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Fevste Espencls de Cience Poites. Vol 1. Nim, 2, Abril 2000, ap. 271-280 | Los estudios sobre los movimientos sociales: estado de la cuestién’ Pedro Ibarra 1. Planteamiento Los estudios sobre movimiento sociales han tenido en les dltimos sios un espe tacular incremento; y ello no sélo en fo que respecta @ los trabajos que nos deseriben -ntus sociales *, sino también en lo que hace referencia a cuestiones mas tebrieas sobre los diversos rasgox que configuran a los movimiento saciales y sobre como estos rasgos actiian —e intcractiian— en el devenir de los movimientos. Basta observar el exadro que sigue para comprobar este significative aumento de estudios 5. Las stuns mis omnia del estado 6 Ia cucsin cl ema de axwiniento ssiles Son lo de Marx 1 Won, 1995, D. McAdam. J. McCarty y Mi. Zaid, 1958, y F. Neidhset yD. Ruch, 191. Un riguteno cereamicaw, en castellano, a las diversis Geucln aalfieas evel de Canquete, 19M ver tambien en este enti Thurs, 16, 2, Son cuanto mm de obs publica soir x smucve manimiencs socials pacifism. feminkmmo, ‘mowimisntes por la soidardady sone todo ecologsme, Paro fin lotion mavimeatoe, el nino ‘abvero por cela, siguca fend rolable feente de praduccon ucwlimnica Y of volumen de publesciones| ‘8 agpta Go tot eipctaculr $4 inure a que es perfecrarentc legtono} les muvimigitos inn ‘Ynagolits en esta catogoris dees movimintes soca Apronschames css ts prs inaear que nest ateulo versa sobre ena de fos monies ike, or fo que, emre otras razomcs pur Iz fuxlamertal de falta ds espacio, ma camendts references 9 ansliss que tatan de satifacer fv mstess incurpordngose a un rwrimicet, sino de prcctnentes redex ac personas. de grupos mAs 0 Ineoes idocirales sypermentadre en prices ida, Weneitarzs. El estudio phneru ev esta cuestion ©» cide MeAcam, 1986, sunque 6 aids aca més importa ca estos eis cs Dan enter spotaciones, rer Dian 1952), Tembisa deten seslrse next fines oe traajos que sratun de ensemblar hs fous Uiseursivos del fame unable con los sh estrus de opertemiad pata (Garmson y Meyer, 199, Dian, 1964). estos estes kr ue Hon hace ser estate cient cl-movimientn alinea su dlscurs » deteminados ranges de eonteto ple ei tathisn cane minut meses $e aan al dscurso de ke enoviaentos, 9, MoAdam, Tarn y Tilly. 1998 28, destacan emo al espsctaeula eresimiento cuanttatn de fos Git: sian eabajoe sabre monies sails cha eomtespandio un tahiSn crceente raciomarisen ane ze PEDRO IRARRA que lo realmente importante en éstos era cémo se organizaban (e6imo reeuudahan fon- dos, y militantes, y se aliaban con otros grupos) para lograr sus propésitos. Habia en este sentido un ciertavoluntad de exclusvizar una determinada mirada Sin embargo, en los Gltimos alos, Ia ruptura epistemoligica deviene no tanto de posiciones «ideolégicas, sino sobre todo de Ia existencia de diffcultades —supuesta- ‘mente objetivas— para abrazar una opcidn analitca integradora, La dlspersién analitica tiene otras causas, Ya no obedsce tanto al consciente y deli- berado rechezo de los enfogues unitarios. Asi, por ejemplo, ningin estudiose de los movimientos sociales que opera con el maren analitica de la RMT y que. por tanto «std expecialmente interesado en describir el movimiento a través de su ulilizacion de iversos instrumentos/recutsos, negaria que también resulta necesario —imprescindi- ble— para conocer los movimientos, el avercamiento identtario y sus accreamvientos metodélogicos mas relevantes, como por ejemplo cl frame analysis: Ni por supucsto, desde el otro lao, ninguna perspectiva identitaria negaria la inexcusable importancia de tener también en cuenta la dimensidn mis instrumental “Loque hoy ocurre es que aunque se asuma tecricamente esa necesidad multianalitice, sa exigencia de multiplicidad de enfoques, su prictca resulta extraordinariamente com pleja. Una cova es afirmar que para estudiar un movimiento, para saber por qué le paca lo que le pea, cx nrenearin fener on cuenta ¢ interelacionar todas las variables anaiticas y otra muy distints es aplicar esa voluntad globalizadora a coneretos estudio de concretos movimientos 0 procesos de moviliziciin socal, habia cuenta que as varia. bles son muchas y ademas, en muchas ocasiones, de muy dificil operacionalizacén, La gran mayoria de los trabajos sobre mowimientos sociales optan par un determinado prisma'®. ¥ también casi todos ellos suelen advert que dificltades sobjetivas» les impide introducie y relacionar las demas variables. Con lo que al final no slo ta des- éripeiin de un movimiento, de su proceso causal y previsible trayectoria, resulta incom- pleta, sino que ademas puede resultar equivocada, Si los otros factores que se obvian influyen decisivamente en su conducta, pareee muy probable que se logre un resultado... fallido. Asi debemos coneluir que si en anteriores tiempos la limitaci6n, la parciatidad ana- litea, era consciente y deseads, hoy la misma constituye un condicionante objetivo, no {cl de salvar. 1. Sera Wife de cuantficar cules son ts tendcacinydemsnantes en ks dsitos pits y pubicacomes, Algunes jemplos. En USA Se amtene le wadicon de by RMT sre tudo 3 faves de le estudio recuron organisation. Ene revita Mabinon, la publican intcrnacioal de mie prestgi sobre movi ments socines que en itta modo tata dercoger a Cui de a rteratnal Sx Movements esearch on stands le vSoeate In pte enalic,predeminan sin margo lon estudio de esos roms com 4a porpectva de Ia POS fy turin ln referensge empires etre rede, Por el sancario 6 i producsn ‘eatin, tanto inciaual komo coketna y ofp gue e eee 4 bees de canunto pascern que el PRO sdomirante asl entre, que a tadicia here et a provenerte del NMS, Ver ch exe Sonia Cajuete, op et, Lata y Gasol, 1984, aera y Torna, 9, Lara, 199, Los ESTUDIOS SOBRE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES: ESTADO DE LA CLESTION m 5. Algunas propuestas integradoras Sin embargo, e! camino esté trazado, Una y otra vez Jos autores ya xckisicos» en esta disciplina nos recuerdan qué oslo que debe ver estudiado y emo dehe ser estudiado en cada caso, Nos recuerdan la necesidad de organizar un «mapas ‘de los movimientos; dlferenciindolos de otras formas de aecién culectva; indicando por qué determinaclos conflictos generan movimientos sociales y otros no; seftalando motivaciones y redes de reclutamiento, repertorios de accién, cilos (emo nacen, se desarrollan y a veces mue- ren); estableciendo cémo las geates de los movimicntos se mueven por intereses pero también to hacen en la medida que comparten una identidad colectva, en cuanto que definen la realidad (discurso) de forma propia, adiferenton; definiendo cémo se rela- cionan con las instituciones y contextos politicos (al yuc dirigen sus demands), emo imerfieron en fas mismas y e6mo son conformados por ells; y finalmente constatande de ver cémo interfieren unas sobre otras. Cémo, por ejemplo, un determinada contexto politico posi de redes disponibles generan un determinado tipo de acciones pablicas; o (y) como tun contexto cultural/discursivo favorable impolsa e] Hogro de las relvindicaciones wate les. Y asi sucesivamente, “Y si asi lo hacemos, podremos con todas estas aportaciones, debidamente articuladas ¢ interzelacionadas entre si, establecer un modelo general, una previsin sobre las eyes fa el nacimiento de un movimiento; o (y) cOmo un determinado tipo aque rigen a los movimiento socials. Ftos on los retos. No imposibles, pero dfs de alcanzar. Y,sugerinos, pare: ceria que Ia forma posible de ir cumiplimenténdolos, debera ser —de hecho est ya siendo— progresiva. Por um lado se trata de incrementar ef numero de variables y sus correspondientes interrelaciones; sc trata dé tener en cuenta all menos muds de un con- junto de causas a ta hora de analizar una parte (también seria deseable més de una) de Ia vida —nacimiento, consolidacisn, mantenimiento, éxito, fracaso, cie— del movi miento ". Y por otro lado limitar lu dimensidn del objeto de estudio. Parece imposible Th ta expen to map es le que da Hu al ancl d= McAdam, Tilly y Tatraw de 1996 anes ito lune se metean Tas eto arate evi que esa mayor parte sus sve de guia pam ka popes ee Sane ecpngs ects nna. Desde cota pespesvn propositna ntegrodr. sr samien Meda. McCenty SEAM 940, Klandermans, 197. Dian y Dela Porta, 1997. y Loflnd, 197. Ess vtimo tabyjo os ee 2gmronts a efetvamorie. er cl mirc propene uta metodologia practice de cio 2eumula inegrer rvuladarnte dans haikzpos erpiicn en dina aah nals, 12 Bau o5 tenders que, enmese Ini, se rata de npusar du Ia revista Mobifantn, Dos iemon Tecientex Coma somfycn enol aacininto le un movment tanto ls feds de experienc eoket sidan {Sapomiblen como una favnshle esractora de oportunidad politi, cor ts quis alu La rapa vrrtnc de rope ds ta raina euciiana elas gontcs impuboess del moviizal (Snow, Crest, Downey m vaorosun | {ntroducir todos lo enfoques analiticas en, por ejemplo, el estudio del movimiento ecn- logista en Espafia; y parece no imposible pero si bastante poco significative estudiar tuna esporidiea movilizacién dé un grupo de vecinos que quieren que el Ayuntamiento les ponga unos arboles en fa calle, Pero si es relevante y ademés posible llevar a cabo estudios de nivel medio, estudios de campatias estables 0 de grupos locales importantes ® Y a través de esto propugnar sino leyes, sf algunas hipotesis de trabajo, ML Ensimismamiento 1. Introduecién El segundo rasgo de los estudios sobre los movimientos sociales podriamos definirio nto, como el de un cierto desequitibrio hacta ta dimension El estudio de los movimientos sociales, como el de cualquier otro fenémeno de actin colectiva, presenta dos grandes dimensiones, dos grandes miradas. En la primera, le mira se sitia dentro del movimiento y observa tanto al propio movimiento, como 41 mundo exterior desde e! movimento, o éicho de torma mas precisa, at mundo exterior ‘vomo conformador del movimiento, Es una mirada que se intetroga sobre por qué nace 1 movimiento, de quign se nutre, a quién convence, qué dice (y por qué Io dice). qué hace (y pot qué to hace), como busca amigas (y se erea enemigos); y edo Ios diversos contextos exteiores et cultural, el poltico— influyen o modifican 0 determinan su conducta En la segunda, la mirada se sitia fern del movimiento; se fe observa desde sus con secuencias, desde sus resultados. Se trata de ver ahora cémo ese contexto cultural 0 politice ha sido influda, 0 modifcado, o esti determinado por el movimiento, Asi en tea politica el punto de vista analtio se stuaria en el sistema politico, en sus esruc- tras, en sus instituciones, en sus procedimientos decisories, en su cultura politica, en sus partidos politicos. ¥ desde ahi se trataia dc responder en qué media ese sistema, © algunas de esas partes del sistema, han sido transformadas o reformadas han per. ‘manecido inalteradas por la acién de los movimiento. ¥ Tones. 19%). O coma en vo dekomminadh contico ne inerelacionsn © illWYen muusmemte un enaunse de stores clei ( nosh muviaventas en sentido este) oor tes tipen de protestay on To dscurs ‘emits (Koopa » Statham 108) 15, Vern in new De la Porta y Ruch, 200; ambién en porspeetve mas limita, dbacra, Bateens y “ating, 1998 LOS ESTUDIOS SOBRE LOS MOVIMENTOS SOCIALES: FSTADO DE LA CLESTION Ee 2. Una situacién paradéjica Sin duda los andlisis internos son los predominantes en nuestra rea de conocimiento. Podemos afirmar que todas las referencias bibliogrificas que hemos hecho hasta cl ‘momento tratan sobie esas dimensiones internas. Y en consecucneia se puede asimismo afirmar que 1a segunda perspectiva —ia de las consecuencias o resuliados— est hoy scnsiblemente descuidada. Lo cual constituye, al menos a primera vista, una sorprendente paradoja. Porque resulta que los movimientes sociales son conjuntos de personas que nacen y se organizan para conseguir cosas, para conseguir que cambien patrones culturales y muy especial. mente para que diversos poderes y élites tomen decisiones & sv favor, hogan caso a sus reclamaciones . ¥ los estudios sobre movimientas sociales nada —o casi nada—'* nos dicen acerca de si los movimientos logran (0 no) y por qué (0 por qué no) esas 6 parcidas reivindicaciones. Paradoja general, y muy especial para las pretensiones cienttficas de la politologia. Se supone que la Ciencia Politica no se interesa tanto en la accién colectiva (y en los movimientos sociales como wna de Ins formas de aecién colectiva) por si misma sino en cuanto que ésta se inserta cn el proceso politico y genera mayores (0 menores © rnulos) impactos en cl mismo (0 sobre el mismo), Dicho de otra forma, la Ciencia Politica se interesa 0 deberia interesarse por lox movimientos sociales en cuanto que éstos som —en alguna medida— un elemento conformador dé ta gavemance, Si sta nos deseribe Jas estructuras, reglas, de hecho o de derecho, de un particular sistema politico, emer- gentes y procedentes de una relacién interactiva entre Jus cuales ese mismo conjunto de aetores toma decisiones de acuerdo con sus objetivos ¢ intereses ", es evidente que une de esos actores es 0 puede set und 0 varios movi- rmientos sociales. ¥ si descendemos un poco mas (odavia, y nos fijamos en las politicas pablicas y ebmo las mismas xe configuran a partir de la policy networks existentes, obser- varemos que también de alguna mancra o con alguna funcién se hallan cn Ja red los inlos actores y a través de 1 Esta airmacin no vl a dimers Weise cole le ls movinientos. Los mavens salen fe dninguen de foe grupos de iiercs en que ss miombres comparten ua especifcs cults, consnayen lune determinaéa vn de nud, Poco ay qu eager. Las movinintos sciles no raeon pa suas ‘ona Semtiad: nacen porewe apaseen waren Sterninalss ojervns, oben certs inttesey soketivs. Y hits orks em el groceso-— para lgsulos constajen esa dented. Por ano povianos decir qu ext Tene tanto de ftcrses en pata, com le peesencla de os aeons a Tos que se Teslaman es HneTeses, ‘on eondiiones access (eungue ro ulonts) paca afrmar gue exist wn maoimcnto soca 15, Sin duis algunos y excels trans se ham producdo en esta Seea: pero et su mens maria sow proptestenanatict. es Jecir vera sobre qa ce fo qi tendeamos que tener ct cueni la Hors de Consider hs tesutadon, mas ave Guits tap skin fos soneetos zesultaosobtoridos Ver Gamson, 19% Kris (992: Kres, Koopmans: Duswendok, et af, 1098 Ruch, 1992: Scompis, 199% Giugn MeAdam ¥ “Ti. 198, 16, Kewiman, 1995-254 230 PEDRO IBARRA, rovimientos sociales y por tanto también son un nude mis de esa red determinanie de las corespondlientes politcas publi Y estos anilisis, esta mirada dosde lo politico, brilla por su ausencia. Insuficiencia que también debe ser considerada desde cl prisma sociolégico. Porque aun centrandose en rosaltar las variables sociales del movimiento, los enfoques sociol6gicos relevantes asumen como incontestable que todos lox movimientos sociales pretenden interferir das decisiones potticas, Y tampoco la socio Jogia de tos movimientos sociales estudia con excesivo interés los efectos de los movi- ‘mientos sobre el sistema politico. Lo que nos eva a comsderar que quizis ls socilogos eberian prostar mayor atencién a los asuntes politi, pero que, sin duda alguna, Jos politélogos dedicamos, en esta rea, escasa atencién nuestros propios asuntos. cambiar o mantener 0 anular— deter 43. Una cuestion metodologica Esta llamativa insuficiencia analitica creemos obedece sabre todo a una seria difi- cultad metodoligica, Hfectivamente no resulta del todo complicado cuantificar de forma ‘ms o menos aproximada y mediante los correspondientcs informes gubernativos o atti= ‘culos de prensa cusintas persninse puede movilizar un (valga la redundancia) movimnicnto social; y podemos saber, a través de los correspondientes documentos, cules son las reivindicaciones de un movimiento y o6mo define el mundo circundante; y tambien pode- ‘mos averiguar, con las entrevistas currespondicntes, el perfil de los militantes del movi- miento y por qué estén en el grupo y dénde estaba antes y cdmo su actividadired anterior determind su entrada en el grupo. Pero resulta mucho mas dificil saber por ‘qué un Gobierno cambié una ley; si To hizo porque técnicamente era una ley obsoleta, © porque Jo reclamaba la opinién piblica, © porque hubo un movimiento social que cn la practica le «obligé» a hacetlo, © porque ef gobierno en cuestién era extrema damente sabio y bondadoso y por tanto él ya sabia que cra justo y hueno cambiar esa ley. Normatmente lo tinico que suele estar claro en este panorama es la falsedad de 4a tlkima hipétesis. ¥ por otro lado resulta casi imposible comprobar cul cs la verdadera, Porque fa fundamental —sino la tinica fuemte de informacién~ que puede decimnos qué es lo que ha ocurride (qué es Jo que realmente ha producido el cambio) es el propio Gobierno, que, como acabumos de sehalar, iende a dar la version de «su gran sabiduria y misericordia»; © sea la falsa, 17. Exton shurdantes tran sobre fs cavacenisicas de anak reds deckorae y emo 50 cfigran Is ‘mianas vein Ha mayor o meno presence «actividad ce em grupos de Interss publicns (rdsny Schur, 198% Jordana 1995; Van Warten, 192}, port son estas los deserpenres conrcln sobre ts fecen oe Jos maimientos socsles especialmente ds denna one nus} ey as dnc fase dex pls fle yu nferrlacbn cnn otenaetoxcs. Wer eh ted camo Dain Pot y Da, 1997» Kini, Repan Dayrendaket a, 95, LOS ESTUDIOS SOBRE 105 MOVIMIENTOS SOCIALES: ESTADO DE LA CUESTION 2 La cuestién se complica adn mas porque los resultados de Ja aceiéa de los movi- ziicatos no son siempre los especificamente buscadas por los propios movimientos. Pue- de haber resultados materiales directamente figados a la reclamacién, que al margen de fa discursis de las Autoridades politicas, pueden ligarse, sin demasiado margen de ‘crror, a las acciones de los movimiemtos. Pero pensemos cn cambies en los procedi- mientos de toma de decisiones, © cambios en los programas de un determinado partido politica, o cambios cn la cultura politica de importantes sectoses de Is poblacién. Ima- ginemas que todos ellos surgen después de una intensa actividad de un movimiento social; sin embargo ese movimiento no habia solicitado expresamente esos cambios {son los mismos adserihibles al movimiento? ", Lqué otros factores pueden haber influido?, emo probar esas causalidsden? 4. Los retos ‘Estas son preguntas complejas de resolver. Pero también ercemos que como en el caso anterior os deseable, y ademas posible, avanzar algunas respuestas, siempre que ‘autolimitemos auestras protensiones. Por ejemplo parece tarea empiricamente posiile (de heche es posible) el determinar cui ha sido el papel de un movimiento social con- creto (nulo, influyente, contfuyente, detcrminante) en cada fase de una politica pablica concreta "es posible determinar hasta qué punto en la consirucciGn de ia agenda, la actividad de ese movimiento ha sido clave; y cuél ha sido la relewancia que ha tenido el movimiento cn fa implementacién de es politica: y se pueden proponer hipstesis bastante razonables sobre Io que realmente ha supuesto en la conereta resolucion det proceso, la especifiea demanda del movimiento, Por otro lado se pueden acumular a estas propuestas las ya ms claboradas herra- mientas analiticas existentes. Por ejemplo ver cémo los cambios en Ia estructura de ‘oportunidad politica han permitido (0 ampfiadlo © disminuido) estas presencia més 0 ‘menos operativas del actor movimiento cn la red y en las fases del proceso decisorio, ¥ acumulando parecidos estudios de aso, también se puéden arriesgar hipétesis sobre ‘consecuencias mas generales en normas procedimentales, o en la cultura politica, ete Desdc esta perspectiva mas limitads también es, por ejemplo, perfectamente posible 18 Obnireewe que de forma deiberals no hema waa ba cxpresn de €t 0 fates Sip esos dimensions my subjetivas pesteneeen a fa cla det movimicn, 9 pusden coineait —o no evn Te resulacos ap rentement audicabiss aS) acrid Ua vnc ejernpo. La recente abolikin dela eunsspckin en Espa theme deta rusia com el etvismo del muvimiente social satirist, pevo tambien puree eet9 Ge Drecsamente ly seapariion oe It «ni ha sunwest ol cebitamento Sl movnient yl allarionto de Fas retvndicncioncs mis profane. 14, Do ejemplos de dos exetenes train en eit linea, Cae, 199%, wbre la lylaciéa do curanjeia. Y¥ Ajanguiz. 208, sobre la aboicin del seve ii. ma PEDRO IRARRA

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