Você está na página 1de 18

Foro Latinoamericano y Caribeño de Comunicación Popular y Comunitaria

II Congreso Internacional sobre Comunicología del Sur

a. Nombres de autor: Juan Daniel Montaño Rico

b. Grado académico: Maestrante.

c. Universidad de procedencia: Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco.

d. Dirección: Calzada del Hueso 1100, Col. Villa Quietud, Delegación Coyoacán, C.P. 04960,
D.F. México.

e. E-mail: dany.riico@gmail.com

f. Currículum Vitae: Maestrante en el posgrado de Comunicación y Política en UAM-X.


Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora. Coproductor y
conductor durante 2012-14 del programa radiofónico El Fantasma, que transmitió por Política y
Rock´n´Roll Radio 97.7 FM. Editor y articulista durante 2012-14 del periódico Liberación. 2010-
2011. Reportero del noticiero radiofónico «Política y Rock´n´Roll», transmitido por Radio Bemba
95.5 FM en Hermosillo, Sonora durante 2010-2011.
Eje temático 4: Investigando/legitimando la comunicación popular y comunitaria.
Título: Radio comunitaria y vínculo social: la experiencia de «Política y Rock´n´Roll Radio».
Resumen: La radio comunitaria/ciudadana se define por ofrecer un modelo de comunicación que
genera vínculos sociales y reactiva «lo político». Esto a diferencia de los procesos de
comunicación mediática que ofrece la lógica comercial, la cual trabaja únicamente con
rentabilidades, formando consumidores y no ciudadanos.
Con el presente trabajo, se intenta describir y explicar los momentos de creación de vínculos
social a través de los procesos comunicativos mediados por una radio comunitaria/ciudadana. Se
toma como estudio de caso la emisora «Política & Rock´n´roll», la cual transmitió en la capital de
Sonora, México, entre el 2012 y 2014. En particular, se delimita la observación a tres momentos
específicos.
Se retomarán para el análisis las reflexiones y categorías sobre comunicación, política,
ciudadanía y acción colectiva propuestas por Martín-Barbero (2003); Mier (1988); M.C. Mata
(2011); Sánchez Ruiz (2005); entre otros autores.
Palabras clave: Radio comunitaria, vínculo social, ciudadanía, movimiento social.

Português
Eixo temático 4: Investigando / legitimando a comunicação popular e comunitária
Título: Rádio e laço social: a experiência da "Política e Rock'n'Roll" Radio.
Resumo: A rádio comunitária/cidadã é definida como um modelo de comunicação que gera laços
sociais e reativa o "político". Isto a diferencia dos processos de comunicação midiática que a
lógica comercial oferece, a qual trabalha unicamente com o lucro, formando consumidores e não
cidadãos.
Neste artigo, tentamos descrever e explicar os momentos de criação de laços sociais através de
processos de comunicação mediada por uma rádio comunitária/cidadã. Toma-se como um estudo
de caso a estação "Politica & Rock'n'roll", que foi ao ar na capital de Sonora, México, entre 2012
e 2014. Em particular, a observação está delimitada a três tempos específicos.
Para a análise serão importantes as reflexões e as categorias sobre comunicação, política,
cidadania e ação coletiva propostas por Martin-Barbero (2003); Mier (2000); M. C. Mata, (2011);
Sánchez Ruiz (2005); entre outros autores.
Palavras-chave: Rádio Comunitária, laços sociais, a cidadania, o movimento social.
Introducción

El presente trabajo tiene como objetivo analizar el caso de una emisora comunitaria, que
transmitió en la ciudad de Hermosillo, Sonora, en México, desde 2012 hasta su cierre por
autoridades federales en 2014. Para realizar el análisis se recogen aportaciones teóricas que
diferentes investigadores latinoamericanos han realizado sobre los medios de comunicación, la
práctica de la comunicación comunitaria, la ciudadanía y la acción colectiva.

Esta emisora aunque contó con poco tiempo de existencia, tuvo un impacto relevante en la
vida política de la localidad. Además, es emblemática por las condiciones en que nació, funcionó,
por sus reivindicaciones y su clausurada por las autoridades federales en materia de
telecomunicaciones.

Si bien, los procesos de comunicación son un fenómeno complejo y cambiante, que opera
socialmente desde diferentes dimensiones de la realidad (Sánchez Ruiz, 2011:123), este trabajo
se limitará a observar la dimensión social y política. El interés se enfoca en la participación de los
actores sociales en el espacio público mediático a través de la radio comunitaria y los vínculos
sociales que se pueden generar a través de ella. Por ello, se piensa necesario acotar el estudio de
caso a la dimensión de la «participación en la producción y emisión», en específico a la
perspectiva de quienes gestionan, participan y producen el medio, sin llegar a la recepción. Esta
decisión corresponde a su vez al andamiaje teórico seleccionado sobre radio comunitaria, en
cuyos modelos de comunicación se espera que los roles de emisor y receptor se intercambien, se
difuminen a partir de la horizontalidad, reciprocidad y accesibilidad al medio.

Con la información que permita obtener este estudio de caso no se busca explicar de
forma general el fenómeno de las radios comunitarias en su conjunto y diversidad, sino crear un
diálogo entre teoría y caso empírico.

1.- Comunicación y hegemonía mediática comercial

En continuidad con las aportaciones de Pasquali (2007), Martín-Barbero (2001), Sánchez


Ruiz (2005) y Mata (2006), entiendo la comunicación social1 o pública no como lineal-vertical,
ni únicamente como proceso circular a través de la «reciprocidad»/«bidireccionalidad»

1
Nos referimos a la comunicación que se realiza en el ámbito amplio de la sociedad, no reducida a comunicaciones
interpersonales.
inmediata; sino como la relación social reciproca de intercambios simbólicos –señales, mensajes
y discursos- de manera simultánea, multidireccional y/o desincronizada a través de un «tejido
reticular». Este intercambio simbólico produce apropiación y sentido, mediante el cual los
diversos sujetos sociales reconocen sus diferencias –de cultura y poder-, reafirman su identidad -
individual y colectiva- y entran en conflicto/negociación –deliberación, consensos y disensos-
respecto a los asuntos públicos. Este intercambio se realiza por medio de múltiples redes, siendo
los medios de comunicación electrónicos (audiovisuales, masivos e/o informáticos) en la
actualidad nodos privilegiados y la propia arquitectura de ese tejido reticular.

Esta definición hace inevitable cuestionar y abandonar la concepción hegemónica que ve


la comunicación únicamente como transmisión/circulación, circunscrita a potenciar y multiplicar
flujos desde el emisor al receptor, llevada a la praxis por los intereses de los poderes mediáticos
(Martín-Barbero, 2001:76).

1.1.- Comunicación y medios

En las sociedades contemporáneas, los medios masivos y tecnologías de comunicación


son escena privilegiada de intercambios por ser dispositivos dotados de alta capacidad reguladora
y centrales para ver y hacerse ver, para hablar y ser escuchado. Por tal razón adquieren una
centralidad insoslayable en la conformación del espacio público (Mata, 2006: 8; 2011:8). German
Rey (2000: parr. 2-9) señala algunas características que poseen los medios que le brindan esa
centralidad en la constitución de lo público:

i) Son escenario de representación de lo social a la vez que tienen un carácter de


socialización al ser lugares de circulación de puntos de vista de sistemas más o menos plurales de
interpretación. Con ciertas limitaciones, muestran qué está pasando en las sociedades, delinean
algunas de sus transformaciones, advierten la irrupción de nuevas sensibilidades. ii) Funcionan
como espacios para la «deliberación social», pues las opiniones no sólo circulan a través de los
medios, sino que son contrastadas entre sí. Los medios pueden promover o restringir, ampliar u
homogenizar la deliberación social. iii) Los medios participan en la creación de «agendas
públicas», es decir, intervienen en la «visibilidad» social de temas y actores.

Ante las anteriores características, se entiende que Cristina Mata (2006: 11; 2002: 67)
afirme que los medios de comunicación se han construido como dispositivos de un espacio
público ciudadano, es decir, como espacio de interacción que hace posible la colectivización de
intereses, necesidades y propuestas, en tanto permite una «inclusión mediada» que dota de
existencia pública a los individuos y grupos plurales, visibilizándolos ante los demás y
permitiendo verse-representarse ante sí mismos. Para Martín Barbero (2002: 16-17), la
comunicación mediática se constituye en la actualidad como “el estratégico escenario que le
exige a la política recuperar su dimensión simbólica –su capacidad de representar el vínculo entre
los ciudadanos, el sentimiento de pertenencia a una comunidad– para enfrentar la erosión del
orden colectivo, [puesto que] los vínculos societales se constituyen en procesos de comunicación
de sentidos”.

1.2.- Consecuencias de la hegemonía comercial en la comunicación

Esa capacidad de la comunicación mediática de fortalecer los vínculos sociales y el


sentimiento de pertenencia se tropieza con los límites que imponen la apropiación, concentración
y monopolización de los medios de comunicación. Actualmente, se ha colocado al mercado como
eje del ordenamiento social, lo que ha vuelto hegemónico la industria mediática como instancia
de organización de los intercambios simbólicos en la sociedad (Mata, 2006:8; León, 2013: 10;
Martín-Barbero: 2002: 15). En consecuencia y paradójicamente, como señala Martín-Barbero
(2002: 18), la hegemonía de producción de discursos públicos se encuentre en la actualidad de
lado de los intereses privados. En otras palabras, la mayor parte de los temas, enfoques y voces
que se difunden a la sociedad dependen de la decisión e intereses de quienes controlan los
medios.

La «inclusión mediática» de las imágenes, voces y reclamos de la ciudadanía según la


lógica mercantil, no puede restaurar o suplantar la polifonía que una comunicación y una
sociedad democrática requieren, actualmente ahogada en una monocorde voz (Mata, 2002: 67).

Entre las consecuencias que conlleva la concentración mediática y la hegemonía de la


comunicación comercial se encuentran: la mercantilización de la información; exclusión de las
voces que carecen de recursos o poder económico, político y comunicacional, lo que se expresa
en una reducida diversidad de fuentes; debilitamiento de las identidades, los vínculos
comunitarios y los derechos sociales a la vez que fomenta un ethos consumista; censura
empresarial; fomento de medios locales inadecuados en la mayoría de los países pobres; entre
varios otros.

La información mercantilizada no busca construir ciudadanía activa, sino consumidores.


Las siguientes son algunas características que vuelven infantilizador y vendible el discurso de las
empresas mediáticas: Rapidez, inmediatismo y fragmentación para evitar el tedio, lo que impide
el debate y la reflexión; simplicidad, es un discurso muy elemental; espectacularización y
dramatización de la información; simula gratuidad pero quien paga la información es en realidad
la publicidad ya que las empresa mediática no vende en su mayoría información a su audiencia,
sino consumidores a sus anunciantes (Ramonet, 2005: 196-198; Solís, 2007: 173).

Por último se señala que esta hegemonía no puede crear vínculos societales, los cuales se
constituyen en intercambios simbólicos recíprocos, ya que “el mercado opera anónimamente
mediante lógicas de valor […] que sólo engendran satisfacción o frustración pero nunca sentido.
El mercado no puede engendrar innovación social pues esta presupone diferencias y
solidaridades no funcionales, resistencias y disidencias, mientras que el mercado trabaja
únicamente con rentabilidades” (Martín-Barbero, 2002: 17).

El modelo de comunicación hegemónico intenta anular la experiencia colectiva de


creación de memoria, de generación de vínculos sociales, de congregación y reconocimiento de
las diferencias y la heterogeneidad social; es decir, diluye la posibilidad de reconstrucción de
lazos y proyectos comunes y, en cambio, fomenta una creciente despolitización del espacio
público (Mier, 2000:87-88; Mata, 2002: 74). En otras palabras, desde el mercado mediático se
busca desmotivar lo político, entendido como la emergencia de la acción social que trasgrede los
marcos normativos de la cotidianidad instituida, cuando se hace intolerable para actores sociales,
grupos o amplios sectores de la sociedad, la naturalización de negación de derechos.

Para intentar esta anulación de lo político, Mier (2000: 87-88) señala dos características
del discurso mediático hegemónico: la repetición formal de los mensajes y la exacerbación de la
novedad. Estos dos elementos apuntan a la suspensión del recurso de la reflexividad y la creación
de memoria social; conllevan a la fragilidad de las identidades y restricción de vínculos de
reciprocidad. Para Mata (2002: 74), el mercado mediático tiene un papel en la naturalización de
las formas hegemónicas de organización social, basado en el individualismo consumista.
1.3.- La radio comunitaria: espacio para la visibilización

La relación comunciativa que han desarrollado con su práctica las «radios comunitarias»
es diferente, hasta contraria, de la hegemónica. Cuando se menciona la noción de «radio
comunitaria», se hace referencia a experiencias específicas2 de apropiación social de procesos
comunicativos a través de la radiodifusión por parte de la diversidad social comúnmente excluida
del espacio público mediático. Apropiación que se realiza bajo contextos, necesidades y objetivos
determinados, con el fin de reivindicarse frente los distintos poderes (sociales, políticos y
económicos) para hacer valer sus derechos y luchar por la distribución de poderes y de bienes,
materiales y simbólicos. Esta apropiación les permite ser visibilizados en el espacio público a
partir de sus propias formas discursivas, lo que equivale a existir socialmente y poseer la
capacidad de transformar la sociedad al ser partícipes en las decisiones que conciernen a la
colectividad y en la elaboración de la norma social instituida. Por tanto, la radio comunitaria es
un camino de fortalecimiento para la vida democrática (Gumucio, 2001; Kejval, 2009; López
Vigil, 2005; Martín-Barbero, 2006; Mata, 2002; Perruzo, 2001; Villamayor y Lamas, 1998).

Cabe advertir que al mencionar que la radio comunitaria corresponde a «experiencias


específicas», se hace referencia a que estas emisoras son gestadas por organizaciones sociales en
contextos determinados, en relación y respuesta a necesidades, preocupaciones, demandas,
identidades e intereses comunes de la sociedad donde se insertan. No hay un modelo único de
radio comunitaria pues no constituyen una totalidad homogénea; sus prácticas son tan diversas
como tan heterogéneos son los problemas sociales, los ámbitos culturales y geográficos donde se
desarrollan (Gumucio, 2001; Perruzo, 2007; AMARC, 2009; Kejval, 2014).

De ahí que estas emisoras sólo “pueden comprenderse en el marco de las situaciones
sociales en los que nacen, de las realidades sociales en las que surgen y a las que pretenden
transformar” (Lamas, 2003: 4) Y no pueden pensarse en sí mismas, al margen de los sujetos que
definen, construyen y gestan estas emisoras y sus objetivos político-culturales (Kejval, 2009: 39).

La radio comunitaria, al fomentar la visibilidad de grupos comúnmente excluidos del


debate público, es decir, permitir el reconocimiento y participación de la heterogeneidad de

2
En este sentido, se usa «radio comunitaria» como noción paraguas que abarca a la diversidad de experiencias que
adoptan o se les adjudican diferentes nominaciones, lo que hace difícil precisar y delimitar los alcances de cada
una de estas nociones en relación con los otros. Además, las mismas radios utilizan indistintamente más de uno de
estos calificativos para identificarse a sí mismas (Kejval, 2004: 11).
identidades y al funcionar en una dimensión de localidad, propicia un sentido de pertenencia
social. Estas características facilitan que a través de la emisora se reconstruyan «vínculos
sociales», es decir, la construcción o fortalecimiento de proyectos comunes y lazos de solidaridad
entre los diversos actores y organizaciones sociales; generación de nuevos núcleos de
intercambio, convivencia, identificación y expresión político cultural (Mier, 2000: 87; Mata,
2002: 74; Villamayor y Lama, 1998).

Villamayor y Lamas (1998) observan que las radios comunitarias surgen y están insertas
en los procesos culturales, sociales y políticos de su localidad y región. Los actores
comprometidos en las radios participaron y participan de otros espacios de acción colectiva. Por
tanto, la radio comunitaria facilita la creación de redes sociales, vínculos de solidaridades y
apoyos entre diversos grupos, organizaciones, actores, y proyectos sociales. En este sentido, para
Villamayor (2010: parr 20) “cada radio es una red de redes, un vaso comunicante, un nodo que no
funciona solo, sino en interlocución con una diversidad de actores sociales cuyo liderazgo no se
asienta en una o dos personas, sino en la gestación de colectivos humanos capaces de generar
procesos creativos de construcción en red”.

La creación de vínculos sociales se expresa también a través de la apropiación social del


medio, es decir, la apropiación colectiva de la gestión, de la creación y del procesos
comunicacional (producción y emisión de contenidos, promoción de intercambio, dialogo, debate
y negociación social, cultural y política, etc.) que involucra la «participación social». La
«participación social» es la capacidad de las personas en intervenir e involucrarse, de manera
libre, autónoma y colectiva, en el medio para sustentar, orientar y optimizar su proyecto político-
comunicación. Cuando los oyentes se apropian del medio, cuando son partícipes en la
construcción de su contenido y sus transmisiones, lo realizan de forma colectiva, creando
vínculos sociales al momento de vivir de maneras distintas –a la vertical- la comunicación.

Para López Vigil (2005: 328), la mejor prueba de que una radio ha sido apropiada, es
decir que está cumpliendo su misión social, es cuando sus oyentes salen a defenderla cuando hay
problemas.
2.- Política & Rock and Roll, la radio ciudadana de Hermosillo

2.1.- Antecedentes.

Durante 70 años de gobierno autoritario priista3 en México, las pocas radios comunitarias
existentes se enfrentaron a una política de persecución y criminalización alentada por los
corporativos mediáticos. Pero en el transito al nuevo milenio, se vivió un boom de estas emisoras
en todo el país que enfrentaron al autoritarismo y al poder fáctico de los medios comerciales: Ke
Huelga Radio, Tierra y Libertad, Radio Calenda, Jen Poj, Radio Nandia, Radio Bemba, son sólo
unos ejemplos.

Radio Bemba 95.5 FM nació en el año 2000 en Hermosillo, Sonora, a manos de jóvenes
estudiantes universitarios. Después de varios años de cambios, éxodos, problemas económicos,
ataques mediáticos y criminalización, lograron en 2005 obtener el permiso de transmisión y la
estabilidad para crecer. Tras una década de radiodifusión, logró convertirse en un espacio y
símbolo de participación de sectores de la sociedad civil frente al poder político de su localidad.

Después de 10 años de servicio social, sin embargo, se ventilaron diferencias


irreconciliables entre la dirección vitalicia de este medio comunitario por un lado y colaboradores
y radioescuchas por otro. La razón se debió a que se impusieron en el medio los intereses
particulares de un grupo, liderado por la directiva de la radio, quienes se aprovecharon
económicamente de la infraestructura de la radio para realizar convenios con el gobierno estatal.
Estos convenios condicionaron y distorsionaron los principios que le dieron origen al medio. Se
inició por destituir programas y expulsar a colaboradores de manera arbitraria y finalizó con la
transformación de «Radio Bemba FM» en «Zoom 95.5», con un perfil juvenil, de
entretenimiento, con programación de música alternativa. Pero escaso contenido de servicio
comunitario y crítico sobre el acontecer político de la localidad, como era su esencia original.

2.2.- Apropiación del medio como motor de la acción colectiva.

Como se señaló anteriormente, la apropiación social del medio puede dar lugar a lazos
solidaridad y apoyo para fortalecer proyectos comunes, en este caso, se trató de fortalecer la
propia emisora. La directiva de Radio Bemba, en 2011, decide destituir a los productores del

3
Se hace referencia al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
noticiero matutino “Política & Rock and Roll”, quienes tiempo atrás abogaban, junto a otros
colaboradores, por mecanismos de autodiagnósticos, por transparencia, democracia interna e
inclusión de nuevas voces en la mesa directiva por salud del propio medio. Este noticiero era el
espacio con mayor público, además de contar con varios colaboradores de diferentes sectores
sociales que nutrían las noticias con sus opiniones y puntos de vistas. Su cancelación provocó una
reacción inmediata de radioescuchas, quienes protestaron a las puertas de la emisora por el
regreso del noticiero y entraron en negociaciones con el director. En esta ciudad no existía un
precedente de público en protesta para defender un programa radiofónico o televisivo cancelado.

Los radioescuchas, en pocos días, formaron una red integrada por académicos, artistas,
trabajadores, estudiantes, entre otros, y organizaron asambleas con más de 150 participantes para
elaborar un plan de acción con el objetivo de salvar al noticiero. Ante el cerrazón de la dirección,
los radioescuchas modifican sus objetivos: no sólo ven necesario salvar al noticiero, sino a la
radio en su conjunto. Impulsan la idea de realizar un foro, planteado por los productores del
noticiero, con el objetivo de reflexionar sobre la radio, su accionar, su estructura organizativa, su
función social, sus formas de financiamiento y la distribución de derechos y obligaciones.
Realizan una campaña mediática para promocionarlo y el problema de Radio Bemba resuena en
los demás medios.

A pesar de los esfuerzos, la dirección de Radio Bemba no asiste al foro ni negocia con los
radioescuchas, colaboradores de la radio y productores del noticiero. Responde que el foro es
innecesario ya que la emisora es “comunitaria” según evaluaciones de Asociación Mundial de
Radios Comunitarias (AMARC)4 y la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica
(ALER).

El grupo que se había formado para defender el noticiero y salvar la emisora del
verticalismo, concluyen que sus esfuerzos no pueden hacer mucho contra quienes tienen el poder
legal del medio. Consideran que Radio Bemba no representaba más los intereses y necesidades de
la comunidad, por lo cual se aventuran a fundar un nuevo proyecto radiofónico: Política & Rock
and Roll Radio (P&RR).

4
Cabe destacar que el director de la entonces Radio Bemba FM era Carlos Aparicio Gómez, también era en ese
momento titular de AMARC para América Latina y el Caribe.
La experiencia de la fundación de esta nueva emisora demuestra la acción colectiva que
puede desencadenar la apropiación social del medio, cuando éste se ve en problemas. La
apropiación social, como señalan Gumucio (2011: 33) y Perruzo (2007: 24) y cómo podemos
observar en este ejemplo, no se limita a la propiedad del medio, de los instrumentos, ya que de
esta manera, aunque las emisoras se autonombren democráticas, pueden terminar verticalizadas y
unilaterales. La apropiación social es más compleja, es el vínculo social por el cual se adopta la
comunicación y sus medios como un proceso coadyuvante de las luchas sociales. Se refleja en la
participación de la colectividad en la formación, transformación y dirección del proyecto político
comunicacional del medio, así como en ese sentimiento de pertenencia que impulsa a defender el
medio cuando este está en riesgo.

Por otro lado, también esta experiencia muestra como las amenazas a la integridad de un
proyecto comunitario, pueden provenir tanto del exterior, del poder político y empresarial, como
del interior, cuando los intereses personales y grupales de los integrantes se escinden de los de la
colectividad.

2.3.- La radio como organizadora de la acción colectiva

P&RR transmitió en la ciudad de 2012 a 2014, nombrándose a sí misma como “la radio
ciudadana de Hermosillo”, y cuyo contenido era realizado por diferentes actores sociales (artistas,
músicos, académicos, estudiantes, colectivos y movimientos sociales como el de la guardería
ABC, feministas y #yosoy132) en una barra programática diaria que abarcaban diversos temas:
noticiero matutino, derechos laborales, derechos de la mujer y equidad de género, infancia y
justicia social, ciencia, teatro, rap local, contracultura, contestación política, entre otros.

Durante sus dos años de existencia, el medio fue testigo de coyunturas políticas y
movilizaciones sociales. En uno de esos momentos específicos, la radio adquirió esa centralidad
instumental que observa Mier (1987: 48): en momentos de singularidad política “la radio aparece
como un centro en torno del cual se suscita, se ordena, se comprende la acción colectiva”. La
coyuntura política que mencionaremos a continuación, provocó que la emisora tuviera un uso
diferente al habitual en su programación cotidiana, adquiriendo por momentos nuevos sentidos
como instrumento político que tiene que ver con la participación y apropiación social.
A finales de 2012, se aprobó el cobro de un nuevo impuesto llamado Contribución al
Fortalecimiento Municipal (COMUN), que consistió en el cobro de 3% en el valor de la factura
de los automóviles modelo 2003 en adelante, el cual fue percibido por la sociedad civil como una
“tenencia”, impuesto que había sido derogado con anterioridad. Este nuevo impuesto desató
como respuesta al movimiento “no + impuestos”, un movimiento amplio que arreció a inicios de
2013 y cuya fuerza convocante estuvo en la capital, pero que se extendió a otros municipios. La
declaración del entonces gobernador panista5 Guillermo Padrés de que “eso no es un sonorense
bien nacido” acerca de las manifestaciones y la amenaza de boicot a la Serie del Caribe que se
celebraría en febrero de ese año en la capital, motivo a que el movimiento fuera rebautizado
como “los malnacidos”.

“Los malnacidos” realizaron varias manifestaciones, la mayoría consistían en grandes


marchas y caravanas automovilísticas que partían y detenían la ciudad. Ante las constantes
manifestaciones, grupos de choque, manejados por militantes del Partido Acción Nacional
(PAN), empezaron hacer actos de violencia e intimidación hacia los manifestantes. Durante este
periodo, la emisora realizó cobertura permanente, realizando transmisiones en vivo de las
acciones públicas, las reuniones entre gobierno y movimiento, así como constantes entrevistas a
los actores en juego.

Tras este acompañamiento, los manifestantes empezaron a reconocer en la emisora un


medio propio del movimiento. Esto se expresó durante una caravana, en la cual existía temor
entre los manifestantes por las amenazas de violencia. Los integrantes de la caravana empezaron,
a iniciativa propia, a difundir la voz de que todos debían sintonizar P&RR en el espectro
radioeléctrico, escribiendo la frecuencia con letra grande en las ventanas de sus carros. Con sólo
un interlocutor en la cabina, la voz de los manifestantes sustituyó a los colaboradores de la radio
que comúnmente realizaban la crónica; durante las horas que duró la caravana el suceso fue
narrado en las voces de los manifestantes quienes no dejaban de llamar para reportar el
avistamiento de los porros así como expresar sus opiniones y posturas acerca de la situación
política. Una tras otra transcurrieron las llamadas al aire hasta el final del evento.

En ese momento político, la radio tomó centralidad para el movimiento social como
instrumento de organización, articulación y de seguridad; para informarse entre ellos sobre la

5
Se hace referencia al Partido Acción Nacional (PAN).
identificación y ubicación de los agresores. La emisora funcionó como vehículo para el
sentimiento de pertenencia y unidad entre los integrantes del movimiento. Se puede señalar
algunos elementos que pudieron influir para concretar esta apropiación:

a) La accesibilidad al medio para las diversas voces del movimiento, permitiendo la


visibilidad de diferentes expresiones, en sus propios discursos y no sólo las autorizadas –líderes-
para tomar la voz. Se agrega en este punto el acompañamiento constante del medio, como
institución social, no sólo como testigo, sino como coadyuvante de la lucha social.

b) Uso de un discurso sin rapidez, fragmentación ni exacerbación de la novedad. Las


coberturas realizadas sin las presiones de los tiempos comerciales ni los estándares noticiosos,
dio como resultado una cobertura que se apropió del tiempo y ritmo de las manifestaciones, sin
los bruscos recortes que comúnmente hace la nota informativa para construir los acontecimientos,
sólo cortes musicales cuando el silencio lo sugería.

Esta apropiación social quedó enunciada cuando ante la presión de la movilización, se


realizaría una reunión entre el Secretario de Gobierno y los portavoces de los malnacidos. El lado
oficial solicitó que sólo dos medios de comunicación podían entrar a la reunión. La respuesta al
unísono del movimiento frente al palacio de gobierno fue que pasara P&RR. Entonces la emisora
hizo una transmisión en vivo de la reunión, de cuya señal se colgaron otros medios.

La radio dejó de ser un medio para volverse símbolo identificador: las ventanas y los
carteles en los automóviles con la consigna “sintoniza 97.7” no solo era una sugerencia, sino
también un signo de pertenencia al movimiento, signo que se consumaría en la puerta del palacio
nacional cuando gritaron en múltitud “que entre Política y Rockanroll”, porque ellos “sí dicen la
verdad”.

De esta manera, la emisora ciudadana, en esos momentos de acción colectiva, pasó de ser
un medio informativo a ser la estrategia comunicativa del movimiento, como articulador del
vínculo social, un medio de seguridad y apoyo entre sus filas, adoptando otras modalidades
expresivas, trastocando los imperantes tiempos comerciales radiofónicos al formularse la
transmisión en el propio tiempo de la manifestación, sin pausas comerciales impuestas,
modificando la forma de enlace colectiva.
2.4.- La construcción de los acontecimientos en su propio tiempo social

Esta modificación de enlaces colectivos, que deviene tras el desafío a los tiempos del
mercado –que impone rapidez, brevedad y protagonismo de cortes comerciales- mediante la
construcción del acontecimiento en el propio tiempo social, tal vez es más clara en el papel que
jugó la radio durante las marchas en conmemoración del incendio de la guardería ABC. En esta
experiencia se pueden encontrar algunos elementos que apuntan a la creación del vínculo social.

Cada 5 de junio, desde el 2009, de forma ritualizada, miles de personas salen a las calles
de Hermosillo para acompañar a las madres y padres en la marcha luctuosa para recordar a las 25
niñas y 24 niños que fallecieron en ese incendio, señalando a su vez la impunidad de los
responsables y la corrupción persistente de las instituciones de gobierno que conllevó a este
crimen.

En 2012 y 2013, P&RR transmitió en vivo este acto, cuya crónica fue realizada por el
conjunto de colaboradores de los diferentes espacios de la radio, quienes en profesión no son
periodistas o reporteros, sino maestros, artistas, estudiantes o trabajadores, y que asisten a la
marcha en primer lugar para ser partícipes de ella y no testigos externos. Para dar cuenta de la
marcha, un recurso utilizado por ellos fue recoger las impresiones y opiniones heterogéneas de
los demás manifestantes, entrevistándolos en vivo, no buscando únicamente la voz de los
protagonistas, en este caso los padres y madres de las víctimas o alguna personalidad con
reconocimiento público involucrada. Así, se reconstruía el suceso a través del medio de manera
colectiva, bajo el discurso propio de los participantes, cuyas opiniones por lo general son
ignoradas o recolectadas en censos de opinión y/o encapsuladas en breves frases
descontextualizadas. Se desarrollaba de forma sincrónica durante el transcurso del evento, sin
cortes comerciales y sin las prisas de saturar con otras notas u informaciones no concernientes al
acontecimiento; sin el objetivo de espectacularizar o dramatizar lo que acontecía. Se acudía, de
igual manera al ejemplo anterior, a algunos cortes musicales cuando se veía necesario.

La transmisión finalizaba con la voz de los padres y madres las víctimas, integrados en el
Movimiento Ciudadano por Justicia 5 de Junio (MCJ5J), quienes toman el micrófono al final de
la ceremonia para dar lectura a su posición frente a las respuestas insatisfactorias del gobierno y
agradecimiento a la solidaridad social.
Con esta forma de construir el acontecimiento, la radio contravenía la forma comercial de
construcción del espacio simbólico. Se volvía en un instrumento al servicio de la colectividad. El
hecho dejaba de ser una síntesis jerarquizada y narrada por un profesional de la noticia,
encapsulada y revuelta a otros temas novedosos y los temas musicales del momento. Pasaba a
narrarse a su propio tiempo social y a través de la multiplicidad de voces. La emisora retomaba la
consigna “no están solos” en los términos de sus posibilidades técnicas, creando, como diría Mier
(2000: 93), “una modelación colectiva de la experiencia, que define simultáneamente un tiempo
social, del sentido del vínculo y proximidad del otro”.

3.- Conclusión

Para este trabajo se eligieron estos tres momentos de singularidad política y social que nos
permitieron observar algunos elementos que favorecen al fortalecimiento de vínculos sociales.
Pero estos procesos también pueden generarse a través del medio cuando éste funciona
regularmente, cuando se inscribe en la vida cotidiana de la comunidad, al realizar sus
transmisiones de una manera más discreta y más constante al tiempo que da voz a una diversidad
social. En el trabajo diario, en la relación diaria entre actores sociales, colectivos y
organizaciones, también se generan en su propia dinámica nuevos núcleos de intercambio,
convivencia, identificación y expresión político cultural.

En el trabajo diario se organizan acciones colectivas, tal vez de menos calibre político,
pero con eficiencia en el fortalecimiento de lazos sociales. Por ejemplo, puede darse que gracias a
un espacio radiofónico producido por y para mujeres, este se vuelva al paso del tiempo en un
nodo por el cual se vayan interactuando y articulando redes de mujeres en la localidad,
fortaleciendo la solidaridad para impulsar sus derechos y reivindicaciones.

Asimismo, la participación esporádica de diferentes grupos y colectivos a través del


medio, puede generar nuevas redes a través del reconocimiento de necesidades, intereses y causas
compartidas. Como experiencia, un colectivo de jóvenes que se posicionaban como
“anticapitalistas” y que participaba con un programa dentro de P&RR, se sumó a una
convocatoria nacional para armar un evento en contra de la represión social y la destrucción
ambiental. Al principio se pensaba en un evento pequeño, pero gracias a los vínculos formados
con otros colectivos a través del medio, lograron realizar una jornada de un día con diversos
talleres con temáticas feministas, ecologistas y lúdicas, presentaciones artísticas y exposiciones
de diferentes problemas locales para cerrar con un concierto de rock.

Se han elegido, sin embargo, los anteriores momentos ya que estos nos permiten ver como
elementos distintivos y emergentes de un discurso ajeno a la hegemonía comercial tiene
repercusiones sociales. El potencial de las radios comunitarias no reside únicamente en la
visibilidad de actores sociales plurales, si bien esto es esencial en primera instancia. También esta
concatenada al discurso mediático que estos agentes pueden propiciar, desprovisto de los
estándares industriales de la comunicación, de la repetición, rapidez, fragmentación y la
exacerbación de la novedad, entre otras características, en continuidad con los tiempos del
mercado. Así como de compromisos políticos institucionales como los que realizan los
corporativos mediáticos en pro de sus interés económicos. En suma, su discurso propio, guiado
por la independencia y autonomía, acompañado de la accesibilidad al medio, de la reciprocidad y
horizontalidad, es decir, la capacidad de ser emisor y receptor simultáneamente en un ambiente
de reciprocidad, propicia la generación de relaciones de sentido que fomenta reconocimiento de
las diferencias, pero también de solidaridades, resistencias y disidencias. Este modelo (o
modelos) se diferencia de la lógica de valor que domina la comunicación mediática en la
actualidad, que impone el modelo de comunicación de transmisión/circulación, también
caracterizado como vertical y autoritario, el cual tiende a homogeneizar y despolitizar el espacio
público.

En las sociedades contemporáneas se vuelve un imperativo que estas diferentes formas de


comunicación no basadas en rentabilidades, sino en el interés y necesidad social, que provienen
desde el seno de las propias comunidades y organizaciones sociales, encuentren su lugar –es
decir, ganen su espacio a través de su reivindicación- en condiciones equitativas frente a la actual
hegemonía comunicacional del mercado y frente a la comunicación gubernamental. Esto si la
sociedad espera nutrir la deliberación social y superar la desintegración del orden colectivo y el
tejido social que enfrenta ante la racionalidad mercantil de la aún hegemonía neoliberal, la cual
hace énfasis en el interés individualista y un desigual reparto de los bienes comunes.

Para finalizar, mencionaré que el reconocimiento de la figura de radio comunitaria no se


dio en México hasta el 2013, año en que se reformó la ley federal de radio y televisión. La
emisora en cuestión, clausurada en 2014, después de una constante y persistente lucha logró
obtener el primer título de concesión radiofónica para uso social comunitario en el país, gracias al
apoyo de AMARC y otras organizaciones.

Bibliografía

AMARC (2009) Principios para un marco regulatorio democrático sobre radio y TV comunitaria.
Disponible en:
http://www.amarc.org/documents/14Principios_Legislacion_Radiodifusion_Comunitaria_ES.pdf
Gumucio, Alfono (2011). Comunicación para el cambio social.
Gumucio, Alfonso (2001) Haciendo olas: Historias de comunicación participativa para el cambio social.
La Paz: Plural editores.
Kejval, Larisa (2014). “Radios comunitarias, populares y alternativas: reflexiones, preguntas y desafíos a
partir de la institucionalización de la demanda por democratizar las comunicaciones” En Gónzalez
Pérez, C; Burgos R.; y Bergesio L. (ed.). Mapas comunicacionales y territorios de la experiencia.
XV Congreso REDCOM.
Kejval, Larisa (2009). Truchas. Los proyectos político-culturales de las radios comunitarias, alternativas
y populares argentinas. Buenos Aires: Prometeo.
Lamas, Ernesto (2003). Gestión integral de la radio comunitaria. Quito: FES/Promefes
León, Osvaldo (2013). “Comunicación, democracia y movimientos sociales”. En León, O. (Coord.)
Democratizar la palabra: movimientos convergentes en comunicación. Pp. 9-28. Quito: ALAI.
López Vigil, José (2005) Manual urgente para Radialistas apasionados y apasionadas. Quito.
Recuperado de: http://www.radialistas.net/article/manual-urgente-para-radialistas-apasionadas-y-
apas/
Martín-Barbero, Jesús (2006) “Colombia: medios y cultura”. En todavía [revista en línea]. (13). Abril.
Recuperado de: http://www.revistatodavia.com.ar/todavia13/notas/barbero/txtbarbero.html
Martín-Barbero, Jesús (2002). “Pistas para entre-ver medios y mediaciones”. En Signo y pensamiento
21(41), 13-20. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=86011596003
Martín-Barbero, Jesús (2001a). “De las políticas de comunicación a la reimaginación de la política”. En
revista Nueva Sociedad, (174), Septiembre – Octubre, 70-84.
Mata, María Cristina (2011) “Comunicación y Ciudadanía: Dilemas pendientes”. En Alem, Beatriz y
Arneigeiras, Aldo (comps). Culturas populares y culturas masivas: Los desafíos actuales a la
comunicación. Pp. 110-121. Buenos Aires: UNGS- Prometeo.
Mata, María Cristina (2006). “Comunicación y ciudadanía. Problemas teórico-políticos de su
articulación”. En Revista Fronteiras, VIII(1), 5-15.
Mata, María Cristina (2002) “Comunicación, Ciudadanía y poder: pistas para pensar su articulación”. En
revista Diálogos de la comunicación (64). Pp. 64-75. Recuperado de: http://dialogosfelafacs.net/wp-
content/uploads/2012/01/64-revista-dialogos-comunicacion-ciudadania-y-poder.pdf
Mier, Raymundo (2000). “Apuntes para una reflexión sobre comunicación y política”. En Versión:
Estudios sobre comunicación y política, no. 10, octubre 2000. México: UAM-X. Pp. 59-104.
Mier, Raymundo (1987). Radiofonías: hacia una semiótica itinerante. México UAM-X.
Pasquali, Antonio (2007) Comprender la comunicación. Barcelona: Gedisa.
Perruzo, Cicilia (2007). “Direito à comunicação comunitária, participação popular e cidadania”. En
Lumina 1(1), 1-29. Brasil: Universidade Federal de Juiz de Fora. Recuperado de:
http://lumina.ufjf.emnuvens.com.br/lumina/article/view/201/196
Perruzo, Cicilia (2001). “Comunicación comunitaria y educación para la ciudadanía”. En Signo y
pensamiento 20(38), 82-93. Universidad Javeriana. Recuperado de:
http://www.javeriana.edu.co/signoyp/coleccion.htm
Ramonet, Ignacio (2005) “El poder mediático”. En De Moraes, Dênis (Comp) Por otra comunicación: los
media, globalización cultural y poder. Pp. 193-201. Barcelona: Icaria editorial.
Rey, Germán (2000) Medios de comunicación y vida pública. Ponencia presentada al 3° encuentro
mundial del tercer sector, Mimeo, Cartagena. Recuperado de: http://www.docfoc.com/german-rey-
medios-de-comunicacion-y-vida-publica
Sánchez Ruiz, Enrique (2011). “Recuperar la crítica. Algunas reflexiones personales en torno al estudio de
las industrias culturales en Iberoamérica en los últimos decenios”. En Fuentes, R., Trejo, R. &
Sánchez, E. (autores) ¿Qué pasa con el estudio de los medios?: Diálogo con las Ciencias Sociales
en Iberoamérica. Pp. 123-160. España: Comunicación Social.
Sánchez Ruiz, Enrique (2005). Medios de comunicación y democracia. Bogotá: Grupo Editorial Norma.
Solís, Beatriz (2007). “Democracia, ciudadanía y medios”. En Mastrini, G; Loretti, D y Baranchuk, M.
(Comp.) Participación y democracia en la sociedad de la información. Pp. 267-274. Buenos Aires:
Prometeo.
Villamayor (2010). “La dimensión político cultural en la sostenibilidad de las radios comunitarias”. En
Questión: Revista especializada en periodismo y comunicación 1(28). Recuperado de:
http://perio.unlp.edu.ar/ojs/index.php/question/article/view/1075/956
Villamayor, Claudia y Lamas, Ernesto (1998) Gestión de la radio comunitaria y ciudadana. Quito:
FES/AMARC. Recuperado de: http://www.vivalaradio.org/comunicacion-
alternativa/PDFs/COM_manualdegestion_mod4.pdf

Você também pode gostar