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Análisis

Orquestación de la Sinfonía 39 de Mozart

El segundo movimiento de esta sinfonía, en La bemol mayor, a diferencia de los


otros movimientos, mantiene el uso del corno en Mi bemol, pero no incluye el uso de las
trompetas ni del timpani. Comienza con la sección de cuerdas en un plano de resonancia y
rítmico, a excepción de los primeros violines que poseen la línea melódica. Luego aparecen
los vientos maderas interpretando notas largas en un plano de resonancia que se convierte
en un tema melódico repetido en forma de eco entre cada uno de los instrumentos de esta
familia, mientras que el plano de resonancia lo toman las cuerdas en conjunto con el corno.
Este contrapunto entre cuerdas y vientos se repite varias veces durante el movimiento
intercalado con secciones donde el protagonismo melódico lo retoman los primeros violines
al tiempo que el resto de la sección de cuerdas interpreta un plano rítmico y los vientos
llevan un plano de resonancia.

El tercer movimiento, un Menuetto Allegretto, vuelve a mantener el uso del corno


en Mi bemol y retoma el uso de las trompetas y el timpani. El tema principal está a cargo de
las cuerdas mientras los vientos llevan un plano rítmico y armónico. Llegada la sección del
Trio el protagonismo melódico lo toma el Clarinete primero, instrumento que para la época
estaba en etapa de desarrollo, mientras que el segundo clarinete va desarrollando un plano
rítmico, al mismo tiempo las cuerdas interpretan un plano rítmico y armónico en forma de
vals. Concluyendo este corto movimiento con la repetición de las dos primeras partes.

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