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Los inhalantes son sustancias volátiles que se inhalan para producir efectos psicoactivos,

es decir, alterar la mente y la conciencia. Muchas otras sustancias de abuso se pueden


inhalar (como la heroína mezclada con cocaína) pero, el término “inhalantes” se utiliza
para describir aquellas sustancias que rara vez o nunca se consumen por una vía
diferente. Suelen ser producto de uso común, diseñados y fabricados con otros fines y con
una gran accesibilidad para sus consumidores. Por ello, en muchos contextos no son
considerados “drogas”, ya que los productos no fueron creados con la intención de usarse
para obtener un efecto psicoactivo. Sin embargo, el problema de esas sustancias en la
actualidad es que los niños y los adolescentes los pueden obtener fácilmente y estos
colectivos son quienes tienen mayor probabilidad de sufrir las consecuencias
exageradamente tóxicas de estas conductas.
Por lo general, los inhalantes se dividen en las siguientes CATEGORÍAS:
Disolventes volátiles:
líquidos que se vaporizan a temperatura ambiente, como los disolventes de pinturas, los
quitagrasas, los líquidos para lavado en seco, la gasolina y los líquidos para los
encendedores. También entran en esta categoría los líquidos correctores y los
pegamentos.
Aerosoles: propulsores y disolventes, sobre todo: pinturas pulverizadas, productos para el
cabello, desodorantes, protectores de telas, productos para la limpieza.
Gases:
se encuentran en productos caseros o comerciales (butano, propano) y también se usan
como anestésicos médicos (éter, cloroformo, óxido nitroso…)
Nitritos: se utilizan principalmente para intensificar el placer sexual.
Estos productos contienen una gran variedad de sustancias químicas, como tolueno
(pinturas pulverizadas, cemento de contacto, gasolina), hidrocarburos clorados (químicos
para el lavado en seco, líquidos de corrección), hexano (pegamentos, gasolina), benceno
(gasolina), cloruro de metileno (removedores de barnices, diluyentes de pintura), butano
(gas para uso doméstico), y oxido nitroso.
De todas estas sustancias, en España las más antiguas son el éter y el óxido nitroso (“gas
de la risa”), también el nitrito de amilo o “popper”, muy utilizado en ambientes
homosexuales para incrementar el placer sexual.
Actualmente el problema principal está en el aumento del uso de los disolventes y
aerosoles, especialmente en población adolescente. De hecho, las edades de inicio son
uno de los principales problemas de esta conducta adictiva: su inicio se da en fases muy
tempranas, en algunos casos hablamos de usuarios de inhalantes de entre 12-15 años,
con lo que las consecuencias en personas que se encuentran en edad de crecimiento son
muy graves:
“Los efectos de los inhalantes son parecidos a los del alcohol e incluyen dificultad para
hablar, euforia, mareo y falta de coordinación. Las personas que abusan de los inhalantes
también pueden sentirse aturdidas, tener alucinaciones y delirio. Con el uso repetido de los
inhalantes, muchos usuarios se sienten menos cohibidos y con menos control. Otros se
sienten somnolientos por varias horas o tienen un dolor de cabeza persistente. Las
sustancias químicas que se encuentran en los diferentes tipos de productos que se inhalan
pueden producir una variedad de efectos, como confusión, náuseas o vómito.
Al desplazar el aire de los pulmones, los inhalantes le quitan oxígeno al organismo, lo que
se conoce como hipoxia. La hipoxia puede lesionar las células corporales, siendo las
células del cerebro especialmente vulnerables. Los síntomas de hipoxia cerebral varían de
acuerdo a la región del cerebro afectada. Por ejemplo, el hipocampo ayuda a controlar la
memoria, por lo que la persona que usa inhalantes repetidamente puede perder la
habilidad de aprender cosas nuevas o puede tener dificultad de llevar a cabo una
conversación sencilla.
El uso a largo plazo de inhalantes puede descomponer la mielina, el tejido graso que forma
la envoltura protectora de algunas fibras nerviosas. La mielina ayuda a estas fibras
nerviosas a transportar sus mensajes con rapidez y eficacia. Al dañarse la mielina se
pueden presentar espasmos musculares y temblores, incluso puede haber dificultad
permanente para realizar actividades básicas como caminar, agacharse y hablar.”
Su uso se realiza aspirando por la nariz y/o la boca, ya sea utilizando un trapo, una bolsa o
directamente el aerosol. Su efecto euforizante dura unos pocos minutos, por lo que
muchos consumidores intentan prolongar ese efecto inhalando de manera repetida durante
horas.
Como motivo de su uso se encuentra la anteriormente mencionada accesibilidad, su bajo
precio, en muchas ocasiones la curiosidad del adolescente, la presión de grupo, la
búsqueda y euforia de manera inmediata.
Según el DSM-IV, LOS CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE F18.00
INTOXICACIÓN POR INHALANTES (292.89) SON:
A. Consumo reciente intencionado o breve exposición a dosis altas de inhalantes volátiles
(excluyendo los gases anestésicos y los vasodilatadores de acción corta).
B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos
(beligerancia, violencia, apatía, deterioro del juicio, deterioro de las actividades social o
laboral) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo o exposición a
inhalantes volátiles.
C. Dos (o más) de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del
consumo o exposición a inhalantes:
1. mareo
2. nistagmo
3. incoordinación
4. lenguaje farfullante
5. marcha inestable
6. letargía
7. disminución de los reflejos
8. retraso psicomotor
9. temblores
10. debilidad muscular generalizada
11. visión borrosa o diplopía
12. estupor o coma
13. euforia
D. Estos síntomas no son debidos a enfermedad médica ni se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental. “
Los trastornos o alteraciones psicológicas inducidas por inhalantes son:
 Intoxicación por inhalantes
 Delirium por intoxicación por inhalante
 Demencia persistente inducida por inhalantes
 Trastorno psicótico inducido por inhalantes: con ideas delirantes y/o con
alucinaciones, trastorno del estado de ánimo inducido por inhalantes,trastorno de
ansiedad inducido por inhalantes y el trastorno relacionado con inhalantes no
especificado.
Los daños asociados a su consumo son diversos: nauseas, vómitos, pérdida de apetito,
alteraciones renales y/o hepáticas, bronquitis, edema pulmonar, conjuntivitis, aparición de
alucinaciones visuales, irritabilidad, disminución de la concentración, deterioro del
rendimiento escolar, absentismo escolar…
EFECTOS MORTALES
La aspiración de cantidades altamente concentradas de las sustancias químicas que se
encuentran en los disolventes o aerosoles puede provocar insuficiencia cardiaca y muerte
a los pocos minutos de una sesión de inhalación. Este síndrome, conocido como “muerte
súbita por inhalación”, puede resultar de una sola sesión de uso de inhalantes por parte de
un joven en condiciones saludables. La muerte súbita por inhalación está asociada
particularmente con el abuso de butano, propano y las sustancias químicas en los
aerosoles.
Las concentraciones altas de inhalantes también pueden provocar la muerte por asfixia al
desplazar el oxígeno de los pulmones, ya que puede causar pérdida de conciencia y paro
respiratorio. La inhalación deliberada usando una bolsa de plástico o de papel, o en un
área cerrada, aumenta enormemente la posibilidad de asfixia. Aún cuando se empleen los
aerosoles y los productos volátiles en usos legítimos (por ejemplo, para pintar o limpiar), es
aconsejable que se haga en un cuarto bien ventilado o al aire libre.
EFECTOS DAÑINOS E IRREVERSIBLES:
 Pérdida de la audición: pinturas pulverizadas, pegamentos, removedores de cera,
líquidos de lavado en seco y líquidos de corrección.
 Neuropatías periféricas que se pueden manifestar como espasmos en las
extremidades: pegamentos, gasolina, dispensadores de crema batida en aerosol y
cilindros de gas.
 Daño al sistema nervioso central, incluyendo al cerebro: pinturas pulverizadas,
pegamentos y removedores de cera.
 Daño a la médula ósea: gasolina.
EFECTOS GRAVES PERO POSIBLEMENTE REVERSIBLES:
 Daño al hígado y a los riñones: líquidos de corrección y de lavado en seco.
 Agotamiento del oxígeno en la sangre: removedores de barnices y diluyentes de
pintura.”

La inhalación de vapores de productos químicos como


incienso, aceites, resinas, especias y perfumes para alterar la
consciencia o como parte de ceremonias religiosas, data de
los tiempos antiguos en Egipto, Babilonia (hoy en día Irak),
India y China.
De acuerdo a algunos investigadores, inhalar vapores de
gases para alterar el estado de consciencia de una persona
fue practicado por las sacerdotisas en el Oráculo de Delfos1en
la antigua Grecia.
A principios del siglo XIX, el óxido nitroso, el éter y el
cloroformo eran los anestésicos usados normalmente como
intoxicantes.

El óxido nitroso se consideraba como un sustituto barato del


alcohol y lo popularizó el científico británico Sir Humphry
Davy. Él celebraba fiestas de óxido nitroso y acuñó la
expresión “gas de la risa” en 1799. Al observar el efecto
anestésico, Davy propuso que se podía usar el gas para
operaciones, aunque esto no se intentó hasta medio siglo más
tarde.
El uso de anestésicos para propósitos recreativos continuó a
lo largo del siglo XIX en Europa y Estados Unidos.
El éter se usó como droga recreativa durante la Época de la
Prohibición (la Ley Seca en Estados Unidos) en la década de
1920, cuando en este país se ilegalizó el alcohol.
En la década de 1940 se popularizó el uso de solventes para
propósitos recreativos, especialmente la gasolina.
El consumo de inhalantes en Estados Unidos aumentó en la
década de 1950 y ahora ha aumentado entre los
adolescentes.
Para la década de 1960, la práctica de inhalar solventes se
había extendido a una amplia gama de productos
comerciales, incluyendo disolventes de pintura y laca,
quitaesmaltes de uñas, abrillantadores de zapatos, líquido
para encendedores, pintura en aerosol y otros.

En años más recientes, inhalar pegamento y gas se ha


convertido en un problema generalizado entre los niños sin
hogar en el sur de Asia, México, Europa del Este, Kenia y
otras áreas del mundo. Los niños sin hogar usan estos
inhalantes para mitigar el dolor del hambre, el frío y la
desesperación.
Inhalar gases y pintura en aerosol es también común en
regiones remotas de Canadá, Estados Unidos, Australia,
Nueva Zelanda y algunas islas del Pacífico.

Las personas que abusan de inhalantes están buscando


experimentar estos efectos:
Alucinaciones
Euforia
Pérdida de las inhibiciones
Emoción
Regocijo
Sensaciones en la cabeza

Hay muchos efectos no deseados:

Dificultad en el habla
Mareo
Opresión en el pecho
Sangre por la nariz
Convulsiones
Delirios
Confusión
Náusea
Vómitos
Visión doble
Llagas en la cara
Depresión
Pensamientos suicidas
Desmayos
Coma

Después de un uso prolongado, la persona puede experimentar


estos efectos adversos:

Cansancio
Pérdida de peso
Pérdida de la memoria
Palidez
Hostilidad
Pérdida de la audición
Pérdida del sentido del olfato
Irritabilidad
Inestabilidad
Sed
Degeneración del cerebro
Sensación de victimización
Latido irregular del corazón
Daño cardíaco
Adicción
Progresión al uso de otras sustancias adictivas

Los efectos que el consumidor considera deseables pueden durar sólo


unos minutos, lo que lleva a la persona a inhalar sustancias
repetidamente.

El uso a largo plazo puede dañar el recubrimiento de los nervios.


Cuando esto sucede, la persona puede sufrir de espasmos
musculares o temblores. El daño cerebral que el consumidor de largo
plazo puede sufrir es que hace difícil que aprenda cosas nuevas o que
tenga conversaciones sencillas. La resolución de problemas y la
memoria pueden verse afectadas o la persona sólo se puede mover
lentamente. Los productos químicos en los inhalantes también pueden
dañar el corazón o el hígado, o dar lugar a un tipo de anemia.

Los tipos de inhalantes que pueden causar pérdida de la audición


incluyen tolueno en la pintura de aerosol, pegamento o esmalte de
uñas; el tricloroetileno en el líquido de limpieza o en el corrector
líquido; u óxido nitroso en los dispensadores de crema batida.

Muchos de estos tipos de daño físico son permanentes.

Otro de los efectos del abuso de los inhalantes es la adicción. Aun


sabiendo la persona que está haciéndose daño y poniendo en peligro
su vida continuará abusando de ellos, si esta adicta. La adicción a los
inhalantes es tratable, al igual que la adicción a las drogas o al
alcohol.

Trastornos relacionados con inhalantes

Trastornos por consumo de inhalantes


F18.2x Dependencia de inhalantes (304.60)
F18.1 Abuso de inhalantes (305.90)
Trastornos inducidos por inhalantes
F18.00 Intoxicación por inhalantes (292.89)
F18.03 Delirium por intoxicación por inhalantes (292.81)
F18.73 Demencia persistente inducida por inhalantes (292.82)
F18.51 Trastorno psicótico inducido por inhalantes: con ideas delirantes (292.11)
F18.52 Trastorno psicótico inducido por inhalantes: con alucinaciones (292.12)
F18.8 Trastorno del estado de ánimo inducido por inhalantes (292.84)
F18.8 Trastorno de ansiedad inducido por inhalantes (292.89)
F18.9 Trastorno relacionado con inhalantes no especificado (292.9)

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