palabras mágicas. Para mí no tienen
nada de mágico. Casi toda persona está
acostumbrada a usarlas por cuestión de
cortesía. Hay personas que nunca demuestran
agradecimiento para nada ni para nadie. La
Biblia está llena de ejemplos de personas que
siempre dieron gracias a Dios por diferentes
causas. El Apóstol Pablo dice en la Carta a los
Efesios que siempre debemos estar agradecidos
con Dios.

La palabra gracias es una palabra de mucho


valor. Rudyard Kipling, famoso escritor,
recibía diez schillings por palabra que
escribía. Varios estudiantes de la Universidad
de Oxford (Inglaterra) le enviaron 10 schillings
a cambio de su mejor palabra. Kipling
contesto diciendo “gracias”.

El finado F.W. Boreham, ministro bautista,


australiano, cuenta de tres amigos que visitaron
una pequeña iglesia en cierto lugar de
Inglaterra. El pastor caminaba 22 kilómetros
para ir a la iglesia. Uno de los amigos preguntó
si era buen predicador. “No”, contestó
Boreham, “pero es un torrente de
agradecimiento”. Los visitantes se preguntaron
cómo oraría el predicador esa noche, ya que el
tiempo estaba inclemente y estaba
lloviendo. Cuando llegó el momento de la
oración, el pastor oró de la siguiente
manera: “Padre celestial, te doy gracias que no
todos los días son como este”. Estas son
palabras de agradecimiento.

Creo que todos deberíamos tener una actitud de


agradecimiento. Hay mucho por qué estar
agradecidos con Dios. Desde el momento que
uno se levanta en el nuevo día hasta cuando
cerramos los ojos para dormir, hay muchos
motivos por los cuales debemos estar
agradecidos. Por principio de cuentas, una
gran cantidad de personas que se van a dormir
ya no despiertan; durante la noche dejaron de
existir. El hecho de poder ver, sentir, oír, oler,
comer y caminar debiera ser motivo de
agradecimiento. Además debemos dar gracias
a Dios por la vida que nos da, la salud, el
albergue, trabajo a pesar de la crisis
económica, por la familia, la protección que
tenemos, por la iglesia, a donde debemos asistir
para demostrar nuestro agradecimiento a Dios,
por tener una Biblia (o varias) que nos enseñan
el camino a la vida eterna, etc., etc.

Andrew Carnegie, a multimillonario, estaba tan


agradecido con Dios que, cuando murió dejó
365 millones de dólares para caridades
públicas. A uno de sus parientes le dejó 1
millón. Éste lo maldijo por haberle dejado
solamente un millón. Es mucho más fácil ser
mal agradecido que agradecido. Si no vivimos
demostrando nuestro agradecimiento a Dios
por sus muchos beneficios y bendiciones,
vivimos demostrando que somos mal
agradecidos.

¿Qué ocasiona que una persona llegue a ser


mal agradecida? Muchas veces es la
prosperidad. Cuando alguien llega a prosperar
en la vida, se olvida que “toda buena dádiva y
todo don perfecto desciende de lo alto, del
Padre de las luces, en el cual no hay mudanza,
ni sombra de variación” (Santiago
1.17). Cuando uno está muy satisfecho con su
status quo, cree que es más que auto-suficiente
y que no necesita de nadie.

Un corazón agradecido es siempre feliz y tiene


una mente positiva; un corazón mal agradecido
nunca está conforme con nada. Un corazón
agradecido es humilde; un corazón mal
agradecido revela una actitud orgullosa. Un
corazón agradecido siempre dice: “Tengo más
de lo que merezco”; un corazón mal
agradecido dice: “Yo merezco más de lo que
tengo”. Un corazón agradecido está consciente
de Dios quien provee todas nuestras
necesidades (Filipenses 4.19); un corazón mal
agradecido es egocéntrico y se cree auto-
suficiente. Un corazón agradecido busca la
manera de ayudar a otros; un corazón mal
agradecido busca siempre su propio bien. Un
corazón agradecido siempre tiene gozo en su
corazón; un corazón mal agradecido tiene un
corazón vacío. Un corazón agradecido se
contenta fácilmente con lo que tiene; un
corazón mal agradecido nunca está conforme
con nada.

¿Cómo podemos demostrar nuestro


agradecimiento a Dios por todas sus
bendiciones? Primero, creo que al levantarse
uno en la mañana debe dar gracias a Dios por
el nuevo día y el descanso de la
noche. Debemos encomendar nuestro día a El,
para que nos cuide y nos guarde de todo
peligro. Segundo, también demostramos
nuestro agradecimiento a Dios leyendo nuestra
Biblia, de preferencia antes de salir de
casa. Hay varias revistas devocionales que se
pueden usar diariamente juntamente con la
Biblia. Tercero, asistiendo a la iglesia con
regularidad. Hay que asistir a una iglesia
donde se predique la Palabra de Dios, donde
uno pueda crecer en el conocimiento de Cristo
nuestro Señor. Y, naturalmente hay muchas
más maneras de cómo expresar nuestro
agradecimiento a Dios.

Pero sobre todo, debemos estar agradecidos


con Dios por la salvación tan grande de nuestra
alma y el perdón de nuestros pecados. Si ya
eres salvo, no descuides esa salvación tan
grande que sólo Dios nos puede dar por medio
de Cristo, Su Hijo amado. Dice Hebreos 3.2
“¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos
una salvación tan grande? La cual, habiendo
sido anunciada primeramente por el Señor, nos
fue confirmada por los que oyeron”. Si no
eres salvo, pídele a Dios que perdone tus
pecados y acepta a Cristo como tu único
Salvador personal.
Mi testimonio de Agradecimiento a Dios
Saludes hermanos y amigos de este foro que con el pasar del tiempo he
aprendido a querer mucho se que en algunas ocasiones he sido fastidio para
algunos pero no ha sido mi intención.

Bueno aprovecho este medio para dar públicamente mi testimonio de


agradecimiento a Dios por haberme cuidado a mi y ami familia por todo este
tiempo y por fin haberme llegado la contestación de una oración mía que me
causo mucho dolor y sufrimiento en mi vida por casi 10 años y medio y que
únicamente por su gracias llegue este fin de semana a terminar mi agonía con
triunfo.

No voy a entrar en detalles ha cerca de la gran prueba que se que Dios


permitio, por que no creo que Dios castigue o haga sufrir a su hijos, pero que a
veces lo permite para fortalecer su fe., pues soy una persona (aunque no lo
parezca) muy tímida y reservada.

De un día para otro mi vida dio un giro total y negativo causándome un


profundo dolor al grado de llegar a deciar la muerte y de enfermar me
físicamente y emocionalmente con una depresión muy profunda y con muchos
enfermedades serias debido a la misma.

Yo clamaba a Dios cada día de mi vida con mi rostro llenos de lágrimas y mi


corazón completamente quebrantado de rodillas por muchas horas y con el
rostro en el suelo para ver si así según yo, El tenia misericordia de mi pues
sentía que me había abandonado y le preguntaba por que permitia que la vida
me causara tanto dolor y sufrimiento hasta el punto de llegarle a reprochar y
por momentos de debilidad decirle que era injusto y que no quería saber de El
y acabar con mi vida, pero como siempre, El era tan paciente y amoroso
conmigo que tocaba mi corazón con cantos, me llenaban tanto sus cantos y me
traían tanta paz y me hacia ver el grave error que estaba cometiendo al decir y
pensar de esa manera, me dormía llorando, me levantaba llorando, trabajaba
y hacia todo como un robot, mi vida no tenia sentido ni motivo para seguir
viviendo pero el cantar alabanzas a El me llenaba tanto mi espíritu hasta que
un día el me tomo en sus brazos y me iso volver a la vida y reintegrarme a la
vida normal pero con una gran tristesa en mi ser que hasta en mi mirada se
notaba y uso medios humanos en especial a una persona a quien aprendi a
querer mucho y tenerle una profunda admiracion y agradecimiento, que me
ayudo mucho para sobrepasar mi pena y asi Dios no me dejo que me apartara
de sus caminos, ni que me quitara mi vida y con ello perder mi alma.

Este Sábado por la noche cantaba en voz alta mientras manejaba en el auto
los mismo cantos que tiempo atrás confortaban mi corazón quebrantado
ahora los cantaba con mucho alegría y agradecimento a mi Dios por fin llego
el día y la contestación de mi sufrimiento y prueba y crean me que la podría
comparar muy parecida a la prueba de Job pues perdi la salud, me quede
literalmente viviendo en la calle, mi familia estaba completamente desecha,
perdí mi trabajo, varios de mis amigos se retiraron de mi, la iglesia (no todos
pero si los dirigente) me quitaron los cargos por no estar acta para ejercerlo
debido a mi depresión y problema, pero no dejaba de asistir cada sábado a la
iglesia y de sentarme en una de las bancas de atras, callada a escuchar las
predicas y levantarme e irme antes de que salieran los hermanos para no
socialisar con nadie, por que me podían a ver quitados los cargos algunos
hermanos criticarme, juzgarme y hasta condenarme pero no me iban a quitar
el derecho de ir a su templo por que Dios no me condenaba , ni juzgaba ni
había borrado mi nombre del libro en los cielos (aunque acá en la tierra
tampoco lo hicieron).

Públicamente Digo "Gracias mi Amado Dios por no a verme abandonado, por


haberme tenido tanta paciencia y amor todo este tiempo y por haberme
llevado hasta el fin de la prueba con bien"

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