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Introducción
El suelo es un recurso natural no renovable y el medio básico para los agricultores, por tal motivo
es que está en constante estudio con el objetivo de desarrollar técnicas para su mejoramiento y
conservación, así como para realizar un manejo sostenible de éste a corto mediano y largo plazo.
Entre los propósitos de su estudio están: reducir las pérdidas, incrementar la fertilidad natural,
mejorar su estructura y mantenerlo en condiciones idóneas para siembras y cosechas futuras
(Bañon, 2001).
Todos y cada uno de los cultivos están estrictamente ligados con la fertilidad o productividad del
suelo, característica que depende del cuidado y manejo que se le brinda. Para que un suelo se
considere óptimo para el crecimiento de las plantas, este debe reunir cualidades como son:
densidad, porosidad, retención de agua, etc. (Villasanti & Román, 2009).
Andrades (2014), estableció que el suelo está constituido de cuatro componentes, mismos que
deben encontrarse en los porcentajes: a) Materia Orgánica al 5%; b) Agua al 25%; c) Aire al 25% y
d) Materia mineral al 45%, está última está conformada a su vez por arena, limo y arcilla. Cuando
se presentan las concentraciones mencionadas, se afirma que el suelo tiene fertilidad, es decir,
que cuenta con la capacidad de mantener el suministro de nutrientes, la vida microbiana y su
complejidad física estructural a largo plazo. Algunas formas de mantener le fertilidad del suelo son:
evitar la erosión, implementar la rotación de cultivos, mantener el porcentaje requerido de materia
orgánica así como una tasa alta de actividad biológica.
Cada cultivo que se pretende cosechar tiene requerimientos nutricionales en rangos específicos
respecto de otras plantas, y el suelo contiene tales elementos en proporciones variables, por lo que
en ocasiones no satisface la demanda nutricional del cultivo. Por tal motivo es que se ha
implementado el uso de algunos compuestos que favorecen el crecimiento de las plantas,
aportándoles los nutrientes que son de vital importancia para su óptimo crecimiento y desarrollo;
tales compuestos se conocen como fertilizantes, de los cuales existe una gran gama en diversas
presentaciones, los hay químicos y orgánicos y estos se aplican según los requerimientos de la
planta. Uno de estos fertilizantes es el ácido giberélico, un fitorregulador de crecimiento de acción
hormonal que estimula y regula el desarrollo de las plantas dado sus efectos fisiológicos y
morfológicos. Puede actuar a concentraciones muy bajas; es traslocado hacia el interior de la
planta y por lo general, actúa en las partes aéreas. Por tanto, su efecto más claro se ve reflejado
en el crecimiento vegetativo, produciendo plantas más grandes, estimulando la floración,
aumentando la fructificación, acelerando la germinación, induciendo a la brotación, reduciendo los
efectos senescentes producidos por hongos, entre otros beneficios (García, 2014).
El rábano es una de las hortalizas de importante consumo a nivel internacional. Esta planta
requiere de nutrientes específicos, así como de otros factores para tener un buen desarrollo. Una
forma comprobada de potenciar dicho desarrollo es mediante la aplicación del ácido giberélico en
las etapas de germinación y desarrollo, sin embargo, poco se ha considerado su posible efecto en
la composición química del suelo, lo cual da pauta a la ejecución del presente proyecto para
evaluar si existen cambios significativos en la misma.
En la tesis presentada por Llaro (2016) se analizó el efecto del ácido giberélico aplicado en la baya
Vitis vinífera, en el departamento de Ancash, Perú; el estudio se realizó en un suelo de textura
arenosa, en donde a una plantación de V. vinífera se les administró ácido giberélico en cuatro
diferentes tratamientos (0 ppm, 36 ppm en bayas de 8 mm, 40 ppm en bayas de 8 y 16 mm y 50
ppm en bayas de 8 y 16 mm), con cuatro repeticiones cada uno, evaluando el calibre, grado brix y
color de las bayas. Obteniendo como resultado, un mayor calibre de baya en el tratamiento de 36
ppm y 40 ppm, sin embargo, el grado brix y la coloración decrecieron a mayor cantidad de ácido
giberélico.
Por otra parte, Serna, Hurtado-Salazar y Ceballos-Aguirre (2017) evaluaron el efecto del ácido
giberélico sobre el desarrollo, rendimiento y calidad en híbridos de tomate (Alboran y Torrano) bajo
condiciones controladas. Para esto se evaluaron en cuatro concentraciones (0 ppm, 50 ppm, 100
ppm y 150 ppm) con cuatro repeticiones de nueve plantas cada uno siendo aplicado vía foliar en
pre-floración; de lo cual se obtuvo que las diferentes concentraciones de ácido giberélico arrojaron
una relación inversamente proporcional para la producción y días de ultima floración, reducción de
producción total y la calidad de los híbridos que fueron evaluados.
Material y métodos
Siguiendo a Serna et al. (2017), se aplicarán tres tratamientos de ácido geribélico GA3 al 90% en
concentraciones de 50ppm, 100ppm y 150 ppm con la que serán regadas las parcelas a capacidad
de campo hasta el momento de la cosecha, con excepción de la parcela control, la cual será regada
sólo con agua potable. Cada tratamiento constará de tres parcelas o repeticiones, siendo un total
de 60 plantas incluyendo el control.
Para asegurar la no competencia por lo recursos, se hará uso de la técnica de aclareo siempre que
sea necesario.
Se realizará un análisis de suelo de la parcela control, al igual que análisis de los suelos
correspondientes a cada tratamiento posterior a la cosecha, identificando cambios en pH y
nutrimentos que componen el suelo proporcionado.
A partir de los datos obtenidos en las muestras de suelo, se procederá a su análisis por medio del
paquete estadístico NCCS para dar una interpretación de los resultados.
Bibliografía
Andrades, M.. (2014). Fertilidad del Suelo y Parámetros que la Definen. (3ra ed). La Rioja, España:
Editorial servicio de publicaciones.
García, F. J.. (2014). Reguladores de Crecimiento: las giberelinas. Veracruz, Veracurz: Editorial
Santillana.
Llaro, F. M. R. (2016). Efecto de tres dosis e intervalos de aplicación de ácido giberélico en tres
características biométricas de baya de Vitis vinífera L. variedad red globe en Nepeña, Ancash.
Universidad Nacional de Trujillo, Departamento de Ciencias Agropecuarias.
Pérez, M.C., Ojeda, M., Mongollon, N., y Giménez, A. (2013). Efecto de los diferentes sustratos y
ácido giberélico sobre el crecimiento, producción y calidad de fresa (Fragaria x ananassa Duch)
CV. Camarosa. Bioagro 25, (1) pp. 31-38.
Serna, A., Hurtado-Salazar, A., y Ceballos-Aguirre, N. (2017). Efecto del ácido giberélico en
crecimiento, rendimiento y calidad del tomate bajo condiciones controladas. Temas agrarios 22, (2)
pp. 71-79.
Villasanti, C.& Román, P.. (2013). El Manejo del Suelo en la Producción de Hortalizas con Buenas
Prácticas Agrícolas. Paraguay: Editorial Panamericana.
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