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-· ·
CLAUDIA ROSAS LAURO
(EDITORA)

El odio y el perdón en el Perú


Siglos XVI al XXI

.•.
/

FONDO
EDITORDAL
PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ
• _W:

PRÓLOGO
9
Moisés Lemlij

l. EL ESfUDIO DEL ODIO Y EL PERDÓN EN LA HISTORIA:


El odio y elperdón en el Perú
APROXIMACIONES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS
Siglos XVI al XXI
Claudia Rosas Lauro (editora) De pcuiones y redenciones. Una introducción al estudio histórico del odio
y elperdón en el Perú . 17
De esta edición: Claudia Rosas Lauro
. . © Fon~o E~it~rialde la Pontificia Uni·1ersidad Católica del Perú, 2009 Prolegómeno para una sociología del odio y del perdón en el Perú 43
-Av. Umvers1tana 1801, Lima 32, Perú
Telefono: (51 1) 626-26 50 Braulio Muñoz
\
Fax: (51 1) 626-2913 La tarea de la memoria para la ~istoria del Perú. Una reflexión a partir
feditor@pucp.edu.pe de la historia de nuestro tiempo presente 57
www.pucp.edu.pe/publicaciones l.iliana .Regalado de Hurtado
Diseño, diagrarnación, corrección de estilo 2. BASFS ESTRUCTURALES DEL ODIO Y EL PERDÓN EN LA CONQUISTA:
Y cuidado de la edición: Fondo Ed itorial PUCP INDÍGENAS Y ESPAÑOLES EN LA ENCRUCIJADA

La gestación del odio indígena hacia el conquistador en el siglo XVI 73


Imagen ele .~ortada: David decapitando a Goliat. Anónimo (Cusca c. 1740).
Reproducc1on: Daniel Giannoni. Colección privada. Lydia Fossa
El perdón real de Carlos V: fin de la rebelión de Gonzalo Pizarro, 1544-1548 95
Primera edición: agosto de 2009
Primera reimpresión de la primera edición, noviembre de 2009 Mercedes de las Casas Grieve
Tiraje: 1000 ejemplares
3. Oom, GUERRA y RECONCILIACIÓN: LA INDEPENDENCIA y LA GUERRA
Prohibida la rep~oducción de este libro por cualquier medio, total o parcialmente, sin ·permiso CON CHILE
expreso de los editores.
El odio a Bernardo Monteagudo como impulsor del primer gobierno
autónomo del Perú / I 15
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2009-14643
ISBN: 978-9972-42-899-9 Pablo Ortemberg
Registro del Proyecto Editorial: 31501360900880 Odio y venganw: Lima desde la posguerra con Chile hasta el Tratado de 1929 147
Impreso en Tarea Asociación Gráfica Educativa Iván Millones Maríñez
Pasaje MaríaAuxili~dora 156, Lima 5, Perú
LA GESTACIÓN DEL ODIO INDÍGENA HACIA EL CONQUISTADOR
. EN EL SIGLO XVJ

Lydia Fossa
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

l. 1Nrnooucc1óN
1
La Tercera Parte de la Crónica del Perú de Pedro de Cieza de León , aunque temprana
-fue redactada entre 1548 y 1550-, no es una fuente primaria. Sus fuentes princi-
2
pales son Gonzalo Fernández de Oviedo y Nicolás de Ribera, el Viejo • Fernández·de
Ovie~o es una fuente esctljta: «Y como el coronista Gon~o Hernández de Oviedo,
que fue ofo;:ial real en el Darién, tenga tan elegante y bien escrito lo de aquellos tiem-
pos[ ...] remi[to] al letor a lo que Oviedo sobre ello es[ cribe] donde lo vera bien largo
y copioso»3. En cuanto a Ribera, la información que recibe Cieza parece ser oral,
directa: «[... ] afirmome Niculás de Ribera que bieron que [...]»4. Lo reitera cuando
indica enfáticamente: «Así como lo e escrito me lo afirmó este Niculás de Ribera,
que oyes bivo y está en esta ti~rra y tiene yndios en la i;:ibdad de los Reyes, donde es
vezino»5• Nuestro autor lo contacta cuando acude en ayuda del Pacificador, Pedro de
la Gasea, entre 1548 y 1549, más de veinte años después de los hechos. La calidad
de sus fuentes queda establecida cuando Cieza indica que Fernández de Oviedo es ya
un «coronista» y que Nicolás de Ribera, testigo presencial, para cuando él lo conoció,
era «vezino de la c;:ibdad de Los Reyes» y, además, «ques de los de aquel tienpo ~
de los treze gue desc1!_bri~,Qg~~ [... )» • Otras fuentes de Cieza qued¡¡_n sin iden-
6

tificar, a las que se refiere como «dicen», «se supo», «se sabe», etcétera.
Cieza tiene como objetivo redactar un documento histórico y termina escribiendo
una denuncia . Este c~onista es_tá configurando, para sus lectores contemporáneos y

1
CIEZA (1989 [1550]).
2
Ob. cit.: 8.
3 Ibídem.
4
Ob. cit.: 15.
5 Ob. cit. : 24 .

.. G Ob. cit.: 8.
EL ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ
LA GESTACIÓN DEL ODIO INDÍGENA HACIA EL CONQUISTADOR EN EL SIG;LO XVI

futuros, la representación escrita de Pizarra el explorador, aventurero y conquistado r.


La semiótica ha roto el lazo con las definiciones tradicionales: las definiciones filosó-
ficas y psicológicas de la pasión, si bien son precisas, no ofrecen una base c~asemá~ica
Está escribiendo la continuació n de los escritos de Oviedo, para la América del Sur.
estable; cuando son homogéneas, son <\.t,:masiado generales para caracterizar estilos
En la Tercera Parte e.n contramos descripciones de los sentimientos y las pasiones de relación entre el ser humano y el mundo o consigo mismo, es decir,. para compro-
que provocan las acciones de cada una de las partes involucradas: los españoles que meter el imaginario completo y no solamente la pasión propiamente dicha9•
llegan a tierras costeras del Pacífico sur y los indígenas que las habitan. Ellos son los
protagonistas de las escenas en las que brotan y se transforman las e~ociones de La dimensión Jeto emocional y la emoción en sí y su relación con las acciones mere-
cada lado,· a medida que se desarrollan las acciones. No put;de dejar de notarse la cen un párrafo aparte:
creciente intensidad dramática que generan los encuentros, generalmente violentos, [...] la emoción es concebida como portadora de una significación para Sartre ... e.~ la
entre españoles/europeos e indígenas. Tenernos un recuento bastante escueto de los prolongación de la fenomenología, la emoción es una respuesta, si no una s~l,uc10n,
sucesos: lo que haremos es asociar a esos programas narrativos que enumeran las a una situación vivida como problemática y hasta insoportable [.,.] la emoc10n [...]
acciones y su desarrollo, su correlato emotivo a partir de los sentimientos 'Y pasiones comprendida siempre como una respuesta adaptativa [...] se halla también en el
que desencadenan esas acciones: «Hemos pasado, en suma, de la sintaxis narrativa a fundamento mismo de nuestra representación del mundo natural [... ]1º.
la sintaxis tensiva [... ]el análisis se consagra cada vez con más frecuencia al estudio de De acuerdo a Fontanille y Zilberberg, «La emoción [... ] es, por decirlo así, la unidad
la dimensión pasional del discurso, y particularm ente a las manifestaciones pasiona- elemental de lo sensible [... ]» 11 y es el resultado de la interacción entre la realidad cir-
les no verbales, o "no verbalizadas" [... ]>/.
cundante -estados de cops-y el sujeto participante -estados de ánimo-. Estas
· Se tendrá, entonces, programas narrativos de acciones, «estados de cosas», y pro-
emodones, fo ria, pueden ser_catalogadas gruesamente COffiO euf~~!9!iJ?-J~¡:>QSitiVa?_?~
gramas narrativos de pasiones, «estados de ánimo», que.foncion anconcertad amente.
~yJ~disfóricas~-º neg~~l~!~_4_:_~~~.r:~e. Ent~e. estos dos extremos se da
De acuerdo a Fontanille y Zilberberg, «Desde entonces [la década de los noventa] la toda la gama y variaciones que es capaz de senm y perc1b1r el ser humano: ~os sen-
semiótica de las pasiones no aparece ya como un complemen to de la semiótica de la
timientos van cambiando, aumentando en intensidad:« [...] e~~-~~?s.-~-~~ 1 t.1!.5l':1.e l~
acción: más bien la engloba Y la comprende bajo SU propio punto de ViSta» 8~
emoción se transforma en 2asión desde el momento en q1:1-~~~-ª.l!}'e..~<?~!ei:!_~e~9~r_i~o
En el relato de Cieza, la violencia aparece y desaparece; a veces es velada, a ve~es es d~i ;;~~~~~-~~,-~~iij~;;~,1i.s~·~;¡~;¿~-Jg~q~~ ;~ ~~~tagia rápidame~te. a muchas
explícita. El autor se centra tan to en las acciones corno en las emociones que las acompa- ~~-~as, como se ha ~studiado para otros contextos 13 que resultan ser s1ID1lares a los
ñan. Aun así, muchas veces est as emociones y sentimientos quedan a la interpretación
hechos narrados.
y deducción del lector. Cieza no acompaña o ilustra su texto con exclamaciones, las El discurso, entonces, comunica a varios niveles:. el de las acciones -a través del
representaciones gráficas de los afectos y pasiones que suscitan determinadas acciones programa narrativo- y el de las emociones -a _través de un programa ~~témico
de los protagonistas. paralelo-. Lo patémico aparece en el discurso después de ejecutada la acc10n, des-
pués de sucedido el acontecimiento. Pero, también vernos que la pasión antecede a la
2. DEFINICION ES Y CONCEPTOS acción, a la que inclusive provoca.1!~.!J:!:_{)C:i§n funcip11g.C::Q[1!9_Un~bi~_i.<".:SIJ.1$JQ.4.ka
la acción. Las pasiones pueden se~ . inferidas. -~ p~r~ü: de. las configurac;iones te.x tua-
Ames de continuar con los hechos de los españoles en las costas del Pacífico y su ~~1\~~~~~~~"Q~~~~-;;~pÍE_i·t~~~~l.-~~t;-~ ·ti~~e, ~-or sup~~~:-~e5.pon~~~i~idade~ ~sto.
influencia en la población indígena, voy a detenerir1e en las definiciones básicas de
!o patérnico, es decir, de lo vi~?.AP..i:!hos.:._ ~?cio~~~·-~~niL.f!?.Tuito~-Y-P.-ªsiones. ...
Las definicion~clonaJ;s provienen de la semiótica; se trata de adop~iones mul- 9 Ob. cit.: 282.
""•'
10 Ob. cit.: 267-268.
tidisciplinarias de las últimas décadas, de términos de la filosofía y la literatura, de la 11 Ob. cit.:
psicología y del psicoanálisis : 267.
12
Ob. cic.: 270.
13 «Ürros casos de pánico muy extendido son interesantes porque muestran la
facilidad ocasional con
7 ·. la que las emociones fuertes son transmitidas de persona a persona• (WHITTAKER 1971: 180).
FONTANILLEy ZILBERBERG (2004: 284).

~.
8 14 LUNA (2005: 87).
Ob. cit.: 283.

~
.
'
75
74 .~ ,

.
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fa ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ LA GESTACIÓN DEL ODIO INDÍGENA HACIA EL CONQtnSTADOR EN EL SIGl,O XV1

Y muchas veces no quiere detenerse en la disforia, elaborarla, pero los hechos narra- Lo que se va a abordar es esa tensión 22 que acompaña a la acción, que a veces la ante-
dos posteriormente confirman o niegan los sentimientos generados y las acciones cede -cuando se trata de una acción ya experimentada-:- y que también la sucede
que acontecen a partir de ellos. Esos sentimientos y emociones, entonces, también · -especialmente cuando se trata de la primera vez que se realiza una acción o que
son capaces de generar acciones en respuesta a las acciones anteriores y a los senti- sucede un hecho-'.
mientos suscitados por ellas. Creo que no hay acdón sin pasión, és decir, sin deseo, Muy relacionados con estas definiciones están los conceptos de competencia y
sin volición. performance. D'e;rcuerdo a Greirnas y Courtes,.la competencia:
«Para Sartre, por~emP-lo, ~~-~~grolongación ~e la fenomenología (y dentro del
[... ) forma parte de la problemática de la acción humana y constituye al sujeto como
campo de la filosofía], la emoción es una respuesta, si no u~-;_~1uciÓn, ·~na situa-
-
-.-,- --- ~~a----- -.--.-- - - --------------·--- ···· ·-·----·--- ----- ----~4..........____
actante [... ) permite considerar a la competencia como una estructura modal ....
. <_=I_?~. :'.~1_: _:~~.~- f:_~o~~mática y hasta insoporta~~~> • Desde la pe_r~p~~va de la
15
·todo comportamiento con sentido o t_o da serie de comportamientos presupone, por
E!:~~gí_a_~_L.m~s ..b.i~.n, deJii.S~Ji:w~figa;~i9ñ:fs:· cóg~i!iv~s,_ ]~ ~mo.¿i~n §~-~<!ngitll}'.L un lado, un programa narrativo virtual y, por otro, una competencia particular que
16
~<como una respuesta_adaptativ?,» • Se le encuentra también conformando el uni- hace posible su ejecución. La competencia, así concebida, es una competencia modal
v-erso-in.ét;fóric;;de· l~ -~ep·r~;dtación de lo natural 11. que puede describirse como tina organización jerárquica de modalidades (que estará
basada, por ejemplo, en un querer hacer o un deber-hacer que rigen un poder-hacer
Desde el punto de vista lingüístico o semiolingüístico, tenemos que autores de las
o un saber-hacer) .... El análisis de los discursos narrativos nos ponen en disposición
décadas de 1930 y 1970 hablan de la «función expresiva» y de la «función emotiva».
de encontrarnos, a cada momento, en sus dimensiones pragmática y cognoscitiva
En cuanto a la «función emotiva» de R. Jakobson, «es co_ncebida corno una trans- con sujetos performantes (es decir, que realizan series de c~mportamientos pro-
misión directa de información acerca del destinador del mensaje» 18• En el cas~ de la
1
gramados), que, para actuar, necesitan poseer o adquirir, primero, la competencia
«función expresiva», K. Buhler se refiere «a los modos de expresión de la interioridad necesaria [...)23.
del sujeto de enunciación» 19. ·
La competencia, la capacidad . de deber-querer-poder-saber hacer, concentrada erÍ
Estas opiniones hablan acerca del «destinador» del mensaje y sobre los modos de
una entidad semiótica, en un sujeto de la acción, cambia de valencia si se aplica a
ápresión del sujeto de la enunciación, como las entidades que reali~n la «función
una cultura o a otra .. Es decir, lo que una cultura valor.a, premia, puede ser lo que
expresiva» y la «función emotiva»; es decir, son los sujetos que experiméntan las ~mo­
otra cultura desprecia. Inclusive' puede ser que el solo hecho de hacer -por ejemplo,
ciones y pasiones, la tensividad, el patemismo en el texto. El solo hecho de dedicarles
hacer cambios- sea mal ponderado en una cultura dada que se guía por patrones
espacio y crear y desarrollar todo un sistema de adjetivación que describe la afectivi-
estelares de desarrollo. Esta cultura sabrá premiar a quien rna~tenga el orden estable-
dad de esos sujetos vinculada a las acciones que describe, hace de Cieza un escritor
cido y rechazará a los que quieran hacer transformaciones. Po~ otro lado, una cultura
sensible, comprometido con la sensibilidad de otros, preocupado porque los matices
guerrera tendrá enemigos y valorará su destrucción,, apoyará y apreciará la violencia
Y la dimensión patémica de los primeros encuentros -choques- quede registrada
contra el foráneo. Así, habrá culturas que le tengan horror al cambio y habrá culturas
en su discurso histórico:«[ ... ] los que denuncian las ilusiones [pasiones] pueden 6tar
fuertemente implicados en ellas» 2º. que desprecien a quienes no respondan a un llamado a la guerra; cada cultura tendrá
sus propios parámetros de competencia e incompetencia, su propia definición de
«Se trata aquí [... ] de abordar lo "sensible'', no como traducible en "inteligible",
esos términos.
sino en cuanto que se lo puede captar en la tensión que lo liga a lo inteligible»21.
El concepto de competencia es eminentemente cultural. Es lo que organiza el
eje deóntico propio y establece los valores de la axiología pertinente. Por eso es que
15
en este análisis ten.ernos por lo menos dos axiologías en juego, enfrentadas. Una de
FONTANILLE y ZILBERBERG (2004: 267).
16 ellas, la española, nos es más conocida; la otra, la indígena, lo es menos. Tratare¡n'os
,- Ibídem. ,
"I? Cfr. FONTANILLE y ZILBERBERG (2004: 268). de recoger toda la información disponible en el texto de Cieza para poder confor-
18
Ibídem. ' ma_r los dos conjuntos de valores que contextualizan, los valores que conforman
19
Ibídem.
20 22
LUNA (2005: 93). Ob. cir.: 267.
21
y
FONTANILLE ZILBERBERG (2004: 269). 23
GREIMAS y COURTEs (1982: 68-69).

77
LA GESTACIÓN DEL ODIO INDÍGENA HACIA EL CONQUISTADOR EN EL S I~LO XVI
EL ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ

el perfil de un sujeto competente: nos indicará cómo será su hacer, su poder y su 3, Los PRIMEROS VIAJES DE EXPLORACIÓN: LOS ENCUENTROS
querer; detrás de qué estará puesta su capacidad, cómo ejercerá esa competencia.
. El mot.ivo del primer viaje de los españoles afincados ~n P~:má al m~ndo de
Ser competentes significa, pues, estar en la capacidad de deber hacer, querer hacer,
Francisco Pizarra es el «deseo de aven~.E<::. ~-u )?.~_r?.9!Hl.J .~az!ef!qa» , ~:que «sm aven~ .
poder hacer y saber hacer. · turar nunca ¡ h ::-i::-· 4 ------·--·1··- e quíerem> 25 Y lo que quieren es oro, plata y
os onures aicano;:an o qu ... . .. : --- ··--· -· · ---··----·· - ___... . . . _
Del lado indígena, empezaremos por prop¿ner un eje deónfico marcado por el
estatismo, por su resistencia al cambio, en el que el mantenimiento del statu quo es lo .
afspo}§s~(Ap~~ y~~.r~~~ii.~ P~~¡~I_1~}~ -~º-~~i513 _qy_e_~I1~~~~ara}<2s r_ie~go~. e_il~-
s1(;~-; a los expedicionarios. Ese proyecto generó la burla de sus vecinos de Panama,
deseado. Diremos también que lo que mueve a la cultura española en el momento de
qwe-iie'STo~ tilCl~?!_: - ~~-- ;;¡o~o_s~>~ _por~:ie ~~}.'.~~~~~!ª. q_i:~. 19_s_<'."eú110~". Yª h_ab~ian
la narración; es su dinamismo, su ~~un5_~?~.~L~~-~~~-;~--~-od~j~vida. Lo que
alcanzad;~ierta holgura en su vicia en dicha __ ciuda~. Pero, por «ser la dicha
~~mmaefestarisffio-en1acúitura indígena es el haber alcanzado un ~qyilib_tliu:ntre
ab-dá.érdt:P~~;cn~e~~enté poblada con caritas trabajos y costa de.los dichos
lo qu~-se d~~-yh;q~~~-;;tl"eñe...KñXi~d~~p~ñ-;;f,--~l·~~bi~~~¡ impuls~or
vecinos e por ser los bastimentas tan pocos e caros e tan trabajosos a lle.var e porque
··¡;··~aéfiCíiae··aeseos·ria satis'feéhos;especialffieñ'te .·¡)ec-tili"í~~¡º~- :Ef<l~et;"'<l~rb~t~~.:i­
los didios vecinos se aplyquen a descobrir mynas e por los po_cos yndios que agora
-p~r ero~o~-frid.icat¡;¿·¿~--~iícliad~~4'.i'lñ~á'tT~T~cción q~;-;;e hace e~~~~~-~ p_ri~::_
tienen los cristianos de que se ayudan "[... ]>i28, los vecinos no_estaban contentos y pro-
tic;~ente todos los miembros de-~ comunid-;:d.- En-~~i;~-~i~~~:;;~_ h;¡y:_egl;lilibri.o--
cedieron a solicitar permisos al Rey de España pa~a realizar exploraciones en las zonas
emre·Ío-que- ;~·¿~e;:y·lo que es-po51l)le'Obtene_r, d~b-~ ~tar r~gida p~~-0"~~<:!~~
aledañas mediante oficios que envió, entre otros, el gobernador Pedrarias Dávila. La
~ti~~¡;~G -desig~:tld~,-~Í-~kso,-l~ ~¡pl¿¡~~ión y la miseria. . · ·
cita anterior, extrafda de uI'IO de ellos, explica mejor las razones que hubieran podido
-··-·-x.;i~is~ü~~~ J;~{ó~-ñiüy~iffi¡)üit~ij~~::~~E-~~Ií:fig~i:ac~o?. ~~--~~--equilibrio -~- e1
tener tanto Francisco Piza~ro y Hernando de Luque como Diego de Almagro para
que rige la ec?.~~~E;-¡;_5-;;¿¡~¿;4_-~P:~ola es el di~~r~?. !~.!~qti~~-~~}~X~!:i~~­
organizar una campaña que les p~rmitiera salir en busca de mejores horizontes.
f~dige;;~~k fuerza lab¿·;~r~~ :~~ é_im_~~a-~~p~~ elindividualis_mo; -~~.!~~g~pd~, A mediados de noviembre de 1523 se embarcan unos ochenta españoles Ycuatro
·e¡ coTecrivis;;¡~~ -c~J;:-.:;~-de"~;t~ ;~~ied~d~~ 'f~~~~r~~{competencias diferentes y . caballos 29. Los expedidonarios van armados: llevan espadas y rodelas o escudos para
premliíTel~<h.áce~-;~ ()·-~r;;~o~ha~eé;;·: Eii'ta'Sótiedad española;·el más rico"seiTeTiñe)or
protegerse de las flechas y llevan, caballos, equivalentes hoy a tanques. El primer des-
:::::ermeJor s~~-fq~~-;.¡-h~ya' p"C;'dido cambiar más su estatus socioeconómico, .~l que embarco se realiza a los pocos días, en las «yslas de las Perlas, donde tomaron puerto
logre ser el más rico-; y en la sociedad indígena, lo será el que la haya protegido
y se proveyeron de agua y leña y de yerva para los cabal~os» 30 • A est~~ islas ya ~~bían
mejor, el que haya podido morigerar mejor el efecto de los cambios. No nos olvide-
llegado los españoles unos cinco años antes: «En este nempo parno del .?anen un
mos que la conducta del español está regida por la religión católica y por el sistema
capitán que se decía Gas par de Morales a descobrir la Mar del Sur y sal10 ~ ella en
monárquico absolutista y aristocrático. No se conoce bien la estructura social indí-
frente de la Ysla de las Perlas, y pasó a ella y el señor della Je vino de paz Yle dio perlas
gena, pero se sabe que tenía jefes, caciques hombres y mujeres, y que generalmente
ricas; este fue el primero que entró en ella»31 • Es posible que también hayan llevado
ocupaba el cargo la persona más capaz en las faenas agrícolas, la más sabia, la que se
esclavos negros 0 indígenas, ya que muchos de los expedicionarios eran «vecinos» de
dedicaba al sacerdocio o a la medicina o a ambas cosas.
Panamá, es decir, tenían indios a su servicio. A los esclavos generalmente no se les
Es a parür de estas valores qué cada sociedad construye su propia axiología. Unas
nombra ni se les considera como tripulantes o miembros·de las huestes, a menos que
realzarán el querer-hacer y el poder-hacer; otras el saber-hacer y el deber-hacer. lJ.P:~---
5.~1!1:!:1~.i~4..9.. ~?~!!!4!lA. ~~~ ,~<m!\~~E~~~-.t~ll~:~,~:. ~e: !?~s . h.oriz?nt;¡,l;_ .11.U?,~~l!}.t,!_;_,
_nidad desequilibrada tenderá a ser más vertical. En sociedades cl:e--poca movilidad 24 CIEZA (i 989: 9). El énfasis es nuestrlJ.
.-
·--..~~¿¡a¡::..::.~¡;-~e'd~¡.;:{fiiá!f éL:l~I;~~:h-;_-~e-r~ob;diencia a la tradición, a la a_utoridad. 25
Ibídem.
26
En sociedades d¡:: mucha movilidad o en estado de crisis o cambio, predominará el Ob. cic.: 1O.
27 Recientemente.
querer-hacer, la.' imposición de la propia voluntad y aun, de la sublevación y de la 28 TORRES (1982: 253-254).
ruptura del orden social. Entre estos dos tipos de sociedades se identifica un amplio 29 CJEZA (1989: 10) .
rango de combinaciones que dan lugar a matices y a mixturas. . 30 Ob. cit. : 11.
31 ANDAGOYA (1892 [1541] : 5).

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EL ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ ;~ LA GE.STAClÓN DEL ODIO INDÍGENA HACIA EL CONQUISTADOR EN EL SIQLO XVI

·.
realicen una acción heroica o destacada32• Deduzco la presencfa de ~clavos porque Jos navíos que salían en expediciones, entradas y exploraciones39 , numerosísimas en
para obtener leña y agua había que realizar un trabajo manual, pesado, que general- la segunda y tercera décadas del siglo XVI.
mente realizaban ellos. Alimentar a los caballos era también tarea manual, impropia No nos olvidemos que Pizarra formó parte del co11.t in_gente que_~compañ<S a
de vecinos, de señores. Va~co ÑÓÍíez d-eB'Jb~a ~~el descubrimie~to del Mar del Sur en 1513, de manera
A los pocos días de iniciado el viaje, aparece ya el primer 1hotivo de la deses- q~e-esi:os l~ga~e~, ;Jr~ded~r deC;ío Chagre~ en d istmo, así corno las poblacio-
peración española: el hambre. Pero esta es un hambre calculada, en el sentido que iies indígenas, fa-le erári' coñoddos.- Tamb-ién ;compañó al Licenciado Gaspar de
ellos transportaban únicamente: «lo que convenía meter en. el navio» 33 , hasta que ESpTñosa en· u;~ e~p~cli~iÓn ~ la p~ovincia de París, entre 1516 y 1517, según consta
encontraran al «cacique Beruquete o Peruquete» 34, de quien obtendrían vituallas. de un documento de 15224º. Además, Balboa ya tenía previsto hacer más viajes
Más adelante, un grupo se ve obligado a regresar, por hambre, a Las Perlas, y el cro- de exploración por las costa.S del Mar del Sur, cuando lo ejecutaron en Panamá en
nista es inás específico acerca del avituallamiento: 151741 • Curiosamente, cuando Pizarra declara bajo juramento en una información
de 1519 sobre un viaje que hizo por órdenes del gobernador Pedrarias Dávila a París
[... ] y como alli llegaron, comieron y holgaron teniendo cuydado de bolbe:r breve-
mente a remediar los que quedavan con el capitan Frarn¡:isco Pi<¡:arro y luego metieron y Nata y oti-os lugares en la zona de Panamá, dijo «que no abian visto ny a su notir;:ia
en el navio mucho mayz y carne y platanos y otras frutas y rarzes. y con todo ello hera venydo que se matase ny hiriese ningund yndio ny yndia ny se les hiciese otro .
dieron la buelta a donde avían dexado a los cristianos 35. mal ny daño alguno [... ]» 42 • Este documento oficial contrasta dramáticamente wn
los hechos que refiere Cieza.
Estas eran tierras ricas y productivas: «Todas estas tierras son finas y llanas y muy her-
Pe Las Perlas, llegan ai, que llaman el puerto de Las Piñas43 y se internan en la
mosa tierra de muchos mantenimientos de maíz y ajíes y melones diferentes de los de
.selva en busca de Peruquete:
acá, y ubas, yuca y mucha pesquería en los ríos y en el mar, y caza de venados [... ]» 36•
Sabemos que, para que haya maíz, tiene que haber alguien que lo cultive: «[Nata] era [...] anduvieron por unrio arriba tres dias co.n mucho travajo porque =inavan por
una provincia muy bien poblada y de muy buena gente; grandes labradores» 37• Es así montañas espantosas, ·que era la tierra por donde el ria corria tan espe<¡:aS [sic], que -
c~n travajo podían andar. Y llegando al pie de una gran sierra la subieron, yendo ya ~.
que en Las Perlas había indígenas dispuestos u obligados 38 a entregarles víver~s a los
muy descaer;:idos del travajo pasado y de lo poco que tenían de comer y por dcii:mir
españoles. Todoslos indígenas de la región estaban ya reducidos en repartimientos en el suelo mojado entre los montes [... ] y tan fatigados llegaron que de puro can-
y dependían de sus señores españoles, quienes hacían el gran negocio de apertrechar sancio y quebrantamiento muria un cristiano llamado Morales44 •·

39 «Yten el Rey católico hizÓ merced a los vecin~s y pobladores de Castilla del Oro .que los caciques e
32
Véase el caso de un ataque a Diego de Almagro: «aviendo primero un yndio de aquellos arrojado yndios que pacificaren se repartan y encomyenden entre los que se hallaren presentes. E por los grandes
una vara contra Almagro y a puntó tan bien que le a~ertó en el ojo y se lo quebró.·Y aun afirman que t~abajos y necesidades de la gente de la dicha cibdacf de Panarna y porque ellos han pacificado y reduzido
otros de los mismos yndios venían contra él y que si no fuera por un esclavo negro; le mataran» (CIEZA al servicio de Vuestra Al reza muchos caciques e yndios guerreros en el Repartimiento que dellos liso el
1989: 26). Obsérvese que Cieza tiene que especificar que se trata de un esclavo «negro• para que se dicho governador les señalo y dio en repartimiento los dichos caciques [...) Yten que porque ay otros
entienda de qué está hablando. caciques e yndios quesean pacificado e atraydo al servicio de Vuesrra Majestad, los cuales están eri parce
33
CIEZA (1989: 10). para poder servir en la cibdacl de Darien y Villa de Acra e otros... los puedan tomar en encomiendas e
34
C~riosamenée, en Pascual de Andagoya (1514-1541) encontrarnos ti siguiente afirmación: ;,En esta repartimiento los vecinos de dicha cibdad de Panarna con tanto que desque se despoblare los tales pue-
tierra está una Provincia que se llama la Peruqueta, de una m~ra otra» (ANDAGOYA 1892: 5). De aquí blos se les den los dichos caciques e yndios en repartimiento e los dexen los dichos vecinos de Panarna
el nombre del Perú.-&gurarnente se trata de una castellanización de un topónin'lo-de la lengua kuná de o vayan a resi.dir en ellos• (TORRES i982: 252-253).
Panamá (CIEZA 1989: 11). · 40 LOHMANN (198{): 3-5).
35
Ob. cit.: 17. 41
Lo mandó ejecutar su suegro, Pedro Arias Dávila, ent~n~s gobernador de_P~~.~! _ac_usári4_o~6-~e
36
ANDAGOYA (1892 (1541]: 9). conspirar contra el Rey. Pedrarias fü~if;;]~;-C¡;ó5céi:i0"~~-~nt~ socio d~· ra: ·e~p-i-~a de Pizarra y Almagro.
37
4z'Tru--
2
- -· ~-·--·--··· -------·--- --·----- -- -- ·--· ·-- ·-·- ···--··---·- - - - - --- ---·--- -
Ob. cir.: 8. LOHMANN (1986: 3).
38 43 Es sintomático que vayan poniéndole nombres de los productos que encuentran o caracterizan a esos
En la solicitud de mercedes de los vecinos de Panamá al Rey por intermediación de Pedrarias Dávila,
se solicita aurorización para vender esclavos indígenas:.«[...] envie que los dichos esclavos indios[...] de lugares, que son especialmente valiosos, como perlas o alimentos. Veremos después que también llegan
veintiun años arril?a los vendan a los otros vecinos de los pueblos e yslas. Suplican a Vuestra Alteza que . al Puerto del Hambre.
lo mande conceder» (TORRES 1982: 254). . 44 CIEZA (1989: 11).

Rl
fa ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ LA GESTACIÓN DEL ODIO INDÍGENA HACIA EL CONQUISTA DOR EN EL SIGLO XVI

Pero, no encuentran a nadie porque: «buscavan por entre aquellos manglares que comer deseando dar en algun poblado
[...]»54. Tuvieron que comer unos «palmitos amargosos [...] y una fruta como bellota
[... ] los yndios que moravan entre aquellas mont~fias entendieron la venida de los
que tenia el olor casi corno el ajo». También-comieron pescado, pero «pararonse tan
españoles y por la nueva que ya tenian de otros dellos•de que heran muy crueles no
quisieron aguardarles antes desanparando sµs casa5 [... ] se metieron entre la espesura m:tlos que murieron mas de veyme españoles, sin los quales se hincharon otros y todos
de la montaña donde estavan seguros45• quedaban tan flacos que hera muy gran lastima verlosn 55 .
1 ••
...____ .
~
El do~umento de 1522 habla de una «cavalgada» que hiciera Espinosa en la región
de Paris, de la que Pizarro fue testigo. De acuerdo a Covarrubias, «cavalgada» 4. fü ANÁLISIS DESDE lA PERSPECTNA DE LOS «CRISTIANOS»
es
1 «La tropa de gente de a caballo que sale a coner el campo»46 • Y bajo «cqrrerías»,
' Covarrubias dice: «Las salidas que la gente guerrera hace en la tierra del enemigo
Hasta ahora los «cristianos» no han encontrado ningún ind!g~r,i;a _y, literalmente,
se
~~-~urieñClo--de· har~hl'ey;--;-¡~~t~~ ·~~¿~--~~; ~is· 4~~p~r;iJ.a.s. Es interesante
cuando s~ la cor~e, robando y talando» 47. Esa es una de las experiencias pr~vias que
1 observar que estos hechos esciñfmer'iela~i~~-~d~~;· p~;;s son los .indís_~-~:~J~~..9:1:1~-
ten.í~n los indígenas del comportamiento español, lo que provoca su huida.
1 producen los alimentos qi::._s~~~~~~I1-~~-~a.1!1b~~ ~= l°.s_esp.~~_<:>l_es. · _
Y, si no hay gente, tampoco hay bocín: «no hallaron otra cosa que algun mayz y de
-futando o-;;p~dos ~~-Ía búsqueda de alimentos, encúeni:ran una playa qtie los que
las rayzes que ellos comem>48 , es decir, yuca49 . Esto los descorazonó aún más: «estavan
estaban más «aliviados» deciden explorar, premunidos de sus espadas y escudos: «[...
muy tristes y.espantados de ver tan mala tierra. Pam;:iales que! ynfierno no podia ser ]
donde fue Dios servido que hallaron gran cantidad de cocos y vieron <;iertos yndios
peor [... ]» 5º. Regresan al navío muy maltrechos, y continúan su periplo hacia el oeste, y
por tomar algunos se dier¿n prie<;a [a] andar los españoles. Mas como los yndios los
bordeando la costa de lo que hoy es Panamá y el noroeste de Colombia. Aquí es donde
sintieron, pusieronse en huyda.>>~ 6 • A pesar del hambre, y quizá por él, los españoles
1 llegan al Puerto del Hambre, llamado así porque solo se pueden abastecer de agua y de
no se detienen en los cocos, sino que van a capturar a dos de esos indios huídos. Los
leña. Con estas provisiones navegan diez días más en muy malas condiciones anímicas:
c;:spañoles .~a.~-~.~Jl.~L~::E:~~~~ia ~~~r~<::_ 9,.'.:1; _~~?-~~-~~Y.. ~.!l:~_íg~na~. h~Y .~lim.e.~ ~()~J
«Yvan todos muy tristes y algunos se maldezian por aver salido de Panama donde ya no
1 les faltava de comer[... ] estavan muy flacos y amarillos[... ] no e;perav~n sino la muerte
o
-¿~~; ·y··¡;¿· temen atacarlos, porque estándesarrnados ?._~.:1!_1:1!_~5-~-~.-c?.!1,
~t~~~ye!.:
úñ~-:llñeñ.a.iá. ·r0·r síl p~~;~: i~s~.i~-dígé"ñassabeil. qúé los ~pañol~~Y~~:i ~~~~i:_~ci~11: y
! [...]»51 . Se observa aquí el afloramiento de lasubjetividad de los protagonistas en
el ~~~~~J~-temen por su vioTeñCiay-s~~l1..S~~::S~~~~- ~{:!~~ -~e.tie11en_:.
discurso. De manera explícita y detallada se describen sus sentimientos, sus actitudes .
y ---Éste es el pri;~;;;;:cüeñi:ró-eñ'tr~-~~pañoles e indígenas en tierras del P~cífico sud-_
las expresiones físicas de esos sentimientos y situaciones. En estas.condiciones se decide
americano, yestá Slgñ"'ado-por la·~;¿¡~¡;~~i}~a~b¿ey-~~~~~~.~eñ~ia}iu11os y el temor
1 dividir la expedición y enviar a algunos hombres a buscar «mantenimientos» a las islas
&los otróS.T.áClá cüti:ürá"YiivüfücracG-;~~ci;~~~T~· pasión del otro y actúa segúri esa
de Las Perlas. El grupo que se queda lo hace sin comida, lo mismo que los navegante
s, , percep.d6ñ: los_és.p~fi"~lesles-atri~~ye~ ~:i~:-~~~~g~~~s)_~_i~~~dfa.y ~ª·P~~Üani~idad57
quienes viajan dispuestos a comerse un cuero de vaca que ponen a remojar para ello 52 ,.
. -m:iéhtfaitqüé loflñdígénas-les afrlbliyen la cru~ld~4.Y.!?U~~E()~i.nio, cruel~a.~ que se
Los que sé quedan, al mando del capitán Pizarro, sentÍan «gran lastima[...] verse da
po;t;:-;;;~~íóñ. dest~·;;~ti;;;_-q~~ ·-;~··r~~;~;~~~~~-~°.!~:~~-·~~- ~~~g~11,~e__~~m1~1_1()>~ 58 .
los unos a los otros». Observaban. que «la tierra que tenian delante era ynfernal [... ] no
1 lillnque"fa-i;{iol"Ogía"'ªelas .pas~Tí_~~=~~.51:1\~uyu, ~()~3:-ªS!~sJ?n, to, da_Vi()~a_ció.~..?:J.'.1
vian sino breñales de espe<;ura y manglares y agua del <;ielo [...]» 53. Dice el cronista que
;(;'fúñºra-;,fJ~l"~i:~ti~~-~;;· ~ión social, cae e~ _1_()_!1~.P~n-~üti.do .. . ,..
b~=·;••-...,.-;_,,.,....,,., ..._ ~·;~·.., • -.· - ~ ·- - ---- .. - - ---·i•·.-- .,--.-.... ........ -. - ,_,.
45 CIEZA (1989: ll-12) . .
46
1 COVARRUBIAS (1995 (1611] : 218).
47
Ob. ci~.: 359. 54 Ob. cit.: 14.
48
CIEZA (1989: p). 55 Ob. cit.: 15.
49
Palabra de orig~n taíno, de Panamá (RAE).
1 ° CIEZA (1989:~12).
5
56 Ibídem.

57 ,<J4 strong emotion like anger or fear will control ottr priorítíes in attentíon
and in memo~> (BENNETI-
í 51
Ob. cit.: 12-13. GOLEMAN 2002: 111). "1here are ji ve major energies and their emotional tendenctes: anger,
pnde,
52 . passion,jealousy, and apathy>> (BENNETI-GOLEMAN 2002: 311)._
Ob. cit.: 13.
53 Ob. cit.: 12. 58 LUNA (2005: 100).
1
j

~
·¡ 82 83
.
'

U GESTACIÓN DEL ODIO INDfGENA HACIA EL CONQUISTADOR EN EL SIGLo XVI


EL ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ

Obsérvese especialmente las variaciones en la intensidad y las fluctuaciones de las


Los dos indios capturados «trayan arcos y flechas con yerva [... ] mala,,5 9• Es decir,
emociones, que van de la mano con la satisfacción o no de los deseos de los sujetos
también estaban preparados para defenderse en una lucha a media distancia. Lo que
de las acciones; sus resulcados los afectan decisivamente y los hacen actua( de una
sucedió después requiere de alguna reconstrucción porque el cronista es muy escueto,
u btra manera. !J.-pri_!lcipio, <l,,e, !a_<~ª':ent~r~»,_ ~~~-~ ~i_e?. c~mi_4?~ X. Mei:i9s d(! espe-
pero nos indica que la hierba con que se envene~aba las flechas ~ra tan poderosa «que
ranza codiciosa. A medida que avanza el relato, la euforia se convierte en disforia, ya
_hiriendo a un yndio de los mismos [capturados] con una flechá murio dentro de
tres o quatro horas» 6º. Es decir, los españoles le produjeron una herida con la flecha
qué' aurñen~~ desventuras, réladori'adas eón el error de dl.Culó que impide que
e~;;~~~ -~P~r~quet~6 2 Y, p~~ -consiguiente, qu~ obtenga~ c~mid~ y- ~,de_sp_oJC?;~,· -
envenenada a uno de los_indígenas a propósito, para que el otro viera su agonía o
bt~o- fa~r~r q~e- auñienta la &speiii.Cióii" dtlós-~p~fi~¡~;-~--;~-~~-¿~m~ar tierra
para que quedara por escrito que los indígenas también eran peligrosos. Esto haría
llana donde puedan utilizar a sus caballos y, sobre todo, donde podría haber pueblos
las hazañas españolas más dignas de elogio y de mercedes. ¿Qué ganaron con este
de indios. Su propia supervivencia depende ahora de encontrar indios y, por lo tahto,
despliegue de crueldad? Que el otro indígena, el sobreviviente, les diera comida o les
comida y oro. La co~~cia por el oro va cedien~o a la codi_c~~-g~r_!a -~ld.~· S~-~­
indicara dónde estaba puesto que «En este alcance hallaron los españoles cantidad de
timientos son d~_ámarg~~fdesilusl6n {r·;¡;¡;·;__¡·~t;·¡;~~f~r .alimenÜrs~,:por no ?a~.~:
una hanega de mayz [...]» 61 • Es irónico que las armas indígenas sean utilizadas contra eñéü·ñt;;J~r~ · que~p~r;b¡n ~ -- , ... • - · ___ ,, _____,, ------ -- -
ellos mismos y no tengan efecto sobre el «enemigo».
c~~~- ~¡;~~~~e~~s; l;~ imágenes de las pasiones o emociones intensas no entran
En cuanto a los sentimientos que describe el cronista, veamos cómo -han evolu-
en conflicto con la di: los hechos y, más bien, son complementarias. Muchas veces
cionado:
la aparición_de una pasióri contribuye a d_educir la dimensión de un hecho que se
Desarrollo acción-emodón / persp~ctiva espaftola quiere ocultar o escamotear. Esto también sucede cuando se infieren las pasiones que
generan el realizar acciones específicas.
.· :·~ .
Secuencia a: Acto principal: Emoción principal: codicia Para los españoles, los indígenas son competentes en la agricultura e incompeten-
tes en la gue~ra:
_competencia, euforia organización viaje Modalidad: querer, saber -
Riesgo Ambición
Conquista Poder - Descripción Acciones (por qué) Pasión (ante)
Secuencia b: Acto principal: hambre Emoción prindpal: desesperación fuea de incompetencia
incompetencia, disforia Modalidad: no poder, no saber Miedosos, cobardes Huyen Violencia
Disminución de vituallas Angustia Pusilánimes No se defienden Orgullo
Esfuerzo frustrado Abatimiento Obedecen Poderío
Siervos por n_aturaleza
Cansancio Abandono
fuea de competen~ia
Agotamiento Desco;azonamiento
Pr_oducrores Siembran Abuso
Secuencia c: Acto principal: Emoción principal: poderío
competencia, euforia dominación Modalidad: poder saber Sociedad organizada Viven en pueblos Lugar del saqueo
Avistamiento Espúanza - Mineros, orfebres Producen objetos de oro Codicia, robo .
Captura _'Poder, control
Tortura Amedrentamiento-:-Violencia
Saciar el hambre Satisfacción, bienestar
Saciar otras necesidades - Placer

59
CIEZA (1989: 16).
60 - 62 Generalmente le ponen el nombre del cacique a la «provincia» en la que este gobernaba. Cfr.
Ibídem.
61 TORRES (1982: 245-300).
Ibídem.

o!.
85
Et ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ U GESTACIÓN DEL ODIO INDfGENA HACIA EL CONQUISTADOR EN EL SIGLO XVI

5. fa ANÁLISIS DESDE LA PERSPECITVA INDÍGENA Desarrollo acción-emoción I perspectiva indígena

Secuencia a: Acto principal:. Emoción principal: temor > odio


El sentimiento que surgiría en el sobreviviente, despu6 de haber presenciado la ao-o- ~ incompetencia, disforia victimización
-· Modalidad: no poder
, d
n1a e su compañero sería; primero, el de dese~peración por verlo morir sin poderlo Acercamiento Curiosidad
a~dar y, luego, doblegado, el de repudio al grupo por su crueldad. Luego vendría el Paraiizacióri Temor
odw al tener que entregar a los españoles los alimentos producto de su trabajo, de su - Huida Pánico
propia comunidad, a la que exp_one al hambre y la muerte. Persecución y captura Terror
Es en estas circunstancias en que se pregunta el indígena: «[... Jpor que no ros;avan Tortura Horror
}'. ~~I1b~ayan _y; c~p1}a~. dell() ~in quer~r buscar lo que ellos tenian para roma;~~Ío por . .- ·Muerte Aborrecimiento
.€u~rt~~ • Es decir, la opinión qu~- tienen l~s "íildígen~s '<l~~l~~ e~pañ~l~; no·~~-h-;Jag~~
63 Odio
Latrocinios (robo de
alimentos, c;iptura de
dora..Algu~os, que se habían reunido después de los hechos descritos para organizar niños y jóvenes, violación
la res1scenc1a..)1~?laban _ ~n1:~ dellos, _q~e heran bagamundos pues por no rravajar de mujeres y jóvenes)
andavan de tierra en tierra y más queseo dezian [.:.],,64.' .. · - .· ··. · ____ ,,__ _ ..

-~~pa~ti;(fe est;s-~¡~;i~-;;-~ ~~~~gkk~·p;; Ci~;a, para los indígenas, los españoles El primer desarroll~ corresponde al primer encuentro físico entre los miembros de
··· son mcompetentes para la vida sedentaria y agrícola, y competentes en la destruc- los dos grupos y está signado por una curiosidad que ha superado al temor: los indígena s..----

\
,_
.;.;~
. ción, la guerra o la violencia: · · están en un lugar cercano a los españoles. Habían bajado por un río en canoas y estaban ~ .. _--·
en la playa que se forma en la desembocadura. Ellos sí estaban en buena forrna • Uno ~ ·.
68 <
Descripciones de ellos huye nadando mar adentro , mientras que los españoles desfallecían: no creo O ()
Acciones (por qué) 69
: ; Pasiones (ante)
O ril
\

que no los hayan visto u oído; más bien, creo que subestimaron la energía que la codicia ~
' ~ 1..:.
Área de incompetencia
~ r!~ ·=~-· :. . ) ) <
' .•
Flojos, holgazanes No trabajan Desprecio y el hambre daban a los españoles. Es decir, también erraron el cálculo. El segundo sen- o:l
cimiento es el temor que va hasta el error e impele a la acción: la huida como respuesta al Z ~ ~
' -~ ....¡:
J Inquietos, sin hogar fijo Andaban de tierra en tierra, Desconcierto J
avance armado español. Estos cambios en la intensidad de la emoción sori competencia ~ ~ . o
vagamundos
Área de competencia
del «sujeto pasionado>>7º. De acuerdo a estos autores, !<Es prerrogativa suya dejar [que Q O ¡...¡
las emociones] sigan o no su curso; en caso de no dejarlas seguir adelante, a él le corres- U) Ü ~
negativa, sancionada
·,·'· ··
.... J
ponde trabarlas, detenerlas en una determinada fase [...]» • Es importante observar~~ OJ.
.¡ Ladrones, robadores Tomar las cosas por fuerza Rechazo 71
. :!-; .

que los programas _narrativos pasionales son complementarios: cuando se da el ataque ~ .....¡
~- : ·'
Violemos, asesinos Uso de la fuerta Odio
y lu<go ~ huida indige":'° ~ Z _
·.,.·
. ~ieza nos explica cómo sabe lo que sentían y vivían los indígenas ante la presen- -fud•- "'.""º! mo•ido !"" la axli''." ªP'""' d '.°".º'
viven los md1genas: «[...] b1ven ::>.
m
Los espanoles se dan cuenta de como y de que
cia mvasora española: «Estas cosas que los yndios dizen y otras sabese dellos mismos
· · - :;. -· · . quando eran tomados por los españoles [... ]» 65 y«[.:. ] como despues lo confo;:áron entre aquellos breñales a barrios con sus mugeres y hijos y en laderas cor,t~-~ -~~!1:~.
y sienbran sus mayzes y otras comidas [...] ». Eso les facilit~;;~¡;-¡~~~i6n y la de
72
algunos que dellos ovi~ron de venir a ser presos por los españoles [...]»66. Añade
que nos da esta información que desmerece a los ~spaéioles «porque quiero en todo
dar razon al let,or» • Observemos ahora el desárrollo de los sentimientos de.los
67 611
Pero, también es cieno que: «):,as emociones sirven.con frecuencia corno auxilia.fes para ayu_c!_arpos_L
enfrentarnos a sic\lacipn.e~ ~~_1.gg~ncia. Lo hacen así de tres maneras: ayudándonos .ª ucH\Z<l! :1 máximo d_e
.
indígenas:
. riüestra.5'fuerz.as dUiante periodos cortos; ayÜdmdo asostener 1á füiVlgad diji,¡nre unperigdo más l~i_go d~
l_o_gue ¿rdinaiíameme_es posibi"e; y-~i~~inuyi_nd~ li.~:~~ibiÜ<!~{~-4_0.!9!" (WHITTAKER 1971 :·202).
«[...] fue mas de seys leguas y sin parar lo bieron yr nadando hasta que la noche vino y lo perdieron
63 69
CIEZA (1989: l5-16).
64
Ob. cit.: 20. de vista[...].. (CIEZA 1989: 15). Cada legua equivale a 5.572,7 metros (DRAE 1992: 877).
65
Ob. cit.: 16. 7° FONTANILLE y ZILBERBERG (2001: 276).
66 71 Ibídem.
Ob. cit.: 20.
67 72
Ob. cit.: 16. CIEZA (1989: 18).

86 87
XVI
LA GESTACIÓN DEL ODIO I NDfGENA HACIA EL CONQUISTADOR EN EL SIGLO
EL ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ

buen
de vida ni alvoroten de los cristianos [...] porque corra la nueba la tierra adentro [del
sus alimentos. Los caminos que avistan desde el mar costero son signos
por tratamiento] y con ella nos reciban [... ]76.
humana: .«Como Fran~isco Pi~arro y sus conpañeros viesen como avia caminos
entre aquellas montañas determinaron de siguir por uno dellos para ver si davan
algun poblado para tomar algunos yndios de quien pudiesen tomar lengua.
Bien armados, siguen el camino y llegan al pob!ádo pero: .«no vieron yndio
en
[...)73».
ninguno
-
Los españoles no encuentran a los indígenas que buscaban, pero todo lo demás
sí: «[...] hallaron__!!Ú!.~~<:> f!lªyz
. .. .___ ____
y carne
y rayzes... ...... de puerco [¿tapir?] e toparon mas
..... .. .......... ................,.. ... ...... ... . . . . . ..
sey~ientos pesos de oro fino en joyas [... ]>>77. Primero la comida y
~

luego el pro. Nótese


. . de

como ·etclefalleque nOhifreá:"Ciéii -encuanto a la ~;Jidad déorü; d iñorli:o aproximado de


porque todos avían huydo [.. .]» • Huyen porque «Todos entendían y sabían
74

su valor y el t(po de objetos de ese metal. La palabra «joyas» puede emen.4,~~se


"..?mo
andava el navío por la cosi:a y como los españoles andavan sal~ando en los puertos y
collares, brazaletes, pendientes, tal como seliiiie ilcoñt;~ ¿~ . ~Il'-~~t:i' ~rros arqueoló -
los que estavan ~erca de la mar ponianse en cobro sin los osar aguardan/5. La secuen-
giéós:Taffibién-púeele haberse tratado de objetos ritt~:i1es_ s?~?)?~~t<:>{~es,·
coxales, _
cia que analizaremos ahora es en realidad, un no-encuentr~, una huida:
tiáia5,'o~ej~;~; ~~;¡g~~ras. El robar, auriq~~C:ieza'~se el eufemismo «topar»,
la para-
Secuencia a: Acto principal: huida Emoción principal: pánico fernaffasagranil'coiistituye Una doble infracción: a la comunid ad y a la deidad.
Modalidad: no poder, no saber al
incompetencia, disforia El cronista intercala varias observaciones interesantes: «y en las ollas que hallaron
Cruel.dad conocida Miedo por experiencias de muerte, ' pies
(anterior) de destrucción
fuego de los yndios, entre la carne que saca-van dellas:para comer, se vieron algunos78
parre eran carives [ ...]» • Si
Secuencia b: Ataque inminente Terror y manos de honbres por donde se creyo que los de aquella
ente,
incompetencia, disforia tenían «ollas al fuego» significa que hacía poco que habían huido y que, posiblem
a los españole s y ellos la
Presencia española Pánico' estuvi_erán cerca, inclusive mirándolos: El hambre
1 detiene
antropó-
Secuencia c: Huida Instinto de supervivencia sacian con la comida que se estaba preparando. El hecho de referir que eran
fagos, aunque primero dijeran que se trataba de c¡;rie de-;<puerco>;, eS Ii"fodícacii
incompetencia, disforia :ín a ·
todos l~s­
fa5''áutofi~Gdes -español~, ·y a la posteridad en general, en la que justifica n
El efe:~~1~_:,c!~5.~--l~--~~~!:!.P~Ló~r¡__e~añgJ¡i__~~..1ª.JP.t~u:µp_s;ic.J_J?:__d~U:i..Yi~a cotidian
a s.
-a:fáqüés que"h~ pe;p·~t~ádo los invasores contra!~~ indígenas antropófagos, co~ocid9
x_:!.,~:C:P.~:~:.~ i-~1:.~~--i~.?.~~p"i~~'._'.~~::,,:~~.S~~-~~>. L_~_p_:_~_e_i:_:~~-~P.~~ola expulsa a los .. 'también éoiiio caníbales79 o caripes. La antropofagh los ;it~aba fü los márgene
s de _la .
ha~c_:~~~_g_:_~.~~ zo~~ <~:1:1!t!v~~~~~-~ -~!1.~-~~!:~.«?J~: ~~!~i_y~r», salvaje, péro más segur~ liumaiiidad"f éliffiinaJos drg~~ ~~;;J~yé~i~~~ -P~~ ~i{'d~trucció~.' 'A;;i;is~~, d~ta­
:,~_::~~~--~~:~~~-~~--~!~º-~?.n. -~i~en~os_. ~ilv_:=::~s,; u_~!_e.f~gi-9~i(¿~~fti~"Q~7ia i~~p-,
como ·ll:m ~l ~Íp~ -de-;~~;; ·q~~- encontraron «tan bien teiiia.Ü a~cos yflechas··~on yerva de la
c1on española marca una intensidad puntual en el desarrollo .de las acciones, así
que hazen con ponyoña»8º. Esta es otra jlistífi(;~i6-~- d~l~ invasión.: que1os-residente
s
entre
su correlato, la huida a raíz de!_.fl_~r¡J~o sentido. Así, la iqges:i.Qn_genera pánico con el
Úrñoién e~cabari · armados • Luego de haber comido, y seguramente cargado
81
-deb~·; · ~ ~-~o~o=
la población indígena que, a su vez, suscita una huida. El pánico s~ dar la buelta a la mar para enbarcar se pues ·
· alimento que pudieron, «determinaron de
Cimie-~t~~-;~~~;¡o;·¿~ ¡~ ;¡¿¡~-;¡~i-; ~~-~- q~-~-l~~· q-;:¡~--¡;~~pen tratan a quieries invaden
. .
82
l;!_<::°.E~1: 1~ .
para los no avian podido tomar honbre ninguno de los naturales de aquella tierra» •

Para !_os indígenas, esta irrupción genera una ruptura de su cotidianeidad; Aunque
lo que autorizaba la captura de indígenas para que sirvieran de guías e.intérpretes.
españoles, la irrupción satisface el deseo de encontrar al otro para que le dé «Ürd~~a ~~;dei d~S'cub~Í miento
,~g~ ~~días p~~~ ~~~stro ~bjetivo,
~~.Ü d~'i-573 l;s ...»
quiere: comida, riquezas, servidumbre. Llegan aoc_upar la espadaÍidad del otro,
indígena, cuaf14º
" ' " -'"-·"·'· · ·' ·" . . . -
sus necesidades i~mediat
......
as,
pero ese~~-""'es;~
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quieren es te~er quienes · l~--;;risfa-

76 MORALES PADRÓN (1979: 90) .


~&s­
gáñ'-sus·~·e~;;,Sl<ladés- ~ie~p;~-ii Rey· da:5páñ~ y; ~enía ilüt1aa. ae--esta5 a.e:CT~ia
77
CIEZA (1989: 19).
78
Ibídem.
<le. .
~ed;e~t~mlento ·¡;~~q~e en 1513, en la Instrucción a Pedraria s Dávila ordena: 79 «[...] yslas de los Caníbales [...] que esran dados por esclavos por razon que comen carne humana,.G.. J»
PADRÓN 1979: 90).
«[...] en ninguna manera se faga dapno [sic] a los yndios por que no se escandal
izen en ulnmucciones dadas a Pedrarias Dávila (22 de agosto de 1513)» (MORALES
8
° CIEZA (1989: 19). y no aviendo
81
«[...] que por ninguna cosa [¿causa?] se les faga guerra no seyendo ellos los agresores
o probado a fazer mal de dapno a nuestra gente [...]» en «Inmucciones dadas a Pedrarias Dávila
73
CIEZA (1989: 19). fecho
u Ibídem. .. (Ú de agosto de 1513)» (MORALES PADRÓN 1979: 92).
82
75
Ob. cit.: 18. CIEZA (1989: 19).

89
88
fa ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ LA GESTACIÓN DEL ODIO. INDÍGENA HACIA EL CO NQUISTADOR EN EL SIGLO XVI

83
dadas por Felipe II recopilan y actualizan normativas anteriores que estaban vigentes Desarrollo acción-emoción / perspectiva indígena ante su propio comportamiento
desde ·fines del siglo XV. Entre ellas están las relativas alas «lenguas»: «Procuren llebar
Secuencia: Acto/ situación principa_J_: funoción principal: valentía
algunos indios para lenguas a las partes donde fueren [... ]»84 y incompetencia autocuestionam.iento Modalidad: no poder, no saber
Los que hizieren descubrimientos por mar o por tierra no pued<l'}. traer ni traygan indio Pusilanimidad Vergüenza
alguno de las tierras que descubrieren aunque digan que se los venden por esclavos o Competencia Modalidad: querer, poder
ellos se quieren venir con ellos ni de otra manera alguna so pena de muerte escepto Organización Solidaridad
hasta tres o quatro personas para lenguas tratandolos bien y.pagandoles su trabajoª5. Resistencia Valentía
Ataque Agresividad, violencia
La invasión se va volviendo más complej;: además de saciar el hambre, desean
«toman>, capturar indígenas para enseñarles algo de castellano, darles a entender lo El mismo Cieza se pregunta por el miedo -¿irracional?- que le tenían los indígenas
que quieren para que lo pidan a sus jefes y para que les sirvan de guías. Este patrón a los españoles. Escribe:
se repite a lo largo de la costa y va creando un ambiente de gran tensión: «todos [los
[... ] les temi.an estrañamente y este temor caver en tantos y que estavan en su tierra
indígenas] estavan avisados de como andavan en la tierra y tenían puesto sus mugeres a
y la sábÍ~ y °Conocian, no se a que se -puede echár sino Diostodopcider~so e¡~_<:
y alh~jas en cobro» • ~~ e.~;ie~de, entonce_s, que además de «leng~as», ~~~C:~b~~~o
86
e?
·á reiiñLª~~~:!~l?.s espaA_oles-salgan con tan g;~nd~·r¿~¿~~;~ ~~s~ _ríe~¡;~~ y
y mu1eres: «[ ...] soy ynformado que una de las cosas que mas les ha alterado en la coyümuras que a no ¡¡:egar el entendimieñi:O-:dos yñdios a_s_oplcis_9.con puños de
.t~l~_ ~sp:añol~ y·q~e ~ásJ~. h.~"~-n~mi~-t~dó con lós'chi:istianos ha-séydo -t~marre;!as ºfieffaoastavan alos¡desbáratar90.. . -"
mugeres e fijas contra su voluntad_}:' husa; ·déllascomóde sús iñugeres r:.~]>li:-­
Por otra parte, los españoles no tienen vergüenza:
-- --Aüiíque'yasé ha- p~ffirado l;iig~;¡·¿¿~;p-;fu;Ji~~;;~~-~º:r¿º violénro,--hambriento,
codicioso y lujurioso, se evita el enfrentamiento porque también conocen la crueldad [... ] hay algunos desvergonzados que con mucha libertad piden lo que se les antoja a /
con que tratan a lo.s que capturan. Ante el maltrato, surge el rechazo; luego la impo- los hombres honrados y vergonzosos, los cuales muchas veces ~o osan negar lo que
tencia, es decir, la incompetencia y luego, el odio. Pero no es un odio parali~nte, es estos tales les piden, y es lo mismo que ir a saltear a un camino, porque aunque lo
pidan prestado no tienen ánimo de volverlo [... ] "Quien vergüenza no tiene, toda la
un odio que los impele a superar el miedo y a enfrentarse a los invasores:
villa es suya" 91 .
Los naturales de la comarca avianse juntado y tratado entre ellos de la venida de los
Esta situación permite que haya abusadores y abusados, entre quienes no tienen y los
españoles y como hera grande afrenta88 suya andar huyendo de sus pueblos por miedo
dellos pues heran tan pocos y determinaron de se (o]poner a qualquier afrenta o p~ligro que tienen vergüenza.
que les viniese por los espeler de sus tierras o matarlos si no quisiesen dexarlas (...]89.

Los indígenas se sienten «afrentados» por su obvia cobardía, tienen vergüenza de su 6. CONCLUSIONES

·
propia reacción ante el temor que infunden los españoles.

83
84

85
86
MORALESPADRÓN (1979: 585).
Ob. cit.: 492.
Ob. cit.: 498. •.

t. '

g
.
. La historia que nos relata Cieza no se escribe inmediatamente después de los hechos
ni la redacta un observador directo de los hechos. Quien figura como participante
es una de sus fuentes, Nicolás de Ribera el Viejo, a quien el autor entrevistara en
1548 o 1549. En mi opinión, veinte años de distancia cronológica diluyen la carga
CIEZA (1989: 19). emocional de cualquier relato, a pesar de que hoy nos parezca tan intenso. Adeinás, al
87 .
cambiar el contexto, tanto en esos veinte años como hoy en día, este se nos preS~nta
MORALES PADRÓN (1979: 94).
~ _Afrenta. ES d acto que se comete contra alguno en deshonor suyo, aunque s~a hecho con razón yjus- .
8

como un poderoso filtro que contribuye a velar el relato.


11~1a, como azotar .ª uno o sacarle a la vergüenza. También se recibe afrenta de palabra, como si a uno le
d1¡esen ladrón, u <itra palabra de las injuriosas. Díjose afrenta cuasi en la frente, porque de la vergüenza
que toma el afrentado le salen colores al rostro, y particularmente a la frente, por la sangre que sube al ·
·
·~ 1 90 Ibídem.
cerebro (COVARJ:ZUBIAS 1995 (1611]: 23).
89 CIEZA (1989: 20). . . . 91 COVA.RRUBIAS (1995 (1611]: 960) .
.
1
.
90 . 91
-~- .
LA GESTACIÓN DEL ODIO ·JNDÍGENA HACIA EL CONQUISTADOR EN EL SIGLO XVI
fa ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ
•'
Para poder hacer una interpretación precisa ha sido necesario consider.ar tanto la
Estamos verificando aquí la puesta en discurso de la subjetividad, en la que la
idad circundante como el sujeto participante que la conoce y se mane¡a con des-
narración de los hechos va acompañada de una secuencia emotiva que va aumen- real
eza a su interior. La competencia española se presenta y avasal1a a 1a no~competenc1a
.
tando en intensidad: a cada acción le corresponde, como efecto, una emoción 92 • Al tr 1 . . d'
iiidígena. Pero, tanto la competencia española como a inc.~mpeten~1a m 1gena se
-
darse un cambio en la narración, generalmente a consecuencia de un acto distinto,
dan solo en_el campo del ataque. En el área de la producc1on de al1m~ntos v~os
de un nuevo programa narrativo, se da también un cambio en lá emoción descrita.
una competencia indígena que supera ampliamente a la incom~et~nc1a es_panola.
Cada acto surge de una pasión que provoca otra pasión en quien lo recibe, según la
No se trata de que la «cultura» española arrase con la «incultura» md1gena, s1~0 que
cantidad de emoción con que se invista el sentimiento. Acción y emoción son inter-
cada una es competente en su entorno, realizando las actividades que domma. La
dependientes y forman parte constitutiva del sistema dirigido de supervivencia de
irrupción del «extraño» cambia las condiciones de existenci~ indíg~na y aparecen
cada una de las culturas en contacto.
los síntomas de incompetencia ante las situaciones desconocidas, mientras que los
Los españoles van en _busc<l de ~ie~()~, con:ii_da y oro_y !_os _i114fge_J}<l~ .-q11_~_,ha,~
españoles ya se han convertido en expertos invasores de selvas tropicales en islas Y
sido-,~¡~~i~i~ados primero co~unican sus vivencias a los que aún no _han sl!fr.i.42
continentes.
el impacto' del encuentrÓ. Se -generan, -enton~~,- pr~gr~~-a~ ~al:~a~i~~~--4~(1~~~n~
El éxito bélico se _debe,_e.1,1 parte, a la labor «propagandístiq>~ realizada po.r Jo~.
'C:uentro, eri los que los españoles ávanzan y .los indfgen~~ -reu:o~~de~ o _p1;1Y._~1:· Con
espaÍiOl~~:-h;~í;·~'"~d desplieg.~~ de sangre y viol_encia _a su _ ll~gada y, una vez_ ate-
'éste panorama como telón defÓndo, s~ prod~ce~ algunos encuentros cas~ales o por
curiosidad de los indígenas, que generalmente acaban en-hechos sangrientos ..El gran
rrofizaaati:-pobfaci<5ñ; obte~ían de ella lo_ qu~ .'l~~Ei,an. A!i:~-~~re.:e.~!.,.~~-~ ~~Pa.?-_?l~
-c~ltl\:3.b3.~ ia ~~uelclad puBH~~- p~-;~ ge·;~~~r t~rror entr¡: Jo.s in~ígen;¡s,_;ipr9ye_char ge __
acicate de i()s_españoles es~-¡ hambrede señ()rÍo, de comida y de oro, en ese ¿~4~~;}r ·
gran temor de lqs indíg~~as es ~u-d~str~~~ión social e i~di~idual. • - - - -- -- ---- sus pro'§_~~-~r~~b~~-~~--d,~·-~~i 1:1_ie~bro~ más débiles: . .
- --Estemiedo -pánico- pronto fue transformandose en od10, especialmente
'- ·-EI hambre, y:·su coi-i-elato;·¡a: alimeñtadó"ri, constituye~·¡; b_isag~a. gl.!~ -~Ú!~~!~J~-­ cuando los indígenas eran víctimas de vejaciones y ataques de una ferocidad dif'.-
sen'tf;;¡~-;;-~~~q~~ dos_~Ó~_~ñi_dádés se de~en e~t-~e sí. No hay i~~ención de solicitar cil de entender, a no ser por el hambre y la impunidad de los atacantes. Pero, mas
~liineni:os, sino de arrebatar; IÓ~ -inv~sores c¡een tener más derecho°'al alimento que
que impunidad, habría que h~blar de un ansia desmedida de riquezas Y del saqueo
quienes lo han sembrado y preparado. Se percibe una total falta de reconocimiento
como la forma usual de adquirirla. El producto del saqueo no solo era un derecho
a los indígenas como poseedores de derechos, inclusive sobre sus propios recursos y
de «guerra», era su premio, su paga y su vanagloria, era lo que contaba para hacerse


sus propios cuerpos. El ámbito deóntico cristiano se ha visto fracturado, no regula ya
merecedor de mercedes, distinciones, así como de prestigio y envidia entre los com-
los comportamientos que sabemos afines al catolicismo. La idea de «prójimo» ha sido
pañeros de la hueste. Los ataques españoles no solo quedan impunes, sino ·que. sus
supeditada a la idea aristotélica de «siervo o esclavo», sin matices.
descripciones están cargadas de euforia y de admiración envidiosa an.te la magnitud
Los españoles no hacen sino ampliar geográficamente el comportamiento que -
- del saqueo, que generalmente se detalla. Directa e indirectamente, el sistema de ~uto­
tienen en Panamá y antes, en las Antillas. Ese conjunto de experiencias de explo- Wl'l.--
rizaciones de exploraciones «a su costa y minc;:ion» que hacía la Corona, :term¡naba
ración, anteriores a Cajamarca; más aun, anteriores al encuentro en alta mar con
avalando y acicateando el saqueo y la violencia. _ .
los «tumbesinos», les permitió a los conquistadores comprobar que, en general, los
indígenas eran pacíficos, que tenían alimentos y que eran presas fáciles del pánico. La
l Los sentimientos__~e le>~. ~spa.:ú-9.le.s __ c~~~~;in, según s_acien sus apetitos o no; el
no ¡:;;cerio -despi~r~~ en ~llo~ ~na tremenda violencia cuyos resultado~ di~i~ul~n _
experiencia española le da la seguridad a la huest~ de lograr sus objetivos en territo- l ú ocultan" h_aJo-~~µ§adon_~i-4,e_ ;._;·~_i.~Rliúrú~ 'y_
Je ;¡gi:esi6n arrriá.da. Po~ ~~- p~rte, l~s.
rios que eran nuevos, pero cuyas características ya les eran conociehrs. Ante la huida
indíg~n.as ~an de ía ~~r\?.~i,4~4--~! -t~!Il?r y _lu~go ~ o~i?: ~-~ mezcla _de_~~~as e~a,- _
de los indígenas, los españoles los tildan de personas tímidas, asustadizas. Se da una -- ¡·_·- ·-
-
~' ·
ciorié'S'"OrigG~;~f~}i,~I~~~i;~!a,.~~i.::~~~'. _q~e r:s~lt?. fa~lida; a este sujeto pas1on~l _no _
interesante combinación de programas n-arrativos caracterizados por la potencia y la ;
'Te ·~¡~¡¿- s"u ~je deóntico para e_n,~r~n~ar las nueyas situacio.nes:, Pero, la .!~<:=hª.JlO_
competencia y s,us complementos, los de impotencia con incompetencia.
-~1· :a.p~tito -~sP.~~.?L!!t~l ~~i<? _ !!l~~~e~~· _sol? . ~\l.11,l~n~ó ~1_1,1_úm~r<>}e
92 .At the root o/ every emotion is the surge to act; impulse iI inherent in emotion [. ..] we act accordingly,
1 "disiñ'lííuyó ni
C-.-.·-=·-~--·"' - ·· "·" ' ">-" .

víctimas.
--

without pausing to think about it. Anger translates into lashing ottt; fiar into withdrawal; httrt into tearS>>
(BENNEIT-GOLEMAN 2002: 145).

1 93
fa ODIO Y EL PERDÓN EN EL PERÚ

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94

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