Psicometría II

Resumen: Pruebas vocacionales.

Las pruebas vocacionales tienen como objetivo conocer la orientación vocacional de los
examinados, midiendo su inteligencia, aptitudes, actitudes y principalmente, sus intereses.

Este tipo de prueba por lo general contiene tipos de ítems pictóricos, pues eliminan el sesgo
cultural e ipsativos o también llamados de Respuesta forzada. A su vez, los ítems ipsativos pueden ser:
De jerarquía, en los que se le pide a la persona que ordene sus intereses; Tipo OPSU, en los que deben
elegir la opción que les gusta más; y Tipo Kuder, en los que tienen que elegir cuál opción les gusta más
y cuál menos.

Las pruebas vocacionales pasan por análisis de ítems cualitativos en los que a través de consultas
a expertos, se evalúan los reactivos de acuerdo a su relevancia, congruencia y redacción. De igual forma,
se realizan análisis cuantitativos mediante Análisis Factorial, aunque algunos autores lo descartan por
tratarse de ítems ordinales para lo que se necesita conversión a ítems binarios.

Existen numerosas evidencias de validez pues se hacen distintos estudios para este tipo de
prueba. En cuanto a la validez de contenido, se realizan revisiones teóricas con base al Modelo
vocacional de Hollan que indica que las preferencias vocacionales son una expresión de la personalidad
que relaciona habilidades, aptitudes, actitudes e intereses con el ambiente. Asimismo hay validez de
criterio y de constructo mediante grupos contrastados; y validez convergente y discriminante con
pruebas como el Inventario de intereses vocacionales de Strong.

Por su parte, en este tipo de pruebas, la confiabilidad suele medirse con test-retest pero
considerando el tiempo como una variable de cuidado pues, si el estudio se realiza a corto plazo, los
resultados serán favorables pero pueden ser afectados por la influencia de la memoria; si se realizan a
largo plazo, los resultados serán moderados y pueden ser afectos por las maduración de los examinados.
Se debe tomar en cuenta que los intereses son más o menos estables a partir de los 17 años, por esta
razón, es a partir de este momento que se recomienda hacer estudios vocacionales. Igualmente, se puede
medir la confiabilidad de estas pruebas a través de consistencia interna estudiada por el coeficiente α de
Cronbach para ítems multipuntos ipsativos en los que se correlacionan los reactivos de una misma área o
todos los puntajes del instrumento, con su puntaje global.

De esta manera, los Test vocacionales, son pruebas psicológicas de rendimiento típico,
normativas, pues sus puntajes son comparados con grupos normativos seleccionados con un muestreo de
profesionales que estén ejerciendo su carrera y que adicionalmente estén satisfechos con su trabajo.