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Aguas someras.

Son las aguas poco profundas, es decir, profundidades hasta 30


metros. El término proviene de la traducción del inglés: shallow waters.

Definición
Aguas someras es una expresión utilizada por la Organización Hidrográfica
Internacional (órgano que regula toda la actividad hidrográfica) al hablar de las
aguas poco profundas, es decir, profundidades hasta 30 metros. El término proviene
de la traducción del inglés: shallow waters.

Características
Comúnmente, aguas cuya profundidad es tal que las olas superficiales se ven
notablemente afectadas por la topografía del fondo. Se acostumbra considerar
como aguas someras a aquellas en las cuales la profundidad es menor que la mitad
de la longitud de la ola superficial.

Aguas Profundas ¿Qué es?


POR MERLINKEN EL MARZO 28, 2014 • ( 6 )
La reforma energética plantea dos salvaguardias, el gas shale y las aguas profundas. Hoy
vamos a analizar qué es el segundo.
En la industria energética el término aguas profundas se refiere a pozos petroleros en mar
abierto con una profundidad entre 500 y mil 500 metros, se consideran “aguas someras”
aquellas cuya profundidad es menor a los 500 metros y “ultra profundas” para aquellas que
tengan una profundidad mayor a los mil 1,500 metros. ¿Y de dónde vienen estas medidas
se estarán preguntando? La razón principal es el equipo normalmente requerido para
perforar en estos rangos. En aguas someras normalmente se utilizan plataformas que
pueden extender sus “piernas” hasta el lecho marino, mientras que a mayor profundidad es
necesario tener una plataforma flotante.

Teóricamente, este concepto es mucho mas fácil de describir que el Gas Shale. Hacerlo
realidad es todo lo contrario. Para entender la magnitud de lo que es poder perforar en estas
zonas, el dictamen de la Reforma Energética afirma que su explotación requiere un nivel de
ingeniería sin precedentes, que muchos compararían con la industria aeronáutica, debido a
las condiciones extremas en el lecho marino en términos de presión, corrientes,
temperaturas y eventos meteorológicos en la superficie. Perforar un solo pozo tiene un
costo alrededor de 100 veces mayor al de los perforados en yacimientos terrestres y, por si
fuera poco, las posibilidades de éxito comercial oscilan entre el 20% y el 50%. Para
finalizar, poner esos pozos en producción también es complejo, ya que significa transportar
el hidrocarburo desde el lecho marino hasta el puerto de distribución más cercano. En
resumen, entre más profundo, más complejo, más riesgo, más lejos de la civilización y por
ende, mayor es el costo total.

La explotación de las reservas marinas empezó hace 117 años en las costas de California.
Por muchas décadas, alrededor del mundo, este tipo de perforación se practicó en aguas
someras ya que era impensable e innecesario perforar a mayores profundidades. Sin
embargo, como se trata de un recurso no-renovable, los depósitos en aguas someras han
sido cada día más escasos. Para la década de los 80’s la industria empezó a tomar nado (por
no decir vuelo) hacia lo que hoy llamamos aguas profundas. Así, con el desarrollo
tecnológico de la industria y los altos precios del barril de crudo, a partir del año 2007 y la
primera mitad del 2008 se volvió rentable la explotación en aguas profundas.
Afortunadamente, los contratos otorgados para estos desarrollos fueron de larga duración,
por lo que la crisis financiera no mató a la industria a pesar de los escasos márgenes de
ganancia.
Si a esto le agregamos el apetito de las compañías transnacionales que tienen la tecnología
y el capital necesario para desarrollarlos mientras se les dé un porcentaje de las reservas,
perforar en aguas profundas se ha vuelto una realidad para muchos países. Tan es así, que
se espera que para el 2015 el 10% del petróleo mundial provenga de estas zonas, mientras
en el 2000 no se llegaba al 2%.

¿Y porqué es un salvaguardia para México? Principalmente porque esta industria esta


subdesarrollada en nuestro país y sabemos del potencial de los yacimientos. Para efectos
comparativos basta ver la siguiente imagen donde se compara EUA con México en
términos de perforaciones en el Golfo de México. Aunado a esto, recordemos el dato que
tanto nos han recalcado desde la aparición del dictamen: “mientras en el país del norte ya se
producen un millón de barriles diarios de petróleo en aguas profundas, en México aún no se
ha producido un sólo barril de petróleo proveniente de este tipo de yacimientos”.

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