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Los alcances de la criminología del consumo de drogas en relación con el delito de

Tráfico Ilícito de Drogas en el Perú


(“The scope of the Criminology of the consumption of drugs in relation to the crime of illicit
traffic in drugs in the Peru”)
Naldy Odette Sánchez Purizaca

Resumen
El presente artículo pretende determinar los alcances de la criminología del consumo de
drogas, aportes que esta sección del conocimiento criminológico, pueda aportar al Derecho
penal, para su mejor tratamiento. En vista que el Derecho penal, es un conocimiento
sistematizado, que al mismo tiempo puede tener alcances desde muchos ángulos, es decir, puede
ser tratado desde las Ciencias Sociales, y poder divisar con mayores luces la cuestión del consumo
de drogas, y tratar de responder ¿Cuáles son las consecuencias de los consumidores de droga
con relación al delito de tráfico ilícito de drogas?, de allí que podamos notar esencialmente dos
comportamiento del consumidor de drogas que lo puedan convertir en un potencial delincuente:
intoxicación aguda por droga y el síndrome de abstinencia que este puede causar. Estas dos
conductas, entre otras que detallaremos con precisión en el presente artículo de investigación.
Asimismo, haremos un análisis a la estadística de instituciones como el Ministerio Público, y
como el presente delito ha evolucionado con los años. O en su defecto, generar en el legislador
aspectos criminológicos que debe tener en cuenta para la dación de leyes.
Abstract
This article seeks to determine the scope of the Criminology of the consumption of
drugs, contributions that this section of criminological knowledge, can contribute to criminal
law, for better treatment. Given to criminal law, is a systematized knowledge, which at the same
time can have ranges from many angles, i.e., can be treated from social sciences, and can spot
with greater light the issue of drug use, and treat of answer what are the consequences of the
drug users in relation to the crime of illicit drug trafficking?, from there we can notice essentially
two consumer behavior of drugs that can turn it into a potential criminal: acute drug intoxication
and withdrawal that it can cause. These two behaviors, among others, that we will detail
accurately in this article in research. We will also do an analysis to the statistics of institutions as
the public prosecutor's Office, and as this crime has evolved over the years. Or failing that,
generate the legislator criminological aspects that should be considered for the enactment of
laws.
Palabras clave
Drogas, delito, síndrome de abstinencia, intoxicación, Criminología, delincuente
Key Words
Drugs, crime, withdrawal, intoxication, Criminology, criminal
Sumario
Introducción. 1. Aspectos generales. 1.1. La Criminología y el Derecho penal. 1.2. Marco
histórico del consumo de drogas. 1.3. La criminología de la drogadicción y el Derecho penal.
2. 2. Aspectos legales y criminológicos del consumo de drogas 2.1. Intoxicación aguda por
drogas2.2. Síndrome de abstinencia 3. Estadísticas en el Perú del delito de Tráfico Ilícito de
Drogas. Conclusiones. Bibliografía.
Introducción
La Criminología de la drogadicción ha desencadenado diversos aportes, que debe tener en
cuenta el legislador, así como los Jueces y Fiscales para una mayor comprensión del
fenómeno criminal, donde no solo debemos tener en cuenta a los delincuentes, sino a los
consumidores, los mismos que deben ser atendidos a la luz de elaborar adecuadas políticas
criminales, acortes para una mejor prevención, así como su consumo, que desencadena
diversos delitos, como el robo hasta llegar a los homicidios, todo porque el consumidor
necesita de la sustancia para poder llegar al éxtasis.
1. Aspectos generales
1.1. La Criminología y el Derecho penal
Es necesario establecer los límites entre estos dos conocimientos, para tener una claridad del
cómo abordar la investigación, al mismo tiempo, poder reconocer que el Derecho penal en tanto
conocimiento no puede encaminarse solo, de allí que necesite el apoyo de otras ciencias, tales
como la Psicología hasta el aporte de las neurociencias. En el caso de la Criminología debemos
tener claro que el objeto de su estudio está centrado en el fenómeno delincuencial o criminal o
con mayor abundancia señala el profesor Villavicencio (2017): “estudiar el proceso de la
criminalización y a la realidad de las conductas socialmente dañosas y las situaciones conflictivas
y problemáticas” (p. 38). Efectivamente la expresión de la criminalidad, posee diversas
clasificaciones que poseen diversas causas, que la sociedad debe poseer una estrategia para su
control o disminución. El punto de convergencia continua explicando Villavicencio está en“…la
relación de la Criminología con el Derecho penal depende necesariamente de la cooperación que
existe entre ambas: la Criminología como disciplina examina y explica los hechos, en tanto que
el Derecho penal es una ciencia que elabora normas jurídicas”. (p. 41)
Sobre las implicancias de la Criminología y su campo de estudio, así como las vinculaciones con
el Derecho penal, pronuncia el profesor de Friburgo, Hans Heinrich Jescheck (1981):
“La Criminología se ocupa de la personalidad del delincuente, de su desarrollo, de
sus características físicas y psíquicas y de sus posibilidades de educación, así como
de las formas de aparición del delito, de sus causas, de su significación tanto para la
sociedad como para la vida del individuo y, finalmente, de la forma de incidencia
de los medios de reacción juridicopenales, sin que, sin embargo, quede vinculada al
concepto de hecho punible en el sentido jurídico”. (p.62)
Por ello, es importante reconocer la personalidad que desarrollo el delincuente que comete el
delito de tráfico ilícito de drogas, que para nuestro caso, partimos por medio de la Criminología,
a partir del consumidor de drogas, también que rasgos lo caracterizan, lo que conlleva a la
importancia de su forma de socialización, y el cómo lo sanciona los medios del control social
formal, que es el sistema penal, pero sin los aportes conceptuales, donde la Criminología, a
través de sus recursos tomados de las ciencias naturales y sociales, aporta medularmente a la
comprensión del presente delito.
1.1. Marco histórico del consumo de drogas
Poseer un marco histórico referencial del fenómeno de consumo de drogas es de vital
importancia en esta investigación al poder otorgar un marco de causas y consecuencia de lo que
impulsa a los miembros de diversas civilizaciones que han conllevado a su consumo, de este
modo, propedéuticamente estima el profesor Prado Saldarriaga:

“No se conoce con precisión desde cuándo el hombre ha hecho uso de drogas. Por
consiguiente, también se ignora cuando han podido aparecer las primeras formas
de fármaco dependencia. Sin embargo, los datos existentes parecen indicar que en
sus antecedentes más remotos el consumo de drogas no ocasionó los conflictos
sociales que genera hoy en nuestra sociedad” (p. 4)

El consumo de drogas, y precisando el concepto de droga, que no solo abarcaba al consumo de


canabis o similares, sino también el alcohol, que genera un efecto alucinógeno en la persona,
pero en algunos casos el consumo de droga no solo se realiza por el mero placer personal, sino
también con fines religiosos, por ello Prado Saldarriaga sigue de esta forma:

“Según diversas fuentes históricas el hombre de la Edad Antigua era un asiduo


consumidor de sustancias de efectos similares a los de las drogas hoy conocidas.
Para su concepción mágico-religiosa del hábitat natural que lo rodeaba y que
comenzaba a conocer, el uso de drogas alucinógenas o psicoactivas resultó ser un
instrumento adecuado para el preludio o epílogo de sus rituales festivos o de culto.
No obstante, también las propiedades estimulantes de algunas sustancias le
sirvieron en esta época de vía de escape o de asimilación de los fracasos y desastres
de origen bélico”. (p.5).

De allí que, un aporte claro que el consumo de drogas, estaba estrechamente vinculado, por no
decirlo a manera de un binomio, con los controles sociales de la época, que debiéramos tomar
en cuenta, quizás como un medio alternativo para el control de su consumo. Continua Prado
sosteniendo que: “Sin embargo, es de anotar que todas estas formas de consumo se encontraban
sometidas a rígidos y efectivos controles sociales, los cuales impedían que las drogas fuesen
objeto de abuso”

Ya para el caso Peruano dentro de los albores de las primeras civilizaciones se tiene que:
“Por nuestra parte, podemos señalar que en Norte occidental y oriental del Perú
perviven también este tipo de consumos. Así, encontramos el uso del San Pedro
(Trichocerus Pachanol), que es una especie de cactus con propiedades similares al
peyote mexicano; o de la Ayahuasca (Genua Banisteria), Ambas especies
alucinógenas, son utilizadas y consumidas en las llamadas "mesas", que son
sesiones de curanderismo y clarividencia”. (Prado, p. 6)

“Un fenómeno similar ocurrió durante los siglos XIX y XX con el opio, la coca y
la cannabis. Para muchos es en este proceso de aculturación de las sustancias y de
sus consumos donde se encuentra el origen real e histórico del problema actual de
la droga. Por tanto, partiendo de esta hipótesis explicativa, no sería del todo
sorprendente constatar que con el devenir de los años aquéllas sustancias como el
San Pedro y el Ayahuasca en su nuevo contexto "occidental" sean el inicio de
innovadas formas de fármaco dependencia y tráfico ilícito” (Prado, p. 7)

Con suma prudencia acota Prado Saldarriaga que con respecto a la comprensión de su
evolución, el problema tratado tiene otras aristas que también deben ser asumidas por el
legislador:

“También se evalúan en este periodo sus implicancias conductuales; su repercusión


económica y política; así como su potencial criminógeno. Se puede afirmar,
entonces, que las tres últimas décadas del siglo pasado constituyeron el apogeo
científico de las investigaciones sobre el consumo indebido de drogas. Lo
lamentable es que todos estos esfuerzos científicos fueron siempre aislados o
parciales, lo cual restó importancia y objetividad a sus resultados, a la vez que generó
pocas posibilidades aplicativas a sus recomendaciones”. (p. 8)

Finalmente, el profesor García-Pablos(1986), nos brinda la siguiente idea no solo aplicada para
el caso español, sino también para un mejor tratamiento del problema del consumo de drogas:

…a pesar de la abundante literatura al respecto, sobre la incidencia real de la droga


en la sociedad española sabemos probablemente menos de lo que creemos, y, desde
luego, mucho menos de lo que debiéramos saber para poner en marcha una política
criminal global, coordinada y efectiva a la altura de los tiempos. (p. 360)

1.2. La criminología de la drogadicción y el Derecho penal


Las relaciones que existe entre el Derecho penal y la Criminología nos menciona Hassemer y
Muñoz Conde (1999) de la siguiente forma:
La conducta criminal como objeto del Derecho penal es tanto un fenómeno social
(criminalidad) como uno individual (delito), para cuya descripción y explicación son
competentes tanto las ciencias sociales como las humanas. La distinción entre
criminalidad y delito puede indicar que la criminalidad estadísticamente es la suma
de todos los delitos, pero también que en su génesis es algo diferente: que en el
origen y evolución de la criminalidad inciden más factores e incluso distintos
(históricos, culturales, sociológicos, económicos, etc.) que en el delito entendido
como conducta individual. (p. 27)
De allí que la Criminología es una ciencia que utiliza los conocimiento de otras de las Ciencias
Sociales, el delito entendido como un concepto amplio y al mismo tiempo se enlaza en la esfera
de los conocimiento jurídicos. Por tal motivo, el fenómeno del consumo de drogas, y sus
consecuencias que desencadenan dentro de la vida de los consumidores está en relación las
herramientas de la Criminología, del consumidor que posteriormente se convierte en
delincuente.
Uno de los estudios sobre la criminología de la drogadicción lo elabora el profesor Alessadro
Barata, el cual lo enfoca desde el punto de vista sociológico y su comprensión con respecto al
sistema penal:
El sistema de las drogas constituye, en mi criterio, un ejemplo significativo de
subsistema cerrado. Este se caracteriza porque los actores se condicionan
recíprocamente en su actitud positiva respecto del statu quo de la política de las
drogas. A este condicionamiento positivo se sustrae únicamente un grupo de
actores: el que está constituido por los drogadictos. La presencia de un grupo único
"desviado", en este caso los drogadictos (desviado en relación con el sentido de la
realidad aceptada por los demás) refuerza el sistema cerrado, aumentando su
capacidad de autorreproducción (p. 116)
2. Aspectos legales y criminológicos del consumo de drogas
2.1. Intoxicación aguda por drogas
Como hemos señalado en líneas anteriores, el consumo de drogas y el delito están muy
entrelazados, por ello una persona que padece de una intoxicación aguda, puede ser un
potencial delincuente, en el sentido que bajo esas condiciones puede desencadenar un aspecto
violento del intoxicado, el mismo que atiende a que se perturbe la vida en común.
Solís Espinoza (2004), con respecto a la intoxicación aguda por droga menciona que:
El consumidor, cuando se halla bajo la influencia de la droga, en estado de
intoxicación aguda, que tiene sus características propias según el tipo de
sustancia, puede tener reacciones muy diversas durante el periodo variable,
algunas de las cuales pueden favorecer o inducir a la comisión de una infracción
penal. (p. 599)
De esta manera, el profesor sanmarquino de criminología hace hincapié, que las reacciones
del consumidor están en relación al tipo de sustancia que ha consumido, y esta reacción que
al mismo tiempo están en función del periodo que pueda durar en su organismo, el
desencadenante de una conducta delictiva. De allí que, el mismo doctor Solís Espinoza,
clasifique esta perturbación en su conducta, de acuerdo a dos tipos de sustancias, siendo la
primera los alucinógenos, como el LSD, sustancia que puede producir alucinaciones en el
consumidor, alucinaciones que pueden desencadenar en un desenlace fatal en el tránsito, en
el intento de querer parar algún vehículo. El segundo, son los estimulantes, sustancias tóxicas,
que una vez consumidas pueden provocar conductas agresivas y violentas, que pueden llegar
desde lesiones graves hasta homicidios.
2.2. Síndrome de abstinencia
Continúa Solis Espinoza (2004) sobre el presente síndrome de la siguiente manera:
La necesidad urgente es la droga, en el fenómeno del síndrome de abstinencia,
condiciona en muchos casos que el adicto llegue a cometer determinados actos
delictivos u otras desviaciones, con el propósito de conseguir la sustancia, para
que con ingestión pueda salir del sufrimiento que padece por dicho síndrome
de abstinencia… (p. 601)
De lo anteriormente dicho, podemos determinar que este síndrome también desencadena
delito de robo con violencia u homicidios, para lo que la persona pueda alcanzar lo que
necesita para poder llegar al éxtasis, con las sustancias como barbitúrico y los bromuros.
3. Estadísticas en el Perú del delito de Tráfico Ilícito de Drogas
La comprensión del fenómeno criminal del Tráfico Ilícito de Drogas, se ha vuelto una
tarea constante dentro de nuestros operadores jurídicos, desde los Jueces hasta los
Fiscales, debemos tener en cuenta, que este delito afecta a la vida, uno de los bienes
jurídicos que debe ser salvaguardado por el Derecho penal, asimismo, como la salud.
Y sus aspectos a los cuales este delito puede alcanzar van desde el medio ambiente,
hasta la economía.
Como anteriormente se ha venido diciendo los nexos entre el consumo, el cual no solo
afecta a la persona, sino también problemas de índole social, como la delincuencia, la
prostitución, corrupción, etc. Es por eso, que el Ministerio Público, a puesto mucha
atención en este delito, veamos el Anuario Estadístico de esta institución durante el
2013, para tener una idea de los porcentajes que se vienen presentando en nuestro país.
“Estas Fiscalías Especializadas en Tráfico Ilícito de Drogas realizan una serie de
operativos a nivel nacional conjuntamente con la Sección Antinarcóticos de la
Embajada de los Estados Unidos de Norteamérica (NAS) y la Dirección
Nacional contra las Drogas (DINANDRO) de la Policía Nacional.
Las fiscalías provinciales penales y mixtas a nivel nacional durante el 2013,
pudieron registrar 11,569 casos relacionados con tráfico ilícito de drogas, de las
cuales al TID atenuado le corresponde un 34.4% (3,978), la micro
comercialización 31.1% (3,599), promueve, favorece o facilita 15.6% (1,803),
consumo personal 6.0% (691) y otros tipos 12.9% (1,498).
En este año 2013 se lograron realizar: 9,633 operativos habiendo disminuido el
37.7% (5,825) con respecto al 2012 y hubo 3,302 intervenciones de los cuales se
observó también una disminución en comparación al año anterior de 60.55%
(5068), de la misma forma se hallaron 57,189 personas intervenidas,
incrementándose a comparación del año anterior en 35.14% (14,872), con
respecto a las personas detenidas el 2013 se registró 2,067 detenidos y en
comparación con el año anterior se ha disminuido en 6.90% (151).
Entre otros se pudieron incautar 276 vehículos, 1,779 equipos de comunicación,
12 inmuebles, 361,569 nuevos soles, 1, 350,862 dólares americanos y 133,493
euros.
En cuanto a los insumos y derivados, se logró incautar 10,891 kilogramos de
pasta 29.78% (4,620), 9,558 kilogramos de clorhidrato de cocaína y en
comparación con el año anterior se disminuyó en 1.35% (135).
Y entre otras drogas incautadas tenemos 80 kilogramos de opio/látex y 1,022
galones de droga líquida; se erradicó y neutralizó en hojas de coca 448 hectáreas,
4,616 plantones y 5,740 kilogramos de hojas de coca, en amapola 403,055
plantones y 0.3 kilogramos de semilla de amapola, en marihuana 2,725
hectáreas, 2, 256,097 plantones y 10,031 kilos de semilla.
Asimismo, en cuanto a las salidas atendidas; como son el Principio de
oportunidad y la terminación anticipada en este periodo se atendieron 227 casos”
Conclusiones
 El aporte de la Criminología de las drogas al Derecho penal, repercute intensamente
para su mejor tratamiento, pena y prevención, ya que a partir de las herramientas de
las ciencias naturales y sociales con la que desenvuelve con mayor facilidad la
Criminología otorga un mejor alcance para el legislador y en una más justa dación de
leyes.
 El consumo de drogas tiene dos momentos de importancia, el alto grado de
intoxicación y la abstinencia, en el primero, el consumidor desencadena conducta que
pueden conducir a otros comportamientos criminales agresivos y el segundo posee
las mismas consecuencias que el anterior, sin embargo, las causas que atiende son
diferentes en la medida que el consumidor se vuelve violento en tanto pretender
obtener la droga para la continuación de su vicio.
 A nivel estadístico, el Ministerio Público nos ofrece un alto índice de este delito, el
cual es muy considerable para su tratamiento, que al mismo tiempo mueve una cifra
alta de dinero en las esferas que vienen promoviendo el tráfico de drogas, y los medios
de salida como el principio de oportunidad o la terminación anticipada, mecanismos
alternativos que son una salida, pero al parecer no la solución al meollo del problema.
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