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Religión e identidad*

Diego Faryd Montañez Rodríguez**


Daniel Fernando Barrero Cárdenas***

Resumen

El presente texto busca ver aspectos de causalidad y la relación que tiene la religión sobre

la identidad y la forma de ser del hombre a lo largo de la vida; además mostrar evidencia

de porque se afirma que la religión es base de la moralidad y de la conducta humana.

Finalmente se concluye con reflexiones personales acerca de la relación hombre- religión.

Palabras claves: Dios, hombre, religión.

La relación hombre-religión ha estado siempre marcada por diferentes paradigmas en el

transcurrir de la historia y el desarrollo del hombre; el individuo nace y muere siendo un ser

religioso. A lo largo de su vida como persona siempre va cobijada a entornos sociales que

siempre han estado basados en valores y doctrinas religiosas, por ello se afirma que la

religión es uno de los principales influyente en la construcción de la identidad personal.

La identidad personal está constituida por comportamientos, voluntades, motivaciones,

decisiones, valores, ideales, sentimientos-emociones, creencias, etc.; que están basados, en

la sociedad contemporánea1, la familia y la religión; esto representa al hombre en el actuar

* El texto es resultado de reflexiones propias y el levantamiento bibliográfico más relevante sobre los
aspectos de la religión y la relación con la identidad del hombre.
** Estudiante de economía, Universidad Santo Tomas Bogotá. Correo electrónico:
diegomontanez@usantotomas.edu.co
*** Estudiante de economía, Universidad Santo Tomas Bogotá. Correo electrónico:
danielbarrero@usantotomas.edu.co

1
González (1998) afirma:
a lo largo de su vida; por ello cualquier acción que el hombre tome o que simplemente

vincule a este, va a estar relacionada con la religión directa o indirectamente, dado que

nuestras sociedades se han construido con cimientos de creencias estipuladas de siglos

atrás. Es cierto que la identidad rueda entorno a los factores mencionados, pero esto no

hace a las personas totalmente iguales o que sus pensamientos no salen de la creencia

religiosa y de la historia cultural. Cada individuo crece quizá con las mismas bases morales,

pero es único entre los demás2, y verá las cosas desde un punto de vista propio, es

autónomo en la hora de actuar y moverse en el medio, pero su intelecto se mueve por las

reglas morales.

Millones de personas creen en la existencia de un dios o dioses, según la religión que

profesen, más aún, personas para las cuales Dios y la religión constituyen el centro

unificador de toda la vida o respuesta a los misterios de la existencia, como la explicación

de la creación del universo o simplemente lo que la humanidad no puede comprender,

núcleo en el que se ha basado la esencia de nuestro existir y la construcción de nuestra

identidad. Tal es el caso de muchos cristianos, como sacerdotes, que viven profundamente

su consagración religiosa. Sin Dios, la esencia de su identidad se desbarataría o no tendría

fin, dado que su modo de ser y pensar se ha constituido bajo un hecho religioso que le

impide actuar de modo empírico y practico sin Dios

La conducta humana y los valores; son actitudes básicas de los hombres para con el trato

con las demás personas, los valores se entienden como un estado de armonía y perfección

La identidad es colectiva por naturaleza: esto implica que todos sus elementos actúan unos sobre otros de
modo que son agentes y pacientes de la actividad intercambiada. No hay factores determinantes en última
instancia; todos actúan sobre todos, modifican y son modificados. (p.44)
2
Según Giovanni Jervis (1998), la identidad es reconocerse y ser reconocidos, es lo que caracteriza a cada
uno como individuo único e inconfundible.
hacia una orientación y carácter moral para la forma de convivencia y desarrollo con los

demás. Muchas de las conductas estándares que se vuelven necesarias para la forma de ser

son basadas y llevadas a la práctica por parte de ideologías religiosas, acciones generales

como no matar, no robar, respeto por el prójimo, no mentir; son actitudes que el hombre

por sí solo no adopta por naturaleza en su totalidad, sino que la sociedad lo forma y lo lleva

a adoptarse a esto, y se vuelven reglas suficientes entre la gente generando cierto juicio y

repugnancia ante el no cumplimiento de los valores en una persona . Bajo la autonomía de

cada individuo su orientación a la hora de actuar o identificarse va tener reglas

predeterminadas por el mismo entorno moral que lo rodea. Por ejemplo el bautizo en la

religión católica, generalmente se hace a edad muy temprana en donde se le da una

identidad ante la religión a al individuo y donde empezara en adelante a tener ciertos

valores sociales que durante la vida lo orientaran en lo que es bueno o malo e influirá en su

entorno.

La identidad personal está constituida por diferentes factores como familiares, culturales y

sobre todo religioso, que encaminan a una persona o una sociedad, a actuar de cierta

manera. La religión restringe algunas formas de pensar y actuar, por ello las personas se

ven alineadas a un modelo social que de alguna manera les impide tener un libre modo de

actuar y libertad de pensamiento dado que en una sociedad que esta tan arraigada

religiosamente, cualquier comportamiento fuera de los límites permitidos, es juzgado con

ardua severidad.

Referencias
Jiménez, A. (1990). Identidad humana, cristiana y religiosa. Universidad Gregoriana.

Italia-Roma.

González. J. (1998). Religiones e identidades: Oportunidades para una sociedad tolerante

y democrática. Instituto Tecnológico Autónomo de México. México

Jervis, G. (1998). "Che cos’ è l’identità." Enciclopedia Multimediale delle scienze

filosofiche. Italia-Roma

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