Somos caminantes de la vida, hemos aprendido que para que las palabras sean sentidas, primero

hay que escuchar y aprender, para luego alzar nuestra voz. Hacer cuerpo las palabras y que las
palabras se corporifiquen es uno de nuestros grandes desafíos, las contradicciones son parte de
ese construir, que nunca es solitario, sino que es profundamente colectivo. Hacemos de nuestra
práctica político–pedagógica una permanente reflexión, sin la cual el practicismo nos agobia y
nuestra acción educativa queda muy limitada.

Somos decididamente anticapitalistas y luchamos contra el patriarcado, somos feministas, gays,

trans, y nos atrevemos a construir prácticas colectivas, comunitarias, lúdicas, artísticas,
musicales, que nos desalienen y nos permitan imaginar nuevos mundos, donde la diferencia es
el principio de la construcción, y no aquello que debe ser eliminado.

Este proyecto no es monocromático, es un bricolaje abierto y está viniendo. Por eso, nos
oponemos a todos los autoritarismos, sean del costado que sean, y defendemos el carácter de
impredecible que tiene el futuro, lo que no quiere decir que nos quedemos con los brazos
cruzados esperando que suceda…salimos a su búsqueda convencidos que está en nosotrxs la
transformación. Entre otras cosas, de eso se trata ser Educadorxs Populares