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Unidad V Consulta en el texto básico de la asignatura, recursos colgados en

plataforma y otras fuentes bibliográficas. Luego realice las siguientes


actividades:

1- Elabore un mapa conceptual en el que sintetice los aportes de los


pioneros de la psicología y sus principales aportes.
2- Identificación de los pioneros de la psicología en Estados Unidos: La
psicología estadounidense en el siglo XlX psicológicas y aportes e influencias
que incidieron en la psicología moderna.

Benjamín Rush (1746-1813), médico, patriota firmante de la Declaración de


Independencia, nació en Philadelphia y fue educado en el College of New Jersey
(hoy Princeton University). Desde 1766 hasta 1768 estudió medicina con
William Cullen en Edinburgh, donde asistió a la facultad de psicología de Reid.
Al volver a las colonias en 1769, se hizo cargo de una plaza de profesor en el
College of Philadelphia (más tarde University of Pennsylvania). Como médico,
es más conocido por sus innovaciones teóricas y terapéuticas en psiquiatría; pero
bajo la influencia de la tradición escocesa y el asociacionismo psicológico de
Hartley, también elaboró y enseñó su propia versión de la psicología fisiológica
para varias generaciones de estudiantes americanos (para un relato
autobiográfico, ver Rush, 1948).

El 27 de febrero de 1786, a instancias de Benjamín Franklin, Rush impartió el


discurso anual de la Asociación Filosófica Americana, publicado como An
Enquiry into the Influence of Physical Causes upon the Moral Faculty. Al definir
la facultad moral a la manera de los filósofos escoceses como "un poder en la
mente humana para distinguir y escoger entre lo bueno y lo malo" (pág. 1), Rush
hizo una aguda distinción entre acción moral y opinión moral o conciencia; y, en
una amplia serie de analogías de los poderes intelectuales, intentó demostrar que
las causas físicas tales como el tamaño del cerebro, la herencia, la enfermedad, la
fiebre, el clima, la dieta, la bebida y las medicinas entre otras pueden afectar al
ejercicio de la facultad moral. Aproximadamente 50 años antes de la
introducción del término "enfermedad moral" por Prichard (1835), Rush propuso
los términos "micronomia" y "anomia" para la acción parcial o debilitada y la
total ausencia de la facultad moral respectivamente, y sugirió que tales defectos
caen dentro del campo de acción del médico psicólogo.
Joseph Parrish (1779-1840), médico, nació en Philadelphia, estudió medicina con
Caspar Wistar y recibió el título de doctor en Medicina en la University of
Pennsylvania en 1805 con una Inaugural Dissertation on the Influence of the
Passions upon the Body. Este pequeño pero excepcional tratado fue mucho más
allá de las nociones psicosomáticas generales del periodo para clasificar las
pasiones en dos categorías sobre la base de sus efectos psicológicos y sus
posibilidades terapéuticas: las que aumentan la fuerza del corazón y las arterias y,
por consiguiente, actúan como estimulantes; y las que reducen la actividad del
cuerpo, produciendo un efecto sedante. Usadas apropiadamente y en una dosis
adaptada a la fortaleza del paciente, afirmaba Parrish, las pasiones pueden ser
empleadas eficazmente como remedios mentales.

Joseph Buchanan (1785-1829), médico, educador, inventor, jurista y periodista,


nació en Washington County, Virginia, se trasladó a Tennessee en 1795 y a
Kentucky en 1804. Su educación formal consistió en 14 meses de escuela
elemental y secundaria y un año en la Transylvania University donde no obstante
consiguió el título de bachiller basado en su personal programa de estudios. En
Transylvania, fue introducido en la obra de Erasmus Darwin, Hume, Locke, y
Hartley por el Dr. Samuel Brown, con el que estudió medicina (ver Adams y
Hoberman, 1969, para una breve narración de la vida y la obra de Buchanan).

Thomas Cogswell Upham (1799-1872), filósofo y educador, nació en Deerfield,


New Hampshire, y se educó en el Dartmouth College y en el Andover
Theological Seminary. En 1824, tres años después de graduarse en Andover,
Upham fue nombrado profesor de filosofía mental y moral en el Bowdoin
College, donde permaneció hasta su jubilación en 1867. El producto de las
lecciones de Upham en Bowdoin está contenidos en los Elements of Intelectual
Philosophy48, un texto que, en sus numerosas encarnaciones y ediciones, dominó
la escena americana durante cincuenta años.

Hasta el siglo XIX la psicología no era una disciplina formal. Por supuesto, la
mayoría de los grandes pensadores de la historia, desde Aristóteles a Zaratustra,
se planteaban cuestiones que en la actualidad serían consideradas psicológicas.
Querían conocer cómo se recoge la información a través de los sentidos, cómo se
emplea para resolver problemas y cómo nos hace actuar de manera noble o
cobarde; se preguntaban sobre el carácter lábil de las emociones y si es posible
controlarlas o son ellas las que nos gobiernan; al igual que los psicólogos
actuales, querían describir, predecir, comprender y modificar el comportamiento
con el fin de contribuir al conocimiento y aumentar la felicidad humana. Pero a
diferencia de los psicólogos actuales, los pensadores del pasado no solían basarse
en la evidencia empírica y muchas de sus observaciones estaban basadas en
anécdotas o descripciones de casos individuales. Esto no quiere decir que los
predecesores de la psicología moderna estuvieran siempre equivocados, sino que
muy al contrario muchas de sus intuiciones y observaciones se confirmaron
posteriormente. El médico griego Hipócrates (460-377 a. C.), padre de la
medicina moderna, observando pacientes con lesiones en la cabeza llegó a la
conclusión de que el cerebro tenía que ser la fuente última de «placeres, alegrías,
risas y bromas, así como de penas, dolores, tristezas y lágrimas». y de hecho así
es. Durante el siglo I a. C., los filósofos estoicos observaron que las personas no
se entristecen, se enfadan o se ponen nerviosas por los acontecimientos reales
sino por las interpretaciones que hacen de esos acontecimientos. y así es. En el
siglo XVII, el filósofo inglés John Locke (1643-1704) argumentó que la mente
funciona mediante la asociación de ideas que surgen de la experiencia, una
propuesta que sigue influyendo hoy en muchos psicólogos.

El nacimiento de la psicología moderna

A la vez que la frenología alcanzaba la cima de su popularidad, hombres y


mujeres en Europa y América, pioneros de la psicología, comenzaron a emplear
el método científico en la investigación psicológica. En 1879, Wilhelm Wundt
(1832-1920) estableció oficialmente el primer laboratorio psicológico en Leipzig,
Alemania. Wundt estudió Medicina y Filosofía y escribió sobre psicología,
fisiología, historia natural, ética y lógica, pero es especialmente admirado por los
psicólogos por haber sido el primero en anunciar en 1873 que iba a intentar hacer
de la psicología una ciencia y porque su laboratorio fue el primero que publicó
sus resultados en una revista científica. Aunque el laboratorio de Leipzig
comenzó siendo sólo unas cuantas habitaciones en un viejo edificio, rápidamente
se convirtió en el lugar al que tenía que acudir todo aquel que quisiera ser
psicólogo, por lo que muchos de los pioneros estadounidenses recibieron allí su
formación. Los investigadores del laboratorio de Wundt no estudiaban toda la
diversidad de temas que trata la psicología actual, sino que se concentraban en el
estudio de sensación, percepción, tiempos de reacción, imaginación y atención, y
evitaban el aprendizaje, la personalidad y la psicopatología. El método de
investigación preferido por Wundt era la introspección sistemática, en la que
sujetos voluntarios aprendían a observar, analizar y describir cuidadosamente sus
propias sensaciones, imágenes mentales y reacciones emocionales. Este
procedimiento no era sencillo y los sujetos tenían que realizar 10000
observaciones de práctica antes de poder participar en estudios reales. Una vez
entrenados, podían emplear hasta 20 minutos en describir las experiencias
vividas interior mente durante un experimento que había durado 1,5 segundos.
Aunque Wundt confiaba en que la introspección sistemática produjera resultados
fiables y verificables , la mayoría de los psicólogos la acabó rechazando por ser
demasiado subjetiva. No obstante Wundt cuenta con el reconocimiento de haber
iniciado el movimiento que hizo de la psicología una ciencia.

Tres psicologías pioneras

Durante las primeras décadas de existencia de la psicología como disciplina


formal, tres fueron las escuelas psicológicas más populares. Una desapareció
pronto, otra dejó de existir como escuela independiente pero siguió manteniendo
su influencia y la tercera sigue viva a pesar del apasionado debate que existe
sobre si pertenece o no al ámbito de la psicología científica.

Estructuralismo. Las ideas de Wundt, algo modificadas, fueron difundidas por


uno de sus alumnos, E. B. Titchener (1867-1927), con el nombre de
estructuralismo. Al igual que Wundt, los estructura listas querían descomponer
las sensaciones, imágenes y sentimientos en sus elementos básicos, de la misma
manera que la química describe el agua en términos de átomos de hidrógeno y
oxígeno. Por ejemplo, se pide a alguien que escuche el golpeteo de un
metrónomo y diga exactamente la que oye. La mayoría de los participantes
suelen decir que perciben un patrón (algo así como CLIC, clic, clic, CLIC, clic,
clic), , pese a que los golpes que produce el metrónomo son en realidad iguales.
En otros casos se les pedía que descompusieran los elementos del sentido del
gusto al morder una naranja (dulzor, acidez, humedad, etc.). Sin embargo, a pesar
del programa de investigación intensivo realizado, el estructuralismo fue
desapareciendo porque la explicación del pensamiento ha de ir más allá de
descubrir los elementos componentes de una sensación o imagen y sus
conexiones. Años después del abandono del estructuralismo, Wolfgang Kohler
(1959) y sus compañeros recordaban su experiencia como estudiantes: «Lo que
nos incomodaba era. ..la implicación de que la vida humana, aparentemente tan
llena de color, tan intensa y dinámica, no era más que un aburrimiento
tremendo». La confianza del estructuralismo en la introspección también
conllevó
problemas, ya que a pesar del entrenamiento exhaustivo de los participantes en
los experimentos, éstos no siempre daban informes congruentes. Si se les pedía
que imaginaran la que se les viniera a la mente al oír la palabra triángulo, la
mayoría decía crear la imagen visual de una forma con tres lados y tres ángulos,
pero uno podía decir que era una forma roja brillante con ángulos iguales y otro
que se trataba de una forma giratoria sin color y con un ángulo mayor que los
otros Iados. Algunos incluso decían poder pensar sin tener que formarse ninguna
imagen visual (Boring, 1953). De esta forma, era, por tanto, difícil conocer
cuáles son los atributos mentales básicos de un triángulo.
Funcionalismo. Otro de los primeros enfoques de la psicología científica, el
funcionalismo, ponía el énfasis en la función o en el propósito de la conducta
mas que en su análisis o descripción Uno de sus líderes fue el filósofo, médico y
psicólogo estadounidense WilliamJames (1842-1910) quien argumentaba que
buscar los elementos integrantes de la experiencia, como habían hecho Wundt y
Titchener, era una pérdida de tiempo porque el cerebro y la mente están en
permanente cambio. Las ideas estables, sobre los triángulos o cualquier otra cosa,
no son lo que se entrevé a la luz de «las candilejas de la conciencia». Intentar
captar la naturaleza de la mente a través de la introspección, escribió James
(1890/1950), es como «asir una peonza para coger su movimiento, o intentar
encender la luz tan rápidamente que podamos ver cómo es la oscuridad». Donde
los estructuralistas se preguntaban qué pasa cuando un organismo hace algo, los
funcionalistas se preguntaban cómo y por qué. Esta postura, en parte, estaba
inspirada por las teorías evolucionistas del naturalista británico Charles Darwin
(1809-1882). Darwin había defendido que la tarea de la Biología no era la mera
descripción, por ejemplo del plumaje del pavo real o las manchas pardas de los
lagartos, sino la de intentar comprender la contribución de estos atributos a la
supervivencia, por ejemplo porque sirvieran para atraer a la pareja o para
ocultarse a la vista de los enemigos. De igual forma, los funcionalistas querían
conocer cuál era la contribución de conductas específicas y procesos mentales a
la adaptación de personas o animales al medio, y por ello, se pusieron a buscar
las causas subyacentes y las consecuencias prácticas del comportamiento y los
procesos mentales. A diferencia de lo que les había sucedido a los
estructuralistas, los funcionalistas se sintieron libres para elegir entre varios
métodos y ampliaron el campo de la psicología al estudio de la infancia, los
animales, las experiencias religiosas y a lo que James denominó «el flujo de la
conciencia», metáfora que todavía se utiliza porque refleja muy bien la sensación
de que los pensamientos fluyen como la corriente de un río, a veces plácida, a
veces turbulenta. El funcionalismo, como el estructuralismo, tuvo una vida corta
como escuela psicológica porque carecía de una teoría precisa y de un programa
de investigación que consiguiera adhesiones. Además, abrazó el estudio de la
conciencia justo en el momento histórico en que este concepto iba a caer en
desgracia. Sin embargo, el énfasis del funcionalismo en las causas y
consecuencias de la conducta marcó el curso de la psicología científica.
Psicoanálisis. El siglo XIX también conoció el nacimiento y desarrollo de varias
terapias psicológicas. Por ejemplo, en Estados Unidos, el movimiento de la «cura
mental» fue inmensamente popular entre 1830 y 1900. Las «curas mentales» eran
intentos de corregir las «falsas ideas», que se decía que llevaban a la ansiedad,
depresión e infelicidad (Caplan, 1998; Moskowitz, 2001). La escuela de la Cura
mental es uno de los antecedentes de las terapias cognitivas actuales . Pero la
psicoterapia que tendría impacto mundial durante más de un siglo nació en Viena
(Austria). Mientras los investigadores europeos y americanos trabajaban en sus
laboratorios intentando hacer de la psicología una ciencia, un neurólogo
desconocido, Sigmund Freud (1856-1939), escuchaba en su consulta las
narraciones de los enfermos sobre su depresión, su nerviosismo o sus hábitos
obsesivos.. Freud llegó a la convicción de que muchos de los síntomas que
presentaban sus pacientes tenían causas mentales y no físicas. Su conclusión fue
que el malestar que padecían se debía a conflictos y traumas emocionales que se
habían producido durante la infancia y que eran demasiado dolorosos para ser
recordados conscientemente, tales como experimentar deseos sexuales hacia la
madre o el padre. Para Freud la conciencia no es más que la punta del iceberg.
Bajo la parte visible subyace la parte inconsciente de la mente que contiene
deseos no revelados, pasiones, secretos culpabilizadores, anhelos innombrables y
conflictos entre el deseo y el deber. Muchos de estos impulsos y pensamientos
son de carácter sexual o agresivo. No solemos ser conscientes de ellos en la
rutina cotidiana, pero se dejan entrever en los sueños, los actos los fallidos,
accidentes aparentes e incluso en los chistes. Freud (1905a) escribió: «No hay
mortal que pueda guardar un secreto. Si sus labios permanecen en silencio, sus
dedos hablan. Exuda traición por los poros». Las ideas de Freud no tuvieron un
éxito inmediato. De hecho, de su primer libro, La interpretación de los sueños
(1900/1953), sólo se vendieron 600 ejemplares durante los ocho años posteriores
a su publicación. Sin embargo, su propuesta fue tomando forma como teoría
general de la personalidad y método de psicoterapia hasta llegar a ser conocida
como psicoanálisis. La mayoría de los conceptos freudianos fueron y siguen
siendo rechazados por los psicólogos experimentales, pero han tenido y tienen
una influencia enorme sobre la filosofía, la literatura y el arte del siglo xx. El
nombre de Freud se ha convertido en algo tan cotidiano como el de Einstein. A
partir de estos comienzos en el marco de la filosofía, las ciencias naturales y la
medicina, la psicología se ha convertido en una disciplina compleja que incluye
diferentes especialidades, perspectivas y métodos. En la actualidad es una gran
familia numerosa que sigue creciendo; sus integrantes tienen abuelos comunes,
pero algunos primos se han aliado entre sí, en tanto que otros discuten
permanentemente o no se dirigen la palabra.

El presente de la psicología: conducta, cuerpo, mente y cultura


Si tuviera una vecina ruidosa, grosera y antipática y pidiera a un grupo de
psicólogos que explicara por qué esta persona es tan odiosa, le darían respuestas
diferentes dependiendo de su perspectiva teórica. Podrían hablar de aspectos
genéticos, de su actitud beligerante frente al mundo, de la educación recibida, del
entorno que favorece este tipo de temperamentos desabridos o de la influencia de
motivos inconscientes. Los psicólogos actuales ven la conducta humana a través
de distintas lentes.

Principales perspectivas psicológicas

Las cinco lentes que predominan en la psicología actual son las perspectivas
biológica, del aprendizaje, cognitiva, sociocultural y psicodinámica. Estos
enfoques asumen supuestos diferentes sobre la conducta humana, sobre el
funcionamiento de la mente y, lo que es más importante, difieren en la forma en
que explican por qué las personas se comportan como lo hacen.

1.La perspectiva biológica


Se centra en los efectos del cuerpo sobre la conducta, los sentimientos y los
pensamientos. Los impulsos eléctricos se disparan y recorren los intrincados
caminos del sistema nervioso. Las hormonas circulan por el torrente sanguíneo
ordenando a los órganos internos que aceleren o ralenticen su funcionamiento.
Las sustancias químicas fluyen por los espacios microscópicos entre las células
cerebrales. Los psicobiólogos están interesados en conocer cómo interactúa esta
actividad fisiológica con el ambiente exterior para producir percepciones,
recuerdos y conductas. Los investigadores de este campo estudian los efectos
biológicos sobre el aprendizaje y el rendimiento, la percepción de la realidad, la
experiencia de la emoción o la vulnerabilidad frente a los trastornos afectivos.
Estudian la interacción entre la mente y el cuerpo en la salud y en la enfermedad.
Investigan las contribuciones genéticas y de otros factores biológicos al
desarrollo de rasgos y destrezas. y en una nueva especialidad muy popular
desarrollada en este ámbito y que continúa la tradición funcionalista, la
psicología evolucionista, los investigadores estudian cómo el pasado evolutivo de
las especies puede contri- buir a explicar gran parte de nuestra conducta y de las
características psicológicas actuales. El mensaje del enfoque biológico es que no
podemos conocernos realmente a nosotros mismos si no conocemos nuestro
cuerpo.
Se interesa por los efectos del ambiente y la experiencia sobre la conducta de las
personas (y de los animales). Dentro de esta perspectiva, los conductistas centran
su atención en las recompensas y castigos ambientales que mantienen o eliminan
conductas concretas. No explican la conducta invocando la mente o estados
mentales, sino que prefieren limitarse a lo que se puede medir y observar
directamente: actos y acontecimientos que se producen en el entorno. Por su
parte, las teorías del aprendizaje social-cognitivo combinan elementos del
conductismo con investigación sobre pensamientos, valores, expectativas e
intenciones. Creen que las personas no sólo aprenden por adaptación de su
comportamiento al medio, sino también imitando a otros y pensando sobre los
acontecimientos que ocurren a su alrededor. La perspectiva del aprendizaje tiene
muchas aplicaciones prácticas. Los programas conductuales han ayudado a
mucha gente a librarse de hábitos poco saludables ya adquirir otros más
deseables; las técnicas socio-cognitivas de aprendizaje han ayudado a mejorar su
motivación ya aumentar su seguridad a muchas personas. Históricamente, la
investigación sobre el aprendizaje ha aportado algunos de los hallazgos más
firmes de la psicología y la insistencia conductista en la precisión y la objetividad
ha contribuido muy significativamente a su avance como ciencia.

Pone el énfasis sobre lo que ocurre en la mente de las personas, sobre cómo
razonamos, recordamos, comprendemos el lenguaje, solucionamos problemas,
interpretamos los acontecimientos y elaboramos creencias. El término
“cognitivo” procede del latín y significa “conocer”. Una de las contribuciones
más importantes de este enfoque ha sido demostrar cómo los pensamientos e
interpretaciones influyen sobre acciones, sentimientos y decisiones. Los
investigadores cognitivos no emplean el método estructuralista de
la introspección, sino que han desarrollado técnicas para inferir los procesos
mentales a partir de la conducta observable. Con ellas han podido abordar
fenómenos que antes eran sólo materia de especulación, tales como emociones,
motivaciones o el descubrimiento súbito de soluciones a los problemas. También
han diseñado programas de computador que simulan la realización de tareas
complejas del modo en que lo hacen los humanos, han desvelado el desarrollo de
la mente infantil y han identificado tipos de inteligencia que no evalúan las
pruebas convencionales. El enfoque cognitivo es uno de los más influyentes de la
psicología actual y ha provocado una auténtica explosión de la investigación
sobre el funcionamiento de la mente

Se centra en las influencias sociales y culturales que rodean a las personas. .Los
factores sociales y culturales moldean a todos los aspectos de la conducta, desde
cómo y cuándo besamos, hasta qué y dónde comemos. La mayoría de nosotros
subestimamos el papel de los demás, del contexto social y de las normas
culturales sobre lo que hacemos. Somos como peces que no saben que viven en
el agua, porque el agua es demasiado obvia en nuestras vidas. Los psicólogos
socioculturales estudian el agua, el ambiente cultural en el que “nadamos”
cotidianamente. Dentro de esta perspectiva, los psicólogos sociales se centran en
las normas y los roles sociales, los efectos del grupo sobre las actitudes y el
comportamiento, la obediencia a la autoridad, el efecto que tienen en nosotros
cónyuges, amantes, amigos, jefes, padres, madres y extraños. Los psicólogos
culturales examinan las normas y los valores culturales, tanto implícitos como
explícitos, su efecto sobre el desarrollo, el comportamiento y los sentimientos
individuales. Pueden estudiar también la influencia que ejerce la cultura sobre la
disposición a ayudar a extraños que,.se encuentran en apuros o en cómo
respondemos cuando nos enfadamos. Dado que los seres humanos somos
animales sociales profundamente influidos por distintos mundos culturales, la
perspectiva sociocultural ha hecho que la psicología sea una disciplina más
rigurosa y representativa del comportamiento de todos los seres humanos.

Se ocupa de la dinámica interior inconsciente de fuerzas internas, conflictos y


energía de los instintos. Esta perspectiva tiene su origen en la teoría
psicoanalítica de Freud, pero en la actualidad hay otros muchos enfoques
psicodinámicos. Los psicólogos psicodinámicos intentan ir más allá del
comportamiento superficial de una persona para encontrar sus raíces
inconscientes. De ahí que se contemplen a sí mismos como arqueólogos de la
mente. La psicología psicodinámica es a las otras perspectivas psicológicas como
el pulgar a los demás dedos, es uno de ellos pero al mismo tiempo está aparte de
ellos, porque difiere radicalmente en lenguaje, metodología y criterios sobre la
que se considera evidencia aceptable. Aunque algunos psicólogos científicos han
intentado abordar empíricamente los conceptos psicodinámicos, son muchos los
que piensan que éstos se enmarcan mejor en la filosofía o en la literatura, que en
la psicología académica. Es bastante infrecuente encontrar referencias al
psicoanálisis en las principales revistas científicas. Al margen de la psicología
empírica, sin embargo, son muchos los psicoterapeutas, novelistas y simples
curiosos que son atraídos por el énfasis que pone la teoría psicodinámica en
cuestiones tan importantes como las relaciones entre los sexos, el poder de la
sexualidad o el miedo universal a la muerte (Robbins, Gosling y Craik, 1999).
PSICOLOGÍA Y SALUD

DEFINICIÓN DE PSICOLOGÍA DE LA SALUD.


La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1964) define la salud como: "un
estado de bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia
de enfermedad o dolencia". Esta definición subraya la naturaleza biopsicosocial
de la salud y pone de manifiesto que la salud es más que la ausencia de
enfermedad. El bienestar y la prevención son parte de nuestro sistema de valores
y continuamente se nos invita a evitar aquellos hábitos que afecten
negativamente sobre la salud como la dieta pobre, la falta de ejercicio y el
consumo de alcohol. Los pensamientos, sentimientos y estilo general de manejo
son considerados como requisitos para lograr y mantener la salud física, es lo que
podríamos denominar integración mente y cuerpo.

Según Matarazzo, "Psicología de la salud", es el conjunto de las contribuciones


explícitas educativas y de formación, científicas y profesionales de la disciplina
de la psicología para:
- Promoción y mantenimiento de la salud.
- Prevención y tratamiento de la enfermedad.
- Identificación de la etiología y los correlatos diagnósticos de la salud, de la
enfermedad y de las disfunciones ligadas a ella para el análisis y mejora del
sistema de cuidado de la salud y para la formación de la política sanitaria."

HISTORIA.

Las razones que impulsaron a la aparición de la Psicología de la Salud, pueden


resumirse en las siguientes:
- El cambio espectacular de las causas de mortalidad.
- Interés sobre promoción de la salud y prevención de enfermedades debido al
aumento de los gastos sanitarios.
- La consolidación de la psicología como profesión y la eficacia de los
tratamientos psicológicos.

Paralelamente al movimiento de defensa y promoción (1987) se establece la:

- Salud como derecho social básico.


- Pautas de morbilidad y mortalidad derivadas de la salud.
- Los cambios en la mortalidad indican que las personas ya no se mueren
principalmente por contagio de ciertos gérmenes, si no por lo que hace. Los
factores de riesgo son otros, los tratamientos convencionales ya no sirven y hay
que empezar a pensar en otros distintos. Esto influye positivamente en la
aparición de la psicología de la salud.

En el comienzo y durante el transcurso de algunos problemas de salud influyen


entre otros y con una extraordinaria importancia los siguientes:
- Estilo de vida.
- Factores biológicos.
- Sistemas de cuidados de salud.
- Ambientales.

Cada uno depende en mayor o menor medida, según el problema que


planteamos.

El costo de la asistencia a la salud es muy alto y esto es lo que ha motivado que


prevalezcan estudios que van a dar igual o mejor beneficio a menor coste.

CARACTERÍSTICAS DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD.

1. - La psicología de la salud, surge desde la psicología y es una aplicación


más dentro de la psicología.

2. - La psicología de la salud se nutre por lo tanto de cualquier aspecto de la


psicología que sea de interés en/para el área de la salud.
3. - La psicología de la salud estudia primordialmente el comportamiento en
su significado más ambivalente de la persona sana o enferma. Sin embargo,
su eje vertebrador se trata desde un posicionamiento de salud positiva, es
decir, desde la promoción y comportamientos de salud y de las conductas o
control de riesgo.
4. - La psicología de la salud se ocupa prioritariamente, del comportamiento
normal de la persona en el proceso de salud.
5. - Dentro del proceso de la salud, la psicología de la salud también se ocupa
del comportamiento de los profesionales de la salud.

El modelo psicológico de la salud biológica estudia la actividad individual


humana. Destaca la dimensión psicológica de la salud. El objetivo del modelo es
analizar. El propósito del análisis es relacionar las practicas individuales (factores
procesos) con el estado de salud.

La psicología de la salud trata a la persona a lo largo de todas las etapas de su


vida.

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